A penas y pudo dormir. Los extraños ruidos en la habitación de su hermano que, por desgracia, estaba al lado de la suya, no lo dejaron descansar bien. Cuando todo cesó fue que pudo conciliar el sueño, pero pareció durar muy poco, ya que su teléfono celular comenzó a sonar escandalosamente. Se levantó de la cama, quedando sentado sobre la misma. Tomó el teléfono, lo contestó y...
- Buenos días
- ¡¿Buenos días?! - era Temari - ¿Qué pasa contigo, Naruto? Ya son las doce y media, ¿a qué hora piensas llegar? Ya estaba preocupada
- ¡¿QUÉ?! - Naruto terminó de despertar - ¡No se vayan sin mí! ¡Ya voy para allá!
- Más te vale, Sasuke ya está aquí
- ¡¿Y yo para qué quiero saber eso?! Por mí que se vaya muy lejos
- ¿Q-qué?
- Nos vemos en veinte, Temari-chan
Y colgó el teléfono. Se levantó completamente y tomó lo primero que encontró. Agarró una mochila pequeña y guardó todo lo necesario para ese día. Al salir de su habitación, se encontró con Itachi que estaba en el pasillo. Ya sabía que aquellos ruidos tenían que ser culpa de él. El pelinegro traía puesta una de las playeras de su hermano y también uno de sus pantalones cortos que utilizaba de pijamas. Traía el cabello suelto. En cuanto sus miradas se cruzaron, Itachi le sonrió.
- Buenas tardes, Naruto-kun - mostró la palma de su mano a manera de saludo
- Hola, Itachi-kun - le devolvió el gesto
- ¡Itachi! - era la voz de su hermano, provenía de su habitación
- Ya... ya me voy - titubeó el pelinegro
- Muy bien... - dijo Naruto extrañado
Ambos encaminaron direcciones contrarias. Naruto bajó las escaleras rápidamente. En el comedor estaban sus padres. Su papá tomaba té y su madre también.
- Buenos... días - rió burlón su padre
- Buenos días - sonrió Naruto
- ¿Dormiste bien, Naru-chan? - preguntó su mamá
- Ah... sí, dormí bien - respondió y sin querer recordó los ruidos de la noche anterior, sacudió ligeramente la cabeza.
- No suenas muy convencido, Naruto - dijo su papá
- Vamos, Minato, no lo cuestiones - la pelirroja hizo un puchero
- Está bien - farfulló - ¿Vas a desayunar, Naruto?
- No creo - contestó afligido - Ya voy tarde
- ¿Vas a ver a Sasuke? - preguntaron ambos al mismo tiempo, al notarlo, rieron
Naruto frunció levemente el ceño. ¿Por qué? ¿Por qué todos le mencionaban a ese imbécil? Suspiró y asintió con la cabeza. En parte era verdad
- Y también a unos amigos - añadió el rubio
- Está bien, hijo - sonrió Minato - ve con cuidado
- Nos vemos - y salió a paso rápido de la casa
La estación de trenes no quedaba muy lejos de su casa, pero aún así no paraba de correr. Estuvo a punto de chocar con varias personas, pero pudo esquivarlas ágilmente. Miró la pantalla. Pensó que iba a ser Temari, pero... Era el número de Sasuke, la pantalla mostraba su nombre. No le contestó. Cerró el teléfono, colgándole. Estaba molesto con él. Se sintió herido por lo del beso. No es que le gustara Sasuke, pero ese imbécil se aprovechaba de cualquier situación. El teléfono volvió a sonar. La pantalla ahora mostró el nombre de Temari. Esta vez sí contestó.
- Ya voy para allá, Temari-chan - dijo - Ya estoy cerca
- No soy Temari, soy Sasuke
Naruto se sobresaltó y soltó un gruñido
- Ya voy a llegar, ya no me hables - le dijo serio y colgó
Aminoró el paso. ¡Qué insistencia! Guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, caminó normalmente. Suspiró. Sintió una opresión en el pecho. ¡Estúpido Sasuke! No se podía quitar la sensación que el beso le había provocado. Cada vez lo recordaba con más nitidez. Levantó la vista, ya estaba llegando. En la entrada logró divisar a sus amigos y a Sasuke. Apretó sutilmente el paso. Al estar a unos cuantos metros, Sasuke se le acercó. Estaba de brazos cruzados.
