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Me siento como un monstruo. por Naoko-san

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Notas del capitulo:

Bien, segundo capítulo editado y mejorado.

Disclaimer; Naruto no me pertenece.

;B

 

Estaban allí, en la bodega abandonada.

El mayor le miraba asustado, sorprendido y arrepentido.

¿Muerto? ¿Pero qué estupideces decía el otro?

— ¿Muerto? —Bufó—, no vengas con estupideces mocoso.

—No soy un mocoso—gruño con enfado Sasuke—, ¡Soy bajo, no débil!

—Ese no es el caso…—ignoro al otro—, no entiendo eso de ‘muerto’

— ¡Pues escúchame! —exclamó.

—Pero es que no entiendo, ¿muerto? —bufó nuevamente—, eso no es coherente.

—Tu existencia tampoco es un hecho coherente, ¿Sabes? —Gruñó por lo irritante que podía ser el blondo—, déjame hablar. Estoy muerto, no siento nada, no tengo sentimientos, soy un ser frío y arrogante, no tengo vida y me da igual si mi madre muere, me da exactamente igual que tú seas un animal que no sepa controlarse y haya asesinado a sus padres, eres un monstruo. Sí, ¿y?

El rubio se impresionó, aquellas palabras le dolieron bastante.

Enojado, tomo al otro del cuello, levantándolo del piso.

—Te crees muy listo, ¿no? —se acercó al cuello del menor, el olor era aún mejor que de la mujer ya muerta, pero tenía saciada su sed, además de que Sasuke no tenía ‘vitalidad’ que absorber—, te da igual herir a las personas, ¡pero al parecer no tienes idea de lo que éstas han pasado en su vida!

—¿Y a mí qué? — Pregunto molesto—, aunque supiera todo tu ‘dolor’, me daría igual. Eres molesto e irritante, y eso lo sé sin conocerte. Por mí todos pueden morir.

—¿Qué acaso no sientes? ¿Acaso no sientes dolor, o algo? —le apretó más el agarre, el otro ni se inmutó.

—Dejé de sentir algo en el momento que le has quitado la vida a mi madre, no. No es por que la apreciara tanto que su muerte me haya trastornado. Yo estaba ligado de vida con ella, yo soy alguien defectuoso, tengo una sangre experimental y he sido manipulado para estar ligado a su vida, si yo muero ella muere, y se supone que si ella muere yo muero, su vida me alimentaba la mía, soy un monstruo o un parásito, tal vez peor que tú.

—Te juro que no entiendo nada, pero nada de lo qué dices—musitó Naruto.

Sasuke se golpeo la frente con la palma, tratar con el blondo era difícil.

—Mi madre era un tipo de monstruo avanzado, según ella invencible—comenzó nuevamente—, ¡hasta que apareciste tú, y la mataste! —se burlo del rubio—, ella no nació así, ella era agente de policía junto a mi padre, se conocieron allí, pero conoció la sangre de monstruo y la consumió, comenzó a ser su vicio, cuando nací yo todo se desmorono, ella dejo de cuidarme, dejo de ser una buena madre y se dedico a asesinar monstruos para su incrementación de poder. Estaba loca, y me da igual haberla perdido.

—Con esto que me dices, sigo sin comprender.

Si las miradas mataran, Naruto ya estaría unos metros bajo tierra.

—Su sangre era rara, por lo que al nacer yo, su energía vital se dividió en mí y en ella, algo que no paso con mi hermano. Ella dependía de mí y yo de ella, ella me alimentaba de una sustancia que me hacía mantenerme vivo, por que nací muy debilitado a sus ojos y soy dependiente de algo que me haga latir el corazón, si no fuese por ella y su medicina, mi corazón no latiría, ¿comprendes mejor?

—Algo…—respondió algo confundido.

Sasuke quería golpear al otro, se pregunto por qué le contaba todo si era un simple extraño.

Naruto se acercó hasta tenerlo solo a un metro de distancia, le tomo del brazo y le obligo a caminar.

—Te cuidaré, eres sólo un niño y estás completamente solo, yo igual.

—¿Alguna vez te pedí tu ayuda? ¿Por qué no me dejas morir y ya? —pregunto enojado, no quería la lástima del otro.

—No sé, es mi conciencia la que me molesta—dijo sin soltarlo todavía—, irás conmigo y te ayudaré a mantenerte vivo.

Siguieron caminando, Naruto aun seguía en su otro estado, pero podía controlarse; el deseo de sangre ya no le controlaba.

Sasuke sentía las filosas garras en su muñeca, apenas las sentía. No le había mentido al otro sobre sus sentimientos, y lo de no sentir dolor.

Se dejo llevar, no tenía ganas de oponerse. Gastaría energía, preciada energía que podía usar para encontrar alguna forma de mantenerse vivo; si no se equivocaba tenía unas cuantas horas antes de caer muerto.

Caminaron hasta llegar a la salida de la bodega, al salir de allí los rayos impactaron en la cara de cada uno, haciéndolos cerrar por reflejo los ojos.

