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Amigos ¿Para siempre? por Drasami

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Notas del capitulo:

Por fin!!!!!!!!! el capitulo está listo

Disfrutenlo

 

Los personajes pertenecen a Akira Toriyama

El sol brillaba en lo alto cuando Trunks comenzó a despertarse, instintivamente estiró su brazo hacia el costado, buscando…, pero no encontró nada. Abrió los ojos lentamente, los párpados le pesaban, aún estaba cansado, miró el espacio vacío en la cama… “Goten” pensó y el recuerdo de la noche le llegó de un golpe a la mente. Se sentó en la cama rápidamente y miró alrededor


“¿Había sido un sueño?” No, sino no estaría en la cama de Goten. Una sensación horrible comenzó a crecer en su pecho; las cosas que Goten había puesto en la mesita de noche ya no estaban, asustado Trunks miró hacia una esquina de la habitación, le dio un vuelco en el estómago, la maleta de Goten ya no estaba


Bajó la vista, destrozado. Su corazón dolía tanto, que ya no lo sentía. “¿Acaso lo de anoche había sido una simple aventura para el pelinegro?”


-¿fui… sólo uno más? – murmuró Trunks, desolado. Sentía ganas de llorar, pero las lágrimas no parecían querer llegar a sus ojos. Buscó su ropa y entonces recordó que Goten la había destrozado, tomó una manta y se cubrió, quería salir lo más pronto posible de ese lugar. Salió de la habitación de Goten y estaba a punto de abrir la puerta de su habitación cuando sintió ruido en la sala de estar. Miró intrigado y algo molesto, de seguro era la encargada de la limpieza. Fue hasta allá para pedirle que se fuera, pero lo que vio lo dejó sin habla: Goten miraba la televisión sentado en el sofá, al lado de él estaba su maleta.


Cuando el pelinegro vio a Trunks ahí, sus ojos se abrieron grandes, sorprendido, se puso de pie inmediatamente, pero un tanto titubeante, caminó unos pasos hacia el pelilila


-Trunks… - dijo con la voz entrecortada, temeroso – yo no…


Pero no pudo seguir hablando, pues Trunks corrió hacia él y lo abrazó de la cintura con fuerza, llorando desconsoladamente. Goten no entendía lo que pasaba, estaba confundido, aturdido, asustado y sobre todo sentía como su corazón se encogía de angustia: “yo causé esto”


-Trunks – murmuró, arrepentido – lo lamen…


-¡ME GUSTAS! – lo interrumpió el pelilila, sollozando. Los ojos de Goten se abrieron grandes, su cuerpo se paralizó.


Trunks presionaba su cabeza contra el pecho de Goten, hasta que se atrevió a mirarlo, sus ojos y sus mejillas estaban bañados en lágrimas, un suave rubor iluminaba su rostro


-¡me gustas! – repitió sin titubear, mirando a los ojos a Goten, sin desviar la vista ni una sola vez


-¿De qué estas…? – Goten no entendía, había escuchado claramente las palabras de Trunks, pero no le cabían en la cabeza


-¡Me gustas! ¡Me gustas desde hace mucho! – Trunks comenzó a llorar de nuevo – me enamoré de ti hace mucho, pero fui muy cobarde para decírtelo – Trunks abrazó con más fuerza a Goten – tenía miedo de que me rechazaras


Goten estaba en un absoluto silencio, sus brazos en sus costados, escuchando al pelilila, pero sin entenderlo. Trunks volvió a mirarlo, sus ojos negros chocaron con esos hermosos ojos azules. Hubo un silencio


-lo siento – dijo de pronto Trunks, mirando hacia abajo, avergonzado, la expresión de desconcierto de Goten lo había hecho entrar en razón, la desilusión comenzó a crecer en su pecho, sus brazos comenzaron a soltar lentamente al pelinegro


En ese momento Goten reaccionó y lo abrazó con fuerza, se apartó un poco, buscando su rostro y le dio un suave y cálido beso en los labios. Cuando se separaron Trunks miraba a Goten sorprendido, con sus mejillas totalmente ruborizadas. Goten sonrió cálidamente


-tú también me gustas, Trunks – dijo sin rodeos, mirándolo fijamente.


Trunks sintió un salto en su corazón, emocionado abrazó al pelinegro con fuerza, hundiendo la cabeza en su cuello, como tratando de asegurarse que ese momento era real, sin poder evitarlo comenzó a sollozar nuevamente


-¿Por qué lloras? – preguntó Goten amable, pero algo preocupado


-creí que te habías ido – reclamó Trunks y su voz se quebró por el llanto – creí que solo había sido uno más para ti, para tu lista


-pensé en irme – murmuró Goten de manera algo sombría – pero, me dolió tanto el alejarme de ti, que no pude hacerlo, además irme a escondidas era un acto muy cobarde… y… jamás podría pensar en ti como “uno más”


Trunks miró a Goten, embelesado


-me alegro de no haberme ido – sonrió Goten. El pelilila, embobado, no le podía quitar los ojos de encima, en ese momento notó algo


-¿eh? O-oye… ¿desde cuando eres más alto que yo? – preguntó algo confundido Trunks


-¿Qué? – Goten puso una mano sobre su cabeza y la otra sobre la cabeza de Trunks - ¡es cierto! – Dijo – soy al menos diez centímetros más alto que tú – comentó sonriendo. A Trunks eso no le hizo mucha gracia, miró un poco enfadado a Goten – no te enfades – dijo Goten sonriendo, - además – agregó en un tono de voz seductora, tomando de la barbilla a Trunks y acercándose a sus labios – anoche quedó demostrado que en la cama la altura no importa


El rostro de Trunks se tiño de un rojo escarlata,  - ¡Goten! – reclamó alterado


-tranquilo, solo es una broma – rio Goten rascando su mejilla – creí que me estabas provocando…, estando así desnudo


-¿Uh? ¿Qué? – murmuró Trunks, miró hacia abajo y efectivamente estaba totalmente desnudo. Cuando corrió a abrazar a Goten, la manta con la que se cubría se deslizó, dejándolo completamente vulnerable


Trunks sintió su rostro arder, rápidamente cubrió los ojos de Goten con sus manos


-¡no mires! – pidió avergonzado


-¿eh? Pe-pero Trunks – Goten no entendía la reacción del pelilila – anoche te vi desnudo y, bueno, también hice mucho más que solo verte – agregó sonriendo


-¡e-eso es totalmente diferente! – Dijo Trunks – por favor no mires, iré por la manta, ¡voltéate! – suplicó


-está bien – aceptó Goten, cerró los ojos y dio media vuelta


-no mires – pidió una vez más Trunks. Cubriendo su entrepierna con sus manos fue a recoger su manta. Goten miró de reojo justo a tiempo para ver a Trunks agacharse


-lindo trasero – comentó riendo


-¡Goten! – dijo alarmado Trunks, cubriéndose rápidamente con la manta y mirando alterado a Goten – iré a ducharme – anunció y dio media vuelta en dirección al baño. Avanzó unos pasos y se desvaneció, Goten llegó justo a tiempo para sostenerlo


-¿estás bien?


-si… - murmuró el pelilila y lentamente llevó una mano a su cabeza – es solo…, me dolió la cabeza


-de seguro aun estás cansado por lo de anoche – observó Goten, lo tomó en brazos, lo cual ruborizó a Trunks – ven, debes comer algo para recuperar tus energías, después podrás bañarte – lo sentó en el sofá – pediré servicio a la habitación.


Mientras Goten llamaba a recepción, Trunks miraba la televisión resignado, de pronto sintió como un líquido un tanto viscoso bajaba por su cuerpo, el rostro de Trunks se puso azul y luego un poco rojo, mientras su cuerpo temblaba. Goten colgó el teléfono y miró a Trunks, un poco intrigado, pero luego, como dándose cuenta de algo, sonrió con maliciosa astucia, se acercó a Trunks y le susurró al oído


-mi semen está bajando, ¿no es así?