- ¿Qué significa "ya no me hables"? - preguntó, molesto
- ¡Eso mismo! - exclamó
- ¿Qué te sucede? - colocó la mano sobre el hombro del rubio
- ¡No me toques! - exclamó, apartando la mano del azabache bruscamente - ¡No me vuelvas a hablar, eso significa!
- ¿Y yo qué hice? - Sasuke, de verdad no sabía lo que pasaba
- Te odio, Sasuke - dijo y chocó su hombro con el de él para pasarlo
Sasuke se quedó de pie sin hacer nada. Se volvió. Naruto saludaba a los demás como si nada hubiese pasado. Pero, al estar de espaldas, no podía ver su rostro, entonces observó los semblantes de los otros. Se veían preocupados. Miró a Hinata, ella siempre dejaba ver en su rostro todo lo que pasaba: lucía muy triste. Temari miró enojada al azabache.
- Vámonos ya, chicos - la voz de Naruto sonaba mormada ¿Estaba llorando? ¡Por favor! - Ya llegamos tarde aún así.
Temari abrazó al rubio, mientras le pedía que la disculpara por haberle gritado por teléfono. Naruto se incorporó y negó con la cabeza. Decidieron abordar el tren. Sólo serían dos cortas estaciones. Caminaron juntos, Sasuke les seguía el paso de cerca. Esperaron en la estación unos minutos. Naruto podía sentir la mirada del pelinegro recorriéndolo, pero no quiso voltear. El tren llegó. Abordaron, Temari obviamente se sentó con Shikamaru, Hinata con Kiba. Entonces... Naruto tomó un lugar cerca de la ventana, frente al de Temari. Sasuke se acercó vacilante.
- ¿Puedo? - inquirió
- No sé, ¿puedes? - dijo el rubio, desafiante, sin mirarlo
- ¿Me... me permites sentarme junto a ti? - corrigió, soltando un suspiro hastiado
- Como quieras - miró hacia la ventana
- Gracias - suspiró nuevamente y tomó asiento
El pelinegro entrelazó las manos y las observaba. Naruto cruzó los brazos sin dejar de mirar por la ventana. Sasuke alzó la vista y suspiró. Estaba a punto de abrir la boca, pero el tren salió de la estación, haciendo mucho ruido, dejándolo sin poder hablar. Comenzaron a avanzar lentamente, la velocidad iba gradualmente aumentando, hasta que alcanzó un nivel constante. Sasuke quiso volver a hablarle a Naruto pero éste cerró los ojos simulando dormir. El azabache se sintió un poco mal, pero no sabía por qué se había puesto así. Quería preguntarle pero seguramente lo mandaría muy lejos.
- Tú también eres mi mejor amigo, Naruto - dijo, mirando al techo, a sabiendas de que no recibiría respuesta - En verdad que no sé qué te hizo adquirir esa actitud conmigo, supongo que fue algo que hice... Yo...
- ¿Supones? - interrumpió, frunciendo el entrecejo, mientras lo miraba de reojo. Sasuke se quedó callado - ¡Claro que fue por algo que hiciste!
- ¿Está todo bien, Naruto? - Temari se asomó para verlos
- Sí - le sonrió - ¿Nos dejarías un momento?
- Claro - asintió con la cabeza y le dirigió una aterradora mirada a Sasuke: - Le haces algo y te mato
- ¿Hacerle... yo?
- ¡Te mato! - reiteró la rubia
Sasuke bufó y se cruzo de brazos. Naruto sonrió de lado. Temari se volvió su lugar. El pelinegro miró a Naruto directamente a los ojos.
- Dime qué fue lo que hice - le pidió
- Descúbrelo tú - dijo - Tú lo hiciste, deberías saberlo mejor que nadie más
- Perdóname, Naruto
- Si no sabes por lo que te estás disculpando, mejor no lo hagas - suspiró
- ¿Fue por lo de la ceremonia?
- No... ¡No adivines! ¡Piensa!
Sasuke suspiró, frustrado. ¿Qué era? Bueno, sólo tenía que pensar cuándo había sido la última vez que se habían hablado bien. Ayer. Todavía después de todo el asunto de los novios mantenían una buena plática. Se despidieron y después él fue a deambular por ahí. Pasó a su casa y después fue a visitarlo. Encontró y a su madre. Entonces fue a la cocina a comer arroz y ahí... bueno, pues... se habían besado... Aunque más bien él había besado al rubio.
- ¿Fue por el beso que te di?
- ¿Estás preguntando?
