¿Cómo debía responder ante esa grave respuesta por parte del pelirrojo?
¿Cómo?
—L-lo siento… yo no…
—No sientas lastima de mí. En parte me la merezco por hacer tu vida miserable en ese entonces y arruinar tu amorosa relación-interrumpió con voz firme y acallando cualquier sollozo-Vengo a pedirte que te hagas cargo de mi hijo y estoy perfectamente consciente de que… te estoy poniendo en una situación muy dolorosa y no es mi intención. Yo actuaria de la misma forma-sus ojos brillaban debido a la cantidad de lágrimas que terminaban de descender-Cuidar el hijo de tu ex novio y de su amante es muy doloroso… perdóname Naruto. No quería que cargaras con esto. Pero la situación se me ha presentado de esta forma. Si Sasuke mostrara un mínimo de afecto hacia su hijo, créeme que… lo dejaría en sus manos.
—Gaara…-suspiró, tratando de tranquilizarse por la impactante noticia-Es que… es tal como dices… es… es difícil para mí. Vine con la idea de hacer una vida nueva. Dejar el pasado atrás. Y ahora te apareces y me dices esto, es una bomba de tiempo. Criar a tu hijo conlleva tener presente el recuerdo de que… me alejaste de Sasuke y que él me fue infiel. He sufrido mucho, pero gracias al apoyo de mis amigos y la recuperación que tomé haya, me siento superado. Sin embargo, dejar el pasado atrás también implicaba en que no viera a las personas que más me hicieron sufrir. Tú y Sasuke. Estás consciente que si yo cuidara de tu hijo, el padre no dejaría de molestar. No quiero ver a Sasuke.
—Lo sé muy bien. Y no puedo mentirte, sé que Sasuke no se quedara de brazos cruzados cuando se entere. Estará día y noche posiblemente pegado a ti queriendo que le des a Ryunosuke. Pero la custodia a ti será un éxito si llevo bien mis métodos.
—Yo…
—Por favor, Naruto. Mi hijo no tiene la culpa de lo que pasó entre nosotros, no le veas con odio cuando le conozcas, amalo como yo lo he amado este poco tiempo. Edúcalo como una persona de bien y que no sea lo que yo fui o lo que fue su padre. Y un día tal vez… puedas decirle, que lamento haberlo dejado tan pronto, que me hubiera encantado verlo ir al jardín y empezar la primaria. Que perdone mis errores, que perdone a su padre… porque no somos perfectos nadie lo es.
—Voy… voy a pensarlo, esto no es una decisión fácil, dame un poco de tiempo.
El pelirrojo sonrió. Al menos había un poco de esperanza con aquella respuesta. Se secó los ojos rápidamente.
—No quiero hacerte perder más tiempo, te veré después-se da vuelta y se acerca hasta la puerta.
—Gaara…-el rubio posa una mano en su hombro-A pesar de lo que me hiciste… jamás te desearía lo que te está pasando ahora, jamás.
Aquella honestidad en su voz… era tan profunda. Naruto era tan… bondadoso.
—Lo sé…-susurró-Po eso eres el indicado… el indicado para cuidar a mi hijo.
—Mañana ven.
Gaara le miró desconcertado.
—Mañana… te daré mi respuesta definitiva.
—De acuerdo, muchas gracias-cuando abrió la puerta, vieron a Shikamaru llegar con las bolsas de compras.
Gaara salió y Shikamaru entró cuando el rubio le hizo espacio por la puerta.
—Entonces… te veo mañana, Naruto-se despidió seriamente.
—Sí, adiós-al verlo alejarse, cerró la puerta y miró a su amigo amontonando las bolsas sobre la mesa.
—¿Y Sai?
—Él… él tenía que hacer algo importante a última hora, me dijo que le disculparas, comerá con nosotros en otra ocasión-sonrió levemente.
—Qué pena. Bien… ¿Qué comeremos?-preguntó curioso-¡Tengo mucha hambre!
—Descuida, haré que tu estomago quede completamente satisfecho.
Naruto rió.
OOoOO
Retiró su pequeño de la casa de sus hermanos ya yendo para su hogar. Sabía lo que podría encontrarse dentro y ya no le sorprendía. Con el tiempo que comenzó a serle infiel y dejar a su hijo de lado, Gaara fue perdiendo poco a poco el gran amor que le tenía a Sasuke cuando estaban en secundaria.
Podía decirse en esos instantes que el pelirrojo solo albergaba dolor e ira hacia su esposo. Solo eso.
Cuando llegó, encontró al moreno besando a otro rubio ya desnudo en el sofá montado sobre su cuerpo besando su abdomen, cerró la puerta, Sasuke levantó el rostro.
—¿No venias más tarde?-preguntó, como si nada con el pecho al descubierto.
—Hoy no trabajo, es mi día de descanso-respondió con indiferencia, acto seguido pasó de la pareja y subió los escalones al cuarto. Pero se detuvo a medio recorrido-Ah, Sasuke… por favor, no hagan tanto ruido. Ryunosuke necesita descansar-y volvió a caminar perdiéndose arriba en el pasillo a las habitaciones.
—¿Qué pasa, Sasuke?-preguntó su amante ante su cambio repentino en su rostro.
—¿Eh? No, nada… sigamos…
Gaara se mostraba tan tranquilo y desinteresado de lo que hacía, eso le traía un mal presentimiento.
