12.- CORAZON (PARTE 2)
- Sakano, baja con cuidado por favor – le decía un peliverde a su Koi mientras le ayudaba a bajar de la camioneta del manager americano.
- no te preocupes Suguru ya me siento mejor y no me duele tanto – dijo sonriéndole y acariciándole la mejilla pero no obtuvo la reacción esperada ya que el menor aparto rápidamente el rostro y eso preocupo de sobremanera al moreno.
K se bajo de la camioneta y fue hacia la pareja – bueno chicos, no me necesitan más verdad, tengo una cita con mi sexy pelirrojo.
- por qué no vino? – pregunto el menor.
- porque fue a hablar con Shuichi e iba a ir con la hermana también para despedirse porque hoy se va a Alemania por trabajo.
- Shindou-san a de estar triste porque su hermana se marcha y con eso de que ahora vive por su cuenta se va a sentir solo – comento Sakano.
- pues sí, pero fue su decisión – dijo K – la verdad no entiendo porque alejarse del escritor cuando siempre estuvo luchando por estar a su lado.
- Shuichi no se ha de sentir bien mentalmente por lo que ha de a ver tomando la decisión de forma temporal, todo sabemos que ama a Yuki-san más que nada – los otros dos hombres concordaban en lo que dijo Suguru, el pelirrosa amaba al escritor, pero al parecer el pelirrosa se sentía demasiado mal por lo sucedido y ellos comprendían por lo que estaban seguro de que era cuestión de tiempo para que el pelirrosa volviera a ser el mismo y supere lo sucedido volviendo al fin con el escritor, eso era lo que esperaban.
K suspiro y luego miro a la pareja, sabía que el pelirrosa no era el único que había salido afectado emocionalmente con lo sucedido, cuando todo termino y tanto Shuichi como Sakano estuvieron fuera de peligro a Suguru se le veía con mala cara, aparte de que se veía que quería estar con Sakano pero siempre trataba de evadirlo y lo confirmo al ver que Suguru le evadía la mirada a su Koi, vio la preocupación impregnada en el rostro de Sakano por lo que tomo la decisión de marcharse de una buena vez y dejar a la pareja arreglar las cosas.
- bueno chicos me marcho, nos vemos – K se despidió, se subió a la camioneta y se marcho, Sakano volteo a ver a su Koi, estaba preocupado ya que ni siquiera la mirada le regresaba.
- Suguru…
- vamos a entrar – le dijo el menor para irse directo a abrir la casa de Sakano, este vio la oportunidad de hablar con el menor en la casa, así que no dijo mas y lo siguió.
Los dos entraron a la casa y Sakano en cuanto cerró la puerta dio alcance al menor y tomándolo del brazo lo puso contra la pared, y se apodero de los labios de Suguru, había sido un movimiento algo brusco por lo que sintió un poco de dolor en sus heridas, pero no le importo lo único que quería era probar los labios de su amante, el cual se los había negado por una razón que estaba dispuesto a averiguar.
Por otro lado Suguru estaba sorprendido, nunca se espero tal acto de su amante y porque negarlo, el también lo deseaba, pero estaba preocupado y algo afectado por los acontecimientos pasados que no sabía cómo actuar, sentía que si él no se hubiera fijado en Sakano el mayor no estaría herido, abrió sus ojos de sobremanera al recordad eso y separo poco a poco a su Koi de sus labios.
- sa-Sakano… tus heridas…
- mis heridas no me importan, me importas mas tu, que es lo que pasa, porque te siento tan distante? – le dijo mirándole a los ojos, Suguru no pudo sostenerle la mirada.
- yo… - Sakano con una de sus manos levanto el rostro del menor del mentón.
- dime qué pasa, he hecho algo que te molestara? – preguntaba con temor.
- no! Por supuesto que no! – Dijo inmediatamente – es solo que… - desvió un poco la mira.
- qué?
- no puedo dejar de pensar que lo que te sucedió fue culpa mía – Sakano se sorprendió por ello – si tu no estuvieras conmigo nada de esto hubiera pasado, por ser mi pareja Thoma…
- ya no tienes que mencionar si quiera ese nombre Suguru, no puedes echarte la culpa de lo sucedido, tu no sabias lo que ese sujeto tenía en la cabeza y escúchame bien, no me arrepiento en lo absoluto de estar contigo, solo tú no te arrepientas de estar conmigo.
Suguru lo vio directo a los ojos y vio en ellos aquello por lo que decidió salir con él, seguridad y una mirada completamente de amor, Sakano lo amaba y cuando se trataba algo de él siempre se comportaba sereno y con seguridad, cosa que nunca hacia con las demás cosas, haciendo que él pudiera confiar en el mayor, lo que veía en esos ojos fue la pauta necesaria para saber que sus miedos eran infundados y que este no lo odiaba, más bien lo amaba al igual que el.