- Estás enojado porque te di un simple beso - Sasuke casi ríe de lo escueto del "problema"
- Eso para mí no fue tan simple - dijo - eso no fue un simple contacto labio-labio
- ¿Q-qué? - su mirada se cruzó con la del rubio y sintió el calor agolparse en sus mejillas.
- Pero el beso en realidad no me molestó en absoluto - negó con la cabeza - De hecho, no besas tan mal...
Sasuke se ruborizó notablemente. Naruto nunca le había hablado así.
- Me molestó lo que dijiste después de eso
"Te veías tan indefenso. Tan deseable" Sasuke lo recordó. Recordó cómo se había sentido en ese preciso momento antes y durante el beso. Antes del contacto se había sentido... ¿Cómo decirlo?... impaciente e impulsivo... Durante el beso, sintió desesperación, acompañada de un patente placer. Comenzó a sentirse así, al recordarlo con detalle. Sintió cómo el calor recorría lentamente su cuerpo. Volteó a ver a Naruto, éste le devolvió la mirada. El azabache se relamió discretamente los labios. Naruto frunció el ceño, asustado. Retrocedió sin querer. No quería de nuevo besar a Sasuke. Era adictivo. No quería que le gustara ni él ni el beso. Se mordió el labio inferior... No... No... ¡No! Pero... Sasuke lo dijo:
- Dame otro beso, Naruto - murmuró, acercándose a él
- N-no - respondió, titubeante - No quiero...
- Uno pequeño - dijo, suplicante
- N-no...
Sasuke se le acercó hasta hacerlo topar con la ventana. Aproximándose a su rostro, percibió su cálida respiración. Todas las imágenes del día anterior recurrían a su mente, desde la ceremonia hasta que se fue a dormir. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Se sentía mejor que la última vez. Sintió sus tibios labios y se dejó llevar. Lo estaba besando otra vez. Naruto había abierto la boca inmediatamente, dejando entrar la lengua de Sasuke. Ya no quiso resistirse más. Entonces con sus brazos rodeó el cuello del azabache, haciendo más profunda la unión, mientras éste posicionaba sus manos sobre la cintura del rubio, acariciándolo. El tren llegó a la primera estación y ellos continuaban besándose. Sasuke descendió al cuello del rubio, besándolo suavemente. Naruto rió quedo.
- Sasuke, me estás... haciendo cosquillas - intentó separarlo
- No me importa
El rubio rompió en risas. Sentía ansiedad y muchas cosquillas. Sasuke intentaba excitarlo, pero, como era obvio, no daba resultado. Se frustró al oír las carcajadas de Naruto y se separó de golpe. El ojiazul cesó y lo vio, sonriéndole.
- Sasuke... - dijo. El azabache lo volteó a ver - ¿Qué somos?
- ¿Ser? - inquirió - ... No... No sé
- ¿Somos novios? - preguntó
- ¡Claro que no! - exclamó, ofuscado
- ¿Seguimos siendo amigos?
- Yo... yo digo que sí - respondió
- ¿No te gusto?
- ¡Deja de hacer preguntas, dobe! - resopló, disgustado
Naruto guardó silencio y volvió a mirar por la ventana hasta llegar a la siguiente estación, donde tendrían que bajar. El tren se detuvo lentamente. Al estar cerca de la puerta, bajaron primero. En el paradero esperaron a que los demás bajaran. Temari y Shikamaru salieron segundos después, seguidos de Hinata y Kiba. Como Temari era la única que sabía bien dónde quedaba el parque, ella y su novio se posicionaron delante, no sin antes dirigirle otra amenazadora mirada a Sasuke. Naruto le sonrió, para poder mostrarle que todo estaba bien. Aunque no fuera así. Se sentía confundido. Si no le gustaba a Sasuke, entonces ¿por qué él insistía en besarlo? Suspiró, cansado.
- Sasuke - le llamó
- ¿Qué?
- Te pido de favor que no vuelvas a besarme - le devolvió la mirada - Eres mi amigo y punto
- Está bien, ya no lo haré - dijo, desviando la vista
Estaba enojado, pero ¿y qué le importaba? No quería ser besado por él, y si se enojaba no importaba, si así dejaba de insinuársele, qué mejor. Ambos eran amigos, y como amigos se tenían que comportar. Sasuke mismo había dejado en claro que no eran novios. ¡Perfecto! Entonces que dejara de actuar como si lo fueran. Continuaron avanzando hasta salir de la estación. Cruzaron un par de calles y se encontraron con el parque acuático. Naruto olvidó todo por unos breves instantes. Cómo le encantaba ir a lugares donde hubiera agua. Los ojos le brillaban.
