Rearmando el caso
Verle de frente era una sensación extraña, el cabello rubio, la piel pálida, los ojos grises. El hombre era apuesto, con un cuerpo fuerte. No podía decir lo contrario de su persona, también tenía una estatura reconocible, una piel bronceada y un rostro atractivo. Además de que tenía poder sobre los demás, y no es que fanfarroneara de ello, pero ahora era alguien al que respetaban y no un simple muchacho de Kanagawa que solo causaba rizas.
Sonrío de lado, y el rubio arrugo el entrecejo, le importo muy poco lo que ese tipo tuviera que decirle, no sabia ni que relación les única, para que le citaba de esa forma.
- Seré directo, no creas que tus trajes costosos, y tus limosinas de lujos van hacer que tengas a todos a tus pies...
- Eso no es ser directo, primero quien eres? y en segunda ¿que te eh hecho? Creo que si me conocieras no estarías hablándome de esta forma... aunque - dijo en un perfecto ingles que incluso parecía su lengua materna - Si es así, bien pudiste hablarlo con mis abogados.
- Aléjate de Kaede, el es Mio...
Esa revelación si que era sorprendente, imagino que Rukawa tendría una relación, después de todo era apuesto y popular. Pero que fuera gay le callo en gracia, eso significaba dos cosas.
- Eso no me impide que le vea, apoco le prohibirás a ¿tu amante? Que deje de frecuentar a viejas amistades?
- los ojos grises de Antony vieron con coraje los castaños del pelirrojo - Tus guaruras no impedirán que te despedace, así que toma en cuenta mi advertencia - dicho eso paso por su lado golpeando su hombro.
Hanamichi se tambaleo un poco, pero sonrío de lado sin detenerlo. Si, eso significaba dos cosas: 1;Kaede era gay. 2; Su amante era un bueno para nada que podría desaparecer fácilmente.
Esa misma tarde llamo a Kaede, y le exigió verse, Kaede dudo un poco en ir a su encuentro, pero termino presentándose en el lugar que el le dijo. Le tomo de una forma salvaje y el pelinegro simplemente le dijo que ama a su pareja. Le hablo de Antony y el tiempo que llevaban juntos, además de lo celoso que era. Pero Hanamichi no le contó de su pequeño encuentro. El pelirrojo reía para sus adentros, al fin tenia al Ice King en sus brazos y un simple jugador de futbol Americano no le aria ni cosquillas. El confiaba en que esa relación no iba para buen termino, y que si Kaede aun seguía con ese tipo era por que no había tipo que se atreviera a retar al jugador de Futbol.
Pero, al caer la noche recibió esa llamada, y entonces si se lamento en serio.
- Hana...!!
- Kaede, cariño que pasa...?
- El lo sabe... - dijo nervioso - Hanamichi no era mi intención que se enterara... no se como... jh...
Pero sus palabras se cortaron y escucho la voz del rubio gritar improperios contra el moreno. Luego golpes y salio de su oficina para ir a verle, pero había un detalle, Kaede no le había dicho donde residía, y el no tuvo la sutileza de investigarlo.
Actual
- Ha estado en ese estado de letargo desde hace dos días, no ha querido comer y no ha podido hablar con su abogado.
- Que puede hacer para que no enferme.
- La medico le miro enternecida, metió las manos en su bata blanca y susurro - Su depresión, es por que acecino a la persona que amaba, no lo cree usted. Ese chico solo se esta dejando morir.
- Hanamichi apretó las manos en puño con coraje, dio la vuelta y camino fuera de ahí.
- Señor Smit? - la doctora lo siguió y entonces al detenerle dijo - pero... no pierda las esperanzas, seguramente su amigo se repone si usted habla con el, y no solamente le ve por la ventana.
- Hanamichi le mira esperanzado - Esta segura de eso?
- Si... es una buena terapia, el necesita a alguien que le retenga en este mundo...
- Yo... no se que decirle...
