—¿Sasuke?
El moreno dejó caer el teléfono al piso pasándose las manos por la cabeza en un gesto de impotencia absoluto.
—Eran ellos-susurró, intentando mantener el control.
—¿Quienes?-preguntó, con miedo y bajito.
—Los secuestradores, Naruto.-se levantó del sillón.
—¡¿Está vivo?!-gritó, Karin y Reí sumamente aliviados.
—Por ahora-comentó fríamente-Tengo hasta mañana para entregar el dinero que está depositado en el banco. Si demoro más de la cuenta van a… a matarlo-le tembló la voz.-No puedo llamar a la policía, dijo que lo sabrían de inmediato y no dudarían en acabar con su vida.
—Malditos-el rubio apretó sus nudillos-¡No tienen corazón!
Sasuke miró su reloj, eran las cinco de la tarde. Suspiró, lo que acontecía ahora no era nada bueno.
—Nos vemos mañana. Chicos, vayan a sus casas, harán preocupar a sus padres.-se acercó a la salida.
—Sí, señor-respondieron decaídos.
—Sasuke.-la voz de Naruto se oía quebrada.
El ojinegro se detuvo dándole la espalda en la puerta.
—¿Qué harás, ahora?
—Enfrentar el dolor, dobe… la pérdida de un hijo es muy doloroso.
—¡Voy contigo!-gritó de inmediato.
—¡Nosotros también!-alegó, Kei-¿Va a ver al padre de Shiro, verdad? Nosotros debemos decirle que su hijo, fue muy valiente.
—Tks-gruñó-Bien, vamos en mi auto-los demás asintieron.
El blondo cerró su casa, y cruzaron la calle para subir al vehículo del azabache.
oOo
—¡NO ES CIERTO!
—¡Suigetsu, cálmate, por favor!-Sasuke lo contuvo con sus brazos.
—¡¡¿Cómo quieres que me calme, imbécil?!! ¡Mi hijo está muerto! ¿Dónde está el cuerpo? ¡¡Quiero verlo!!-intentó zafarse del agarre de su compañero, pero era inútil en su estado de dolor-¡Quiero verlo con mis propios ojos!
Karin y Kei veían la escena con los ojos aguados, Shiro había sido uno de sus apreciados amigos, era el divertido y bromista del grupo. Siempre intentaba ayudar cuando algo salía mal, lástima que ahora, él no estaba.
—Lo lamento mucho, Suigetsu, de verdad lo siento-sollozó el rubio.
El padre del joven fallecido mostraba signos de ira y tristeza. Respiraba agitado entre el fuerte abrazo que Sasuke le daba intentando aplacar su furia.
Dejó de removerse en los brazos de su amigo, para finalmente tranquilizarse poco a poco.
—¿Por qué… él?-sollozó-Mi hijo era… un chico humilde, no era un buscapleitos, solo quería divertirse junto a los demás. Mi hijo no se drogaba, no tomaba alcohol, no peleó con nadie en la escuela, era tranquilo…
—Perdóname, Suigetsu…-Sasuke derramó una solitaria lágrima de sus ojos-Querían a mi hijo.-murmuró.
—Shiro fue muy valiente.-añadió la pelirroja-Venían detrás de mí y Rei. No pude ver bien lo que paso, solo escuche…-Karin comenzó a llorar, Kei posó su mano en su hombro-Como… gritaba a Ryu, le advertía que le iban a disparar. Cuando llegamos a la punta… nos dimos vuelta y vimos el horror en la calle.
Suigetsu se mordió el labio inferior y lloró en silencio, escuchando cada palabra de la boca de Karin.
—Le había disparado, no sé en qué parte del cuerpo, pero Ryu lo tenía entre sus brazos y hablaban… estoy segura que Ryu quería llevarlo con él, pero la herida y los hombres a un paso de ellos, no había forma que pudieran salir con vida los dos. ¡Tuvimos que abandonarlo!-rompió en llanto-¡Dejamos morir a Shiro!
Sasuke cerró sus ojos y sintió como Suigetsu era dominado por el mismo demonio.
—¡No, detente!
Escuchó el grito del rubio, sintió que perdía el equilibrio, sintió el dolor puro en su estomago, luego…
Cayó inconsciente.
No lo odiaba, Suigetsu había hecho lo correcto, por su culpa, su hijo estaba muerto.
