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Aunque no lo acepte...En mi mente estás tú por Kurume Quejicus Black

[Reviews - 74]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Como se los prometi...aqi esta el nuevo capitulo !!

Haii...cada vez se acerca más y más el verdadero Lemon y el drama central ! Aii me gusto este capitulo..Segun yo me qedo muy kawaii !! jaja XD

Bueno, qiero agradecer a las personitas q ha leido y q han dejado sus reviews !! :D Son geniales, gracias ! :D

Iba a actualizar ayer...pero la pagina no funciono hasta hoy a medio dia ! =( Pero aqi esta el nuevo capitulo, el After Lemoncito ! :D

CAPITULO 10.- ESTRAGOS AFTER-CLASES PRIVADAS

 

 

 

 

 

-    Bien Potter, creo que hemos terminado la lección de hoy. Lo veo en su castigo el lunes a las 6, y retomaremos el tema de hoy. – Y compuso una suave sonrisa que el chico apreció tanto que su corazón reaccionó con un desesperado palpitar.

 

-    ¿Lección? Señor, esto…

 

-    Esta fue una clase, más bien sus lecciones para dejar de mentir tan compulsivamente, y las seguiremos teniendo hasta que aprenda a decir la verdad Potter.

 

o    “¿Sabrá que de verdad solo he estado con Cho?”

 

-    Bien. – Dijo el chico, cabizbajo y sonrojado, mientras se acercaba a la puerta. – Hasta el lunes. – Y aprovechando que el hombre se distrajo, le robó un suave y dulce beso de sus labios y salió corriendo del despacho.

 

Con absoluta delicadeza, Snape llevó una temblorosa mano a sus labios al encontrarse completamente solo en su despacho. Acababa de cerrar la puerta y ver a un sonrojado Potter salir corriendo sin playera, con el torso desnudo, por la puerta de su despacho. Sonrió levemente, era la tercera vez en el día que lo hacía.

 

-    “¿Qué piensa este mocoso?” – Se preguntó suavemente al momento en que entraba a su habitación para darse una ducha fría pues, al final de cuentas, el chico lo había dejado con una enorme erección.

 

 

 

Salió corriendo del despacho del hombre en dirección a la salida de las mazmorras, iba pensando en la estupidez que acababa de cometer, en el último beso dado a su profesor, cuando un intenso frió que le calaba hasta los huesos le hizo regresar a la realidad.

 

-    “Serás idiota, Potter” – Pensó mientras se dirigía al salón más cercano para encerrarse ahí. – “¿Cómo puedes ser tan estúpido como para salir y olvidar tu playera en el despacho de Snape? Idiota, si alguien te hubiera visto así…”

 

Entró en un aula vacía  y cerró la puerta, haciendo un florido movimiento de varita invocó una de las playeras que tenía guardadas en su baúl. Esta era gris y suelta, así que cuando apareció sobre el polvoriento escritorio porque al parecer ese salón llevaba bastante tiempo en desuso, la extendió, sacudió, se la puso y salió corriendo a su sala común.

 

 

 

-    ¡Harry!, ¿Qué tal te fue? – El moreno acaba de entrar por el hueco del retrato y había encontrado a su amigo sentado en un sillón haciendo sus deberes de transformaciones. – Es muy temprano, pensé que tardarías más en regresar.

 

-    Ah, sí, es que… – Meditó un momento sobre su respuesta. – Peleamos y me corrió antes de que terminara la clase. – Mintió.

 

-    ¿Y qué tal te fue? – El pelirrojo se aseguro de que Hermione no anduviera por ahí y comenzó a bajar la voz. – Ya sabes, con lo del plan.

 

-    Ah, bueno, pues no lo pude poner en práctica aún. – Volvió a mentir y comenzó a alejarse con dirección a su habitación. – Ron, me siento cansado, ya sabes, me levante muy temprano por lo de Umbridge y estoy adolorido por el castigo y la clase, me iré a duchar y a dormir un rato…

 

-    Oye, pero el almuerzo será en un rato más, ¿no iras? – Harry se moría de hambre, pero sabía que si iba, sus amigos lo bombardearían con preguntas sobre el castigo y la clase con Snape, aparte de que seguramente vería a su profesor en los comedores.

 

-    Oh…cierto, se me había olvidado. Es que estoy muy cansado, ¿podrías traerme un sándwich o algo así? Para que coma cuando despierte. – Le lanzó una sonrisa, con la cual el pelirrojo no pudo negarse y asintió con la cabeza. – Gracias hermano. – Y subió rápidamente las escaleras.