Un horrible escalofrío bajó por la espalda del pelilila, su rostro se puso aún más rojo, y solo atinó a cubrirse con la manta. Goten comenzó a reír, Trunks avergonzado, no se atrevía a mirarlo, por lo que no pudo ver la mirada cálida y llena de cariño que el pelinegro le dedicaba. La risa de Goten fue interrumpida por el servicio a la habitación, que llevaba una gran cantidad de comida, aunque no tanta como Goten esperaba.


Comieron en silencio, Goten no despegaba su vista de Trunks, seguía algo preocupado por el estado del pelilila, pero además, no podía dejar de mirarlo. Eso al pelilila lo incomodaba de sobremanera, mantenía su vista fija en la comida, sus mejillas estaban rosadas; cada vez que levantaba la vista, temeroso, sus ojos chocaban con la intensa mirada del pelinegro, lo que hacía que su rostro se pusiera cada vez más ruborizado, y rápidamente regresaba su mirada a la comida.


“¿Por qué me mira así?”, pensaba confundido. Peor aún, “¿Por qué yo estoy actuando así? ¿Por qué estoy tan nervioso?”, se regañaba a sí mismo. “se supone que no debería pasar eso, es decir, acabamos de decir nuestros sentimientos y son correspondidos… debería estar feliz y actuar con normalidad, y decirle todo lo que le he querido decir. Va a pensar que pasa algo malo, ¡vamos, actúa normal!”


-ya para con eso – pidió de repente Trunks, atreviéndose a mantener la vista en esos ojos que tanto lo provocaban


-¿Por qué? – preguntó sin rodeos Goten, divertido de la situación, sabiendo exactamente de lo que el otro hablaba


-me-me pones ner-nervioso – tartamudeo Trunks, sintiéndose un tonto


El pelinegro sonrió seductor, se inclinó un poco a Trunks y alzo una ceja, - ¿en serio? – preguntó con una voz profunda y sensual. Y Trunks sintió por primera vez lo que era ser el blanco de los coqueteos de Goten. Su rostro se puso tan rojo que sintió que le salía humo por las orejas, presionó sus piernas, nervioso


-tonto – dijo y miró hacia otro lado. Cubriéndose lo mejor que pudo con la manta, se puso de pie – iré a bañarme – anunció aun ruborizado, dirigiéndose al baño.


 


Abrió la llave y se metió bajo la ducha. Al fin estaba a salvo de aquella mirada, Trunks nunca se había percatado de lo provocativo que podía ser Goten cuando coqueteaba con alguien, pues era la primera vez que le coqueteaba a él, con razón ningún chico se le escapaba. Suspiró aliviado, necesitaba tranquilizarse un poco, había estado actuando como un verdadero idiota desde que…


“tú también me gustas, Trunks”


El recuerdo de las palabras de Goten, esa mirada de cariño y esa sonrisa cálida, llegaron a su mente como un rayo, su rostro se puso colorado y se llevó una mano al pecho, para calmar su corazón y evitar que dejara su cuerpo por la gran emoción y alegría que sentía. El agua bajaba por su largo cabello lila y su bien formado cuerpo, pero su mente parecía no percatarse


“también me gustas, Trunks”… “también me gustas”… “me gustas” “ME GUSTAS…”


Trunks sonrió más feliz que nunca en toda su vida, sus ojos brillaron emocionados, -él siente lo mismo que yo siento por él – murmuró sin poder creerlo y sin dejar de sonreír. Se llevó una mano a la boca para ocultar la sonrisa, no era propio de él sonreír de esa manera, pero no podía evitarlo, se sentía tan feliz. De pronto, el sonido de la mampara de la ducha abriéndose lo saco de su ensoñación, el escalofrío que pasó por su espalda lo dejó paralizado cuando vio a Goten completamente desnudo entrando a la ducha y cerrando la mampara tras de él


-¡Goten! – Jadeó asustado Trunks - ¿Qué haces aquí? – preguntó tratando de alejarse del pelinegro, cubriéndose sus partes y mirando hacia otra parte, avergonzado


-vine a bañarme contigo – contestó como si nada Goten, sonriendo entusiasmado


-¡¿Qué?! – se horrorizó Trunks mirando a Goten, pero rápidamente volvió la vista hacia otro lado - ¡no! – levantó la mano para mantener alejado al pelinegro, pero su mano temblaba por el nerviosismo


-vamos, no seas mojigato – rio Goten, entrelazando sus dedos con los dedos del pelilila, lo acercó y le dio un húmedo beso en los labios. El mayor se dejó llevar, tratando de seguirle el ritmo al pelinegro, su cuerpo temblaba, era todo lo que siempre había soñado: Goten y él, desnudos, besándose suave e intensamente, sintiendo el agua de la ducha corriendo por sus cuerpos; sin embargo aún había algo que le molestaba, algo que no lo dejaba disfrutar ese beso por completo. Abrió los ojos y apartó lentamente sus labios de los del menor, una duda. Goten, al sentir a Trunks apartándose, abrió los ojos, preocupado


-¿Qué sucede? – preguntó


-nada – mintió Trunks, sonriendo. Sintiendo como esa duda comenzaba a crecer en su mente y corazón, pero no se atrevió a preguntar, no quería arruinar ese momento tan feliz, por una duda, que más bien era un tecnicismo, pero para el pelilila era muy importante. Sintió la mano de Goten acariciando su rostro y luego su cabello, se dejó llevar por esas caricias, ya habría tiempo para responder esa duda.


-¿Quieres que te lave el cabello? – preguntó Goten de pronto


Trunks miró directo a esos ojos color ónice que lo miraban alegres, tratando de mantener su tradicional compostura, se dibujó en su rostro una mueca que se esforzaba por ser sonrisa, ruborizado, con sus ojos destellando emoción, asintió con la cabeza.


Goten sonrió satisfecho, - bien, date vuelta – pidió amable. Trunks obedeció, el menor cerró la llave del agua y se puso un poco de shampoo en las manos y comenzó a masajear el suave cabello del pelilila. Trunks al sentir las manos de Goten acariciando su cabello, cerró los ojos y se dejó llevar por todas esas sensaciones, las manos de Goten eran tan suaves, se sentía tan bien, de pronto Goten bajó su mano acariciando la espalda de Trunks, hasta llegar a la cintura, un estremecimiento recorrió el cuerpo del mayor, quien abrió los ojos y se volteó a ver al pelinegro. Goten se acercó a Trunks por la espalda y lo abrazó por la cintura, sin dejar de mirar esos ojos azules que lo miraban entre asustados y suplicantes. Acercó sus labios a los del mayor y le dio un tierno beso, Trunks se volteó para quedar frente a frente a Goten, sin dejar de besarlo, se separaron cuando les faltó el aire


-será mejor que nos terminemos de bañar – comentó Goten sonriendo – te estás helando


Ese comentario descolocó un poco al pelilila, no se esperaba algo así cuando sus entrañas le estaban pidiendo seguir hasta el final


- yo no me siento helado… - comentó sin pensar, Goten lo miró sorprendido antes de ponerse a reír suavemente, solo entonces Trunks se dio cuenta de lo que acababa de decir, sus mejillas se ruborizaron y miró hacia el costado, avergonzado


Goten acercó su rostro a él y lo miró directamente a los ojos, - sé a lo que te refieres – dijo – pero tu piel está helada, no quiero que te resfríes – añadió. Acto seguido volvió a dar el agua de la ducha, llegó directo a la espalda de Trunks


-¡Ay! ¡Está helada! – gritó el pelilila, apartándose rápidamente del agua fría, en dirección a Goten, se abrazó a él, pero como el piso estaba resbaloso, ambos cayeron y Trunks quedó encima de Goten, con su cabeza apoyada en su pecho y sus piernas entrelazadas. Trunks se levantó un poco, apoyándose en sus brazos, se paralizó al darse cuenta de la posición en la que estaban, miró a Goten sin decir nada, con sus mejillas ardiendo, sintiendo sobre él el agua de la ducha que se iba calentando poco a poco.


