¿ME GUSTA MI HERMANO MENOR?
- Señora, el joven Hyde ha salido del edificio. ___ Informo un sujeto que pasaba por cualquier persona común. ___ Señora desea ¿qué haga algo más? ___ Pregunto aquel hombre esperando su respuesta.
- Nada, solo asegúrate de que se encuentre a salvo. __le Indico la voz por el teléfono al hombre que obedecía.
El tumulto por el cadáver de Leehom, comenzaba a reunir cada vez más curiosos, lo más simple sería atribuirlo a un suicidio, después de todo era lo más común, sin embargo, el hecho de que el muerto proviniera del edificio de los Ogawa le daba quizá un mayor interés, probablemente para la policía, o tal vez para la dura prensa que se encargaría de atacar a una familia tan importante como los Ogawa.
- Hyde, salió del edificio y lo primero que hizo fue ir a pararse enfrente del cadáver de su amigo, lo observaba con una mirada demasiado triste.__ ¡Pobrecito! __Exclamo Hyde con sentido pesar.
- ¿Lo conocías? __Se escuchó la pregunta de alguno de los curiosos que seguían observando el cadáver inerte.
- En lo absoluto, pero, es triste ¿no? que una persona tan joven no encuentre motivos para vivir. __Respondió Hyde triste.
- A un lado, abran paso. __Llego diciendo un sujeto vestido de policía, y junto con él, una camioneta seguramente la encargada de levantar el cadáver. __Alguien ¿vio algo?, fue el inicio al interrogatorio de rutina en esos casos.
- “La policía” pensó Hyde, seguramente otro en su situación, habría corrido, pero a esas alturas, seguramente su expediente de delincuente juvenil estaría borrado, porque después de todo a Madox Ogawa no le convenía ser el padre de un fugitivo; ni tío de otro en las mismas condiciones. __Es es la oficina de mi papá. __dijo el chiquillo señalando directo al cristal roto.
- ¡El señorito Yukio! __Exclamo el hombre contratado por Elizabeth, apenas lo vio tan cerca de un policía, corrió hacia él, sin dar oportunidad a nada, simplemente lo jalo hasta la camioneta que maneja ese día, lo subió y arranco sin decir nada. __Disculpe, señorito Yukio, pero no podía dejarlo cerca de un policía.
- Hyde se recargo pesadamente en el asiento del copiloto, pasando el cinturón de seguridad por su cuerpo.__ ¿Quién te mando?
- No, se me permite decírselo señorito Yukio. __Respondió el hombre sin retirar la vista del camino, se dirigía al centro comercial donde pensaba llevar a Hyde de regreso junto a su jefa.
- Parece que voy a tener que soportar que me sigas a todos lados, no me veas así, __dijo Hyde ante la mirada del otro sujeto, __sé perfectamente que me sigues desde que salí desde el maravilloso centro comercial. __Sentencio Hyde con excesivo sarcasmo.
- Se supone que usted joven, ni siquiera debería estar conmigo, pero, fue absolutamente necesario. __Se justifico el sujeto que estaba encargado de vigilar a Hyde. __Solo espero que mis jefes no me quieran matar.
- Llámame Hyde, supongo que sabes que ese es mi nombre, y no te preocupes, si me dices quien te mando tal vez podría interceder por ti. __Sugirió Hyde quizá las mismas ganas que le dieron para matar a Leehom, le daban ahora para salvar la vida del sujeto que lo llevaba de nuevo al centro comercial.__ ¿cómo te llamas?
- Leonelo Bastie, para servirle. __dijo después de todo eso había hecho la mayor parte de su vida servir a los demás.
- No necesitas decirlo, por supuesto que me vas a servir. Si lo pienso detenidamente es evidente que el señor Madox no te mando a menos que mi madre se lo haya pedido, lo cual no es posible tampoco…me está doliendo la cabeza no me gusta pensar, __se quejo Hyde, __sabías que es un crimen imperdonable mortificar a alguien tan lindo como yo.
- Leonelo rompió su seriedad después de aquellas palabras tan infantiles de Hyde, después de todo quien creería que alguien capaz de actuar de esa manera escondiera un pasado tan oscuro como el de su pequeño acompañante. __Es usted muy simpático.
