Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amigos ¿Para siempre? por Drasami

[Reviews - 495]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Al fin, el capítulo 12, espero les guste

ya saben todos los personajes son de Akira Toriyama

 

Habían pasado dos días desde aquella fría noche en la que Trunks había reconocido sus sentimientos hacia su mejor amigo. Sin embargo por haberse quedado bajo la nieve a tan altas horas de la noche, ahora estaba en cama con gripe, Vegeta había dicho que los saiyan nunca se enferman, que solo eran tonterías y que con un poco de entrenamiento se mejoraría, pero la peliazul había insistido en que Trunks se quedara en cama, lo cual había sido un alivio para el joven pues no quería hablar con nadie, ni siquiera con “él”.


Su celular había sonado un montón de veces desde que salió del pub hasta ese día, pero no contestó ya que todas eran llamadas del pelinegro y definitivamente no quería hablar con él, o más bien no podía hablar con él… solo una vez se atrevió a tomar el celular y contestó, pero al escuchar la voz de Goten, sintió el rubor en su rostro y no fue capaz de articular palabra.


~ Toki ni uzumoreta kioku no kanata  Sou sa… ~


El timbre de su celular le anuncio que le había llegado un mensaje de texto, lo tomó y al ver el remitente su corazón dio un vuelco, “Goten”


“Hi, ¿Cómo estás? Espero que bien, si estas enfadado por algo que hice… yo lo siento mucho, por favor perdóname. Quería hablar contigo, pero no contestas mis llamadas. No puedo ir a visitarte, mi madre me tiene “raptado” hasta la vuelta a clases. En verdad lo siento, sea lo que sea.”


El pelilila se sorprendió de la seriedad con la que Goten le había escrito ese mensaje, y eso se notaba en que había escrito las palabras completas, sin abreviarlas como hacia siempre. También se sintió un idiota por hacer sentir mal a Goten, escribió un mensaje para el


“no estoy enfadado contigo”


Estuvo a punto de añadir “todo lo contrario”, pero se arrepintió, aun no estaba seguro de lo que haría


~Mensaje enviado~


Suspiró profundamente, por un lado agradecía que Goten no se hubiera aparecido por ahí como de costumbre, pero también se sentía terriblemente solo y no dejaba de pensar en él con la esperanza de que apareciera por la puerta con esa enorme sonrisa


-supongo que ese largo suspiro se debe a cierto chico pelinegro – la voz de Annière lo saco de sus pensamientos


-¿Qué haces aquí? – preguntó el pelilila acurrucándose en la cama, junto con Annière había entrado una brisa fría


-vine a traerte tu abrigo – dijo la chica entrando al cuarto, dejó el abrigo en el closet y luego acercando una silla se sentó cerca de Trunks - ¿Cómo estás?


-enfermo – contestó Trunks con sorna – creí que era obvio


-yo me refería a tu corazón – replicó ella, los ojos de Trunks se abrieron sorprendidos y un poco ruborizado se puso a mirar por la ventana la caída de la nieve, la chica sonrió satisfecha consigo misma


Pasaron largos minutos en los que ninguno de los dos dijo nada, Trunks seguía mirando la nieve absorto en sus pensamientos, mientras Annière revisaba unos libros en los estantes de la habitación, tomó uno que le llamó la atención y regreso a sentarse junto a Trunks dispuesta a leer el libro, abrió la primera página y


-eres asombrosa ¿sabías? – Dijo Trunks aun mirando por la ventana – supiste hace mucho tiempo cuales eran mis verdaderos sentimientos por él…


Ella siguió leyendo hasta que llego al final de la primera página, miro a Trunks de reojo y dijo – era muy obvio –  y dio vuelta la página


El pelilila la miró unos segundos – no para mí – dijo al fin


Annière lo miró y sonrió, cerró el libro, ahora toda su atención estaba en el pelilila, lo miraba entre curiosa y divertida


-y… ¿ahora qué vas a hacer? – preguntó al fin. El saiyan frunció un poco el ceño, para dar a entender que no sabía de qué estaba hablando


-¡ya sabes! – dijo ella un poco exasperada, no entendía como Trunks no captaba lo que le quería decir - ¿Cómo le vas a decir? ¿Cómo te le vas a declarar? – preguntó al fin la chica


El rostro de Trunks se puso muy pálido, asustado - ¿Qué? – murmuró e inmediatamente su rostro se tiño de un rojo intenso. Se sentó en la cama rápidamente


-¡yo no voy a hacer eso! – dijo casi gritando


-pero… - dijo la chica - ¿acaso no quieres que estén juntos? – preguntó algo turbada por la reacción de Trunks


Trunks abrió la boca, pero no dijo nada… en su mente habían muchas ideas que solucionar… por supuesto que quería estar junto a Goten, pensar en esa posibilidad era maravilloso: los dos caminando juntos, jugando con sus miradas, tomarse de las manos, besarse… todo eso era asombroso, pero por otro lado, aun no podía pensar en esas cosas, había un gran tema que resolver, y ese temor que sintió en su pecho cuando aceptó sus sentimientos por Goten regresó a inquietarlo


-¡NI SIQUIERA SÉ SI YO LE GUSTO! – explotó y se volvió a recostar en la cama, abatido, a su mente vinieron unas frases que lo atormentaban desde hace tiempo, pero que ahora le dolían en verdad


-pues, pregúntale – dijo Annière con lógica, sin entender los conflictos por los que estaba pasando su amigo


El pelilila no dijo nada en un buen rato, se quedó acostado mirando al techo, la idea de que Goten lo pudiera rechazar le afectaba mucho… ¡y había tantas razones para que Goten lo rechazara! Jamás se había sentido tan inseguro, ni siquiera podía ordenar todas las “ideas y razones” que encontraba para poder explicárselas a Annière. La pelirroja no forzó la situación, continuó leyendo el libro, esperando que Trunks pudiera explicarle lo que sentía. Sin embargo las horas pasaban y ninguno de los dos hablaba, la nieve empezó a caer con más fuerza y Annière automáticamente se puso de pie


-debo irme – dijo tomando su bolso – está nevando más fuerte… me llevaré este libro – declaró sin importarle si Trunks estaba dispuesto a prestárselo o no


Trunks se levantó un poco de la cama y abrió la boca, pero no supo que decir, ella lo miró y sonrió


-si no quieres que Goten te rechace… – empezó a decir ella – entonces averigüemos que es lo que busca en un chico


Trunks se sorprendió, pero le agrado la idea, tendría que esperar un poco antes de hablar con Goten, una leve sonrisa se dibujó en su rostro


Atardecía, el pelilila había bajado a la cocina a buscar algo que cenar, Bulma le había dicho que se quedara en cama, pero se estaba aburriendo un poco, además de que por su mente las mismas ideas iban y volvían como si fueran un torbellino, necesitaba despejarse. Sacó un pastel de la nevera, preparó un café y encendió el televisor, las idioteces que daban le harían olvidar por un rato las idioteces que él estaba pensando.


