ENAMORADO DE MI PEOR ENEMIGO
(CAPÍTULO 9)
Zack metió en la bañera el menudo cuerpo del rubio. Contempló aquel aniñado rostro que caracterizaba a su enemigo y no pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios. Sus ojos se deslizaron lentamente por el resto de su cuerpo. Era hermoso. Era condenadamente hermoso. Se dio un golpe en la cabeza, mientras salía del baño, para hacer que aquellos pensamientos desaparecieran de su mente. Se dirigió a su armario y tomo las prendas más pequeña que hallo en él. Con un sonoro suspiro volvió a entrar a aquel lugar. Dejó las ropas sobre la tapa del retrete, cogió la esponja y empezó a lavar su magullado y sucio cuerpo. Comenzó por la parte superior, evitando tocar la menos cantidad de piel posible, y lentamente empezó a bajar hacía la inferior. Sus manos llegaron a los muslos del joven, no dejaban de temblar, aun no se podía creer que estuviera haciendo algo como aquello. Y ocurrió. Ocurrió aquello que tanto había estando evitando. Su mano rozo la entrepierna del muchacho. Su piel se erizo y su corazón empezó a latir desbocadamente, no entendía porque su cuerpo reaccionaba de esa manera. Se incorporo apresuradamente y salió del lugar. Su respiración se había agitado y un fuerte calor recorría su entrepierna, se estaba poniendo duro. Respiro varias veces y pensó en cosas horribles, cosas que le hicieran bajar su pequeña erección y lo consiguió. Conto hasta diez y entro en la estancia. Para su sorpresa Cloud ya había salido de la bañera y se había cubierto con una toalla. El chico tenía las pupilas dilatas y miraba a ninguna parte. Aun se hallaba bastante drogado. Cogió la camiseta y se acerco al muchacho. Lentamente empezó a vestirse, evitando tocarle más de lo debido, cuando llego a la conclusión de que ya estaba listo lo levanto en volandas y lo llevo a la cama.
Se bebió la tercera cerveza de la noche. En alcohol ya estaba produciendo estragos en su organismo. Miro a su alrededor, su casa estaba hecha una autentica mierda mañana por la mañana le tocaría recogerlo todo… como era de esperar cada vez que Squall organizaba una fiesta en su casa. Volvió a pegarle un trago a la cerveza y se encendió un cigarrillo. Le dio una profunda calada y volvió a reflexionar sobre lo ocurrido un par de horas antes. ¡Se había excitado! ¡Se había excitado con su peor enemigo! ¿Cómo podía eso ser posible? Un agudo dolor de cabeza se hizo presente. Zack pego un grito con todas sus fuerzas. Tiro la silla al suelo y se giro dispuesto a salir de aquella cocina, de aquella casa más bien. Necesitaba que le diera el aire. Pero lo que vio le dejo estático.
El rubio estaba de pie, en la puerta. Su pequeño pijama azulado le venías bastante holgado y dejaba al descubierto uno de sus hombros. El chico tenía la cabeza ladeada y le miraba confuso.
-Deberías estar durmiendo… maldito incordio- le espeto malhumorado el moreno.
El chiquillo sonrió con suficiencia y le dedico una lujuriosa mirada, cosa que desconcertó a Zack notablemente.
-¿Te gusta lo que ves?- dijo bajándose un poco más la camisa.
Zack trago duro, no podía creerse que el rubio estuviera diciéndole algo como aquello. Cloud sonrió de forma sensual y se acerco hacía el moreno.
-Te gusta lo que ves- afirmó.- Sabes, quiero jugar… ¿Quieres jugar conmigo?
-¿Ju…Jugar a qué?
El rubio volvió a sonreír y se abalanzo hacía el moreno, el cual no tuvo tiempo de reaccionar lo suficientemente rápido y apartarse. Estampo sus labios a los del moreno y lo beso de forma demandante. Zack intento resistirse pero aquel delicioso sabor a miel lo dejaba completamente paralizado, así que acabo correspondiéndole de igual forma. Nunca en su vida había querido que un beso no acabase, pero el suyo era la excepción.
Zack agarro al rubio de las nalgas y lo empotro contra la pared. Cloud soltó un quejido por la brusquedad en la que había sido tratado. Empezó a lamer su cuello con desesperación, los gemidos que salían de entre los labios del rubio lo estaban volviendo loco. Necesitaba más. Bajo a Cloud y se dirigió hacia la gran mesa de mármol que se hallaba en el centro de la cocina, de un manotazo tiro todo lo que estaba sobre ella. Cloud dio un respingo. Zack lo tomo de la muñeca, lo cogió y lo subió a la mesa. Empezó a desabotonar la camisa del rubio, pero tardaba demasiado así que prefiero arrancársela de cuajo total no era una gran pérdida. El moreno volvió a jugar con su cuello, le gustaba hacerle lametones.
