—Shiro… ¡¡SHIRO!!
Ryunosuke soltó su llanto tomándolo entre sus brazos, viendo como el uniforme estudiantil se teñía de rojo. El de cabellos platinados, sostuvo su mano débilmente.
—Ve-vete… Vete de aquí…
—No, ¡No puedo abandonarte!-negó con la cabeza varias veces, mientras sus lágrimas descendían sin parar.
—¡¡Vete, maldición!!-gritó desesperado, su esfuerzo hizo que el dolor se intensificara en el abdomen-¡Te matarán, a Karin y a Rei también!
El ojinegro observó al frente y vio a los hombres uniformados acercarse con la arma todavía en la mano. Miró una vez más a su amigo, apretó su mano entre la suya.
—Yo… no quiero que… que mueras…
Shiro mostró una amarga sonrisa.
—No está en mí esa decisión, amigo… vete…
Ryu abrazó delicadamente su cuerpo.
—Te quiero-susurró llorando.
Shiro cerró sus ojos dejando que un par de lágrimas se deslizaran de sus ojos.
—Yo a ti…
—¡Muchacho, ven aquí!
Un escalofrió recorrió su columna vertebral ante la voz del desconocido, dejó a Shiro en el piso y miró a los malditos apresurar el paso, tiró la mochila en el piso y comenzó a correr en dirección contraria donde al fondo, Karin y Rei gritaban histéricos su nombre.
Shiro…
A medida que avanzaba, su llanto se hacía más fuerte.
—¡¡Regresa aquí maldito crio!!
—No puedo herirle, Pein me lo prohibió-recordó las palabras de su jefe, podía matar a sus amigos pero no al hijo del Uchiha. Tenía que estar en perfectas condiciones.
Ignoraron al cuerpo del adolescente agonizando, y llegaron corriendo perdiéndose en la esquina.
El conductor del vehículo finalmente salió y se acercó con indiferencia al chico que demostraba problemas al respirar.
Sacó su revólver de la gabardina y la apunto hacia el rostro de Shiro.
—No puede haber testigos, muchacho, descuida… no sentirás dolor.
Shiro cerró sus ojos e intentó pensar en otra cosa ante sus últimos segundos de vida.
Tenía miedo, pero su miedo no duraría mucho.
Adiós, amigos… adiós padre…
Y el arma disparó.
oOo
—¡Corran! ¡No paren!
Los sujetos venían tras ellos, Karin dejó caer su mochila y Rei también lo repitió.
—¡Shiro! ¡Mataron a Shiro!
—¡Ryunosuke, ya cálmate!
Sorpresivamente una bala voló contra un poste, Karin cayó horrorizada.
—¡Nos están disparando!
—Levántate-Rei la tomó de la muñeca y la levantó de un salto-No tenemos tiempo que perder…
—¡¡Hijo de Uchiha Sasuke, si no paras en este instante, te aseguro que le volaré la cabeza a tus amigos y esta vez no fallaré!!-le advirtió el portador del arma de fuego.
Ryu paró de inmediato.
—Me buscan a mí…-susurró. Miró a sus amigos quienes estaban agitados.-Chicos…
—¡No te atrevas a pensarlo!-Rei sabía lo que haría.-¡No vamos a dejarte!
—Quiero que se vayan, ahora-ordenó-me quieren a mí, apenas vaya caminando hacia ellos… quiero que corran. Que corran con todas sus fuerzas, porque no hay garantía que los dejen con vida una vez me tengan en sus manos. ¿Entendido?
Los maleantes veían al grupo hablar y esperaban una respuesta rápida. Observaban a sus alrededores comprobando que no hubiera nadie caminando.
—Ryu…-susurraron al unisonó.
—Tal vez no vuelva a verlos…-sollozó, abrazó a ambos con fuerza-Díganle todo a Naruto y avisen a… a Sasuke-se separó de ellos.
—Lo haremos-sollozó, Karin.
Ryu les dio la espalda.
—Está bien, iré con ustedes-sentenció serio y caminó hacia ellos.
Apenas vieron esto sus amigos, comenzaron su huida tomando otra ruta.
Ryu vio como intentaban disparar a sus amigos en el otro extremo pero era en vano. Habían logrado escapar.