No pasaron quince minutos cuando Bulma salió del laboratorio y encontró a Trunks sentado en la sala


-¡TRUNKS! – Llamó alarmada, el pelilila se asustó, estaba muy concentrado en la televisión - ¿Qué haces aquí? – preguntó ella en un tono que le advirtió al pelilila que iba a ser regañado y probablemente castigado


-tenía hambre – se excusó y mostró el pastel, intentado zafarse de ese modo del regaño que estaba por venir, y tenía razón


-¡ESA NO ES EXCUSA! – le reprochó su madre al más puro estilo de Milk – sólo debías pedir a algún robot que te llevara comida, se supone que estas enfermo, deberías estar acostado y tratar de dormir – dijo en un tono más calmado – a menos… – agregó – que quieras ir a entrenar con tu padre para recuperarte del resfrió


-¡NO! – dijo rápidamente Trunks y se puso de pie – ¡iré a mi habitación, iré a mi habitación! – y se fue corriendo a su cuarto. Dejó el café y el pastel en la mesita de noche y se sentó en su cama. En verdad no quería estar ahí, parecía que cada rincón de su habitación estaba impregnada de algún recuerdo del pelinegro, por lo que la duda que lo aquejaba desde el otro día era imposible alejarla de su mente. Se echó hacia atrás recostándose en la cama, agobiado, cerró los ojos y se puso a pensar en todas esas cosas que Goten le había dicho


“…no me gustaría pasar el resto de mi vida con alguien como tu…”


“pero si me ofrecieran la posibilidad de acostarme contigo… lo haría”


Esas dos simples frases habían convertido la mente de Trunks en un torbellino imparable, sumado a las veces en que ambos habían estado demasiado cerca, la confusión del pelilila era gigantesca


-“¿Qué sentirá él por mí? ¿Le gustaré? ¿Aceptará ser mi novio? ¿O tan solo querrá acostarse conmigo? Bueno, eso es obvio, él definitivamente quiere acostarse conmigo” – reflexionó Trunks y suavemente se acarició su oreja izquierda, recordando el momento en que Goten había lamido su oreja – Goten… - murmuró suavemente - ¿tendría una cita conmigo si se lo pidiera? ¿Y si en lugar de eso… yo tomo la iniciativa y lo beso? ¿Me devolverá el beso o me alejará? ¿Seguirá amando a Matt? ¿Y si el apareciera y lo alejara de mí? No podría vivir con eso – Trunks se aterró de pensar en esa posibilidad y sus ojos se llenaron de lágrimas al imaginar a Goten lejos de él – ¿habrá…? – Dijo en voz alta - ¿habrá una posibilidad de que estemos juntos? – y se quedó mirando el techo de su habitación, como si esperara que le diera una respuesta.


Siguió pensando e imaginando situaciones y las posibles reacciones de Goten, pero aunque el trataba de no pensar en eso, en su mente rondaba permanentemente la idea, el temor, el mayor miedo que Trunks podía sentir en ese momento “¿y si Goten aún me odia por lo que sucedió?”


La tarde se hizo noche y Trunks seguía tirado en su cama, se había abrazado a una almohada, como si quisiera protegerse de algo. Estaba tan cansado de pensar e imaginar que paulatinamente y sin darse cuenta cayó rendido en el sueño profundo


“Trunks estaba en la habitación de Goten, Goten estaba recostado despreocupadamente sobre su cama y miraba a Trunks con un poco de curiosidad


-¿Qué sucede? – Preguntó - ¿Qué querías decirme?


-yo… - comenzó a decir Trunks y sintió como si su voz viniera de un lugar muy lejano – yo… ¡ESTOY ENAMORADO DE TÍ! – dijo gritando como si esa fuera la única manera de revelar aquel secreto de su corazón


-¿qué? – dijo Goten incorporándose en su cama y mirando a Trunks con incredulidad


-yo… - iba a repetir Trunks, pero Goten lo interrumpió


-¡no, no! Te escuché – dijo Goten con cierto tono de soberbia que sorprendió a Trunks – a lo que me refiero es que… ¿hablas en serio? – dijo en un tono tan burlón que Trunks no fue capaz de responderle


-…


-¿de verdad hablas en serio? – preguntó una vez más Goten con voz socarrona y poniéndose de pie - ¿Qué esperas conseguir de todo esto? ¿Acaso te volviste loco?


-yo… - nunca antes Trunks se había sentido tan herido, hacía todo lo posible por no ponerse a llorar, pero Goten no se lo dejaba fácil


-¡JA! Después de cómo me trataste cuando te dije que era gay, ¿vienes aquí con esa estupidez? Después de que dijeras que era un fenómeno, un pervertido, que me había aprovechado de ti y todas esas horribles cosas que me dijiste, por las cuales traté de quitarme la vida… - la expresión en el rostro de Goten era de burla y desprecio - ¿Qué esperabas que te dijera? ¿Qué yo también estaba enamorado de ti? ¿Qué estaríamos juntos para siempre? ¡POR FAVOR! Tienes suerte de que haya aceptado que seamos amigos una vez más… quiero que entiendas una cosa: yo jamás me fijaré en alguien como tú – y se acercó a Trunks hasta estar frente a frente – yo… yo te detesto”


Trunks despertó agitado, un frio sudor recorría su cuerpo, tembloroso se sentó en la cama, su pecho subía y bajaba asustado… había sido tan real… puso su mano en su abdomen, sentía su estómago vacío, de la nada se paró y se fue corriendo lo mejor que pudo a su baño privado a vomitar.


El agua del lavamanos corría y Trunks solo se limitaba a mirarla, aún estaba aturdido, se limpió y se miró al espejo. Sus ojos estaban rojos, había llorado mientras dormía. Se lavó la cara con agua fría y regresó a su habitación, se cambió la pijama que traía puesta, pues estaba húmeda por el sudor, y se acostó en su cama. Miró la hora, eran las once de la noche, abrió un poco la cortina para ver la caída de la nieve por la ventana, respiró profundo para calmarse y despejar esa horrible pesadilla


-Goten jamás haría algo así… – dijo con voz queda – si yo no le gustara, el tan solo sonreiría y me diría que no – una lágrima solitaria cayó por su mejilla – no pienses en eso, Trunks – se reprendió a sí mismo, cerró los ojos y se quedó profundamente dormido


---


-¡cof-cof! – Trunks se detuvo un segundo para toser, se cubrió mejor con su bufanda y siguió caminando hacia la escuela. Aún seguía resfriado, el haber transpirado frio durante la pesadilla de la otra noche le había hecho volver la tos y un día que Bulma no estaba, Vegeta lo obligó a entrenar con él como remedio para el resfrío, pero sólo lo empeoró más. Su madre le había dicho que se quedara en casa, pero como era un muchacho muy responsable decidió ir de todas formas a la escuela, además tenía que ver a alguien. Llegó a la esquina donde solía juntarse con Goten y Annière y se quedó esperándolos.


Sus mejillas estaban de un tono rosa a causa de la fiebre, pero también estaba un poco nervioso y preocupado, Goten había dejado de llamar y de enviar mensajes desde hace una semana


-“¿estará enfadado conmigo?” – se preguntaba Trunks, cuando de pronto sintió un golpe en su brazo derecho - ¡auch! – se quejó y miró a quien lo saludaba de esa forma tan agresiva


La pelirroja sonreía alegre, llevaba un abrigo de piel muy confortable, -hola – saludó tranquilamente


-¿Por qué me pegas? – reclamó Trunks, masajeando su brazo donde había sido golpeado


-¿no me digas que te dolió? – se sorprendió Annière – creí que ustedes eran muy fuertes


-lo somos – respondió Trunks – es que estoy con gripe aún y me siento muy débil, ni siquiera te sentí llegar


-eso explica que aún no te voltees a verme – esa conocida voz hizo que el corazón de Trunks diera un vuelco


-¡Goten! – dijo automáticamente al verlo ahí parado sonriendo como si nada, nunca se había fijado en lo guapo que se veía con su uniforme


-¡se nota que estás enfermo! – dijo Goten acercándose a él y poniendo su mano en la frente de Trunks, esperó unos segundos – mmm… tienes algo de fiebre… - declaró y quitó su mano de la frente del pelilila – debiste quedarte en cama ¿no crees?