 

Al llegar a su cuarto, entro directamente al baño y encendió la regadera, estaba dispuesto a lavarse de sus “pecados”, o tal vez no. Ya se encontraba desnudo delante del chorro de agua y no decidía si lavarse de aquello que le hiso aquel pervertido hombre, o mantener la esencia de sus caricias, los besos de su boca y la sensación de aquellos finos y delgados labios sobre su miembro.

 

Y en ese momento llegó de golpe una imagen, una que le hizo latir rápidamente el corazón y le arrancó una hermosa sonrisa pues recordó cómo el profesor pronunció su apellido en un susurro, con los ojos cerrados aun por la impresión de ese tímido primer beso.

 

 

 

El hombre salió de la ducha con una toalla enrollada en la cintura, mientras que con otra se iba secando el cabello. Unas traviesas gotas bajaban delicadamente por encima del bien formado pecho del pocionista, el cual se empeñaba en esconder bajo sus túnicas.

 

Abrió su ropero y saco lo primero que alcanzo, al final era lo mismo y no se tenía que preocupar por combinar su guardarropa ya que todo era negro. Desde las camisas, hasta los pantalones, las calcetas y playeras, incluso las camisetas y bóxers entallados que solía usar.

 

Dejó la ropa “cuidadosamente seleccionada” (si como no ¬_¬) sobre una silla que se encontraba al lado de su cama, mientras se recostaba en esta y cerraba los ojos, rememorando lo sucedido minutos antes en su despacho: Como el joven lo había besado suavemente en los labios después de curarle las heridas que esa mujer le había causado en su castigo, como  había tomado su mano después de que su alumno se la soltara y lastimado accidentalmente diciéndole que no le lastimaría por gusto, cómo Harry tomó esas palabras como una promesa y le hizo sellarlas con un beso que se volvió muy pasional, como se asusto cuando llevó sus manos a su trasero, como discutieron y…

 

Dios, como se arrepentía de haberle dicho “putón”. Lo consideraba de todo, arrogante, grosero, descuidado, egocéntrico, violador de reglas, etc., etc., pero jamás lo había considerado un putón.

 

Negó con la cabeza y trató de volver a revivir aquellos momentos…Como el chico se le subió a horcajadas, como los besos comenzaron de nuevo y como se deshizo de esa molesta playera…

 

-    ¡LA PLAYERA! – Se levantó de su cama y se dirigió a la habitación continua, su despacho. Encontró la playera de Potter cerca de la chimenea. Lentamente, se agachó y la tomó entre sus manos, llevándosela a esa ganchuda y grande nariz que poseía para aspirar el aroma del chico. Recordó como había salido corriendo de su despacho con el torso desnudo después de robarle un suave y dulce beso, como él había cerrado la puerta y se había dirigido rápidamente a la ducha, como se masturbo pensando en esos dulces y carnoso labios devorando los suyos y como había llegado al éxtasis al rememorar la forma en que el ojiverde había gritado su apellido al venirse dentro de su boca.

 

Un escalofrío recorrió su espina dorsal y se incorporó. Vio despectivamente la playera del chico y se dirigió de nueva cuenta a su habitación donde se acerco a su armario y saco un gancho para colgarla.

 

-    “La próxima vez que venga, se la devolveré”. – Pensó mientras la colgaba entre sus camisas. Pasó una última vez sus dedos por esa suave tela, cerró la puerta y se dirigió a la silla donde había dejado su ropa. Le comenzaba a dar hambre y no asistiría al almuerzo con una toalla enrollada en la cintura.

 

 

 

-    ¿Harry Potter? – Volteó y vio a un pequeño niño de cabellos negros hasta los hombros y ojos a juego que se acercó a él tímidamente, pertenecía a la casa de las serpientes y por alguna extraña razón sentía que lo había visto en algún lugar.

 

-    ¿Sí? – Acababa de salir de cenar del Gran Comedor y, al parecer, el pequeño lo había estado esperando en la puerta.

 

-    Me pidieron que te entregara esto. – Dijo extendiéndole un pedazo de pergamino.

 

-    Gracias. – Tomó la nota que le ofrecía el pequeño, el cual, al verse libre de su mandado, salió corriendo con dirección a su sala común. Harry abrió el pedazo de pergamino y se encontró con una pulcra y estilizada letra.

 

“Harry, por favor encuéntrate conmigo hoy a las 11 de la noche en la torre de astronomía. Sé que lo que te pido es algo arriesgado, pero es necesario, tengo algo muy importante que decirte y no puede esperar un día más. Yo sé que encontraras la manera de llegar sin ser visto, no por nada eres Harry Potter, el niño-que-vivió.”

