En todos los canales de las televisoras del País estaban pasando la noticia en vivo, pero eso al moreno no le importó, cuando llego la ambulancia enseguida se llevaron a Itachi mientas este se fue en su carro siguiéndolas y más atrás estaban todos los reporteros que parecían no dejarlo tranquilo y en paz. Pero eso parecía no importarle al moreno quien llego al hospital inmediatamente detrás de la ambulancia hasta el área de emergencias, mientas veía como se llevaban a su hermano y lo entraban por unas puertas enormes.
-No puede pasar- dijo una de las enfermeras cuando el moreno intento entrar junto con su hermano
-¡Como que no!- grito este- es mi hermano… ¡Mi hermano Mayor!- decía alterado mientras intentaba entrar pero la enfermera no lo dejaba, haciendo que uno de los guardias que estaban allí viniera a controlar la situación ya que se le estaba saliendo de sus manos.
El Moreno menor entro a la habitación donde estaba su hermano, el doctor le había avisado que podía entrar porque este ya había despertado pero que no lo alterara, porque todavía estaba delicado de salud.
Sasuke con cuidado entro al lugar encontrándose con su hermano acostado en la cama con la Mirada perdida, al verlo así su máscara de frialdad se calló, era bien sabido que de los hermanos Uchiha, Itachi era el más frio y serio de los dos, pero ahora el que lo viera diría que era el menor ya que el mayor parecía más humano.
Este no podía creer lo que veía; su hermano allí en una cama de hospital mirando hacia la nada, parecía que estaba pensando en algo o más bien en alguien porque cada rato suspiraba.
-¿Itachi?- llamo una vez que estuvo a su lado, inmediatamente el Moreno miro hacia donde estaba este y solo le sonrió con nostalgia y tristeza, como si no hubiera podido hacer algo; o eso fue lo que entendió cuando vio la mirada de su hermano.
-Hola- fue lo único que digo mientras trataba de no mirar a la cara a su único hermano, se sentía culpable por no haber podido salir del manicomio con el rubio, pero también sabía que él no tenía la culpa completamente, pero eso no le bastaba, el no había podido hacer nada y se sentía como un inútil.
-Está vivo- murmuro el Uchiha Mayor mirando a su hermano a la cara asustándolo por la forma en que lo hizo, esa mirada que estaba llena de esperanza pero a la misma vez llena de miedo y cargada de todo los sentimientos por haber. Esa mirada que no veía hace años
-¿Qué?- fue lo único que pudo preguntar
-Está vivo- repetía una y otra vez, preocupando al Moreno quien tuvo que buscar al doctor para preguntarle que le pasaba.
No paso mucho tiempo cuando llego el doctor junto a una enfermera para darle un calmante, ya que lo único que repetía era lo mismo, ‘’está vivo’’ pero la pregunta era ¿Quién? ¿Quién está vivo? ¿Quién es esa persona?, pero el Moreno no decía nada mas solo esas dos palabras mientras miraba fijamente a su hermano mientras sus pupilas estaban dilatadas parecía que en cualquier momento se volvería loco.
Mientras tanto en la Mente de Itachi nada parecía mejorar, estaba algo aturdido y le costaba pensar lo que iba a decir, por más que lo pensara cuando hablaba decía algo que él no quería y lo único que podía decir era que estaba vivo, pero parecía que ninguno de los presentes le prestaba la atención necesaria para saber lo que realmente sentía.
Maldijo a la persona que le había inyectado tantos alucinógenos, y más medicamentos por haber, sabía que todavía estaba bajo los efectos de ellos, porque mas mal no se podía sentir, pero no era momento para eso, era momento para preocuparse en recuperarse pronto e ir por el rubio.
A lo mejor era por ver feliz a su hermano o a lo mejor era por el mismo, quien luego de ver al rubio después de tanto tiempo su Corazón comenzó a latir como nunca, pero no sabía porque y lo peor era que no quería confundir sus sentimientos, el rubio no le atraía, era el esposo de su hermano y así lo quería, pero porque luego de tanto tiempo ahora se comportaba así con el rubio, tal vez porque le recordaba a su primer amor aquel de que no sabe ya hace varios años o era porque realmente sentía algo por él.
Cualquiera que fuera la respuesta no la quería saber, por lo menos no por el momento, quería que el tiempo decidiera lo que es mejor para todos, no confundir a nadie y no confundirse el mismo por tener esos pensamientos hacia su cuñado.
