- Izayoi, cariño, puedes contestar
- Si... mami…. ¿Hola? *contestando la llamada*
- ¿Izayoi?... ¿como estas, hija?
- Bien papá y tu?
- Me encuentro bien, aunque un poco ocupado con mi trabajo
- Mmm… ya veo
- Que tal vas en la escuela?
- Muy bien, saque el primer lugar
- Me alegro que hayas sacado la inteligencia Onigumo
- Jjij si y por haber sacado el primer lugar papi Sesshoumaru me llevara al parque de diversiones *entusiasmado*
- No…
- Ehh?
- No le digas así… no quiero volver a escuchar referirte a ese sujeto como “padre”. Yo soy tu único padre Izayoi, solo yo… además el es un aparecido en tu vida.
- El no es nada de eso *llorando*, no le digas así
- El pudo engañar a Inuyasha, pero no lo hará contigo… tu eres MI hija y eso es algo que será por siempre Izayoi, eres mi hija y harás lo que yo diga.
Sesshoumaru quien iba bajando por las escaleras, pudo notar como su pequeña tenia en manos la bocina del teléfono mientras lloraba silenciosamente. Esto lo alarmo y de inmediato corrió hacia ella.
- Princesa que pasa?
- Es que… estoy hablando con papá y me dijo cosas feas *llorando mientras tapaba la bocina del teléfono*
- Shh… tranquila princesa, ve donde mami, yo hablo con el.
- De acuerdo *entregándole el teléfono y marchándose donde Inuyasha*
- Izayoi… Izayoi… contesta el teléfono
- Para que quieres hablar con ella… maldito infeliz
- Vaya… vaya… así que eres el calienta camas de mi esposo
- Por lo menos yo si lo logro, además, no es lo único que llego a calentar.
Inuyasha había terminado de lavar la loza, cuando se giro vio a su pequeño sol llorando desconsoladamente; se dirigió a ella y la abrazó protectoramente, limpiando con sus manos las traviesas lagrimas que salían de esos luceros.
- Cariño porque lloras?... que paso?
- Es que estaba hablando con Naraku y se molesto porque le dije “papi” a Sesshoumaru… y… y por eso me regaño.
- Hablare con Naraku… y tu papi?
- Esta hablando con Naraku
- No puede ser¡¡
Se apresuro a la sala y tal como dijo su hija, el albino se encontraba discutiendo por teléfono. Suspiro cansinamente y retiró la bocina de las manos de Sesshoumaru; este lo miro desaprobatoriamente pero entendió que era mejor que Inuyasha solucionara ese inconveniente. Tomo la mano de la azabache y salieron de la casa rumbo a los juegos, ver a Izayoi llorando era igual que ver a Inuyasha… y eso le rompía el corazón.
- Naraku
- Inuyasha
- Espero que jamás… jamás en tu vida vuelvas hacer llorar a mi hija, porque no sabes de lo que soy capaz.
- También es mi hija
- Vaya… ahora es tu hija… solo cuando te conviene… cierto?
- No es así, además no entiendo como es que le llama “papá” a ese sustituto.
- Escúchame Naraku, Sesshoumaru no es sustituto de nadie, además, mi hija lo llama así porque entre Sesshoumaru y yo la hemos criado, así que ella lo ve como el padre que tú no eres.
- Yo soy su verdadero padre, Izayoi lleva mi sangre, no la de él.
- Y crees que eso a mi hija le importa? Naraku, mi hija tiene 6 años y solo te recuerda por fotos… ha necesitado tu cariño y tu acaso se lo has dado?
- Yo…
- Sesshoumaru ha sido esa compañía que tu no has querido ser… el jamás ha defraudado a Izayoi y siempre esta ahí para ellea… y crees que a Sesshoumaru o Izayoi les importa compartir un lazo de sangre?
- El quiere robarme lo poco que tengo… el te apartó de mi lado y ahora quiere hacer lo mismo con mi hija.
- Maldición Naraku¡¡… deja de ser tan sínico… tu fuiste el que cambio a la familia por esa zorra que tenias de secretaria… tu me dejaste a un lado al igual que a Izayoi… y vienes y te desquitas con Sesshoumaru? Te he dado oportunidades Naraku… oportunidades para que te lleves mejor con Izayoi, inclusive he discutido con mi pareja por eso… pero tú… en vez de arreglar las cosas las empeoras. ¿Sabes cuantas veces has dejado plantada a mi hija?
- …..
- Tres veces… la primera fue cuando festejamos que ingresaría a primero de primaria. La segunda cuando quedo como campeona de natación infantil y la tercera fue en su cumpleaños.
- Inuyasha… yo
- Y no me vengas a decir que es porque vivimos en diferentes ciudades, porque se que te revuelcas en tu cochino dinero, así que para ti no es ningún impedimento ir a un aeropuerto y pagar un viaje hasta aquí.
- ……
- Naraku, en verdad me duele tratarte así, pero Sesshoumaru e Izayoi son lo que mas amo en mi vida, si los lastiman me descontrolo completamente.
- Los quiero… quiero que Izayoi y tu vuelvan a mi lado, no sabes lo vacio que se siente mi vida sin ustedes.