Goten miró a Trunks perplejo, sus ojos estaban fijos en el rostro del mayor, deleitándose con cada detalle: el temblor nervioso de su cuerpo, la mirada de pánico en su rostro, sus rosados labios entreabiertos y sobre todo, ese suave y excitante color carmesí que cubría sus mejillas, eran tan, ¿Cómo decirlo? ¿Inocente? Goten tragó saliva, hacía tanto que no se sentía así, al menos no en su corazón


-lo sient… - comenzó a decir Trunks, pero fue interrumpido por un repentino y feroz beso. Goten lo tomó de la nuca y siguió besándolo mientras lo abrazaba de la cintura y lo atraía hacia sí, Trunks se dejó llevar tratando de seguirle el ritmo al menor, cuyas manos comenzaban a explorar cada centímetro de ese cuerpo núbil, el agua comenzaba a acumularse un poco alrededor de ellos, pero no les importó, de hecho parecía excitarlos aún más, como en un arranque de pasión sin freno, donde lo único que importa es estar con esa persona.


Un gemido ahogado salió de esos labios rosados cuando el pelinegro agarró con fuerza su trasero, Trunks miró a Goten con la respiración entrecortada, el agua cayendo por su cabello y su rostro, con una intensa y suplicante mirada que sólo podía significar una cosa. Goten, por supuesto, entendió el mensaje, se levantó, apartando un poco a Trunks


-ponte en cuatro – le susurró al oído


Trunks obedeció, un estremecimiento recorrió su cuerpo al sentir a Goten tras de él, pero el pelinegro se lo tomaba con calma, comenzó a acariciar la espalda de Trunks, sus piernas, sus muslos, haciendo que Trunks temblara con cada caricia y su respiración se volviera más intensa. De pronto Goten tomó el erecto miembro del pelilila y comenzó a masajearlo de forma suave, pero constante, Trunks comenzó a mover sus caderas con cadencia, siguiendo el ritmo que Goten impuso. Con la mano que tenía libre, el pelinegro comenzó a acariciar las nalgas del mayor, acercándose cada vez más a su entrada, de pronto a Trunks se le erizan los cabellos de la nuca al sentir algo húmedo y cálido en la entrada de su orificio, se voltea a mirar rápidamente, asustado. Al verlo, su rostro se pone aún más rojo: Goten estaba lamiendo justo en esa zona


-¡¿Qué-qué haces?! – Reclamó asustado - ¡no! ¡por favor, ahí no!


Pero justo en ese momento Goten introdujo su lengua en el orificio de Trunks, un suave jadeo salió de la boca del mayor, quien cerró los ojos avergonzado, sus piernas se estremecieron, era tan extraño y a la vez excitante tener la lengua de Goten dentro suyo, su miembro se endureció aún más y sus jadeos no pararon hasta que Goten terminó de prepararlo.


El pelinegro sacó su lengua e inmediatamente colocó su miembro en la entrada de Trunks, no podía esperar más, necesitaba hacerlo, trató de calmarse, no quería dañar al pelilila, comenzó a introducir su miembro, mientras Trunks comenzaba a gemir y a quejarse, cada vez más fuerte. Un estremecimiento recorrió el cuerpo de Goten al introducir la punta de su miembro, miró a Trunks quien no paraba de quejarse, el pelinegro sentía el calor de su cuerpo y el calor del interior de Trunks, era la última oportunidad de detenerse


-¿quieres que pare? – preguntó


Una lagrima cayó de los ojos de Trunks, le dolía mucho más que anoche, presionaba los puños con fuerza, su cabeza le daba vueltas, y solo era la punta; sin embargo, al oír la pregunta de Goten, lo único en lo que pudo pensar y lo único que pudo decir fue


-s-si-sigue…


Goten no se hizo de rogar, apoyó su cabeza en la espalda del pelilila y de un movimiento, con fuerza, introdujo todo su miembro en el interior de Trunks. El chico de ojos azules gritó con fuerza, un gemido mezclado con alarido que llenó la habitación, luego de unos segundos solo se escuchaba el sonido del agua cayendo y los jadeos cada vez más pausados de Trunks. Goten esperó un poco y luego comenzó a moverse, lo hizo lento, procurando no hacer doler a Trunks más de lo necesario, lo abrazó por la cintura y luego su mano bajo para darle atención a la entrepierna del mayor. Trunks seguía con la cabeza gacha, sus jadeos comenzaban a ganar en intensidad, el agua que se había acumulado en la tina se movía alrededor de ellos siguiendo el ritmo cadencioso de sus caderas. De pronto un gemido lleno de intensidad se escapa de la boca de Trunks, tan intenso que levanta una mano para apoyarse en la pared, sus ojos están abiertos de par en par y su respiración entrecortada. Goten detiene su movimiento y mira a Trunks, sus miradas chocan a través del azulejo, una sonrisa lujuriosa se dibuja en el rostro de Goten, que estremece a Trunks


-con que ese es el lugar – murmura con una intensidad casi peligrosa, pone ambas manos en las caderas de Trunks y vuelve a embestirlo, y tal como esperaba Trunks vuelve a gemir de esa manera. El pelinegro comienza a embestirlo cada vez con más fuerza, Trunks sigue gimiendo de forma cada vez más audible, sin importarle que alguien puede escucharlo, “Goten tenía razón, ese era el punto, era doloroso, pero a la vez tan placentero, que no podía aguantarse, lo necesitaba, quería más y más, sentir el miembro de Goten dentro de su ser, sus manos sosteniéndolo de la cintura, su respiración en su espalda”


-m-más – pidió en un hilo de voz, entre tanto jadeo y tanto gemido ya no le quedaba voz, era tanta su desesperación que él mismo presionó sus nalgas contra la entrepierna de Goten, buscando una mayor penetración. Goten sonrió, aturdido, y acercó su rostro al de Trunks para besarlo intensamente, pero esta vez fue Trunks quien rompió el beso para gemir sonoramente, estaba a punto de llegar, el pelinegro lo entendió y comenzó a embestirlo con más fuerza aún, estaba a punto de correrse


-Trunks… - llamó


El pelilila solo gimió con fuerza por respuesta, Goten eyaculó dentro de él sintiendo la presión del momento en que Trunks eyaculaba y su esencia se mezclaba con el agua acumulada en la tina.


Los jadeos de ambos eran cada vez más suaves, Goten salió del interior de Trunks, haciendo que este gimiera levemente. El pelinegro se sentó y cortó el agua, necesitaba recuperarse, su respiración seguía algo agitada, sus blancas mejillas estaban sonrosadas, no dejaba de mirar a Trunks y sonreía levemente. El pelilila por su parte sentía sus piernas temblar, con cuidado se sentó, inspiró profundamente y espero unos segundos antes de soltar el aire lentamente, relajando sus hombros, apoyó la cabeza en la pared y cerró los ojos


-Trunks… Trunks – llamó Goten, pero el pelilila no respondía, se acercó y le zarandeó suavemente el hombro – Trunks – volvió a llamar


El aludido abrió lentamente los ojos, se había quedado dormido profundamente, - ¿Qué pasa? – preguntó atontado. Goten sonrió aliviado,


-hey, no te duermas, despierta – Goten volvió a zarandearlo, – sé que estás cansado, pero no puedes dormir ahora, debemos bañarnos - se puso de pie y ayudó a Trunks a levantarse, quien aún estaba algo adormilado, aunque sus ojos estaban abiertos


