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Amigos ¿Para siempre? por Drasami

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Notas del capitulo:

Al fin!!!!

Bueno, los personajes son de Akira Toriyama

 

Luego de esa semana, Trunks había decidido seguir el concejo de su amiga y no tomarse la relación de Goten como algo serio, pero aun así no se atrevió a actuar directamente y declarársele. Por el contrario, trataba de acercarse a Goten y pasar tiempo con él, con la esperanza de que el pelinegro se diera cuenta de su existencia y de su interés en él.


Sin embargo por mucho que el pelilila se esforzaba, y llamaba a Goten, lo invitaba a su casa, lo invitaba al cine y trataba de pasar tiempo con él, no servía de mucho, pues Goten estaba más interesado en pasar tiempo con su novio. Había empezado a llegar más tarde de lo usual, por lo que apenas si se veían en la entrada a la escuela, durante los recreos se la pasaba hablando por teléfono con ese chico, y algunas veces durante el descanso del almuerzo, se iba detrás del edificio, donde Trunks los había encontrado, para estar con Alexett. Todas las tardes, a la salida, él estaba esperando al pelinegro en su motocicleta, muchas veces Goten no alcanzaba a despedirse de Trunks y Annière, ya que Alexett se iba rápidamente del lugar, no sin antes mirar de forma desafiante al pelilila. Por si eso fuera poco, todos los fines de semana Goten y Alexett los pasaban juntos, en definitiva, Trunks no tenía ninguna posibilidad de acercarse a Goten.


Luego de dos meses Trunks ya se había acostumbrado un poco a que Goten casi no le prestara atención, le dolía aún, pero no perdía las esperanzas, pero por el momento se conformaba con verlo durante los descansos mientras el pelinegro hablaba por teléfono, aunque cada vez que Goten decía “te quiero”, Trunks miraba hacia otra parte y soñaba con que esas palabras se las decía a él. Todo estaba tranquilo entre ellos, sin embargo algo hizo que Trunks se molestara, quedaba solo una semana para los exámenes finales y a diferencia de los años anteriores Goten no le pidió ayuda para estudiar, cuando le preguntó cuándo se juntarían a estudiar, Goten le dijo que no era necesario pues “su novio lo iba a ayudar, porque le iba muy bien en el instituto”. Esas palabras hirieron mucho al pelilila, incluso él se sintió extraño por sentirse así, era como si Goten lo hubiera estado usando y ahora que no lo necesitaba simplemente lo reemplazaba. Trunks sabía que eso no era así, pero eso no evitaba sentirse enfadado. Decidió no hablarle hasta el final del año escolar, pero Goten ni siquiera lo notó.


Al fin sonó el timbre de fin de año, Trunks frustrado por cómo habían estado las cosas con Goten tomó sus cosas y salió tranquilamente de la escuela sin despedirse de nadie. Se fue caminando tranquilamente, ignorando el bullicio que hacían los alumnos por la alegría de las vacaciones y por aquellos alumnos que vaciaban sus casilleros a última hora. Llegó a esa esquina donde se juntaban en las mañanas y sin esperarlo su bolso se rompió y sus libros de estudios avanzados se desparramaron en la acera. El pelilila se aguantó las ganas de destruirlos con una bola de energía y resignado se dispuso a recogerlos, estaba en eso cuando escuchó que lo llamaban, levantó la vista y vio a Goten en la entrada de la escuela haciéndole señas y tratando de acercarse, detrás de él venía Annière, se notaba que estaba muy cansada, de seguro Goten la había hecho correr para apurarse


-¿Por qué no nos esperaste? – dijo Goten al llegar a su lado, y dándose cuenta de las cosas tiradas agregó - ¿qué te pasó? – y se dispuso a ayudar a su amigo


-¡al fin! ¡Qué cansancio! – dijo exhausta Annière al llegar junto a ellos, se apoyó un poco en el hombro de Goten para no caerse, miró el desastre y dijo – tú sabes que la escuela tiene biblioteca ¿verdad?


Trunks le sonrió algo avergonzado y luego miró a Goten que terminaba de recoger los libros, ambos se pusieron de pie a la vez, Goten llevaba una pila con diez libros muy complicados, Trunks llevaba otros diez


-gracias, pásamelos, debo irme a casa – dijo Trunks secamente


-no, yo los llevo – dijo Goten sin darse cuenta de la expresión seria de su amigo – le decía a Annière que vayamos a tomar un helado, nosotros tres – agregó con energía y sonriendo abiertamente


-¿hablas en serio? – pregunto Trunks entre esperanzado y desconfiado, pues siempre aparecía Alexett para arruinar los planes


-¡claro que sí! – Dijo Goten, y añadió un poco más serio – sé que los he dejado un poco…, bueno, bastante, de lado estos meses… lo lamento – sus ojos negros se centraron en los azules de Trunks, pero el mayor no pudo sostenerle la mirada por mucho tiempo


-e-está bien – dijo y sonrió levemente, sus mejillas estaban levemente rosadas – vamos a tomar helado


-¡pero tú nos invitas! – dijeron al unísono Annière y Goten. A Trunks casi se le vuelven a caer los libros por la sorpresa.


Eran cerca de las cinco de la tarde, y los tres amigos se la habían pasado en la heladería probando todos los sabores y preparaciones especiales, para desgracia de la billetera de Trunks. Estaban de lo mejor divirtiéndose, cuando de pronto un celular comienza a sonar, Goten busca en su pantalón y contesta


~¿aló? ~… ~hola amor~… ~sí, estoy en la heladería con mis amigos~ - Goten hablaba despreocupadamente, tenía una sonrisa tonta en el rostro, pero de repente se esfumó, su novio le había dicho algo y automáticamente el pelinegro miró a Trunks


~sí,… ¿qué tiene?~ dijo en tono preocupado, Annière y Trunks se miraron intrigados, luego de unos instantes


~ ¡No digas tonterías!~ dijo Goten alzando un poco la voz, se dio cuenta que todos en el local lo miraban, avergonzado se puso de pie y se dirigió al baño de hombres, mientras caminaba hacia allá preguntó ~ ¿Por qué piensas eso? ~ Justo antes de abrir la puerta del baño se detuvo de golpe ~ ¿Qué? ~ preguntó aturdido, sus mejillas se ruborizaron un poco y miró directamente a donde estaba sentado Trunks, pero rápidamente desvió la vista y entro al baño diciendo con voz muy segura ~ ¡Claro que no!~


Pasaron unos quince minutos hasta que Goten regresó a la mesa, sus ojos se veían algo brillosos, había estado llorando, el pelilila por supuesto se dio cuenta


-¿estás bien? – preguntó preocupado


-¿eh? Sí, sí – contestó Goten algo distraído, y luego añadió – Alexett me va a venir a buscar como en media hora, ¿alcanzamos a tomar otro helado?


-oh… - dijo Trunks, todo su ánimo se desplomó con esa noticia – pide otro si quieres – dijo con voz suave


-lo lamento – dijo Goten – en verdad…


- pues yo quisiera probar el helado de avellana y nueces – dijo Annière, tratando de cambiar de tema, Goten le siguió la corriente, pero Trunks no les siguió el juego, presionó los puños bajo la mesa, estúpido Alexett, cómo odiaba a ese tipo.


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El pelilila se despertó a las seis de la mañana ese primer sábado de vacaciones de verano, había olvidado quitar la alarma. Luego de un rato de intentar dormirse nuevamente sin conseguirlo, bajó a tomar desayuno, bajó en pijama pues no tenía ganas de hacer nada productivo ese día, había sido un semestre muy agotador. Mientras caminaba hacia la cocina tenía la sensación de que algo estaba mal, como si algo faltara, pero no podía recordar qué era. Desayunó tranquilamente, considerando que es un saiyan, pero la sensación aún estaba ahí, en su pecho, molestándole. Tomó unos bocadillos para más tarde y regresó a su habitación, se acostó en la cama y entonces lo recordó


-Goten… - murmuró, automáticamente miró hacia la puerta – él no va a venir… debe estar con su novio – se dijo y sus ojos se humedecieron. Eso era lo que causaba esa sensación de vacío en su pecho, Goten ya no pasaría tiempo con él a causa de ese tipo - ¿Qué voy a hacer todo el verano? – se preguntó Trunks; sabía que estar tres semanas en la casa de Goten sería una tortura, porque las fuerzas que había reunido para declarársele se habían desvanecido y no se sentía capaz de decirle sus sentimientos, y estando en esa casa, tan pequeña, en su habitación, los dos, tan juntos, lo ponía nervioso el solo pensarlo, y sin embargo deseaba con toda su alma estar en esa situación, estar ese tiempo con su pelinegro. Concentrado en esos pensamientos, el sonido de su celular lo sobresaltó, para su sorpresa era Goten


~hola, ¿Qué pasa? ~ preguntó algo preocupado, nervioso y ansioso el pelilila


~Hola ~ dijo Goten ~no es nada, no te preocupes, es solo que… sé que esperabas que te fuera a buscar para venir a mi casa…”


~no, yo no… ~ trató de decirle Trunks, mintiendo para no hacerlo sentir mal, pero Goten lo interrumpió


~quería hacerlo, pero… Alexett me invitó a salir y, pues ~ Goten trataba de dar excusas, por su voz se notaba que estaba acongojado por la situación


~descuida ~ dijo Trunks tratando de mantener la calma ~ve con él, es tu novio ~ añadió y presionó con fuerza sus dientes, porque al momento de decir eso sintió como su corazón comenzaba a doler, pero no podía darse el lujo de demostrarlo mientras hablaba por teléfono con su chico.


~te lo compensare ~ dijo Goten, su voz se escuchaba extrañamente muy suave, Trunks quiso decirle que no era necesario, pero Goten colgó antes de poder hacerlo.


--


Fueron los dos meses más largos y abrumadores de la vida del pelilila. No solo no había podido pasar tiempo con Goten, ni siquiera había podido hablar con él por teléfono ni a través del computador, ese sujeto se estaba encargando de alejarlos, en esas escasas ocasiones en que trataron de verse durante el verano, Alexett se interponía e invitaba a Goten a salir, por lo que Goten terminaba cancelando los planes con el pelilila.


Al fin llego el tiempo de volver a clases, pero parecía que el otoño no quería llegar, un sol radiante se asomaba por las montañas mientras Trunks se colocaba su uniforme, procurando que todo quedara en perfecto orden, pues se trataba del primer día. Cuando se puso el blazer le extrañó un poco que le quedara algo suelto, pero no le dio mayor importancia. La verdad era que esos dos meses de vacaciones y holgazanería le estaban pasando la cuenta, como no había ido a casa de Goten no había entrenado en ningún momento y cuando Vegeta trataba de obligarlo él se arrancaba hacia la ciudad, por lo tanto estaba perdiendo algo de condición física.