Con la mano libre, cada uno se dio sombra hasta que llegaron a un lugar más apartado, se emprendieron camino al departamento del rubio.

El blondo se negaba a soltarlo y le explico que le daba exactamente igual asistir a clases; no perdía nada saltándoselas.

Llegaron a la residencia, un terreno amplio con dos edificios de color damasco, con una reja blanca sucia y un conserje que dormía.

Sasuke miro con desprecio al hombre, tenía una botella de whisky en la mano y en la otra un cigarrillo.

Naruto aún sin soltarle, le guío por unas escaleras hasta el tercer piso, abrió con la llave exasperado—ya que no era capaz de encontrarlas—y entraron.

El menor, miro hacia todos lados. Le dio asco el olor que salía del comedor.

—¿Vives en esta pocilga? —hizo una mueca.

—Eres molesto mocoso—le dijo ignorando los demás comentarios sobre el departamento.

Cuando por fin Naruto soltó al otro, le ordeno que no se moviera del lugar.

Se perdió en los pasillos del departamento mientras Sasuke miraba con impaciencia, dio un resoplido y miro el techo aburrido.

Noto lo raro que era no tener pulso, vio sus manos y estaban más pálidas que de costumbre, también tenía muy fría la piel.

Sintió como si alguien se hubiera caído, noto como el rubio volvía corriendo sobándose la cabeza.

Noto que se esforzaba para calmarse, los ojos rojos le miraban con ira y antes de que Naruto pudiera hacer algo imprudente, tomo una de las pastillas que tenía en sus manos y la trago.

Sasuke quedo atónito mirando como en el chico, desaparecían los ojos rojos dejando los azules, las marcas en su cara volvían a ser finas y sus colmillos volvían a ser de humano.

—¿Podrías decirme que fue eso? — pregunto Sasuke.

—¿Pues esperabas que yo anduviera con esa apariencia todo el día? —bufó.

—No seas idiota—dijo cortante—, quiero irme. Me aburro, necesito encontrar alguna forma de sobrevivir.

Naruto ignorando al otro, saco otra pastilla del frasco y se la tendió a Sasuke.

—¿Qué rayos es eso? —pregunto con poco ánimo.

—¿Quieres vivir, no? —agarro la mano de Sasuke y se la dejo en la palma con hostilidad—, pues tómatela.

—¿Se puede saber qué rayos es? —la miro, la olió y a Naruto le exaspero la mueca de asco que puso el menor—, huele asqueroso. Como este lugar.

—Es medicina, me mantiene al tanto de mi conciencia y quiero probar, ¿Qué no confías en mí?

—¿Debería? —Pregunto con sorna—, me caes mal. Eres irritante, te conocí hace menos de una hora y mataste a mi madre; quién me mantenía vivo. Dime como confiar en un monstro como tú.

—¡Por qué quiero mantenerte con vida! —le interrumpió, el mocoso lo tenía harto.

Sasuke volvió a mirar la pastilla, le arrebato el frasco de las manos del blondo y lo leyó.

Lo dejo caer dé la impresión y le devolvió enojado la pastilla al mayor.

—No pienso ingerir eso.

—¿Qué? —se sorprendió por el tono de voz tajante del menor—¿Por qué?

—Me prohibieron exclusivamente que tomara aquella medicina, mi madre se la dio a mi hermano mayor para experimentar y jamás volvió a casa—explicó calmado, como si fuera lo más natural del mundo decir eso.

—Y tú tan tranquilo…—bufó Naruto—. Supéralo, tu madre está muerta y las ordenes que te dio ya no deberían atarte.

Le dijo con total veneno, si el moreno podía herirlo y decirle cosas sobre su vida, ¿por qué el no?

Pero no se espero que al otro le diera igual, Sasuke alzo la vista y conecto los ojos con el otro.

Al menos unos diez centímetros les diferenciaban en altura.

—No la tomaré, y ya está—le tiro la pastilla en la cara—¿No te ha quedado claro?

—Eres orgulloso, arrogante…—Naruto tomo la pastilla, la introdujo en su boca—irritante, y sobre todo te crees la octava maravilla del mundo. Me da asco tu personalidad, pero eso no evitará que te salve.

Sasuke no entendió hasta que Naruto se puso a su altura, le sujeto con fuerza el mentón y le beso. Traspasándole la pastilla y obligándolo a tragarla.

Sasuke le mordió la lengua enojado y le empujo, de la comisura de la boca del blondo descendía su propia sangre.

Bien, decían que el primer beso era hermoso y cálido.

Aquello para ambos fue una absoluta mierda, la sonrisa retorcida de Naruto al cumplir su propósito y el miedo que trataba de ocultar Sasuke.

Definitivamente aquello no se quedaría así.

 

 

 

 

Notas finales:

En fin, el tercero próximamente editado y me daré el trabajo de hacer el cuarto.

¡Gracias por leer! ¡Adiós!

 


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