-mmm… - se quejó Trunks


-primero bañémonos y luego podrás dormir ¿de acuerdo? – Goten miró a Trunks sonriendo, pero luego su sonrisa se desvaneció un poco, algo andaba mal, “sus mejillas están demasiado rojas” pensó y tocó la mejilla del pelilila, pero éste ni siquiera lo notó, “su cuerpo está demasiado caliente”, pensó y luego miró a su alrededor, había vapor, MUCHO vapor. Suspiró resignado y atrajo a Trunks hacia sí, abrazándolo, cerró los ojos con fuerza y dio el agua


-¡ESTÁ FRÍA! – Gritó Trunks tratando de apartarse, pero Goten no lo dejó - ¿Por qué haces eso? – se quejó Trunks, sintiendo el agua fría correr por su cuerpo y el de Goten


-tu cuerpo estaba demasiado caliente – contestó Goten – pudiste desmayarte


-tonto – se quejó Trunks golpeando levemente los pectorales del pelinegro


-al menos ahora está más lúcido – comentó el menor y abrió el agua caliente


Terminaron de bañarse en silencio, las mejillas de Trunks aún estaban algo rojas y se veía algo aturdido, mientras se secaban Trunks notó algo que lo sorprendió


-¡Goten! – Llamó alarmado - ¿qué… qué te pasó en la espalda?


-¿uh? – el menor se volteó para verse en el espejo y vio una serie de marcas, como arañazos a la altura de sus omoplatos, para sorpresa de Trunks al verlas el pelinegro sonrió como recordando algo, miró a Trunks sin dejar de sonreír


-fuiste tú, anoche… en la cama ¿no lo recuerdas? – preguntó divertido pendiente de la reacción de Trunks


-¿Qué? – Murmuró y a la mente el vino ese momento en que por primera vez llegaba a un orgasmo haciendo el amor con alguien, había sido tan intenso que sin pensarlo había arañado a Goten en la espalda, al recordarlo se puso rojo como un tomate, - lo siento, no quise lastimarte – se disculpó avergonzado – yo nunca te haría daño…


-tranquilo – Goten sonrió y se tocó un arañazo – no me duelen, son superficiales… sanarán en unos días


-lo siento – repitió Trunks.


El pelilila se puso la toalla en la cintura y se dirigió a su cuarto, el pelinegro lo siguió, llevando puesta una bata y secándose el cabello con la toalla. Trunks llevó una mano a su cabeza, le dolía, y abrió la puerta de su cuarto. Goten iba a hacer lo mismo cuando notó que Trunks estaba desvaneciéndose, rápidamente lo sostuvo por la cintura evitando que cayera al suelo


-¿estás bien? – preguntó Goten preocupado


-sí – dijo en un susurro Trunks apoyándose en Goten, de a poco avanzó siendo ayudado por Goten hasta sentarse en su cama


-mmm… no entiendo por qué estoy tan cansado – preguntó frustrado


-bueno, - dijo Goten sonriendo – es la primera vez que lo haces con un hombre y… soy mitad saiyan


Trunks lo miró unos instantes, pero no dijo nada


Goten, sintiéndose nervioso se puso de pie, - quédate ahí, te buscaré algo de ropa para que te cambies – dijo dirigiéndose a la maleta de Trunks y comenzando a buscar – pantalones… aquí, camisa… camisa… ésta


-es la primera vez – dijo de pronto Trunks – que hago el amor… con… alguien


Goten que seguía buscando prendas de vestir, se paralizó, pestañeó varias veces y se volteó a ver a Trunks


-¿Qué? – sus mejillas estaban algo rosadas


-fue mi primera vez – repitió Trunks


Los  ojos de Goten se abrieron grandes, tragó saliva - ¿Eres…? ¿Eras…?... ¿virgen? – preguntó temeroso. Trunks lo miró fijo a los ojos y asintió con la cabeza.


Las blancas mejillas del pelinegro se tiñeron de un profuso color carmesí, sin decir nada se volteó, tomó la ropa que había seleccionado y se la pasó a Trunks y se sentó junto a él en la cama mirando el piso. El pelilila no entendía porque, pero verlo así le pareció muy tierno, comenzó a vestirse tranquilamente, se puso una camisa blanca sin mangas y comenzó a abrocharla lentamente


-me dijiste, una vez me dijiste que ya lo habías hecho… - comentó el pelinegro mirando de reojo a Trunks


-si lo recuerdo – dijo Trunks – te acababa de ver haciéndolo con un chico ¿recuerdas?... creí que te burlarías de mi si te decía que aún era virgen


-no me hubiese… - comenzó a decir Goten, pero se detuvo, pensando – bueno, quizás sí, un poco – admitió


-le falta un botón – dijo Trunks al terminarse de abrochar la camisa. Goten lo miró y sonrió divertido


-te abrochaste mal – dijo poniéndose frente a Trunks – se nota que estás cansado, deja, yo lo hago - y comenzó a desabrochar la camisa del pelilila para luego hacerlo correctamente, cuando terminó lo miró a los ojos – me gustó haber sido el primero


Trunks solo se ruborizó hasta las orejas.


-ire a cambiarme – dijo Goten que aun andaba en bata, dirigiéndose a la puerta - ¿vas a descansar? – preguntó volteandose


Trunks abrió la boca para contestar pero su estómago se adelantó gruñendo estrepitosamente


-tengo hambre


-bien, entonces saldremos a comer hamburguesas – decidió el menor -  y mucho helado – añadió entrando a su cuarto.


Veinte minutos después Trunks salía de su cuarto, ya no estaba mareado, se sentía mejor, pero tenía mucha hambre, cuando llegó al living, Goten ya estaba ahí, esperándolo. Casi se desmaya solo por verlo: Goten estaba más guapo que nunca antes, la ropa le quedaba perfecta y era muy seductora, jeans ajustados, camiseta de manga larga y cuello ancho que permitía ver demasiado bien el cuello del pelinegro, su cabello alborotado terminaba la imagen, dándole una apariencia casual y despreocupada


-¡hey! Te ves mejor que hace un rato – dijo el menor acercándose - ¿estás listo?


-sí – contestó rápidamente Trunks


Mientras caminaban buscando un restaurante, la duda que Trunks habia sentido antes comenzó a volver, miraba de reojo a Goten pero no se atrevia a decir nada


-oye, ¿Qué tal si vamos a ese local? – dijo de pronto Goten señalando un local de comida rápida – se ve bien y no es muy caro, podremos comer bastante sin preocuparnos por el dinero


-no tienes que preocuparte por eso – le recordó Trunks – pero está bien, tengo antojo de comer hamburguesas


-¿antojo? – Goten fingió sorpresa – Trunks ¿estás embarazado?, no sabía que podía pasar entre hombres, debimos usar protección – bromeó el pelinegro


-no molestes – dijo Trunks enfadándose un poco, golpeando a Goten en el brazo


-auch – se quejó el pelinegro, pero seguía riéndose


El resto del día transcurrió con normalidad, sin embargo la duda en la mente de Trunks seguía creciendo, ni siquiera estando en el mirador viendo el atardecer en el mar pudo calmarlo, de hecho lo preocupó aún más, estaban rodeados de familias con hijos y sobretodo parejas tomadas de las manos y abrazándose. Él y Goten en cambio mantenían cierta distancia, como si aquello que hicieron hacia algunas horas no significara nada, Trunks miró al pelinegro con cautela y recordó una vez más las palabras de Goten, que hacían crecer la duda en su corazón: “todas mis relaciones van a ser casuales… y si alguien quiere algo más serio, pues que se busque a alguien más, ¡yo ya no estoy para esos jueguitos románticos!”