A medida que se acercaba a la escuela se empezó a emocionar, al fin vería a Goten después de tanto tiempo, era una lástima que ahora solo en la escuela pudiera ver a su mejor amigo, un mejor amigo que ansiaba que se convirtiera en su novio. Cuando llegó a donde siempre se juntaban Annière ya estaba ahí esperándolos, Trunks sonrió al verla con su nuevo uniforme, se veía mayor, pero al saludarla se dio cuenta que era la misma chica de siempre


-no me digas… venias pensando en tu amado – dijo ella apenas lo vio. Trunks solo sonrió y se puso a esperar al pelinegro


Faltaban diez minutos para el inicio de clases y Trunks sintió el ki de Goten acercándose


-ahí viene – dijo mirando hacia el cielo – llegó más temprano de lo usual


-te apuesto cien mil zenis a que no lo recuerda – dijo Annière susurrando


-olvídalo… no quiero perder mi dinero – replicó Trunks sonriendo


Goten aterrizó frente a ellos, ni siquiera le importó que las demás personas lo quedaran mirando


-hola – saludo con energía y sonriendo como era su costumbre, Trunks no pudo evitar mirarlo detenidamente de pies a cabeza. Su ropa iba toda desordenada como siempre, ni siquiera le importaba que fuera el primer día de clases, llevaba zapatillas en lugar de zapatos como se exigía, la camisa fuera del pantalón, el chaleco desabrochado, la corbata sin el nudo y por supuesto los dos primeros botones de la camisa sin abrochar. Pero su cabello fue lo que más llamó la atención del pelilila, estaba largo de atrás tanto para casi llegarle a los hombros, su flequillo casi cubría sus ojos y arriba era todo un desastre, tan característico de Goten.


-llegaste temprano Goten – señaló la chica


-sí, es que – comenzó a decir y se rasco su mejilla izquierda – rompí la secadora de mamá de una patada y salí huyendo antes de que me regañara


-el castigo te va a estar esperando cuando regreses – le advirtió Trunks


-lo sé, por eso llegare muy tarde a casa hoy – dijo Goten caminando hacia la entrada, Annière y Trunks lo siguieron, no sin antes intercambiar miradas cómplices. Goten solo se dio cuenta que sus amigos actuaban algo extraños cuando al llegar a la entrada de la escuela ellos se quedaron en la entrada


-¿Qué sucede? ¿Por qué no entran? – pregunto preocupado acercándose a ellos


-sí que eres despistado – señalo Annière, sin creer lo que oía


-¿no ves algo distinto en nosotros? – pregunto Trunks tratando de ayudar a que Goten se diese cuenta


-míranos y presta mucha atención – ordenó Annière


Goten obedeció y se quedó mirando unos instantes a sus amigos, sabía que había algo distinto en ellos, pero no sabía que era, hasta que unos alumnos pasaron cerca de ellos y pudo notarlo con claridad


-¡AAAAHHH! ¡Llevan la ropa de preparatoria! – exclamó Goten casi gritando - ¿Por qué? – pregunto inocentemente, haciendo que sus amigos casi se cayeran por la sorpresa de la pregunta


-¡¿Cómo que por qué?! – Le recrimino Annière – nosotros ya vamos en primer año de preparatoria


-¡¿QUUÉEEE?! – Goten casi se va de espaldas por la noticia, miró alternadamente a Annière y a Trunks, y luego miro fijamente a su mejor amigo, como esperando la confirmación de eso, Trunks asintió con la cabeza con la seriedad propia de su personalidad. Eso fue suficiente para que Goten olvidara que ya tenía quince años y se empezara a comportar como un niño de cinco - ¡NO QUIERO! – reclamó, sin importarle que lo miraran


-no exageres – le murmuró Trunks algo avergonzado, tratando de calmarlo


-¡pero estaré solo en todos los recreos! – Reclamó Goten - ¡ustedes al menos estarán juntos! ¡¡NO ES JUSTO!! – gritó dando una patada en el piso, que bastó para agrietar el pavimento


-¡no puedes evitarlo! – dijo Annière despreocupadamente. Goten la miró enfadado, e inflo sus mejillas, y luego sin previo aviso se abalanzo sobre Trunks y lo abrazó del cuello diciendo


-¡NO QUIERO QUE TE VAYAS!


Annière sonrió divertida por la situación. Trunks en cambio estaba en shock. El cuerpo de Goten estaba pegado al suyo, podía sentir el aroma de su cabello tan cerca, su corazón saltó y comenzó a latir con fuerza, su mente en cambio estaba concentrada en aguantar el impulso de abrazarlo que le hacía sentir una especie de comezón en las manos. Su rostro estaba completamente rojo, parecía que salía humo de su cabeza. Miró a Annière y le suplico ayuda, ella divertida como estaba, quiso hacerse la desentendida, pero Trunks volvió a suplicarle


-faltan cinco minutos para que empiecen las clases, Trunks debemos irnos – dijo ella tratando de ayudar a su amigo.


Goten la miró, él y Trunks tenían la misma altura, pero Goten actuando como niño enfurruñado, se aferró aún más al cuello de su amigo, puso todo su peso hacia abajo haciendo que Trunks se tambaleara un poco hacia adelante, por lo que sus rostros quedaron frente a frente, Goten miraba fijamente los ojos del pelilila como suplicando que no se fuera, y este hipnotizado en sus ojos negros no dejaba de mirarle


-no creo que a tu novio le guste que estés tan cerca de Trunks – dijo la pelirroja, tratando de liberar a Trunks antes de que hiciera una locura, aunque disfrutando de esa situación. Ante ese comentario Goten miró a la chica, su rostro se puso serio y miró hacia otra parte y se incorporó pero sin soltar a Trunks


-Alexett y yo terminamos – declaró Goten sin mirar a sus amigos. Eso sorprendió a los mayores, quienes quedaron sin habla por unos momentos


-lo siento – dijo al fin Trunks, aunque no era así, en su interior una llama de esperanza lo inundó


-yo no – dijo Goten al fin soltando a Trunks – era un idiota – dijo claramente enfadado, frunciendo el ceño pero a la vez se notaba que le dolía.


Un silencio incomodo llenó el ambiente, las miradas de Trunks y Annière estaban fijas en Goten, pero este miraba al piso


-necesitaba estar contigo el día de hoy – dijo Goten mirando a Trunks, olvidando por completo a la chica pelirroja, parecía que solo estaban ellos dos


-la preparatoria esta justo al lado de la secundaria, Goten – dijo Trunks tratando de quitarle seriedad al asunto, se sentía muy incómodo bajo la mirada suplicante y de dolor de Goten


-pero no te podré ver hasta la tarde – replicó Goten – los edificios están prácticamente juntos, pero aun así no nos podremos ver – le recordó. En ese preciso momento sonó el timbre de la secundaria y las campanadas de la preparatoria que anunciaban el inicio del año escolar


-debo irme – dijo el pelilila con algo de culpa


Goten frunció el ceño unos instantes y luego suspiró resignado, igual que su madre cuando se resignaba a las ausencias de Goku


-promete que me esperarás a la hora de la salida – exigió Goten


-está bien – sonrió Trunks


-que te vaya bien en la preparatoria – dijo Goten sonriendo. Trunks tomó a Annière de la cintura y se fue a toda velocidad hacia la preparatoria, nadie se dio cuenta que entró tarde. Goten en cambio se fue caminando hacia la secundaria despreocupadamente, ni siquiera le prestó mucha atención al maestro que lo regañó durante veinte minutos por llegar tarde el primer día.


--


Sonó el timbre de la escuela y Goten salió tranquilamente y sin mucho ánimo, había sido el día más aburrido de toda su vida en esa escuela. Durante el recreo se dio cuenta que no tenía muchos amigos en su salón, de hecho no tenía ningún amigo, y lo peor es que cuando trató de acercarse a un grupo de muchachos, estos no le hicieron mucho caso y se alejaban de él. Durante el almuerzo, tuvo que sentarse en la cafetería, pues no tenía ningún otro lugar donde ir, se sentó solo en una mesa en el rincón, hasta que una niña de su salón, con la que nunca antes había hablado se sentó junto a él


-no te molesta que me siente, ¿verdad? – dijo ella sentándose sin esperar la respuesta


-supongo que no – dijo el pelinegro


-mi nombre es Amy – dijo ella mientras rellenaba de mostaza su hamburguesa – soy presidenta del club de matemáticas – y le dio un mordisco a su hamburguesa. Goten olvidó presentarse pues estaba concentrado mirando lo asqueroso de esa hamburguesa cubierta de aderezo


-eee… yo soy – comenzó a decir el pelinegro, pero la chica lo interrumpió


-tu eres Son Goten – aseguró ella – y hace un año sacaste doscientos puntos en la prueba de matemáticas, y quizás no lo sepas pero somos compañeros de salón – y sin dejar a Goten hablar preguntó - ¿quieres entrar al club de matemáticas?


-eee… gracias – dijo Goten – pero la verdad es que no soy un genio como puedes creer, me ayudaron a estudiar esa vez, solo fue eso


-pero nadie te ayudo a hacer la prueba – señaló Amy terminando de comer su hamburguesa – bueno, de todas formas si te interesa nos juntamos todos los recreos


-no es necesario…


-yo creo que sí – dijo Amy sin rodeos y luego acercándose a Goten le susurró – nadie se acercó a ti en el salón porque corre el rumor en la escuela de que eres gay – y diciendo eso se levantó y se fue


Ante eso, Goten miro de reojo a quienes estaban en la cafetería y se dio cuenta de que algunos lo estaban mirando, pero no le dio importancia, él ya había asumido frente a todos sus seres queridos quien era, le daba igual lo que sus compañeros pudieran pensar. Pero aun así se sintió algo solo, aún más de lo que ya sentía.


Cuando salió de la escuela vio a Trunks y Annière esperándolo en la salida, eso lo hizo sentir mucho mejor, sonrió y se acercó a ellos


-veo que me obedeciste – dijo con aires de suficiencia, dándole un suave puñetazo en el brazo a Trunks


-tu no me das órdenes – reclamó el pelilila sonriendo


-bueno, bueno, vamos – dijo Goten caminado hacia la ciudad


-bien, entonces yo me iré a mi casa – dijo Annière, sus amigos la miraron – como los planes de Goten no me incluían a mi…


-ay, no digas tonterías, claro que estas incluida – dijo Goten acercándose a ella y tomándola del brazo – además Trunks nos va a invitar a comer pastel


-yo no dije eso – se exaltó Trunks. Goten le guiño un ojo a Annière y esta entendió el mensaje


-¿en serio? ¿Iremos a comer pastel? – dijo ella siguiéndole el juego a Goten


-claro que sí, comeremos todos los pasteles que queramos, Trunks invita


-hey, yo no he dicho nada de eso – le decía Trunks, pero ninguno de los dos lo escuchaba


-sabes, conozco una cafetería con pasteles muy ricos, queda en el centro de la ciudad – dijo Annière


-bien, entonces iremos ahí – dijo Goten poniéndose a caminar acompañado de Annière. Trunks se había quedado un poco atrás, pero Goten se le acercó y lo tomó del brazo – no seas tan gruñón, será divertido – le dijo


-bien, vamos – aceptó el pelilila haciéndose el difícil, en verdad estaba disfrutando tanto que Goten quisiera pasar tiempo con él y sobre todo que lo llevara del brazo


Una vez en la cafetería de la que habló Annière, decidieron sentarse junto a la ventana, Trunks por la costumbre iba a sentarse al lado de Annière, para quedar frente a Goten, pero el pelinegro le reclama y le exige que se siente a su lado. Trunks, nervioso, hace lo que Goten le pide y se sienta junto a él, inmediatamente el menor lo abraza con fuerza del cuello


-gracias por estar conmigo, Trunks – le dijo Goten y lo suelta para ver el menú de pasteles. Trunks agachó la cabeza para que no se notara lo rojo que estaba, pero Goten no lo miraba, él estaba babeando por todos los pasteles que iba a comer