 

Por más que leyó y releyó, no encontró la firma o algo que delatara a aquella persona que le pedía reunirse con tanta urgencia. Invadido por la curiosidad, se dirigió a su sala común a esperar a que llegara la hora de tener que ir a ese lugar.
Ya eran pasadas las 11 cuando salió de la sala común escondido bajo la capa invisible. Ya iba tarde al encuentro con esa persona, pero quería saber quien le había citado, así que desde antes de las 11 estuvo pegado al mapa del merodeador, tratando de ver si había  o se dirigía alguien a la torre de astronomía. Así estuvo casi media hora, pero nunca vio a nadie, entonces decidió quitarse la duda e ir a ese lugar.

 

Llegó y pegó el oído a la puerta, tratando de escuchar el menor ruido para saber si había alguien ahí, pero sin éxito, así que tomó el pomo de la puerta y la abrió.

 

Se asomó al interior, pero no logró divisar nada. La torre estaba completamente a oscuras. Quitándose capa de invisibilidad, se adentró en el lugar dejando la puerta lo más abierta posible tras él.

 

-    ¿Hola? – Su voz resonó en el lugar y la única respuesta que obtuvo fue su mismo saludo respondiéndole. - ¿Hola? – No sabía qué era lo que lo ponía más nervioso, el hecho de que no hubiera nadie ahí, o que sospechaba que había alguien ahí pero no se mostraba. – ¡Hola! – Volvió a repetir, ahora con el temor reflejado en su voz mientras se adentraba más y más en la sala.

 

¡BUM!

 

Harry brincó en su lugar, la puerta se había azotado. Su corazón latía a mil por hora, así que giro sobre sus talones dispuesto a salir de ahí. Se encaminó a la puerta, caminando rápidamente, oyendo las tablas crujir por su peso bajo sus pies. La puerta ya estaba cerca, estiró su mano y tocó el pomo con la yema de sus dedos.

 

Iba a tomarla completamente cuando algo se lo impidió. Lo habían jalado desde atrás y alejado de la puerta. Harry pegó un fuerte y horroroso grito que se vio ahogado cuando una pequeña y suave mano le tapó la boca.

 

-    Harry Potter… – Una voz suave y dulce le habló al oído. – No grites por favor, nos descubrirán.

 

-    ¿Lu-Luna? – Preguntó sorprendido el chico cuando la mano liberó su boca. Se volteó lo más rápido posible, quería ver a esa rara y linda niña que tanto le gustaba.

 

-    Sí, Harry, soy yo. – Le sonrió y se acercó a él. El chico la tomó de la cintura y la acercó tanto que sus alientos se mezclaban entre sí.

 

-    ¿Por qué me has citado aquí?

 

-    Porque quería verte, abrazarte y… – La chica pasó sus brazos alrededor del cuello del chico, se paró de puntitas y acercó sus labios a los otros. – Y también quería decirte que te amo. – Harry abrió los ojos como platos y beso suave y dulcemente los labios de la chica que rondaba tanto por sus sueños.

 

-    Potter… – Susurró una voz grave y profunda cuando se separó de aquel beso. Harry sonrió y vio ese rostro que tenía frente a él. Piel pálida y cetrina, cabello negro y largo hasta los hombros y unos ojos que demostraban dulzura en el momento, pero que recordaba que generalmente eran fríos y duros, tan negros como lo noche.

 

-    Severus – Harry sonrió y volvió a acercarse a esos labios tan delgados y finos  y volvió a besarlos disfrutando las caricias que le proporcionaba el mayor y que lo apretaban más y más a su cuerpo, el cual ahora era más alto que el de Luna.

 

 

 

Despertó sobresaltado, con el corazón retumbando en su pecho, el cuerpo sudoroso y una enorme y dolorosa erección bajo sus ajustados jeans gracias al recuerdo del aquel beso. Harry se levantó de su cama y volteó a la ventana, dándose cuenta que ya había pasado un largo rato desde que decidió no tomar la ducha y dormir un rato, pues el sol ya se ponía sobre el horizonte.

 

Entró en el cuarto de baño y se quito los jeans, las calcetas y los bóxers ya que decidió dormir sin playera. Se metió debajo del chorro de agua fría rememorando su sueño.