- ¡Vamos, Sasuke! - le tomó la muñeca y lo haló hacia la entrada. El azabache no pudo evitar que se le asomara una pequeña sonrisa
- ¡Espera, Naruto! - gritaban los demás, siguiéndolo de cerca
Entraron al parque, no sin antes haber pagado sus respectivos boletos. Naruto seguía aferrado a la muñeca de Sasuke al ir corriendo a los vestidores y no fue hasta que estuvieron en compartimientos separados que lo soltó. Sasuke se había traído el bañador debajo de su ropa normal. Era completamente negro y se le ajustaba, quedándole pegado al cuerpo. Era estilo bóxer pero un poco más corto. Obviamente terminó primero. Dejó su mochila en uno de los lockers y regresó para esperar al rubio, éste salió minutos después de su vestidor. Su bañador era similar al del azabache, solamente que de color naranja brillante. Sasuke se encontraba sentado en los bancos que quedaban frente a los vestidores cuando Naruto salió.
- Vamos, Sasuke - le dijo al verlo
Sasuke alzó la vista y se ruborizó. Naruto se veía delgado cuando traía ropa, pero porque era holgada. Ahora que estaba sin camisa y con un bañador tan ajustado, lo vio mucho más atractivo, lo cuál lo hizo avergonzarse de sí mismo.
- ¡Levántate! No te voy a cargar - rió el rubio
Sasuke sonrió al vacío. Imaginando lo qué contestar. Pero se retractó de inmediato.
- Está bien - se levantó - Hay que ir al tobogán primero
Naruto sonrió ampliamente, mientras guardaba sus cosas en el locker. Ambos se dirigieron hacia las albercas. Al salir, las chicas ya estaban afuera a la orilla de una alberca, platicando. Cuando Hinata los vio salir, agitó su mano para llamarlos.
- ¡Hola! - exclamó - ¿Dónde están Shikamaru-kun y Kiba-kun?
- Seguramente aún están dentro - respondió Naruto cuando se hubieron acercado lo suficiente - Tendremos que esperarlos
- Dobe... - Sasuke le dio un ligero codazo en las costillas
- ¿Qué quieres? - volteó a verlo
- Mira... - señaló hacia una dirección
Era el tobogán más enredado y largo que habían visto. De hecho no era uno, sino dos. Uno enredado y el otro era una retorcida resbaladilla. A Naruto le brillaron los ojos, él y el pelinegro cruzaron miradas y se sonrieron.
- ¡Vamos, Naruto! - ésta vez Sasuke lo tomó por la muñeca
- ¡Diles a los otros dos que nos vemos después! - alcanzó a decir el ojiazul
- ¡Naruto, espera! - exclamó Temari, pero fue inútil, ya estaban lejos.
El rubio le dio alcance a Sasuke, éste seguía tomándolo de la muñeca. Se separaron hasta que comenzaron a subir por la plataforma. Cuando estuvieron arriba había una pequeña fila. Naruto estaba emocionado.
- ¿A cuál subimos primero? - preguntó Sasuke, sonriendo
- Al que quieras - respondió el ojiazul devolviéndole el gesto
- Bien, hay que subir al cerrado entonces - dijo el azabache
Se formaron, primero Naruto y detrás de él, Sasuke. Esperaron, ansiosos. Al llegar su turno, el rubio tomó posición para lanzarse, aunque vaciló un poco.
- Vamos, Naruto - dijo - Me lanzaré justo después de ti
- L-lánzate conmigo - titubeó
- Anda, no seas cobarde, dobe - bufó
- Sólo en este, Sasuke...
- Bueno... está bien - musitó, ruborizándose ligeramente
- Gracias
Sasuke se sentó justo detrás del rubio, colocando las manos sobre el suelo, esperando a que Naruto tomara la iniciática, éste al no ver reacción del pelinegro, lo tomó de las muñecas e hizo rodear su torso con los brazos. Sasuke se sobresaltó, estaba dispuesto a protestar, pero cuando menos se lo esperó, el rubio ya se había lanzado. Sasuke sólo atinó a abrazar más fuerte a Naruto, éste último dejó escapar una carcajada, relajando más al azabache. A la mitad del tobogán a Sasuke se le resbaló el agarre y Naruto se le adelantó por mucho, a tal punto de ya no poder verlo. Cuando por fin salió del tobogán disparado, sintiendo el agua llegarle hasta los oídos y a la nariz, ascendió nadando, quitándose del camino para el siguiente que bajara. Volteó a todos lados, pero no logró divisar a Naruto, hasta que alcanzó a ver ese bañador tan llamativamente naranja. Ya estaba fuera de la alberca de pie, observando algo. Sasuke nadó hacia dónde el rubio y decidió gastarle una broma. Al estar cerca de la orilla, el azabache tomó del tobillo a Naruto y lo agitó levemente para asustarlo, pero no tanto para hacerlo caer. El ojiazul soltó un grito, mientras se volteaba. Sasuke dejó escapar una carcajada liberándole el tobillo. Naruto frunció el entrecejo, pero después sonrió.