Luego de un rato, mientras los saiyan comían la tercera ronda de pasteles, Annière, que aun iba en el primer pastel, mira a Goten y le pregunta lo que sus ansias de chismes le estaban exigiendo saber


-dime Goten, ¿Cómo fue que tú y Alexett terminaron? – preguntó sin tapujos


-¡Annière! – la regaña Trunks y mira preocupado al pelinegro. El menor de los Son miró a la chica, perplejo, le sorprendía que alguien pudiera ser tan indiscreto con esas cosas


-pueees… - comenzó a decir


-no tienes que contarle nada – le recordó el pelilila


-fue hace tres semanas – prosiguió Goten, sin hacer caso a Trunks, pero fue todo lo que dijo, se puso a mirar por la ventana sumido en sus pensamientos, recordaba muy bien aquella noche…


Alexett había ido a dejar a Goten en motocicleta a la montaña Paoz, eran cerca de las doce de la noche y ambos estaban cansados, no había sido una cita muy buena, de hecho, habían comenzado el día discutiendo. Esa mañana Goten se había levantado temprano para ir a ver a Trunks de sorpresa y mientras tomaba desayuno, escuchó la motocicleta de su novio, por alguna extraña razón no se alegró mucho de verlo


-hola, ¿Qué haces aquí? – Preguntó inmediatamente el pelinegro – creí que hoy no nos veríamos


-¿Qué? ¿Algún problema con que te venga a visitar sin avisar? – preguntó Alexett molesto por ese frio recibimiento


-es que iba a ir a ver a Trunks – dijo Goten rascándose la nuca


-¿tu amiguito de la escuela? – pregunto burlesco el joven


-¡no es un “amiguito”! – Le respondió enfadado Goten - ¡es mi mejor amigo!


-como sea – lo interrumpió Alexett – tengo boletos para una feria en ciudad Satán, ¿Quieres ir o no? Puedo ir con alguien más


-no – respondió rápidamente Goten, y luego de pensarlo unos segundos se resignó – está bien, vamos a la feria.


Durante el transcurso del día discutieron en varias ocasiones y Goten terminaba cediendo. Cuando llegaron esa noche a la casa de Goten, sus padres ya estaban acostados, su madre le había dejado prendida la luz de la cocina


-ya puedes bajarte – dijo Alexett


-gracias – dijo Goten bajando de la motocicleta


-¿Qué harás mañana? – preguntó el motociclista


-quiero ir a ver a Trunks – contestó Goten


-¿otra vez con eso? – Le reclamó Alexett - ¿Cuándo vas a dejar de juntarte con ese idiota?


-¡Hey! – se enfadó Goten al escuchar que insultaban al pelilila - ¡ya te lo dije, Trunks es mi mejor amigo! No entiendo por qué te pones celoso… - comenzó a explicar Goten, pero Alexett lo interrumpió


-¡¡por favor!! – Exclamó enfadado el mayor - ¡¿Cómo vas a ser tan idiota de no darte cuenta que él está interesado en ti?!


-¡¡no digas tonterías!! – Goten comenzaba a alzar la voz - ¡no hay nada entre él y yo!


-¡¡ENTONCES DEJA DE PREOCUPARTE Y PASAR TIEMPO CON ÉL!! – le gritó Alexett bajándose de la motocicleta


-… ¡no puedes pedirme eso! – Dijo Goten sin creer lo que escuchaba - ¡él es mi mejor amigo!


-¡¡YO DEBERÍA SER TU MEJOR AMIGO!!


En esos momentos, Goku se levantó a comer algo y escuchó la discusión, miró por la ventana de la cocina y comiéndose un dorayaki decidió regresar a su habitación, no quería entrometerse, pero entonces sintió que el ki de su hijo comenzaba a elevarse suavemente y decidió acercarse a la puerta, sólo por si era necesario intervenir.


-lo que me pides es imposible – le respondió Goten, su voz se quebró al decir eso, sentía rabia y dolor por igual - ¡¡Trunks ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria!!... y a ti, a ti te conozco hace menos de seis meses… ¡¡JAMÁS VOY A CAMBIAR MI AMISTAD CON TRUNKS!!


-¡¡¡BIEN, PUES VE A REVOLCARTE CON ÉL ENTONCES!!! – le gritó Alexett, lo que bastó para que Goten sobrepasara su nivel de paciencia. De un movimiento lo levantó de la camisa con una mano y la otra la empuñó con fuerza, su ki estaba muy alto. Iba a darle el puñetazo, cuando


-¡Goten! – la voz de su padre lo hizo detenerse justo a tiempo. Goten miró hacia la puerta donde su padre lo miraba, respiró profundo y soltó a Alexett


-no vales la pena – le dijo y se dirigió hacia su casa, antes de entrar se volteó a mirar a Alexett que aún seguía en el piso – por si no te has dado cuenta – le dijo - lo que había entre nosotros ¡se acabó!


Cerró la puerta tras de sí, entonces escuchó el sonido de la motocicleta alejándose y respiró profundo, como si con él se fuera un gran peso de encima. Sintió la mano de su padre en su hombro y lo miró, Goku le sonreía apoyándolo y a la vez orgulloso


-¿Qué pasa? – preguntó sin entender el menor


-te diría que lamento que no haya resultado con ese muchacho, pero en realidad no, a tu madre no le agradaba, según ella era un rebelde – comentó Goku


Una sonrisa se dibujó en los labios de Goten al imaginarse a su madre diciendo que Alexett era un rebelde


-y la verdad es que ni a mí ni a Gohan nos agradaba – aceptó Goku, en ese momento el estómago de Goten reclamó por comida – ven, hay dorayaki en la nevera – dijo Goku riendo al escuchar el rugido de hambre del saiyan más joven


Goku tuvo cuidado de sacar los pastelillos sin hacer ruido para no despertar a su esposa, que de seguro los regañaría por comer a esas horas. Goten calentó agua y preparó té para acompañar los dorayaki. Ambos se sentaron y se pusieron a comer


-estoy orgulloso de ti – dijo de pronto Goku mirando a su hijo menor


-¿Por qué? – preguntó sin entender Goten


-por defender a Trunks y poner su amistad de años por encima de ese noviazgo – dijo Goku serio – eso hacen los amigos


-Alexett era un idiota – dijo Goten y luego de un rato de silencio sus ojos se llenaron de lágrimas y sin poderlo aguantarlo más, se cubrió el rostro con sus manos y se puso a llorar desconsoladamente. Goku simplemente lo atrajo hacia sí y lo abrazó con fuerza, Milk tenía razón, Goten en muchos aspectos seguía siendo sólo un niño.


 


-¿Goten? ¡Goten! – las voces de Annière y Trunks lo sacaron de sus pensamientos, los miró algo aturdido


-lo siento – se excusó – sólo, recordaba algo… ¿de qué estábamos hablando? – preguntó


-¿estás bien? – preguntó el pelilila preocupado por su amigo, Goten asintió con la cabeza


-me estabas contando cómo fue que tú y Alexett terminaron – dijo la pelirroja


-¡ah! – dijo Goten recordando – bueno, discutimos y yo terminé con él – dijo Goten tranquilamente


-¡pero yo quiero más detalles! – Exigió la chica desilusionada por esa explicación tan pobre - ¿Por qué discutieron?


Goten comió un bocado de su pastel, masticó con tranquilidad mientras pensaba, tenía tantas cosas que decir, miró a Annière, tragó el bocado de pastel y una leve sonrisa se dibujó en su rostro


-¡¡era un idiota!! – exclamó golpeando la mesa con los puños. Trunks sonrió al escuchar eso y más tranquilo siguió comiendo su pastel de tiramisú


-¿Por qué lo dices? – preguntó animada Annière por la conversación


-¡porque lo era! – Dijo Goten desahogándose de todo lo que pensaba – él creía que yo era de su propiedad, ¡era demasiado celoso!, si yo le sonreía a alguien creía que lo estaba engañando, no me quería dejar solo nunca, ¡no confiaba en mí!, era tan celoso que ni se imaginan… inventó la loca idea de que ¡Trunks estaba enamorado de mí!


Al escucharlo, Trunks casi se ahoga con un pedazo de pastel, Goten le dio una palmada en la espalda y pudo respirar con normalidad, miró a Goten asustado


-lo sé, ¡¡es una estupidez!! – Dijo Goten sin prestarle mucha atención a Trunks – yo casi me fui de espaldas cuando lo dijo, ¿sí o no que era un idiota? – preguntó Goten mirando a Trunks


-sí, totalmente – dijo Trunks dándole la razón a Goten, aún estaba muy alterado


Goten respiró profundo y se apoyó en la silla, parecía que hace mucho que quería decir todo eso, ahora se sentía muy aliviado


-voy al baño – dijo de pronto – tomé muchos jugos – agregó rascándose la mejilla


Una vez que se fue, Annière se inclinó en la mesa para hablar con Trunks


-¿Por qué no le dijiste? ¡Era tu oportunidad! – susurró la chica


-¡estás loca! – Susurró a su vez Trunks cuidando que Goten no viniera – el piensa que es estúpido que yo sienta algo por él


-pero – iba a replicar la chica, pero Trunks la interrumpió


-silencio, ahí viene


-¿de qué hablan? – preguntó Goten sentándose


-la prepa – inventó la pelirroja


-ay, no hablen de la escuela, por favor – replicó Goten – hoy la pase horrible, me hicieron mucha falta


Annière le hizo un gesto a Trunks para que decidiera declarársele a Goten, pero el pelilila negó con la cabeza, la chica resignada entornó los ojos y luego miró a Goten


-entonces, Goten – comenzó a decir – ahora estas soltero y sin compromiso…, y ¿en busca de pareja?


-soltero y sin compromiso, sí – respondió Goten – pero en busca de pareja, ni-lo-sueñes – replicó algo enfadado marcando cada palabra – todas mis relaciones terminan mal, así que desde ahora en adelante, no me importa lo que piense el resto, todas mis relaciones van a ser casuales… y si alguien quiere algo más serio, pues que se busque a alguien más, ¡yo ya no estoy para esos jueguitos románticos! – terminó de decir y se echó todo un pastel a la boca, como si quisiera rellenar con eso, algún tipo de vacío en su corazón.


Trunks lo quedo mirando, fijamente, perplejo, en su mente las palabras de Goten resonaban una y otra vez “todas mis relaciones van a ser casuales” “si alguien quiere algo más serio, pues que se busque a alguien más”, bajó la vista, y él también se comió de un bocado todo su pastel. Annière miraba a Trunks y a Goten alternadamente, de pronto ambos saiyan suspiraron profundo, resignados y miraron en direcciones opuestas, como si fueran un espejo. La chica tuvo que aguantarse las ganas de reír


-¿no crees que es muy drástica tu decisión? – Annière le preguntó a Goten


-quizás, pero… – respondió Goten – he sufrido mucho


- más pastelillos por favor – dijeron al unísono el pelinegro y el pelilila, dirigiéndose a la camarera. Mientras esperaban que la chica regresara con más pasteles, Trunks se apoyó en la mesa, frustrado por lo que Goten había dicho, ya no tenía esperanzas de ser su novio. El pelinegro miró un poco de reojo a su amigo y luego, como si notara algo, se quedó mirándolo fijamente


-te queda bien el cabello largo – dijo de pronto el menor de los Son. Esas palabras llegaron lento a la cabeza del pelilila, cuando las hubo procesado, se volteó a ver a su amigo, Goten lo miraba sonriendo


-te queda muy bien – repitió Goten. De pronto pareció que a Trunks lo habían bañado en pintura roja, sus mejillas se pusieron muy rojas y Goten lo notó


-¡te pusiste rojo! – exclamó riéndose, señalando las mejillas del mayor. Inmediatamente y algo asustado, Trunks se llevó su mano a su rostro para comprobarlo y sintió como sus mejillas emanaban calor


-¡no te rías! – le exigió a Goten, quien seguía riéndose


– si te sigues riendo, tu pagarás por los pasteles – le advirtió Trunks, de inmediato Goten dejo de reírse y miró algo enfadado a Trunks


-¡oye! – le reprochó Goten


Annière no pudo evitarlo y se puso a reír de sus amigos.