Trunks bajó la mirada y apoyó sus brazos contra la baranda, decepcionado miraba las olas golpear contra el acantilado, sentía ganas de llorar y sus ojos se pusieron brillantes, pero no dejó caer ni una sola lágrima. El sol se escondió en el horizonte tiñendo el cielo de rojo y trayendo la oscuridad de la noche, las familias y los enamorados comenzaron a irse


-Trunks – lo llamó Goten, sacándolo de su ensimismamiento – es hora de regresar, debemos arreglar nuestras maletas


-uh, ah, sí, sí-vamos – contestó Trunks despistado. Comenzaron a caminar por un sendero en dirección al hotel, el camino estaba rodeado de los árboles de la montaña, de pronto Goten lo empujó hacia el bosque y se escondieron tras un árbol


-he querido hacer esto toda la tarde – murmuró el pelinegro acercándose a los labios de Trunks y besándolo intensamente, Trunks olvidó todos los problemas y se dejó llevar por ese húmedo y apasionado beso que Goten le daba, esta vez se adecuó al ritmo del pelinegro más rápidamente, pero aun así tuvo que apartarse de forma brusca por la falta de aire


-debemos irnos – le recordó a Goten, caminando hacia el sendero apenas visible por unas escasas luminarias , eran los últimos que quedaban. A penas Trunks puso un pie en el sendero, las luces se apagaron quedando en una total y absoluta oscuridad, el sonido del bosque llenó el ambiente, las cigarras, grillos, búhos se dejaban escuchar, un murmullo por ahí y por allá, seres desconocidos que se escabullían entre los arbustos, las ramas de los arboles crujían por la fuerza del viento, Trunks tragó saliva, nervioso, sabía que no había nada que temer, pero entonces lo vio, escondido entre dos árboles la sombra de una criatura enorme lo observaba del otro lado del sendero, sus ojos rojos resplandecían en la oscuridad, el pánico comenzó a invadir al pelilila. De pronto sintió una mano en su hombro


-Trunks – lo llamó una voz, un escalofrío recorrió el cuerpo del pelilila, aterrorizado gritó y golpeó con fuerzas a lo que había tras de sí


-¡AUCH! – Se escuchó un quejido, luego un golpe y las ramas de un árbol moviéndose - ¿qué te pasa? ¿Por qué me golpeas?


-¿Goten? – preguntó algo sorprendido Trunks, la visión de esa criatura le había hecho olvidar que estaba en compañía del pelinegro


-Claro que soy yo – replicó el menor, haciendo aparecer una esfera de energía en su mano para asi iluminar el lugar. Al verlo Trunks se sintió más aliviado, sin embargo notó que Goten estaba sangrando un poco en la frente, donde había recibido el golpe


-¿Por qué me pegaste? – volvió a preguntar Goten acercándose a Trunks


-es que, estaba asustado – admitió Trunks, mirando al piso avergonzado – vi, vi algo, por ahí – señaló el lugar, sin atreverse a mirar otra vez. Goten se acercó un poco más a ese lugar e hizo más grande la esfera de energía, iluminando donde Trunks señalaba


-Trunks, aquí no hay nada – dijo sonriendo y volvió a mirar a su amigo – todo es obra de tu imaginación, bueno, excepto la enorme criatura sin piel y sin rostro que se alimenta de los corazones de sus víctimas que está justo detrás de ti


Los ojos de Trunks se abrieron grandes, asustado, su rostro se puso blanco como el papel y lo único que fue capaz de hacer fue agacharse y cubrirse el rostro con las manos


-¡JA, JA, JA! ¡Tranquilo, solo era una broma! – Dijo Goten sin dejar de reírse, acercándose a Trunks – vamos, no hay nada de qué preocuparse


-¿Por qué me haces eso? – preguntó de pronto Trunks con la voz entrecortada, y miró a Goten, sus ojos estaban llenos de lágrimas que el pelilila se esforzaba por contener, su cuerpo temblaba


-¿uh? – Goten no podía que creer que Trunks reaccionara así – oye, no te pongas así – pidió – recuerda, somos saiyan, podemos defendernos de cualquier cosa – trató de tranquilizar a Trunks


-sí, pero cuando éramos niños tú mismo me dijiste que nuestros poderes no funcionarían si nos enfrentamos a espíritus, fantasmas o criaturas del mundo espiritual – reclamó Trunks sollozando – y esas estúpidas películas… - agregó


-¿eh? – Goten no sabía que decir, era cierto, como le gustaban mucho las películas de terror había investigado mucho sobre el tema y era lógico que lanzándole un kamehameha a un espíritu o fantasma no iba a servir de nada, se arrepentía de haber asustado así a Trunks, no sabía qué hacer para calmarlo, y entonces, se le ocurrió algo. Dio un paso hacia atrás y desvaneció lentamente la esfera de energía que tenía en su mano


-¡no! – pidió Trunks al sentirse a oscuras nuevamente, pero entonces todo lo que estaba a su alrededor se iluminó con un resplandor dorado, Goten se había transformado un súper saiyan


-¿ves? Si podemos defendernos de los espíritus, porque ellos solo atacan en la oscuridad – explicó Goten. Trunks lo miró unos instantes y luego sonrió, abrazó con fuerza a Goten, por una extraña razón se sentía muy feliz


 


Cuando llegaron al hotel, Trunks no había dejado de sonreír en todo el camino, Goten se reía de la actitud de su amigo, una vez en el ascensor el pelinegro se puso algo más serio


-me alegro que estés bien – comentó – pero, ¿Por qué estabas triste en el mirador? – preguntó


La amplia sonrisa de Trunks se desvaneció un poco al recordar esa duda que le carcomía el alma, miró a Goten, dudando. La actitud de Goten en el bosque le había dado ánimos, pero ahora nuevamente sentía algo de preocupación


-es que… - comenzó a decir, pero en ese momento las puertas del ascensor se abrieron y entraron unas chicas charlando animadamente, ante lo cual bajó la mirada y guardó silencio. Bajaron en el piso siguiente, mientras se acercaban a su habitación Goten reinició el interrogatorio


-¿Y bien? – preguntó mirando de reojo a Trunks


-conversemos adentro – pidió Trunks nervioso abriendo la puerta


Los ojos de ambos se abrieron grandes por la sorpresa, la habitación estaba y llena de velas encendidas por todos lados, los muebles habían sido movidos y al centro había una mesa lista para dos, con dos rosas rojas adornando el centro


-ejem – una joven camarera elegantemente vestida llamó su atención, estaba de pie al lado de un carrito de comida – cena romántica para dos, tal como lo pidió señor


-¡ah! Es cierto, lo había olvidado – exclamó sorprendido Trunks, todo lo sucedido desde la noche anterior le había hecho olvidar lo que tenía planeado para esa noche.


Goten no dijo nada, pero en su interior se alegró de que la habitación estuviera iluminada solo por velas, pues sentía el calor emanando de sus mejillas y le avergonzaba que lo vieran así, sin embargo sonrió


-si quieren puedo quedarme y ser su camarera, o puedo dejarlos solos, de todas formas está todo listo y dispuesto, tienen todo lo que necesitan en este carrito


Trunks lo pensó unos instantes, de verdad quería estar a solas con Goten, abrió la boca para responder, pero el pelinegro se adelantó


-gracias, pero preferimos estar solos – dijo colocando su mano en el cuello, avergonzado


-entendido – dijo la camarera sonriendo – si necesitan cualquier cosa pueden llamarme, permiso – salió de la habitación y cerró la puerta, dejando a los jóvenes saiyan completamente solos, un silencio incomodo llenó la habitación


-entonces – Goten rompió el silencio - ¿tu preparaste todo esto?


-si – contesto Trunks ruborizándose y mirando a Goten


-¿Por qué?


