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Amor editado o ¿inédito? por senyu

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—quédate … — susurro contra sus labios con un tinte a desesperación. — si te vas … yo no soy nadie,  volveré a ser nadie

 

—Takano…

 

—te necesito… siempre te necesite…

 

Y simplemente Onodera se quedó en silencio, entre los brazos de Takano y la lluvia cayendo sobre ellos. Le abrazaba tan fuerte como la mayor prueba del desespero que sentía el pelinegro de solo pensar que le podía perder. El corazón de Onodera se aceleró y sus ojos se llenaron de lágrimas aumentando la confusión en su cabeza; nuevamente se debatía entre lo que debía hacer y lo que sentía que tenia que hacer.

 

—vuelve… — susurro Takano contra su oído logrando que un fuerte shock eléctrico recorriera su cuerpo.

 

—es tarde…— susurro el castaño con tristeza. — tengo que hacer lo que tengo que hacer.

 

Takano le alejó, sujetándole por los brazos con fuerza para que no se soltara, clavando sus ojos sobre él con una expresión dura e implacable.

 

—¿aún a costa de tu felicidad?

 

—¿cuál felicidad? — preguntó el castaño soltándose del agarre de Takano bajando la cabeza. —¿cuándo yo he sido feliz? ¿Cuándo yo he podido decir que me alegro de las cosas que he logrado? Mejor pregunta ¿Qué he logrado yo?… ¡NADA! Yo no he logrado nada con mi vida, solo soy una cosa amorfa que solo sirve para causar problemas.

 

—¿pero de dónde sacas esas cosas?—preguntó el pelinegro volviendo a sujetarle por los brazos. —¿por qué te torturas así?

 

—por qué es verdad... Por qué jamás nunca hago nada bien, por qué por más que lo intento, cuanto más me esfuerzo soy más inútil, incluso tú mismo me lo has dicho.

 

—¡escúchame! Jamás he dicho que eres un inútil. Si, tienes cosas aún por aprender... Pero eres bueno en lo que haces, así no te emocione ni te encante... Si fueras un inútil no te mantendría allí.

 

—¡solo estoy por qué quieres algo conmigo, no por qué mi trabajo valga algo! — grito Onodera dejando caer unas lágrimas alejando al pelinegro. —estoy cansado de pelear con la corriente, de querer convencerme que valgo algo más allá de mi apellido, estoy cansado de pelear por cosas que sé que no puedo lograr... Que soy insuficiente, ni siquiera entiendo por que te gusto... Cuando ni para eso soy suficiente.

 

—no hagas que te golpe...—le amenazo Takano desesperado. —¡Yokozawa se equivoca, tú te equivocas, todos se equivocan!

 

Sorprendido, Onodera levantó la cabeza a mirar a Takano, su expresion era suficiente cuestionamiento para que Takano respondiera.

 

—si, me lo dijo, me confesó que te dijo... Las cosas horribles que te dijo y que me parece insólito que las creas...

 

—no sé ni qué hago hablando de mis problemas contigo.

 

—me amas, el que te abras conmigo lo confirma.

 

—¡cállate! —gruño el castaño con voz cansada. —no quiero escucharte más.

 

—Ritsu...

 

—tengo que irme....

 

El castaño comenzó a andar en dirección a la calle, más rápido, con más urgencia, con más desesperación; sintiendo como su corazón se aceleraba al punto de querer estallar.

 

—¡no huyas! —le gruño Takano siguiéndolo. —no puedes seguir corriendo de lo que sientes y quieres, no vuelvas a huir como el estúpido adolescente que me abandonó.

 

—¿porque quieres volver a repetir esa historia? ¿Porque quieres seguir envenenándote conmigo cuando las cosas van mejor para ti si yo no estoy?

 

—¡pero estas y te necesito!

 

Ignorándole Onodera llegó a la calle parando un taxi y abriendo la puerta miro seriamente a Takano.

 

—olvídate de mí— dijo Onodera con voz carrasposa. —créeme estarás mejor.

 

Sin dejar que Takano agregada nada más, el castaño abordó el taxi el cual arranco rápidamente quizás por la misma instrucción de Onodera, dejando al pelinegro bajo la lluvia con las esperanzas rotas y las expectativas destrozadas.

 

***

 

—Usami, Que bueno que pudiste venir — le saludó Isaka con un tono de voz que demarcaba lo feliz que se encontraba de que acudiera a su llamado.— debemos hablar muy seriamente de los sucesos de esta semana.

