ENAMORADO DE MI PEOR ENEMIGO
(CAPÍTULO 5)
Zack subió los pies a la mesa del profesor y sacó un paquete de cigarros de bolsillo, encendió uno y empezó a darle pequeñas caladas. Cloud le dedicó una fría mirada. Hacía poco más de dos semanas que habían sido castigos y en todo aquel tiempo Zack no había hecho absolutamente nada. Siempre era la misma rutina, después de que sonara el timbre que anunciaba el final de las clases Zack y Cloud se dirigían al despacho del director quien les comunica lo que debían de hacer y acto seguido se ponían manos a la obra. Cloud empezaba con las tareas indicadas mientras que Zack se sentaba en cualquier rincón a fumarse en un cigarrillo. Al principio ese comportamiento cabreo a Cloud y ocasiono alguna que otra disputa entre ellos, pero al cabo de unos días acabó dejándolo pasar.
-Podrías ayudar un poco ¿no?- le dijo Cloud.
Zack le dirigió una mirada de burla y después le tiro el humo que tenía en la boca a la cara. Cloud se puso a toser y intento apartar el humo con rápidos movimientos con la mano.
-Imbécil- musitó Cloud antes de darse la vuelta y seguir con sus tareas.
El castigo de hoy consistía en organizar todos los exámenes del curso pasado por cursos, asignaturas, alumno y puntuación. Zack sospechaba que todos esos exámenes ya habían sido organizados en su día y que como no quedaba nada por hacer el director los había desorganizado para hacerles trabajar. Zack se quedó mirando a Cloud y no pudo evitar sonreír por dentro, Cloud estaba sentado en forma india mientras miraba el matojo de papeles que tenia esparcidos por el suelo, miraba con cara dubitativa varios exámenes mientras se rascaba la cabeza. Cloud suspiró, a la mayoría de los exámenes les faltaban datos y no conseguía saber de qué curso eran, volvió a suspirar sonoramente y se dejó caer hacia tras apoyando los codos para no quedar completamente tumbado. Zack no podía dejar de comérselo con los ojos, sentía como su corazón latía agitadamente y su cuerpo empezaba a subir de temperatura rápidamente. Cloud volvió a suspirar y se quedo mirando el techo, empezó a sentirse observado y automáticamente miró a Zack. El chico lo estaba mirando de una manera extraña aseguraría que veía lujuria en su mirada pero enseguida descarto esa posibilidad, Zack lo odiaba.
-¿Qué coño miras?- le espeto.
Zack salió de su embelesamiento. Cloud lo miraba un tanto enojado.
-Puedo mirar donde me da la gana…
-Pues evita que tu mirada se cruce conmigo.
-¿Eso es una amenaza?-pregunto Zack.
-¿Y qué pasa si lo es?
Zack apagó el cigarrillo en la mesa del profesor, se levantó y empujó la silla, haciéndola caer, enfurecido se dirigió hacia Cloud. El rubio que se lo vio venir se levanto para poder protegerse mejor y, en caso de que hiciera falta, huir. Zack empezó a andar amenazante hacia él. Cloud empezó a retroceder, no le tenía miedo pero no deseaba pelear, si lo hacían lo más probable es que Sephiroth acabara enterándose y entonces les encadenaría juntos y ya era bastante sufrimiento tener que estar encerrado con él en una clase cinco horas a la semana. Cuando se quiso dar cuenta Cloud se encontraba acorralado, su espalda estaba pegada a la pared y delante suya, a menos de tres centímetros, se encontraba Zack. Sabía lo que iba a pasar a continuación pero no pensaba amedrentarse delante de ese imbécil que se creía superior a los demás, no le iba a dar el gusto de atisbar una pizca de miedo en sus ojos.
Zack coloco sus manos a los lados de la cabeza de Cloud. Estaba furioso, muy furioso. Llevaba tiempo conteniéndose para no darle un buen puñetazo a ese maldito crio y hoy por fin iba a poder descargar toda esa furia contenida. Miro a Cloud y los ojos, y lo que vio le dejo completamente sorprendido. Cloud no parecía tenerle miedo, ni siquiera ahora mientras lo acorralaba contra la pared. Inconscientemente Zack bajó la vista a sus labios, aquellos rosados y carnosos labios, en el mismo instante en que sus ojos se posaron sobre los labios del rubio toda la furia que sentía fue sustituida por un deseo enorme de besarle. Empezó a inclinarse poco a poco, nada le importaba en aquel momento.
Cloud no entendía lo que estaba pasando. Instintivamente intentó alejar su cara pero solo consiguió un buen golpe en la cabeza.
-¡Zack basta!-le gritó pero el otro no pareció escucharle.