-no podía faltar a la escuela – dijo el pelilila sonriendo como disculpándose. Goten y Annière se miraron y luego suspiraron resignados


-bien, mejor entremos antes de que te congeles – dijo Goten dirigiéndose a la escuela


-¡Oh! – saltó de pronto Annière – recordé que debía hacer algo, debo apurarme – y se fue corriendo a la escuela


-¡es el primer dia! ¿Qué puede tener que hacer? – se preguntó Goten confundido, pero Trunks había entendido muy bien, ahora él y Goten estaban totalmente solos.


-“Tranquilo” – pensó como si en el fondo le estuviera diciendo a su corazón que había empezado a latir muy rápido. Caminaron unos pasos y ninguno de los dos decía nada, Trunks se preocupó, normalmente Goten no paraba de hablar


-¿estas enfadado conmigo? – dijo al fin Trunks rompiendo el hielo


-¿Qué? No… ¿Por qué crees eso? – dijo Goten sin entender


-pues… dejaste de llamarme – respondió Trunks – y ahora casi no me haz dirigido la palabra


-…


-¿Goten? – preguntó extrañado Trunks ante el silencio de su amigo. Goten se detuvo y miró a Trunks como aturdido


-¿ah? Perdón – dijo distraído, como si recién se hubiera despertado – est… estaba distraído – cerró los ojos con fuerza como si se estuviera obligando a concentrarse – aaa… creí que tú estabas enfadado conmigo – dijo al fin mirando a Trunks fijamente


-¿Qué? – dijo Trunks sin entender – no… te envié un mensaje de texto diciendo que no lo estaba


-¿en serio? – pregunto Goten volviendo a caminar y a actuar con naturalidad


-sí –contestó enérgicamente Trunks - ¿seguro que no lo recibiste? Porque me llegó el mensaje de confirmación


-aaa – dijo Goten como recordando, una sonrisa se dibujó en sus labios y puso su mano detrás de su nuca, como lo hacía su padre – es que me molestó que no contestaras mis llamadas y lancé el celular por la ventana… de seguro el mensaje llegó justo antes de que se destruyera contra la montaña… jejej


-¿lo destruiste? – preguntó Trunks algo asombrado, Goten no solía perder el control así


-jejejee


-date prisa, ya casi es la hora – dijo Trunks apurando el paso, se había quedado mirándolo y había estado a punto de lanzarse hacia él y abrazarlo y quizás también… besarlo


Cuando al fin entraron a la escuela Trunks se veía cansado, transpiraba y su respiración era entrecortada, Goten por su parte se veía tranquilamente, como siempre


- ¡aaachiíss! – Trunks estornudo e inmediatamente le dio jaqueca - ¡hay! – se quejó llevando su mano hacia donde estaba el dolor


-sí que estas mal – comentó Goten mientras buscaba algo en su bolso – ¡aquí está! – dijo emocionado – toma, es una medicina que me dio Gohan, es nueva, así que no está en el mercado, es muy efectiva


-¿no seria más fácil con las semillas zensu? – pregunto Trunks en un susurro, para que solo Goten lo escuchara


-mi papá dice que las semillas no curan enfermedades – dijo Goten


-ya veo – dijo Trunks y acto seguido se tomó la medicina


-nos vemos en el almuerzo – dijo Goten y se fue corriendo hacia su salón


-si… - murmuró Trunks mirando por donde se había ido


--


A la hora del almuerzo Trunks se sentía mucho mejor, como si la gripe fuera cosa del pasado, se había quitado sus bufandas y su enorme abrigo de piel. Caminaba sonriente por los pasillos camino hacia la cafetería, saludaba a todos los que veía, razón por la cual todos se le quedaban mirando, ya que normalmente era un chico muy serio y reservado y un poco gruñón cabe decir


-se nota que estas feliz, Trunks – dijo Annière mirándolo un tanto divertida


-¡claro que sí! – Respondió Trunks con energía – me curé del resfrío y…. – sus mejillas se ruborizaron y sus ojos brillaron cuando susurró – estoy enamorado


-hey, tranquilo galán – lo calmó la chica – ¿acaso piensas declarártele ahora?


-¿Qué? ¡CLARO QUE NO! – Dijo alarmado – dijiste que primero ibas a averiguar qué tipo de chicos le gusta – susurró – y apropósito – añadió con voz normal - ¿cómo piensas hacer eso?


-no te preocupes, ya tengo todo preparado – dijo ella  sin preocuparse


Se encontraron con Goten en los pasillos, quien se demoró unos segundos en darse cuenta de que sus amigos estaban ahí, a Annière le preocupó un poco esa reacción de Goten, pero Trunks no se dio cuenta de lo embobado que estaba mirando al pelinegro.


Una vez comprados sus almuerzos se dirigieron a la sala de música, había mucho silencio mientras comían, lo cual era muy extraño. Annière sospechaba que a Goten le pasaba algo, pero no podía identificar de qué se trataba, por eso miraba a Goten atentamente; Trunks, no se atrevía a decir nada, quería romper el hielo, pero se ponía muy nervioso y cuando al fin se decidía a hablar, miraba a Goten y se le olvidaba; Goten por su parte era el más extraño de todos, comía su almuerzo con calma, lo cual era muy extraño ya que solía tragárselo primero que todos, además se había sentado cerca de una ventana y miraba hacia el patio constantemente.


Annière terminó de comerse su pastel, miró la hora, faltaban cinco minutos para el fin del recreo, sonrió y miró a Goten


-oye Goten – le habló la pelirroja con tranquilidad


Goten escuchó su nombre y miró a la chica - ¿Qué pasa? – preguntó


-nada en realidad – dijo ella – solo quería saber si estás saliendo con alguien. Esa pregunta alertó al pelilila que miró a Annière y luego a Goten, esperando ansioso la respuesta


-no – contestó simplemente Goten, con algo de añoranza en su voz - ¿Por qué? ¿conoces a alguien que esté interesado o sea interesante?


-claro que no, tonto – dijo ella, a lo cual Trunks suspiró aliviado, se había aterrado de que Annière le dijera a Goten sobre sus sentimientos


-¿entonces? – inquirió Goten, él sabía que la chica no iniciaba una conversación a menos que fuera para algo


-curiosidad – mintió ella – además… – agregó – como puedo saber si hay alguien interesante o no, sino sé qué clase de chicos te gustan…


Goten alzó una ceja – entonces – dijo - ¿quieres saber qué chicos me gustan?


-pues si – dijo ella sin rodeos – ya sabes: altos, bajos, delgados, rellenitos, etcétera.


-pues…. –dijo Goten mirando hacia el techo – mmm… me gusta que sean más o menos de mi tamaño, no me gustan ni muy altos ni muy bajos, no me gustaría tener que agacharme o subirme a un banquillo para besarlo, jeje


Annière miró a Trunks, él y Goten eran casi del mismo tamaño, “listo” pensó ella. Trunks por su parte estaba tomándose su jugo, mientras escuchaba a Goten, no se atrevía a mirarlo, sus mejillas se habían puesto muy rojas


-¿Qué otra cosa? – Se preguntó Goten a sí mismo - ¡ah, sí! No me gusta ni que sean rellenitos, como tú dices, pero tampoco me gusta que sean muy delgados, solo que tengan un cuerpo bien formado, no es necesario que tengan los músculos desarrollados, pero que se note que de vez en cuando hace ejercicio


-¿Qué hay de su apariencia? – Preguntó Annière ansiosa - ¿cabello, ojos, color de pelo?