-Te deseo- le susurró en la oreja.
Por toda respuesta el rubio le dedico una hermosa y melodiosa risa. Zack se aparto del rubio y lo miro fijamente, nunca le había oído reír. El rubio le contemplo extrañado, un quejido salió de entre sus labios. Acaricio al moreno pero este no reaccionaba, estaba demasiado absorto en sus pensamientos. Cloud llevo una mano a su entrepierna y comenzó a masturbarse, lo necesitaba demasiado. Y fue entonces cuando el moreno reacciono. El dolor de su entrepierna se hacía completamente insufrible. Tomo las manos de su compañero y las aparto, el rubio empezó a quejarse pero no duro mucho ya que el moreno comenzó a hacerle una felación. Pego un lametazo al pene del rubio, quien gimió sorprendido. Zack levanto la vista y le dedico una tierna sonrisa. Se metió el erecto miembro en su boca y empezó un sensual vaivén. Los gemidos provenientes del rubio inundaron la estancia. El chico no tardo en venirse y Zack se trago ese delicioso néctar que había expulsado su rubio. El chico se extendió sobre la mesa, exhausto. El dolor de su entrepierna era insufrible. Tiro de los pantalones del rubio y lo dejo completamente desnudo. Aquella era la imagen más exquisita que había tenido el placer de ver. Cloud le miraba con sus cristalinos ojos azules, su respiración era agitada y su hermoso cuerpo estaba perlado de sudor. Empezó a deshacerse de su propia ropa y se tumbo sobre el rubio. Le llevo tres dedos a sus labios, el rubio pareció entender ya que comenzó a lamerlos con sensualidad. Cuando ya estuvieron lo suficientemente dilatados los acerco a su entrada. Introdujo uno de los dedos y espero a que el chico se acostumbrara. El rubio gimió fuertemente cuando el tercer dedo fue metido en su interior.
-Mételo. Mételo ya.
Zack sacó los tres dedos y posiciono su pene en la estrecha entrada del rubio. Y entonces lo penetro con fuerza. Cloud soltó un grito de dolor, Zack hizo un ademan de sacarlo pero el rubio no se lo permitió.
-Solo tengo que acostumbrarme. No te muevas.
Zack se quedó inmóvil, con su corazón latiéndole a mil por hora. El rubio levanto las caderas profundizando el contacto y Zack supo que tenía vía verde para continuar. Empezó con un vaivén lento y poco a poco comenzó a ir más rápido. Los movimientos que compartían eran rudos y lujuriosos. Se buscaban con desesperación. Zack dirigió su mano al miembro de Cloud y empezó a masturbarle. Noto como las paredes del rubio se contraían y pronto su mano y pecho quedaron impregnados de aquella sustancia blanca igual a la que minutos antes se había tragado. La mayor estrechez provoco que acabara viniéndose en su interior con un sonoro gemido. Apoyo su cabeza sobre el cuerpo de su amante. La respiración del rubio se volvía más acompasada. Se incorporo lentamente y saco el miembro del interior de Cloud. Vio aquel somnoliento rostro y no supo que era capaz de dormirse allí, así que lo cargo y lo llevo a su cuarto. Al tocar su cuerpo un calambre recorrió su espina dorsal y su miembro volvió a despertar…
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Cloud se acurrucó un poco más sobre el cálido cuerpo que se hallaba a su lado. Zack abrió los ojos, extrañado ante el contacto. Viro un poco sobre sí mismo y se coloco cara a cara con su acompañante de aquella noche. Una mujer de abundante delantera y unas curvas de infarto, la recordaba bien. Abrió los ojos, con su discurso de despecho preparado. Y lo que se encontró lo dejo en shock. Cloud se encontraba allí, a su lado, durmiendo plácidamente. Los recuerdos de la noche pasada cayeron sobre él como un balde de agua fría. Se levanto bruscamente, tropezando y cayendo de la cama.
Cloud abrió los ojos asustado. Todo se volvió temporalmente negro, cuando su vista se acostumbro a la luz recorrió con la mirada aquella extraña habitación. Oyó un par de maldiciones del otro lado de la cama y curioso se acerco a mirar. Un grito de asombro salió de sus labios.