- Debiste pensar en las consecuencias antes de haberlo hecho.
- Equivocarse es de humanos Inuyasha.
- Lo se Naraku, y te hubiera perdonado si tan solo hubiese sido una vez… pero ¿Cuantas veces fueron durante esos 6 años?
- …….
- Naraku… por favor, firma el divorcio… llevo tres años esperando a que lo firmes, no me hagas ponerte una tutela.
- Si lo hago, te casaras con ese hombre y entonces ahí si te perderé.
No, No te alejes de mí.
No, no, no. Mi Corazoncito no palpita sin ti
- Naraku, tú no me perderás… porque yo ni siquiera te pertenezco.
Son demasiado sin sabores,
Voy en busca de amores lejos de ti.
- Dame una oportunidad y te demostrare que puedo ser mas que él… solo una necesito.
- Crees que cambiaria a Sesshoumaru por ti?... un hombre que me ha amado por lo que soy e inclusive ama Izayoi aunque no sea hija suya? No Naraku, jamás lo haría… además, ¿quien me certifica que contigo no vuelva a suceder lo mismo?
Necesito un nuevo amor y compasión
Que me cure la herida y el dolor
- He cambiado.
Renuncio a tu abandono,
En este mundo quedo solo sin tu amor..!!
- Lo hiciste demasiado tarde. No hay nada mas que discutir Naraku, por favor, firma el divorcio.
- Con una sola condición?
- Cual seria? * exasperado*
- Tan solo di que me amas
- Naraku… tan solo te harás daño a ti
- Aunque sea mentira… quiero escucharlo
- De acuerdo… ahh *suspirando* Te amo Naraku
- Gracias… como lo prometí, firmare los papeles, te los enviaran a tu casa.
- Bien… adiós Naraku
- Inuyasha?
- Mmm?
- Te amo, perdóname por darme cuenta tan tarde
- Al contrario, gracias por haberte dado cuenta tarde… adiós
- Adiós
A pesar de estar en su oficina no le importo llorar, Inuyasha tenia razón… antes de arreglar las cosas las empeoraba. Escuchar aquellas palabras de su hija le molestaron de sobre manera, pero no debió tratarla así… por tonto le había dado en bandeja de plata su familia a otro sujeto.
Miro los papeles que yacían en su escritorio, tanto había evitado firmar aquellos papeles donde se escrituraba que el e Inuyasha eran esposos… pero lo había prometido y aunque sabia que esa palabra por parte del peli-plata era vacía, para él fue lo mas hermoso que pudo escuchar en esos tormentosos tres años.
Escucho un golpeteo en su puerta y antes de mencionar un “adelante” aquella persona había ingresado. Aquella mujer de cabellos noche y escultural cuerpo que había entrado a su oficina, era nada mas ni nada menos que su secretaria, la mujer con la cual había engañado a su esposo y por la cual prácticamente había arruinado su vida.
- Naraku cariño¡¡¡
- Kagome, te he dicho infinidad de veces que en el trabajo no me llames así, cada vez haces que pierda más mi paciencia.
- Lo… siento jefe
- Así esta mejor, ya que estas aquí… envía estos documentos a esta dirección *firmando los documentos*
- Si… a que destinatario?
- Inuyasha Onigumo
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Cuando Sesshoumaru y su hija llegaron a casa, sonrió con satisfacción; su albino traía en brazos a una dormida Izayoi y en su infantil rostro se podía notar una radiante sonrisa.
- Donde la acuesto?
- Ven, arreglaré su cama
Ambos ingresaron al cuarto de la niña, Sesshoumaru la acostó y el peli-plata se encargo de quitarle los zapatos y cobijarla. Salieron con cautela, evitando despertarla y luego caminaron hasta la cocina, donde el menor oji ambar le ofreció algo de beber a su amante.
Un largo e incomodo silencio se presencio en ambos, sabían que tenían que discutir el tema de Naraku, pero ninguna se animaba ha hacerlo… a la final fue el peli-plata quien rompió el hielo.
- Estas molesto?
- No contigo, con ese bastardo que no te deja en paz… ni a ti ni a la niña. No sabes como me duele ver a Izayoi así de deprimida… y lo que mas me molesta es que ese hombre sea su padre y no haga nada para ganarse ese titulo.
- Lo se amor * sentándose en sus piernas* se como te sientes, pero Naraku no entrara de nuevo en nuestras vidas, eso te lo aseguro… además, dijo que firmaría el divorcio.
- Enserio lo firmara?
- Eso dijo y que esperara los papeles… no es maravilloso amor?, por fin podremos casarnos *recostándose en su pecho*
- Es increíble…cuanto tiempo ese sujeto ha impedido que nos casemos
- Si, aquel apellido ya pesaba en mis hombros
- Inuyasha Ayama… me gusta como suena
- A mi igual…. Sessho? *acurrucándose en su pecho*
- Dime
- Yo… *tomando la mano del albino y llevándola a su vientre* quiero tenerlo
- Inuyasha¡¡
- Quiero tener un hijo tuyo Sesshoumaru