Hanamichi solo había pensado en una relación clandestina con el moreno, incluso el mismo le había dicho que tenía intención de dejar a "su Antony". Le dio coraje, bajo la mirada y apretó los puños, Kaede era un masoquista, ahora tenia que ayudarlo, por que lo necesitaba.
- La mujer le palmeo el hombro con afecto - Ya encontrara las palabras. Por otro lado - se coloco seria - Solo falta una semana para su juicio - entristeció la mirada - Si el no reacciona, tal vez se libre de la cárcel, pero será trasladado al manicomio estatal de California.
- Que diferencia hay entre una y otra, ambas son unas prisiones. Jh, are lo posible para el reaccione y que no valla a la cárcel, mi abogado se esta haciendo cargo de ello. Créalo le sorprenderá ver a Kaede fuera de todo esto. - dicho eso se dio la vuelta y se retiro.
XXX
Kaede miraba a la nada sentado con las piernas encogidas sobre el sofá donde lo había colocado hacia unas horas, estaba recordando. Solo eso le queda, o simplemente el imaginaba que aun estaba viviendo ese pasado.
>>>>recuerdos<<<<
No hacia mas de una hora que Antony había llegado, le había sugerido nadar un rato y recostarse al sol. Sonrío al escucharlo, le había ido bien en las practicas y cada que eso pasaba se les alegraba el día a ambos, además el día anterior el había tenido un partido, obteniendo la victoria y Antony había ido a echarle porras.
Lo había visto gritar emocionado desde las tribunas cada que anotaba una canasta y el hacia lo posible por lucirse para el.
Por eso ahora estaban ahí dentro del jacuzzi, era tarde ya la noche había caído. Y ellos seguían propinándose caricias y besos como dos recién casados.
- umm - gimió el moreno al sentir esa juguetona mano acariciar su miembro. Recargo más su espalda contra ese pecho fornido y contorsiono su cuello para profundizar ese beso.
- Te amo... - susurro el rubio cuando separo sus labios y acaricio con su aliento su oreja.
Kaede sonrío enamorado, y se giro quedando recostado sobre su pecho, le abrazo con fuerza.
- Soy feliz a tu lado Antony!
- En verdad...? Esperaba otra palabra..
- Jajaja, También te amo, te amo tanto... y me gusta estar así contigo - dijo todo abochornado y rojo. Aunque se sintiera así de enamorado, siempre le había costado trabajo decir las cosas...
>>>>>Actual..<<<<<<
Cerro los ojos apretando su abrazo a sus piernas y temblando un poco.
- ¿Tienes frío?! - pregunto una mujer de manera cariñosa, vestía una bata blanca con pantalones holgados.
Kaede no contesto, solo siguió perdido en su mundo ahora gimiendo con dolor y sus ojos derramando lágrimas.
>>>>>>Recuerdo<<<<<<
Esos momentos felices nunca duraban lo suficiente. Pasado el encanto o cuando Antony se cansaba de jugar a la casita. Se ensañaba nuevamente con él rebajándolo al tamaño de un grano de arroz.
- No comerás...? - pregunto frente a él, la criada había puesto un suculento trozo de carne con verduras en su puesto. Y ahora esperaba por si algo les faltaba, pero en realidad temia dejarlos solos.
La joven sirvienta no estaba del todo tranquila, triste veía el rostro de Kaede. El cual tenia un pómulo morado, y parte del labio roto. Todos los de servicio sabían del maltrato que sufría el japonés departe de su amante, pero nadie decía nada.
- No tengo apetito... - susurro sin levantar la mirada y según su tono de voz, estaba cansado.
Se sentía avergonzado de que Antony le hubiera obligado a bajar cuando hacia un rato habían discutido, el lo único que quería era quedarse en cama, dormir y no despertar.
- Jh... ya no eres un niño COMETE LA MALDITA CARNE Y PUNTO!! - grito apretando el tenedor y cerrando los ojos.
- la chica casi brinco del susto, pero Kaede solo se encogió de hombros temeroso - Ya te dije que no tengo hambre, iré dormir un rato - susurro con intención de levantarse.