-tenía pensado declararme – admitió Trunks mirando al piso, era realmente vergonzoso, a pesar de todo lo que había pasado entre ambos ese último día, se sentía muy tonto haciendo todas esas cosas románticas


-vamos a comer antes de que se enfríe – dijo Goten sonriendo alegre, rápidamente fue a sentarse y esperó con ansias que Trunks hiciera lo mismo. El pelilila no se hizo esperar y fue a sentarse frente a él, en silencio sirvió la comida que estaba en el carrito


-¿uhg? – dijo de pronto notando algo en el carrito – como somos menores de edad los del hotel nos enviaron jugo en lugar de vino – comentó y miró a Goten, quien lo miraba atentamente, con una amplia sonrisa en su rostro y sus enormes ojos negros brillando como nunca antes. Trunks se sintió intimidado, nervioso desvió la mirada rápidamente


-no importa si es vino o jugo – dijo Goten tomando la copa que estaba a su derecha – sírveme por favor – pidió sin dejar de sonreír


Trunks hizo lo que le pedía y comenzaron a comer, para sorpresa de Trunks, Goten no se abalanzó sobre la comida como siempre hacia, de hecho cortaba la carne con bastante calma


-¡está delicioso! – señaló el pelinegro luego de comer el primer bocado. Trunks asintió con la cabeza, luego de unos cuantos bocados, Goten miró a Trunks


-¿Y? ¿Hace cuánto habías planeado esto? – preguntó, sus ojos brillaban intensos


Trunks lo miró unos instantes, - desde que te invite a vacacionar – respondió


Goten inclinó su cabeza, pensando, - ¿Te gusto desde entonces? – preguntó sonriendo


-no – respondió inmediatamente Trunks, lo cual confundió un poco al pelinegro, pero antes de que pudiera preguntar, - me gustas desde mucho antes – explicó el pelilila mirándolo fijamente


-¿De-desde cuándo? ¿Por qué, por qué no me lo dijiste? – preguntó el menor sin entender el actuar del mayor


Trunks concentro su vista en su plato y a la mente le vino claramente la voz de Annière todas las veces que no se había atrevido a declararse: “eres un idiota”


-porque soy un idiota – dijo sonriendo, ruborizado


-eso no te lo voy a negar – se burló el pelinegro y siguió comiendo


Trunks lo miró unos instantes y juntó valor, tenía que salir de esa duda lo más pronto posible


-¿Goten? – llamó con cautela pero mirando fijamente - ¿Qué somos ahora?


El menor se quedó con el tenedor a medio camino y la boca entreabierta, miró a Trunks, quien lo miraba con seriedad, pero se notaba que estaba temblando por los nervios de escuchar la respuesta. Bajó los cubiertos y miró atentamente a Trunks unos segundos y luego bajó la mirada


-preguntas eso, porque dije que nunca más me tomaría las cosas en serio, ¿verdad? – preguntó Goten


-pues… – Trunks miró hacia un costado, avergonzado


Goten levantó la vista y vio al pelilila, - Trunks – llamó


El aludido levantó la vista y sus miradas se conectaron


Goten sonrió levemente, ansioso, - ¿Quieres, quieres ser mi novio?


Los ojos de Trunks se abrieron grandes, sorprendido, las lágrimas llenaron sus pupilas. Goten no supo cómo, pero en un instante Trunks había saltado de su asiento, se había abalanzado contra él, botándolo de la silla y empujándolo contra el piso, mientras lo abrazaba con fuerza del cuello


-s-sí… sí quiero – dijo con la voz entrecortada


-Trunks, ¿estás, estás llorando? – preguntó preocupado Goten, levantándose y apartando un poco al pelilila


El mayor se sentó en el piso, sobre sus piernas y miró a Goten con la cara toda llena de lágrimas y muy ruborizado, pero con una radiante sonrisa


-es que… es que… estoy muy feliz – dijo secándose las lágrimas con sus manos – soñé… anhelé tanto este momento… que… no creí que esto fuera a pasar en verdad


El pelinegro pasó su mano delicadamente por la mejilla de Trunks, secando las lágrimas, acercó su rostro al de él, y lo miró directamente a los ojos


-pues está pasando – susurró y le dio un suave beso en los labios.


Terminaron de cenar, esta vez sentados muy juntos, Goten insistió en darle el postre en la boca a Trunks, cada vez que el pelilila comía de la cuchara del pelinegro, éste le daba un beso en el cuello.


-vamos a mi cuarto – murmuró Goten en el oído de Trunks, el pelilila no se hizo de rogar


Entraron y sin encender la luz, se sentaron en la enorme cama matrimonial y comenzaron a besarse, con apasionante deseo pero tratando de no acelerar las cosas, Trunks ya se había acostumbrado y seguía sin problemas el ritmo que Goten imponía, sus lenguas húmedas presionaban tratando ambas de ganar la batalla, pero era obvio que Goten en este sentido tenía algo de superioridad, pues eran los gimoteos de Trunks los que se escuchaban con más claridad. El pelilila mantenía sus brazos alrededor el cuello del pelinegro y acariciaba ese sedoso cabello azabache, Goten por su parte abrazaba por la cintura a Trunks, atrayéndolo hacia sí con firmeza, una de sus manos había comenzado a bajar hasta que pudo pasar su mano bajo la camisa y tocar directamente la piel del mayor, sintió como un estremecimiento recorría el cuerpo de Trunks y sonrió satisfecho.


De pronto el chico de cabello oscuro se apartó sin previo aviso, Trunks abrió los ojos y dos zafiros miraron preocupados a Goten


-¿Qué pasa?


-ejem… necesito ir al baño – dijo Goten rascándose la mejilla, avergonzado. Trunks sonrió aliviado


-claro, ve, yo te espero – dijo sin rodeos


Goten salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí, Trunks se recostó en la cama mirando el techo y sonrió, sentía que su pecho iba a explotar de tanta felicidad, “al fin somos novios” pensó, y cerró los ojos, sin dejar de sonreír, disfrutando ese momento. Al abrir los ojos se percató que la noche se veía extrañamente brillante, se levantó de la cama y caminó hacia el enorme ventanal, sus ojos brillaron al ver la enorme luna llena iluminando el mar, era tan…


-es muy romántico, ¿no crees? – la voz grave de Goten en su espalda sobresaltó a Trunks. Miró al pelinegro, quien sonrió tiernamente, se inclinó un poco y besó a Trunks lentamente a la luz de la luna. El pelilila seguía de espaldas a Goten, cuando trató de voltearse para besarlo mejor, el menor lo detuvo poniendo una mano en su cintura


-quédate así – pidió en un susurro. Apartó un poco la camisa de Trunks y comenzó a besarlo en el cuello con intensidad. Trunks se dejó llevar, cerró los ojos y ladeó su cabeza para que Goten tuviera más espacio donde besarlo. La mano que Goten tenía en su cintura comenzó a subir lentamente por debajo de la camisa, acariciado el torso de Trunks hasta llegar a los pectorales, donde comenzó a acariciar y presionar las tetillas del pelilila, un escalofrío recorrió la espalda de Trunks e instintivamente trató de apartarse, Goten no se lo permitió y poniendo su otra mano en la cintura de Trunks, lo atrajo hacia sí con ímpetu, besando el cuello de Trunks con más intensidad si era posible. El pelilila tuvo que apoyar sus manos en el ventanal para no perder el equilibrio, su respiración se hizo más agitada, pero nada le importaba, se sentían muy bien todas las atenciones que Goten le estaba dando, hasta que…


La mano con la que Goten presionaba contra si las caderas de Trunks, bajó directamente y sin rodeos a la entrepierna del pelilila y comenzó a acariciarlo por sobre la ropa, un bulto comenzó a crecer para deleite del pelinegro, rápidamente desabrochó el pantalón, pero cuando intentó bajarlo, Trunks lo sostuvo


-¡Goten no!, estamos en la ventana – dijo alarmado, con las mejillas sonrosadas y la respiración agitada


-es de noche, nadie va a vernos – el susurro de Goten fue tan grave y seductor que Trunks sintió ponerse la piel de gallina


-pe-pero… - la mano con la que detenía a Goten comenzó a temblar, dudando


-¿acaso no quieres hacer el amor viendo un paisaje tan lindo? – susurró Goten mirando hacia el horizonte. Trunks miró a través de la ventana y vio la enorme luna llena y su brillante reflejo en el mar iluminando la bahía, sus ojos brillaron emocionados, “en verdad, era muy romántico”, y lentamente soltó el brazo de Goten.


