Capitulo 6: Día 2: Flores Para Un Alma En Pena
Lentamente abre sus ojos amatistas, se levanta cuidadosamente, pero se sorprende al notar que su cuerpo ya no dolía, se miro y noto que sus heridas ya no estaba, fue hacia el espejo de su cuarto y se miro, efectivamente ya todas sus heridas no estaban.
¿Qué me ha pasado?…- murmura muy sorprendido, mira hacia donde esta el rompecabezas, ve que encima de las piezas hay una nota, se acerca y la toma
“Cure tus heridas, para que no sintieras más dolor yugi-chan…me preocupe mucho, no me gusta que te hagan daño, así que…de ahora en adelante te protegeré siempre…¡¡¡es mi promesa!!!....yugi-chan eres muy importante para mi…¡no lo olvides!, ¿de acuerdo?....que tengas un buen día en la escuela…te quiere yami.”
Yami…-dice con una sonrisa apenada y un sonroje en las mejillas
Sin más, se preparo para ir a la escuela, se lavo los dientes, tomo un baño, se coloco un uniforme limpio, guardo el rompecabezas en su morral, desayuno y Salió de su hogar, mientras pasaba por las calles, había mucha gente alterada, no le presto atención y siguió con su camino.
Estuvo tranquilo hasta que paso por una tienda de televisores, todos estaban en el canal de las noticias, por azares del destino, el niño quiso ver las noticias, entonces con ojos muy abiertos miro sorprendido a quien era el protagonista de las noticias de hoy.
“ayer a las 5: 30 pm , se encontró el cuerpo destrozado de el joven takeshi nikajawa, en un callejón cerca de un comercio….”
En ese momento pasaron la imagen del chico, el menor sorprendido noto que el mismo chico que lo había golpeado brutalmente apenas ayer, ahora estaba muerto…¿Cómo era posible?....¿habrá sido…?
No puede ser…-murmura asustado y sale corriendo de allí.
Corría por las calles, con su cabeza baja, sin mirar a donde iba, mientras una cuantas lágrimas traicioneras salen de sus mejillas
“yami no pudo hacerlo… ¿o si?... .¡no!...el no seria capaz de matar una persona, el es bueno, ¿cierto?...”
Pensaba, cuando menos lo esperaba llego a su escuela, justo cuando ya estaba en la entrada sonó el timbre, se quedo parada frente la entrada pensativo.
¡yugi!...-llamo ryou quien la había visto llegar- ¡¡ven, o sino llegaras tarde!
El niño tricolor salio de sus pensamientos, entro a clases, pero no prestaba ni la más mínima atención a los profesores, pues su mente vagaba en otro lugar, durante toda la jornada de clases puso sentir la mirada de yami vigilándolo a cada paso que daba.
El mayor estaba donde siempre, sentado con las piernas cruzadas en las ramas del árbol que estaba frente el salón de yugi, abrazando el osito que le regalo, siempre posando una sonrisa tierna que solo era para el menor.
Cuando el último timbre sonó y todos los alumnos salieron de clases, todos corrían felizmente hacia sus casas, menos el pequeño tricolor, que después de despedirse de sus amigos, le dedico una mirada al mayor, el cual lo miro sorprendido, el menor movió los labios y el mayor entendió perfectamente el mensaje.
“Tenemos que hablar…”
Menor se encamino hasta el parque, seguido por yami, el parque estaba totalmente solo, solo estaban ellos dos, ambos estaba parados uno frente al otro, siendo separados por 1 metro de distancia.
El mayor aun permanecía abrazado a aquel peluche y aun tenía esa sonrisa tierna que solo era para yugi.
Yugi-chan, ¿de que quieres hablar?....-pregunta de forma infantil el mayor
Yami…-dice con tono serio- ¿tu...serias capaz de matar a alguien?....
¿Qué?...-dice sorprendido, luego baja la cabeza tapando sus ojos con sus mechones rubios- ¿Por qué preguntas eso?...
Se que le paso al chico que me golpeo ayer…-el mayor lo mira sorprendido- murió de una forma horrible…dime….tu lo mataste… ¿cierto?...
El mayor no responde, solo baja la mirada, el menor lo mira fijamente esperando una respuesta, de un momento a otro, el mayor comienza a sollozar, sorprendiendo al menor.
A…yugi-chan…*snift*…le hicieron mucho daño…*snift*…-sollozar mas fuerte- y…*snift* yo…solo…*snift* quería…protegerte…*snift*…-suelta el peluche y cola sus manos vuelta puños en sus ojos mientras su llanto se vuelve como el de un niño pequeño…- ¡ahora yugi-chan esta molesto conmigo! BUAA!!
El menor sonríe tiernamente, se le acerca lentamente y coloca su mano en la cabeza del mayor, haciendo que este se sorprenda, levanta su rostro empapado de lagrimas y lo mira a los ojos.
¿Yugi-chan?...-murmura entre sollozos.
Yami no estoy molesto contigo…-dice para sorpresa del mayor- solo que no vuelva a hacer algo así…no me gusta…¿me prometes que no lo volverás a hacer?...
¡Te lo prometo!-dice con una infantil sonrisa, limpia sus lágrimas con la manga de su abrigo
Gracias…-el menor se agacha y toma el peluche que estaba en el suelo- toma…
El mayor toma el peluche y lo abraza fuertemente, el menor ríe infantilmente, en un impulso abraza al mayor, causando que este se sonroje.
Y-Yugi-chan…-murmura sonrojado
Yami…-le susurra- te quiero….-le besa la mejilla, se separa de el y sale corriendo apenado con un fuerte sonroje.
Yugi-chan…-coloca las yemas de sus dedos en la mejilla donde fue besado, una tierna sonrisa paso por sus labios, mientras un toque rosado aparece en sus mejillas- te quiero…no….¡te amo yugi-chan!
Dice de forma infantil, se levanta del suelo, con su peluche en brazos.
Debo de seguir a yugi-chan…-dice sonriendo- tengo que ver que llego seguro a su hogar…
En las calles, caminaban tranquilamente el menor de los tricolores, pero en vez de ir para su hogar, iba a una tienda, una tienda de flores para ser exactos, ante la mirada sorprendida de yami, quien lo observaba desde un poste de luz.
Compro un ramo de rosas rojas, se fue en una dirección, el mayor lo siguió hasta que llego a un ¿velorio?, unas personas lloraran. Otras tenían cara de pena, una en especial, era una mujer, que amargamente lloraba frente ana foto, miro mas de cerca y se dio cuanta de quien era la foto.
“es ese bastado”…-piensa con enfado- “¿Qué hace yugi-chan en el velorio de ese pobre diablo?”
El tricolor menor se acerco a la mujer que lloraba amargamente, puso su mano en su hombro, la mujer lo miro y el leda las flores sin dudar, aquella mujer murmura un débil gracias, el niño da la vuelta y se va hacia su hogar.
“el…perdono a ese bastado…igual que a mi….”
El mayor sonríe, aprieta el oso que estaba en sus brazos, mientras le dedica una larga mirada al menor.
Yugi-chan…tu corazón es puro y bondadoso…eres diferente a los demás humanos….por eso…
Yo te amo…