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DULCES SUEÑOS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la actualización y el final, la historia es cortita, pero tiene lo suyo

CAPITULO II .- VENGANZA


 


Esa noche Ikky habló con Seiya, no le dijo lo que había encontrado en la casa de Shura, es más ni siquiera le dijo que había estado allí, solamente le pidió al castaño que le avisara de los movimientos de estos chicos en el Instituto, el peliazul había considerado la posibilidad de inscribirse en el colegio pero lo pensó mejor, no podía permitir que lo relacionaran con Shun, siempre había la posibilidad de que alguien además de Seiya lo supiera, además el desaparecería luego de que cumpliera sus propósitos.


 


El peliazul se dedicó a seguir y vigilar a los otros chicos del grupo, tenía todas sus direcciones, los nombres de los miembros de sus familias, los horarios de sus clases, Ikky había entrado hábilmente y sin ser detectado a todas las casas buscando mas pistas o algo relacionado con su hermano pero aparte de lo que encontró en casa de Shura no había encontrado nada mas de importancia, al parecer Mu lo había presentado al grupo pero Shura fue su “encargado” principal, los demás chicos solo fueron espectadores de todo lo que la cabra le había hecho, eso si, ninguno lo defendió o ayudó o aconsejó ni nada, lo vieron impávidos mientras el otro lo corrompía, pervertía y finalmente destruía.


 


Pronto a todos los miembros de ese grupo les agarró una racha increíble de mala suerte pues en un par de meses, los autos de sus familias fueron vandalizados, sus casas robadas, los chicos en cuestión uno a uno fueron víctimas de asaltos y golpizas sin razón aparente, la policía no pudo dar con el o los causante de estos actos de vandalismo, ni lo harían nunca…


 


El joven peliazul había pensado en cobrarse ojo por ojo con los hermanos y hermanas menores de los chicos del grupo, pero…, lo pensó mejor, esos niños eran inocentes como lo fue su hermano, si lo hacía se rebajaría a su nivel y su Shun no estaría orgulloso de él, había sido poco pero con lo que había hecho acallaba en algo su conciencia, además utilizando las influencias de su importante padrastro consiguió algunas cosas mas, los padres de Milo y Camus trabajaban para una de las empresas del Holding que tenía su padrastro y fue fácil hacer que los despidieran, además a la mamá de Camus que trabajaba en el Banco del Estado le iniciaron una investigación por malversación de fondos, ese dato lo había obtenido del propio Seiya pues su papá también trabajaba en ese banco, el padre de Aldebarán estaba siendo investigado por evasión de Impuestos y al parecer debería abandonar el país para evitar ir a la cárcel, pero en el caso de Shura no había podido encontrar nada jugoso con lo que atacar y en un arranque de coraje incendió su casa cuando no había nadie.


 


Pero todo esto eran niñerías, Ikky tenía planeado algo mas pero tenía que encontrar la ocasión perfecta para ello, la cual se presentó aproximadamente 4 meses después, Ikky creía firmemente en el dicho de que la venganza es un plato que se sirve mejor frío, y pacientemente esperó, se acercaba el fin de año y los chicos del colegio de Shun habían organizado un baile de disfraces para celebrar su graduación, Seiya le había asegurado que el grupo de Shura en pleno (osea todos ellos) asistirían, esto era perfecto, Ikky podía colarse en la fiesta y llevar a cabo su plan.


 


Esa tarde de sábado era fría, el baile era en el Coliseo de la Escuela que estaba tras de todos los edificios principales y daba directamente al parqueadero junto a los terrenos del Campus, Ikky iba vestido de astronauta, tenía casco y todo, lo que era estratégico, nadie debía reconocerlo, presentó la entrada que Seiya le había conseguido y esperó en las sombras su oportunidad, Shura iba disfrazado de vikingo lo que le pareció de mal gusto al peliazul pero no importaba esta noche “la cabra” iba a pagar todo el daño que le había hecho a su ángel.


