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Amigos ¿Para siempre? por Drasami

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Notas del capitulo:

Al fin está listo el capítulo, perdón por la demora, crei que estaba listo, pero despues cuando lo leí, me di cuenta que le faltaba algo, más emocion, era un relato demasiado plano, asi que lo tuve que arreglar

Espero que lo disfruten

 

Los personajes son de propiedad de Akira Toriyama

Trunks esperaba en la puerta de la escuela la llegada de Goten, faltaban solo cinco minutos y ni él ni la pelirroja habían llegado, era normal en Goten, pero Annière lo tenía preocupado. Sacó su celular para llamar a la chica, pero al ver la pantalla se distrajo completamente: Goten había puesto de fondo de pantalla una fotografía de ambos abrazados, el pelilila recordó aquél día.


Eran tan solo las diez de la mañana cuando Trunks, que se resistía a levantarse, sintió como su cama se hundía por el peso de alguien que se acostó a su lado. Aún estaba medio dormido, pensó que podría tratarse de su hermanita, se dio vuelta para decirle que volviera a su cuarto, sólo para quedar frente a frente con Goten


-¡Goten! – Exclamó sentándose en la cama alterado y un poco ruborizado - ¿Qué haces aquí?


-te vine a ver – dijo el pelinegro sonriendo – y como te veías tan lindo y cómodo durmiendo quise acostarme a tu lado


El rostro de Trunks se sonrojó mucho, su cabeza estaba ocupada pensando en las cosas que había dicho Goten, por un lado lo encontraba lindo, eso era genial y un tanto romántico, y por otro lado, cuando escuchó a Goten decir que se quiso acostar a su lado una serie de imágenes pervertidas llenó su mente y despertó a su entrepierna


-pudiste decir que vendrías – dijo Trunks tratando de cambiar de tema


-pero así no sería una sorpresa – Goten se puso de pie y se dirigió a donde Trunks tenía sus consolas y su televisor gigante – tengo dos nuevos videojuegos, ¿eh?... – Miró por todas partes - ¿Dónde está tu consola? – preguntó


Trunks recordó cómo hace cuatro semanas había lanzado la consola con todas sus fuerzas por la ventana, como no era muy aficionado a los videojuegos no la había echado de menos,


- pues, la rompí por accidente – mintió


-¡eeehhh! ¿y cómo vamos a jugar?


-tengo el dinero de mi mesada, podríamos ir a comprar una nueva consola


Los ojos de Goten brillaron de emoción, no le gustaba admitirlo pero le encantaba salir de compras, en especial si se trataba de cosas de tecnología


-¡genial! – dijo y luego un poco frustrado añadió – ¡Qué envidia!, puedes comprar una consola de videojuegos cuando a ti se te ocurra, yo llevo ahorrando mucho tiempo y aun no me alcanza ni para la mitad


-iré a bañarme – dijo Trunks sonriendo ante el comentario de Goten


Luego de quince minutos ambos jóvenes caminaban en dirección al centro comercial de la Capital del Oeste, comían pastelillos que Goten insistió en comprar, para desgracia de Trunks, que fue quien pagó


-¡Qué delicia! – dijo Goten llevándose el tercer pastel a la boca, quedando un poco de crema en su rostro, Trunks se ruborizó al verlo y sintió su corazón latir con fuerza, inmediatamente miró al piso mientras trataba de quitar de su mente esas cosas tan pervertidas que no podía evitar


-t-tienes algo de… de crema en la cara – tartamudeó


-¿Qué? ¿Dónde? – se alteró Goten preocupado por su apariencia y mirando atentamente al pelilila


-a-ahí – temblando señaló la mejilla izquierda del pelinegro. Goten pasó su dedo donde señalaba el pelilila, tomando el poco de crema y se lo llevó a la boca lamiendo inocentemente su dedo, en ese momento vio el rostro de Trunks, que parecía un tomate


-estás ruborizado – dijo señalando a Trunks, haciendo que el pelilila se ruborizara aún más. Entonces Goten miró su dedo que acababa de lamer y se dio cuenta de lo que había hecho - ¿hi-hice algo muy vergonzoso, verdad? – preguntó mirando hacia otro lado, sonriendo nervioso y ruborizándose levemente


Trunks asintió con la cabeza, lentamente. Un silencio incomodo se interpuso entre ambos


-bueno, vamos a comprar esa consola – dijo Goten cambiando de tema y actuando como si nada. Trunks solo se limitó a sonreír.


Una vez en la tienda, ambos olvidaron aquel momento incómodo y se dispusieron a comprar, Trunks tuvo que ponerse firme para que Goten no terminara comprando toda la tienda con los ahorros del pelilila. Solo tardaron veinte minutos en comprar y se disponían a regresar para pasar toda la tarde jugando, pero entonces Trunks notó que Goten se había quedado de pie mirando algo, se acercó a él, los ojos del pelinegro estaban brillando y sus labios estaban levemente separados. El pelilila no entendía la expresión de Goten, aunque le parecía un tanto familiar, buscó aquello que Goten miraba y entonces él también lo vio, sintió como un balde de agua fría lo bañaba, “no puede ser” pensó, dio un paso atrás, tembloroso. En ese momento Goten se dio vuelta con una gran sonrisa en su rostro


-¡¡Una cabina fotográfica!! – dijo con tanto entusiasmo que muchos de los que estaban alrededor de ellos en el centro comercial los quedaron mirando - ¡vamos! – tomó a Trunks del brazo y se dirigió a la cabina


-Goten, no – se resistía un poco Trunks, recordando lo obsesionado que estuvo Goten con esas cabinas cuando era más pequeño:


-¡Trunks, mira! es una de esas máquinas que sacan fotografías – el pequeño Goten de siete años miraba entusiasmado a su amigo mayor


-se llaman cabinas fotográficas – dijo con tono de sabelotodo y un tanto fastidiado – son máquinas para niñas tontas – añadió


-¿eh? Pero yo quería tomarme una fotografía ahí – dijo Goten un tanto desilusionado – en las películas parece muy divertido


-pues ve a tomarte una y ya


-pero yo no sé usar esas máquinas – se quejó Goten frunciendo un poco el ceño e inflando sus pequeñas mejillas


-vamos Trunks, no seas tan gruñón como tu padre, acompaña a Goten – dijo Bulma que venía saliendo de una gran tienda junto con Milk, ambas llevaban gran cantidad de paquetes y bolsas que le pasaron a sus respectivos esposos


-pero… está bien – a regañadientes Trunks acompañó a Goten hasta la cabina, ambos se metieron, Goten depositó los 5 zenis que le pedia y Trunks la hizo funcionar, el pequeño pelilila iba a irse, pero Goten lo tomó de la muñeca


-por favor no te vayas – pidió


Trunks respiró profundo – está bien


*Hola* - saludó la máquina - *por favor, para la primera foto pongan una gran sonrisa*


Luego de cinco minutos los niños salieron, Goten tomó las fotografías


-bien, ya vámonos, nuestros padres deben estar en un restaurante o algo – dijo Trunks serio


-¡Aahhhh! – Goten gritó al ver las fotografías lo cual asustó un poco al pelilila - ¡Trunks saliste serio y con los brazos cruzados en todas las fotos! – reclamó el pelinegro mostrándole las fotografías a su amigo


-te dije que no quería sacarme fotos – se excusó el mayor poniéndose a la defensiva


-¡no es justo! – se enfadó el pequeño – quería tener un lindo recuerdo de nosotros cuando niños, ¡hay que sacarse otras! – declaró


-¡olvídalo! – dijo Trunks dándole la espalda, aburrido de todo eso, se fue caminando hacia el patio de comidas


-¡claro que no! – dijo Goten indignado, se puso frente a Trunks y lo tomó del brazo a Trunks con mucha fuerza, pero sin presionar demasiado para no lastimarlo - ¡escúchame bien! – le dijo a Trunks en tono autoritario, acercando su rostro al del pelilila y comenzando a caminar – nos sacaremos estas fotografías una, dos, hasta mil veces si es necesario, hasta que yo esté conforme con el resultado – Goten había avanzado de tal manera que ambos estaban de vuelta en la cabina - ¿te quedó claro? – preguntó con tono amenazante el pelinegro y mirando fijamente al mayor, Trunks tuvo la fugaz idea de que se trataba de la señora Milk quien le estaba hablando, con el mismo miedo que sentía cuando ella lo regañaba, asintió lentamente con la cabeza y automáticamente eso bastó para calmar la ira del menor, quien sonrió abiertamente como si nada hubiera pasado…


-¡vamos! – El Goten adolescente entró en la cabina y tironeó a Trunks contra sí para que entrara también, ya no eran precisamente unos niños y sus cuerpos de adultos quedaban muy juntos en esa pequeña cabina – vaya, no recuerdo que estas cosas fueran tan estrechas – comentó Goten mientras buscaba en su bolsillo sus monedas, y entonces su vista se fijó en el pelilila