El resto de la tarde estuvo tranquila, Annière se tuvo que ir justo cuando salían de la cafetería, sus padres la llamaron por teléfono, así que los chicos se quedaron solos, se fueron caminando en dirección a la casa de Trunks.


– Trataré de llegar más temprano – dijo de pronto Goten – así podremos hablar antes de la escuela


-está bien – dijo Trunks sonriendo a su vez por esa noticia – sabes que siempre llego temprano


-nos vemos mañana – dijo Goten comenzando a flotar


-sí, ten cuidado con los aviones – le recordó Trunks


- lo sé, adiós – dijo el menor y se fue volando a toda velocidad


La sonrisa tonta se quedó en el rostro de Trunks hasta el día siguiente, que Goten decidiera hacer el esfuerzo de llegar más temprano solo para verlo, lo hacía ponerse muy feliz, y además, le gustaba su cabello, ya no le importaba la decisión que había tomado Goten con respecto a sus novios. Cuando se acostó esa noche no pudo evitar actuar como una chica enamoradiza, sonriendo aun y nervioso, se abrazó a su almohada y rodó por la cama, miró el techo y se puso a pensar en todo lo que había pasado ese día: Goten estaba soltero, había dicho que le gustaba su cabello largo y quería verlo todas las mañanas antes de la escuela. La sonrisa de Trunks se hizo más amplia aún


-Goten – murmuró, y sintiendo el calor en su rosto, se aferró aún más a la almohada. Luego de un rato se dio cuenta que no era solo su rostro el que emanaba calor, todo su cuerpo estaba algo caliente, al estar consciente de eso su respiración se volvió lenta y profunda, miró los estantes que estaban al lado de su cama y su vista se centró en dos libros, que mantenía “ocultos”, se mordió el labio inferior y sin aguantarlo más tomó uno de esos libros y se puso a contemplar las fotografías de su amado pelinegro, era tan sexy. El pelilila mirando las fotografías de Goten fue recorriendo con su mano todo su abdomen hasta llegar a su entrepierna, donde se detuvo durante largos minutos, absorto en el placer de mirar las fotografías del pelinegro e imaginar que era él quien estaba en su entrepierna haciéndole llegar al clímax. Al sentir el líquido de su esencia en su mano, sintió como todas sus energías se iban, se cubrió con las mantas y se quedó dormido inmediatamente.


 


Todo iba bien las primeras semanas, pero luego la decisión de Goten empezó a notarse con mayor claridad. La primera vez, Trunks no pudo evitar extrañarse de la situación, mientras caminaban ese viernes en la mañana en dirección a la entrada de la escuela donde se separaban, el celular de Goten sonó


~ hola, Dave ~ contestó el moreno sonriendo ~ oye, yo ya te dije~ dijo algo fastidiado el pelinegro deteniéndose, Trunks se detuvo a esperarlo, tratando de no escuchar la conversación de su amigo


~ no es mi culpa ~ explicaba Goten ~ sí, sí… la pasamos muy bien, debo admitirlo… nos vemos, si el destino quiere ~ dijo y finalizó la llamada


-lo siento – dijo Goten señalando el celular, mientras lo guardaba en su chaqueta, en eso estaba cuando sonó de nuevo


~ hey, ¿Qué tal Gary? ~ saludó esta vez Goten animadamente ~ ¿has pensado en mí? ~ preguntó con una voz seductora que llamó mucho la atención de un pelilila que lo quedó mirando sorprendido por el tono de voz, sus mejillas se tornaron rosadas al ver como Goten se mordía suavemente su labio inferior. Luego de un minuto, Goten colgó la llamada y ambos siguieron caminando hacia la escuela. Goten comentaba lo difícil que era todo ahora en su último año de secundaria, pero Trunks interrumpiéndolo preguntó


-¿Quiénes eran esos?


-¿eh? Unos chicos que conocí ayer – dijo Goten sin preocuparse de la actitud un tanto recelosa de Trunks


-¿ayer? – preguntó Trunks, recordando que la madre de Goten no lo dejaba salir entre semanas


-sí, me escapé a un pub – dijo Goten algo avergonzado rascándose la cabeza como su padre


-ah – dijo Trunks algo sorprendido de la actitud rebelde de su amigo, no pudo evitar imaginarse a la señora Milk llorando desconsolada diciendo “¡mi Goten es un rebelde sin causa!” – y ¿con cuál sales? – se atrevió a preguntar una vez más el pelilila


-con ambos – contestó tranquilamente Goten – bueno, en realidad ayer salí con Dave y hoy me juntaré con Gary


-pero… los conociste ayer – señaló Trunks algo preocupado – ¿no es muy rápido para que sean tus novios?


-ninguno es mi novio – dijo Goten algo fastidiado por la lluvia de preguntas que su amigo le hacía – solo salgo con ellos, nos besamos y algunas veces pasan otras cosas


-¡pero ni siquiera los conoces! – se escandalizó Trunks al oír eso


-y eso qué – dijo Goten como toda respuesta


Trunks miró sin entender muy bien la actitud de su amigo, iba a decirle algo pero justo llegó Annière y no quiso hablar de ese tema frente a ella


 


Los meses siguientes fueron igual o incluso peor para Trunks, el pelilila vio a Goten rechazar a varios chicos una y otra vez, siempre se despedía de ellos diciendo que lo habían pasado muy bien la noche anterior; incluso una mañana lo escuchó terminar con cuatro muchachos a la vez diciendo la misma frase


-¿no habrás estado con todos esos muchachos a la vez? – preguntó algo indignado a Goten


El pelinegro se dio cuenta del enfado de Trunks  y por alguna razón le molestó  su actitud


-si no quieres saber, entonces no preguntes – dijo como toda respuesta y siguió caminando hacia la escuela, entró sin despedirse del pelilila.


Ese día, durante el recreo de la preparatoria, Trunks seguía enfadado por la respuesta de Goten, estaba escondiendo su frustración leyendo en la biblioteca, pero la pelirroja lo conocía bastante bien


-¿sigues enfadado? – preguntó ella susurrando y sentándose frente a él fingiendo leer


-¿tú qué crees? – dijo el enfadado sin molestarse en bajar la voz, la bibliotecaria lo miró unos instantes y luego volvió a meter su nariz aguileña en un enorme libro


-¿Por qué tiene que salir con tantos chicos a la vez? – susurró esta vez Trunks, luego de la mirada de advertencia de la mujer.


-quizás lo que te molesta es que no te incluya a ti – bromeó la chica


-¡CLARO QUE NO! – gritó Trunks indignado, levantándose abruptamente de la silla, sintió la mirada de curiosidad del resto de estudiantes y tranquilamente se volvió a sentar, miró de reojo a la bibliotecaria, que lo miraba furiosa, sin dejar de mirarlo buscó algo en la gaveta y sacó una tarjeta amarilla que le enseñó a Trunks y luego, sin decir nada, siguió con su lectura.


El pelilila por su parte miraba enfadado a su amiga – genial – dijo con sarcasmo – ahora tengo tarjeta amarilla en la biblioteca, una más y me castigaran, y todo por tu culpa


Annière trataba de aguantarse la risa, luego de un rato dijo – tu eres el que sobreactúa – pero el pelilila no le dijo nada


-yo no quiero ser uno más en su lista – dijo Trunks de pronto – yo quiero ser especial para él


-¿tanto te gusta? – preguntó Annière, seria, viendo el dolor de su amigo


-por supuesto que sí – dijo suavemente


Sonó el timbre del fin del recreo, Trunks se puso de pie y sólo entonces notó que la bibliotecaria estaba parada junto a él entregándole un papel, Trunks lo tomó y


-¡castigado! – Exclamó, la bibliotecaria solo suspiró enfadada – pero, pero solo tengo una tarjeta amarilla – replicó Trunks, y ante eso la bibliotecaria le extendió un pequeño libro, Trunks leyó


- “Nuevas Reglas de la Biblioteca” – la mujer señaló un artículo, Trunks leyó en voz alta – “… aquel que obtenga una tarjeta amarilla, estará castigado y deberá al finalizar el horario de clases quedarse en biblioteca poniendo los libros en su lugar.”


Apenas terminó de leer la bibliotecaria le arrebató el libro con fuerza


-pero no es mi culpa – intentó excusarse Trunks – es culpa de ella – dijo señalando a Annière, pero la chica ya no estaba, mientras Trunks leía, ella se había escabullido lejos de la biblioteca


La bibliotecaria señaló su reloj, como diciendo que fuera puntual y volvió a sentarse en su escritorio.


 


Eran cerca de las ocho de la tarde cuando Trunks salió de la escuela, estuvo desde las tres de la tarde ordenando los libros, creyó que con su velocidad no se demoraría mucho, pero para su desgracia, su labor consistía en ser el asistente de la bibliotecaria y era ella quien le iba pasando los libros uno a uno para que los pusiera en su lugar, pues a ella le gustaba revisar que cada libro estuviera en perfecto estado y lo hacía muy tranquilamente.


A penas puso un pie fuera de la escuela, sintió el viento helado colarse hasta sus huesos, faltaban seis semanas para las vacaciones de invierno, pero el frío de la época ya se hacía sentir con toda su fuerza, se abrazó para tratar de mantener el calor, no iba tan abrigado para esas horas de la tarde, se elevó un poco para irse lo más rápido posible a su casa, pero entonces se dio cuenta de la presencia de alguien familiar, volteó a mirar y encontró a Goten sentado en la vereda en el lugar donde siempre solían encontrarse al terminar las clases. Descendió y se acercó a su amigo


-¡¿Goten?! – dijo extrañado de que el pelinegro estuviera a esas horas


El cabello azabache se sobresaltó al oír su nombre, miró para todos lados hasta que concentró su atención en Trunks, se puso de pie con algo de dificultad


-¡al fin! – Dijo y se estiró hasta que su espalda hizo un “crack” – me estaba quedando dormido de tanto tiempo esperándote – reclamó mientras se acercaba a Trunks hasta quedar frente a él - ¿Por qué tardaste tanto? Annière dijo que estabas castigado en biblioteca ¿acaso te hicieron leer todos los libros o qué? – preguntó frunciendo algo el ceño


Trunks lo miró unos instantes sin entender lo que pasaba, - ¿me estabas esperando? – preguntó al fin


-sí – dijo Goten mirando hacia un costado algo avergonzado – lamento haberme comportado así esta mañana, tú no tienes la culpa de nada y yo no tengo motivos para enfadarme contigo – miró a Trunks y sonrió tímidamente, como esperando ser perdonado


-¿me esperabas solo para eso? – se limitó a preguntar Trunks, sin creer que Goten se preocupara tanto por algo así


-pues, sí… ¿estas enfadado? – preguntó Goten


-no, bueno… lo estaba – admitió Trunks – pero ya no, tanto.


