Fecha
Esta como todas las anteriores es una pequeña misiva a mis demonios, eso que me dominan y atormentan cuando tengo tan solo dos segundos para tener la cabeza en blanco y recodarle…
Saga Masamune… no sabes en que infierno me hundiste…. Aun recuerdo tu nombre como si pudiera leerlo de las fichas de préstamo de la biblioteca de la escuela…increíble que pasaran 3 años y que aun duela tanto.
No sé por cuanto tiempo seguiré escribiendo estas notas con la única ufane intensión de deshacerme de este desasosiego y esta frustración que siento y se está comiendo mi alma.
Ya han pasado tres años, hoy exactamente son tres años desde que se rompió mi corazón. Todos los días no puedo evitar preguntarme si… tal vez … él…. Saga Sempai ha pensado en mi aunque sea por unos segundos.
La escena de ese momento regresa a mi cabeza solo a torturarme y lograr que me pregunte ¿por qué? ¿por qué Saga Sempai fue tan cruel conmigo? Son los momentos en los que mas odio pensar que serán preguntas que jamás tendrán una respuesta y con esos cuestionamientos muere mi voluntad.
Posiblemente este en algún lugar… tal vez cursando la universidad, feliz a pesar de que no lo parecía, quizás con una persona que el realmente quisiera; estoy seguro que ahora se siente mucho mas seguro. A estos momentos debe ser tan diferente al Sempai que yo conocí… yo también e cambiado, tal vez para mal… no estoy seguro… solo se que en estos tres años el no sale de mi cabeza.
Me siento incapaz de olvidarle y seguir con alguien más.
¿qué estará haciendo ahora? ¿dónde vivirá? ¿Quién será esa posible persona que pudo querer que no fuera yo?
Moriría de verdad si tan solo una de esas preguntas se respondiera… ¿por qué no puedo olvidarle? ¿por qué el… se quedo en mi corazón de esta manera? Lo debería de odiar.. odiarlo por toda la frustración, el miedo y el vacio que siento por su ausencia. Poder decirle lo mal que estoy, hacerle ver el daño que me causo, el como destruyo pedazo a pedazo la persona que era… no era tan impactante y despampanante pero estaba bien así… o eso creo… pero eso posiblemente solo podría alegrarle y alimentar su ego… no podría con ese peso.
Me gusta pensar en el como la persona que mentalmente me había idealizado es un impulso que no puedo reprimir; mi deseo de sentirlo a mi lado y me ayude a sobrellevar el gris de mi vida ahora. Intento adaptarme a la despedida del amor.
Mi idea del amor y no creer en él es como puedo evitar el llorar como lo hago ahora, mientras escribo estos párrafo que quizás no gozan de ningún tipo de sentido o coherencia.
Mi mente divaga perdida en un laberinto de emociones adversas y no encuentra salida ni pistas de una solución viable, los días pasan pero las soluciones no llegan.
¿cómo pudiera olvidarte? ¿cómo arrancarme el recuerdo de mi mente? ¿cómo borrarlo de mi vida? Siento como aun sus manos se clavan en mi cuerpo trayendo con ellas los recuerdos de cada uno de sus gestos, esos que están tatuados en mi memoria… yo se que lo tengo que olvidar pero es que no puedo… no puedo ignorar su presencia en mi cabeza, sufro aun mas, tengo que olvidar pero ¿cómo? ¿cómo puedo dejar de llorar? ¿cómo?
Tantos planes que se conformaron en tan poco tiempo… y vuelvo a preguntarme si tal vez ¿él pienso algún plan futuro conmigo?... pero mi corazón desangrando, dolido y magullado solo me hace pensar en cuanto amor di y cuanto dolor me quedo.
Como duele cuando entregas todo… pero quiero creer que él algún día sentirá lo mismo que yo ahora, no será una venganza, pero si un duro y difícil proceso que nunca le desearía a nadie.
Como duele pensar que él me olvidara, también duele estar en esta posición tan decadente; saber que sus proyectos jamás estuvieron hechos para tenerme en cuenta.
