Capitulo 16: día 7: más que un simple deseo, es un dulce anhelo…(FINAL)
Despertó en su cama, con sus ojos ardiendo, el sol bañaba con sus rayos su pequeño cuerpo, una lagrima cayo en sus sabanas blancas…
Se fue…-murmura con su voz quebrada, pesadamente se levanta de la cama y mira por su ventana, recordó todas las veces que esa mirada estuvo velando por su seguridad, día y noche.
Cayo de rodillas sin aguantarlo más, y lloro, lloro como nadie, murando en cada sollozo, su nombre…
Yami, por favor…vuelve a mi lado…-susurra entre aquel llanto tan amargo…
“el rompecabezas…”
Abrió sus ojos como platos, ¿Cómo no pudo recordarlo antes?, limpio sus lágrimas, busco en su bolsillo, saco la pieza del rompecabezas y se levanto del suelo, se acerco hasta su mesa, tomo entre sus manos blancas el rompecabezas. Con cuidado coloco la pieza dorada…
Estaba completo…por fin…su rompecabezas estaba completo, el objeto entre sus manos brillo intensamente, y se elevo ante el.
“ ¿Cuál es tu deseo?...”
Dijo una voz oscura y gruesa...
El menor trago en seco y miro decidido el objeto…
Jamás he sido egoísta-dice en hilo de voz- pero…si ser egoísta significa querer que estar a su lado…seré egoísta por primera vez…-las lágrimas hacen presencia en el- más que un simple deseo…es mi anhelo...por favor…que vuelva….¡¡haz que yami vuelva!...-pide en su llanto.
“Que así sea…”
El rompecabezas se disperso en miles de luces pequeñas de color dorado, todas pasaron como una ráfaga de viento alrededor del menor, sin que el pequeño tricolor se de cuenta, tres de esa hermosas luces, se transformaron en tres mariposas doradas. Dos partieron hacia la ventana y tomaron distintas direcciones y una se quedo en el cuarto del niño y se poso en la oreja de un oso de peluche que estaba en el suelo…
*en casa ryou*
Llorando en su cama, abrazado a sus piernas, así esta el pequeño alvino, quien amargamente, sollozaba, desde que despertó, ha estaco así, llorando, recordando, a su amado, levanto su mirada y observo el rincón donde usualmente estaba su eterno guardián.
Bakura-san…murmura con voz quebrada- por favor... ¡por favor!....vuelve…¡¡VUELVE!!-grita mientras vuelve a sollozar mas fuertemente y de una forma mas desesperada…
Sin que se de cuenta, de aquel rincón, salio una pequeña mariposa dorada, la cual se poso en el borde de la cama de aquel niño, pronto una luz rodeo a la mariposa la cual fue tomando la forma de una persona
El pequeño, pudo sentir, como alguien lo abrazaba, levanto la mirada sorprendido Y pudo notar que estaba en brazos del mayor.
Bakura-san…-dice sorprendido
Mi pequeño ryou…no llores más…-le dedica una tierna sonrisa y lo abraza mas fuerte
¡BAKURA-SAN!...-grita mientras llora en el pecho del mayor
Ya, ya…estoy aquí…ya no me iré…-susurra el alvino mientras acaricia los cabellos blanco del niño
El menor se separa del mayor, pudo notar casi de inmediato, que el mayor había cambiado, ya no parecía tener la edad de 16 años, ahora parecía tener unos 12 años, pero eso no le tomo tanta importancia, el pequeño se acerca y se acurruca en el pecho del mayor. Bakura-san…-susurra- nunca te vayas otra vez…
*en casa de malik*
Su cuarto vacío se llenaba de sus amargos sollozos, sentado frente al video-juego con el cual jugaba junto al mayor, miraba muy melancólico, ese lugar, recordando todas las tardes de juego y risas que paso junto a el.
Se que te prometí que nuca dejaría de sonreír…-murmura entre llantos- pero…¡me cuesta tanto!...marik-san…¡no puedo sonreír si tu no estas!...-baja la mirada y se abraza a si mismo
En el armario donde aquel joven de piel morena, lo vigilaba, velando de sus sueño y cuidándolo durante las noches mas oscuras, se asomo una pequeña mariposa dorada, la cula salio volando de ese pequeño armario.
Esa mariposa dorada se poso en unos de los controles del video-juego, se ilumino y tomo la forma de un humano.
El niño de un momento a otro siento como dos brazos, lo abrazaba por la espalda.
Malik-kun…por favor…vuelve a sonreír…-susurra una voz muy cerca de su oído.
¡¡marik-san!!-se voltea sorprendido y mira como el mayor le sonreía de una forma muy tierna, su apariencia había cambiado, ahora parecía un niño de unos 12 años, aquello no le importo y se lanzo a sus brazos.
¡¡marik-san has vuelto!!...-dice mientras lo abrazaba fuertemente con lagrimas de emoción bajando por sus mejillas
Si, mi niño…ahora...voy a estar a tu lado…-susurra mientras besa a su pequeño en la frente.
*en casa de yugi*
No funciono…-murmura decepcionado, una lágrima traicionera baja por su mejilla y cae al suelo
Yugi-chan…-escucha detrás de el, voltea sorprendido y mira con los ojos como platos a yami, parado a unos centímetro de el, sosteniendo aquel oso de peluche que el mismo le había regalado.
He vuelto…yugi-chan…-le dedica una infantil, su apariencia era distinta, ya no aparentaba tener 16 años, ahora era un niño de 12 años
¡¡¡YAMI!!!...-grita mientras corre a abrazarlo, el mayo deja caer su amado peluche y recibe en susu brazos a su pequeño- ¡¡¡yami, mi yami, has vuelto, has vuelto!!!-dice mientras lloraba de emoción
Mi adorado yugi-chan…-le susurra al oído, se separa y une ambas frentes mirando directo a los ojos a yugi- ya no me iré de tu lado…
Yami…-sonríe tiernamente, se acerca y le roba un beso en los labios
Ambos abrazaron sus cuerpos, tratando de estar más pegados, el sabor de los labios del contrario, apretando ambos cuerpos, el pequeño tricolor entrelazos sus dedos en los cabello del mayor, y el oji-rubí enredo sus brazos en la estrecha cintura de su pequeño.
Se separaron, siendo unidos por un pequeño hilo de saliva, entrelazaron sus manos y se quedaron así, mirándose los ojos.
La noche llego con su manto negro, ninguno de los 3 niños, fue a la escuela ese día, los tres se quedaron con aquellos que amaba, abrazados en sus camas, pronunciando palabras que nunca pensaron decir…
“solo así…puedo ser feliz…sintiendo tu calor en mi piel…escuchando tu respiración…tomando tu mano y entrelazarla con la mía…solo así…soy feliz…”
“te amo…”
Fin