-bueno – dijo Goten con algo más de ánimo – además te estaba esperando porque te quería invitar a mi casa


-¿hoy? – interrumpió Trunks con algo de frustración en su voz, sería una lástima no haber ido a casa de Goten por ese tonto castigo


-no, hoy no – lo tranquilizó Goten – para las vacaciones de invierno – los ojos de Trunks se abrieron sorprendidos, Goten continuó – este verano no pudiste ir, así que tienes una estadía pendiente en mi casa, sería genial – dijo Goten emocionado


-está bien – aceptó el pelilila sin titubear, con una sonrisa dibujada en el rostro, mirando atentamente a Goten


-hace frío, será mejor que me vaya – dijo Goten al sentir una brisa helada, se elevó un poco – nos vemos mañana – dijo y se fue volando a toda velocidad


Trunks lo quedó mirando, el viento movía su cabello que le llegaba al cuello, pero a él no le importaba, de hecho ni siquiera sentía frío, la invitación de Goten lo había hecho olvidar todo lo demás.


---


Al fin llegó el último viernes del semestre, el pelilila estuvo con una risita tonta toda la mañana, los de preparatoria salían aquél día a las doce del día, cuando tocaron las campanadas del fin de semestre, su corazón retumbó emocionado y sus mejillas se sonrojaron, pero solo un poco. La pelirroja se volteó en su asiento para mirar esa expresión atontada


-¿te le vas a declarar esta vez? – preguntó una vez más, había hecho esa pregunta desde que se enteró que Goten había invitado a Trunks, pero el pelilila no había querido dar ningún tipo de respuesta


-quizás – dijo esta vez y se puso a guardar sus cuadernos, asegurándose de no dejar ninguna tarea olvidada en su escritorio, lo hizo con calma ya que la secundaria terminaba las clases a las tres, al igual que todos los días. Por mucho que se demoró en arreglarse, de todas formas él y Annière salieron cerca de la una de la tarde, para su sorpresa Goten ya estaba ahí esperándolos y los chicos de secundaria ya partían raudos a disfrutar de sus vacaciones


-Goten – fue todo lo que murmuró el mayor


-creí que salían a las tres de la tarde – señaló la muchacha, que también estaba muy sorprendida


-sí, es que olvidé que le había pedido al director que terminara el semestre a la una de la tarde – se excusó el moreno


-¿tú le pediste al director? – se extrañó el saiyan


-sí – dijo Goten tranquilamente, y luego, como pensando fugazmente, preguntó - ¿no les había dicho que soy el presidente del consejo escolar de la secundaria?


-¡¡¡¿QUÉEEE?!!! – gritaron al unísono sus amigos de preparatoria


-sí – dijo Goten algo avergonzado – bueno, en realidad solo soy la cara bonita, en realidad quienes se hacen cargo son los del club de matemáticas, jejej


-vaya, felicidades presidente – dijo Annière


-sí, felicidades Goten, eso te servirá mucho cuando debas trabajar – señaló Trunks


Goten sonrió, entre avergonzado y orgulloso, pero rápidamente cambió la conversación


-bien, vamos Trunks, debes ordenar tus cosas, para llegar temprano a mi casa – dijo el pelinegro


-¿qué? – dijo Trunks sin entender - ¿iré hoy a tu casa?


-claro – dijo Goten y tomando del brazo a Trunks se elevó por los aires – adiós Annière – gritó y se perdieron entre las nubes. La chica solo sonrió, mirando adonde habían desaparecido sus amigos, que quizás pronto, al fin serían novios.


 


Goten ordenaba el bolso de viaje de Trunks y a la vez desordenaba el resto de la habitación, el pelilila simplemente estaba recostado en su cama, observando a Goten, sabía que no lograría nada con intentar ayudarlo. Luego de media hora Goten declaró que ya estaba todo listo, el mayor se levantó y echó una mirada por su habitación, se sorprendió al notar que su armario estaba casi vacío


-oye, ¿no crees que llevas mucha ropa? – preguntó


-quiero que te quedes las dos semanas de vacaciones – aseguró Goten tranquilamente – ven es hora de irnos.


Se fueron volando tranquilamente, por lo que llegaron en quince minutos a la montaña Paoz, apenas aterrizaron frente a la casa de Goten, sonó el celular de Trunks, era Bulma


-hola mamá – contestó Trunks – sí, lamento haber dejado una nota, no quise llamar para no interrumpir tu reunión en la empresa… descuida, nos vamos a divertir sanamente, adiós mamá – se despidió el pelilila


Una vez que Trunks colgó el teléfono, Goten entró raudo a su casa


-ya vine, má – dijo gritando y llevando el bolso de viaje de Trunks hasta su habitación a toda velocidad – ¡tenemos hambre! – agregó al volver


Trunks seguía en la puerta cuando Goten bajó del segundo piso, entró tímidamente


-hola – saludó sin saber muy bien a quien


-hola Trunks, pasa – se escuchó la voz de Goku desde la cocina. Trunks avanzó más confiado en dirección a la cocina, se encontró con Goku sentado en la mesa comiendo un gran pedazo de carne y Milk estaba sirviendo dos platos de arroz


-hola Trunks – saludó la mujer sin mirar mientras ponía los platos en la mesa cuidadosamente, luego se volteó a ver al joven, se sorprendió al verlo - ¡oh, pero que alto estás! – señaló acercándose, se paró frente a él - ¡estás más alto que yo! – reclamó


-Má, hasta los elfos de santa son más altos que tú – bromeó Goten acercándose y comiendo un caramelo


-no te burles de tu madre – lo regañó Milk tirándole una mejilla – y no te comas las golosinas – agregó quitándosela – son para mañana


Goten solo rió y le hizo una seña a Trunks para que se fueran a sentar a almorzar, mientras comían, Milk seguía sorprendida por la altura del pelilila


-vaya, te faltan unos treinta centímetros para ser tan alto como mi Goku o Gohan – comentó mientras le servía su décimo plato de arroz a Goku


-pero mamá – reclamó Goten – Trunks y yo estamos de la misma altura


-no es cierto – dijo Milk frunciendo el ceño


-¡claro que sí! – replicó Goten salpicado arroz por todas partes, se puso de pie e hizo que el pelilila también se parara - ¿ves? Estamos del mismo tamaño – le demostró a su madre, quien luego de unos segundos de mirar estupefacta


-¡¡AAAHHH!! – gritó Milk asombrada, sus ojos se llenaron de lágrimas, los jóvenes volvieron a sus asientos sorprendidos por la reacción de Milk


-Milk ¿Qué sucede? – preguntó preocupado Goku, aunque deseó no haberlo hecho, pues el grito de su esposa hizo retumbar la casa


-¡¡¡NOOOOOOO!!! – Gritó Milk y miró a Goten, quien al igual que los demás no entendía lo que pasaba - ¡mi bebé ya es todo un adolescente! – Exclamó Milk – eso sólo significa ¡que ya estoy vieja!


Los hombres se sorprendieron al escuchar eso, se miraron entre ellos, confundidos


-vamos Milk – intentó tranquilizarla Goku – no estás tan vieja


-¿tan? – Preguntó Milk mirando asustada a su esposo, que seguía casi tan joven como cuando se casaron, sus ojos negros se volvieron a llenar de lágrimas - ¡¡BUAAAA!! ¡Mi Goku cree que estoy vieja! ¡Me dejará por una mujer más joven! – y se aferró a su pañuelo


-¡no Milk! ¡Nada de eso! – intentaba calmarla Goku sin éxito, mientras los adolescentes miraban sorprendidos la escena


-mejor vamos a mi habitación – le susurró Goten al pelilila. Se pusieron de pie tratando de hacer el menor ruido posible, aunque eso era innecesario, pues los llantos de Milk retumbaban por toda la casa; antes de irse a su habitación Goten sacó de la repisa de arriba un frasco lleno de galletas caseras hechas por Milk


-tu mamá se veía muy afectada, Goten – comentó Trunks cuando entraron a la habitación del pelinegro. Trunks se sorprendió al verla, era una habitación totalmente distinta, estaba bastante ordenada, no había casi nada tirado en el piso y esas cortinas con las que Goten ocultaba su gran colección de libros y novelas ya no estaba, ahora sus libros estaban a la vista de cualquiera en una gran y ordenada estantería, sólo algo parecía estar fuera de lugar, una gran caja llamó la atención de Trunks


-no te preocupes por ella – dijo Goten sentándose en su cama y abriendo el frasco de galletas – siempre es así de dramática, ¿quieres? – preguntó mostrando el frasco al pelilila


Trunks tomó una galleta y se acercó a la caja - ¿Qué hay aquí?


-son las cosas de mi campaña para presidente del consejo estudiantil, puedes verlo si gustas


El mayor abrió la caja y se encontró con un montón de cosas: pin que decían “Vote por Goten” o “Goten Presidente”, volantes con las propuestas de campaña y esas cosas, una fotografía en el diario escolar con su medalla por sus doscientos puntos en el examen de matemáticas, un montón de hojas tituladas “Discurso” y también muchos posters enrollados, Trunks estiró uno y agradeció estar de espaldas a Goten, pues sus mejillas se pusieron muy rojas al ver la imagen, era un gran poster de Goten con el uniforme desordenado, como siempre, saludaba sonriente a la cámara, una sonrisa confiada, algo astuta y picara, pero sobretodo muy sexy, “que bien se ve con el cabello así” pensó Trunks


-iba a guardar eso en el ático – dijo Goten de pronto – puedes quedarte con uno de esos, tengo muchos – dijo sin notar la expresión de Trunks


-gracias – dijo Trunks, fingiendo que no le importaba, mientras Goten salía de la habitación llevándose la caja. Cuando regresó Trunks estaba revisando el bolso que Goten había preparado


-volviste a traer mi traje de artes marciales – comentó resignado Trunks


-es invierno – se excusó el menor – entrenar es una buena manera de combatir el frio – agregó con energía, pero el pelilila lo seguía mirando algo molesto, ante eso Goten le dijo – son las vacaciones de invierno, no podremos hacer tantas cosas como en verano, lo mejor es tener un plan “b”


-está bien, ¿aún hay galletas? – preguntó Trunks y se quedaron conversando y riendo el resto de la tarde.


 


Bajaron a la cocina a la hora de cenar, pero para su sorpresa, quien cocinaba no era Milk, sino Videl, la muchacha de ojos azules sonrió al verlos


-hola muchachos –saludó – la cena estará en unos minutos


-mamá está haciendo salamandras asadas – dijo Pan quien hacía sus deberes con la ayuda de Gohan en la mesa de la cocina


- ¿y mamá? – preguntó Goten acercándose a la mesa


-aún está enfadada por lo de esta tarde – gimió Goku desde el sofá frustrado – está en la habitación lamentándose


-ya se le pasará – comentó Videl – es algo de la edad, la cena ya está casi lista, guarda tus libros Pan – pidió amablemente y todos se sentaron a cenar, excepto Milk que pidió que le llevaran la cena a su cuarto.


