Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Carácter por 7cielos

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lemon!!! O.O

CAPITULO II: ACERCAMIENTO.

Milo había estado mucho últimamente con Shura que a cada momento se le llenaban los ojos de lágrimas, ya fuera por recordar algo o simplemente por mirarlo pasar. Ya casi dos meses así hasta que logró dominar su dolor aunque aun no se daba por vencido.

Milo tuvo oportunidad de salir y pasear junto a la playa ya más tranquilo, al ver a Shura repuesto y un día como por obra del destino, en sus paseos para relajarse se lo encuentra; no le quería hablar pues sería como traicionar a su mejor amigo.

Camus iba unos metros delante de él, Milo tomó otro camino para ya no verlo en ese constante trote donde cada músculo de las piernas se le marcaba en cada paso. Dejaba la huella sobre la arena mientras el sol de la tarde bajaba lentamente para en unas horas más resguardarse y dar paso a la noche.

El griego rubio se sienta en unas rocas y contempla el lugar, era uno de los más tranquilos en lo que es el santuario sin los bullicios de los que entrenaban, digamos que era un privilegio para los dorados que no todos aprovechaban, una brisa alborota sus cabellos y solo quita su playera.

- Bonito lugar... - Una voz firme y muy familiar le habla.

Se acerca Camus y toma asiento junto a él, Milo ni le mira, solo vuelve a colocarse la playera y se levanta dispuesto a marcharse. Últimamente había ocupado mucho su pensamiento a ese pelirrojo al que estaba seguro de odiar. Esos dos meses solo había salido palabras de desprecio y de desacuerdo con el galo pero que siempre Shura encontraba algo para intentar hacer cambiar de opinión al griego.

- ¿Me odias tanto? - Para el francés odiar algo sin conocerlo no es algo muy congruente o razonable. Estaba curioso por lo que el rubio pudiera argumentarle aunque ya imaginaba un poco la posible respuesta.

Camus se levanta pero solo para sentarse en el lugar que el rubio había abandonado apenas unos segundos.

- No te odio... me molestas... no se como Shura se enamoró de ti... no tienes nada de especial, solo eres un tipo que le gusta lastimar; mi amigo no se merecía eso... se entregó a ti con el alma y corazón sin importarle que jamás le hayas dado un beso para demostrarle cariño. - Explicó Milo sin siquiera girarse a mirarlo. Se escuchaban palabras con montón de rabia dirigidas al acuariano.

Camus no se movió pero dejó de mirarle, por primera vez lo hacía, ¿la razón?... no sabía. Milo al girar su rostro y mirarlo decide sentarse, Camus vuelve a levantar su vista aunque aquellos ojos turquesas de alguna manera le pesaban.

- No tiene carácter.- Argumentó. Así de sencillo era su motivo.

Con cara de confusión y levantando una ceja Milo le mira esperando aun más pero el otro había sellado sus labios rosados.

- ¿Yo?...- Pregunta algo confuso ya que llegó a pensar que se lo había dicho a el.

- Shura. - Resopla un poco y mira entonces al sol que bajaba lentamente y el cielo tomaba un tono rojizo.

- Pues ¿Cómo quieres que te trate? - Se levanta Milo molesto y con el ceño fruncido - ¿A punta de golpes?... ¿Que te hiciera cosas a la fuerza? ¿Que no respetara tus decisiones? - Estaba estallando. Sus palabras sonaban furiosas y sacó todo lo impulsivo que puede ser.

Le sujeta ambas muñecas y lo levanta empujándolo hasta quedar atrapado entre unas rocas enormes que los cubría con una refrescante sombra. Camus confundido le miraba a los ojos esperando obtener respuesta de lo que el otro intentaba hacer; esos ojos que le mataban y que eran tan fuertes. Agacha la cara para no verlos más... lo doblegaban y eso no le gustaba, no era común en él.

- ¡Mírame!, ¿acaso es lo que buscas?... carácter...!ja¡, dime lo que es carácter para ti... ¡dímelo! - El galo no sabía si iba a recibir Antares en ese preciso momento o la golpiza de su vida, lo peor es que en su mente no cruzó siquiera la idea de lanzarlo lejos de si.

Camus jamás intentó zafarse de Milo, vuelve a mirarlo, no sabía si lo que iba a hacer estaba bien, pero él era una persona de riesgos y ese valdría la pena por que desde aquel día en el coliseo después del entrenamiento lo había deseado.

- Bésame. - Pidió, miró aquellos labios que estaban tan cerca de su rostro.

-¿Que?... estas loco... - Abrió sus ojos ante aquella petición.

Milo le suelta para luego darle un golpe en la mejilla con su puño, el peli rojo ni se inmutó, lo recibió y eso pareció molestarle más a Milo, le sujeta del cuello y le mira bien, inspeccionando todos los rasgos del chico francés que parecía no importarle lo que le hiciera; respiró agitado por el coraje.

- Te mostraré que es que no te tomen en cuenta, que es que no te escuchen, te mostraré lo que tu piensas que es carácter... ya lo verás... - Estalló por fin pero aun así no sabía que lo que estaba haciendo era algo que también había cruzado en su cabeza y en sus más íntimos sueños.