A veces solo quiero despertar pensando que esta a mi lado y que todo eso nunca paso, tener hoy una larga conversación llena de sonrisas y felicidad, sentir que todavía está allí siendo esa persona que fugazmente ame, mas que a nada en este mundo; Pero ni colocando tierra y mar entre nosotros logro sepultar esta tonta ilusión que se forma en mi cabeza día tras día.
Cada vez que escribo sin saber como esto podría ayudarme, solo pienso mas en él… preferiría dejar de existir.
Yo no buscaba nada irreal… quería comprenderlo… una manera de entender su mente; la fórmula perfecta contra todo aquello que parecía aquejarte, solo quería verle todos los días, yo solo quería verle… una de las pequeñas cosas que me hacían feliz. ¿en que parte de ese deseo tan inocente nació todo este infierno?
No lo se… y hoy no buscare esa respuesta estoy cansado de darte vueltas… estoy cansado.
***
dejo de leer esa carta que había escrito unos meses luego de su partida al extranjero.
Eran las tres de la mañana y se había levantado sin razón aparente. Takano estaba a su lado durmiendo, tranquilo, cómodo tal vez porque estaban juntos, no lo sabia ni tampoco lo estaba pensando detenidamente.
Se había levantado con cuidado dirigiéndose a la sala y tomando uno de esos viejos libros que había conservado por el valor sentimental que representaban para él; solían ahogar su mente cuando no quería pensar en Saga Sempai. Pronto había encontrado esa carta que había escrito como una manera de desahogar su frustración pero, eso jamás le había funcionado.
¿Por que no se había deshecho de ella como había hecho con las demás? Tal vez por que esa si le había salido del alma, era la única de todas las demás que si había terminado. En algún momento quizás la hubiera enviado a Saga pero jamás había tenido el valor.
Dejo el valor de hacerlo; mostrar el dolor y esa debilidad iba en contra de su orgullo, por que si tenia un enorme orgullo uno que no mucha gente podía suponer en el.
Dejo el libro y la carta sobre la mesa de la sala y solo se vistió recogiendo algunas cosas más; El irse era la única idea que cruzaba su cabeza en ese momento, encontrarse con Takano solo podría conseguir que tropezara otra vez.
Se encamino haciendo el menor ruido posible a la puerta semidañada y la abrió mirando el corredor antes de partir. Suspirando decepcionado. Su mente estaba totalmente en blanco, tal vez si pensaba algo pero no le estaba prestando atención, así que, simplemente salió de allí volviéndose al asesor pero no se movió, la puerta de departamento de Takano se abrió en ese momento encontrándose entonces con Yokozawa y su mitrada de reproche que se exteriorizo tan pronto lo vio.
--ya veo que te dignaste a aparecer.— escupió el mayor con arrogancia y prepotencia.
Onodera solo se le quedo mirando unos segundos sin saber si quería involucrarse y contestar a esa pregunta con un supremo tinte a burla… pero que a la vez sonaba a reproche.
--para tu infinita desgracia hasta que no me mude este sigue siendo mi apartamento – respondió el castaño sin guardarse su fastidio comenzando su andar al ascensor.
-- ¿y no fuiste a trabaja huyendo de mi?— cuestiono burlón y altanero el As de ventas.
--no, por más que eso pueda ser gratificante para tu ego… no fui a trabajar, porque… bueno, es sencillo; no se me dio la gana ¿alguna duda más?
Yokozawa se le quedo mirando anonadado, y aunque su rostro no lo expresaba abiertamente, un tinte mínimo de sorpresa se reflejo en su expresión. Debía admitir que ni en sus más locos pensamientos esperaría ese tipo de respuestas y menos de una persona como Onodera Ritsu. Era un hombre que a veces decía las cosas sin pensar, o solo con el afán de hacer daño para minimizar su propio daño emocional, pero en ese caso en concreto fue una respuesta totalmente salida del contexto normal.
--¿alguna duda más?— volvió a contra preguntar el castaño esperando a ver si quizás y solo quizás con su anterior respuesta ese horrible y despreciable ser humano se callaba y dejaba de intentar matarle con sus venenosas palabras.