Pero la mesa se movió con brusquedad, Antony había explotado. Se levanto asustado dando un paso atrás volteando la silla con su movimiento, pero Antony le sujeto del brazo y le propino un fuerte golpe al rostro arrojándolo al suelo.
- NO, POR FAVOR!!! ummm - se llevo la mano al rostro cerrando los ojos con miedo.
- La joven sirvienta estaba al borde del colapso conteniendo sus lágrimas y apretando su mandil.
La gente de servicio se asomo desde la cocina, Antony miro a Kaede con molestia y se retiro de ahí tirando pestes entre dientes, solo escucho el sonido del auto y sin evitarlo mas la joven se acerco a el a ayudarle mientras los demás levantaban el desastre.
- Joven Rukawa - se hinco para ayudarle.
- Kaede no podía hablar, se sujetaba la mejilla aun en shock.
- Se encuentra bien...? venga le ayudare a llegar a su habitación.
- No quiero... - susurro - ¿por que lo hace? ¿Qué le hice Mari? - no pudo mas y sus ojos se llenaron de lagrimas, bajo el rostro cubriéndolo con sus manos temblorosas.
- Joven... no se ponga así... usted es fuerte, no debería...
- Mari, lleva al joven a su habitación que te ayude Gustavo... - dijo el mayordomo de la pareja.
Entre ambos lo llevaron, pero Kaede no podía ser controlado por nada, su corazón estaba triste. Un día atrás eran la pareja feliz y al otro instante era golpeado casi hasta la muerte solo por un simple comentario de su persona en una revista deportiva. El no tenia la culpa de lo que la gente hablara, ¿por que entonces lo golpeaba como si el tuviese la culpa?
Odiaba que se rebajara a eso, todo para Antony era descaro, una sonrisa entre sus compañeros, una palmeada en la espalda, una mirada. Ya no se sentía seguro de nada y ahora tenia que cuidarse incluso de si mismo, para no cometer indiscreciones.
Su situación estaba empeorando cada día mas, y el se estaba cansando de todo eso, lo amaba, pero no soportaría una humillación mas. Sus pocos amigos se alejaban solo por los celos del rubio.
>>>Fin del recuerdo<<<
- Vamos Kaede, es hora de tu medicamento... - le toco el hombro la doctora.
Kaede la regreso a ver, no... el no estaba loco, solo deprimido. Sabía lo que sucedería tarde o temprano y era conciente de que había acecinado a su amante.
- La mirada de Kaede, desvalida y deseosa de ayuda le preocupo - Vamos... todo estará bien.
- Necesito, hablar con mi manager... - murmuro apartando la mirada mientras era guiado a su habitación.
- Deseas hablar ya... no crees que sea mucho mejor que el Sr. Maxwell venga ahora.
- Es necesario que hable con el... yo... - se mordió el labio nervioso sentándose sobre la camilla. Debo arreglar esto, ellos confiaban en mi, y les defraude... necesito hablar con Mister Robertson. - suplico levantándose y sujetándola de los hombros con desesperación - Por favor llámele...
- Yo... muy bien, le pediré que venga... - contesto insegura.
Hasta ahora era conciente de las amonestaciones que corrían con relación al caso del que era culpable el joven jugador. En noticieros y programas deportivos no se hablaba más que del homicidio del que era culpable. El funeral del Antony Sommer había incluso sido televisado, la madre y hermanas y conocido del futbolista habían pedido con lágrimas y rabia que se hiciera justicia. Pero del manager de Kaede Rukawa no se sabía más que había mantenido la boca cerrada según petición de los abogados del equipo de los Laker's.
Kaede ya llevaba 2 semanas recluido en esa clínica y el verdadero infierno aun no empezaba, aunque tal vez para Kaede lo que continuaría no era mas que un oasis refrescante en comparación a lo que había vivido al lado de Sommer.
----------------
- Solicitamos que se haga justicia, ese hombre acecino a mi hijo a sangre fría, que no venga ahora a decir que fue en defensa propia!!! Me ha quitado a mi hijo!! - decía con lagrimas en los ojos la madre del jugar de futbol americano.