- Hola, Naruto - sonrió Sasuke - ¿Qué haces?
- Viendo cómo juegan, mira, ven a ver - le extendió la mano. Sasuke salió de la alberca
- ¿Qué están jugando? - preguntó
- Sabes de deportes ¿y no te imaginas qué juegan? - dijo sarcástico
- Sólo de básquetbol - respondió - no de "deportes"
- Es polo acuático - bufó Naruto, evidentemente molesto
- ¿Te enojaste? - inquirió
- Un... un poco - musitó
- ¿Por qué? Es sólo un juego - se atrevió a decir Sasuke
- No es "sólo un juego", teme - dijo - Es... es mi deporte favorito. Es como tú con el básquetbol
- ¿Ah... sí? - bajó los brazos
- Sí - sonrió - Malo que en la escuela no hay alberca, porque si la hubiera yo sería el capitán de polo...
Los chicos terminaron el juego. Entonces, Naruto se les acercó y preguntó:
- ¿Puedo jugar con ustedes?
- ¡Claro! - respondieron unos cuantos al unísono
- ¿No te molesta? - inquirió a Sasuke
- Por supuesto que no, Naruto - sonrió el azabache - Yo te veo desde aquí
- ¡Bien! - exclamó juntando las palmas
Naruto descendió a la otra alberca. Sasuke se sentó cerca de la orilla para observar. El rubio comenzó a jugar en el equipo blanco, lo marcaba un pañuelo que le rodeaba el cuello. Algo peligroso al parecer de Sasuke, pero en fin. La pelota pasó varias veces por sus manos, en forma de pases o en robo. Era bastante ágil y rápido. Su juego era limpio, tanto, que Sasuke llegó a sentir un poco de envidia. En uno de los robos, Naruto logró nadar cerca de la portería, lanzó la pelota, anotando un gol. Chocó palmas con otro chico, mientras vitoreaba. Sasuke sonrió involuntariamente. Se viró un poco. Los chicos del otro equipo no miraban al rubio tan amigablemente. El azabache ciñó ligeramente el entrecejo. El juego comenzó otra vez. Naruto se veía mucho más animado y motivado. Hizo varios robos, pero los del equipo contrario le hacían movimientos sutilmente sucios, como empujarlo o jalarlo del traje de baño. Sasuke no pudo evitar enojarse.
- ¡Hey, tú! - exclamó en una de esas veces - ¡Eso es trampa!
Pero le hacían caso omiso a sus protestas. Entonces, Sasuke realmente se molestó. Naruto estaba a punto de anotar otro gol, pero un chico intentó evitarlo halando al rubio del pañuelo que traía en el cuello, asfixiándolo. El rubio tosió y aspiró con dificultad. El muchacho lo sumergió para ahogarlo. Sasuke se sobresaltó y por puro instinto se lanzó al agua para sacar a Naruto de ahí. Se había quedado sumergido, entonces el azabache, al encontrarlo, lo tomó por debajo de los brazos y lo sacó del agua. El rubio al sentir el oxígeno, tomó una gran bocanada de aire y se aferró al cuerpo de Sasuke, éste buscaba el rostro del culpable con la mirada. Al encontrarlo, nadó hacia él, aún sosteniendo a Naruto. Cuando estuvo cerca de él le gritó:
- ¡Eres un maldito bastardo tramposo!
Zafó una de sus manos y le soltó un puñetazo directo en la cara. La nariz del muchacho comenzó a sangrar copiosamente. Sasuke le dedicó una mirada iracunda y se fue nadando. Naruto se liberó un poco, ya se estaba recuperando.