-¡Tú!- exclamó los dos a la vez.
-¿Qué me hiciste?- pregunto el rubio asustado.
-¡Yo! Nada, imbécil ¿Qué te iba a hacer yo a ti?
Desconfiado Cloud se levanto de la cama y casi se cae al suelo. Tenía un fuerte dolor en su espalda y por no hablar de su trasero, no creía que pudiera volver a sentarse nunca.
-¿Cómo que no me has hecho nada? Me duele todo el cuerpo.
-No he hecho nada que tú no me pidieras…
Cloud le miró horrorizado y cojeando se acerco al cuarto de baño. Miró su cuerpo en el espejo. Todo estaba cubierto de chupetones. Recorrió las marcas con sus manos. Unas maldiciones resonaron por toda la casa. El rubio se ato una toalla a la cintura y salió de aquel lugar. Abrió el armario de su anfitrión, quien le miro extraño por las confianzas que se tomaba, busco entre toda la ropa y se decanto por unos pantalones de chándal negros y una camisa blanca.
-¿Y esas confianzas? No creo que un polvo de una noche deba hacer eso.
-Por si no lo sabes, so cacho idiota, no tengo ropa y no pienso irme desnudo a mi casa. Y ya que tu genialidad idea de anoche fue traerme a este lugar en vez de llevarme a mi casa creo que tengo derecho a hacer lo que me dé la gana.
El moreno se puso unos pantalones y acompaño al rubio a la puerta.
-Se el camino, no necesito un guardaespaldas.
-Solo es precaución, haber si vas a robarme algo.
-Idiota.
El moreno le abrió la puerta y Cloud salió a toda prisa, antes de llegar a la valla que bordaba la casa se giro a miro al moreno.
-… Gracias… por lo de anoche… no se qué hubiera pasado si tu no llegaras a aparecer…
-De nada. En realidad fue mi culpa… siento haber insultado a tu hermana.
-No pasa nada.
Volvió a retomar la marcha.
-¡Cloud!
-¿Sí?
-Sobre lo de esta noche… te agradecería por favor que no dijeras nada.
El rubio le dirigió una mirada de entre dolida y cabreada.
-No pensaba hacerlo… idiota.
Zack se dejó caer sobre el sofá. Su corazón latía desenfrenado cada vez que recordaba lo acontecido aquella noche. Cogió su teléfono móvil y buscó en su agenda a Aerith.
“Necesito sexo ¿Te vienes?”, dejo el teléfono sobre el sofá y esperó la afirmativa respuesta, la cual no tardo mucho en llegar.
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El timbre de la puerta sonó varias veces.
-Este abierto- grito el chico.
Aerith ingresó en la casa. Todo estaba igual de desordenado que anoche. Empezó a avanzar por el oscuro pasillo. Una sombra la empujo contra la pared y unos labios aprisionaron los suyos con desesperación, ella le correspondió de igual forma. Zack guió a la muchacha escaleras arriba y la llevo hasta su habitación. La tendió sobre la cama sin delicadeza alguna. Empezó a quitarle aquel estorboso vestido rosa. Miró aquellos ojos miel que lo contemplaban con lujuria y no pudo evitar compararlos con los del rubio. No eran tan hermosos como los de él. Cerró los ojos con fuerza, debía de olvidarse de lo ocurrido… eso no volvería a ocurrir, Cloud era su enemigo debía odiarlo. Recorrió el cuerpo de la joven con la lengua y otra vez no pudo evitar compararlo con el de Cloud.
Cabreado se aparto bruscamente de la muchacha y se sentó al borde la cama. Se sentía tan miserable.
-¿Qué ocurre Zack?
-No puedo, no puedo hacerlo.
-¿No te apetece?
-…no.
-Buenooo pues ya que estoy aquí porque no intento hacer que te apetezca…
-Prueba.
La muchacha sonrió, se sentó a horcajadas sobre Zack y lo tumbo en la cama.
-Tú solo relájate yo te hare disfrutar…
Pero no podía… No podía relajarse. No al darse cuenta del tan extraño sentimiento que empezaba a nacer en su pecho…
Continuara…
By:Casiinii
¿Zack se confesara a Cloud o solo decidira ignorar sus sentimientos y tratar al chico como lo ha hecho hasta ahora? ESO PUEDE SER DECISIÓN VUESTRAS, COMO REGALO OS DEJARE DECIDIR SOBRE ESTO :D