 


Shura recibía llamadas constantes a su celular pero no oía lo que decían y harto de esta situación salió del Coliseo para ver quien le llamaba u obtener mejor recepción o algo, estaba parado afuera y marcaba el número del que recibía las llamadas con tanta insistencia hasta hace un minuto pero lo enviaban directamente al buzón de mensajes y no había saludo por lo que no sabía quien le llamaba, empezó a caminar por el parqueadero buscando mejor recepción, saludó a Milo que iba llegando y le dijo que ya entraba, Ikky luego de que Milo desapareciera en el interior del Coliseo y asegurándose que no hubiera nadie mas en el parqueadero sigilosamente se acercó a su víctima por detrás y colocó un pañuelo humedecido con cloroformo en su nariz, el vikingo intentó forcejear pero a los pocos segundos se desvaneció, hubiera caído al suelo de no ser por Ikky que lo sostuvo, Seiya salió de las sombras y tomó los pies del inconciente chico.


 


- Seiya, que haces aquí? Vete ahora – dijo Ikky en un susurro


- Shun era mi amigo, lo que sea que vayas a hacer yo te ayudaré – dijo el castaño con firmeza


- Está bien, ayúdame a llevarlo al auto – concedió el mayor


 


Los dos jóvenes cargaron a Shura al auto rentado que estaba parqueado entre unos árboles cercanos y sin mayores cuidados lo metieron a la cajuela. Seiya iba a subirse pero Ikky lo detuvo.


 


- Lo que voy a hacer lo voy a hacer solo pequeño, no quiero involucrarte, por favor no le digas a nadie que me conoces, no digas nunca que me has visto siquiera, es mas alega demencia cuando te pregunten por esta noche y si puedes negar que Shun tenía un hermano, pues mejor – Ikky besó la frente del castaño, se subió al auto y se fue.


 


Ikky salió del estacionamiento, y rápidamente desapareció en la noche, manejó a las afueras de la ciudad, mas o menos una hora en la autopista y tomó un desvío por un camino secundario de tierra que lo condujo a una finca abandonada que había sido propiedad de la familia de su madre pero que ahora se encontraba abandonada, el joven se bajó del carro, abrió la cajuela, cargó sobre su hombro al inconsciente Shura y lo llevó a un cobertizo que estaba junto a una destartalada casa que se caía a pedazos, estaban literalmente en medio de la nada, no había un alma en kilómetros, entró en el cobertizo, llegó hasta el fondo de la habitación y abrió una puerta escondida en el piso y con su carga descendió por las escaleras que se abrían a sus pies.


 


Un par de horas mas tarde Shura abrió pesadamente los ojos, estaba fuertemente atado a una vieja silla de hierro y sumido en una oscuridad total, no se podía mover, se encontró inmovilizado pero no amordazado por lo que empezó a gritar por ayuda mientras el pánico lo consumía, de pronto una luz en medio del lugar se encendió, lo segó por unos segundos y pestañeó con fuerza, pudo distinguir la figura de un chico, de apariencia fuerte y cabellos azules, era joven, tal vez de su edad y caminaba por el salón apaciblemente.


 


- Por favor ayúdame, sácame de aquí – rogó el joven con desesperación


- Y porqué habría de hacerlo?, después de todas las molestias que me tomé para traerte – dijo Ikky con calma


- Quien eres? Qué quieres? – el miedo se iba apoderando de él y su voz se quebraba, Ikky esbozó una sonrisa y con tranquilidad dijo mirándolo a los ojos, su voz cargada de rabia y satisfacción


- Hacerte gritar


Shura palideció ante la actitud tan calmada de este extraño que en su vida había visto, empezó a gritar otra vez pidiendo auxilio pero el joven peliazul solo se rió ante eso.


- Grita todo lo que quieras, nadie va a oírte – dijo Ikky con una sonrisa


Había un aroma dulzón en el ambiente, olía como a manzanas, el piso de la habitación en la que se encontraba estaba cubierto de polvo y aserrín, habían muebles arrumados y un solo foco que brindaba una iluminación tenue, casi fantasmal y hacía mucho frío, su única fuente de escape eran unas escaleras que subían pero estaban del otro lado del cuarto, era en un sótano en donde se encontraban, no había ventanas y el silencio era sepulcral, solamente roto por las súplicas de la cabra.