- ¿Estás bien, dobe? - le preguntó sin mirarlo
- S-sí, gracias - respondió - casi le rompes la nariz
- Lo hubiera hecho - dijo - Pero estabas cerca, podría haberte lastimado
- Gracias... teme - sonrió ligeramente
- De nada - lo miró y le devolvió el gesto
- ¡Sí, Sasuke! ¡Defiende lo que es tuyo! - era la voz de Temari
Sasuke y Naruto voltearon súbitamente a verla. La rubia estaba acompañada por los demás, así que todos lo habían visto todo. Naruto sonrió ampliamente, pero Sasuke se ruborizó, molestándose. Nadaron a la orilla, el azabache ayudó a salir al rubio, para seguirle después. Al estar fuera, hubo un silencio un tanto incómodo, hasta que Shikamaru lo rompió.
- ¿Ya subieron al tobogán? - preguntó con una enorme sonrisa.
- Sólo al cerrado - respondió el rubio
- Qué bueno - rió Shikamaru - No suban al abierto, Temari y yo nos lanzamos y quedamos varados a la mitad...
- No bajamos con la suficiente velocidad - sonrió Temari y le dio un beso en la mejilla - subamos de nuevo
- Muy bien - la tomó de la mano y comenzaron a caminar hacia el tobogán
- ¡Esperen! ¡Vamos también! - exclamó Kiba, tomando de la mano a Hinata, ella soltó una risita.
- ¡Oh! Naruto-kun, vengan con nosotros - dijo, sonriendo. Después se alejó de la mano del castaño
- Claro - dijo el rubio y avanzó tras ellos, pero Sasuke lo detuvo tomándolo del hombro
- Espera... - musitó. Naruto se viró, entonces Sasuke le desató el pañuelo del cuello con cuidado - Ya está
Al quitárselo por completo, notó que sí habían lastimado bastante al rubio. Su cuello tenía una marca rojiza. Parecía como si quisiera entrar a terminar lo que había hecho con ese muchacho.
- Ese maldito... - musitó. Naruto sonrió
- Cálmate - colocó su mano sobre el hombro del azabache - Deja eso en la orilla
- ¡Pero, dobe!
- ¡Que te calmes! - exclamó
Sasuke gruñó. Naruto jamás se peleaba con nadie, excepto él. Era demasiado indulgente. Dejó caer el pañuelo en el suelo y miró de mala gana al rubio.
- Vamos, Sasuke, no me mires así... - dijo, nervioso. La mirada del azabache podía ser pesada - subamos al tobogán
El pelinegro suspiró, subiendo los hombros.
- Está bien, vamos - dijo
La tarde continuó sin problemas. Permanecieron en el parque un buen rato. Después se dirigieron a un café a tomar un ligero refrigerio. Ante la cabeza de la mesa estaban sentados Temari y Shikamaru; al lado izquierdo Naruto y Sasuke, y frente a ellos Hinata y Kiba. Las chicas pidieron una rebanada de pastel. Kiba, Shikamaru y Sasuke solamente pidieron una bebida. Pero Naruto...
- ¿No te cansas de comer ramen todo el tiempo, dobe? - preguntó el azabache
- Cállate, teme - hizo un puchero y separó sus palillos, para comenzar a comer.
- Es sólo una pregunta - dijo y sorbió su bebida por el popote con mirada inocente.
Naruto bufó y comenzó a comer. Sasuke involuntariamente lo miraba, sonriendo levemente. Temari afiló la vista y una ligera risa salió de su boca. Hinata volteó a verla, entonces la rubia señaló con los ojos al Uchiha. Kiba y Shikamaru lo notaron también. Los cuatro observaban los gestos de Sasuke para con el rubio, enternecidos. Y es que encontraban la escena bastante linda: Sasuke miraba a Naruto con ojos protectores, como si estuviera enamorado de él. El ambiente embelesado se rompió cuando el ojiazul levantó la mirada hacia el azabache. Los testigos dejaron escapar una risita al notar que Sasuke se ruborizaba y desviaba la mirada.
- Sasuke - lo llamó Kiba
- ¿Q-qué? - inquirió, un poco aturdido
- Deberías confesarte ya - dijo, tratando de parecer serio
- ¿A quién? - bufó molesto
Temari soltó una carcajada. Hinata una risa contenida. Mientras los otros dos chicos sonreían, burlones. Sasuke captó el mensaje y se sonrojó.
- Idiotas... - bufó enojado
- Déjalos que hablen, de todas maneras no es cierto - dijo Naruto y continúo comiendo.
Sasuke suspiró y asintió con la cabeza.
No era cierto. Sasuke lo había negado. Naruto también. Temari se cruzó de brazos, inconforme. ¡De ninguna manera! Se veían tan lindos juntos. ¡De ninguna manera se iban a quedar así por mucho tiempo!