Los ojos azules de Trunks miraban fijos los profundos ojos negros del menor, sus labios estaban a escasos cinco centímetros, aunque para Trunks seguía siendo una gran distancia, a pesar de estar iluminada, la altura de ambos bloqueaba las luces y la cabina parecía estar un tanto a oscuras. Trunks sintió sus mejillas arder y agradeció esa leve oscuridad. El pelinegro rompió la conexión con la mirada de Trunks y siguió buscando sus monedas, eso relajó al mayor que un tanto decepcionado miró hacia otra parte, dejando sin querer su cuello un tanto expuesto. Goten recordó que llevaba monedas en el bolsillo de más abajo de su pantalón y se inclinó levemente, su respiración quedó directamente en el cuello de Trunks. El pelilila sintió un escalofrío recorrer su espalda, automáticamente y sin pensarlo puso su mano en el abdomen de Goten con la intención de apartarlo de sí, lamentó haberlo hecho, la camisa del pelinegro era tan delgada que Trunks sintió como si estuviera sintiendo directamente los bien formados abdominales de Goten, rápidamente apartó su mano y dio un paso hacia atrás, asustado


-ya no somos unos niños – le recordó, alterado – somos muy grandes para estar en esta cabina – explicó con intención de salir corriendo


-¡las encontré! – anunció Goten sacando al fin las monedas de su bolsillo y colocándolas en la máquina, tomó de la muñeca a Trunks y lo atrajo hacia sí, pasó su brazo por sobre el hombro del mayor y juntó sus cabezas – ¡sonríe! – pidió sonriendo abiertamente hacia la cámara.


Las mejillas sonrosadas de Trunks eran más que evidentes, por unos segundos no pudo dejar de mirar a Goten, luego miró a la cámara y sonrió, cómo no hacerlo si estaba al lado de la persona que más amaba en el mundo


 


-¡TRUNKS!


*PAF*


-¡Auch! – se quejó Trunks y se tocó su pierna derecha donde había recibido un puntapié, miró a Annière enfadado - ¡¿qué te pasa?! – al ver a la pelirroja se disipó su enfado - ¿eh? ¿Qué te pasó?


Annière venía con su cara algo manchada de negro,  sus bucles, normalmente perfectos, estaban desarmados haciendo que pareciera una muñeca mal cuidada - ¿Qué me pasó? – su voz furiosa intimidó un poco al pelilila - ¿Qué te pasó a ti? Llevo tratando de llamarte toda la mañana, volviste a cambiar el celular, ¿verdad?... ¡¿Por qué no me dijiste nada?!


-es que… - Trunks no sabía que contestar, estaba sorprendido, la manera de regañar de Annière se parecía bastante a la de su madre, decidió que lo mejor era que ya no trabajara en corporación capsula


-la limusina se averió, tuve que ayudar a repararla y aun así no funcionó, tuve que venirme corriendo con todas mis fuerzas para llegar a tiempo


-pero, creí que te gustaba venir a pie – dijo Trunks y miró hacia el costado, pues sintió que alguien los estaba mirando, entonces sus ojos se abrieron grandes y toda su atención se centró en esa persona. Annière notó que sus reclamos no estaban siendo escuchados y también miró a esa persona, sus mejillas se ruborizaron suavemente al verlo, era un muchacho alto, cabello negro, cuerpo bien formado, parecía que su cuerpo había sido hecho para el uniforme de la preparatoria, su expresión era de madurez y humildad a la vez


-¿Goten? – preguntó algo desilusionada la pelirroja y su rostro se puso azul al reconocerlo


-dejen de discutir, hay que entrar – dijo como si nada el pelinegro, miró a Annière – lindo peinado y estupendo maquillaje – dijo en un suave tono burlón


-idiota – la pelirroja comenzó a cepillarse su cabello, mientras caminaba en dirección a la entrada


-¿Cómo estás Trunks? – Preguntó colocando su mano en el hombro del pelilila, pero el mayor no respondía, eso preocupó a Goten, la pelirroja también se detuvo y se volteó a ver - ¿Trunks? – llamó con cautela el pelinegro


El sonido de las campanadas sacó a Trunks de su ensoñación - ¡v-v-vamos! – dijo y se dirigió al interior de la preparatoria, Goten y Annière lo siguieron


Mientras los delegados y maestros de cada curso superior daban la bienvenida a los alumnos de primer año, los demás alumnos estaban en sus salones esperando al maestro. Trunks sintió los ojos verdes de la pelirroja mirándolo, una sonrisa un tanto lujuriosa se dibujó en el rostro de la chica, lo cual alarmó un poco al pelilila


-dime: ¿en qué estabas pensando? – preguntó ella


-en nada – mintió Trunks desviando la vista y recordando la lluvia de imágenes que llenó su mente cuando vio a Goten con el uniforme de preparatoria:


Goten se acercó con una actitud muy dominante, lo empujó contra la pared y puso una mano en el costado, Trunks bajó la vista, tímido, pero Goten con algo de rudeza lo había tomado del mentón y lo había besado con una pasión inusitada, luego bajó al cuello y comenzó a lamerlo y morderlo suavemente, Trunks cerró los ojos y al abrirlos ya no estaban a las afueras del colegio, sino dentro de la cabina de fotografías y su ropa había desaparecido, excepto por los pantalones que ya no eran los de la escuela, sino que eran aquellos pantalones ajustados que Annière le había obligado a usar para esa cita, el pelinegro trataba de quitárselos pero estaban TAN ajustados que no lograba hacerlo, así que en un momento de locura, Goten levantó a Trunks abriéndole las piernas y con fiereza rasgó los pantalones del mayor, acto seguido los pantalones de Goten cayeron, sin ninguna explicación, y Trunks pudo ver el miembro erecto de Goten que se disponía a penetrarlo


-¡oye! – el susurro de Annière interrumpió sus recuerdos al igual que las campanadas de la escuela lo habían hecho hace un momento


-¿Qué? – preguntó


-estás sangrando, genio – volvió a susurrar la chica, solo entonces Trunks notó que ya había llegado el maestro, instintivamente se llevó su mano a la nariz y efectivamente estaba sangrando, - toma – dijo Annière pasándole un pañuelo. Trunks lo tomó y se limpió la nariz, mientras trataba de limpiar su mente de todas esas imágenes.


-mierda – pensó – hace tiempo que no tenía esas fantasías tan eróticas, al menos, no despierto


----


Había pasado una semana desde la entrada al nuevo año escolar, el salón de Trunks fue castigado por culpa de unos alumnos que escribieron groserías sobre la maestra, quien los dejó sin el primer recreo. A la hora del almuerzo todos salieron exhaustos, de estar tanto tiempo sin recreo, apenas Trunks puso un pie fuera del salón sintió como alguien se abalanzaba sobre él con todas sus fuerzas, haciendo que perdiera el equilibrio y cayeran ambos al suelo, el pelilila abrió los ojos


-¡Goten! – murmuró al ver al pelinegro sobre él y se dio cuenta que estaba con los ojos brillosos


-¡Trunks! – dijo Goten en tono lastimero - ¡odio la preparatoria!


-¿eh? – ni Trunks ni Annière esperaban algo así


Luego de unos minutos estaban los tres en un rincón conversando, almorzando y tratando de calmar a Goten


-¡no es justo! Estudié lo más que pude y aun así me saqué una “F” en literatura, que es la asignatura que más me gusta – se quejó Goten – y en las demás pruebas de diagnóstico tampoco me ha ido bien


-tranquilo, el primer año de preparatoria es siempre el más difícil – dijo Annière – de hecho hay algunos que jamás logran superarlo – añadió, haciendo que los saiyan la miraran


-gracias por hacerme sentir mejor – dijo en tono algo sarcástico Goten


-debes estudiar más – sugirió como toda solución el pelilila


-pero te digo que sí estudié, y estudié mucho – reclamó Goten


-dile a Trunks que te ayude a estudiar – planteó la chica con expresión inocente, pero Trunks sabía que no había nada de inocente en eso


-¡es cierto! ¿Trunks me ayudas a estudiar? Por favor, si me saco malas calificaciones mamá me regañará, solo hasta que pueda tomarle el ritmo a la prepa, ¡por favor! – suplicó


-está bien – aceptó el pelilila, no podía rechazar una petición del pelinegro, mucho menos cuando lo miraba con esos ojos grandes


-¡genial! – dijo Goten abalanzándose para abrazar a Trunks – muchas gracias, te prometo que me esforzaré mucho, eres el mejor – dio Goten aun abrazando a Trunks y frotando su mejilla contra la del pelilila, por su puesto Trunks creía que estaba en un sueño y su mente estaba volando una vez más.