 


Ikky se acercó a una mesa que estaba tapada con una sábana, la retiró dejando ver varios objetos alineados, cuchillos de diferentes tamaños, un taladro, una sierra eléctrica, un lanza llamas semi industrial, Shura comenzó a temblar y lloraba


- Por qué me haces esto? Por favor déjame ir – rogaba el pelinegro


- Lo siento Shura, pero no te estreses, nos divertiremos un rato, no te dejaré ir tan pronto, tenemos tiempo…


- Cómo sabes mi nombre?


- Oh, lo se todo de ti, se a que escuela vas, quienes son tus amigos, tus gustos pervertidos, sabes… no me gustan las películas caseras aunque juzgando por la colección que tenías en tu cuarto a ti no te gustan, te encantan


- Tu estuviste en mi casa? – dijo el pelinegro empezando a enfurecerse por sobre el miedo que sentía


- Si, en tu casa, en tu colegio, en tu fiesta de hoy, no me viste? Yo era el astronauta – continuaba el peliazul con calma


- Por favor, por favor déjame ir, mis padres te pagarán lo que quieras por dejarme ir – rogó inútilmente una vez mas el pelinegro


- Y que te hace pensar que yo quiero dinero o algo tuyo aparte de tus gritos?


- Por favor… por favor… te daré lo que quieras…


- Lo siento, pero mi precio es tu sangre…


- Déjame ir… por favor… te juro que no le diré a nadie pero déjame ir…


- No, empecemos el juego – Ikky tomó una afilada navaja y se acercó a Shura y cortó lentamente su camisa descubriendo su pecho y pasando su filo por sus tetilla que estaban endurecidas por lo frío del ambiente, Shura seguía derramando rebeldes lágrimas, temblaba y empezaba a suplicar que lo soltara y se detuviera


- Por qué? Por qué me haces esto a mi? Yo nunca te he hecho nada – dijo el pelinegro con tono suplicante una vez mas


 


El joven lloraba mientras Ikky iba enfureciéndose mas y mas, hasta que decidió que este mal nacido debía saber la razón por la que iba a morir, aunque originalmente no se la iba a decir.


- Cielos, lo siento Shura, que mal educado de mi parte, no me he presentado, mi nombre es Ikky y tenemos un amigo en común - dijo el peliazul ahora acariciando su rostro con la navaja


- Dios mío, quien???


Ikky se acercó y le dijo al oído en un susurro - Shun


- Shun???? Qué tiene el que ver con todo esto? El está muerto – Shura no lo podía creer, ese estúpido hasta de muerto lo perseguía


- Está muerto gracias a ti


- Fue un accidente, el se mató solo – gritó la cabra con furia


- Te comenté que vi tu colección de videos verdad? Pues entre los que tenías vi uno donde te lo cogías y otro donde enseñabas ese video en una casa llena de gente, eres un degenerado y vas a pagar por lo que le hiciste


- Y a ti que te importa lo que pasó con el marica ese, si te lo querías coger tu también lo hubieras hecho, era una perra


- Cállate imbecil – gritó Ikky molesto


- El me buscó, yo solo tomé lo que se me ofrecía – dijo la cabra en tono burlón


- Te dije que te callaras – Ikky le dio un bofetón que le sacó sangre de la boca, pero a Shura no le importó y siguió hablando


- El solito se metió en mi cama, ofrecía su casa para las fiestas, compraba el trago, que querías que hiciera ah?, que me negara??


- Tu lo corrompiste – dijo el peliazul en un susurro cargado de odio


- No, yo no corrompí a nadie, el era un ofrecido – dijo con seguridad el joven


- Eso no es cierto – contestó Ikky con ira


- Qué te creías que era virgen? Si pasó por la cama de todos mis amigos


- Estaba esperando un hijo – susurró el peliazul acariciando el cuello de Shura con la misma navaja


- Y solo porque tu sabes que me lo cogí ese pequeño bastardo era hijo mío automáticamente no?, pues NO, no era mío, pudo ser de cualquiera, yo solo expuse lo que todos sabían


Ikky lo volvió a abofetear y cayó al suelo con todo y silla, Ikky lo levantó mientras Shura reía


