Por instinto retrocedió, pero el Uchiha con esa típica sonrisa suya avanzó lentamente.
—¿Qué? ¿Qué quieres?-tartamudeó.
Se sentía totalmente indefenso. El muro que había logrado levantar a su alrededor para dejar de sufrir ahora con tan solo ver al moreno, se estaba desplomando rápidamente.
No estaba preparado para enfrentarlo. No solo. Y se maldijo mentalmente el no pedir que alguien le acompañara. Con el Uchiha solo, estaba perdido y lo sabía.
Quedó acorralado entre una de las puertas del sanitario. El moreno sin quitar esa odiosa sonrisa puso su mano sobre la puerta provocando muchos nervios al rubio, porque la cercanía de sus rostros era demasiada.
—Naruto-susurró con mucha sensualidad.
Acercó sus labios al oído del ojiazul. El rubio estaba paralizado, atontado con esa bella voz. La voz de la persona que amó con todo su corazón y se lo rompió de un día al otro en miles de pedazos.
Se sentía mal, muy mal. Porque todavía lo amaba, y la prueba directa de ello estaba nada menos que al frente de él. Era débil. Débil ante Sasuke, su alguna vez Sasuke…
—Naruto, te vez tan hermoso así-la mano desocupada bajó hasta la cintura del contrario, dio unas leves caricias. Subió tocando su pecho, sintiendo la respiración agitada del blondo.
Sonrió con orgullo.
—¿Te has puesto así para mí? ¿Para que vuelva contigo?-preguntó divertido sin detener ese candente movimiento, comenzó a acariciar uno de sus pezones por sobre la camisa fina.
—No… no…-contestó apenas audible. No le daría gusto al bastardo, pasara lo que pasara—No cambié por eso. Solo quiero pasar página.
Se sentía estúpido. Porque el moreno pese a no agarrarlo de las manos o de otra parte, pese a estar completamente libre no podía moverse. Estaba tieso ante esas caricias.
—¿Avanzar?-cuestionó—Ja, dobe-sus labios se pasearon por su cuello comenzando a succionar una pequeña porción de piel. Tomó fuerte al rubio de la cintura mientras degustaba su cuello e iba descendiendo lujuriosamente por su camisa entreabierta.
—Ahh… de-detente-puso sus manos débilmente en el pecho del azabache para alejarlo—¡Déjame! ¡Déjame en paz!-levantó la voz.
No pudiendo evitarlo. Sus ojos comenzaron a largar lágrimas de impotencia y dolor.
Y quiso morir, porque a pesar de estar llorando de manera dolorosa, Sasuke seguía sin inmutarse y colando sus manos debajo de su camisa.
La boca del moreno mordió el lóbulo de su oreja incitándolo a caer en sus encantos. Naruto tenía una necesidad irresistible de abrazarlo y fundirse con él, no importando que pasara luego.
—Me excita el solo hecho de verte llorar Dobe-musitó separándose y lamer su mejilla—¿No te gustaría hacerlo aquí?-preguntó con una pícara sonrisa.
—¡Déjame en paz!-gritó molesto. Aquella acción le había costado mucho.
—Todavía me amas, ¿verdad?-acarició una de sus mejillas—¿No te agrada la idea de estar conmigo una vez más?
El llanto no paraba. Le lastimaba tanto el hecho de escucharle, de darle caricias como esas.
—Te…amo-admitió, mirándole fijamente. La sonrisa del moreno se ensanchó por completo—Pero no pienso liarme contigo. ¡¡Nunca más!! ¡¡NUNCA!!
Cerró sus ojos con fuerza y miedo ante el estruendo detrás de él. Sasuke había golpeado la puerta con furia. Lo tomó de la solapa de la camisa obligándolo a mirarlo.
—¡Entiende una cosa, Naruto, tú eres el culpable de seducirme! Puedo hacer lo que quiera contigo.
Tembló, tembló ante sus palabras. ¿Iba a violarlo?
Fue testigo de cómo la persona que alguna vez amó comenzaba a desabotonarle la camisa desesperadamente, y él tan solo permanecía inmóvil como una estatua.
¡Muévete!
Los labios del moreno comenzaron a marcar su pecho mientras sus manos acariciaban su cintura y posteriormente su espalda.
¡¡Muévete idiota!!
Escuchó el sonido de la cremallera de su pantalón deslizarse hacia abajo. Los besos del moreno besándolo por debajo de sus pezones e ir más abajo, se estremeció ante la repentina lengua en su ombligo.
¡¡Muévete, maldita sea!! ¡¡Están abusando de ti!!!
—Eso es-susurró el ojinegro—Quédate así y yo haré el resto. Vas a disfrutar mucho, Dobe.
Sus lágrimas no dejaban de surcar sus mejillas. Lo amaba, amaba tanto a ese bastardo, su cuerpo no reaccionaba.
¡¿Por qué?! ¿Por qué extrañaba sentirlo así?
Pero no había amor de por medio. Solo deseo. Sasuke solo le deseaba, una punzada estrujó brutalmente su corazón. Entrecerró los ojos ante el dolor. El dolor de que no lo amara realmente.
Sasuke se limitaba a besar su abdomen. Lamerlo.
Kiba, dice lo correcto. Ignóralo. Y no te preocupes, nosotros estaremos contigo tanto a la entrada como a la salida. Haremos lo de siempre, antes Sasuke te acompañaba a casa, ahora todos nosotros lo haremos pero si llegara a pasar que estás solo, eso es lo primordial. Hazte respetar Naruto. Porque él ya no tiene nada que ver en tu vida.
Recordó claramente el comentario de uno de sus amigos.
“Hazte respetar, Naruto”
“Ya no está involucrado en tu vida”
—Mmm, Dobe-se enderezó y acercó su rostro a escasos centímetros de sus labios—Sé que me deseas, bésame-ordenó en tono lujurioso.
“Hazte respetar, Naruto”
Su cuerpo se movió finalmente. Apretó con fuerza la mano formando un puño y estampárselo a Sasuke directo a la mejilla izquierda. Solo eso bastó para que el Uchiha callera sentado al suelo con un tremendo dolor en el rostro.
—¡¡VETE A LA MIERDA MALDITO!!-gritó liberando su cólera—¡Me decepcionas, me decepcionas Sasuke! ¡Gaara espera un hijo tuyo y tú, tú me tratas…-!-ahogó un sollozo. El nudo en la garganta comenzó a dificultarle el hablar—L-lo estás traicionando…
Se acomodó como pudo la vestimenta. Corrió dispuesto a la puerta y salir huyendo de ahí. Escuchó como el moreno se levantaba rápidamente.
—¡Espera, maldición!-masculló Sasuke, llevándose una mano a la mejilla por el fuerte dolor.
El rubio tomó el pomo y fue abriendo la puerta ante los pasos del Uchiha a sus espaldas.
—¡¡Que pares!!-lo tomó con brusquedad del brazo.
—¡Suéltame!-comenzó a forcejear.
—¿Interrumpo algo?
Ambos miraron al frente un tanto sorprendidos. Detuvieron toda acción y Sasuke soltó al rubio.
—¿Podrías apartarte de él. Naruto?-pidió amablemente con una fingida sonrisa. Luego su rostro cambió drásticamente bajo una penumbra peligrosa y fulminó con una mirada afilada al Uchiha.
—¡¡Voy a golpearte, Uchiha Sasuke!!
—¡¡SAI, DETENTE!!
(Continuará)