- Soy una belleza, dijo Hyde en broma, ___Leonelo, tú y yo vamos a ser muy buenos amigos, siempre que no hagas nada que me moleste, háblame de tu, el señorito y el usted comienzan a molestarme. Y bien, ¿quien te mando? ___Pregunto Hyde, una de las tantas cosas que lo molestaban era precisamente quedarse con la duda de algo que tenía una respuesta tan cerca.
- Prométame, perdón prométeme que no le dirás nada. __Le pidió Leonelo a Hyde.
- Te lo prometo. ___Respondió Hyde con seriedad.
- Fue la señora Elizabeth, yo trabajo para ella, a partir de hoy ella me ha pedido que te cuide y proteja de lo que sea, incluso de ti mismo.
- La tía Elizabeth. ___ “Seguramente esa vieja, lo que quiere es tenerme controlado, el problema es saber si esta con mi papi o con su beneficio propio” __Pensó Hyde, piensa ante de actuar, aunque hace un rato simplemente actuó a su conveniencia. ___Dormiré un rato, avísame cuando lleguemos al centro comercial.
La pequeña travesura de Hyde, no se quedaría simplemente en eso, la oficina de Madox Ogawa se lleno de policías preguntando acerca de la muerte de Leehom; o mejor dicho en el joven que se que había suicidado desde la oficina del director de las empresas Ogawa.
- Ya le dije que no lo conocía, apenas le estaba haciendo una entrevista de trabajo, lo que quiere decir que solo era una probabilidad que trabajara para la empresa; así que desconozco si tenía problemas mentales, lo cual esta demás decirlo es evidente que los tenía si se suicido. __Respondió Madox, y por el tono molesto en su voz era evidente que él no hablaba claro o el investigador de la policía era un imbécil.
- Esto es solo rutina, señor Madox, no debería molestarse. __Comento Mordazmente el investigador.
- No me molesta, pero ya le dije todo lo que sabía, si quiere que declare algo más tendrá que hacerme llegar un citatorio con mi abogados. __Respondió Madox señalando la puerta de entrada y salida de su oficina.
- Si es necesario así lo haré. __dijo el hombre que interrogaba antes de abandonar la oficina de Madox.
Cuando el hombre salió de su oficina, Madox Ogawa ocupo su silla detrás de su escritorio, y se dedico a hacer bastantes llamadas que por supuesto contemplaban su beneficio propio y el bienestar de su familia, llamadas a los periódicos y a la prensa social para evitar que el supuesto suicidio de Leehom desde su oficina se volviera tema recurrente.
Alejadas de los problemas de aquella oficina, se encontraban Megumi y Kaori, la primera seguía demasiado enojada y la segunda hacia todo lo posible por controlar el mal carácter de su amiga.
- Megumi, seguramente tu hermano es un buen chico, si hay química entre él y Sakura no es solo culpa de Yukio, conoces a nuestro amigo sabes de sobra que no es un santo. __Argumento la novia de Tetsuya Ogawa.
- Ya me lo has dicho muchas veces, tantas como Tetsuya no se cansa de decirme que es todo mi culpa, porque yo no le hablo claro a Sakura, pero que quiere si yo soy la chica, tengo que darme a desear. __dijo Megumi.
- Esas son tonterías, con lo asediado que es Sakura en la escuela, por favor Megumi no se trata de darse a desear o ser una chica que se cree el centro del universo que piensa que todos la deben notar, y está bien a ti siempre te funciona; sin embargo con la persona que te gusta no aplica ese tipo de actitud.
- Ya lo sé, __dijo Megumi secando una lágrima traviesa que resbalaba por su mejilla, __Si tan solo fuera a mi hermano al que le gustará, pero no Kaori, es Sakura quien está más interesado en Yukio, por eso siento tanta rabia.
- Pensé que no te habías dado cuenta; sin embargo es clarísimo lo de Sakura con tu hermano, oye Megumi y si hablas con Yukio a lo mejor, él te entiende. __Sugirió Kaori.
- ¿Crees que sea buena idea?, __pregunto Megumi, __con lo mal que lo he tratado de seguro lo único que me gano es que se burle de mí, y no gracias no le daré el gusto.
- Eres mi amiga, yo se lo pediré por ti, nada perdemos con intentarlo, pero si accede me prometes pedirle una disculpa e intentar llevarte bien con él. __Sentencio Kaori.