Más tarde esa noche, Trunks y Goten estaban jugando videojuegos mientras comían unos cuantos pasteles


-¡que fastidio! – reclamó el pelilila lanzando el joystick ante su derrota número veinte frente al pelinegro


-no te sientas mal, Trunks – dijo riendo Goten – bueno, creo que es hora de acostarnos, está haciendo frío – agregó poniéndose de pie


-¿d-donde dormiré? – preguntó Trunks algo nervioso, normalmente la madre de Goten arreglaba un lugar donde él pudiera dormir tranquilamente


-es cierto – dijo Goten  dándose cuenta de aquel “problema” – puedes… puedes dormir conmigo, si quieres – señaló algo dudoso de la reacción de su amigo


-¿qué? – preguntó aturdido Trunks ruborizándose


-yo no sé dónde mamá guarda las mantas y esas cosas – replicó el menor


-b-bueno – aceptó vacilante el pelilila y sin decir más buscó en su bolso su pijama y comenzó a cambiarse cuidando de no mirar a Goten, a su vez el pelinegro también comenzó a desvestirse para ponerse su pijama, cuando se sacó su camiseta no pudo evitar comentar


-¡ay! ¡Qué frío hace! – y rápidamente se puso su pijama, sin notar que un pelilila hacia todos sus esfuerzos por no mirarlo


Trunks una vez cambiado, se fue a acostar, silenciosamente a la cama de Goten, procurando quedarse muy en la orilla, Goten también iba a acostarse cuando sintió que alguien tocaba a la puerta de su habitación, el pelinegro fue a abrir y se topó con su padre que llevaba una manta y una almohada en sus manos


-hola hijo – dijo sonriendo algo avergonzado – tu madre sigue enfadada y no quiere que duerma con ella – puso su mano tras su cabeza como siempre hacia - ¿puedo dormir con ustedes?


-¡no! – respondió secamente Goten e intentó cerrar la puerta


-¡¿eh?! – Reclamó su padre - ¿Por qué no?


-Trunks y yo dormiremos juntos – dijo Goten sin pensar en lo extraño que sonaba la frase, pero el pelilila sí lo notó, se sentó en la cama con las mejillas ardiendo e intentó decirle algo a Goten, pero éste no le escuchó – no hay espacio para ti – dijo el menor de los Son a su padre – ve a dormir con Gohan, él tiene varias habitaciones libres – y le cerró la puerta en la nariz. Goku pestañeó dos veces, atontado por la idea de que su hijo y Trunks “dormirían juntos”, meneó la cabeza y se fue donde Gohan


-bien, a dormir – dijo Goten acostándose al lado de Trunks y apagando la luz, pero el mayor seguían sentado en la cama - ¿Qué sucede? – preguntó inocente Goten


-tu padre cree que tú y yo vamos a… - Trunks tragó saliva, no se creía capaz de decirlo – ya sabes – dijo al fin. Goten encendió la luz


-¿de qué hablas? – dijo Goten sin entender


-¡le dijiste que dormiríamos juntos! – exclamó Trunks


-eso haremos ¿no? – Dijo Goten y entonces lo entendió, se sentó en la cama mirando a Trunks - ¿crees que él piense que tú y yo tendremos sexo? – dijo sin titubear


-no digas eso – murmuró Trunks avergonzado al escuchar la palabra sexo salir de los labios de Goten


-bueno, ya da igual – dijo Goten quitándole importancia – mañana le explicaremos la verdad – y se volvió a acostar, acurrucándose en la cama – ya duérmete – le dijo a Trunks, el pelilila obedeció y Goten apagó la luz.


Fue una noche tranquila, al igual que el resto de las vacaciones. Goten tenía razón, no habían muchas cosas que hacer en invierno, llovía bastante, así que se pasaron las semanas prácticamente encerrados en la casa. Jugaron videojuegos, vieron películas y cuando se cortó la luz a causa del viento de la tormenta, intentaron asustar a Pan con cuentos de terror sin conseguirlo. Luego de dos días de enfado Milk volvió a salir de su cuarto y a actuar con normalidad, no sin antes hacer prometer a Goku que la llevaría a cenar a un lugar muy romántico y elegante, la mujer se dio cuenta que los dos jóvenes no tenían muchas cosas que hacer, así que les pidió que la ayudaran prepararan postres para después de cada cena, así los jóvenes saiyan se vieron obligados a ocupar una hora diaria de sus vacaciones en preparar postres.


En todo ese tiempo Trunks trató de actuar con normalidad, tratando que Goten no notara que a veces se le quedaba mirando, como seguía durmiendo en la cama junto con Goten, tenía que preocuparse de que el pelinegro no notara que cada noche cambiaba las almohadas para así Trunks dormir aferrado a una almohada impregnada del olor del pelinegro, que no notara como le ardía el pecho de dolor cada vez que Goten conversaba en línea con otros muchachos y les coqueteaba, pero sobretodo, lo que más le preocupaba al pelilila era que Goten no notara esas ocasiones en que sin poder controlarlo, su entrepierna le pedía atención, Trunks se aguantaba, pero cada tres días, en la ducha matutina, permitía dominarse por la pasión y la calor que emanaba su cuerpo y que se acrecentaba más al estar junto a Goten.


 


Faltaban sólo tres días para que se terminaran las vacaciones de invierno, por suerte para ellos que no les gustaba entrenar había llovido casi todos los días, Goku por su parte hacia sus ejercicios en la sala a pesar de los regaños de Milk porque siempre solía romper algo. Luego de cocinar un pastel para esa noche se fueron a divertir con los videojuegos, Goten se la había pasado ayudando a Trunks a mejorar, había avanzado algo, pero aun no era tan bueno como el pelinegro. Mientras jugaban Trunks de pronto encaró a Goten, la discusión que habían tenido hace unas semanas aún no estaba concluida


-¿Por qué sales con tantos muchachos? – preguntó algo dolido el pelilila


Goten guardó silencio unos minutos – ya te lo había dicho – respondió sin quitar su concentración del juego – ya no creo en el amor, lo mejor es divertirme y pasar el rato con chicos interesantes y guapos


“Interesantes y guapos” pensó Trunks y parte de su orgullo se sintió ofendido, al no ser considerado por Goten -cuando dices eso…  – dijo Trunks y respiró profundo para darse valor - ¿te refieres a que te acuestas con ellos? – preguntó y miró a Goten para estar seguro que decía la verdad


Goten siguió jugando hasta que obtuvo la victoria y luego miró a su amigo – sí, me acuesto con ellos – declaró mirando fijamente al pelilila, había una mirada algo desafiante en su rostro – y luego termino – añadió como si nada


Esa respuesta tan sincera y sin remordimientos sorprendió y alteró al pelilila - ¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo puedes decir eso y no sentir nada? – le recriminó enfadándose.


-ya te lo dije antes – respondió Goten enfadándose a su vez – entregué mi corazón y fui lastimado, no una, sino dos veces… dicen que la tercera es la vencida, y si mi destino es sufrir por amor, no les voy a dar la última oportunidad al universo de arrancarme el corazón


-entonces ¡te acuestas con quien sea! – Exclamó indignado el pelilila – ¡haces exactamente lo que me dijiste que tu no hacías!


Goten recordó aquella charla en casa de Trunks cuando le dijo que no todos los gays se acostaban con cualquiera, que también algunos tenían su corazoncito – a veces las personas cambian – dijo con voz temblorosa y se puso de pie – yo tenía mi corazón y creía en el amor, pero esos idiotas se encargaron de hacerme cambiar de opinión – y salió de la habitación furioso y dolido por recordar esas cosas


Trunks se quedó sentado, también estaba enfadado, pero además estaba frustrado consigo mismo, “de haberle dicho a Goten lo que sentía antes, esto no estaría pasando” pensó, pero a la vez otra idea se sobrepuso a la anterior


-esa no es excusa – dijo en voz alta – no tiene por qué estarse acostando con cualquiera, es un… es un degenerado


La cena esa noche fue muy silenciosa, los adolescentes no se hablaban y Goten ni siquiera miraba a Trunks, estaba enfadado por esa actitud tan moralista de su amigo. Trunks a su vez estaba indignado con la actitud lasciva de Goten. A la hora de dormir, los dos seguían sin hablarse, pero Trunks rompió el hielo


-dormiré en estos almohadones el día de hoy – declaró y recostándose se tapó con una manta y se dispuso a dormir, el pelinegro no le dijo nada, solo miró curioso y un tanto preocupado el lugar donde su amigo se durmió, quiso decirle algo, pero luego recordó que estaba enfadado con él y se acostó a dormir.


El sonido del reloj retumbaba como nunca antes en la habitación del pelinegro, los minutos pasaban y Goten no era capaz de conciliar el sueño, no pudo más y encendió la luz, se puso de pie, caminó hacia donde Trunks estaba acostado en su improvisada cama, tratando de dormir e ignorar el frío que penetraba las delgadas mantas


-¿Goten? – preguntó al sentir la presencia de su amigo tan cerca, pero no dijo más, pues el pelinegro se había agachado y lo había tomado en brazos para llevarlo a su cama, lo recostó con cuidado, no prestando atención al color rosa que había aparecido en las mejillas del mayor al sentirse en los brazos de Goten. El pelinegro se acostó y apagó la luz


-esta noche hace mucho frío para que duermas ahí – dijo como toda excusa dándole la espalda a Trunks y procurando dormirse. El pelilila no dijo nada, al recordar que estaba molesto con él, se acurrucó y le dio la espalda a Goten, cerró los ojos queriendo dormir.


Habían pasado casi dos horas desde que Goten apagó la luz, pero Trunks aún no era capaz de conciliar el sueño, mantenía los ojos cerrados pero sus parpados se movían rápido, transpiraba y su respiración estaba algo agitada. De pronto abrió los ojos fastidiado consigo mismo, “¡mierda!” pensó, levemente giró la cabeza para ver si Goten estaba dormido, pero éste seguía dándole la espalda y no podía verlo bien, volvió a apoyar la cabeza en la almohada y presionó sus piernas, “debo aguantarme” pensó


El problema era que aquella mañana por darse prisa en la ducha, no había tenido tiempo de satisfacer sus deseos, a la mañana siguiente serían cinco días sin hacerlo y ya no lo soportaba más, pero ¿Cómo hacerlo estando en la misma cama con Goten?, su única opción era levantarse y bajar al baño y entonces ahí poder recorrer su cuerpo adolescente, tocarse sus pectorales y bajar por su abdomen plano hasta llegar a la impaciente entrepierna que exigía atención desesperadamente. Se sobresaltó al sentir su mano sobre su miembro pues lo hizo inconscientemente, pero ya no había marcha atrás, tenía muchos deseos, como para aguantarse hasta llegar al baño. Trunks decidido, metió su mano dentro del pantalón de pijama y sintió un gran alivio al tocar finalmente su excitado miembro, comenzó a mover su mano y sus caderas respondieron haciendo lo mismo, su mente le decía que no debía moverse mucho para no despertar a Goten, intentó hacer obedecer lo que su mente le decía, pero sus instintos eran más fuertes y lo peor, estaban estimulados por sentir ahí mismo el aroma del pelinegro y el calor de su cuerpo tan cerca de él, cuando le faltaba poco para correrse, no pudo seguir reprimiendo los gemidos y un gemido sonoro salió por su boca, inmediatamente se cubrió la boca con la mano que tenía libre, pero su garganta seguía delatándolo y lo hizo más cuando el líquido blanco al fin salió y manchó por completo su pantalón de pijama.