Estaba empezando a ponerse nervioso y no lograba entender el motivo. El rostro de Zack estaba a un centímetro de su boca, Cloud no quería hacerlo había prometido que no armaría ni un solo jaleo mas pero quería quitarse a Zack de encima así que solo se le ocurrió darle un buen puñetazo en el rostro. Eso sacó a Zack de su embelesamiento y le hizo volver en sí. Zack se alejó del chico y llevo sus manos a la cabeza, “ ¿Qué coño le pasaba había estado a punto de besar a Cloudy? ¿Y por qué narices le llamaba Cloudy?”, pensó Zack. Los dos se miraron largo rato completamente contrariados.
-¿Ya habéis terminado?-preguntó una voz a sus espaldas.
Sephiroth estaba apoyado contra el marco de la puerta y los miraba divertido. Los chicos no sabían qué hacer.
-El lunes os quiero en mi despacho a primera hora- dicho esto se marcho.
Cloud volvió a su tarea, necesitaba despejarse y lo mejor que podía hacer en aquellos momentos era olvidarse de lo sucedido minutos antes, Zack cogió su chaqueta y salió por la puerta, necesitaba aclarar sus ideas.
oOoOoOoOo
El fin de semana había pasado a una velocidad de vértigo y ahora Cloud se encontraba allí sentado delante de aquella enorme mesa de madera. Hacía más de 20 minutos que Zack debería haber llegado, por una vez en su vida Cloud deseó tenerlo a su lado ya que Sephiroth le inspiraba un horrible temor.
La puerta se abrió de una patada y por ella entro Zack.
-Llega tarde señorito Fair ese acto solo provocara un incremento…
-Corte el royo- dijo Zack tendiéndole su muñeca- Si va a encadenarnos hágalo ya y así nos ahorramos tiempo.
Cloud levantó la vista sorprendido, esperaba que a Zack se le ocurriese alguna excusa para sacarlos de allí por separado. El directos se levantó y sacó del cajón de su mesa una cadena bastante larga. Colocó uno de los grilletes en el brazo de Zack y el otro en el de Cloud.
-Si no nos necesita más, nos largamos.
Zack pegó un tirón al rubio, que por la sorpresa casi cae al suelo.
-Ten más cuidado…
-Cierra el pico, imbécil.
Cloud miró sorprendido a Zack. Vale que siempre se estuvieran peleando e insultando pero nunca antes había visto a Zack así, estaba diferente.
Los chicos tuvieron que compaginar sus horarios, ya que durante el resto de la semana se la pasarían así, los lunes y los miércoles seguirían el horario de Cloud y los martes y jueves el de Zack el viernes lo harían a turnos.
El tiempo pasó más rápido de lo que esperaba en un principio. Zack no se había dignado a dirigirle la palabra, ni siquiera para insultarle, y le verdad es que echaba de menos al antiguo Zack, vale que era un grosero, engreído, impertinente, etc. pero por lo menos la vida sería menos monótona y aburrida.
Ahora los dos se encontraban solos en el aula de castigos, ¿la razón? No podían salir al recreo sin que se despertaran los instintos asesinos de uno u otro hacia los demás alumnos.
Zack pegó un tirón de la cadena y un alarido de dolor salió de los labios de su pequeño compañero.
-Deja de hacer eso- se quejo el rubio.
-¿Por qué?- contesto desafiante.
Por alguna extraña razón hoy tenía ganas de pelear con alguien, ni el mismo sabia el porqué. Llevaba un rato pegando tirones de la cadena que le unía a Cloud, a ver si de esa manera conseguía cabrear al pequeño rubio y se entretenía un rato. Sabía que Cloud ya estaba al límite y de un momento a otro explotaría.
-Porque me duele ¿vale?-contesto el rubio.
Respuesta que sinceramente impresiono a Zack. El moreno se levantó y se acercó al rubio, el cual retrocedió instintivamente.
-Estate quieto- le dijo Zack tomándole de los hombros.
Cogió la muñeca de Cloud, con cuidado de no hacerle daño alguno, y después la inspecciono con suma tranquilidad. Estaba completamente irritada.
-Tienes que quitarte esto- dijo.
-¡No!
-Lo tienes irritado.
-¿De veras? No me había dado cuenta ¿de quién será la culpa? A… si tuya-dijo sarcásticamente.
-Deja de hacer el imbécil y quítatela.
-No. Si lo hago y Sephiroth nos ve aumentara nuestro castigo…
-Créeme, a mí tampoco me hace mucha gracia estar todo el día a tu lado, pero ahora lo más importante no es el castigo sino tu bienestar.
-¿Desde cuándo te preocupas por mi?
-Iré a por hielo, se te está empezando a hinchar- dijo el moreno mientras salía a toda prisa del aula.
“¿Por qué narices estaba empezando a comportarse de esa manera? Parecía un hermano mayor preocupado o peor aun…un novio preocupado”
Continuara…
By:Casiinii