- Pégame, dale pégame, eso no cambia el hecho de que me lo gozé, le hice gritar de placer, el se revolcaba con cualquiera pero le gustaba que yo lo cogiera y me rogaba que le diera mas y mas


Ikky lo volvió a abofetear


- Eres un desgraciado, pero ahora vas a ver lo que es gritar en verdad


Ikky fue hasta la mesa, dejó la navaja y tomó el taladro, Shura palideció cuando el peliazul lo accionó y se acercaba lentamente, pero… algo lo detuvo, una voz habló desde las sombras


 


- Espera nissan, no lo hagas


 


Ikky bajó el taladro y dirigió su atención una de las esquinas que permanecía aún en tinieblas, un joven pálido, delgado con cabello y ojos verdes salió a la luz, caminaba lento pero seguro y tenía el brazo izquierdo con yeso, aún estaba convaleciente del accidente sufrido pero con decisión se acercó y enfrentó a un casi histérico Shura


- No… no puede ser… tu estás muerto – Shura no podía creer lo que sus ojos veían


- Si, lo estoy, tu te aseguraste de eso cuando cortaste los frenos de mi carro – dijo Shun casi en un susurro mientras se acercaba peligrosamente


- No… yo…


- Si querías deshacerte de mi… de mi bebé… no era necesario que me mataras, fuiste un poco extremista no lo crees?


- Shun…


- Y mi bebé… era tuyo y lo sabes


- Yo no… yo no lo hice…


- Shhh – dijo el joven peliverde poniendo suavemente un dedo en sus labios - pero yo se que si, yo se que tu lo hiciste


Shun se acercó lentamente y besó con suavidad los labios del paralizado muchacho, se separó lo suficiente para que Shura lo viera directamente a sus ojos y en un rápido movimiento le clavó un puñal directamente en el corazón, Shura convulsionó y lo miró con incredulidad


- Shun… no…


- Dulces sueños amor mío, que las alas de los demonios te lleven de vuelta al infierno donde perteneces – dijo Shun acariciando sus cabellos y enterró aún mas el puñal que tenía en sus manos y presionó hasta que el joven de cabellos negros convulsionó por última vez y yacía inmóvil en la silla dejando de respirar.


 


***


 


La noticia de la desaparición de Shura Omori fue noticia local, salió en los diarios y en las noticias de televisión por semanas, la investigación seguía abierta aunque después de tres meses la policía no tenía esperanzas de hallar el cuerpo.


 


***


 


En una playa de Brasil dos jóvenes estaban recostados en el sol, uno con cabello verde y otro con cabello azul, charlaban alegremente y tomaban unas bebidas tropicales, el padre del menor se acercaba a los muchachos sonriente, ajeno totalmente a todo lo que había pasado, él era un hombre de negocios muy importante, influyente y extremadamente adinerado y ahora estaba mas que agradecido con su hijastro al encargarse personalmente de la recuperación de su hijo luego de ese accidente hace unos meses, Ikky le había convencido que un cambio de ambiente sería lo mejor para todos así que ahora se habían mudado a Estados Unidos y estaban en la playa el fin de semana antes de instalarse definitivamente en el que sería su nuevo hogar, el mayor había accedido a las súplicas de su único hijo que dejara que su hermano viva con ellos, a el no le hacía mucha gracia pero lo intentaría por su pequeño que siempre estaba solo y que por sus ocupaciones tenía abandonado.


 


Ikky agradecería siempre la ayuda brindada por el castaño amigo de su hermanito así como de su tío Saga, el falsificar el acta de defunción de Shun y organizar todo a espaldas de su padrastro fue extremadamente complicado, el velorio, el entierro y todas las demás cosas que hicieron, el joven peliazul no las hubiera podido hacer sin su tío que ahora los miraba desde la barra de bebidas tropicales con una sonrisa, su pequeño sobrino era la viva imagen de su hermana y por eso ayudó de buen agrado a su sobrino mayor que acudió a él con su corazón roto y profundos deseos de venganza.


 


 


 


 


 


Notas finales:

Espero les haya gustado y muchas gracias por sus comentarios


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