-mmmm… - Goten pensó unos instantes – me gustan los chicos de cabello claro y más o menos largo…


-¿a qué te refieres? – preguntó Annière tratando de despejar toda duda


-pues más o menos hasta aquí – dijo Goten señalando su clavícula


- y cuando dices cabello claro – interrumpió la chica de nuevo - ¿hablas de rubio?


-no… bueno, me gustan los rubios, pero cabello claro… me refiero a cualquier tono que no sea negro o castaño oscuro – respondió Goten y mirando a Trunks dijo – por ejemplo Trunks tiene el cabello claro, así me gusta… y bueno – prosiguió antes de que Annière lo interrumpiera – sobre sus ojos u otros rasgos como su rostro, la verdad no podría decirte específicamente


-entiendo – dijo ella y justo en ese momento sonó el timbre de vuelta a clases - ¡vamos!


Goten tomó sus cosas y salió del salón. Annière iba tras él, se detuvo a llamar a Trunks que aún seguía sentado, ruborizado y atontado a causa de que Goten dijo que le gustaba su cabello. Se paró y se dirigió a la puerta, miró a Goten que caminaba despreocupadamente delante de él, se llevó una mano a su cabello que le llegaba a la altura de los ojos, “le gustan los chicos de cabello largo” pensó y sonrió, definitivamente se dejaría crecer el cabello.


 


-----


Trunks se miraba al espejo de su habitación tratando de acomodar su cabello, hacía tres meses que había decidido dejárselo crecer, tenía la esperanza de que creciera rápido, pero hasta ahora solo le llegaba un poco debajo de su oreja y le estaba costando un poco acostumbrarse a su pelo largo.


Pero lo que más le molestaba era que Goten parecía no darse cuenta, de hecho estos tres meses había estado muy distraído, callado y “desaparecido”, no lo veía durante los recreos, ni recibía llamadas a su celular los fines de semana y cuando al fin lo veía, Goten no le hacía nada de caso y se iba pronto. El pelilila comenzó a creer que Goten de alguna y otra forma se había enterado de sus sentimientos y por eso lo estaba ignorando.


Se dio por vencido y dejó de tratar de arreglarse el cabello


-¿Por qué ya no me haces caso? – le preguntó a su espejo y luego miró la fotografía de Goten en su mesita de noche, suspiró resignado y se sentó frente a su laptop, tenía un trabajo que hacer, abrió un documento en blanco y se quedó ahí sin hacer nada, no le importaba, de todas formas era viernes en la tarde, tenía todo el fin de semana para hacerlo


-quizás deba hacer lo que dijo Annière – se dijo, y recordó lo que hace unas semanas le había dicho su amiga: “si sigues actuando así alguien se te va a adelantar, no seas imbécil, dile lo que sientes… ¡declárate!”


Se quedó pensando en su chico pelinegro por largos minutos, balanceándose en la silla. Luego de un rato se dio cuenta que el cielo se estaba tiñendo de rojo, estaba atardeciendo. Se sentó correctamente y sacó su cuaderno para ver de qué se trataba la tarea: “Haga un ensayo donde explique cómo será la Capital del Oeste en 20 años”


-que sencillo – dijo y tiró su cuaderno con los otros, sacó del escritorio una hoja blanca donde escribió el título de su trabajo y empezó a llenarla de ideas


Capital del Oeste en 20 años más


-nuevas tecnologías


-mayor población: crecimiento habitacional


-más centros de comercio


-¿Qué más habrá en 20 años más? – preguntó y mirando el atardecer a través de su ventana, su imaginación comenzó a volar. Se imaginó a él en la oficina principal de Capsule Corp. Y junto a él estaba Goten, la música comenzaba a sonar y Goten lo invitaba a bailar. Bailaban muy bien y muy juntos, y cuando la música se detuvo, se dieron un suave beso


Trunks sonrió, sus mejillas se habían sonrosado un poco al imaginar eso, sin prestar mucha atención dibujo en su hoja de ideas una carita feliz con cabello alborotado y negro, y alrededor dibujó un enorme corazón, justo abajo escribió:


                       “G+T: 4EVER”


-te amo – murmuró y siguió dibujando un montón de corazoncitos alrededor de su dibujo. Luego anotó las ideas en la computadora y con cuidado guardó su dibujo en una carpeta que estaba en el fondo de su escritorio, que estaba llena con una gran cantidad de dibujos de ese estilo que había hecho en esos tres meses


-creo que debería decirle – dijo un poco dubitativo - ¡si, le voy a decir! – anuncio con más ánimo y bajó a cenar.


Ese lunes seria memorable.


---


Trunks estaba muy nervioso, miraba constantemente la hora y luego el patio, ni siquiera prestaba atención a lo que la profesora decía, la primera hora de clases se le hizo eterna. Al fin sonó el timbre del primer recreo, Annière que se sentaba frente a Trunks, se dio vuelta hecha una furia


-¿quieres tranquilizarte? – Preguntó en un siseo amenazante – ¡me estas crispando los nervios!


-ouh… lo siento – respondió Trunks angustiado – es que estoy muy nervioso


-¿a qué hora piensas….?


-al almuerzo – contestó inmediatamente el pelilila, y añadió – es que el salón de Goten ira a ver una exposición en el museo de arte y no van a volver para acá


-ya veo – dijo ella y luego de pensarlo un momento, la chica tomó su bolso y se fue a sentar en otro lugar – lo siento Trunks, pero me volveré loca si sigo sentada ahí


Trunks solo miró por la ventana


---


El sonido del timbre que anunciaba la hora del almuerzo retumbó en la cabeza de Trunks anunciándole que ya era la hora, suspiró profundo, presionó sus puños para infundirse fuerza y se dirigió a buscar a Goten


-¡Trunks! ¡Espera! – Annière iba corriendo hacia él – toma – dijo y le puso en el bolsillo de su chaqueta una rosa blanca – regálasela… significa que les espera un futuro lleno de amor ¡suerte! – dijo y le dio una palmada a Trunks en el hombro


El pelilila salió al pasillo y se puso a buscar el ki de su amado, le costó un poco ya que habían muchas personas y Goten mantenía su poder oculto, cuando al fin lo encontró se extrañó un poco que estuviera en esa zona, pero no le dio mucha importancia y fue hacia allá corriendo extasiado, ansioso por lo que podía ocurrir y lo que esperaba que ocurriera. Pero cuando al fin llegó, lo que vio lo dejó paralizado.


Estaban detrás de esos edificios viejos, donde se juntaban los clubes de la escuela. Una reja que se notaba que había sido utilizada por muchos estudiantes para fugarse estaba detrás de ellos. Y en el centro de la visión de Trunks, había un muchacho alto, de espalda fornida, llevaba su cabello largo y gris atado en una coleta, estaba abrazando de la cintura a un joven pelinegro atrayéndolo hacia sí mientras se besaban apasionadamente.


El joven de cabello gris vio a Trunks parado ahí y levantó la vista


-¿Qué quieres niño? – Dijo de forma altanera - ¿se te perdió algo?