- lo siento… - dijo mientras besaba los labios de Sakano – lo siento mucho… perdóname – Sakano cerró los ojos y degustaba los pequeños besos que le daba el menor, lo tomo de la cadera suavemente y comenzó a hacer los besos más largos pero suaves.
- te amo…te extrañe… no te alejes nunca mas así… te necesito a mi lado… -decía entre besos que poco a poco subían de intensidad y sus manos viajaban por toda la espalda de Suguru – quiero hacerte el amor…
- entonces no perdamos el tiempo – el menor tomo la mano de Sakano y lo condujo con cuidado a la recamara, cuando llegaron a ella comenzaron de nuevo a besarse para irse quitando poco a poco la ropa, sus manos paseaban por todo el cuerpo, tocando la piel que se exponía, Suguru se separo un poco, contemplando el pecho y abdomen vendado del mayor ya que su única prenda era unos bóxer negros ceñidos al cuerpo provocando que se marcara el excitado miembro de Sakano.
Suguru tomo su mano para llevarlo a la cama, hizo que se acostara boca arriba mientras él se arrodillaba en medio de las piernas – Suguru?
-shh… tranquilo, estas aun delicado, déjame a mi hacerte sentir bien esta vez… - retiro los bóxers de Sakano poco a poco hasta dejar libre su miembro que ya estaba duro, con una de sus manos comenzó a masajearlo, se inclino hasta que su lengua comenzó a juguetear con la punta, el mayor comenzó a soltar pequeños gemidos de placer y soltó uno grande cuando Suguru se metió todo en la boca, succionaba con fuerza y rapidez, para luego pasar a uno más calmado, también se ayudaba con su mano deslizándola al mismo ritmo que su boca.
- aah…sugu… se siente…mmm…bien…. – decía entrecortadamente por el placer que le brindaba el menor, regularmente no era tan activo como se comportaba ahora, pero no podía quejarse ya que lo estaba disfrutando.
Suguru mientras le chupaba el miembro de su Koi se preparaba para tenerlo dentro, con su mano libre metía dos de sus dedos en su propia entrada, cuando sintió que ya estaba listo se sentó en las caderas de Sakano, rozando el trasero con su miembro.
- esta vez lo haré yo – se inclino un poco para darle un beso, sobre sus rodillas se levanto un poco para acomodar el pene en su entrada y poco a poco fue bajando – aah…mmm… - sintió un poco de incomodidad pero de a poco logro meter todo la extensión dentro de él – aah… - se hizo hacia atrás para poner sus manos en las piernas de Sakano y tenerlas como apoyo y comenzó a moverse de arriba bajo.
- aaah… así!! – Sakano sentía el placer de la estreches de su Koi, sentía que no aguantaría mucho por la atención de antes y el de ahora, empezó también a mover su caderas para entrar más profundo en Suguru, y con una de sus manos comenzó a masturbar al menor al mismo ritmo, al parecer tampoco aguantaría mucho.
Suguru cabalgaba cada vez más rápido, sentía que pronto llegaría al igual que su Koi – aah…Sakano…te amo!!
- aaahh!!! – los dos se vinieron, el mayor dentro de Suguru y este en el abdomen y pecho manchando las vendas de mayor, Suguru se dejo caer poco a poco a un lado de Sakano haciendo que el miembro de este saliera de su interior – Suguru…estas bien? – el mayor con uno de sus brazos lo atrajo hacia él para abrazarlo.
- si… - su respiración se iba calmando - … creo que necesitaba esto jeje.
- la verdad es que yo también, pensé, cuando todo paso, que no podría verte de nuevo, que no podría sentirte.
-no digas eso, ya paso y estaremos juntos mucho tiempo más verdad?
- claro que si, te amo Suguru…
- yo también te amo – se incorporo un poco para darle un suave beso en los labios, entonces se percato del desastre en las vendas de Sakano – será mejor que te cambie esas vendas, están todas manchadas…
- no te preocupes, durmamos y después me las cambias, te vez que te caes de sueño y yo estoy igual.
La verdad es que Sakano tenía razón, había sido mucha adrenalina, casi nunca era tan activo y el temor de la inseguridad de no hacerlo bien o lastimar mas sus heridas hicieron más efecto por lo que cayó rendido, se dejo hacer por el mayor para taparse y quedarse ambos dormidos.
Por otro lado en el departamento de cierto pelirrosa la tención estaña en el aire, la psicóloga había hecho preguntas claves en la vida de Shuichi y este no sabía si responder o seguir evitando las respuestas como hasta ahora, pero cuanto tiempo iba a poder hacerlo? Se rendiría alguna vez esa psicóloga?