- Estoy tan segura que dirá que no, que de acuerdo es una promesa, si Yukio acepta dejar a Sakura en paz, tratare de llevar una buena relación con él; pero ya fin de la conversación mejor hablemos de tu cena con Tetsuya, de seguro que estás muy emocionada.
- La verdad sí, estoy muy emocionada Tetsu es un novio muy dulce, definitivamente yo me quiero casar con él; seguramente nuestros padres nos casaran pronto.
- No digas eso Kao chan, somos muy jóvenes para casarnos, tal vez ahora estés feliz con mi primo favorito; pero eso no significa que en un futuro sea igual, de verdad que no quiero verlos infelices a ninguno de los dos.
- Tienes razón, oye Megumi me ayuda con mi pelo. __dijo Kaori tomando parte de su cabello con sus manos.
- Te lo rizo. __dijo Megumi, y se puso de pie para buscar a toda prisa la pinza para el pelo, debía distraerse en otras cosas su cabeza estaba a punto de estallar.
La camioneta en que viajan Hyde y el joven seudo guardaespaldas se detuvo en la entrada del centro comercial, el segundo movió a Hyde lo suficiente para despertarlo y con el cuidado debido para no molestarlo.
- Hyde, llegamos. __Informo Leonelo observando como el aludido se tallaba los ojos.
- ¿Qué no vas a llevar la camioneta al estacionamiento? __Pregunto atontadamente, __no me dejes solo, algo malo podría pasarme. __dijo Hyde mirando de reojo a su acompañante. __Tienes que cuidarme es tu responsabilidad.
- Hyde, tienes razón esa es mi responsabilidad, sin embargo estúpidamente me da miedo lo que vaya a hacerme o decirme tu tía. __Fue el argumento de Leonelo para no quedarse junto al adolescente.
- Nosotros ni nos conocemos, es decir solo llevamos unos cuantos minutos de conversación, pero ya te lo dije vamos a ser buenos amigos, es tan gracioso verte en ese estado de nerviosismo, hasta parece que el adolescente de diecisiete años eres tú y no yo.
- Lo lamento este es mi primer trabajo solo, y me siento mal, es un hecho que fracase. __Afirmo Leonelo agachando la cabeza.
- Hyde comenzó a reírse sin poder evitarlo. __Perdón no pienses que me burlo de ti, es de la situación, pero yo podría cuidarte mejor de lo que tú a mí, __dijo Hyde, y de un momento a otro paso de un estado de alegría a uno de absoluta seriedad. __Lleva la camioneta al estacionamiento, me vas acompañar y punto. __Hyde no dijo nada después de eso solo se quedo en silencio “Me voy a divertir un rato con éste y con Sakura” pensó el pequeño Akuma.
- Leonelo siguió su camino hacia el estacionamiento del centro comercial, contribuyendo al silencio, hasta que el sonido de su voz volvió a romperlo en el mismo instante que apagaba el motor y se terminaba de estacionar.__ ¿Me estas coqueteando?, ¿piensas que eso te va funcionar? __Pregunto Leonelo esforzándose por ocultar el nerviosismo que el chiquillo le provocaba, __ No a todos los hombres les gustan las personas como tú.
- ¡Qué me importa, si no le gusto a todos los hombres!, __exclamo Hyde en tono burlón, __ tú, no estás incluido en el grupo de hombres a los que Hyde no les gusta; así que no me hagas preguntas estúpidas.
- Leonelo rompió su seriedad con una risa nerviosa. __No, yo no estoy incluido en esa estadística, desde que la señora Elizabeth, __de repente palabras cortadas, __ no puedo creer lo que estoy diciendo, tienes razón soy un estúpido. __dijo Leonelo se bajo de la camioneta y fue a abrirle la puerta a Hyde asemejando una cortesía que por moda o tradición solo se tenía con las chicas.__ ¿Vamos?
- No, primero me dices que querías decir cuando mencionaste el nombre de la bella tía Elizabeth. Leehom dijo que había pensado en proponernos este trabajo porque supuestamente éramos los mejores, pero éste jueguito tiene demasiados baches y no me está gustando nada, Leo, quiero saber exactamente en qué lío me metí, cuéntame, __pidió Hyde a su igual.
- Lo siento, pero no puedo hacerlo, ya de por si estoy metido en un grave problema, en verdad lo lamento, mi familia depende demasiado de la señora Elizabeth. __Afirmó con el compás de su móvil sonando.