Ante eso el joven pelinegro se volteó a ver, y entonces Trunks pudo ver claramente que se trataba de él – “Goten” – sus labios apenas se movieron al pronunciar el nombre de su… amigo


-¡Trunks! – dijo Goten alegremente mirando a su amigo


-¿lo conoces? – preguntó el joven abrazado a Goten en un tono de reproche y desconfianza que el pelinegro ignoró


-es mi mejor amigo – contestó Goten y se soltó del abrazo de ese joven, sin notar la mirada de enfado que este le dirigió cuando habló de Trunks como su “mejor” amigo


-¿Qué haces aquí? – preguntó Goten aun sonriendo y emocionado


-yo… - empezó a decir Trunks y aprovechó de mirar rápidamente a ese tipo, era evidente que era mayor que Goten, pero su uniforme era distinto, lo más seguro es que fuera a un instituto – te estaba buscando – dijo Trunks volviendo a centrar su atención en Goten


-¿Por qué?


-es la hora del almuerzo – inventó Trunks


-oh, pues… - dijo Goten ruborizándose un poco, lo cual sorprendió a Trunks, ya que Goten no solía ruborizarse – no me di cuenta, es que estaba con mi novio


Esa palabra fue la que terminó de destruir el corazón de Trunks, había albergado la esperanza de que solo fuera un chico más, uno más en la lista de Goten, pero… “su novio” pensó el pelilila y fijó atentamente su vista en Goten. Estaba radiante, como hace mucho que no estaba, se veía realmente feliz, incluso más que cuando estaba con Matt, casi como antes de que hubieran peleado, y entonces lo entendió…


-felicidades – dijo fingiendo una sonrisa – te lo mereces


-gracias – dijo Goten poniendo una mano detrás de su cabeza, algo avergonzado


-tenías una salida al museo ¿verdad? – le recordó Trunks


-ah, es cierto – dijo Goten recordándolo y se fue corriendo hacia ese joven y lo abrazó y se besaron. Mientras lo hacían ese joven miró de reojo a Trunks, quien al darse cuenta miró hacia otra parte, definitivamente ese tipo no le agradaba, pero bueno, Goten parecía estar feliz


-debo irme – dijo Goten mirando a su novio – cuídate, te llamo en cuanto llegue a mi casa


- está bien – contestó él – te quiero


-yo también te quiero – dijo Goten algo avergonzado


– Nos vemos, adiós – dijo él y se fue corriendo, mientras Goten lo observaba


-ya, vamos – interrumpió Trunks luego de un rato y sin mirar a Goten – no querrás que te dejen atrás los de tu salón ¿o sí?


-¡es cierto! – dijo Goten y se fue corriendo hacia la sala de música, Trunks fue tras él. Allí estaba Annière descansando, se sorprendió de ver entrar a Goten, creía que el pelilila se demoraría más en declararse


-hola… - dijo ella y antes de que pudiera decir algún comentario Trunks la interrumpió


-Goten tiene novio, ¿sabías? – dijo Trunks con el semblante serio, lo cual le dio a entender a Annière que las cosas no habían salido como Trunks lo había planeado


-¿en serio? – Dijo fingiendo emoción por la noticia y mirando a Goten - ¿Quién…? ¿Desde cuándo…?


Goten, que buscaba en su bolso la comida que su madre le había mandado, miró de reojo a Annière y sonrió algo avergonzado, hecho que sorprendió a la chica


-su nombre es Alexett, va a un instituto privado en el centro de la ciudad… - al fin sacó unos emparedados que su madre le había enviado, se echó uno a la boca y se puso el bolso en la espalda – lo conozco desde las vacaciones de invierno… - dijo sin dejar de sonreír – pero solo hace dos semanas que estamos saliendo oficialmente… ya sabes, como novios – se dirigió a la puerta rápidamente – bueno, me tengo que ir… nos vemos – dijo en general y mirando a Trunks con una sonrisa de oreja a oreja – en la tarde hablamos, adiós – y se fue corriendo hacia la entrada de la escuela.


Una vez que Goten se fue, un silencio incomodo lleno la vieja sala de música. Trunks seguía de pie en la puerta, con la mirada perdida; Annière lo miraba atenta pensando qué decirle sin hacerle sentir mal, pero todos los comentarios que pensaba sonaban horribles y crueles en una situación así, asi que se resignó a no hacer un comentario inteligente como solía hacer, y suspirando le preguntó


-sé que suena estúpido pero ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?


-…


-…


-…


-…


-… bien – respondió con voz tranquila. Y era cierto, en ese momento se sentía triste de una manera que nunca había sentido antes, pero a la vez, y en cierta forma, se sentía feliz: hace tanto tiempo que no veía a Goten sonreír de esa forma, hace tanto tiempo que no lo veía tan feliz.


En ese momento sonó el timbre que anunciaba el fin del receso


-¿volverás al salón? – preguntó la chica. Trunks negó con la cabeza


– creo que me iré a mi casa – dijo mientras Annière salía del salón – ¿puedes tirar mi bolso por la ventana? – le preguntó


-claro – respondió y se fue corriendo hacia el salón de clases, para llegar antes que el maestro.


Trunks sobrevolaba la escuela a una distancia prudente, de manera que nadie pudiera verlo. Miraba atento hacia las ventanas que correspondían a su salón de clases, habían pasado diez minutos y Annière aún no hacía lo que le había pedido. De pronto notó como se abría una ventana y sus cosas eran lanzadas hacia afuera, rápidamente las sostuvo antes de que cayeran al piso e inmediatamente y a toda velocidad se fue volando en dirección a su casa.


---


Trunks se movió en su cama, abrió los ojos con pesadumbre y se quedó acostado mirando hacia la nada. Estaba muy cansado, sentía que no había dormido nada y en cierta forma era cierto, se había pasado la noche entre llantos y sollozos, y con su mente pensando las mismas cosas una y otra vez.


Miró la hora en su despertador y se sorprendió: “las diez menos quince”. Ni siquiera había sentido el sonido del despertador, se incorporó con cautela, le dolía la cabeza a causa del cansancio y del hambre, se había librado de tener que bajar a comer en familia diciendo que tenía mucha tarea. Su madre tenía una reunión con unos ejecutivos así que no le insistió.


Paseó la vista por su habitación y algo le llamó la atención, sobre su escritorio, junto a su laptop, había una taza con el símbolo de la empresa. Estaba seguro que no estaba ahí cuando se acostó, se levantó y fue a ver de qué se trataba; tenía café hasta la mitad, Trunks tomó la taza y sintió un leve olor a cigarro, “mamá” pensó, y volvió a dejar la taza donde estaba, ¿acaso su madre había intentado hacer que se levantara? Si fue así, él no lo sintió. Tomó sus cosas y se fue a duchar, pero antes presionó un pequeño botón en la cabecera de su cama. Cuando salió de la ducha su cama estaba hecha y su habitación ordenada e impecable, un pequeño robot sirviente recogió la ropa sucia de Trunks y salió de la habitación. Trunks salió tras él pero en dirección distinta, su estómago le estaba ordenando ir a la cocina.


Comía ordenadamente, pero a gran velocidad todo lo que estaba en la mesa, cuando entró Bulma en la habitación. Llevaba su traje de mecánica y al momento de entrar murmuró molesta algo así como “¡Pero qué hombre!”