- vamos Shu, es el momento de que hables, ahora que estas más preparado que nunca – Shuichi se quedo sorprendido por ello, acaso ahora estaba preparado para hablar de su dolor, no lo sabía pero si le hubieran preguntado anteriormente estaba seguro que el tema lo evadiría olímpicamente, en cambio ahora no podía con tanta facilidad, al parecer su cuerpo y alma piden una liberación que solo las palabras y tal vez muchas lagrimas podrían dar eso.
Suspiro pesadamente y fue a la cocina ante la atenta mirada de la mujer la cual rogaba que el menor no tuviera también instintos asesinos como el loco del escritor y sacara un cuchillo de la cocina para matarla, bueno tal vez eso era irse demasiado lejos, pero aun así no estaba curada de espantos, vio como el pelirrosa regresaba con dos frascos de agua, puso uno en la mesita frente a la mujer, él se sentó en el sofá que también estaba frente a la mujer y puso el agua en la misma mesa.
- bien, tienes razón, responderé todas esas preguntas, supongo que estoy más preparado ahora que nunca antes, así que por donde quieres que comience.
La chica lo miro y sonrió – bien, en ese caso desde el inicio, supongo que sabes de qué hablo no?
- claro, como no saberlo – dijo irónicamente – pues que te puedo decir, y amaba a mi padre, lo respetaba y veía como un héroe, típica forma de ver a un padre cuando eres un niño pequeño, y en parte más en mi caso ya que mi verdadera madre había muerto y quien se encargo de mi fue el, hasta que la madre de Maiko entro en nuestras vidas, estuve muy feliz al ver a mi padre con otra persona, nunca fui de los que pensó que usurpaban el lugar de su madre, sobre todo porque esa señora nunca me prohibió recordarla ni nada por el estilo…
- entonces eras feliz?
- extremadamente feliz, pero nada dura para siempre al parecer…
- cuando empezó todo?
- pues no recuerdo bien, creo desde que nació Maiko, pero yo no me daba cuenta…
- a que te refieres?
- a que al parecer él empezó a tocarme de forma inadecuada y yo no sentía que así fuera, ya sabes, cuando las cosas subieron de tono fue cuando me di cuenta de que algo no estaba del todo bien, pero antes no, los pequeños roces, su mano en mis mejillas, en mis piernas, pequeños toques, nunca supe en que comenzaron a ser de segundas intenciones.
- como fue que te diste cuenta?
Suspiro – una vez que estuvimos solos en casa, la mama de Maiko y ella fueron a casa de su madre para que vieran a su nieta yo me quede con papa porque quiera ir mas tarde a casa de Hiro, para entonces yo estaba en primaria, para ser exactos en quinto, como aun no era hora de ir a casa me mi amigo fui a dormir un rato, pero no pude solo dormite, por lo que estaba un poco consiente, escuche como alguien entraba a mi habitación, era mi padre, el… se acerco a mi cama y se sentó a un lado de donde yo estaba acostado, yo le daba la espalda, el comenzó a acariciarme mis cabellos, después con su otra mano delineaba mi brazo y parte de mi pierna ya que estaba acostado de lado… - sintió un escalofrió por todo su cuerpo al recordarlo – después se inclino y entre mi rostro y cuello aspiro profundamente y después dijo… - cerro los ojos fuertemente – el dijo el nombre de mi madre – miro a la psicóloga – yo no estaba del todo consiente por lo que creí que no era del todo cierto y había sido parte de mi imaginación.
- pero volvió a pasar… - dijo la mujer por lógica.
- así es, el entraba a veces por la noche yo aun no dormía, las cosas fueron subiendo de tono, tocaba mis piernas con más intensidad, también comenzó a tocar mi pecho y mi trasero ya que regularmente dormía de lado por lo que no tocaba mas pero una noche yo ya me estaba quedando dormido y era boca arriba, el entro y como siempre se sentó a un lado mío, nunca me había tocado tan directamente como esa noche y también fue cuando me di cuenta de la razón de los jadeos que de repente escuchaba, me di cuenta porque esa noche no me hice el dormido y le hable, le dije “papa?” … no puedo creer que recuerde esa noche… - dijo casi con un nudo en la garganta – “shh, tranquilo mi niño, esto es entre tú y yo mi niño, no es necesario que lo sepa nadie más, no es nada malo, solo te estoy demostrando que te amo tanto como ame a tu madre” fue lo que me dijo mientras tocaba mi pecho sobre mi pijama, vi como dirigía una de sus manos a sus pantalones y los desabrochaba, el saco su… - no podía decirlo abiertamente – entonces el comenzó a masturbarse mientras que me tocaba, levanto mi camisa y comenzó a tocar mis pezones, yo tenía miedo y no sabía qué hacer, me regañaba mentalmente por temerle a mi propio padre, pero algo me decía que no estaba bien, que esas cosas no se hacían que era antinatural, el comenzó a lamber mi rostro al igual que mis labios, me dio más miedo a un y después quede más petrificado cuando su mano la poso por sobre mi pijama de abajo, comenzó a toquetear mi pequeño pene…yo… - pequeñas lagrimas salían de sus ojos, era como estar viendo lo sucedido de nueva cuenta - no me excite y eso al parecer esa noche no le molesto, el se vino en su mano al muy poco tiempo, supongo que la adrenalina de que yo estuviera despierto.
