Su cuerpo se sentía pesado, el frio seguía calándole hasta los huesos, su vista se perdió por el ventanal de la sala donde la lluvia se mostraba muy inquieta, no solo seguía cayéndose el cielo en mares de agua, también el viento comenzó a correr haciendo un sonido de silbido que podía eriza la piel.
-Toma- Mostro una taza humeante frente de Sakuragi, Sendoh le acompaño a su departamento resguardándose ahí, el clima empeoro y Hanamichi le ofreció quedarse, además en un día así, no quería estar solo, Akira entendió en ese pequeño gesto y en su estado ausente durante todo el trayecto, una anomalía en aquel chico que no importaba la situación, rompía siempre el silencio son sus risas estruendosas. –Sakuragi…- El pelirrojo tomo la taza, mas no dijo nada, no pronuncio una palabra siquiera de agradecimiento por aquello. El mayor frunció el ceño preocupado, se sentó a su lado en ese sofá, le miraba inquisitivamente intentando adivinar o buscando que este le hablara, dijera algo, más el pelirrojo seguía ausente.
-Sakuragi que es lo que…- intento cuestionar cuando en un gesto, el pelirrojo le tapo la boca con la palma de su mano, Sendoh mostro sorpresa a través de sus ojos. Ojos que chocaron con los opacados castaños.
“Can you tell me, softly
How you’ll always haunt me
Can you help me
Hold me
Come to me now, slowly”
Alejo su mano sin dejar de mirar esos ojos azulados, recordaba aquel tiempo de preparatoria, cuando los veía idénticos a los de Rukawa, en aquellos tiempos ambos eran lo mismo para él, solo rivales, en el deporte y el amor. Pero el tiempo lo cambio todo, El azul hielo, el azul grisáceo que brillaba con intensidad durante cada partido, que quemaba como llamaradas azules danzando por la duela, esos eran los ojos que se le grabaron en la mente, y en el corazón, esa mirada que con verle sentía que le decían mil cosas, que sentía que le quemaban pese a ser tan fríos, esos ojos que en los días de su lesión sabia que fueron los que le ayudaron a salir día a día de cada tortuosa terapia y ahora solo quería que regresara esa mirada a verle.
“You caress me, smoothly
Calm my fears and soothe me
Move your hands across me
Take my worries from me”
-Sakuragi..-volvió a musitar en un susurro, esa posición, ese estado del otro, que le miro como si buscara algo que en él, algo que no encontraría jamás, y Sendoh lo sabía, porque conocía la situación, siempre la supo, sabía lo que sentía, y muchas veces deseo que esos ojos se desviaran un poco de su punto y se dieran cuenta de que el también estaba ahí. No Ruakawa, si no él, Sendoh Akira – Hanamichi….- le llamo de nuevo ahora por su nombre, su mano fue acariciada por el otro, le mostro una sonrisa tranquilizadora y con suavidad desplazo aquella mano hasta el hombro del pelinegro.
-Gracias…- Sendoh dejo escapar un suspiro, su mente divago en muchas cosas, en muchas locuras, en un momento aquel toque del pelirrojo le estaban alterando, que quiso botar todo a la basura y lanzársele encima, pero no pudo, no viendo esa sonrisa, ni escuchando esas palabras, se acomodo en el sofá recargando la espalda en él y dejando su cuerpo flojo sobre este. -¿Sendoh?- ahora fue el pelirrojo quien cuestionaba su actitud.
“I will sacrifice
I will sacrifice
All I have in life
To clear my conscience”
-Que te parece...-le miró y paso su brazo alrededor de los hombros de Sakuragi, prendió el televisor con el control remoto de la mesa de a lado y encendió el monitor –Si vemos una película..- Asintió el pelirrojo a la propuesta, que no era la primera vez que se la hacía.
“I will sacrifice
I will sacrifice
All I have in life
Sacrifice, sacrifice”
El monitor destellaba en la noche en solamente estática, era más de media noche y aun estaban ahí en el sofá, recargados y pensando cada uno en sus penas.
-¿Y?...- cuestiono sin mirarle, aunque tan corta la pregunta, era evidente que estaba enterado de lo que le pasaba a Hanamichi y si no era así, se pudo dar una idea por su comportamiento.
“Can you feel me solely
Deeper still and wholy?
With your understanding
And yours arms around me?”
-Lo bese, nos besamos… - sonrió un poco ante este recuerdo, Sendoh le miro con extrañes, y con asombro – Estábamos borrachos…Sendoh, si no hubiera sido así, jamás hubiera pasado ¿verdad?- Del mismo modo, miro al pelinegro queriendo una respuesta a esa pregunta.
-. . . . – no supo responder, por dos razones, una, no conocía a Rukawa, aunque hablaban, siempre fue un chico callado, reservado, difícil de leer, y segundo, porque deseaba decirle algo como ‘Por supuesto que no, jamás lo haría estando en sus cinco sentidos” y solamente porque concebía el hecho de que el zorro, como le llamaba Hanamichi, lo alejara de el –No lo sé . . . no lo sé Sakuragi–
Can you help me? hold me
Whisper to me sofly
Move your hands across me
Take my worries from me”
-Sendoh… no se qué hacer, ayúdame ..- pidió con el corazón en la mano, sintiéndole estallar, sin saber que la petición que le hacía al otro era una que mataba en vida al propio Akira. –No quiero alejarme de él, no quiero perder a Rukawa-
“ I will sacrifice All I have in life To clear my conscience I will sacrifice All I have in life Sacrifice sacrifice I will sacrifice will sacrifice “
- Sakuragi…- su vista la fijo en el techo de la casa, cerró los ojos un momento, su corazón latía con fuerza –Yo no…- apenas iba a negarse cuando sintió aquellas orbes castañas fijas en él, no necesitaba verlo para saber que le miraba suplicante. –no sé si pueda…-se mordió el labio y sonrió sintiéndose patético por lo que iba a decir – Pero lo intentare, lo intentare por ti Sakuragi…- Me sacrificare por ti… ese fue el pensamiento de Akira Sendoh
-Gracias Sendoh- El pelirrojo sonrió y agradeció, para después solo apagar el televisor, ya con mayor ánimo para irse a descansar.