-¡ah! Trunks, estás aquí – dijo notando a su hijo mayor que se devoraba todo lo que estaba a su alcance


-hola, mamá – saludó éste un poco temeroso de que su madre lo regañara por no ir a la escuela


-te fui a despertar esta mañana, creí que tenías un trabajo, pero nada de lo que hice logró despertarte, así que te dejé dormir – dijo ella mientras se servía una taza de café


-sí, estaba muy cansado – dijo el pelilila


-bueno… al fin te comportas como un adolescente – dijo ella guiñando un ojo, en ese momento sonó un teléfono y la peliazul contestó


-¡claro que puede pasar! – Dijo con alegría cortando el teléfono – Annière viene a visitarte – le anunció a Trunks – al parecer hoy es el día de faltar a clases…


-¡¡MUJER!! – se escuchó la voz de Vegeta desde el patio - ¡¡MUJER!! ¿DÓNDE ESTÁS? ¡VEN A ARREGLAR LA CÁMARA DE GRAVEDAD! – gritaba llamando a su esposa


-¡PERO QUE IRRITANTE! – dijo Bulma caminando furiosa hacia el patio, dispuesta a golpear a su esposo con la llave inglesa, aunque sabía de antemano que no serviría de nada


Trunks sólo sonrió y siguió desayunando


-¡vaya, ese sí que es un desayuno!  - la pelirroja nunca dejaba de sorprenderse de lo mucho que podían comer los saiyan


-hola – saludó secamente Trunks - ¿Qué haces aquí?


-mmm… tuve el presentimiento de que no irías a la escuela – respondió ella sentándose a su lado y metiendo una galleta en un recipiente con miel y llevándoselo rápidamente a la boca – mmmm… que delicia… si tú puedes no ir, entonces yo también


-déjame terminar de comer – dijo Trunks – hablemos arriba, en mi cuarto


-está bien – aceptó y sin decir nada más se fue a preparar una taza de café


-prepárame una a mí, por favor – pidió Trunks, la necesitaba, sino se quedaría dormido.


---


Trunks estaba recostado en su cama, de brazos abiertos, miraba el techo fijamente; Annière jugaba en la laptop del pelilila un aburrido juego de internet, mientras bebía pequeños sorbos de su taza de café humeante. Había un gran silencio en la habitación que solo era interrumpido por los sonidos del teclado, de pronto


-¡¡¡AAAAARRRGGGHHH!!! – gritó el pelilila pateando y golpeando su cama, parecía un niño haciendo una pataleta


-¿Qué te sucede? – inquirió ella con calma


-¡¿Por qué fui tan imbécil?! – Dijo Trunks aun mirando el techo - ¡¿Por qué no se lo dije antes?!


-Sé que te va a molestar – dijo Annière cerrando la laptop y prestando toda su atención a Trunks – pero, te lo dije


Trunks se sentó en la cama, mirando fastidiado a su amiga por unos segundos, pero luego su expresión cambio a enfado


-¡lo sé! – Exclamó enfadado - ¡eso es lo que más me molesta! ¡Actué como un cobarde!…  mi padre se enfurecería – agregó con un susurro. Hubo silencio unos minutos y luego - ¡¡POR QUÉ A MI!!


-¡OH! ¡POR FAVOR! – Exclamó algo enfadada Annière - ¡hablas como si estuviera todo perdido! No es el fin del mundo… ni de tus oportunidades – añadió


-¿de qué hablas? – preguntó Trunks mirándola fijamente


-¡¿Cómo qué de qué hablo?! – Preguntó ella indignada poniéndose de pie y acercándose a Trunks - ¡¿acaso eres estúpido?! – Sus ojos irradiaban fuego de lo enfadada que estaba - ¡Goten no está casado ni nada de eso! Aun tienes oportunidad ¡Ve y quítaselo a ese tipo! ¡¡Haz que Goten se enamore de ti!! – dijo entre enfadada y emocionada


Trunks bajó la vista


-no puedo hacer eso – dijo con voz calmada y sin mirar a la chica – tu no lo entiendes, él está tan feliz ahora, que no podría sentirme bien si volviera a sufrir y a llorar como lo hizo cuando Matt lo dejó, sólo por un simple capricho mío…


-¿un capricho? – Murmuró Annière sin entender - ¿creí que lo amabas?


-lo amo – respondió sin chistar Trunks – ya le causé mucho dolor – dijo y por su mente pasó la imagen de Goten queriendo quitarse la vida y sintió su corazón estremecerse – y por eso mismo no puedo ser el causante de más dolor… debo conformarme con ser sólo su amigo, su mejor amigo… y estar siempre con él cuando me necesite – dijo y escondió su cabeza entre sus rodillas, unas lágrimas rebeldes corrieron por sus mejillas


-pues yo no entiendo eso – dijo Annière con voz decidida, interrumpiendo el llanto de Trunks, quien la miró algo sorprendido – si quieres a alguien debes hacer todo lo posible por estar junto a esa persona – continuó la chica, Trunks iba a replicar pero ella continuó – ¡para mí todo lo que dices no son más que patrañas!  ¡Sólo excusas y pretextos, porque no tienes las agallas para luchar por él! ¡No eres más que un COBARDE!


-¡¿COBARDE?! – estalló Trunks poniéndose de pie. Esa palabra era capaz de encender la dinamita en el espíritu de cualquier saiyan, y más aún en el hijo del príncipe de su raza.


-¡CLARO QUE SÍ! – Respondió ella claramente enfadada – ¡simplemente tienes miedo de que Goten te rechace! ¡¡Eres un cobarde, cobarde, COBARDE!!


-… - Trunks presionaba los dientes enfadado pero resignado, Annière tenía razón


-¿tengo razón, verdad? – su tono de suficiencia molestó más a Trunks - ¡lo sabía! ¡Eres un tonto! Conozco a Goten menos tiempo que tú y sé que aunque él te rechazara como novio, jamás dejaría de ser tu amigo…


-¡no es sólo eso! – dijo Trunks desesperado. Había llegado a esa misma conclusión, pero ahora otra idea lo atormentaba - ¿y si llegásemos a ser novios… y nos peleamos y terminamos? ¿y si luego de eso, ya no quiere verme nunca más?


-eso no puedes saberlo – Annière interrumpió a Trunks sin importarle nada de lo que él decía – si fuera por eso, nadie en el mundo haría nada, y la vida sería muy aburrida


Trunks la miraba fijamente, sabía que ella tenía la razón


Annière suspiró y miró al pelilila de forma comprensiva – tú lo quieres ¿verdad?


Trunks asintió con la cabeza


-entonces ve por él, tigre – y sonrió sinceramente


Trunks sonrió algo avergonzado por todo el escándalo que había hecho, se sentó en su cama y suspiró como si se hubiese dado cuenta de algo. Annière se volvió a sentar frente al escritorio, pero esta vez se puso a hojear una revista de modas que había comprado


-es increíble… - dijo Trunks recostándose de espaldas en su cama – pero lo extraño, ¡y sólo lo vi ayer!


-así es el amor – murmuró la pelirroja – o eso dicen las novelas – agregó, quitándole la seriedad a sus palabras.


Trunks entornó los ojos y sonrió resignado. Se movió un poco pues se sentía algo incómodo en la cama, al final decidió sentarse en la alfombra y apoyar su espalda en un costado de su cama, se quedó mirando largo tiempo una fotografía que estaba en una repisa alta, Goten se la había regalado hace poco, salían ellos, de niños en la única ocasión en que se habían disfrazado para ir a pedir dulces en el día de Halloween


-desearía verlo… – dijo Trunks sumido en sus pensamientos, Annière no le hizo mucho caso y siguió leyendo su revista. Pero de pronto el pelilila sin darse cuenta murmuró – y probar sus dulces labios…


Eso llamó la atención de la chica, que levantó la vista del artículo y miró a Trunks fijamente, sin ninguna expresión en particular


-¿Cómo sabes que sus labios son dulces? – inquirió


Trunks tardó unos instantes en procesar la pregunta de su amiga, cuando se dio cuenta que había pronunciado eso en voz alta sus ojos se abrieron grandes y miró a Annière algo asustado, como si hubiera revelado un gran secreto. Abrió la boca para responder, pero ninguna excusa le venía a la mente, ahí solo estaba “ese” recuerdo renaciendo una vez más, haciendo que sus mejillas se pusieran coloradas. Annière se dio cuenta de todo eso, asombrada, sus ojos se abrieron enormes y la revista se resbaló de sus dedos, abrió la boca sin poder creer lo que estaba pasando y se aferró con una mano a la silla, como asegurándose de no caer cuando preguntó


-¿tú y Goten… se besaron?