- desde esa noche supongo que intentaba siempre estar solo contigo, o me equivoco?
- no, no te equivocas, lo peor del caso es que siempre había oportunidad.
- porque jamás dijiste nada?
- porque tenía miedo, porque no estaba seguro de nada, aparte veía a mi padre y a la mama de Maiko que se besaban y que compartían normalmente, se veían felices, como si nada estuviera pasando, pero un día…
- que paso?
Shuichi abrió la botella de agua y le dio un pequeño trago, sabía que esto era demasiado difícil, pero está sorprendido de recordarlo todo como si hubiera pasado ayer – un día solo estábamos mi padre y yo en casa, no recuerdo muy bien porque, yo me estaba dando una ducha y entonces el entro… yo me sorprendí y él me miraba de una manera que me hacia estremecer, el estaba completamente desnudo contemplándome, me dijo que hacía mucho que no nos bañábamos juntos así que se metió, yo le di la espalda mientras me enjabonaba porque vi como comenzaba a ponerse duro… - trago saliva – yo quería salir rápidamente, por lo que me metí al agua para quitarme el jabón, pero él me abrazo por detrás, sentí su miembro duro en mi espalda, el comenzó a restregarse en mi…yo…no podía moverme, tenía mucho miedo, el gemía y decía el nombre de mama… Lizbeth, Lizbeth, yo no soporte mas y me aparte, no sé cómo pero me agarre de valor y lo enfrente, le dije que le diría a la mama de Maiko, el me agarro del brazo antes de que yo saliera del baño, el me dijo que no me creería, que era imposible que le creyeran a un niño pequeño y que arruinaría la pequeña familia, aparte de que si decía algo tendría que comenzar a jugar con mi pequeña hermana… - agarro fuertemente la botella – yo me petrifique, después me dijo que no tenía que ser el causante de nada malo, que él solo me quería a mí, que no era necesario arruinar nuestras vidas.
- pero él estaba arruinando la tuya…
- esa vez el me toco con más insistencia en la ducha hasta que provoco que mi pequeño cuerpo reaccionara, después de eso yo me sentía mal, con todo y conmigo mismo, Hiro me preguntaba que me pasaba, al parecer estaba más distraído que de costumbre, ausente, la madre de Maiko también lo notaba pero no podía ponerme mucha atención por el hecho de que estábamos teniendo problemas económicos y entonces fue cuando decidimos irnos de Japón por una oportunidad de trabajo para mi padre, yo entre a secundaria, así que me despedí de Hiro, aunque nunca pensé que lo volvería a ver tan pronto jeje – rio nervioso – un día yo me quede con papa en casa, la madre de Maiko había salido junta con ella, fueron arreglar las cosas para que Maiko entrara a preescolar, entonces lo inevitable paso, mi padre entro a la habitación como siempre, pero su mirada no era igual, esta vez se notaba la lujuria impregnada en sus ojos, me quito la ropa a fuerzas, yo trate vanamente de quitármelo pero por primera vez me golpeo, me dio en la cara y en estomago, casi perdí la conciencia, me abrió las piernas y entro en mi… - los sollozos no se hicieron esperar – me desgarro por dentro, yo sangraba, le pedía a gritos que se detuviera pero el… yo…. Entonces de repente deje de gritar, me perdí en algún momento… solo vi cuando lo que parecía un policía entraba al cuarto seguido de la madre de Maiko…ella me abrazo con fuerza pidiéndome perdón por no detenerlo antes, al parecer sospechaba que algo raro estaba ocurriendo… pero al parecer como yo…no podía creer que algo como eso estuviera pasando…
- ya veo, que paso con tu padre?
Shuichi se limpio las lagrimas pero estas aun no dejaban de salir – lo encarcelaron, el decía que lo había hecho porque veía a mi madre en mí, pero aun así le pusieron muchos años de cárcel, el no saldrá con vida de la cárcel, morirá por la edad…
- que paso después con la madre de Maiko y tu hermana?