- Te entiendo, vamos, esa debe ser la tía Elizabeth preguntando el motivo por el que no he llegado; hoy tengo una cena cita con otra persona, pero salgamos tú y yo un día ¿si tú quieres?
- No, es imposible. __Respondió y comenzó a caminar detrás de Hyde hacia el centro comercial, luego de un camino de escasos minutos estaban los dos junto a los demás.
Después de que Hyde volvió de la oficina de Madox Ogawa. Las cosas parecían llevar un curso mucho más normal, excepto por Leonelo que por capricho de Hyde los acompañaba en su divertida tarde de hombres consentidos por Elizabeth Ogawa.
- Leonelo, sabes que no está bien que andes con nosotros. __dijo Elizabeth aprovechando que los otros cuatro habían entrado a probarse ropa.
- Si señora, disculpe no supe cómo debía reaccionar, lo vi tan cerca de la policía que solo se me ocurrió quitarlo del peligro sin importarme que él me viera; estoy dispuesto a recibir el castigo que usted me imponga, pero déjeme cuidarlo, por favor. __Imploro Leonelo a su jefa.
- Lo tengo que pensar. __Respondió Elizabeth a la petición de su empleado.
- Tía, prometió que no lo regañaría, __dijo Hyde, __o si lo hace hágalo después, cuando yo no vea. Leo, ven ayúdame a elegir algo, __el mayor de los Camui, era así lo mismo se encaprichaba con uno que con otro.
- De acuerdo, sabes yo creo que mi pequeño Yukio está un poco aburrido, ¿qué quieres hacer después? __Pregunto Elizabeth.
- Nada, estoy muy cansado prefiero irme a casa, si no te molesta tía, le dices a Leonelo que me lleve. __Fue la petición de Hyde, mientras se aferraba al brazo del guardaespaldas, claro en el momento justo para que Sakura los viera.
- ¿Te vas? __Pregunto Sakura molesto.
- Hyde se soltó de Leonelo. __Si me voy, te estoy evitando la molestia de que veas mi cara y respires el mismo aire que yo, al menos hasta que vuelvas a mi casa. __dijo Hyde, recordando que el verdadero motivo por el que se había salido de la tienda antes que los demás, fueron las mis palabras que él había pronunciado ahora, solo que ya antes las había dicho Sakura.
- No quiero que te vayas, Yukio, solo quiero que dejes de estar pegado a un sujeto que ni conoces, ¿de dónde demonios salió? __Pregunto Sakura iracundo. __Tú, solo tienes que estar conmigo, eres mi novio, me perteneces. __Grito Sakura posesivamente provocando una ola de sorpresa en las personas que formaban parte de la discusión.
- Hermano, te espero en unas horas en casa de mis padres, me llevas lo que he comprado para mí. __dijo Hyde dirigiéndose a Gackt, fingiendo ignorar las palabras de Sakura, en unos segundos estaba caminando hacia la salida del centro comercial junto a Leonelo.
- Ni siquiera le importo lo que le dije. __Murmuro Sakura, apretó los puños y bajo la cabeza.__ ¿Por qué demonios me importa tanto una persona que conocí ayer? __Pregunto Sakura, en una interrogante que parecía solo querer hacer; sin embargo no deseaba recibir respuesta.
- Porque la vida puede cambiar en un día cualquiera. __Respondió Elizabeth dotada de años de experiencia, de la sabiduría que se obtiene al ir creciendo en medida más o menos al paso de las vivencias que cada quien tiene en su vida.
- Oye, no te pongas mal, Yukio siempre es así; probablemente le hubiera gustado el eres mi novio, claro antes de que mencionaras el me perteneces. __Gackt dio un enorme suspiro jamás se vio dándole consejos a persona alguna sobre como conquistar a su hermano mayor. __Si de verdad quieres algo con mi hermano, necesitas paciencia mucha paciencia.
- No pero, __Interrumpió Tetsuya en medio del consejo de Gackt, __dudo mucho que el tío Madox te deje salir con su hijo, su tolerancia con los homosexuales no creo que incluya a Yukio en el paquete después de todo es su único hijo varón.
- Madox Ogawa no se interpondrá en la felicidad de Yukio si esta resulta ser Sakura, yo personalmente me encargare de que así sea. __Enfatizo Elizabeth, haciendo que Tetsuya se confundiera por completo. __Tetsu, ¿pasa algo? __Interrogo a su sobrino debido a la cara de extrañeza que era inevitable en Tetsu.