—Teme…
El dolor era insoportable. Se sentía cómodo en donde estaba, una cama, sus ojos comenzaron a abrirse, la imagen de Naruto fue lo primero que captó.
—Naru… to… aagh, joder, como duele-se llevó la mano al estomago, intentando vanamente contenerlo.
—Mañana tendrás un moretón allí-suspiró-Lo siento, no lo vi venir-admitió.
—No te disculpes, lo merecía-sus ojos miraban el techo de la habitación del rubio.
—No es cierto. Fue… fue obra de esos desgraciados, tu no tuviste la culpa-defendió.
—Ryu, es mi hijo, y a pesar de no tener mi apellido, lleva mi sangre. Lo tenían en la mira por mí, Naruto, y yo perjudiqué a mi hijo y a sus amigos.-se acostó de manera que diera la espalda al oji-azul, no deseaba verlo.
—Sasuke…-sintió la mano de Naruto en su hombro-No me ignores, teme-reclamó-¡Tú, no tuviste la culpa!
—¡Deja de defenderme, joder!-Sasuke explotó, enfrentando su mirada de ojos llenos de lágrimas-¡Naruto, ya basta! ¡Ya no aguanto más esto, Dios! ¡DIOS!-se tomó la cabeza con las manos en un intento de esconder todos los problemas que se aparecían.
—Teme…-lo rodeó con sus brazos-Por favor, llora, llora todo lo que quieras…
Sasuke se sintió vulnerable entre sus brazos, dejó caer su cabeza en su pecho y sus brazos rodearon la espalda de Naruto con fuerza.
—No soporto esto…-gimió con dolor.
—Lo sé-susurró, el blondo-Los haremos juntos, no tienes que hacerlo solo, Sasuke.
Al cabo de un tiempo, el azabache cayó dormido en aquel cálido abrazo, Naruto sonrió y lo acomodó en su cama, arropándolo.
—Descansa-susurró, en la fría noche, cerró la habitación, dormiría en el living.
oOo
Hijo…
Ryunosuke, tu padre, te salvará.
Él te ama, Ryunosuke, te ama mucho.
Por favor, no lo odies, el odio es veneno, lastima a las personas que más amamos. Las aislamos de nuestras vidas.
Te amo, hijo.
—¡Oye! ¡Oye, despierta!-gritó aterrado, moviéndolo.
Sus ojos negros se abrieron asustados mirando a Deidara frente a él, muy preocupado.
—Dios, al fin. Llevo gritándote durante minutos, respirabas agitado.
—Tú… me… ¿Hablaste?
—Te gritaba-respondió en un suspiro, sentándose a su lado.
—¿Qué decías?-estaba acostado sobre el sofá.
—Solo que despertaras-aseguró-Estabas respirando agitado, ¿te sientes bien?
—Un mal sueño-respondió, sentía algo de sudor en su frente-Todavía no estoy seguro-admitió.
—Entiendo-se puso de pie-Iré por la cena, no intentes nada raro ¿Entendido?
—Okey.-suspiró.
Observó a Deidara ir a la cocina, el corazón le palpitaba descontrolado.
—¿Que mierda fue eso?
Te amo, hijo.
Los ojos comenzaron a humedecerse.
—¡Joder, porque estoy… llorando!-sollozó.
oOo
—Tic-Tac-Tic-Tac…
—¡Cállate!-gritó molesto.
—Hey, nadie me calla, Kakuzu. Estoy aburrido, necesito matar a alguien.-siseó, molesto—¡El Dios, Jashin, necesita más almas que salvar! ¡Necesita más muertes!
—Y yo más dinero-respondió con indiferencia-Es por eso, que iremos mañana al banco. Tendré mis cantidades de dinero y tú, toda la sangre que desees.
—¡Sí! ¡Sangre, mucha sangre para el Dios Jashin, ja, ja, ja!-reía como lunático-¡Verlos retorcerse de dolor en el piso es tan exquisito!
—Todavía, no sé, como llegamos a ser compañeros-habló fríamente—¡Duérmete ya!-gritó a la pared, que correspondía a la habitación de su otro compañero.
—Sangre. ¡Morirán todos, todos los del banco, que delicia! Ja, ja, ja, ja.
—Tks… enfermo.
—¡Ja, ja, ja, muertes, que hermoso!
(Continuará)