- pues yo me derrumbe, quería morirme, me sentía mal, pero…un día la vi llorando, abrazando a Maiko con fuerza, la pequeña correspondía el abrazo y le decía algo como “mi hermanito no te odia”, la veía que no solo yo estaba hecho pedazos, si no que ella también se estaba quebrando y no podía permitirlo por mi hermana, entonces…
- te tragaste tu dolor y al día siguiente estabas con una linda sonrisa – adivino de nuevo.
- si…
- y ella no pregunto nada? No hablaron de nada?
- no, supongo que para ella era un escape a la realidad el que yo me mostrara bien, así que creo decidió mantener la farsa…
- y que paso contigo?
- yo… me dije a mi mismo que soportaría hasta regresar a Japón, buscaría a Hiro y el seria mi paño de lagrimas…
- pero no fue así.
- no, cuando entre a secundaria de nueva cuenta porque perdí el año me encontré con él, me sorprendí el verlo en mi salón…
- lo se perdió el año porque sus padre murieron y se quedo a cargo de su hermano…
- así es…
- y entonces supongo que no quisiste darle más peso a Hiro, o me equivoco?
- no te equivocas, seguí adelante animando a Hiro, el me pregunto por mi padre, le dije que se metió en un problema y que ya no lo volveríamos a ver, le pedí que no preguntara mas, el me hizo ese favor.
Ahora fue turno de la psicóloga de abrir el agua y darle un trago – y que sientes con respecto a todo eso? – pregunta clave.
- que quieres que sienta… una de las personas más importantes en mi vida, una que amaba por ser quien era y lo que significaba me lastimo más de lo que un enemigo podría hacer y lo peor es que no podía quejarme si no quería ver lo que me quedaba de familia destruida, no podía llorar con un amigo cuando este está sufriendo tanto como yo, no me quedo más remedio que tragarme todos y cada uno de mis sentimientos.
- que paso después?- como lograste no quebrarte en el camino?
- la música, nada más ni nada menos, que la música.
- NittleGasper?
- así es, se convirtió en parte fundamental de mi vida, me dio una razón mas por lo que vivir.
- en qué sentido?
- me dio una meta, algo que alcanzar, un sueño que realizar.
- después…
- creo que lo sabes, conocí a Yuki Eiri un día antes de entrar de lleno al mundo de la música, eh increíblemente me enamore de él y porque no decirlo fue amor a primera vista.
- pero ese rubio no llego a tu vida a si nada mas, venia con una historia.
- pero no es algo por lo que pueda culparlo, yo me metí en su vida, no al revés.
La chica se sorprendió un poco en ver que el pelirrosa era consciente de eso, tal vez no iba a ser tan difícil que existiera una reconciliación.
- pero bueno, tuviste desde el inicio problemas con él?
- claro, él pensaba que yo era un chico pagado por su hermana y su cuñado para convencerlo de no sé qué cosas, convencerlo no fue lo difícil de esta con él, si no el aguantar sus desplantes.
- como lograste hacer el amor con el después de lo sucedido?
Shuichi por un momento se quedo callado y la miro sorprendido, era algo en lo que nunca se detuvo a pensar – no lo sé – y era la verdad, ni siquiera recuerda haber tenido miedo de ser lastimado, más bien era el miedo de hacerlo por primera vez, ya que el no contaba su violación como primera vez – la verdad no lo sé, no tuve miedo de él ni de que me lastimara, solo el de no hacerlo bien, lo común cuando…
- lo vas a hacer por primera vez.
- así es…
- bueno, que paso con Aisawa?
- me violo, bueno, he de decir que contrato a alguien para que lo hiciera, el tomo fotos y me amenazo con perjudicar la carrera de Yuki, yo me sentía morir pero cuando dijo eso… no pude más que pensar en Yuki.
- porque sucedió?
- porque un novato le estaba ganando terreno en la música, el descubrió que Yuki y yo teníamos nuestros encuentros, que yo estaba enamorado del y utilizo eso para frenar mi progreso y no poner en riesgo su carrera.
- pero…
- Yuki se entero por Hiro, no sé cómo pero dio con ellos y el golpeo yo me entere y fui a ver si él estaba bien.
- Seguchi también se entero y actuó para proteger a Eiri?
- así es, desapareció a Aisawa del mundo artístico junto con su banda.
- y que paso cuando viste a Eiri?
- lo que nunca creí ver, algo que me prohibió llorar a mí.
- que cosa?
- el verlo llorar a él… nunca creí ver algo así, al parecer tenia pena de lo que me hicieron, por lo que le paso a él antes, yo no tuve tiempo de pensar en mi dolor, solo en tratar de hacer sentir bien a él … pero el muy cabron a la primeras de cambio se larga a tratar de casarse con Ayaka! – el tono de Shu hizo ver que eso era algo que le molestaba mucho al pelirrosa.