---


Pasó un mes desde que Trunks prometió ayudar a Goten con sus estudios, el frio otoñal se hacía sentir con más fuerza, y la mayoría de los estudiantes llegaba con abrigos y bufandas para prevenir los comunes resfríos de temporada.


-te ves horrible – señaló la chica al ver a Trunks entrando en el salón, esa mañana ella era la encargada de la limpieza y no había podido esperar a sus amigos en la entrada


-me siento horrible – aclaró Trunks desanimado


-Goten – aseguró ella


-no sé qué le pasa – dijo Trunks preocupado


-¿está actuando extraño? – Inquirió Annière - ¿crees que tenga algún novio o algo?


-no, está actuando como siempre – respondió Trunks – aunque si es un poco extraño


-bueno, ¡decídete! – exigió la pelirroja sin entender a qué se refería su amigo


-es que sé que sigue saliendo con muchos chicos, lo he visto hablando con ellos por teléfono y enviando mensajes a toda hora – explicó Trunks – pero también… - guardó silencio y tragó saliva como si quisiera evitar que algo creciera en su corazón - también se abalanza sobre mi cada vez que puede, me abraza a cada rato o tan solo apoya su cabeza en mi hombro


-emm… Trunks – dijo Annière con cautela – eso es bueno –señaló


-no, no lo es – los ojos de Trunks estaban vidriosos – si en verdad le gustara, dejaría de salir con los otros y se concentraría solo en mí; si en verdad le gustara… siento que de alguna manera, no sé cómo, me está usando


-no creo que Goten haga eso – dijo la chica con seriedad


-me siento tan confundido – murmuró el pelilila sentándose de golpe en su silla – ayer, mientras estudiábamos para la prueba que tenía hoy, me dijo que, que lo único real en su vida era yo, y me abrazó durante cinco minutos. ¡¿Qué se supone que significa eso?! – estalló - ¿Qué le gusto, le agrado?, ¿Cómo amigo o como novio? ¿Sólo soy un hombro donde llorar o tengo alguna posibilidad? – terminó deprimiéndose un poco


-pues averígualo, díselo – animó Annière


-el mundo no quiere que se lo diga, estuve a punto de hacerlo en dos ocasiones y en ambas fui interrumpido – se quejó Trunks recordando que hacía dos semanas mientras estudiaban en casa de Goten, juntó el valor para decirle sus sentimientos, pero fue interrumpido por la madre del menor.


-cobarde – murmuró la chica justo en el momento que entraba el maestro, así que Trunks no pudo responderle


A la hora del recreo, apenas salió el maestro del salón, un pelinegro que captó la mirada de todas las chicas y uno que otro chico, entró al salón y se dirigió donde Trunks


-saqué una “B” en el prueba anterior – dijo con una gran sonrisa Goten mostrando orgulloso su examen


-felicidades – dijo diplomáticamente Annière. Y antes de que Trunks pudiera decir algo, Goten se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza


-gracias por tu ayuda – murmuró – no lo habría logrado sin ti


Trunks lo abrazó de vuelta, aunque no tan fuerte, no era que no le gustaran los abrazos del pelinegro, al contrario le encantaban y disfrutaba de cada segundo de esa cercanía, ese contacto y como el olor de Goten llenaba el aire que los rodeaba, pero aun así tenía dudas sobre lo que realmente significaba para Goten ese abrazo. Se separaron con suavidad, Trunks sintió que salía de un sueño


-¡ya sé, compraré un pastel para celebrar! – dijo  - mejor me doy prisa antes que se acaben, los espero en la cafetería – Goten caminaba hacia la puerta, cuando notó la mirada de un muchacho del salón de Trunks que lo miraba indiscretamente, una leve sonrisa apareció en el rostro del pelinegro y le guiñó un ojo y salió corriendo en dirección a la cafetería. Aquel muchacho sonriendo sin querer miró hacia donde estaba Trunks, quien lo miraba con su más terrorífica cara de asesino, lo que desvaneció la sonrisa del rostro de ese muchacho.


-¿ves a lo que me refería? – preguntó Trunks mirando a Annière y comenzando a caminar hacia la cafetería – primero dice que soy muy importante para él y luego coquetea con otro – Trunks esperaba la respuesta de Annière, pero no hubo, la pelirroja caminaba junto a él hacia la cafetería pero sus pensamientos parecían estar concentrados en otra cosa, - ¿estás bien? – preguntó Trunks algo preocupado, pues la chica no era de esas que se pierden en sus pensamientos


-sí – contestó ella de pronto – estaba pensando… creo que ya sé lo que le pasa a Goten


-¿eh?


-la razón por la que te abraza tanto – dijo algo molesta por el poco entendimiento de Trunks – creo que se siente solo


-si como no – dijo incrédulo Trunks – con la cantidad de chicos con quienes ha estado y se siente solo – señaló con ironía


-por eso mismo – respondió Annière mirando a Trunks fijamente – ha estado con tantos y de forma tan superficial – Trunks levantó el dedo y abrió la boca para señalar que no era TAN superficial, pues se había acostado con todos, pero Annière lo interrumpió – superficial emocionalmente – aclaró – solo se acuesta con ellos, pero no tiene ningún vínculo con ellos. La manera en la que te abrazó hace unos momentos, se aferró a tu ropa y a ti como deseando sentir un contacto físico que tuviera un significado para él


-ok, ¿Quién eres tú y dónde está Annière? – preguntó Trunks preocupado del análisis tan exhaustivo realizado por la muchacha


-¿de qué hablas?


-tus teorías e ideas en general siempre han sido algo locas, pero esto se excede – señaló Trunks


-Interpreté a Sigmund Freud en una obra, tuve que investigarlo a él y sus teorías, me pareció interesante así que estudié otras cosas sobre psicología – explicó la chica


-¿no era broma? – preguntó incrédulo el pelilila recordando la barba falsa que había usado Annière


-¡claro que no! – dijo ella algo ofendida – Goten dijo que tú eras lo único real en su vida ¿no? Eso significa que para él tu eres muy importante y que tiene sentimientos por ti – declaró tajante – ahora, ¿si es amor o solo amistad? Solo tú puedes averiguarlo, galán.


Los ojos azules del pelilila se abrieron esperanzados y sus mejillas acompañaron el momento con un suave tono rosa.


 


Las primeras lluvias del año llegaron junto a los exámenes de mitad del semestre, Trunks y Annière estaban acostumbrados, pues era su segundo año, pero Goten no lo podía creer


-¿Por qué demonios hacen exámenes a la mitad del semestre? Se supone que los exámenes son al final de cada semestre, esto no es justo – se quejaba mientras buscaba libros en la biblioteca, sus amigos solo reían


-lo hacen para bajar el estrés de final de semestre – dijo Trunks


-¡¿bajar?! – exclamó Goten llamando la atención de la bibliotecaria – pero estoy estresado ahora, se supone que la escuela es para divertirse


-antes los exámenes de fin de semestre de la preparatoria valían el cien por ciento de tu calificación – comentó una chica con gafas que cargaba una gran cantidad de libros


-¿el cien por ciento? – preguntaron a coro los tres amigos


-así es – dijo ella dejando los libros sobre un carrito – mi nombre es Haruko, voy en cuarto año


-¿cuarto? Pero solo son tres años de preparatoria – señaló el pelilila sin entender


-extendí mi semestre para obtener créditos para la universidad – contestó ella – pero eso no importa, según sé, antes la preparatoria hacia solo un gran examen al final del año que equivalía el cien por ciento de la nota, luego lo cambiaron a dos exámenes al final de cada semestre, la excusa era que todas las pruebas y trabajos que te hacían hacer durante el año eran como práctica para el examen final


-que horrible – murmuró la pelirroja


-luego los padres y alumnos reclamaron y establecieron que el examen equivaldría el 75% de la nota final y se dividiría en dos etapas – terminó de explicar Haruko y se puso a ordenar los libros como si nada


-vaya, no sabía eso – comentó Trunks – lo vez Goten no deberías quejarte, antes era peor


-¿de qué hablas? Sigue siendo horrible – exclamó Goten poniendo los libros sobre la mesa con fuerza, los demás estudiantes lo quedaron mirando - ¡no debería ser así! ¡no deberíamos tener exámenes a mitad del semestre! ¡y mucho menos que cuesten el 75 por ciento de la nota! – la voz alterada de Goten se escuchaba en toda la biblioteca, muchos lo miraban y asentían, todos se sentían así, incluso los que ya iban en tercer año – me postularé al consejo estudiantil y cambiaré las cosas


-buena suerte – le dijo un muchacho en una mesa cercana – solo los de tercer año pueden ser presidentes del consejo estudiantil y además debes tener mínimo una “B” en todas las asignaturas