Ruborizado como estaba, sacó su mano del pantalón y trató de normalizar su respiración, sólo entonces fue plenamente consciente que Goten estaba acostado al lado suyo y que había hecho bastante ruido, miró preocupado a su amigo, pero Goten seguía en la misma posición que antes, dándole la espalda, “debe estar dormido” pensó Trunks y dándole la espalda al pelinegro al fin pudo tranquilizarse para dormir.


Pero Goten no estaba dormido, de hecho sus ojos estaban abiertos de par en par, algo asustado y nervioso, aferrándose a su almohada con ambas manos y sus mejillas de un rojo intenso, estuvo así cerca de dos minutos, mientras Trunks se hundía en el sueño, hasta que no pudo más y salió de la habitación raudamente, y esta vez fue Trunks quien quedó con los ojos abiertos, asustado, se sentó en la cama justo para ver a Goten cerrando la puerta de la habitación desde fuera


-¿Goten estaba… despierto? – Murmuró sintiendo como su cuerpo y en especial su rostro comenzaban a arder –aaaah – gimoteó -  ¿y ahora qué hago? – se preguntó pasándose las manos por su largo cabello lila.


Por su parte Goten había ido a orinar, y se lavaba las manos copiosamente, ignorando lo fría que estaba el agua, de pronto respirando profundo se lavó la cara con esa agua fría una y otra vez hasta que sintió como su temperatura corporal bajaba, se miró al espejo sus mejillas aún seguían algo rojas


-desvergonzado – murmuró con la imagen del pelilila en su mente, y regresó a su habitación.


Trunks seguía sentado en la cama, aterrado, sin saber qué hacer ni qué decir, cuando sintió a Goten acercarse solo atinó a volverse a acostar en la posición en la que estaba y fingir que estaba dormido. Sintió a Goten entrar y cerrar la puerta, pero además escuchó un ruido extraño, Goten había puesto el seguro a la puerta, se puso nervioso, pero se quedó en la posición que estaba, fingiendo estar dormido. Goten avanzó hasta la cama y se acostó, esta vez de espaldas mirando la oscuridad de la noche, con una mano tras la cabeza. Trunks se sintió más tranquilo luego de unos minutos, parecía que Goten había vuelto a dormirse, así que él intentó lo mismo.


De pronto y sin previo aviso Goten se abrazó a la cintura de Trunks, haciendo que este abriera los ojos de par en par sintiendo como su corazón comenzaba a latir furiosamente, sin embargo no hizo ni dijo nada, solo se quedó ahí, sintiendo el contacto con el cuerpo del pelinegro. Goten se había puesto de costado y su cabeza estaba hundida en el cabello del pelilila, su respiración era calmada, pero a la vez intensa, Trunks se estremecía al sentir la respiración del pelinegro en su cuello y nuca.


Goten se abrazó más al mayor, haciendo que sus caderas se juntaran, un escalofrío recorrió la espalda de Trunks al sentir contra sus nalgas el evidente bulto de la entrepierna de Goten, pero el menor no se detuvo ahí, buscó y metió la mano con que abrazaba a Trunks, bajo la camisa de éste para así sentir directamente la piel tersa del mayor, tocó sus pectorales y suavemente comenzó a bajar, llegó al ombligo y siguió bajando muy lentamente, Trunks cerró los ojos y se aferró con fuerza a su almohada sin poder creer lo que estaba pasando. Goten siguió bajando, pero tuvo cuidado de no tocar la entrepierna del mayor y siguió con sus muslos, hasta donde llegó el largo de sus brazos y comenzó el suave recorrido de vuelta, pero esta vez Goten se detuvo en la cadera y puso su mano sobre la entrepierna de Trunks, pero sin tocarlo, el pelilila sentía la mano de Goten temblorosa, dudando entre hacerlo o no, mientras en la mente del mayor solo había una palabra: “¡¡Hazlo, hazlo, hazlo!!”. Sintió como Goten comenzaba a acercar su mano milímetro a milímetro hacia su entrepierna, pero en el último segundo cambió de opinión y se dio vuelta en la cama, dándole la espalda a Trunks y acercándose lo más posible a la orilla de la cama, de manera que hubiera bastante distancia entre ellos y, para asegurarse, el pelinegro puso una almohada entre ellos que los separaba.


El pelilila temblaba en la oscuridad, había estado tan cerca, ahora se arrepentía de no haber tomado las riendas del asunto y hacer que Goten lo tocara como tanto el deseaba, sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar en lo que hubiera pasado, porque la lluvia de emociones que sintió en ese momento, al fin hicieron que gastara todas sus energías y pudiera dormir profundamente.


Al día siguiente una luz fuerte despertó a Goten, algo confundido se levantó y miró por la ventana


-¡WOAH! ¡Qué genial! – exclamó sin importarle que el pelilila seguía durmiendo. Evidentemente esos gritos despertaron al mayor


-¿Qué sucede? – preguntó algo adormilado irguiéndose en la cama, entonces miró a Goten y el recuerdo de aquella noche le vino a la mente y se le quedó mirando fijamente. El pelinegro notó esa expresión


-¿Qué pasa? – preguntó a su vez mirando a Trunks de la forma más inocente del mundo, como si lo de anoche jamás hubiera pasado


-eh… n-nada – dijo Trunks pensando que lo mejor era que jamás hablaran de eso, pero a la vez dudando si fue real o no - ¿Por qué gritabas? – dijo cambiando de tema


-¡hay sol! – Dijo Goten emocionado – ven, date prisa, debemos aprovechar que el día esta bonito – dijo rápidamente, tomó su ropa y se dirigió a la ducha - ¿sabes? ¡Hasta quisiera entrenar un poco! – comentó antes de salir de la habitación


Cuando ambos estuvieron listos y bajaron a desayunar, solo encontraron a Milk, que estaba cocinando y aprovechando de colgar la ropa al sol


-Hola má, ¿y papá? – preguntó el joven sentándose a comer con avidez


-como vio que el día estaba tan lindo se fue a las montañas a entrenar junto con Pan


-¡qué lástima! – Reclamó el menor – justo hoy que quería entrenar


Ante eso Milk se volteó a ver a su hijo más detenidamente – ¡vaya, es cierto! traes puesto tu dogi, igual que Trunks, ¿en verdad van a entrenar? – preguntó pensando que se trataba de una broma de su hijo


-eso quiere él – aseguró entre sorprendido y fastidiado el pelilila


-¡pues vayan y esfuércense! – Dijo Milk dándoles ánimo – les prepararé mucha comida deliciosa para el almuerzo, se lo merecen por ir a entrenar


-¿de veras? ¿Harás tepanyaki? – preguntó emocionado el pelinegro


-¡por supuesto!


-¡genial! – Sus ojos brillaron al escuchar parte del menú del almuerzo - ¡vamos, Trunks, démonos prisa! – y salió de la cocina, pero a los pocos segundos regreso para llevarse una bola de arroz para el camino, Trunks salió algo resignado tras él, no quería entrenar


-¡iré a pedirle ayuda a Videl! – dijo Milk animadamente cuando los jóvenes salían


 


Los adolescentes llegaron a un claro en el bosque no muy lejos de la casa, donde podrían entrenar perfectamente, según Goten


-¿no crees que estamos algo cerca de tu casa? – preguntó dudando Trunks


-no te preocupes – dijo Goten sonriendo – así escucharemos cuando mamá nos llame a comer


-… - Trunks solo lo miro como diciendo “solo piensas en comida”


-pero igual tienes razón – comentó – ¿te parece si no lanzamos bolas de energía? Así será más seguro, y no destruiremos el hogar de los animales


-está bien – aceptó Trunks y se puso en posición de pelea, sin embargo había algo raro en la postura de Trunks, o al menos eso percibió Goten, era como si el pelilila hubiera olvidado la postura correcta al momento de pelear. Goten no le dio más importancia y se dispuso a atacar a Trunks.


La pelea se fue haciendo cada vez más intensa, los instintos de guerrero de ambos empezaban a salir a flote a cada golpe y patada que daban, demostrar quién era el mejor se fue haciendo una necesidad. Estuvieron entrenando toda la mañana y ya faltaba poco para la hora del almuerzo, de pronto, en cierto momento de la batalla Trunks le dio un golpe certero en el estómago al pelinegro y éste, reaccionando con fiereza, dio un puñetazo con todas sus fuerzas en el rostro del pelilila. La pelea se detuvo unos instantes, Trunks pasó el dorso de su mano por la barbilla, se sorprendió al ver que sangraba, pero más que el dolor del golpe era su orgullo de guerrero lo que estaba herido. Miró a Goten desafiante y se lanzó a atacarlo con todas sus fuerzas, el pelinegro se puso a la defensiva, esquivando y protegiéndose de los ataques de Trunks, pero en un momento perdió la concentración y recibió un golpe que lo lanzó a tierra, se irguió un poco y vio que Trunks descendía a toda velocidad dispuesto a atacarlo, justo antes de recibir el golpe, Goten uso toda su velocidad para esquivarlo y apartarse de Trunks


-¡¿eh?! – se sorprendió Trunks, cuando en lugar de golpear al pelinegro, su puño abrió un agujero en el piso. Se puso de pie rápidamente y miraba para todas partes, tratando de sentir el ki de su amigo infructuosamente - ¿Goten? – llamó algo preocupado


De pronto sintió que alguien lo tomaba de los hombros, desde atrás, y en un giro lo tiraba al piso, quedó de espaldas y en ese momento Goten se puso encima de él tomándolo de los hombros para sujetarlo al piso


-¡hey, tranquilo! – dijo el pelinegro sonriendo emocionado - ¡sólo estamos entrenando! Lamento haberte sacado sangre – agregó riendo, Trunks frunció el ceño ante la risa del menor, - creo que me he vuelto más fuerte que tú – comentó Goten, soltando un poco a Trunks para rascarse su mejilla como siempre hacia cuando estaba algo avergonzado


-¡claro que no! – Dijo Trunks molesto y de un movimiento fue él quien estaba encima del menor - ¡Já, te lo dije! – exclamó triunfante el pelilila, pero Goten no se lo iba a dejar tan fácil, sonrió ante aquel desafío y rápidamente comenzó una pelea por quien era el que quedaba encima del otro. Ninguno de los dos quería perder, para Trunks estaba resultando más difícil que de costumbre, pero en una de las tantas vueltas que estaban dando, su instinto guerrero se disipó y se dio cuenta que era Goten a quien tenía tan cerca, su Goten. En ese breve momento de desconcentración Goten aprovechó, se puso encima de Trunks y se declaró victorioso


-¡GANÉ! – exclamó, ante eso Trunks reaccionó y trató de cambiar la situación pero no pudo, pues Goten estaba usando mucha fuerza, entonces Trunks dejó de intentarlo y se dio por vencido, puso sus manos a los costados, contra el césped aún frío. Respiró profundo y miró a Goten, sin poderlo evitar su mirada de enfado se relajó y se quedó mirándolo fijamente, con los labios entreabiertos y de una manera muy intensa.


La expresión de triunfo en el rostro de Goten se disipó al sentir la mirada tan intensa de Trunks sobre él, pestañeó varias veces, como tratando de entender, un poco de miedo se notó en su rostro, tragó saliva y sin poder aguantar esa mirada más tiempo, de un giro se quitó de encima de Trunks, quedando acostado de espaldas en el pasto junto al pelilila, pero mirando en dirección opuesta de donde estaba Trunks, su respiración era profunda, como tratando de calmarse.