 

¿Cómo diablos había convertido él un sueño donde Luna le declaraba su amor y le besaba, en uno donde rememoraba a Snape besándolo? Daba igual, fue una pesadilla eso era seguro…según él, así que decidió dejarse de estupideces y se comenzó a masturbar pensando en Luna, en su bellos labios, en su aroma a frutillas, en cómo le había susurrado un te amo, y sin más se vino, manchando la pared, cuando llegó a su mente esa imagen que le ponía a palpitar el corazón, se vino en el exacto momento en que Severus Snape aparecía en su mente, con los ojos cerrados y susurrando su nombre.

 

 

 

-    Harry, ya era hora de que despertaras. – Hermione le sonreía desde una silla cercana a las escaleras que subían a los dormitorios.

 

-    Estaba a punto de subir a despertarte. – Ron le extendió unos sándwiches mal envueltos mientras el pelinegro se acercaba. – Ten.

 

-    Gracias, estoy que desfallezco de hambre. – Se dejó caer en una silla al lado del pelirrojo y comenzó a desenvolver los sándwiches y a comerlos.

 

-    ¿Qué tal te fue? – La castaña se encontraba sentada al frente de él y había dejado a un lado el libro que se encontraba leyendo minutos antes de que Harry se sentara.

 

-    Pues…se podría decir que bien.

 

-    ¿Cómo que se podría decir que bien? Camarada, estar un día entero encerrado con el sapo parlante y el murciélago hediondo y grasiento no puede resultar bien. – Mencionó mientras dejaba a un lado el ensayo de transformaciones con el que estaba batallando desde antes de que regresara el ojiverde. El chico solo se encogió de hombros y le dio otra mordida a su sándwich.

 

-    ¡No le digas así! Ron, deberías respetar a los profesores, es Snape, no murciélago grasiento, o hediondo o como sea.

 

-    Bien, ¿y qué hay del sapo con cuerpo de tamal mal amarado? – Le brillaron los ojos dándole a entender que solo defendía a su amado ex mortifago.

 

-    Bueno, esa mujer lo menos que se merece es un nombre ofensivo, así que me da igual como la llames. – Se sonrojó y dijo. – En cambio Snape no es tan malo como Umbridge, esa mujer es despreciable. – Ron ya iba a contestarle algo a Hermione cuando se vio interrumpido por Harry, quien decidió romper su silencio para evitar una pelea innecesaria entre sus amigos.

 

-    Bueno, da igual, Umbridge me puso a hacer escribir de nuevo, pero esta vez me hizo usar ambas plumas. – Sus amigos lo miraron con horror, y Hermione lanzó un gritito ahogado cuando les mostró los vendajes recién puestos, los cuales ya se encontraban algo manchados de sangre. – Salí de su oficina a eso de las 12 y Snape me regaño, aunque aún no se qué cara llevaba en ese momento porque me mando a la enfermería…

 

-    ¡¿De verdad fuiste a la enfermería?! – Hermione estaba aterrada ante la idea de la forma en que se encontraba su amigo pues incluso ella sabía que Snape preferiría hacerlo y verlo sufrir antes de mandarlo a la enfermería, por lo que le sorprendió que le dijera que fuera a curación.

 

-    No, de hecho me negué, así que él me curó. – Un leve sonrojo apareció fugazmente por entre sus mejillas.

 

-    ¡¿QUE EL MURCIELAGO TE CURO?! – Toda la gente que se encontraba en la sala común volteó enseguida a ver al pelirrojo, quien estaba tan sorprendido que abría y cerraba la boca sin poder articular más palabras.

 

-    Sí, Ron. Snape me curó, no eres el único que se sorprendió. Imagínate como estaba yo cuando me dijo que como no quería ir me curaría él. – El sonrojo volvió a sus mejillas para quedarse y bajo un poco la cabeza pues iba a mentirles. – En ese momento le dije que mejor iría a la enfermería pero me dijo que él ya me había dado la oportunidad así que debería aguantarme y dejar que él me curara.

 

-    ¿Y qué te dijo de las heridas? – Preguntó Ron, quien se notaba un poco molesto.

 

-    ¿Qué más iba a decir? Que él quiso implementar esa clase de castigos y Dumbledore se lo impidió, que envidiaba a Umbridge por tener ese poder y que lo tenía bien merecido.

 

-    Ese malnacido. – dijo Ron entre dientes.

 

-    Ron, ese malnacido curó a Harry, ¿qué tan mal estabas?

 

-    Pues, las heridas eran bastante profundas y estaba sangrando mucho, y por un mal movimiento que hice logró ver mis vendajes y me preguntó qué había sucedido. – Ambos amigos lo vieron sorprendidos pensando lo que Harry les contestaría a continuación. – Sí, yo sé que fui muy estúpido al no inventarme algo, pero me dolía mucho y estaba mareado, solo quería sentarme un rato a descansar.