Cuando salió de todos sus pensamientos se dio cuenta de que era de noche y su hermano estaba costado en uno de los sillones que había en el cuarto, ahora que lo veía y se le quedaba mirando, se veía gran frágil, tan indefenso cuando dormía.
-Espero que Naruto pueda aguantar un poco más- dijo mientras caía en los brazos de Morfeo pero lo que no se dio cuenta era que Sasuke no estaba dormido completamente, y escucho lo que su hermano había dicho.
//Escuche bien o es mi imaginación// se preguntaba este medio dormido //Itachi teniendo una alucinación con Naru…eso no puede ser es imposible// dijo para no darle tanta vuelta al asunto y caer en los brazos de Morfeo como su hermano.
Al otro día en cierto Manicomio las cosas no parecían mejorar del todo
-! Déjenme!- grito el rubio al ver como dos de los enfermeros lo cogió por el cabello y lo arrastraba por todo los pasillos.
Todo esto visto por los residentes del lugar y algunos de los doctores y enfermeros que no trataban mal a sus pacientes. Estos por más que intentaran ayudar no podían, o perdían el trabajo o los mandaban a asesinar, la gente que dirigía ese manicomio no era buenas personas y todo el mundo lo sabía, pero siempre se enteraban ya cuando estaban dentro y no podían hacer nada para lograr salir de allí.
-! Cállate!- grito uno de los enfermeros mientras lo tiraba al piso haciendo que este se diera con el piso en su frente
-Auch- murmuro para que no le volvieran a dar.
En eso entro el director del plantel, Orochimaru Hebi, un hombre de ojos de serpiente, cabellos negros largos y piel blanca como el papel, un hombre déspota y cruel, capaz de hacer cualquier cosa por lograr su cometido.
-Naru-chan- dijo con voz lujuriosa- tanto tiempo que no te traían aquí…pero me imagino que saber porque- dijo con una burlona sonrisa hacienda que el rubio se enojara más de lo que estaba.
-No…y ni me interesa- dijo para recibir una cachetada de parte del director
-! Cuantas veces te he dicho que no me respondas así!- grito este completamente enojado, era el único de sus pacientes que no se doblegaba y eso lo encontraba divertido, le gustaban los retos. – Pero no vengo a eso…vengo a decirte que ayer por la tarde tu querido cuñadito se fugó y te dejo solito- dijo burlón mientras el rubio abría los ojos a sobremanera.
-¿Qué? Eso es mentira verdad- dijo con los ojos aguados y a punto de llorar
-Como te voy a mentir mi querido rubio, ayer tu cuñadito escape dejándote solito y con nosotros, o no escuchaste las alarmas ayer-
-Yo…- no pudo decir más nada, si las había escuchado, había escuchado
las alarmas, entonces lo que el viperino decía era verdad, itachi se había ido y lo había dejado solo
Una lagrima bajo de sus ojos al pensar en todo eso
-No llores mi pequeño que yo estoy aquí- dijo con una sonrisa tratando de tocar la mejilla del rubio pero cuando se acercó más de lo debido el rubio le dio un manotazo alejando su mano de su cara
-No me toques- dijo mientras se fue corriendo del lugar, los enfermeros iba a ir detrás de él, pero el director les hizo una seña para que no fueran
//Pronto vendrás a mi// pensaba con una sonrisa nada Buena en su rostro mientras veía al rubio correr.
El rubio al salir de allí corrió por todos los pasillos y regreso a su cuarto a llorar como muchas veces lo hacía cuando sentía que no podía para más, una idea paso por su mente y lo mejor que decidió fue visitar a su Psiquiatra.
Camino por los pasillos hacia donde estaba el consultorio del pelirrojo tranquilo y pensativo, cuando llego vio la puerta abierta y vio como el pelirrojo hablaba por el teléfono con al parecer una mujer.
-No te preocupes hare todo lo posible para que Naruto no salga jamás de este lugar- dijo con una sonrisa de medio lado- El será mío, ya Itachi se me salió de las manos pero eso no será por mucho tiempo-dijo virándose y mirando hacía un espejo dejando al descubierto un pequeño tatuaje que tenía arriba de su ojo izquierdo.
Mientras tanto detrás de la puerta el rubio estaba sorprendido e impactado por lo que se había enterado, ahora las cosas cuadraban por eso nunca había podido escapar de allí si Gaara era uno de los que lo había secuestrado, estaba asustado y en pánico que lo único que hizo fue correr de nuevo pero esta vez para la salida era ahora o nunca cuando podía salir de allí.
Continuara...