- Si pasa algo, tía Elizabeth no entiendo tu actitud, dejas que haya discusiones de lo más raras delante de ti y no te inmutas siquiera, pero a Satoru y a mí, no nos quitas la vista ni un solo momento y hasta nos amenazas con acusarnos con nuestros padres. __Aquella fue la respuesta a la pregunta tan sencilla que había formula su tía.
- Mi actitud, no tiene nada extraño, siempre he defendido el amor libre entre las personas, incluso si ese amor es entre personas del mismo sexo; sin embargo el incesto es algo que no tolerare en mi familia. Esa es la gran diferencia entre mi actitud ante lo que ocurre con tu primo y Sakura, __dio un suspiro para ayudarse a continuar con su palabras, __Satoru y Tetsuya, escúchenme muy bien, nunca dejaría que se enfrascaran en una relación que solo destruiría sus vidas, el único cariño que tienen derecho a tenerse es el de hermanos.
- Tetsuya no podía reclamar nada, después de todo su tía tenía razón que importaba si había crecido lejos de su hermano, eso no cambiaba el hecho de que compartían la misma carga genética, la misma sangre y en palabras normales los mismos padres. __A comer ¿dónde? __Pregunto Tetsu que apenas pudo salir del trance para responder la llamada de su padre.
- En el restaurante de siempre, __Respondió Enzo amablemente al menor de sus hijos, __ los esperamos a ti a tu hermano en media hora allá.
- Si papi, vamos para allá. __ Afirmo Tetsuya con una vocecilla extremadamente dulce. __Satoru, iremos a comer con nuestros papás.
- Gackt esbozo una mueca lo más cercana a una sonrisa, estaba más preocupado por la voz de Hyde golpeándole la razón, y haciendo el esfuerzo de no gritar a los cuatro vientos que ese chiquillo mimado que respondía al nombre de Tetsuya Ogawa no era nada suyo, y que podía darse el lujo de hacerle lo que quisiera si así lo deseaba. __ Vamos. __dijo Gackt sin agregar más nada.
Elizabeth, tomo la decisión de llevar a sus sobrinos hasta el restaurante donde los esperaban, María su cuñada y su hermano Enzo, después llevaría a comer a Sakura y aprovecharía para platicar con él acerca de las intenciones que tenía con el pequeño Yukio.
- La próxima vez les prometo un día mucho más agradable. __Aseguro Elizabeth como última despedida, agitando la mano desde su lugar.
- Si tía seguro que así será, Sakura, amigo todo va estar bien, luego hablamos. __dijo Tetsu.
- Sakura asintió con la cabeza, luego observo a Tetsu y a Satoru entrar en el restaurante y finalmente sintió la camioneta arrancar. __ Elizabeth san, si podemos ir a comer, __ respondió Sakura a una pregunta formulada mucho antes.
- Bien, bien y luego me acompañas quiero comprar un regalo para el pequeño Yukio, que seguramente disfrutaran todos. __Afirmo Elizabeth esbozando una sonrisa triunfal producto de los planes que imaginaba serían perfectos.
Apenas entraron en el restaurante y buscaron a sus padres en la mesa de siempre que solo Tetsuya conocía, las miradas de los comensales se posaron en los dos jóvenes; los murmullos los involucraban e incluso en un segundo el pasear de sus nombres de boca a boca se hizo evidente; pero finalmente no era importante, Tetsuya estaba acostumbrado que se hablará de su familia, que incluso había escándalos provocados por la propia familia Ogawa.
- Bienvenidos pequeños. __Recibió María efusivamente a sus dos hijos.
- En cambio Enzo solo movió un poco los dedos, mientras esperaba que alguno de los meseros le llevara el periódico cuyo tiraje pertenecía a las noticias de la tarde. __Gracias respondió al mesero que había entregado el pedazo de papel en sus manos.
- Papá, qué no es ese el periódico que al tío Madox no le gusta que leas porque son unos amarillistas de primera. __Pregunto Tetsuya al ver el nombre del periódico con las letras gigantes, adornando la última página.
- Es lo único que hay, __ pudo apenas responder antes de quedarse helado con los titulares que el diario utilizaba como gancho de ventas esa tarde las dos noticias de primera plana una decía se suicida joven en las empresas Ogawa debido a la falta de oportunidad, la otra y la que rompería la armonía era una pregunta hiriente ¿permiten los Ogawa el incesto en su familia?