- que sentiste en ese momento – me dolió, mucho, una parte de mi quería que se atara a alguien que él no amaba para que sufriera por no apreciar nada de lo que hacía por el – apretaba la tela del pantalón de las rodillas con sus manos - otra parte de mi me decía que lo buscara, que comprendiera y esa parte fue la que gano, fui por él.
- el te conto lo de Kitasawa, verdad?
- sí, fue cuando comprendí mas que nunca su forma de ser, yo lo entendía a la perfección, después de todo yo pase por algo similar, pero no! El muy bastardo solo veía su dolor, creía que queriendo quitarse la vida solucionaría su dolor, si eso fuera verdad yo ya no estaría aquí.
- y porque nunca le contaste nada?
- era necesario? Después de todo el supo de la violación de Aisawa y aun así me trato como si yo no comprendiera por lo que él estaba pasando, de que serbia contarle mi dolor si solo estaba concentrado en el suyo.
“Buen punto” pensó la mujer – pero no era igual Shuichi después de todo no era una persona importante en tu vida como lo fue Kitasawa para la de él, si le hubieras contado lo de tu padre tal vez hubiera sido diferente porque podría compararse la magnitud de la herida, pero hay que tomar en cuenta de que Eiri no se alejo de ti porque no lo comprendieras, más bien lo hizo para no dañarte y que tú en algún momento no lo dañaras si llegaba a confiar en ti…
-PERO YO JAMAS LE HARIA DAÑO!! Yo jamás me atrevería a tocar un solo cabello de él para hacerle mal!! Se lo dije, incluso se lo demostré… pero no me creyó y fue a tratar de quitarse la vida.
- yo entiendo Shu y el ahora lo comprende…
- demasiado tarde el daño ya está hecho…
- pero fuiste por el…
- claro que sí, no iba a dejar que fuera un cobarde, ni yo uno, yo le amaba y me pertenecía no iba a permitir que se me fuera entre las manos.
- lograste que volviera.
- así es… pero las cosas aun siguieron siendo difíciles.
- Seguchi?
- no solo él, también Yuki, su forma de tratarme, los engaños, las humillaciones, la indiferencia junto con los intentos fallidos de Seguchi por separarnos , eran demasiadas cosas.
- pero seguiste con él, porque?
- porque tenía fe en que en algún momento me amara.
- y lo hizo…
- no lo sé… - respondió rápidamente tomando el agua, le dio un gran trago y después miro a la mujer – no lo sé, sabes, cuando Aisawa se cruzo de nuevo en mi vida sentí que moría, tenía miedo de que me lastimaran de nueva cuenta como ese sujeto lo hizo, esa misma noche Yuki se convirtió en lo que siempre soñé, en lo príncipe azul deseado, pero no se fue tan de repente que supongo no supe que pensar, pero no le di importancia y me deje llevar porque lo necesitaba.
- platícame sobre lo de Seguchi – dejaría el tema de Eiri para el final, después de todo lo importante era hacer que soltara primero todo su dolor de los traumas.
- que quieres que te cuente? Que me sentía morir con su palabras crueles, que quería hacer hasta lo imposible por no ocasionar problemas a Yuki, que cuando fue al departamento para secuéstrame no me sentí mal en ver como involucraba a Sakano en todo esto, que sentía pavor al ver a esos sujetos de nueva cuenta lastimando mi cuerpo de esa manera, que no me sentí tan confundido cuando Aisawa mato a esos sujetos y a Thoma, que no se qué pensar a un sobre eso.
- pero te ibas a tragar de nueva cuenta esos sentimientos verdad?
- que mas podía hacer?
- no sé, tal vez llorar en los brazos de las personas que son importantes para ti?
- no quería ser un molestia, después de todo Yuki me decía que eso era.
- te decía, ya no…
- si de la noche a la mañana… hice lo que me dijiste, pensé en las cosas y fue cuando capte el cambio tan radical de Yuki, se mostraba como siempre quise.
- entonces cual es el problema? Si al final es lo que deseabas.
- pero fue muy drástico, que tal si así como vino esos sentimientos en él se iban y me lastima como en antaño, esta vez no lo podría soportar, si el cambio se hubiera mostrado de a poco, si una pequeña señal de que él me quería se hubiera manifestado tal vez… - negaba con la cabeza inseguro de las cosas – tal vez todo hubiera sido diferente, tal vez yo le hubiera tenido confianza, no sé, no sé, yo no quiero ser de nuevo lastimado por una persona amada.
Entonces la mujer comprendió que el miedo de Shuichi era el mismo miedo que una vez sintió Eiri con respecto a él, a volver a ser lastimado si confiaba, si entregaba de nueva cuenta el corazón.