-¡eso es muy injusto! – reclamó Goten


-ya déjalo, Goten – Trunks trataba de calmarlo para que no los expulsaran de la biblioteca


-si tanto te molesta, estudia mucho, ve a la universidad y luego regresas como director y entonces cambiaras las cosas – se burló Annière abriendo un enorme libro


-¡qué fastidio! – mascullo el pelinegro mientras trataba de concentrarse en estudiar


 


Luego de pasados los exámenes de mitad del semestre, todos los alumnos tenían libre ese viernes, debían ir a la escuela, pero tenían libre acción, pues los maestros estaban haciendo tareas administrativas. Por suerte para los estudiantes justo ese día hubo sol y con él una salida masiva de los salones de clases, los estudiantes como manadas salieron a exponerse a los tenues rayos de sol para nutrirse de vitamina “D”, Annière no era la excepción, insistió tanto que Trunks cedió a acompañarla hasta el estadio de la escuela, no había entrenamiento, así que muchos estudiantes fueron a tirarse al pasto. La chica chateaba con su celular, mientras Trunks miraba el suave pasar de las nubes, en eso estaban cuando Goten llegó corriendo y se tiró exhausto entre Annière y Trunks


-me salvé – dijo pasándole una hoja a Trunks


-¡hey! Tuviste “B” en todo – dijo Trunks sonriendo – oh, espera aquí hay una “C” en… ¿gimnasia? – miró algo incrédulo y preocupado a Goten


-sí, la maestra me quitó mi perfecta A+ según ella porque me falta compañerismo, ¿pero qué esperaba? Le dije que no podía jugar dogeball, pero ella insistió, hice mi mejor esfuerzo por controlar mis poderes, pero aun así le rompí el brazo a alguien con un pelotazo – comentó como si nada


-¿qué hiciste QUÉ? – Se alteró Trunks mirando entre enfadado y asustado a Goten - ¿Por qué no me lo habías dicho?


-porque ibas a reaccionar de la manera en que estas reaccionando ahora – señaló Goten, eso hizo que Trunks se calmara un poco – al fin terminaron los exámenes – agradeció el menor


-sí, pero el lunes hay clases como de costumbre – le recordó Trunks


-no me arruines el momento – reclamó Goten, pero eso le hizo pensar en una idea


 


Esa misma noche Trunks tomaba un baño caliente y se relajaba, había comido lo suficiente y visto su programa de televisión favorito, tenía pensado invitar a Goten, pero éste dijo que tenía cosas que hacer y se fue rápidamente a su casa. El pelilila disfrutaba su baño reponedor, tenía los ojos cerrados para sentir mejor el agua caliente de la tina, abrió los ojos y se puso de pie, el agua escurría por cada centímetro de su cuerpo varonil, sus músculos tersos derrochaban virilidad por doquier, salió de la tina y comenzó a secarse, mientras caminaba en dirección a su habitación, cuando se secó dejó la toalla en un cesto y tomó otra para secarse su largo y liso cabello lila. Entró en su cuarto y se puso sus bóxer y comenzó a buscar un pijama en su armario, de pronto la puerta de su habitación se abrió de golpe y entro Goten decidido


-¡hola! – dijo sonriendo y cerrando la puerta


-… ¿Qué haces aquí? – preguntó Trunks algo aturdido por la sorpresiva intromisión


-vine a buscarte – anunció Goten, Trunks alzó una ceja – para ir a un pub – especificó el menor


-yo me iba a acostar – dijo Trunks acercándose tenuemente hacia su cama


-no seas aburrido – dijo Goten inflando una mejilla y quitándole el pijama de las manos –te acabas de bañar, ¿no? – preguntó mirando el cabello húmedo de Trunks


-sí


-entonces estás listo, ponte algo y salimos – declaró Goten con energía


-está bien – aceptó Trunks escondiendo una sonrisa, hacía mucho tiempo que no iba con Goten a uno de esos lugares, desde esa vez que bailaron juntos, “quizás podrían bailar juntos una vez más” pensó el pelilila


Luego de treinta minutos ya estaban en el pub, Goten vio a algunos de sus amigos y fueron a saludarlos, Tammy sollozaba mientras Tim y Remi trataban de consolarla


-Hola chicos – saludó el pelinegro - ¡Tammy! ¿Qué pasó? – se preocupó


-mi novia se va a estudiar a otra ciudad – sollozó la muchacha


-tranquila, no es el fin del mundo – dijo Goten – ustedes se aman, seguirán juntas aunque estén lejos


En ese momento se acerca Padius con dos cervezas, se sentó junto a Remi y comenzó a beber, en ese momento notó a los dos saiyan y los quedó mirando


-¿ustedes ya son novios? – preguntó de pronto mirando a Trunks y a Goten. Eso puso muy nervioso al pelilila y sorprendió un poco a Goten, pues ya les había dicho a ellos que Trunks no era gay


-no, te equivocas, a Trunks le gustan las chicas – explicó una vez más el pelinegro


-pero… - comenzó a decir Padius, en ese momento se dio cuenta de la mirada de advertencia que le daba su novio – eehh, no nada, estaba pensando en otra cosa – dijo riendo


-bien – dijo Goten sin darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor – estaremos en la barra – dijo despidiéndose y dirigiéndose a la barra junto con Trunks


-hola Steve – saludó Goten al joven cantinero – dos Martini seco por favor


-hay jugo de fresas – dijo sonriendo, conocía a Goten y le agradaba que siempre estuviera de buen humor


-fresas, que rico – dijo Goten – sírvenos, por favor


Steve puso los vasos frente a los chicos y les sirvió desde la jarra, - que se diviertan – les dijo el cantinero


-¡salud! – Dijo Goten y se tomó todo el jugo en un trago – ven, vamos a bailar  - tomó a Trunks del brazo y avanzó un poco, Trunks terminó de beber su jugo y acompañó a Goten, su corazón latía rápido


-¿estás seguro? – Preguntó algo tímido el pelilila – ¿no quieres bailar con algún otro chico?


-no, está bien – dijo Goten metiéndose en la pista de baile – además tu eres el chico más guapo que hay aquí, por ahora – agregó


Ese comentario hizo estremecer a Trunks, su corazón comenzó a latir con fuerza por la emoción, pero a la vez su mente comenzó a trabajar a mil por hora: “¿Qué significa eso? ¿Le gusto?  Dijo “por ahora”, o sea que ¿solo hasta que aparezca otro chico guapo?, ¿soy el plan B?, ¿En verdad le gustará bailar conmigo?”, las preguntas llenaban la cabeza del pelilila


-oye, relájate – pidió Goten sonriendo, eso tranquilizó a Trunks, y se concentró en disfrutar la música y el tiempo con su amado.


Luego de bailar durante una hora sin parar, decidieron descansar un rato, y fueron a sentarse a la barra


-al fin – exclamó Trunks exhausto


-no es para tanto – dijo Goten que no se veía tan agotado – eso te pasa por no entrenar nunca, yo a veces entreno con papá y siempre vengo a bailar, ¡hey, Steve! – llamó al cantinero que entrenaba a un joven de aspecto inocente


-seca los vasos y ponlos en los estantes – ordenó al joven - ¿Qué pasa chicos? – dijo mirando a los saiyan


-sírvenos más jugo por favor – pidió Goten y luego miró a Trunks – haz mejorado bastante tus pasos de baile – señaló antes de beber un sorbo de su jugo, Trunks solo sonrió, eso extrañó a Goten - ¿estuviste practicando? – preguntó sin creerlo


-yo no hago eso – dijo Trunks algo avergonzado, y era cierto, lo que había hecho había sido ver varios programas de baile, pero en ningún momento practicó los pasos


Goten lo miró con cierta sospecha, pero lo dejó pasar, terminó de beber su jugo y se puso de pie – iré al baño, espérame aquí – le susurró - ¡Steve, cuídalo de los pervertidos! – pidió


-descuida – contestó el cantinero que estaba enseñando al novato a preparar whisky


Trunks se quedó solo, esperando, los minutos empezaron a pasar y el pelilila se sentía más impaciente, miraba a cada rato hacia donde se encontraban los baños, pero el pelinegro no aparecía y cada minuto era más difícil encontrarlo, pues había mucha gente ya que era día viernes


-¡hey, pero si es Trunks! ¿Se puede saber por qué estás tan solo? – esa voz la había escuchado antes, Trunks se volteó a ver y se topó cara a cara con el chico del cine, frente al que había fingido ser el novio de Goten, instintivamente se apartó un poco, no supo porque pero se sintió algo intimidado.