- El equipo de los Delfines esta en las finales, sin Sommer no será lo mismo el súper bowl.
- Que opinaban ustedes de la relación que llevaban ambos deportistas, hay pruebas de que fue en defensa propia?
- Teníamos entendido que eran pareja desde hace años, pero Antony jamás dio muestra de que fuera agresivo, su relación era muy aparte a como se desempeñaba en la cancha, queda decir que el basquetbolista Rukawa Kaede, era una persona muy arisca y taciturna. No estoy para decir estas cosas, pero creo saber que en más de una ocasión, Sommer se mostró preocupado por el comportamiento de su pareja.
Los noticieros y ruedas de prensa se lucían con sus preguntas y comentarios, era la leche de la leche. El rinting estaba subiendo en cada televisora que presentaba la nota.
Que si Kaede era un libertino. Que si Sommer siempre le reprendió por ser un cualquiera que se iba de bar en bar con sus compañeros. Que si Kaede estaba en rehabilitación. Que sus directivos deportivos le ocultaban sus manías sadomasoquistas.
Y los comentarios se prestaban a consideración, en vista de que era cierto que en más de una ocasión, había sido Kaede el eco de los comentarios. En un partido incluso había caído desmayado y mas tarde se habían enterado que era por exceso de estrés, dicho que la prensa tomo que era por que el joven había usado drogas y que sus directores técnico y su club le tapaban sus indiscreciones.
O cuando apareció en esa revista amarillista todo golpeado e irreconocible, saliendo con Sommer de una clínica privada.
Kaede no tenia con que defenderse de las acusaciones.
---------
Alexander llego a su oficina, completamente desconcertado. Se quito el saco y lo coloco sobre el respaldo de la silla de su escritorio. Se dirigió al mini bar que tenia ahí y se sirvió una copa de whisky.
- No puedo creer como es que vivieron tanto tiempo de esa manera... - camino a su escritorio y se recargándose del respaldo cansadamente.
Recordó entonces como Fisher había tomado las grabaciones, aun en contra del personal de servicio que alegaban que no podía sacar nada de la propiedad sin una orden firmada. El había tenido que mostrar la orden del juez para que esa gente no hiciera mas alboroto, después de todo la criada le había pedido que ayudara a su patrón.
Por otra parte, Fisher sin darle las gracias siquiera, le había dicho que investigaría a detalle las grabaciones y que entonces se las presentaría días antes del juicio, esas cintas sin duda ayudarían al japonés a librarse de la prisión federal.
Sin muchos rodeos le creyó, sonrío para si, al negro ese le había reinteresado el caso y era mas que seguro que pelearía por obtener la jurisdicción del mismo.
- Señor Maxwell. - llamo su secretaria ingresando a la oficina.
- se incorporo dejando el vaso de cristal sobre el escritorio y la miro inquieto, la joven traía un rostro desconcertado.
- Que sucede Vaiolett?
- Señor, le han llamado de la clinica Stuar Prinston
- Que te han dicho? - pregunto levantandose de la silla para recargar sus palmas sobre el escritorio.
- Pues que es urgente se presente a hablar con su cliente... señor, se ha enterado de lo que hablan de el en los noticieros. Dicen que es un ascecino demente, que aparte de eso...
- Nunca hemos creido lo que la prensa dices, Vaiolett, tu mejor que nadie sabe que primero son las pruebas y el que el caso sea resuelto de la mejor manera... con hecho y testigos creibles. No con comentarios de gente que solo busca la nota del dia.
- Lo siento jefe, solo que... pobre de la madre del Antony Sommer, se nota que la esta pasando muy mal.
- Para una cenadora que aspira convertirse en precidenta, este suceso le generara mas botantes, no crees... vamos, me acompalaras a Stuar Prinston.
- Si Jefe...
---------------
- QUE DEMONIOS DICES FISHER.
- Que retomare el caso del jugardo de los Delfines que fue asecinado.
