—¿Qué es lo que tiene doctor?
Itachi no había permanecido quieto en el pasillo. Se había pasado dando vueltas esperando que la puerta se abriera y Sasuke… bueno él permanecía sentado en un banca con la mirada gacha.
Al llevar al rubio en su auto, no cruzó palabras con él. Era fácil imaginarlo. Itachi estaba furioso.
—No es algo que debería preocupar. Sin embargo el hecho de que respirara tan débilmente es desconocido. El desmayo surgió por un síntoma a que se le llama Estrés emocional. Emociones como el miedo, el dolor, la angustia o la conmoción pueden afectar al sistema nervioso de una persona, provocándole una bajada de la tensión arterial. Él se sintió así y se desmayó, pero el problema respiratorio no tiene explicación, pero pueden estar tranquilos, ha vuelto a la normalidad y se encuentra descansando.
—¡Muchas gracias, doctor! No sabe cuánto me tranquiliza escuchar eso.
—Aunque sabe… su cuerpo presenta signos de violencia.
Sasuke lo miraba indiferente, pero su hermano estaba tenso, muy tenso.
—Su rostro y sus manos. Específicamente sus muñecas. Están hinchadas.
—Cuando llegamos a casa con mi hermano, ya estaba así en la cama. Posiblemente hayan querido…-tuvo que mentir no le quedaba de otra.
—Pobre muchacho. Lo bueno que no muestra signos de violación. Podrán venir por él mañana.
—Cuídenlo mucho, por favor.
—No se preocupe.
Salieron del hospital en un profundo silencio y así fue de camino a casa. Era incomodo. Se quedaron mirándose mutuamente en la sala de estar. Finalmente, Itachi suspiró y fue el primero en comenzar a hablar.
—¿Cómo quieres que te trate, Sasuke?
—¿De qué hablas?
—No permitiré un comportamiento así en mi casa. ¡Lo que has hecho es… es…!-apretó sus nudillos hasta emblanquecerlos-No te conozco. La verdad es que ya no sé quién eres. Perdí a mi hermano hace mucho-le miró con dolor.
—Si tratas de hacerme llorar no lo estás consiguiendo-se burló.
—No es eso. Solo te digo que me has decepcionado enormemente. He tomado una decisión y creo que es la única opción disponible. Sasuke ¡Quiero que te vayas de aquí con tus pertenencias, no quiero volver a verte!
—¿Qué? ¡¿Estás bromeando, verdad?!-se alteró ante sus palabras.
—Créeme que estoy hablando muy en serio. ¡Me has decepcionado enormemente!
—¡¡¿Qué te crees, bastardo?!! ¡Esta casa también pertenece a nuestros padres!
—Estoy perfectamente consciente de ello. ¡Pero soy yo el que te ha mantenido desde que me ausente, enviándote dinero a través del correo. ¡Soy yo el que paga las cuentas de esta casa y lo que comes!
—Itachi…-le miró suplicante.
El mayor se contuvo de arrepentirse.
—Hubieras pensado las consecuencias de tus actos, antes de intentar abusar de Naru. No voy a golpearte como muchos padres harían ni voy a denunciarte, pero si echarte de aquí.
—¡Eres un…!
—Recoge tus cosas y lárgate de mi casa-le dio la espalda subiendo las escaleras y encerrarse en su cuarto.
OOoOO
Papá… papá despierta.
—¿Quién eres?
Estaba rodeado de una densa oscuridad. Vestía el uniforme de su instituto. Se atemorizó al escuchar ese susurro a su alrededor.
Tu corazón está herido, pero yo lo sanaré.
—¿Por qué dices eso? Yo…
Papá no llores.
—¿Qué es eso de papá? No puedo tener hijos. No soy doncel ni me atraen las mujeres.
No lo seré de sangre… pero si de corazón.
—¿De qué estás hablando? Mi cabeza… duele mucho- se dejó caer en el suelo de la completa nada sumida en la oscuridad.
Vendrás por mi… te estaré esperando, papá.
—¡Espera! ¡¿A dónde estás?! ¡Quiero verte!
No nos conoceremos hasta en unos años.
Despierte.
Despierte.
—¡No te vayas!
¡Despierte!
—¡¡Joven, despierte!!
Sus ojos se abrieron de la impresión vivida. Se encontró con la mirada horrorizada de la enfermera. ¿Enfermera?
Levantó su cuerpo rápidamente sentándose en la cama.
—¿Por qué estoy en camilla? ¿Qué me pasó?
En ese momento, el doctor entraba por la puerta observando a su paciente muy perturbado junto a la enfermera que estaba todavía algo confundida.
—Doctor, el joven no despertaba.
—¿Cómo?
—¡Oigan, dejen de ignorarme! ¡¿Por qué estoy aquí?!
—Retírese-contestó a la muchacha.
—Sí, doctor.
Cuando el cuarto se vio ausente de la reciente presencia. El mayor habló con voz calmada y pausada.
—Joven, usted fue traído por un desmayo y problemas respiratorios.
—Yo…-su mente se vio sumergido en borrosos recuerdos. Unas manos tocando su cuerpo, una legua lamiendo sus labios, sus mejillas, una voz grave y excitada.
¡Sasuke!
—¿Se encuentra bien?-se preocupó al ver sus ojos abrirse de impresión y el modo en que llevó su mano a su cabeza como impidiendo que una herida se abriese.
—Me duele la cabeza-confesó.
—Por favor, recuéstese. Es necesario que haga reposo al menos por hoy.
—¿Podré irme mañana?
—Mientras no presente ningún síntoma de los anteriores todo estará bien. El señor Itachi pasará por usted mañana. No se preocupe.
Itachi… tú viniste a salvarme. A pesar de haberme extinguido de la realidad, pude oír muy lejos su voz.
Si no me hubiera enamorado de Sasuke, probablemente ahora… sería feliz al lado de Itachi, quien es muy confiable y me hace sentir protegido y especial.
—¿Por qué no fue Itachi…?-sollozaba, tapándose con el cobertor.
Papá…
—Aquel sueño… de verdad me causó escalofríos. He soñado tanto ser padre que ahora ya escucho voces de niños. Si, debe ser eso-trató de convencerse-¿De qué manera tendría un hijo? Adoptándolo… pero no solo.
Sus lágrimas comenzaron a descender rápidamente, ocultó su rostro debajo de la sabana en medio del oscuro cuarto de hospital.
Yo no eligiría a nadie más como mi pareja… no puedo. Tengo a Sasuke contantemente rondando en mi cabeza. Aunque haya hecho cosas horribles conmigo.
Yo… le amo demasiado.
Pero él me hizo daño.
Intentó… tomarme a la fuerza.
—Creo que llegó la hora de dejarte ir para siempre. Ya no eres mío, teme… y yo…-sollozaba-ya no soy tuyo… adiós, Sasuke esta vez lo digo en serio.
Basta de llorar, Naruto. Basta de lamentar. No fue tu culpa…
—No fue mi culpa…-quedó dormido susurrando una vez más aquella frase cargada de amargura.
OooO
—Solo te dejaremos estar aquí porque eres el padre del pequeño que espera Gaara.
Temari y Kankuro lo recibieron no muy gustosos, pues no les gustaba Sasuke como pareja de su hermano menor.
—Ven, dormiremos juntos-el pelirrojo lo jaló de la muñeca con una pequeña sonrisa.
Y a partir de ahí. Un mes transcurrido. Naruto estaba próximo a irse en una semana a EE. UU. Y sanar su corazón lentamente.
E Itachi sufría por su pronta partida y porque extrañaba a su hermano menor.
(Continuará)