OOoOO
El nuevo día dio inicio. Gaara se levantó de la cama que no era matrimonial, ya no. El pelirrojo se había mudado hace unas semanas al cuarto de su hijo donde no dejaba de proporcionarle toda la atención que necesitara. Además, ya no quería compartir la cama con Sasuke, le daba asco. Así de simple.
El pequeño se removía en su cuna. Gaara lo miraba con ternura.
—Hoy, tu vida cambiará hijo. Cambiará con la respuesta que Naruto me dé-susurró-Esperemos lo mejor.
OOoOO
Estaba nervioso y tenía miedo. Había dejado el pequeño con sus hermanos nuevamente, porque con Sasuke solo ahí no era nada bueno. Tocó la puerta del departamento. Esta se abrió de inmediato.
—Pasa, Gaara-lo invitó amablemente el rubio esa mañana-Siéntate, por favor.
Se sentó en la silla apoyando los codos sobre la mesa y agarrándose las manos mostrando fácilmente su nerviosismo a los ojos azules del rubio.
—¿Has decidido?
—Sí-respondió fríamente-Lo he meditado toda la noche. Estoy de acuerdo contigo, en que si Sasuke está haciendo lo que tú me dijiste, no es acto para cuidar al bebé. No es mi obligación aceptar lo que me pides-Gaara sintió morirse-Pero… no puedo dejar que ese pequeño tenga una vida de mierda junto a Sasuke, por eso, yo me quedaré con tu hijo y cuidare de él hasta que cumpla la mayoría de edad. Estate tranquilo-sonrió.
—Naruto…-susurró sollozando-¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¡Eres genial!
Se acercó al otro extremo de la mesa, y lo abrazó efusivamente sin darle tiempo a Naruto de ponerse de pie.
—¡Gracias! … snif… ¡Gracias!
—Ya, ya, tranquilízate… je… me estás asfixiando-reía divertido.
—¡Lo siento!-se separó, llorando de felicidad.
—Solo queda una cosa, tienes que legarme su custodia y eso será muy difícil. Ya que Sasuke tiene todos los derechos por ser su padre-habló serio.
—Eso déjamelo a mí-le sonrió.
OOoOO
Llegó a las seis de la tarde. Su hijo permanecía en la casa de sus hermanos y era preferible así, ya que, tras darle lo que quería hacer desde hace poco tiempo a Sasuke, se largaría de la casa y viviría con su familia hasta que llegara el momento en que Dios o el Demonio decidiera llevárselo.
Pasó la puerta y vio a Sasuke embistiendo a un joven muchacho rubio en el sofá. No pasó mucho en que se vino en su interior y cayó rendido sobre el menor, Gaara lo miraba fríamente con la puerta abierta.
—Tenemos que hablar-exclamó, sonando a una orden.
—Ahora… no…-habló con dificultad debido al reciente orgasmo.
—Bien. Por lo pronto es mejor que sepas el tema de conversación-le aventó dos planillas de hojas blancas en la cabeza-Léelos en tu tiempo libre es importante.
—Tks…-salió del interior del muchacho que estaba exhausto y no daba atención a lo que sucedía en ese momento. Sasuke se puso de pie desnudo frente a él y tomando las planillas que habían caído a la alfombra cuando se levantó. Fijó la vista en ellos, leyó el título principal y luego la otra planilla, sus ojos se abrieron casi de impresión-¡¿Qué significa esto?!-rugió.
—¿No sabes leer?-preguntó divertido.
—¡No juegues conmigo, Gaara!-se acercó a él con los papeles casi rozando su rostro.
—Es fácil. Quiero el divorcio, eso ya debías de saberlo hace bastante y lo otro-su mirada se afiló como un asesino en serie en los ojos negros de Sasuke-Es que daré la custodia de nuestro hijo a otra persona, no serás tú y tampoco yo. Simple.
—¡¡No firmare nada!! ¿Me oyes? ¡No sé lo que estés planeando pero no le daré a nadie mi hijo! ¡Sin mi firma no puedes hacer nada!
—Es verdad, pero tengo otros métodos-sonrió.
—Maldito-trató de controlarse, pero no podía-¡¿Quién es el desgraciado que quiere quitarme a Ryunosuke?! ¡¡Voy a matar a ese infeliz!!-tiró los papeles al piso y golpeó la pared formando un puño con su mano.
—No querrás saberlo-comentó serio-Aunque tarde o temprano tendrán que verse.
—¡¡Dímelo!!-empujó a Gaara contra la pared al lado de la puerta, apretando sus hombros.
—Me estás lastimando…-entrecerró sus ojos por el dolor.
—Haré algo más que lastimarte-amenazó.
Gaara estaba cansado y no se contuvo con lo que hizo a continuación. Levantó uno de sus brazos mostrando sus apretados nudillos y estampárselo con furia a la mejilla izquierda de Sasuke, el golpe fue tan duro que causó que el azabache retrocediera y cayera al piso de espaldas y con sangre escurriendo de sus labios.
—Mal… dito…-se irguió con dificultad quedando sentado en la alfombra y agarrándose la mejilla adolorida.
Gaara se limpió los nudillos que estaban manchados con la sangre de Sasuke con un pañuelo que sacaba de su bolsillo trasero.
—No porque sea Doncel, soy un completo debilucho. No subestimes a los Donceles-se paró en la puerta dispuesto a retirarse-Y ya que deseas tanto saberlo. El desgraciado e infeliz como le llamas a esa grandiosa persona, es nada menos que tu ex novio. Naruto Namikaze.
(Continuará)