- AAAAAH. - grito histerico el comisionado - Fisher hace unos dias has dicho que el caso estaba cerrado, solo falta que el juez dictamine la sentencia.
- Bueno, resulta que ahora no estoy del todo... un momento - se llevo las manos a los bolcillo y le mostro la cinta- Aquí, tengo pruebas de que... me equivoque al cerrar el caso...
- El viejo comisionado le miro con molestia por un buen rato, Fisher le sostuvo la mirada. El comisionado le dio la espalda, tomo un cigarrillo lo encendio y dijo sin verdo a la cara - Me entere hace una semana que el fiscal Maxwell lleva el caso, como defensa del acusado.
- Fisher apreto la quijada poniendo los ojos en blanco, luego se dio la vuelta y nervioso miro hacia fuera de la oficina - Ah...
- Le regreso a ver - Dime que no es uno mas de tus pleitos con ese Alexander... por que si es así, tendrás que pasar las pruebas y todo lo que lleves del caso a otro oficial... y tendré que suspenderte por unos meses hasta que esto se...
- Vamos Vincent, tu mas que nadie sabe que lo Mio con ese altanero de Maxwell es aparte, el hombre no consigue ver mas haya de su nariz, y si ha ganado algún caso es por que la situación de sus clientes es meramente inconce...
- Deja tus discursos moralista para otro. Que te ha hecho cambiar de parecer con respecto a este caso.
- Vamos, ambos son estrellas del deporte. Que te dice que no puede haber un tercero en la escena del crimen... tengo algunas pistas...
- No, estas tirando todo al azar... dime que has visto algo en esa cinta.
- Fisher suspiro molesto, y desparramándose en la silla del jefe aclaro - El tipo ese... era un desquiciado, y estoy seguro que te darás cuenta cuando veas una de todas estas grabaciones... - dijo levantándose coloco el disco en el escritorio y se dio la vuelta para salir de la oficina.
Vincent le miro en silencio y se acerco al su escritorio tomando el video. Fisher sabia que no le quedaría mas que aceptar su petición, el video era mas que una prueba factible de su inocencia. Se sentó en su cubicuelo y recargo sus piernas sobre su escritorio, sus compañeros se acercaron chismosos. Fisher solo les ignoro esperando algo.
- Ey Fisher, has ido nuevamente a la mansión del jugador de los Delfines?
- Tenía algunos pendientes aun...
- No es que ya estaba cerrado el caso.
- Les miro molesto - Métanse en sus pendejadas y a mi...
- FISHER!!!
Todos regresaron a ver a la oficina del comisionado, la puerta se abrió de golpe y molesto miro al negro, los demás se apartaron. Fisher se levanto como sin nada.
- Si jefe?
- A MI OFICINA AHORA!!!
----------------------
- Siéntate - Mauri se sentó, el comisionado se notaba alterado.
- Ese tipo no era solo el mejor jugador de los Delfines de California. Y sabes a que me refiero...
- Se a que te refieres Vincent, por eso no vi mucho motivo en cerrar el caso, total. Cuantos no son los casos de homicidio pasional. Y en todas aunque sea en defensa propia el acusado es culpable de los cargos. Pero...
- Ese pero no me agrada Mauri... - dijo desde su asiento pasándose las manos por su pelona. Suspiro y le vio serio - Ese hombre era un sicópata... pero era el hijo del alcalde de Miami. Si Maxwell pasa esos videos como pruebas entonces, se le armara una grande.
- Será un juicio privado, nada puede pasar. Solo necesito que me des el permiso de reabrir el caso, y ver al japonés ese. Con las pruebas esas cuando mucho le darán un año o dos.
- Jh... bien, el caso es tuyo... tienes carta blanca...
- Bien... - se levanto y salio de ahí. "un año o dos, ese pen---- de Maxwell conseguirá menos."- Demonios por que me meto en estos casos aburridos, las cosas que tengo que hacer para que ese incompetente de Maxwell vea que no soy ningún insensible... pero... por que me interesa que se entere de eso, aaaaaah maldita conciencia.
-------
Continuara....