- dime, para ti la forma de actuar de Eiri se te hizo correcta, con lo que respecta a Kitasawa, el no volver a quererse enamorar de nadie?
- no, se me hizo algo cobarde…
- no piensas que tu estas actuando igual, que al sentir por primera vez el dolor de tu pasado te está haciendo actuar de la misma manera? Que no quieres confiar en los sentimientos de Eiri por temor a que pase lo mismo que con tu padre y te lastime la persona amada?
Era verdad, tenía miedo, el mismo miedo que le decía a Yuki que era infundado, pero mucha diferencia – yo siempre le mostré a Yuki cuanto lo amaba, soportando todo, el rara vez mostraba cariño, es diferente, no hay seguridad detrás de sus palabras.
- si te demuestro que si hay seguridad y sustento en sus palabras te dignarías aunque sea a hablar con él?
- yo… - eso era algo que no se esperaba, no sabía que decir.
- no te pudo que regreses con él, solo te pido que te des la oportunidad de hablar con él y resolver los sentimientos que los dos tienen en su interior.
- solo si lo que me muestras es tiene tal valor.
La mujer sonrió, tomo se levanto del sofá algo entumida, tenía mucho tiempo sentada, se percato de que ya era de noche viendo por una de las ventanas – tienes computadora?
- si…
- bien – tomo su llavero y despego la memoria – es el único archivo que hay, es una historia muy larga, inclusive va desde antes de conocerte, desde que Eiri llego a Japón…
- estás hablando de… - Shuichi la miro sorprendido.
- es su diario, ayer lo extraje con muchos problemas.
- Yuki llevaba un diario?
- al parecer si tengo algo de influencia como su psicóloga, yo le dije antes de irse de Nueva York que sería bueno que descargara su vida de una forma, tu lo acabas de hacer hablando, el lo hace escribiendo, algo de esperar en el verdad?
- jeje supongo.
- bien… - tomo de nuevo su llavero y separo una llave – ten – se la dio al pelirrosa el cual la tomo sin comprender, luego la vio sacando un papel y una pluma de su bolsa – cuando termines de leerlo, porque sé que tendrá el peso suficiente, ve a esta dirección, es su nuevo departamento, me retiro.
- y si no tiene el peso suficiente?
- lo tiene – después de decir eso la mujer salió del departamento, Shuichi se quedo viendo la puerta al parecer decidiendo si leí a o no el contenido de esa USB.
Pasaron unos tres días de los más amargos para el escritor, Tatsuha iba en las mañanas y durante las tarde a hacerle compañía pero no era la que deseaba tener, su esperanza de recuperar a su bola rosa se hacían nulas al no saber qué hacer para tan siquiera hablar con él, fue a la cocina a tomar una cerveza y regreso a sentarse en el sofá donde había estado los últimos dos días, tomo de la cerveza y la dejo después en la mesita de centro, se recargo completamente y se cubrió los ojos con su antebrazo, se sentía frustrado.
Un ruido proveniente de la puerto le llamo la atención pero no lo suficiente para voltear – Tatsuha ya deja de venir a cada rato, no me voy a cortar las venas si es que lo que te preocupa, aparte te convendría si lo hiciera, podrías quedarte con el carro – vano intento para que el menor lo solo por más tiempo.
- el solo se preocupa por ti, aparte no te preocupes el no vendrá hasta mañana, me lo encontré abajo y le dije que tomaría algo de tu tiempo…
Esa voz, esa voz era la que quería escuchar desde hace mucho tiempo, pero tenía miedo de que fuera una ilusión como muchas que había tenido desde que su bola rosa no lo dejaba verlo.
- Shuichi? – pregunto sin voltear aun.
- al menos que ya no puedas reconocer mi voz, la única forma de saber si soy Shuichi es volteándome a ver – le dijo de forma calmada.
Yuki poco a poco se quito el brazo de su cara y la volteo para ver si la persona que le hablaba era la misma que anhelaba desde muchos días con sus respectivas noches.
- Shuichi – su nombre ya no salía como duda.
- Si Yuki.
- as vuel…
- no – dijo rápidamente, el no había regresado al lado del escritor, simplemente había ido a hablar como lo había prometido – vine a hablar.
El escritor sintió su mundo desmoronarse de nueva cuenta al escuchar no regresaba con él, pero esta vez tenía un deje de esperanza al escuchar que podrían hablar.
- bien, quieres sentarte?
- claro… - Shuichi fue a sentarse en el sillón que estaba a un lado del de Yuki.
- quieres algo de tomar? – pregunto sin quitarle un solo segundo la vista a ese ser que amaba más que a nada.
- no – sus respuestas eran cortas, estaba demasiado nervioso al estar frente al escritor.