-y entonces ¿Dónde está tu novio? ¿Dónde está el famoso Goten? - Preguntó sonriendo y mirando descaradamente el trasero de Trunks


-fue al baño – dijo Trunks y su voz salió sin el quererlo muy tosca, ese sujeto lo ponía incómodo, intentó tomar un poco de jugo, pero se le había acabado – oye, llamó – solo estaba el muchacho novato – sírveme un poco más – mostró el vaso. El novato tembloroso le sirvió un poco más de jugo


-mi nombre es Naga, ¿recuerdas? – preguntó el muchacho inclinándose un poco hacia Trunks y daspirando profundo el aroma del cabello lila


-no me interesa – dijo Trunks dejando el vaso en la barra con la mitad del contenido, en verdad ese tipo no le agradaba, ¿Dónde estaba Goten?


-que agresivo – dijo Naga y miró hacia otra parte, de pronto notó algo a lo lejos en el pub, sus ojos brillaron con malicia y comenzó a reír - ¿en serio eres el novio de Goten? – Preguntó altanero con su voz seseante en el oído de Trunks, eso llamó la atención de Trunks que se volteó rápidamente a ver a ese molesto sujeto con una expresión confusa en su rostro


–creo que estas siendo reemplazado… justo en estos momentos – le dijo Naga señalando un lugar al otro lado del pub.


Trunks se giró para ver el lugar que señalaba Naga sin entender a qué se refería, y entonces lo vio: Goten estaba contra la pared siendo besado apasionadamente por un muchacho alto, sintió como si el tiempo comenzara a avanzar lentamente, sus ojos se abrieron grandes por la sorpresa y su corazón comenzó a doler, no había nada entre ellos y sabía que Goten seguía saliendo con varios chicos, pero aun así, no pudo evitar sentirse traicionado y dolido. Mientras Trunks miraba esa escena, Naga rápidamente abrió tres pequeños frascos y puso el líquido en el jugo de Trunks, un sujeto que parecía acompañar a Naga se acercó preocupado


-Naga, ¿Qué haces? – Le susurró - le diste tres dosis, eso lo matará


-tranquilo – susurró Naga – le pedí a Haruko que lo investigara, según ella, este tipo es igual que Goten. No cometeré el mismo error con él, de hecho le pondré dos dosis más – rápidamente agregó el contenido de dos frascos en el jugo de Trunks


Trunks aun miraba a Goten besuquearse con ese sujeto, sus ojos estaban brillosos y algo enrojecidos, pero ninguna lágrima había caído, cerró los ojos enfadado y le dio la espalda, ya no era capaz de mirar más, tomó su vaso tranquilamente  y bebió un poco, ignorando el leve sabor amargo que había adquirido su jugo


-parece que ya te olvidó – se burló Naga solo para provocarlo y que bebiera todo el jugo


-no te metas – le respondió enfadado y tal como Naga esperaba, Trunks bebió de un trago todo el jugo.


Apenas pasó un minuto cuando la droga comenzó a hacer efecto, Trunks empezó a sentir mucha calor y comenzó a sudar, su vista se puso algo borrosa y dolor de cabeza insoportable comenzó a molestarlo, todo eso ante la atenta mirada de Naga. De pronto Trunks se llevó una mano a la cabeza, sin poder soportar el dolor, cerró los ojos y al abrirlos la hipersensibilidad estaba en su máximo, escuchaba cada sonido del pub aumentado mil veces en su cabeza, el sonido de la música retumbaba y no permitía poner sus ideas en orden, su respiración comenzó a hacerse más difícil, trató de ponerse de pie para salir de ese lugar que parecía un infierno, pero su cuerpo no respondía, trató de pedirle ayuda al camarero, pero apenas si veía y al abrir la boca no fue capaz de articular palabra 


-ven… - escuchó una voz hablándole – yo te cuidaré – trató de ver a la persona que le hablaba, pero lo único que notó fue una sonrisa maliciosa, definitivamente ese no era Goten, trató de resistirse, pero su cuerpo estaba paralizado


-no – murmuró débilmente


-tranquilo – dijo Naga sin dejar de sonreír, tomó a Trunks de la cintura y con la ayuda de su amigo lo sacaron del pub y lo metieron en el asiento trasero del auto de Naga, quien al verlo se relamió los labios y cerró con fuerza la puerta


-Go… ten – murmuró suavemente Trunks antes de perder el conocimiento


 


Goten llegó sonriendo y muy agitado a la barra – lamento la… tardanza – disminuyó su voz al notar que el pelilila no se encontraba ahí - ¿Trunks? – Llamó algo preocupado, en ese momento apareció el cantinero, cargando unos barriles – Steve, ¿viste donde fue Trunks?


-¿Qué? Pues no – respondió algo preocupado el cantinero – tuve que ir a la despensa por más cerveza, él quedó a cargo – dijo señalando al novato


-no sé dónde está, no lo veo por ninguna parte – dijo Goten echando un vistazo por todo el pub – ¿puedes? – dijo el pelinegro señalando el novato


-claro – accedió Steve – novato, ven acá – llamó, el muchacho se acercó temeroso


-¿viste a mi amigo? – preguntó Goten


-yo no sé… - comenzó a decir el muchacho negando con la cabeza


-es fácil de reconocer – lo interrumpió el pelinegro – su cabello es de color lila y le llega hasta los hombros


Ante esa descripción los ojos del muchacho se abrieron grandes, por supuesto que lo recordaba, Goten lo notó – él sabe dónde está – declaró el pelinegro


-Sakurai, dinos donde está – ordenó Steve


-es que no lo sé – respondió temblando y aferrándose a una bandeja, luego miró a Goten  preocupado y luego a su jefe y susurró – se fue con un muchacho…


Pero Goten pudo escucharlo claramente, se sorprendió ante eso y frunció un poco el ceño, sus músculos se tensaron - ¿con quién? – quiso saber, su voz salió más brusca de lo normal


-no lo sé, yo no conozco a nadie – respondió asustado Sakurai, con los ojos llenos de lágrimas por el miedo


-¿Cómo era? – inquirió agresivamente el pelinegro, no sabía porque pero tenía un mal presentimiento


-mmm… - Sakurai miró al techo pensando – pues, era alto, un poco musculoso…


-la mitad de las personas que vienen aquí tienen esas características – lo reprendió el cantinero


-eee… - el muchacho no sabía que decir, miró alrededor y entonces vio las botellas de vino y lo recordó – su cabello era rojo como el vino y…  - trató de recordar cualquier detalle, una imagen apareció clara en su mente – tenía un tatuaje en la muñeca… de una serpiente – dijo mirando a Goten y a Steve


Los ojos de Steve se abrieron sorprendidos, preocupados y asustados


– Naga – murmuró y miró a Goten


El pelinegro se había quedado paralizado, no podía creer lo que había escuchado, ¿Trunks se había ido con Naga?... solo había una explicación; su sorpresa se transformó en ira, una ira asesina, similar a cuando vio a su madre ser asesinada por Majin Bu, o quizás mayor. Presionó sus dientes y sus puños, haciendo remarcar sus músculos, nadie en el pub lo notó, pero su ki aumentó de forma considerable. Rápidamente salió del local y se elevó lo más que pudo, cerró los ojos tratando de localizar el ki de Trunks, para su sorpresa le costó más de lo normal encontrarlo, y cuando lo hizo el ki del pelilila estaba muy débil


-Naga… - murmuró lentamente, impregnando de rabia cada letra, y volando a toda velocidad se dirigió a ese lugar


 


 


Naga salió del ascensor que llegaba directo a su casa en el pent-house de un hotel y casi arrastrando a Trunks lo tiró sobre la cama, haciendo que el pelilila se despertara


-¿Na-ga? – preguntó Trunks aun aturdido, su visión y su voz habían mejorado un poco, pero aun no podía mover ninguna parte de su cuerpo


-¡Vaya! me sorprende que puedas hablar, menos mal que usé cinco dosis – comentó Naga acercándose a Trunks con una enormes tijeras – es una lástima que tengas un novio como Goten, no te preocupes – dijo colocando la parte filosa de la tijera contra la mejilla de Trunks – yo te haré sentir mejor – y presionó la tijera hasta que un pequeño hilillo de sangre corrió por la mejilla del pelilila, haciendo que éste gruñera levemente por el dolor – así me gusta – dijo Naga al oírlo, se lamió los labios y se pasó su mano por su entrepierna – empecemos


Comenzó a cortar la ropa de Trunks, sin importarle cortar la piel del pelilila, su cuerpo estaba paralizado, pero por alguna razón podía sentir todo eso, y cada vez que sentía la tijera lastimarlo no podía evitar quejarse de dolor y cada vez que eso pasaba Naga sonreía con más ganas


-es-espera… ¿q-que vas… a ha-hacer? – preguntó Trunks asustado cuando Naga puso sus tijeras en su ropa interior y esta vez, con mucho cuidado cortó los boxers del pelilila, dejándolo totalmente desnudo