Trunks sintió su rostro arder ante esa pregunta y lo único que atinó a hacer fue cubrirse el rostro con sus manos para tratar de bajar su temperatura, pero además, asintió levemente con la cabeza.


-¡¡¿QUÉ?!! – Gritó Annière sin pensarlo, en su expresión de asombro se dibujó una leve sonrisa de emoción - ¡¿Por qué no me lo dijiste?!


-fue hace mucho – dijo Trunks aun cubriéndose el rostro – y además… ambos acordamos que no hablaríamos de eso jamás


-¿qué tanto tiempo atrás? – preguntó ella con cierto tono preocupada


Trunks al fin se quitó las manos del rostro, pero sin mirar a Annière respondió – antes de que me dijera que le gustan los hombres


-¡¿QUÉ?! – preguntó Annière sin entender, un sinfín de preguntas le venían a la mente y no sabía cuál hacer primero, hasta que al fin se decidió - ¡¿Cómo demonios pasó?!


Trunks la miró algo resignado, sabía que no se escaparía de ese interrogatorio, lo mejor era decirlo de una vez


-pasó cuando yo tenía once años, Goten tenía 10… - comenzó a explicar Trunks - había una niña que me gustaba mucho, nunca antes había salido con ninguna niña, pero ella me gustaba mucho, así que me armé de valor y la invité a salir y, milagrosamente, ella aceptó – Trunks respiró profundó pensando cómo continuar – ella era un año mayor que yo, y yo estaba muy nervioso, así que le pedí a Goten que fuera conmigo a mi cita, pero que se mantuviera oculto, ya sabes… como apoyo moral o algo así…


Trunks de once años sonreía torpemente a una niña un poco más alta que él, era una niña muy bonita, pero un tanto con aires de superioridad, jugaba constantemente con su pelo, cada vez que miraba a Trunks parecía estarlo analizando, para decidir si era o no un buen partido.


Estaban en un parque de diversiones, se habían subido a varios juegos, pero se detuvieron a comprar unos jugos, ya que hacía mucho calor a eso de las dos de la tarde. Trunks le pagó al tipo que vendía los jugos y se disponía a irse a sentar junto con esa niña, cuando sintió una voz que invadía su mente


-*”¡Yo también tengo sed!”*


El pelilila miró algo enfadado hacia unos arbustos, que era de dónde provenía la voz: Goten lo miraba enfadado


-*¡ya te di dinero para hoy!* - le respondió Trunks mentalmente


-*¡Compré golosinas!* - reclamó Goten


-*está bien…* - aceptó Trunks y puso algo de dinero en su mano - *hazlo rápido*


-*¡sí!* - dijo Goten y usando toda su velocidad pasó junto a Trunks y tomó el dinero que este le estaba pasando. Solo el pelilila pudo verlo, el resto de las personas sólo sintieron el viento que surgió de la nada y que levantó varias faldas de las muchachas.


Trunks fue a sentarse en una banca junto a su cita y se tomaron los jugos tranquilamente. La chica terminó su jugo y se puso de pie


-iré al tocador, espérame aquí ¿de acuerdo? – dijo y le guiñó un ojo a Trunks


Trunks solo asintió con la cabeza mientras miraba embobado a la chica. Cuando ésta se hubo alejado al fin se calmó


-ella te gusta mucho ¿verdad? – preguntó Goten que se había acercado a Trunks


- sí, pero creo que a ella no le intereso… cree que sólo soy un niñito


-mmm… - Goten seguía bebiendo su jugo – Gohan me dijo que las mujeres son muy complicada, más complicadas que las matemáticas


-¡vete! Ahí viene – dijo Trunks, y Goten regresó a esconderse entre los arbustos


-la hemos pasado muy bien, ¿no crees? – dijo ella sentándose muy cerca de Trunks, lo cual incomodó un poco al pelilila


-sí – se limitó a responder el joven


-si… muy bien – murmuró ella, cerró sus ojos y acercó un poco su rostro a Trunks


El joven Brief, que era su primera cita, no sabía lo que ella quería. Se apartó un poco y miró asustado hacia donde estaba escondido Goten y preguntó “¿Qué quiere?” sólo moviendo los labios


-*creo que quiere que la beses* - le respondió con telepatía Goten, recordando las películas románticas que veía su madre


-“¿besarla?” – pensó Trunks y sus mejillas se pusieron muy rojas y se puso más nervioso de lo que ya estaba, no sabía que era lo que tenía que hacer. Tragó saliva y se acercó un poco a la chica, pero asustado se apartó, respiró profundo y se volvió a acercar, se quedó a cinco centímetros de ella y cerró los ojos, buscando el valor para besarla


Luego de unos minutos en que Trunks seguía con los ojos cerrados pensando en cómo besarla, escuchó un resoplido, abrió un ojo y vio que la chica lo miraba fastidiada, eso hizo que abriera ambos ojos y se apartara un poco


-no eres más que un niño – dijo ella en tono despectivo - ¡ni siquiera sabes besar! Mejor ve a jugar con tus avioncitos – dijo y se fue


-ay, no – replicó Trunks, pero no se atrevió a ir tras ella


-ve el lado positivo – dijo Goten que se había acercado a él – no era tan simpática, ni tan bonita – le sonrió a Trunks – ¿vamos a jugar videojuegos?


-está bien – dijo Trunks


Apenas llegaron a la casa de Trunks se pusieron a jugar videojuegos, pero luego de unos diez minutos Trunks se aburrió de perder contra Goten y dejó de jugar. Aún tenía en mente lo que había dicho esa niña, Goten seguía jugando concentrado cuando ya no pudo soportarlo más y explotó


-¡¡AHHH!! – gritó el pelilila, Goten solo desvió la vista del juego unos segundos para asegurarse de que su amigo estuviera bien - ¡¿cómo es posible que se enfade por no saber besar?! – Continuó el mayor - ¡¡tengo once años!! ¡No se supone que deba saber besar! ¿Cómo se supone que aprenda, si la única niña que ha querido besarme se enfada porque no sé besar?


-no es para tanto – dijo Goten sin dejar de jugar – además no es tan difícil


-¡¿Y tú qué sabes sobre eso?! – le recriminó Trunks


-¡gané! – Dijo Goten sin hacerle mucho caso a Trunks, guardó los datos en la consola y se acercó a su amigo que estaba sentado en el piso, sobre la alfombra – mmm… yo creo que tu debiste tomar la iniciativa


-¿eh? – dijo Trunks sin entender


-es que en las películas románticas que ve mi mamá – explicó Goten – siempre es el hombre el que toma la iniciativa… el que se acerca y las besa, y creo que eso es lo que ellas esperan – Goten hizo un gesto como si estuviera recordando algo – mamá dice que las chicas que toman la iniciativa solo quieren eso


-¿”eso”? – Preguntó Trunks confundido - ¿Qué es “eso”?


