—Taiga.
—Sasuke.
Frente a él, yacía el pelirrojo, primo de Gaara. Era increíble el parecido, se le había cortado la respiración por unos segundos, le resultaba difícil mirarlo a los ojos. La culpa carcomía su conciencia desde hace años, odiándose por lo que Gaara tuvo que pasar. Por haberlo utilizado con el único fin de que le diera un hijo, el de ojos aguamarina le había entregado completamente su corazón, él en cambio no dio nada de lo que su nueva pareja pedía.
Su corazón le pertenecía a su amado Naruto. Y Sasuke aplastó el frágil corazón de Gaara sin importarle las consecuencias.
Se volvió frio. No mostraba muchas expresiones, solamente con su hijo. Parecía no interesarle que se acostara cada día con un hombre distinto. Y estaba en lo correcto, dentro de Gaara había muerto el amor hacia el moreno.
Discusiones y decisiones se presentaron en su vida. Y finalmente, Gaara murió culpa de una enfermedad que acortaba día a día su vida, sin tener la oportunidad de ver a su hijo crecer y volverse un hombre de bien.
—Yo…-bajó la mirada a la frazada que lo cubría, estrujó con fuerza la tela-yo…-el nudo en su garganta le impedía hablar con claridad, y el desconocido Sabaku, fue testigo de las lágrimas del Uchiha-¡Perdóname!
Taiga afiló la mirada en Sasuke y no se inmuto ante su llanto.
—¿Por qué?-preguntó con indiferencia y cruzando sus brazos a la altura de su pecho.
—Le he jodido la vida a Gaara. Todavía no entiendo porque… porque soy yo el que está hoy aquí con vida. Porque Gaara tuvo que pagar por todo el daño que yo cause, su vida fue arrebatada de este mundo sin poder estar un poco más con Ryu. ¡Soy un imbécil y pido que me disculpes! ¡He pedido perdón a sus hermanos! Temari y Kankuro, lloraron mucho su muerte, me odian, y evito tener contacto con ellos porque sé que desean matarme y no los culparía… ellos me lo aseguraron la última vez que nos vimos a la cara. Mientras yo no me aparezca en su camino, todo estará bien, pero sé que desean hacerlo… yo lo sé…
El pelirrojo observó aquellos ojos empapados de lágrimas y suspiró.
—Él nunca me agradó-desvió la mirada hacia la ventana dándole la espalda al azabache-Por cuestiones familiares. Todo el mundo tenía su atención puesto en él, “Gaara es perfecto” “Taiga aprende de tu primo” será un doncel hermoso, así lo describían los demás. Yo no era como él… je-mostró una sonrisa amarga en los labios-Era un niño que se metía constantemente en problemas y que sus padres reprendían una y otra vez. Mi padre… me levantó la mano muchas veces, Gaara recibió amor de su familia, pero yo era hijo único y no tenía en quien apoyarme. El padre de Gaara, tenía un hermano gemelo… él conoció a mi madre y tiempo después vine al mundo. Quien sabe cómo, pero era la copia de Gaara, desconozco el campo de la genética. Y todavía sigo preguntándome… ¿Por qué? Porque tengo esta apariencia-lo encaró nuevamente y adoptó una postura más seria-Sin embargo… lamento que mi primo haya tenido una vida tan corta.-se llevó la mano al rostro-Creo que es hora… que mi primo descanse en paz, debo desechar este estúpido odio hacia él y vivir como soy.-se quitó la mano del rostro-Sasuke… puedo ver el dolor que reflejas es tus ojos, y sé, que estás muy arrepentido. Pero también… puedo ver en ellos el cuanto te odias, te aborreces de existir-se acercó a su lado y posó una mano en su hombro izquierdo-Has intentado suicidarte, ¿verdad?
Sasuke quedó sorprendido por sus palabras.
—Sí…-contestó en un pequeño susurro.
—No soy quien para juzgarte, sin embargo te aconsejo que pienses bien las cosas. Perdónate a ti mismo. Vive por mi primo, vive por tu hijo… y si debes ser castigado, que sea cuando tu tiempo en este mundo se agote, no cuando tu lo decidas.
—Taiga…-quedó boquiabierto-gracias-llevó la manga a sus ojos para secar el agua que escurría a sus mejillas.
—Aaaf…-suspira-Jamás he hablado tanto como hoy.-sin decir más, se acercó a la salida y tomó el picaporte-Sasuke…
El moreno lo veía de espaldas.
—Puedes irte hoy. El doctor te ha dado de alta, a ti y a Ryu.
—Comprendo.
Se retiró dejando al ojinegro para que se cambiara.
oOo
Todo había pasado muy rápido. Taiga había vuelto a su mansión para preparar sus cosas e ir a visitar a Temari y Kankuro. La relación con su sobrino había sido muy buena, prometió visitarlo en cuento volviera.