-te haré mio – dijo Naga pasando su mano por los abdominales de Trunks hasta llegar a su barbilla – todo mio


 -a-aléjate… no te –ng- dejaré – murmuró Trunks tratando de moverse, pero sin conseguirlo


-no te preocupes – la sonrisa de Naga inspiraba miedo – tengo mis artimañas – y diciendo eso sacó de una caja de metal una enorme jeringa llena de un líquido algo viscoso, se acercó a Trunks y se la inyectó en el cuello – esto me asegurará que tendrás “ganas” durante toda la noche – guardó la jeringa y miró el cuerpo desnudo del pelilila con lujuria, pasó su mano suavemente por sobre el pecho de Trunks – lo voy a disfrutar – acercó su rostro para comenzar a lamer el cuello y los pectorales de Trunks


-no… por favor – suplicó Trunks aterrado, tratando con todas sus fuerzas moverse y salir de ese lugar, sintió como la temperatura de su cuerpo comenzaba a subir insoportablemente y una erección no deseada se erguía solemne, no quería que su primera vez fuera así, no con él, no así, sus ojos se llenaron de lágrimas, cuando Naga estaba a punto de lamer su cuello, Trunks cerró los ojos y una lagrima bajó por su mejilla – Goten… – llamó suplicante


-¡¡ALÉJATE DE ÉL!! – la voz de Goten hizo a Trunks abrir los ojos justo para ver como el pelinegro empujaba a Naga contra la pared, con ese simple ataque quedó casi inconsciente y sangrando por la boca, pero para Goten eso no era suficiente, se acercó a Naga, lo tomó de los brazos y comenzó a golpearlo contra la pared una y otra vez - ¡¿cómo-te-atreves-a-tocarlo-con-tus-sucias-manos?! – a cada palabra entre dientes que decía Goten, era un azote contra el muro; acto seguido le dio un puñetazo que le rompió la nariz, le botó la mitad de los dientes y le dislocó el cuello, aun con furia lo lanzó contra una mesa que se rompió, Naga apenas si estaba consciente, sangraba copiosamente por la boca y no podía moverse, parecía que todos sus huesos estaban rotos. Goten se acercó lentamente, aun sintiendo la ira quemarle la piel, se puso en posición para lanzarle una esfera de energía, juntó su ki, era una esfera enorme, si la lanzaba destruiría todo el edificio y parte de la ciudad, pero al pelinegro no le importaba, su mente estaba nublada por la ira y el odio


-¡Goten! ¡GOTEN! – Trunks llamó lo más fuerte que pudo, su voz hizo reaccionar a Goten, quien lo miró


-Trunks… - dijo Goten como saliendo de un sueño, y entonces notó el estado en que estaba el pelilila, haciendo que su furia volviera, se volteó a Naga con la intención de matarlo


-¡Goten, no! No-no vale… la pena – dijo Trunks con dificultad


-¿Cómo dices eso? Él… él te… él te hizo


-nada… llegaste justo a tiempo


Eso tranquilizo al pelinegro, respiró profundo y su ki disminuyó, se agachó y tomó el rostro de Naga con brusquedad


-mírame – dijo con un tono de voz amenazante, Naga obedeció y miró a Goten con el único ojo que no tenía inflamado – si te vuelves a acercar a Trunks, si vuelves siquiera a mirarlo… te juro que me las pagarás y te haré sufrir el triple de lo que estas sufriendo en estos momentos, te haré desear estar en el infierno… ¡él es MÍO!


Trunks se sorprendió al escuchar eso y no pudo evitar emocionarse, a pesar de todo lo que había pasado


-¿estás bien? – la voz de Goten sonaba preocupada y llena de miedo


-gracias a ti – Trunks sonrió levemente, pero eso hizo sentir a Goten mucho peor. Buscó la ropa de Trunks, pero se dio cuenta que estaba completamente destruida, sin pensarlo se sacó la chaqueta y se la puso a Trunks, lo mismo los pantalones, Goten quedó en camiseta y bóxer


-vámonos – dijo Goten tomando a Trunks en brazos y salió haciendo un enorme agujero en el techo – te llevaré a mi casa – dijo y se encaminó rumbo a la montaña Paoz


En sólo cinco minutos ya estaban en las montañas, Goten divisó su casa y descendió rápidamente, disminuyó su ki para no despertar a sus padres


-tranquilo Trunks, ya estamos en casa -  dijo Goten y miró al pelilila - ¡Trunks! – se alarmó al verlo con su cara roja y respirando con dificultad, puso su mano en la frente del mayor pero la quitó de inmediato, tenía mucha fiebre y su cuerpo estaba muy caliente – deberás darte una ducha – murmuró Goten acercándose a la puerta de su casa, pero se detuvo, si entraban y metía a Trunks a la ducha, con todo ese ruido su madre se levantaría y pediría explicaciones y armaría un gran escándalo, el pelinegro tuvo miedo de su madre, no sabía si entrar o no. En ese momento notó que en la casa de Gohan había una luz encendida, - la oficina de Gohan – susurró emocionado, afirmó con fuerza a Trunks y se elevó hasta esa ventana.


Gohan leía un enorme libro de medicina y tomaba notas en su laptop, al día siguiente tenía una conferencia muy importante y quería repasar todo una vez más, tomó un sorbo de su café y estiró los huesos de su espalda cuando sintió que golpeaban a su ventana, miró intrigado pero no se paró a abrir. Tocaron otra vez pero ahora una voz lo llamaba


-¡Gohan! – aun susurrando la voz de su hermano era inconfundible, Gohan se puso de pie con cansancio y pensando en qué clase de problemas vendrían al abrir la ventana y dispuesto a regañar a su hermano por molestar hasta tan tarde


-¡Goten, estas no son horas…! – Comenzó a decir cuando notó la expresión de desesperación en el rostro de Goten que cargaba en brazos al pelilila - ¿Qué sucede? – Se hizo a un lado para que entrara - ¿Qué le pasó a Trunks? – cerró la ventana y se volteó a los adolescentes


-lo drogaron – respondió sin rodeos Goten, recostando al pelilila en un sofá - ¡tienes que ayudarlo! – rogó mirando a su hermano mayor con los ojos llenos de lágrimas


Gohan se sorprendió, nunca había visto a su hermano en tal nivel de angustia, tomó su maletín y empezó a examinar a Trunks, de inmediato se dio cuenta que la temperatura de Trunks era demasiado y a la vez su presión estaba muy débil, apenas si escuchaba el latido de su corazón con el estetoscopio, y su respiración era muy dificultosa


-hay que bajarle la temperatura lo más rápido posible – dijo Gohan – trae bolsas de hielo de la nevera – ordenó, el menor de los Son obedeció sin chistar, en menos de un minuto volvió con todo el hielo que encontró, pero Gohan ya no estaba en la habitación. Comenzó a poner las bolsas cerca de Trunks, sin saber muy bien si era lo correcto o no


-ponlas más cerca – ordenó Gohan entrando en la habitación con una fuente con agua, tomó dos bolsas de hielo y las echó en el agua, luego empapó una pequeña toalla y la puso en la frente de Trunks. Un quejido, similar a un gemido salió de los labios del pelilila, cuatro ojos negros lo miraron intrigados y luego se miraron entre sí, una risita burlona se dibujó en los rostros de los dos hijos de Goku


-exactamente ¿qué pasó? – preguntó Gohan mirando a su hermano, Goten entendió que no debía mentir


-un idiota quiso aprovecharse de él – dijo en tono bajo, sintiendo como la ira volvía a su ser


-supongo que le dio una droga paralizante – comentó Gohan – mmm… pero eso no explica que su cuerpo esté tan caliente y tenga tanta fiebre


Ante eso las mejillas de Goten se pusieron algo rojas – es que… – dijo en voz casi inaudible – le inyectó una droga para que fuera más fácil


-¿más fácil? – preguntó Gohan sin entender, mirando a Goten


-ya sabes - dijo tímidamente mirando hacia otro lado – más fácil… - tragó saliva y sintió su rostro enrojecer, le avergonzaba hablar de eso con su hermano – metérselo – susurró


Al oírlo las mejillas de Gohan también se sonrosaron un poco, tosió poniéndose serio una vez más – o sea que le dio una droga para que estuviera excitado – dijo en tono de doctor sabelotodo. En ese momento ambos pelinegros dirigieron su vista hasta la entrepierna de Trunks, donde se erguía su miembro por debajo del pantalón de manera muy evidente.