-no lo sé, nunca me dice


-mmm… - Trunks trataba de entender a qué se referían con esa frase, pero aún era muy inocente para comprenderlo


-mira, te voy a mostrar cómo se acercan los tipos a las señoritas cuando las van a besar – dijo Goten sentándose cerca de Trunks


-está bien – aceptó Trunks sin pensarlo mucho


-bien, yo voy a hacer de señor y tú haces de señorita – declaró el menor


-¿Por qué yo tengo que hacer de señorita? – replicó el mayor


-¿viste alguna de esas películas románticas?


-… está bien – aceptó el pelilila luego de pensarlo unos instantes


-bien, siéntate sobre tus rodillas – pidió Goten, Trunks hizo lo que su amigo le pedía, puso sus manos sobre sus rodillas y miraba a Goten con su típica expresión de seriedad


-¿y ahora qué? – preguntó


-pues… - empezó a explicar el chico de cabello alborotado – en las películas el tipo se acerca de a poco a la chica – dijo y se sentó frente a Trunks, dejando muy poco espacio entre ellos


-¡eso hice yo!


-¡pero no así! – le recriminó Goten sin dejar a Trunks hablar – él se acerca mientras están hablando o algo así


-¿hablando? – Interrumpió Trunks – que incomodo que alguien se acerque mientras hablan


-sí, pero  – respondió Goten – es como… es como si… - dijo Goten pensando en cómo explicar eso a su amigo - ¡ya sé! ¡Es como si aumentara su energía… y la chica se queda atrapada en esa energía!, ¿entiendes? – preguntó sabiendo que su explicación era algo confusa


-creo que sí – respondió Trunks pensando – él la atrae, por la forma en cómo se acerca… ¿no?


-¡exacto! – dijo Goten emocionado – bueno, entonces el se acerca – dijo y acercó un poco su rostro al de Trunks, quedando a unos escasos cinco centímetros, lo cual sorprendió un poco al mayor, que instintivamente se hizo un poco hacia atrás, aunque imperceptiblemente


-¿y?


-a ver… - dijo Goten tratando de recordar las películas - ¡ah, sí! Siempre muestran cómo él la está mirando… y siempre es así, primero los ojos, luego los labios, de nuevo los ojos y de nuevo los labios, y ojos y labios y ojos y labios… - repitió sin mirar a Trunks y luego hizo lo que había descrito, miró a los ojos del mayor, y luego miró sus labios y se fue acercando cada vez más, muy lentamente, esta vez Trunks no se apartó, él también estaba hipnotizado mirando simultáneamente los ojos negros y los labios rosados de su mejor amigo.


Goten se detuvo al mirar nuevamente los ojos de Trunks, quedando sus narices a menos de un centímetro de distancia


-qué ojos tan azules tienes – murmuró el pelinegro, las mejillas de Trunks se tornaron de un suave rosa, pero no dijo nada.


-bien – prosiguió el menor – y aquí es cuando… ladean un poco la cabeza – y ladeó un poco su cabeza hacia la derecha – cierran los ojos… - y cerró sus ojos acercándose un poco más a Trunks, quedando sus labios a unos escasos cinco milímetros de distancia – y se besan – murmuró, pero se mantuvo quieto en esa posición, con los labios entreabiertos, sintiendo la respiración de Trunks demasiado cerca.


Trunks por su parte estaba paralizado, su mente estaba en blanco, parecía que no era capaz de procesar lo que estaba pasando, ni lo cerca que estaba de Goten, y sobre todo de sus labios. Tan solo miraba el rostro de su compañero de juegos, sin saber muy bien qué hacer


Goten entreabrió los ojos y al notar a Trunks tan aturdido no pudo evitar sonreir con cierto aire de superioridad


-Trunks… - susurró – si no te quitas, te voy a besar


Esa frase hizo que el pelilila reaccionara y saliera del trance en que estaba,


- ¿qué? – murmuró sorprendido. Situación que Goten aprovechó y rápidamente juntó sus labios con los de él, cerrando los ojos.


En cambio Trunks, al entrar sus labios en contacto con los de Goten, sus ojos se abrieron enormes y presionó los puños que aún mantenía sobre sus rodillas, arrugando un poco su pantalón.


Ambos se quedaron en esa posición unos minutos, no era más que un simple y suave topón de labios, pero aun así el pelilila sintió una presión en su estómago y su corazón latiendo con fuerza. Una suave vocecita había aparecido en su mente para recordarle que era Goten a quien estaba besando, pero a pesar de querer empujarlo lejos, una parte de él lo detenía, como si sus labios estuvieran pegados con un imán.


Luego de dos largos minutos, que para el pelilila se hicieron eternos, Goten se apartó un poco, sólo un poco de Trunks. Pero éste sintiendo que Goten se alejaba, instintivamente e ignorando todo lo que su mente le decía, volvió a juntar sus labios, haciendo que el suave beso fuera más nítido para ambos, esta vez Trunks también cerró los ojos. Hubieran estado así por largo tiempo, de no ser porque de pronto, se sintió que alguien hacia girar la manija de la puerta


-¡Trunks! – se escuchó la voz de Bulma que abria la puerta. Rápidamente Trunks apartó a Goten con todas sus fuerzas, y asustado buscó en su mochila un libro de la escuela y fingió que estaba leyendo.


-les traje unas bebidas chicos – dijo la peliazul sonriendo al fin entrando en la habitación, no había visto nada, pero no pudo evitar notar que la actitud de los niños definitivamente escondía algo


-Trunks ¿no estarán peleando? – preguntó ella mirándolos sospechosamente


-claro que no – respondió en el acto Trunks, tapándose la cara con el libro, aun sentía mucha calor en su rostro y estaba muy ruborizado. Bulma notó eso, pero no dijo nada, sólo alzó una ceja y miró repetidamente a Goten y a Trunks


 -si van a pelear, háganlo afuera – les dijo y salió de la habitación dejando la bandeja con pastelillos en una mesita en la habitación. Goten rápidamente se dirigió a engullir todos esos pastelitos, Trunks seguía sentado con el libro cubriéndole el rostro


-¿Trunks? – llamó el pelinegro, pero el pelilila no le hizo caso, se puso de pie y se dirigió a su baño privado, antes de entrar miró a Goten, estaba entre enfadado y avergonzado


-¡¡ÉSTO JAMÁS PASÓ!! – le gritó, y cerró la puerta del baño de un portazo.


 


-… y eso fue lo que pasó – dijo Trunks, con sus mejillas algo ruborizadas, mirando el techo. Annière por su parte se había sentado en la alfombra junto con él, estaba emocionadísima por el relato que Trunks acababa de hacer


-¡¿eso es todo?! – Exclamó incrédula – espera un poco… ¿Qué pasó después? ¿Por qué Goten te besó? ¿Te dio alguna explicación?


-no – dijo Trunks mirándola – eso es todo, jamás hablamos de eso, actuamos como si nunca hubiese ocurrido


-¡¿QUÉ?! Pero, pero… esa información es muy importante, es decir, podrías saber cuáles son los sentimientos de Goten y…


-ya lo sé – dijo él algo frustrado – no te hagas ilusiones, solo éramos niños… sólo fue un juego y nada más… - explicó Trunks, deseando que ojalá no fuera sólo un juego de niños.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, lamento la tardanza, pero marzo y abril fueron bastante complicados en la Universidad.

Aún no sé cual sera el tema o el título del proximo capitulo, estoy decidiendolo aún. Espero actualizar pronto, pero no prometo nada


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).