Yokozawa sonrió, le gustaba por donde iba la conversación y quizás solo tantearía el terreno un poco más.
--si, la verdad si hay una ¿Dónde está Masamune?
--si no sabes tú que eres su perro faldero, ¿qué te hace suponer que lo sé yo?
Yokozawa movió la cabeza levantando el mentón altivo y retador, no se había esperado respuesta tan agresiva.
--esa respuesta a sido diferente a las que me das normalmente.—aprecio con fastidio.
--es lo que esperarías del hecho de haberme cansado de tus palabras venenosas y agresivas. Me canse de mediar contigo e intentar dejarte claro que no tengo nada con Takano… pero eres necio.
--entonces déjalo en paz.
--¿no te has de pronto dado cuenta que no soy yo quien le sigue si no el a mi?
-- le das motivos…
--no considero que sea cierto, pero tampoco soy inocente a la realidad de que él aun piensa en algo conmigo…
--¿entonces porque simplemente no se lo dejas claro?—le pregunto comenzando a sentir un repentino aumento de ira.—no te imaginas lo que sufrió por tu culpa.
--¿y es que crees que yo no sufrí? Deja de creer que sabes la historia completa o que sabes quién soy, porque no sabes lo equivocado que estas. En vez de estarle protegiendo tanto… y pretender ocupar un puesto que evidentemente no te pertenece, hazte a un lado y deja de enredar las cosas más de lo que ya están.
--no puedo dejar que Takano vuelva contigo.—gruño con ira el azabache.
--¿y por qué no?
--por que sufrirá.
--¿es por eso o porque te da terror confirmar que ya no va a estar contigo?, que sin importar que hagas seguirás siendo su amigo, porque ni siquiera eres un reemplazo.
Esa simple respuesta había sido el peor de los golpes que quizás Yokozawa hubiera recibido en toda su existencia, y su expresión lo dijo todo al desencajarse de tal manera que expreso toda aquella frustración que sentía.
--hazte un favor, date el lugar que mereces y dejar de hacer la existencia de los demás un infierno simplemente por ese amor loco no correspondido y desesperado que mantienes.
--eres un insolente—se acerco unos pasos dispuesto a callarle la boca cuando el castaño comenzó a hablar.
--seguro a Kirishima no le dices eso… al menos deberías guardarle algo de respeto.
Se detuvo de golpe, ¿cómo era que él…?...
--¿te sorprende? Claro que si, tu cara me lo dice todo.
--¿como sabes eso?—cuestiono inquisidor, Yokozawa
--es sorprendente las cosas que escuchas en los pasillos de Murukawa, aun más sorprendente que fueras inocente a ello. También faltaría decir que Kirishima tal vez y solo tal vez no sepa o no quiera ver que estas más ocupado dándole toda tu atención a Takano y no a él.
--tu no sabes cuál es la realidad.—intento excusar con la voz saliéndole entre dientes.
--¿vez como es de divertido que te juzguen sin conocer todas las versiones? La verdad es una cosa de cada persona, cada quien cree lo que quiere creer y no se molesta en conocer los hechos. –dijo con son sonrisilla pedante comenzando a andar al ascensor deteniéndose justo al lado del azabache.—yo siento tu en vez de estar como una desesperada detrás de algo que definitivamente nunca va a ser e interponerte, deberías hacer que quizás con Kirishima las cosas funcionen. Takano te quiere como un gran amigo… pero con esa horrible actitud solo terminaras haciendo que se canse de ti.
Con esas palabras y sin querer agregar mas, Onodera siguió su camino para prontamente abordar el ascensor y dejar a Yokozawa solo; con más preguntas que respuestas, un corazón acelerado y la ira desbordada aunque más dolido por la verdad que por que simplemente las verdades salieran de la boca del mismo castaño del que creyó que fácilmente se había deshecho.
¿Podía llamarlo Karma? Quizás si… jamás había sentido ese tipo de abatimientos. De un mal aventurado a otro las visiones podían ser turbias pero no imposibles de ver.
***(Continuara)***