Trunks se estremeció y se quejó, comenzó a respirar por la boca con gran dificultad


-¡Trunks! – lo llamó Goten asustado, se acercó a él mientras Gohan lo revisaba – ¿no puedes darle algo para curarlo? – preguntó


-¡por supuesto que sí, pero hay que ir a un hospital! – Dijo Gohan – supongo que no quieres eso


-claro que no, pero… - Goten no dejaba de mirar al pelilila


-tranquilo, se estremeció porque su cuerpo está luchando con la droga paralizante, habrá que esperar que pase su efecto – explicó Gohan, pero su expresión aún era seria


-¿qué sucede? – preguntó el menor, conociendo a su hermano


-me preocupa la otra droga – Gohan miró a Goten directamente a los ojos – su cuerpo está muy caliente, no sería riesgoso en una situación normal, pero mezclado con la droga paralizante… apenas si respira y sus latidos son muy débiles


-¿podría morir? – los ojos de Goten se llenaron de lágrimas, puso su mano sobre el brazo de Trunks


-no lo sé, en una persona normal esta combinación habría sido mortal en menos de un minuto – explicó Gohan, lo cual alteró aún más al otro pelinegro – su sangre saiyan lo está salvando – un momento de silencio – lo ideal sería hacer que expulsara la otra droga – murmuró y miró a Goten fijamente


Goten recibió la mirada de su hermano sabiendo que intentaba decirle algo, pero no entendía qué, miró a Trunks que respiraba dificultosamente, volvió a mirar a Gohan, y entonces, lo entendió. Se puso de pie rápidamente y se apartó de Trunks, su mirada estaba fija en su hermano – ¡olvídalo! – dijo alzando un poco la voz, su rostro estaba muy rojo - ¡no voy a hacer eso!


-pues yo tampoco lo voy a hacer – dijo Gohan como si nada, mirando serio a Goten, luego de la nada, comenzó a reír, lo cual desconcertó al menor – tranquilo, no lo decía en serio, solo quería ver cómo reaccionabas… ni siquiera sé si funcionaría


Ante eso Goten se calmó, respiró profundo, pero su rostro seguía algo rojo, frunció el ceño – Gohan – siseó el nombre de su hermano de manera amenazante, el aludido entendió el mensaje: no era el momento para bromas


Gohan se puso de pie y se acercó a su hermano, puso el estetoscopio sobre sus hombros – mañana tengo una conferencia importante en la universidad, sobre unas investigaciones que he estado haciendo, debo ir a descansar, revisa sus latidos con eso – dijo señalando el aparato – cualquier variación ve a despertarme. Procura que empiece a normalizar la temperatura de su cuerpo, cámbiale seguido la toalla de la cabeza, y no estaría de más que pusieras una en su estómago


-¿y si le pasa algo? – preguntó asustado Goten


-tranquilo, yo estaré en la habitación de al lado – dijo Gohan saliendo del cuarto – hay mantas en ese baúl – dijo antes de cerrar la puerta, señalando un enorme baúl de aspecto antiguo, Goten lo reconoció de inmediato, era un baúl que había pertenecido al abuelo Gohan, se acercó y sacó una manta que puso sobre sus hombros y luego se acercó a Trunks, se sentó en el piso. Luego de un rato le cambio la toalla de la cabeza y pensó que Gohan tenía razón, buscó otra pequeña toalla que empapó en agua fría y se la puso sobre el estómago al pelilila, quien se estremeció y gimió esta vez más sonoramente que antes. Goten entonces recordó lo que Gohan mencionó sobre quitar la droga de la excitación del sistema del pelilila, le miró de reojo la entrepierna, que aún se notaba erecta bajo el pantalón


-¡no! – Se regañó a sí mismo cerrando los ojos y meneando la cabeza, se sentó nuevamente en el piso y miró a Trunks que dormía – lo siento – dijo – debí advertírtelo – y mirando el techo de la habitación se puso a recordar la primera vez que vio a Naga


Era ya la tercera vez que Goten iba al pub, ya se había hecho amigo del grupo de las parejitas, pero no pasaba mucho tiempo con ellos, había bailado con muchos chicos y muchos intentaban que pasara algo más, pero aun el pelinegro estaba un poco reacio a esas situaciones, en las veces anteriores sólo había dejado que un chico lo besara mientras bailaban. Ese día se había puesto a bailar con un chico, pero luego llegó su novio y se hizo a un lado. Se acercó a la barra cansado a beber jugo de maracuyá y entonces lo sintió, la mirada penetrante de Naga enfocándolo, no lo supo en ese momento, como su próxima presa. Cuando Goten lo vio se quedó deslumbrado con lo atractivo que era y no sospechó nada, estuvieron hablando por casi dos horas y el pelinegro jamás notó que Naga le había puesto algo a la bebida. Empezó a sentirse mal y quiso irse, Naga lo acompañaba, lo último que supo fue que estaba en un auto y se desmayó.


Despertó aturdido en un lugar que no conocía, su cuerpo le dolía, temblaba y le dolía la cabeza - ¿Dónde estoy? – preguntó y sintió que arrastraba las palabras


-no esperaba que hablaras – dijo Naga acercándose con una gran jeringa que inyectó en el cuello del pelinegro. Acto seguido comenzó a desvestirlo mientras acariciaba su cuerpo, Goten quería apartarlo, pero no se sentía dueño de su cuerpo. Naga comenzó a desabrocharle el pantalón, Goten ya no lo soportaba más, se concentró lo más que pudo y con todas sus energías lo apartó y se puso de pie, Naga no podía entenderlo


-¿Cómo demonios…?


-no te me acerques – dijo Goten, fue caminando hacia la ventana, pero Naga lo sostuvo del brazo para que no se fuera


-¡tú no te vas! – ordenó


Goten, con las pocas energías que tenía le dio un certero puñetazo que lo tiró al piso, pero no alcanzó para noquearlo, luego de eso el pelinegro se fue volando, dejando a Naga aún más confundido e intrigado por lo que había pasado.


Cuando llegó a las afueras de la ciudad, Goten no pudo seguir volando, agotado descendió cerca de un riachuelo y bebió agua, entonces recordó que podía llamar a la nube voladora, eso hizo y de esa forma llegó a casa, entró por la ventana, pues no tenía permiso para salir, y se recostó en su cama. Al fin estaba a salvo, sin embargo la droga que le inyectó comenzaba a surtir efecto, su cuerpo comenzó a arder, el sudor era más que evidente, la presión en su entrepierna, necesitaba hacerlo, debía hacerlo. Se quitó los pantalones y el bóxer con frenesí, se sorprendió al ver su propio miembro en tal estado de excitación, parecía que iba a estallar. Comenzó a tocarse suavemente, estaba demasiado sensible en aquella zona, parecía como la primera vez que se tocó, pero esta vez sabía exactamente que debía hacer. El pelinegro siguió tocándose cada vez con más fuerza y rapidez, los efectos de la droga paralizante estaban pasando y podía concentrarse exclusivamente en satisfacer sus deseos, los gemidos comenzaron a aumentar en intensidad cuando estuvo cerca del clímax, ni siquiera le importó que sus padres pudieran escucharlo, un sonoro gemido acompañó el éxtasis de sentir al fin el líquido sobre su mano. Sin embargo, el calor y la erección aun no desaparecían, Goten siguió masturbándose casi toda la noche tratando de calmar ese fuego interior que amenazaba con quemarle las entrañas, hasta que no pudo más y casi al amanecer cayó en el sueño profundo, aun con su mano en su miembro.


 


Así que sí lo sabía, sabía perfectamente a lo que Gohan se refería al decir que había que quitar la droga del cuerpo de Trunks, obviamente si no estuviera paralizado podría hacerlo el pelilila mismo, pero esa no era la situación. El pelinegro miró a Trunks, estaba dormido y su respiración seguía alterada, eso lo preocupó, miró otra vez la entrepierna dubitativo, pero no podía, no podía hacerlo, ya lo había besado una vez y eso trajo resultados desastrosos, si Trunks se llegase a enterar de que además de ponerlo en peligro esa noche se aprovechó de su situación para tocarlo, jamás se lo perdonaría, no importa si era para salvarle la vida, el pelilila no se lo perdonaría jamás y lo perdería para siempre


-Go-ten – escuchó una suave voz, vio a Trunks que lo miraba con los ojos entreabiertos


-Trunks ¿estás bien? – preguntó Goten acercándose al rostro de su mejor amigo


-hazme… el amor – susurró el pelilila


-¿Qué? – Goten se sintió paralizar al escucharlo, “¿había oído bien? ¿Trunks le pedía que le hiciera el amor?” –Tranquilízate – se dijo a sí mismo “eso es por la droga, no lo dice en serio


-por favor – suplicó Trunks y temblorosamente levantó un brazo con el que abrazó a Goten y lo atrajo hacia sí – por favor – repitió y entre abrió los labios listo para recibir un beso


Goten lo miró unos instantes y justo antes de que se concretara ese beso, se apartó, tomó otra bolsa de hielo y la echó en el agua y luego mojó nuevamente las toallas y se la pasó a Trunks por la frente, sus mejillas, su cuello y su nuca, de tal manera de bajar la temperatura, el pelilila pareció tranquilizarse y volvió a dormirse, Goten miró la hora en su celular


-la una con veintiún minutos – se dijo, miró a Trunks, lo más probable es que nuevamente intentaría pedirle que se acostaran juntos – será una noche muy larga – dijo Goten cubriéndose mejor con la manta.