Besa de manera desesperada a Camus mientras seguía sujetando con la mano izquierda con fuerza aquel cuello, con su mano derecha jala la playera del galo que llegaba hasta medio muslo y que se ajustaba perfectamente a la piel y al francés parecía agradarle, Milo le levanta por las piernas y le sujeta de la espalda hasta volverlo a recargar en la roca, empezó a morderle todo el cuerpo y Camus solo atinaba en encajar sus uñas sobre la espalda del rubio mientras se enlazaba con sus piernas sobre las caderas del rubio, este comenzó a desnudarle por completo con fuerza, con desesperación, con rabia que luego se fue apaciguando y se fue convirtiendo en pasión, más al sentir la calidez de Camus. Su fuerza dejó de ser lastimera para darle caricias, quería comerse los labios rosados del francés que también le trataba de igual manera, sus respiraciones eran ruidosas y poco a poco fueron jadeos los que salían al por mayor. Sintió el galo como la hombría de Milo se internaba en sus entrañas y rozaba lugares que le hacían perder la razón. El griego cerró sus ojos mientras el sudor lo empapaba y el aroma del sexo le invadía las fosas nasales. Las manos del pelirrojo se encargaron de darle todas las atenciones que sin pedir le eran proporcionadas y entonces mientras el ritmo de las caderas de Milo adquirían velocidad sus bocas nuevamente se unieron probando la saliva de cada uno así hasta que estallan rociando su semilla encima del otro.

Concluido aquel arrebato, Milo empieza a vestirse, se sentía fatal pues sabía perfectamente que Shura aun amaba a la persona con la que él acababa de estar, callado y sin mirar a Camus se levanta y se retira casi corriendo.

::C::

Pasada la media noche Shura toca desesperado la puerta de Milo, asustado este se levanta y abre viendo solo una sombra lúgubre frente a el.

- He ido a buscarle, le esperé y no ha vuelto... ¡ayúdame a encontrarle! - El caballero sonaba inquieto y muy preocupado.

Milo al ver la cara desesperada de Shura asiente, solo toma sus huaraches y se las pone en el camino, aun estaba perturbado, en realidad le había gustado estar con el ex de su amigo... le había hecho sentir pero a la vez no podía confiar en él, era de carácter frío y actuaba impredeciblemente o al menos eso creía...

Sospechando donde estaría toma la dirección, Shura decide ir hacia otro rumbo... Llevando consigo una pequeña antorcha recorre el mismo camino que había tomado en el atardecer, justo donde le había dejado ahí estaba, mirando al cielo mientras sujetaba una de sus rodillas.

- ¿Que haces aquí?... Shura está buscándote. - Sintió un golpe en el pecho mas doloroso que si alguien le hubiera impactado con el puño. Sabía por que pero estaba renuente a esa respuesta por todo lo que implicaba.

Camus sin voltear a verle se pone de pié... Milo se acerca y le sujeta de la mano quizás intentando pedir "entiéndeme".

- Discúlpame... yo... jamás debió ocurrir.- No supo que más decir.

Camus avanza sin más y está decidido a irse, cuando le toman de la mano, gira su rostro y ve a un Milo que le mira de manera diferente. Ya no era la ira, ya no era molestia, veía que aquellos ojos le mostraban un sentimiento que le hacía erizar la piel además que aquel pequeño contacto estaba cargada de una energía distinta. Él mismo se sintió muy diferente con respecto al rubio griego, quería confesarle que después que se marchó el se había quedado pensando en el y que había tratado de desmenuzar por segundo aquel encuentro íntimo.

Ya no sabía como abordar al guardián de Escorpión. Si antes se le hacía difícil, ahora sentía como si dos montañas se interpusieran entre ellos impidiendo que tan siquiera se vieran.

- Shura es mi amigo y aun te ama... si estuviera contigo sería traicionarle... - Dijo con la voz suave, deseaba levantar su mano y suavemente acariciarle el mentón al guapo pelirrojo. Sabía bien que lo había herido y él mismo no sabía como actuar ahora.

- ¿Que no fue exactamente lo que hiciste hoy en la tarde?... creo que... Me equivoqué acerca de ti - Milo arquea una ceja preguntándose el por que- Siempre he buscado carácter en las personas, creí encontrarlo pero ya veo que no...- No sabía que más decir y sus palabras era mas que nada para convencerse a sí mismo de que no había esperanzas con aquel determinado griego.

Camus vuelve a avanzar y Milo le suelta lentamente la mano pensando que sería la última vez que sentiría aquella piel, unos segundos después el galo vuelve a sentir unos brazos que le sujetaban de los hombros...

- Yo... soy de carácter, y estoy seguro de que no quiero lastimar a Shura, y por que tengo carácter es que te dejo para jamás volverte a tocar... hombre de hielo...- Era lo mejor que podía hacer aunque muy por dentro sabía que se estaba sacrificando.

Aparece un Shura entre las tinieblas y al distinguir a Camus le abraza, Camus le retira y se va sin decir nada, dejando a un shura confundido y a un Milo seguro de lo que acababa de decir...

 

Notas finales:

Uy, será que Milo hará lo que ha dicho?????????????


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).