El escritor se sentó en donde estaba anteriormente, ninguno de los dos decía nada provocando un silencio de lo mas incomodo, no sabía quién era el primero que comenzaría con esa platica que era de lo más necesaria para los dos.
- te amo – soltó repentinamente el escritor.
- Yuki… - era lo que menos se esperaba y lo que no quería escuchar en ese momento.
- no Shuichi por favor, te amo y tienes que entender que no estar contigo es en verdad un castigo muy cruel.
- porque de repente, porque de la noche a la mañana me lo dices sin siquiera tartamudear?
- porque es lo que siento, porque te amo…
- demasiado tarde para decirlo…
- en verdad?
- si… - el escritor se sintió morir ante eso – si tan solo…
- que cosa?
- si me hubieras dicho todo lo que sentías las cosas hubieran sido muy diferentes, sin vez de escribir esos te quiero me los hubieras dicho en mi cara desde el momento que comenzaste a sentirlos ahora estaríamos juntos.
- escribirlos? – pregunto extrañado, nunca había escrito esas palabras directamente, solo en un solo lugar lo había hecho y no se había detenido nunca en escribirlos hay pero estaba seguro de que el pelirrosa no sabía de su existencia.
- en tu diario – Yuki lo miro sorprendido –lo he leído…perdón.
- pero cómo? – no sabía cómo había llegado a sus manos si estaba solamente en un computador escondido entre archivos.
- Chizuru, creo que estuvo aquí y dio con él.
- pero… - “claro, con ayuda del estúpido de Tatsuha” pensó – entonces, sabes que no es que te ame desde ahora.
- pero no lo demostraste hasta ahora.
- admito que fui un idiota por ello, pero te juro que te amo.
- ya es tarde, yo no confió en ti.
- porque?
- porque a pesar de saber lo que siente ahora temo que me lastimes cambiando de la noche a la mañana como ahora.
- pero no fue de la noche a la mañana!!
- pero el mal ya está hecho, yo temo ser lastimado de nuevo por ti.
- crees que yo te lastimaría.
- duraste muchos años asiéndolo aun a pesar de que me amabas.
- tenía miedo Shuichi así como tú lo tienes ahora, pero comprendí…
- lo sé, se que al final te diste cuenta de que te amaba de verdad pero no se compara la forma en la que actué yo durante toda la relación a como lo hiciste tu, yo nunca te humille, nunca te insulte, jamás te hice de menos, mucho menos te fui infiel – trato de que no sonara como reproche pero no pudo evitarlo.
- créeme que se que cometí mucho errores.
- te diste cuenta demasiado tarde – le dijo Shuichi para después desviar la mirada.
- por favor no me digas eso, estábamos bien antes de que pasara eso… - refiriéndose a lo de Thoma.
- sí pero jamás me detuve a pensar en mi dolor, solo veía por tu bien, jamás en lo que yo sentía, en mis miedos e inseguridades, me tragaba todo por tu bien y nunca pensé en mí, no puedo seguir haciéndolo a tu lado no me siento seguro…
- tienes los mismos miedos que yo tuve cuando te conocí, pero a diferencia de ti yo nunca te di seguridad verdad?
- así es… lo siento pero no puedo regresar contigo, si tan solo hubiéramos sido sinceros, compartir nuestros miedos, pero no, se podría decir que incluso empezamos mal, yo me metí a tu vida a la fuerza, así que yo también tengo la culpa de nuestros errores, pero no se trata de imponer si no de corresponder, tu no me correspondías, más bien me impuse y eso no era correcto.
- dame una última oportunidad Shu… - fue el ultimo ruego por parte del escritor.
- lo siento, pero esta historia ya llego a su fin, ya no hay más oportunidades que dar, estamos demasiado lastimados y ocultamos muchas cosas – Shuichi se puso de pie para salir de la vida de Yuki Eiri para siempre.
El escritor no decía nada, tenía sus ojos ocultos por sus cabellos pero se veía las lagrimas que correr por sus mejillas, Shuichi lo vio quiso arrepentirse pera la decisión estaba tomada, y se encamino a la puerta.
- Shuichi… - le llamo antes de que el cantante saliera por esa puerta – me amas?
- siempre – el pelirrosa sin mirarlo y sin pensarlo mucho le respondió, no quería que viera sus lágrimas de dolor.
- si hubiéramos empezado diferente, estaríamos juntos ahora?
- no lo sé, depende.
- de qué?
- de que tan sincero hubiéramos sido el uno con el otro, que tanta confianza nos diéramos y que tan abiertos nos mostráramos con nuestros sentimientos.
- ya veo.
- adiós Yuki – Shuichi salió de ese departamento sin mirar atrás.
- adiós…