 


Trunks sintió la luz del sol que golpeaba sus ojos, los cerró fuerte antes de abrirlos lentamente, miró alrededor, esa no era su habitación, se incorporó un poco con dificultad y una toalla cayó de su frente, ¿Qué demonios había pasado?, trató de sentarse correctamente, pero sintió sus brazos temblar y no pudo sostenerse, cayó de nuevo contra el sofá


-¡auch! – Se quejó


Ese ruido despertó a Goten que dormía en el piso, sentado, apoyando su espalda en el sofá y cubierto con la manta, abrió los ojos de un golpe, tenía ojeras, miró a Trunks y se sorprendió de verlo despierto


-¡Trunks! – dijo incorporándose rápidamente y acercándose a Trunks – ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? – preguntó todo muy rápidamente


-¿Dónde estamos? – preguntó Trunks, se sorprendió al escuchar su propia voz adolorida


-en casa de Gohan


-¿Por qué? ¿Qué pasó? – Trunks intentó sentarse de nuevo sin conseguirlo


-¿no… no lo recuerdas? – la expresión de preocupación en el rostro de Goten se acentuó aún más, sus ojos se pusieron brillosos al llenarse de lágrimas que se resistía a derramar


Trunks nuevamente intentó sentarse en el sofá y finalmente lo logró, en ese momento le llegaron a la mente todos los recuerdos de aquella noche, hasta el momento en que Goten lo rescató justo a tiempo de las manos de ese sujeto despreciable, sin poder evitarlo sus ojos se llenaron de lágrimas, el miedo de verse en esa clase de peligro volvió a su corazón, su cuerpo se estremeció, miró a Goten y entonces notó la fuente con agua y las toallas


-gracias, por cuidarme – dijo un poco atontado aun por todo lo sucedido – yo…


Pero no pudo continuar con lo que iba a decir, Goten se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza, Trunks sintió como en ese abrazo, el cuerpo de Goten le brindaba un calor muy distinto al que había sentido aquella noche a causa de la droga, era un calor que llenaba el alma, sus mejillas se sonrojaron, estaban solos, abrazados, ese era… ese era el momento de decirle sus sentimientos


-Go…


Goten se apartó de él y lo sostuvo de los hombros - ¡¡¡ERES UN IDIOTA!!! – Le gritó enfadado, zarandeándolo - ¡te dije que ese sujeto era un imbécil! – Prosiguió - ¿Por qué demonios te acercaste a él?


-¡yo no me acerqué a él! – Dijo Trunks indignado poniéndose de pie a duras penas – ¡se suponía que íbamos a estar juntos!


-¡te advertí la primera vez que fuiste que no descuidaras tu vaso! – la voz de Goten se quebró al decir eso, Trunks lo notó y eso calmó un poco su enfado, sus ojos azules se abrieron grandes cuando vio como las lágrimas comenzaban a bajar por las mejillas del pelinegro. Goten abrazó a Trunks con fuerza una vez más y comenzó a llorar en su hombro


-lo lamento – dijo entre sollozos el menor – no sé lo que hubiese hecho si ese bastardo te hubiera hecho algo – agregó y abrazó con más ahínco al pelilila


-Goten… - susurró Trunks, y no tuvo que pensar qué significaba todo eso, Annière ya le había dado la respuesta: “para Goten eres especial”, de qué forma, sólo él podía averiguarlo. Levantó los brazos lentamente y los puso en la espalda del pelinegro – Goten… yo…


-¡tío Goten! – la pequeña Pan abrió la puerta de golpe y entró corriendo, Goten se apartó un poco de Trunks para recibir el abrazo de su pequeña sobrina – hola Trunks – saludó la niña


-hola, Pan – dijo Trunks algo molesto, no esperaba una interrupción así, pero parecía estar acostumbrándose a que sus declaraciones, o intentos de ello, no funcionaran.


-hola chicos – saludó Videl desde la puerta llevando el bolso de la escuela de Pan – Gohan me dijo que estaban aquí, pero no mencionó que no traías pantalones – comentó mirando a Goten que solo llevaba sus bóxer, el pelinegro solo sonrió avergonzado


-quizás Trunks y tío Goten estaban haciendo bebés – dijo Pan inocentemente, haciendo que todos en la habitación se alteraran


-¡¿Pan, dónde escuchaste eso?! – reaccionó su madre aterrada y avergonzada


-en la escuela…


-Pan – dijo Goten inclinándose a la altura de la pequeña – sólo un hombre y una mujer pueden hacer bebés – explicó tranquilamente


-pero papá dice que a ti te gustan los hombres, tío – señaló Pan


-sí – admitió – pero dos hombres no pueden hacer bebés


-¿Por qué no? ¿Cómo se hacen? – exigió saber Pan


-¿Por qué no le preguntas a tu padre esta tarde? – sugirió amablemente Goten, no quería meterse en un lío como ese, imaginó la expresión de su hermano cuando Pan le preguntara eso y rio por lo bajo


Videl suspiró aliviada – ve a lavarte los dientes, Pan – pidió, la niña obedeció inmediatamente


-oye, Videl, ¿podrías pasarme unos pantalones de Gohan? si llego así mi mamá me va a matar


-está bien – dijo ella saliendo de la habitación – no te preocupes, no le diré nada – antes de cerrar la puerta miró con astucia a los dos jóvenes - ¿seguros que no estaban haciendo bebés?


Eso hizo ruborizar a los saiyan, incluso a Goten.


 


Había pasado un mes desde aquel incidente, Trunks estaba más molesto que de costumbre, normalmente era bastante tosco con sus compañeros de salón, pero amable a la vez; ahora estaba irritable, le gritaba a cualquiera que le hablara, si alguien le pedía algún lápiz o algo, ese alguien terminaba llorando y Trunks despotricando contra los que olvidan los materiales. La única persona del salón que parecía divertirse con el nuevo Trunks era Annière. La pelirroja reía cada vez que Trunks estallaba en furia, la razón era porque ella era la única que se salvaba de los gritos del pelilila, la primera vez que Trunks quiso desquitar su mal humor con ella, Annière simplemente sonrio y murmuró


-¿acaso quieres que le diga a Goten de tus sentimientos?


Eso hizo enrojecer el rostro del saiyan y calmó su ira por un buen rato, pero luego del almuerzo ya estaba gritándole a un muchacho de primer año por equivocarse de salón.


La razón de ese mal humor no era por haber estado a punto de ser violado por Naga, sino por la manera en que Goten lo trataba desde entonces: parecía un cachorro persiguiendo a su amo, cada mañana, cada recreo, cada hora del almuerzo y cada fin de semana, ahí estaba Goten preocupado de que Trunks estuviera bien, estuviera sano, que le fuera bien en la preparatoria, que comiera bien


-no sé porque te enfadas con ese comportamiento de Goten – comentó Annière – deberías estar feliz, tienes toda la atención de Goten solo para ti


-¿y eso qué? No cuenta – respondió Trunks, molesto – lo hace porque se siente culpable, no por otra razón… yo quiero que…


-que te ame, tal como tú lo amas a él – dijo Annière con sorna, le estaba aburriendo un poco todo eso – ¿¿porque no te le declaras y ya??


-lo haré… - dijo Trunks con seriedad


-¿en serio? – pregunto algo incrédula la chica


-sí, pero no aquí, ni ahora


-oh, claro… en la luna dentro de mil años – se burló la pelirroja


-no, este verano, en la playa – declaró el pelilila


-¿en qué estás pensando?


-lo invitaré a vacacionar conmigo – dijo Trunks con sus mejillas algo rojas – solos los dos, lejos de todos nuestros conocidos, así nadie va a interrumpir


-¡eso es genial! – exclamó la chica emocionada


-¿algo que quiera compartir con la clase? Señorita Annière – la maestra de arte miraba atenta a la pelirroja


-nada, solo la belleza del arte – dijo la muchacha, aguantando la risa, Trunks se escondía tras su cuadro para que no lo vieran reírse.


Será un verano emocionante.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado.

El siguiente capitulo será sobre las vacaciones en la playa de Goten y Trunks, aun no tengo un nombre para el capítulo, pero ya se me ocurrirá algo.

Pasaran cosas muy emocionantes.

 

Saludines,

Nos leemos


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