El pelinegro lo besó en la mejilla y sonriendo, satisfecho de haber ganado, le bajó la ropa a Trunks. El pelilila miró hacia el costado, avergonzado, cuando sintió su ropa deslizarse por sus piernas, rápidamente Goten comenzó a acariciarle su entrepierna, humectada por el fluido que ya comenzaba a brotar del pelilila, quien seguía con los brazos apoyados en el ventanal. Goten miraba atentamente la entrepierna del mayor mientras lo masturbaba, lo cual ponía extremadamente nervioso al pelilila.


-quítate la camisa – pidió Goten, comenzando nuevamente a besar el cuello de Trunks. El pelilila con cuidado obedeció la orden, apoyó su cuerpo en Goten pues apenas si se podía sostener en pie por la manera intensa en que Goten tocaba su miembro. Terminó de desabrochar la camisa y Goten se la arrebató con ímpetu, sin soltar la entrepierna de Trunks, haciendo que éste perdiera el equilibrio, rápidamente tuvo que volver a apoyar sus brazos en el ventanal para no caerse. Ahora estaba totalmente desnudo.


Goten sin quitarse la ropa, tomó a Trunks de la cintura y comenzó a frotar su entrepierna contra el trasero del mayor, gemidos de ansiedad comenzaron a salir de la boca de Trunks y su miembro se hizo más grande en las manos de Goten, que seguía tocándolo, esta vez lentamente, disfrutando de la desesperación del pelilila


-me-mételo – pidió Trunks sin poder aguantar más


-no dijiste por favor – susurró Goten sonriendo, mirando el reflejo ruborizado de Trunks en el ventanal, le encantaba verlo así


- mételo, por favor – rogó con un hilo de voz el pelilila


Goten desabrochó su pantalón y sacó su miembro ya erecto, un poco de “pre” brotaba por la punta, Goten lo usó para lubricar su miembro y lo acercó a la entrada de Trunks


-inclínate – pidió


Trunks abrió las piernas y obedeció al pelinegro. Goten comenzó a meter su miembro lentamente, el pelilila gruñía de dolor, ya estaba un poco más acostumbrado, pero aun dolía, dio un leve alarido cuando el pelinegro metió toda la punta, “de verdad dolía”. El pelilila esperando que Goten metiera todo su miembro de una vez o pidiera su permiso para hacerlo, trató de calmarse, pero el pelinegro no hizo nada de eso, luego de meter la punta comenzó a moverse, lentamente y a cada estocada metía un poco más su miembro, a medida que sentía que Trunks relajaba sus músculos y gemía cada vez más intensamente, hasta que no pudo aguantarlo más y metió de una sola vez el resto de su miembro, haciendo que Trunks gimiera sonoramente. Siguió moviéndose, cada vez más rápido, atrayendo hacia si la cintura de Trunks haciéndolo gemir más y más, entonces notó que las manos del pelilila comenzaron a deslizarse del ventanal, rápidamente pasó un brazo por la cintura de Trunks, sosteniéndolo


-ten cuidado – dijo y con calma se acercó un poco al ventanal, sin salirse del interior del mayor – vuelve a apoyarte en el ventanal – pidió. A penas Trunks puso sus manos en el vidrio Goten puso sus manos en los muslos del pelilila y en un movimiento lo levantó


-¡¡AAAHH!! – Trunks gritó asustado y avergonzado, ahora si alguien veía con detenimiento vería claramente su cuerpo totalmente desnudo siendo penetrado por el chico de cabello azabache.


-Goten, ¡no! – pidió mirando al pelinegro con su rostro totalmente rojo – ba-bájame… es vergonzoso – se quejaba Trunks


Como toda respuesta Goten solo lo levantó un poco y dejó que la gravedad acallara los reproches del pelilila, en esa postura el miembro de Goten penetraba con mayor facilidad y mucho más adentro y sobre todo tocaba directamente ese punto que volvía loco a Trunks. A penas lo hizo un audible gemido brotó de la garganta del mayor, que no pudo seguir reclamando y se dedicó a disfrutar de esa situación. Goten cada vez lo metía con más fuerza, Trunks tenía apoyada su cabeza contra el ventanal, extasiado por tanto placer no podía dejar de gemir


-Goten… – llamó


-hazlo – dijo Goten sonriendo, había entendido perfectamente – yo también voy a correrme


-pe-pero – comenzó a decir Trunks y miró su miembro que casi tocaba el vidrio


-no importa – dijo entre dientes Goten apenas aguantando – hazlo, ya no aguanto más – y sus estocadas se hicieron más rápidas aun. Trunks no pudo aguantar más y se corrió manchando el ventanal con su semen, a la vez que Goten se corría al interior de Trunks al sentir como éste presionaba sus nalgas en ese momento.


Goten salió del interior de Trunks y con mucho cuidado lo bajó, pero sin soltarlo, por si se caía por el cansancio. Trunks miró el ventanal


-quedó todo manchado – se quejó


-qué importa – dijo Goten apoyando su cabeza contra el largo cabello lila - ¿te gustó?


-claro que sí – Trunks sonrió al responder, le daba mucha vergüenza que le preguntara eso


-ven – dijo Goten guiándolo hacia la cama. Trunks sintió sus piernas tambalear, pero Goten lo sostenía con firmeza, se sintió protegido y sonrió. Se sentó en la cama y Goten se quitó su camiseta y sus pantalones, quedando solo en bóxer, Trunks no le quitaba los ojos de encima


-¿acaso quieres más? – preguntó Goten divertido al ver la expresión de Trunks


-¡no! – Dijo rápidamente Trunks juntando sus piernas y cubriéndose – es decir, no ahora…


Goten comenzó a reírse y se acostó en la cama, mirando al techo puso sus manos tras su cabeza. Trunks con cautela se acostó a su lado, a una cierta distancia, mirándolo con ansiedad. Goten notó eso y lo miró sin dejar de sonreír


-¿Por qué no te acerc…?


Trunks no lo dejó terminar cuando ya estaba acurrucado muy cerca del pelinegro, con sus dedos tocando levemente el costado de Goten, temblando


-no tengas miedo de abrazarme – dijo de pronto Goten guiando el brazo de Trunks alrededor de su propia cintura. El pelilila se ruborizó pero no apartó el brazo


-es que estás desnudo – murmuró


-¿Cuántas veces tenemos que hacerlo para que dejes de ponerte tan nervioso? – preguntó Goten divertido


-¿qué esperabas? – Reclamó Trunks – en verdad me gustas – añadió ruborizándose aún más si era posible


Goten se volteó un poco a mirarlo, - está bien – dijo acariciando la mejilla de Trunks – me encanta verte así de ruborizado, te ves muy tierno


Trunks bajó la vista, avergonzado, pero Goten lo sostuvo de la barbilla y lo atrajo hacia sí, posando suavemente sus labios sobre los del mayor. Cuando se apartó volvió a mirar hacia el techo, dejando que Trunks ordenara sus ideas y se calmara un poco, pues todo eso lo había puesto más nervioso aún.


-¿desde cuándo te gusto? – preguntó Goten luego de un rato. Trunks lo miró, no sabía cómo contestar eso, sin embargo


-la verdad es que no sé cómo me fui enamorando de ti – contestó con sinceridad el chico de ojos claros – lo que sí sé es el momento en el que me di cuenta de lo que sentía - Trunks tragó saliva – ¿no sé si recuerdas aquella vez que bailamos juntos en el pub?