 

El escritor le miro apenas de reojo para luego volverse a mirar a su alrededor detallando todos los objetos en la oficina. Seguía sin saber cuál era su propósito allí, ni tampoco el por qué de esa reunión tan inesperada y urgente. Con un gesto de parte de Isaka para que tomará asiento, le obedeció sin gran ánimo esperando por qué fuera al grano, tenía mucho que hacer y estaba realmente fastidiado.

 

—la verdad, Usami. Te hice venir por que el Jefe de editores de literatura me conto que despachaste a todos y cada uno de los editores que te ha mandado.—comento Isaka apoyando sus codos en el escritorio y sus manos se entrelazaron dándole un aire de seriedad casi macabro.

 

—¿y?— contra cuestiono Usami enarcando una ceja, remarcando con su expresión que su mal humor había crecido al recapitular mentalmente el inminente fracaso que se había convertido la partida de Aikawa y mas repentino la de Onodera y todo el nudo indescifrable y repentino que suscito durante su trabajo y su renuncia.

 

—necesito que me colabores, Usami. Tu trabajo no se puede retrasar por editores, aquí hay miles de ellos y es sorprendente que ninguno te sirva o llene tus expectativas.

 

—entonces…¿todo es culpa mía?—murmuro con ira el escritor inconforme, sabia que no tenia que hablar mas fuerte para que Isaka le escuchara; el ambiente se torno tan tenso que podía ser partido a la mitad por un cuchillo y cualquier palabra equivoca podía ser la causante de una guerra de poderes entre la administración Murukawa y el mejor escritor que tenían. Por ello Isaka se quedo en silencio pensando en cuales eran las mejores de las palabras podían ser usadas en una situación de la que estaba dependiendo no solo su área de literatura, sino su área de manga Shojo.

 

Sus ojos seguían fijos en los del escritor que le miraba inflexible, sus brazos estaban cruzados en una posición impenetrable ante cualquier idea de conciliación o explicación, su mirada seria lo ponía tenso, lo suficiente para que los músculos de su espalda se convirtieran en pesadas piedras y su mente mas divagaba buscando soluciones o respuestas a sus propias preguntas mentales.

 

 —Usami…

 

—antes de que digas cualquier cosa.— le interrumpió Usami con una voz profunda y suave, mas que tranquilizante le ponían a Isaka los bellos de la nuca de punta.—lo he pensado mucho… y creo que mi ciclo en Murukawa ya acabo… es hora de encontrar otra editorial.

 

—¿qué?— apenas logro escupir el administrativo al escuchar eso. —creo que estas magnificando las cosas, Usami.

 

—¿magnificando?—cuestiono incrédulo el peliplata —Me cambian de editor de la nada, sin explicaciones, no se nada de Aikawa desde que toda esta tontería comenzó, me mandaron un montón de editores que conmigo no funcionan, por fin doy con un editor realmente bueno y termine involucrado en un ridículo triangulo amoroso con él y tu estúpido editor de dibujitos, Misaki termina con la cabeza envenenada y todo concluye en que me quedo sin editor y en una incertidumbre que no clasifica ni para la peor de las historias, ¿Y finalmente me citas aquí para decirme que debo poner de mi parte con los pegotes editores que me mandas? ¿y yo estoy sobre reaccionando?

 

El silencio volvió a apoderarse de ellos y las miradas eran una competencia de cual podía ser mas severa. La tensión subía como un volcán a punto de hacer erupción.

 

—todo se puede solucionar…— hablo Isaka con un tono de voz conciliador. — a pesar de todo, se que dentro de ese pecho hay un hombre bueno y que la incertidumbre, la mala incertidumbre igualmente te esta matando como el suspenso de cualquier buen libro de drama. Quiero que me ayudes.

 

—¿con que?— cuestiono el escritor con un tono de voz frio.

 

—pues, el plan es el siguiente….

 

***

 

cerro la puerta de la gran casa apoyándose en esta sintiendo el alivio inundando su ser. Por primera vez en todo el día se sentía seguro estando en casa, sin importar que fuera la de sus padres y no su pequeño y desordenado departamento.

 

Prontamente el alivio fue reemplazado por la ansiedad y la incertidumbre pasando rápidamente al abatimiento y el miedo, siendo asaltado por un millón de recuerdos traídos por las gotas de agua que recorrían su cuerpo gracias a su ropa empapada. La lluvia siempre traía recuerdos, unos mas amargos y otros mas confusos y claro, unos bastante calientes. se abrazo a si mismo temblando, pero no era el frio, esos recuerdos lluviosos… podía sentir los vestigios de los dedos de Takano tocando cada centímetro de su cuerpo, acariciando su cabello… quemaba, su piel ardía como una quemadura grave y permanente.