—Eres duro de atrapar, chiquillo-lo jaló de la muñeca y ambos partieron a donde estaba el vehículo.
—¡¿Dónde está?!
El azabache era agarrado por el otro secuestrador, notó que el conductor del auto no estaba y el cuerpo de Shiro, tampoco.
—¡Maldita sea! Esto es malo-susurró-Ni siquiera hay señales del cadáver del niño-miró el pequeño charco de sangre en la calle que era la única pista que había.
—Sube al auto.
—Pero…
—No nos importa él, lo que interesa ahora es llevar al chico con Pain, solo eso.
El otro suspiró.
—De acuerdo. Adando, mocoso-empujó a Ryu en el interior del auto y partieron de ahí hacia su escondite.
oOo
Entró a la empresa tambaleando, la recepcionista y el resto de empleados lo miró alarmado.
—¡¡Señor, señor está sangrando!!
—Traigan a Sas-Sasuke… ¡YA!-escupió sangre ante el esfuerzo de levantar la voz.
La gente comenzó a correr hasta la oficina entre ellas, la secretaria que abrió la puerta de golpe gritando a su jefe desesperada.
—¡¡Señor, Sasuke!!
—Tks…-dejó de firmar los papeles y prestó atención a la muchacha de voz chillona-¿Por qué gritas?
—¡Afuera! ¡Su hermano vino a verle, él esta… esta herido!
—Mi hermano…-se levantó de la silla y salió corriendo de la oficina topándose con sus empleados reunidos al fondo-¡A un lado!-gritó molesto.
Se le heló el pecho al ver la imagen de su hermano. Sentado en una silla se agarraba el estomago con fuerza, de su boca se deslizaba un poco de sangre.
—¡ITACHI! ¿Qué paso? ¡¿Quién te ha hecho esto?!-se inclinó frente a él mostrando dolor en sus ojos.
—Sasuke… no hay mucho tiempo. A Ryu, van a secuestrarlo. Me atacaron en el departamento, me subieron a un auto…-escupió sangre antes de continuar.
—¡Hermano, no te esfuerces!
—Lo importante ahora… es tu hijo, Sasuke. Van por él… Y sé donde lo llevaran…
—Llamaré a Naruto, el puede encargarse de buscarlo. Necesitas atención medica-se puso de pie-¡Llama a una ambulancia, rápido!-gritó a su secretaria.
—¡Si, señor!-salió corriendo.
—Sasuke… debes… ir con Ryu, él… te necesita…-comenzó a cerrar sus ojos, el sangrado no paraba.
—¡No! ¡No, Itachi, no cierres los ojos!-lo sacudió de los hombros.
El mayor sonrió débilmente.
—Ve por Ryu…-susurró. Cayó inconsciente en la silla con la mano en su estomago.
—¡¡ITACHI!!-Sasuke abrazó a su hermano y agua salada comenzó a escurrir de sus ojos.
oOo
El menor fue tirado al piso bruscamente, rodeado por varios miembros del grupo de Pain.
—Traído en bandeja de plata, jefe-rió.
Pero Pain no estaba nada contento, ni el resto tampoco.
—¿Sucede algo?
—El hermano del bastardo… escapó.
—¡¿Qué?!
Pain se acercó a Ryu y lo tomó de los cabellos con fuerza.
—Tal parece mocoso… que eres nuestra única fuente de dinero.
—¡Sasuke les pateará el culo a todos ustedes!-gritó sonriendo de medio lado.
Los otros comenzaron a reír como lunáticos.
—Ja, ja, aprecio tu sentido del humor en este momento. Sin duda, eres digno del apellido Uchiha.
—¡Soy Namikaze!-escupió con odio.
—Aunque te cueste admitirlo, tienes sangre Uchiha, niñato.
—Señor… deberíamos irnos ya.
—Tienes razón-soltó a Ryu-Deidara, tú te ocuparas del muchacho.
—¿Yo? Pero, señor…
—Es tu completa responsabilidad, si el chico escapa, Deidara…-su voz se volvía fría-No querrás imaginar lo que te haré.
El rubio tragó en seco y sintió su cuerpo temblar del miedo. Tomó al azabache del brazo y junto con el resto se decidieron a abandonar el viejo galpón.
Itachi había descubierto donde se ocultaban. Lástima que sería demasiado tarde para cuando llegaran.