Goten miró atentamente a Trunks, eso había pasado hace mucho tiempo, ¿sería que desde entonces Trunks…?


- sí, lo recuerdo – contestó Goten, pero entonces recordó algo que creyó había sido fruto de su imaginación: en el preciso momento en que había acercado a Trunks para evitar chocar con la otra pareja, lo había sentido, fuerte y claro: el corazón del pelilila latiendo con tanta fiereza, que incluso podía sentirse con solo estar abrazados. Luego recordó como Trunks había huido luego de ese baile y su comportamiento extraño después de eso. Goten miró a Trunks con los ojos muy abiertos, sorprendido y ruborizado


-¿de-desde entonces? – preguntó sin poder creerlo. Cuando Trunks asintió con la cabeza, todo en la mente de Goten parecía tener sentido: los reclamos de Trunks eran por celos, lo nervioso que Trunks se ponía cada vez que él se acercaba, el extraño rubor que aparecía, según él, a cada segundo en las mejillas de Trunks. Todo ese tiempo pensó que se estaba imaginando cosas, que quizás entre Trunks y Annière había algo, y cada vez que la idea de que Trunks pudiera estar enamorado de él pasaba por su cabeza, la rechazaba como una tontería, pero ahora todo tenía sentido, incluso los comentarios y las burlas de Annière


-¡hey! – dijo Goten de pronto, levantándose y mirando a Trunks - ¿A-Annière sabe de esto?


-sí – dijo Trunks algo avergonzado – ella insistió en que te lo dijera


-¡Aaahh! ¿No pensabas decírmelo? – reclamó Goten indignado


-¿qué esperabas? – Se defendió Trunks – tenía miedo de que me rechazaras, ni siquiera sé que es lo que te gusta de mí, y una vez dijiste que jamás saldrías con alguien como yo – terminó de decir Trunks con lágrimas en los ojos


Goten miró al pelilila, sentado a punto de ponerse a llorar, entonces puso sus manos en las mejillas del mayor y lo miró con ternura


-sé que dije eso – explicó Goten – pero al chico al que se lo dije es muy distinto del que está ahora frente a mi – Trunks abrió la boca para replicar, pero Goten lo detuvo – antes eras un mujeriego pedante y engreído… que jamás mostraba sus sentimientos – Goten sonrió – por eso me gusta tanto verte ruborizado, es como verte directamente al alma


-Goten – murmuró Trunks, una lágrima solitaria rodó por su mejilla, sin embargo el pelilila estaba sonriendo


-por eso me gusta verte así todo nervioso – continuó Goten - avergonzado, verte tal como eres en realidad, sin esa máscara de chico solitario y sabelotodo que usas con los demás – Goten abrazó a Trunks de la cintura – me gustan tus ojos azules y el olor de tu cabello, me gusta verte sonreír y también me gusta verte enfadado y molesto, me gusta todo de ti


Trunks se aferró al abrazo de Goten, con sus mejillas rojas, su corazón latiendo a mil por hora… “era, era una declaración de amor”. Temblando murmuró


-a mí también me gustan tus ojos – avergonzado, hundió su cabeza en el pecho de Goten y juntando todo su valor se atrevió a decir lo que siempre había pensado de esos ojos negros – es como ver el reflejo del universo, como la noche iluminada por las estrellas – terminó de decir con la voz temblando, más avergonzado que nunca antes, sintiendo el calor de sus mejillas nublar su propia vista


Se recostaron en la cama, aun abrazados, Trunks no quería soltar a Goten, se sentía muy avergonzado por lo que había dicho, Goten solo sonrió, pero él también estaba ruborizado, nunca antes le habían dicho algo como eso sobre sus ojos. Cubrió a Trunks con el edredón y durmieron profundamente hasta el día siguiente.


A la mañana siguiente, Trunks despertó primero, se quedó mirando a Goten que dormía plácidamente, con cuidado le dio un suave beso en la mejilla


-en verdad esperaba un beso en la boca – dijo Goten abriendo los ojos y mirando a Trunks


-¡estabas despierto! – reclamó Trunks ruborizándose


-no es para tanto – dijo Goten estirándose – oye, ¿a qué hora debemos entregar las llaves de la habitación? – preguntó


Solo entonces Trunks recordó que debían irse ese día, alarmado miró el reloj, eran las diez y media, de un salto se puso de pie


-debemos apurarnos – dijo buscando sus cosas – a las doce debemos dejar el hotel


-tranquilízate – dijo Goten – yo ya tengo todo listo y tú eres muy ordenado, no nos demoraremos


-tienes razón – Trunks se calmó y anunció – iré a ducharme


-¿quieres que te acompañe? – Preguntó Goten seductor – igual que ayer


Trunks se ruborizó al recordar la ducha del día anterior – no… - respondió titubeante – debemos darnos prisa


 


Luego de que ambos se bañaran, estaban en el comedor terminando de arreglar sus cosas, Trunks ya había revisado las habitaciones tres veces y pensaba hacerlo una cuarta para estar seguro. Goten se lo tomaba con más calma


-estoy ansioso por regresar a casa – dijo de pronto Goten, mientras Trunks trataba de encontrar un espacio para su ropa interior dentro de su maleta, - estaba pensando en las palabras exactas para decirle a nuestras familias que somos novios


Trunks cerró definitivamente su maleta y miró a Goten, un rastro de pánico se veía en su rostro, Goten lo notó


-¿qué sucede? – Preguntó, pero Trunks no respondió, - ¿Trunks? – llamó el menor preocupado


-es que aún no he dicho… - comenzó a decir Trunks, pero se detuvo – mi familia no sabe… - trató de explicar nuevamente, pero no encontraba las palabras, Goten solo esperaba en silencio, - no creo que a mis padres, en especial mi papá, se tome esta noticia de buena manera, es decir, ni siquiera saben que soy gay – dijo finalmente Trunks, abrumado se sentó en el sofá


Goten se acercó a él, sabía lo difícil que podía ser


-tranquilo – dijo arrodillándose frente a Trunks – yo estaré contigo, no dejaré que nada te pase


-¡¿estás loco?! – Se sobresaltó Trunks - ¡mi papá te va a matar!


-creí que querías que fuéramos novios – replicó Goten sin entender


-¡claro que sí! – respondió automáticamente Trunks – pero, no había pensado en eso, nunca pensé que tendría que ir y decirle a mi papá que soy gay y que estoy saliendo con el hijo de su eterno rival… ¡me va a matar y después te va a matar a ti!


-entiendo – dijo Goten acongojado – pero yo no quiero que lo mejor que me ha pasado en la vida sea un secreto, ¡quiero que todos sepan lo nuestro! – Exclamó Goten poniéndose de pie – si es necesario pelearé contra tu padre…


-¡jamás dejaré que te pongas en peligro! – Dijo Trunks levantándose – solo… -dijo mirando al piso unos instantes y luego levantó la mirada – solo dame algo de tiempo, para decírselos con calma y que no sea tan chocante la noticia


-pero… – comenzó a replicar Goten


-por favor – suplicó Trunks tocando el brazo del menor – solo será un mes o dos máximo


Goten lo miró a los ojos suplicantes, se veía muy seguro y solo serían dos meses, podía esperar eso. Respiró profundo y miró a Trunks más calmado


-está bien – dijo resignado, Trunks sonrió y lo abrazó con fuerza, el pelinegro le devolvió el abrazo, aunque en lo más profundo de su ser no le gustaba para nada esa idea.

Notas finales:

Lamento el retraso, pero he tenido muchos trabajos en la u y tambien problemas financieros, por lo que mi tiempo "libre" lo he tenido que usar para trabajar, por eso no habia podido escribir tanto como quería.

Espero les haya gustado ^^


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