 

-    Harry nosotros no pensamos eso – Dijo Ron con una voz que denotaba su culpabilidad.

 

-    Claro que sí lo pensaron – El ojiverde les sonrió – pero no los culpo, incluso yo lo pienso.

 

-    ¿Ya ven? – La voz de la chica demostraba triunfo. – Bien decía yo que Snape no es tan malo como lo parece, es solo que no le gusta que los alumnos vean su lado humano, considero que es un tipo frío pero cálido, – Un escalofrío recorrió al pelinegro al recordar aquellas cálidas manos que tomaron las suyas para curarlo, eran ásperas y duras, pero cálidas. – aparte de que si lo ves a los ojos te pierdes entre ellos, son tan profundos y sexys, y…

 

-    ¡Hermione, cállate ya! Ya entendimos que te gusta el asqueroso murciélago, deja de restregárnoslo en la cara.

 

-    ¡Que no me gusta! – Chilló la chica tan sonrojada como el cabello de los Weasley.

 

-    Hermione – Comenzó Harry con calma. – Lo sabemos, no tienes porque negarlo, y está bien, si te gusta solo dínoslo. – El corazón de Harry comenzó a palpitar ante la idea de que su amiga lo aceptara todo.

 

-    Yo… ¡No! ¡Claro que no! Es que…

 

-    Hermione solo acéptalo, ¿qué no te das cuenta del daño que haces? – Ron se levanto de su asiento y salió por el hueco del retrato con la tristeza inundando su rostro.

 

-    Harry, pero es verdad que no me gusta. – Dijo preocupada por las palabras de su pelirrojo amigo.

 

-    Entonces, no hables como si en verdad te gustara o sintieras algo por el tipo.

 

-    Yo… – Bajó la cabeza. – En realidad no lo sé, es algo confuso. – Al oír esas palabras, algo en Harry se encendió, algo que nunca había sentido y le molestaba. Era raro, sentía una presión en el corazón, luego tristeza y enojo. “¿Qué diablos es esto?” pensó.

 

-    Será mejor que lo descubras entonces, pero por mientras vamos a buscar a Ron. – Ambos se levantaron de sus lugares, guardaron las cosas y se fueron.

 

-    ¿No crees que Ron está actuando un poco raro? – Preguntó la castaña mientras salían por el hueco del retrato.

 

-    A decir verdad no, sucede que está enamorado. – Dijo tranquilamente mientras dejaba a  su amiga boquiabierta.

 

-    Pero, ¡¿de quién?!  ¡¿por qué no me dijo?! – Se notaba realmente ofendida. - ¡¿Por qué a ti si te lo dijo y a mí no?!

 

-    No me lo dijo. – Harry sonrió ante la cara de confusión de su amiga. – Es fácil de saber, es muy obvio, pero no lo acepta.

 

-    ¿Por qué?

 

-    Porque tiene miedo de ser rechazado, bueno, sabe que será rechazado. Tal vez al igual que tú no ha definido lo suficiente sus sentimientos, pero sé que él ya acepto lo que siente, lo presiento.

 

-    Pero…

 

-    Así como las mujeres se entienden entre ellas, nosotros nos entendemos entre nosotros, Hermione. Y para serte sincero, espero que ella se dé cuenta de sus sentimientos, creo que harían hermosa pareja. – La chica no volvió a decir nada durante el tiempo que tardaron buscando a su amigo, pero se lo pasó malhumorada todo el rato mientras que Harry rogara que esos fueran celos. Nada lo haría más feliz que ver a sus amigos juntos y enamorados.

Notas finales:

Entonces? qe les ha parecido?

Dejenme decirles qe SI...ya se acerca el verdadero lemon !! Este capitulo lo he estado escribiendo en la escuela..y me resulta raro por qe estoy en un salon de 11 personas...donde yo soy la unica mujer y todos me ven escribiendo y qieren leerlo...y es asi de ¬¬"

Les digo q no les gustara y aun asi lo qieren leer...ya les dije qe escribo una historia porno gay y no me creen..Qien diria qe d una u otra forma, les estoy diciendo la vdd !! jaja xD

Bueno ahora si, gracias por sus reviews en el capitulo anterior ! :D Me parece que comenzare a subir las actualizaciones cada martes, me resulta mas comodo pues escribo durante el fin de semana enterito !! :D

Ahora si, espero me dejen sus reviews y qe les haya gustado elk capitulo !!

Nos leemos el proximo martes !! :D

Saludos !!


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