Trunks cerró los ojos aliviado y frustrado a la vez, por un leve momento creyó que Goten intentaría algo, que no lo hiciera lo alivió y decepcionó un poco. Abrió los ojos y se quedó mirando el cielo azul, de pronto el cielo azul fue remplazado por un negro profundo, Goten había vuelto a ponerse encima del pelilila y lo miraba decidido. Trunks se sorprendió al tener otra vez encima al pelinegro, sin poderlo evitar sus mejillas se tornaron un poco rosas


-Go… - comenzó a decir el mayor, pero fue interrumpido cuando Goten puso sus labios sobre los de él, besándolo suavemente.


Trunks abrió los ojos sorprendido, sin poder creer lo que estaba pasando, su cuerpo se puso tenso, sus manos a sus costados se aferraron al césped y sin saber muy bien que hacer, miró unos instantes a Goten, quien estaba con los ojos cerrados y él hizo lo mismo, cerró los ojos y se concentró en el beso, ese ansiado beso. Goten masajeaba suavemente los labios de Trunks con sus labios, a veces rozaba los labios del pelilila con su lengua y sentía como éste tiritaba al sentirlo. Trunks disfrutaba al sentir los dulces labios de Goten contra los suyos, seguían siendo tan dulces como la primera vez que los probó, pero esta vez era más que un simple roce.


Es cierto, era más que el simple roce de la primera vez, pero para Goten ese beso, y sentir los labios de Trunks no era suficiente, cada vez que intentaba meter su lengua dentro de la boca de Trunks para hacer el beso más profundo, éste tiritaba y sin querer se apartaba un poco, a la quinta vez que pasó, Goten abrió un ojo frustrado y siguió besando a Trunks, mientras una de sus manos bajaba raudamente hacia la entrepierna del pelilila pero sin tocarlo, cuando estuvo en posición, Goten apartó sus labios del pelilila, Trunks no tuvo tiempo ni para abrir los ojos y mirarlo, cuando Goten puso su mano sobre la entrepierna del mayor y presionó suavemente


-¡¡AAHH!! – gimió Trunks sorprendido abriendo los ojos. Goten aprovechó ese gemido para volver a besar al pelilila y meter su lengua en la boca de éste, quitó la mano de la entrepierna y la apoyó al costado.


Luego de la sorpresa de ese agarrón, Trunks sintió la lengua de Goten recorrer su boca, sus ojos seguían abiertos, no sabía qué hacer, era la primera vez que alguien lo besaba de esa manera, cerró los ojos con fuerza y tímidamente movió su lengua para tocar la de Goten, cuando lo hizo sintió su rostro arder, Goten le correspondió y comenzó a masajear su lengua contra la de Trunks, el pelilila se sentía tan torpe, no sabía si lo estaba haciendo bien o no, tan solo movía la lengua contra la del pelinegro y sentía como todo su cuerpo comenzaba a arder, se aferró aún más sus manos al césped, llegando a arrancar un poco, empezó a faltarles la respiración a ambos, cuando ya no podían aguantar más, Goten se apartó de Trunks y se recostó al lado, pero solo un segundo, dio dos vueltas más para apartarse del pelilila y luego se sentó dándole la espalda, respirando agitado.


Trunks estaba en estado de shock, miraba el cielo sin pestañear, respiraba agitado y aún estaba aferrado al césped con sus manos, sentía sus labios algo hinchados y todo su rostro seguía de un tono rosa destellante. Cerró los ojos y respiró profundamente, la voz de Goten hizo que volviera a abrir los ojos


-lo lamento – dijo el pelinegro, Trunks se sentó, aun aturdido sin creer lo que había pasado y miró la espalda de su amigo, - en verdad lo lamento, yo… - dijo Goten y respiro profundo


Trunks abrió la boca para decir algo, pero no sabía que decir ya que todavía estaba muy atontado que no podía decir nada


-perdón – dijo Goten, se puso de pie y miró a Trunks, en verdad se veía arrepentido – te veías muy guapo – agregó como excusa Goten sin mirarlo


En ese momento llegó a sus oídos la voz de Milk que los llamaba a almorzar


-¡vamos! El almuerzo estará delicioso – dijo Goten elevándose un poco y sonriendo, olvidando lo que acababa de pasar. Trunks en cambio no podía ignorar lo que había pasado tan fácilmente, su rostro seguía muy rojo, se puso de pie lentamente, su cuerpo temblaba y se tambaleó un poco, siguió a Goten hasta la casa sin decir nada.


Cuando llegaron toda la familia Son estaba reunida para almorzar, y tal como había prometido Milk, había una gran cantidad de comida deliciosa en la mesa, Goten se sentó junto a su hermano y comenzó a comer ávidamente. Trunks en cambio se sentó a la mesa lentamente, como si no fuera dueño de sus movimientos, tomó los palillos y fue a dar el primer bocado, cuando al abrir la boca recordó claramente la lengua de Goten masajeando la suya, cerró su boca rápidamente y su rostro se puso más rojo aun, dio una fugaz mirada al menor de los Son, pero este comía sin fijarse en nada más. Respiró profundo y comenzó a comer, tratando de ignorar su mente que le hacía recordar y sentir una vez más a Goten besándolo. Nadie parecía estar prestándole atención, pero entonces


-la cara de Trunks está muy roja – señaló la pequeña Pan mirando al pelilila, haciendo que todos en la mesa se voltearan a ver


-¡es cierto! – dijo preocupada Milk poniendo su mano en la frente del joven – mmm… no parece que tengas fiebre – señaló - ¿te sientes enfermo?


-no… e-estoy bien – declaró Trunks y miró a Goten, quien seguía comiendo, pero lo miraba de reojo, el pelilila se puso algo nervioso – pero, creo que lo mejor será que me vaya a mi casa, mañana es el último día de vacaciones – explicó


-es cierto – recordó Milk – debes ordenar tus cosas, bueno, puedes irte esta tarde, luego de la cena – sugirió Milk


-no, yo quería irme luego del almuerzo – dijo Trunks algo asustado por contradecir a la madre de Goten


-mmm… como gustes – dijo Milk algo preocupada – pero comete toda tu comida – ordenó


-eh… sí – obedeció Trunks


Tras el almuerzo, Goten se escabulló para buscar un pastel en el refrigerador, sacó uno y se dirigió a su habitación tratando que su madre no lo notara, cuando llegó a la puerta de su cuarto se encontró con Trunks llevando su bolso y dirigiéndose a la puerta


-nos vemos – dijo Goten como si nada, pero Trunks no le respondió con solo verlo ahí de pie, con la crema del pastel alrededor de su boca, se puso muy nervioso y su mente se puso en blanco, lo único que atinó a hacer fue a salir de la habitación e ir hasta el living para despedirse de la familia y luego irse a su casa en la Capital del Oeste.


Cuando llegó a su casa, saludó a todos rápidamente y fue raudo a su cuarto, cerró la puerta con llave y se acostó en la cama mirando el techo, abrazado a su almohada


-Goten… me besó – murmuró y se aferró más a la almohada - ¡Goten me besó! – repitió en voz alta y una sonrisa se dibujó en su rostro, cerró los ojos y comenzó a recordar cada momento en que sus labios estaban pegados a los de Goten. En eso estaba cuando de pronto alguien tocó a la puerta


-¿Trunks? ¿Estás ahí? – era la voz de Annière, al escucharla Trunks inmediatamente fue a abrir la puerta, tenía que contarle lo sucedido. Luego de abrir la puerta regresó a sentarse a la cama emocionado, la pelirroja entró con calma en la habitación


-vine a que tu madre me prestara algunos de sus libros – dijo ella mostrando su bolso lleno de libros enormes – y ella me dijo que ya habías regresado de donde Goten – y entonces notó la expresión de Trunks – te ves feliz ¿Qué pasó? – preguntó ella emocionándose también, mientras acercaba una silla


Trunks se hincó en la cama, sonriendo de oreja a oreja – Goten me besó – dijo emocionado, con sus ojos azules brillando


-¿en serio? Y… ¿Qué pasó? – preguntó sin creerlo la chica


Trunks le contó lo que había sucedido aquella mañana, cuando terminó había una gran duda en la mente de la pelirroja


-pero ¿qué pasó después? – preguntó ella


-almorcé y me vine – dijo Trunks algo atontado por la pregunta, pues ya se lo había dicho


-sí, pero ¿y Goten? – Preguntó Annière - ¿Qué pasó con él? ¿le dijiste lo que sentías?


-¿qué? No… - respondió Trunks sin entender – me puse muy nervioso y no pude dirigirle la palabra… cada vez que lo veía me ponía muy nervioso


-espera – lo interrumpió la chica - ¿quieres decir que luego del beso no le dijiste nada? ¿nada de NADA? – preguntó ella alterándose


-pues no – respondió Trunks pensando. En ese momento la chica sacó uno de los enormes libros que Bulma le había prestado y comenzó a golpear con eso al pelilila. Trunks se cubrió con sus brazos para no recibir los golpes que la chica intentaba darle


-¡auch! ¡hey! ¿Por qué me pegas? – preguntó


-¡¿Cómo se te ocurre haber hecho algo así?! – lo regañó Annière


-¿Por qué?


-¿Cómo que porque? – Replicó la muchacha - ¡¿sabes lo que debe estar pensando Goten?! ¡Debe pensar que lo que hizo estuvo mal y que ahora tú lo odias!


-¡¿QUÉE?! – Dijo Trunks asustado – p-pero… - comenzó a decir cómo buscando una explicación - ¡eso no es así! – dijo al fin


-¡pues debiste decírselo a él, no a mí! – le reclamó


Trunks se sintió desmoronar al darse cuenta que quizás había cometido un gran error, su emoción se transformó en desazón y preocupación, se recostó y miró por la ventana pensando en su pelinegro.


--


Goten se quedó en la entrada de su habitación hasta que sintió el ki de Trunks alejarse, entró a su cuarto y cerró la puerta con seguro, y apoyó su espalda contra la puerta, se golpeó la frente con la palma de la mano


-¡mierda! – Se quejó – lo arruiné, malinterpreté su mirada y ahora… de seguro me odia – se tragó el pastel de un bocado y se tiró en su cama escondiendo la cara en la almohada - ¡¿Por qué lo hice?! – Se escuchó su voz ahogada por la almohada – arruiné nuestra amistad por una estúpida confusión


Sonó el timbre de su celular, se incorporó y tomó el celular del el velador, era un mensaje de un chico con el que había estado unos minutos en un pub, pero que tuvo que irse antes de que pasara algo más entre ellos


“Hi, me conseguí tu n°, hay fiesta en mi casa, puedes venir, la dirección es Av. Central 1548 Ciudad Satan”


Goten dejó el celular en el velador y volvió a hundirse junto con sus problemas en la almohada – mmm… creí que sabía cómo identificar cuando alguien quiere algo más… ¡¿POR QUÉ ME TUVE QUE EQUIVOCAR JUSTO CON ÉL?! – Gimoteó y miró su celular – supongo que él sí quiere algo – dijo pensando en el muchacho que le envió el mensaje, se puso de pie y se dirigió a la ducha, iba a disfrutar su última noche de vacaciones.

Notas finales:

Bueno, espero que lo disfruten.

Lamento mucho la tardanza


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