 

—¡Ritsu!— era la voz de su madre. Levanto su cabeza despegando su mente de esos recuerdos calientes mientras su corazón se aceleraba al ver a su madre aparecer por una saliente de la pared y mirarle critica. —mira no mas, estas empapado.

 

Una sonrisa calma se dibujo en sus labios, aunque realmente lo que quería era sonreírle de manera irónica y remarcarle lo evidente que era, tenia mejores cosas en que pensar que en su ropa mojada, solo quería poner su cabeza en orden.

 

—ve a cambiarte, la cena esta lista.

 

—no voy a cenar…— fueron las palabras que salieron de su boca de manera casi automática.—comí algo en la oficina y no me siento con apetito.

 

—¿qué pasa contigo?—cuestiono la mujer quizás un poco irritada o preocupada o ambas a partes iguales, Onodera no lograba descifrarlo. —otra vez no vas a comer... me dices que ya comiste pero cada día pierdes mas peso.

 

—es solo el trabajo.— dijo con voz cansada, avanzando para quitarse los zapatos.— me estoy adaptando, eso es todo.

 

—a ti te pasa algo, Ritsu. Y no me lo vas a ocultar toda la vida.— le riño la mujer viendo a su hijo avanzar a su habitación dejándola sola.

 

La amenaza calo a Onodera hasta los huesos. Eso era un punto que no había considerado en toda su vida, ni en su adolescencia, ¿cómo decirle a sus padres que estaba saliendo con un hombre? Sacudió la cabeza alejando esa pregunta. El no salía con nadie ¿por qué debía dejarse atormentar por esa pregunta?

 

Cerro la puerta de la habitación tras el comenzando a quitarse la ropa empapada, quedándose apenas en ropa interior y la mente hecha un enredo de preguntas y situaciones tristes, catastróficas, imaginarias y calientes. el pasado el presente y el futuro incierto parecían confabular en su contra con una fuerte amenaza de estallarle en el rostro.

 

¿qué estaría haciendo Takano ahora? Se pregunto avanzando hasta el armario y sacando su pijama, necesitaba una ducha caliente y mucha paz para aclarar su mente o al menos lo suficiente para poder dormir y no solo intentarlo que le había estado pasando desde que había comenzado todo ese enrollo; sin pesadillas sin pensamientos entre sueños solo privarse del mundo.

 

<<olvídate de mí, créeme, estarás mejor.>>

 

las ultimas palabras antes de acabar con la escena mas romántica y rosa que había suscitado en sus veinticinco años de existencia le asaltaron de pronto y le hizo reír como si fuera un chiste. Takano le había dicho que le necesitaba que no era nadie sin él y él le dice que se olvide de su persona… no le olvido en diez años y ¿va olvidarle ahora? Ni siquiera el podría quitarse esa escena de la cabeza. Seguro cualquier mangaka Shojo o yaoi hubiera matado por enmarcar esa escena para cualquier de sus publicaciones.

 

Se dejo caer en la cama restregándose la cara cansado.

 

—¿ahora que?— se pregunto sonriendo, pero mas consternado que divertido.

 

Por reflejo encendió su teléfono, ese que ya no se molestaba en llevar consigo y que había estado apagado desde que había huido de su departamento. El teléfono comenzó a sonar, mensajes que avisaban de llamadas perdidas y otros mensajes de compañeros y amigos que habían intentado contactar con él y le pedían que le devolviera la llamada, pero solo uno logro que su corazón se estremeciera y sintiera que se iba a desmayar y no le llegaba aire a los pulmones; era de esa noche, apenas tenia dos minutos de haberle llegado y prometía una bomba en su vida.

 

“22:37 pm

 

De: Takano

 

Estoy al frente de tu casa… sal de allí o entrare”

 

 

 

***(continuara)***

 

PD: leer las notas finales

Notas finales:

Hola a todas y todos

 

 

 

Se que estaba retrasada con la entrega, pero aquí estoy llevando esta historia hasta su recta final y se me ocurrió una idea.

 

A pesar de que ya tengo todo planeado, quiero saber ustedes que piensan de la historia y que les gustaría que pasar por ello, les traigo una pequeña encuesta que espero disfruten y me ayuden a darle el mejor final a esta historia.

 

Si desean hacer la encuesta les dejo el link:  https://goo.gl/forms/VTBPkzUEW3YPoelO2

 

Muchas gracias por leer y seguir esta historia su opinión es importante para mi.

 

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Suerte a todas y feliz lectura.


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