No quería admitirlo frente a Naruto y Sasuke, pero se había encariñado con el muchacho. Era la primera vez que era tío por lo que haría su mejor esfuerzo.
En cuanto Sasuke, volvió al trabajo de la empresa. Su hermano lo visitó y aprovechó para comentarle del primo de Gaara.
Todos volvían al ambiente habitual. Esto era hace dos días.
—Señor…
—¿Mm?-Sasuke no despegaba la mirada de los papeles que tenía que firmar.
—He traído su café.
Levantó la mirada y recibió la pequeña bandeja para depositarla a un lado de las hojas. La tomó con una de sus manos y le dio un trago.
—Delicioso. Gracias.
Al volverla a dejar en su lugar, inmediatamente comenzó a agrietarse.
—Se está rompiendo.
Sasuke observó como la grieta se abría paso hasta al fondo de la taza, pero era superficial.
—¡Le traeré otra!-se disculpó la muchacha apenada por su incompetencia.
—No es necesario, no se ha roto por completo. Puedes retirarte.
—Señor… creo que es un mal presagio.
—No creo en esas cosas.
—Entiendo-se inclinó respetuosamente y dejó su oficina para que siguiera su trabajo.
Eran las dos y veinte de la tarde. Los estudiantes se despedían de sus amigos y tomaban otra dirección a su hogar o esperaban el autobús.
Entre ellos, cuatro jóvenes caminaban juntos a sus hogares.
—La clase de hoy estuvo aburrida.
—Shiro-rió, Karin-Para ti, todo es aburrido.
—Pensar que en unos días tendremos el examen, no entiendo nada-exclamó abatido, Ryu.
—No es tan difícil. La cuestión es entenderlo, escribir cada detalle que el profesor resalte en las explicaciones y…
—¡Rei, ya basta!-la pelirroja tapó sus oídos-Tu forma de hablar me causa dolor de cabeza.
El ojinegro se dio cuenta que Shiro miraba repetidamente hacia atrás.
—¿Qué sucede?
—Creo que nos siguen-susurró.
—¡¿Qué?!
—Cuando cruzamos la ruta, vi a tres hombres totalmente vestidos de negro, como si fuesen a un velorio.
—Shiro, me estás asustando-comentó, Karin nerviosa.
—Aumenten el paso-habló sorpresivamente Rei.
—¡¿Qué sucede?!-Ryu comenzó a sentir pánico.
Comenzaron a correr.
—¡Atrás… ya no están!-respondió el peli-naranja.
—¡Lo sabía!-gritó, Shiro-¡¿A dónde habrán ido?!
—Caímos en su trampa. No hay nadie a la vista. Los negocios están cerrados y nos hemos alejado bastante de la escuela.
Un vehículo se apareció inesperadamente cortando su paso a la siguiente calle. Retrocedieron ante el miedo de ser atropellados.
—¡Corran en dirección contraria!-gritó, Rei.
El auto negro de vidrios polarizados abrió sus puertas por donde salieron dos hombres vestidos tal como había descripto Shiro.
—¡Se están escapando! ¡Hagan algo!
—Malditos críos-siseó a punto se perseguirlos.
—Espera-detuvo a su compañero del brazo.-Hay mejores formas de atrapar la presa, no debemos esforzarnos demasiado-sonrió sádicamente dejando a la vista su revólver del interior de su chaqueta.
—¡No podemos matarlo!
—Tú cálmate y ve como lo hago.
Corrían como daban sus fuerzas, lamentablemente debido al peso de sus mochilas les era algo incomodo avanzar. La distancia no era tanta.
—¡Muy bien! Estamos llegando a la esquina.
—Mi espalda-se quejó Karin.
Shiro no aguantando su curiosidad, se detuvo y volteó a ver a los maleantes. Sintió que su alma escapaba de su cuerpo. El arma apuntaba a…
—¡¡¡Ryunosuke, cuidado!!!-gritó, desesperado Shiro.
La taza se rompió de golpe liberando su contenido en las hojas del escritorio.
—¡Que mierda!-Sasuke rescató las hojas que todavía estaban secas, viendo como el café manchaba las demás-¡¿Qué significa esto?!
Tomó la taza partida a la mitad entre sus manos.
“Señor… creo que es un mal presagio”
—Puras estupideces-susurró-Esto no puede ser nada malo…
La bala voló a su víctima a una velocidad impactante. No tuvieron tiempo de actuar.
—¡¡Aaarrgg!!
Se puso de pie y se dio vuelta viendo la figura tirada en la calle. Sus ojos se concentraron en su querido amigo. Estaba sangrando.
—¡¡NOOOO!!-desgarró la garganta.
Y los psicópatas sonrieron.