Gaara y Sai habían salido a caminar a la playa. Pronto el sol iba a salir y de cierta manera, estar cerca de las olas era muy romántico. Habían estado toda la noche conversando y visitando lugares. El pelirrojo suspiró profundamente. El tiempo pasaba demasiado rápido. Naruto poco a poco interactuaba con su pequeño, eran padre e hijo. Podría irse en paz sabiendo que su hijo estaba en buenas manos.
Pero… algo le dolía.
Le rompía el corazón.
—Sai.
—¿Mm?-miró a su pareja-¿Qué pasa, Gaa-chan?
—Sabes que estamos en el quinto mes… yo… no quiero que…
—Gaara-lo abrazó contra su pecho, apenas unas palabras y se había puesto a llorar. Le desgarraba el alma verlo así-Por favor, no llores.
—No quiero que me veas… no quiero…
—Estaré contigo hasta el último suspiro de tus labios, no me pidas que te deje solo. No lo haré.
—Pero… ¡PERO VAS A SUFRIR!-se separó bruscamente y lo tomó de los hombros-¡Sai, no quiero que me veas morir! ¡Será doloroso para ti y para mí! Me llevaré conmigo la imagen de tu rostro sonriente no uno lloroso.
—Está bien, Gaa-chan-lo tomó de ambas mejillas quitando sus lágrimas-Voy a sonreír hasta que cierres tus ojos, te llevaras de mi la mejor sonrisa de mi rostro. Solo tú podrás verla, porque… ya no podré hacerlo más.
—S-Sai… no… tú…
—Cerraré mi corazón, Gaa-chan. Seré alguien sin sentimientos, pero será cuando tú te vayas, lo prometo.
—¡NO! ¡No!
—¡Gaa-chan!-lo abrazó a su cuerpo-Tranquilízate.
—No, Sai, no… no quiero que seas así. Quiero verte feliz, haz tu vida. ¡Sigue adelante!
—Es poco probable que suceda-susurró-Ojala te hubiera hablado de lo que siento mucho antes-Sai comenzó a llorar sin que Gaara lo supiera-Pero cuando me enteré que estabas con Sasuke, estaba molesto. Naruto era mi amigo y debía apoyarlo…
—Lo sé… fui una basura. Arruiné su relación con Sasuke y Sasuke me arruinó la corta vida que me quedaba. Es el precio a pagar por hacer sufrir a Naruto. Se veían tan felices juntos… y yo… fui la mierda que rompió algo tan puro.
—No es toda tu culpa. Sasuke tiene la mitad de culpa que tú, él es el más responsable del problema. No te angusties más por favor.
—Sai… ¿Estás llorando?
—No.
—Mentiroso…-sollozó.
El moreno se separó y besó a Gaara tiernamente sintiendo como ambas mejillas deslizaban agua salada de sus rostros.
—Te amo, Gaara.
—Yo a ti-y volvieron a besarse viendo como la luz del sol daba aparición.
Se sentaron en la arena admirando tan bello espectáculo. El pelirrojo recargó su cabeza en su hombro con los brazos rodeando su cintura. Sai hizo lo mismo.
—Es hermoso el ocaso.
—Si, romántico.
Gaara sonrió.
—Sai…
—¿Si?-le miró sus hermosos ojos.
—Quiero que estés ayudando a Naruto con Ryu. No le permitas beber hasta que sea mayor.
—No te preocupes, seré su tío. Voy a mimarlo hasta el cansancio.
Gaara comenzó a llorar nuevamente.
—Amor…-besó sus labios.
—Porque no te vi antes… eres tan bueno, Sai… voy a extrañarte mucho…
—No digas eso…-Sai comenzó a sollozar-No digas esas cosas feas ahora.
—Este tiempo corto, ha sido hermoso contigo. Podrías haber estado con alguien mas en estos meses y te quedaste conmigo… no quiero dejarte…
—Gaara… para… por favor…-lo abrazó llorando descontroladamente-No digas más…
OOoOO
Naruto no había podido pegar un ojo. Eran las siete de la mañana. El sol ya estaba iluminando cada rincón.
—Ryu… por favor… deja de llorar.
El pequeño había empezado a llorar de la nada, el ojiazul despertó y lo sacó de la cuna para intentar calmarlo en sus brazos.
Normalmente eso funcionaba. Pero ahora era distinto.
—Sssshh… pequeño, ¿Qué sucede, Ryu? ¿Te duele la barriguita?
OOoOO
Ambos estaban tranquilos mirando las aguas. El sol se aparecía entre las nubes y tocaba el líquido cristalino. La escena era hermosa.
Sai notó algo extraño.
—¿Gaara?
Estaba recargado en su pecho, no sentía ningún tipo de movimiento.
Sabía lo que significaba. Bajó su rostro y admiró su apacible imagen. Parecía dormido. Movió su mano que temblaba al pecho, la subió.
No sentía su respiración.
—Así que… lo sabías Gaa-chan-un horrible nudo se armó en su garganta, le era difícil hablar-Sabías que… te irías ahora ¿Verdad? …por eso me dijiste todas esas palabras-la respiración le estaba faltando-Gaara…-lo abrazó a su pecho y ocultó su rostro en su cuello. Se mecía con él de adelante hacia atrás. Las manos del pelirrojo tocaban la arena-Aaahh… aaahhh-comenzó a agitarse y las lágrimas salieron de a motón-A-dios… a-dios… Gaa-chan…
Miró el cielo anaranjado con el cuerpo de Gaara abrazándolo. Abrió su boca y liberó su dolor rompiendo sus cuerdas bocales.
—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaahhhhh!!! ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaahhhh!!! AAAAAAAAAAHHHHH…
Siguió gritando hasta cansarse, hasta que su garganta doliese al extremo.
Sai no volvió a sonreír.
(Continuará)