- Enzo, pedimos de comer en lo que tu terminas de leer. __dijo María que estaba ajena a la molestia de la que ya era presa su esposo.
- No, no pidas nada. __Contesto Enzo, levantándose de la silla. __Nos vamos a casa, __dijo y lanzo el periódico sobre la mesa dejando ver la foto enorme que mostraba el beso que Gackt y Tetsu se habían dado en aquella tienda del centro comercial.__ ¡Qué no escucharon que nos vamos a casa! __Exclamo Enzo con tono imperativo.
- Tetsuya sintió que si se paraba en ese instante las piernas le fallarían, en qué momento les habían tomado una foto. __ Papá, no te enojes podemos explicarte.
- Si eso harán, pero aquí no, ya suficiente material de chisme le han dado a los comensales. __dijo Enzo lanzado un billete que costeara el café que él y su esposa habían estado tomando antes de que llegaran sus hijos.
- Gackt ayudo a Tetsu a levantarse. __La gente murmura por cualquier cosa, eso no es ningún problema. __Afirmó Gackt, entonces él y su familia salieron del restaurante tan rápido como habían entrado. “Explico algo o lo mando todo a la fregada” pensó el menor de los Camui, tenía todo el camino a su nueva casa para decidirlo, claro siempre y cuando su conciencia en forma de Hyde dejara de joderle sus decisiones con el esto haría yo si estuviera en tu lugar.
- Era impresionante la manera en que Enzo había logrado comunicarse con su hermano, ni siquiera veía los números que marcaba y la carretera menos. __Madox. __Grito en cuanto le respondió la llamada.
- Enzo, ¿qué te pasa?, desde cuando te atreves a gritarle a tu hermano mayor, acaso no hay respeto en esta vida por nada. __Respondió Madox, molesto con los gritos que terminaban de hacer mella en el enojo que ya sentía desde la muerte de Leehom a manos de Hyde.
- En estos momentos, lo menos importante son las cortesías entre hermanos, Madox, ¿quién demonios, era el sujeto que se mato desde tu oficina?
- Maldita sea, __murmuro el mayor de los Ogawa, __te veo en tu casa en una hora para explicarte. __dijo y colgó.
- Al terminar la llamada con Madox, Enzo Ogawa tuvo tiempo de dirigirse a sus dos hijos. __Si su explicación no es lo suficientemente buena, te advierto Tetsuya que la escuela en Londres es un hecho.
- ¿Qué?...
Ajeno al problema de su hermano menor Hyde, acomodaba su pelo, enredado por culpa de las manos del guardaespaldas que habían tenido el desatino de encapricharse en deshacer la trenza que llevaba ese día.
- Leonelo observaba a Hyde lidiar con su cabello, tenía que llenarse de valor, para decirle que no estaba cómodo con la manera en que se habían dado las cosas.
- ¡Qué fastidio! __Exclamo Hyde, __Leo, vámonos ya.
- Antes de irnos, Hyde, sé que dijiste que esto no rebasaba más allá del sexo y que el hecho de que quisiera abrazarte resultaba tonto, sin embargo no me siento cómodo. __dijo Leonelo su voz evidenciaba que sus palabras eran totalmente ciertas.
- Hyde suspiro. __Acabo de tener sexo con sujeto, que se comporta como si su novio le exigiera atención. __dijo Hyde burlándose de la situación más que del guardaespaldas.
- No te rías no es gracioso, eres un maldito demonio. __Afirmo sin miramiento alguno, __el único novio que podrías tener, es ese tal Sakura, te mueve el piso más de lo que piensas.
- No por nada me dicen Akuma, __rió, __Leo, ya que te sientes tan culpable llévame a tomar una malteada, me gustan mucho. __dijo Hyde omitiendo lo que tenía que ver con Sakura, no iba aceptar que alguien podía tener la capacidad de alterarlo.
- ¿Por qué una malteada? __Pregunto Leonelo, la petición de Hyde era de lo más infantil, sobre todo en un chiquillo que pensaba acerca del sexo y de las relaciones interpersonales de la manera en que el menor lo hacía.
- ¿Por qué una malteada? __Repitió Hyde la pregunta, acomodando sus ideas para poder responder. __Porque una malteada es…
Continuará...