Bajo tranquilamente las escaleras al sótano, recordaba el enojo del dios, creyó que lo mejor sería dejar que se calmaran las cosas, entro en la habitación, el moreno lo esperaba sentado enfrente de su ajedrez, no le miraba, solo a sus piezas, tenía sus piernas cruzadas y sus manos igual-juegas?-su voz se escucho apesadumbrada, Manigoldo se sentó enfrente, jugar no era su fuerte, el juego le aburría.
-Veo que te pusiste la ropa-Manigoldo movió su primer peón, ese chico se veía mal, no hubo respuesta, pero el juego continuo, pieza a pieza ambos permanecían en silencio, Thanatos se concentraba, sus ojos negros respondían con relativa rapidez a las movimientos torpes de Manigoldo-el juego me aburre-Manigoldo acostó a su rey, Thanatos jalo la manga de su suéter con brusquedad-Qué haces?-Thanatos rápidamente le soltó y se levanto de su silla dándole la espalda.
Manigldo se acerco, ¿estaba molesto?, ¿triste?, llevaban casi un mes desde que comenzaron a verse, pero era la primera ocasión que lo veía de esa manera, tan…confundido-no recordaba lo mucho que dolía…-Manigoldo escucho la frase dicha con pesadez, pensó en abrazarle, pero si le tomaba como otra cosa, no podría seguir escuchándolo.
-Qué?-los ojos negros y profundos chocaron contra los suyos, se veía un brillo diferente en ellos, Thanatos se acerco a él, no le temía, por lo tanto no retrocedió, el dios sacó una bocanada de aire huyéndole a la inspección-qué es lo…?-la pregunta se perdió en los labios rosas de Thanatos, su mano acariciaba el rostro de Manigoldo con sutileza, con miedo a que este le fuera a escapar, Manigoldo, con el mismo temor, puso sus manos sobre la cintura de la muerte-qué te pasa?-al tomar nuevamente el aire sintió el dulce frio recorrerlo como la última vez, Thanatos se alejo, le dio la espalda, el mismo estaba respirando con fuerza, sin la vista de Manigoldo analizándole se desato el primero botón de su camisa, con dificultad para respirar en silencio.
Manigoldo se le acerco de nuevo, y para su desconsuelo sin volverle a tocar-en serió quieres saber?-Manigoldo pudo ver su perfil, una mano yacía sobre su pecho, intentando calmar su alterada actitud, mientras que su rostro estaba con un sonrojo casi invisible.
-…claro…-Manigoldo tomo la muñeca que ayudaba a Thanatos sostener su pecho, este con repentina amabilidad acaricio su cabello, su cara, su cuello, poco a poco hasta posarse en su pecho, su cara ahora se recargaba en su hombro, Manigoldo era más alto, respirando con la misma dificultad, el frio en sus entrañas era demasiado para mantenerlo encerrado.
Manigoldo sintió el pesar en su invitado, sus brazos le rodearon, e imitando sus manos, acaricio el rostro agobiado del dios-helado?, así es la muerte-Thanatos estaba frio cual cadáver, Manigoldo entonces volvió a tomar sus manos, de un instante a otro su cuerpo era más frio que el templo de acuario.
-Qué te pasa?-pregunto con preocupación, en su vida pensó que un dios pudiera enfermar, su actitud le retaba, pero su cuerpo era otra cosa-que…mm…-nuevamente el dios había reclamado sus labios, esta vez con más demanda, sus manos impedían a Manigoldo cualquier tipo de escape, le transmitió un poco de esa sensación bestial que le arranco el aroma de Alabaika tan fácilmente.
Las caricias aumentaron, Manigoldo no se hacía del rogar al sentir las manos del moreno pasearse en su cuerpo, ambas, sumamente entretenidas explorando, una se aferraba a su espalda, negándole alejarse del cuerpo ajeno, otra, colada debajo de su suéter, buscaba con ansias acaparar su abdomen y pecho-…ah…-Thanatos suspiro, recargándose de nuevo en su hombro, pensó en descansar, no por el hecho de haberse movido, más bien por la fuerza que utilizaba para controlarse, pero esa idea se desvaneció inmediatamente, las manos de Manigoldo, posadas en la cintura del dios fueron arrebatadas de su lugar, Thanatos entrelazo sus dedos con ellas, pegó ambos pechos, mientras cerraba los ojos sin dejar el fornido pecho de Manigoldo.
-Ah…-Manigoldo gimió quedito, Thanatos guiaba una de sus manos sobre su propio cuerpo, le estaba incitando a tocarlo, pero no le dejaba verlo-Thanatos…-ya sin la guía de dios de la muerte, Manigoldo acariciaba su entrepierna por encima de la tela, con suavidad, pero con firmeza suficiente para saber que a piel estremecía.
-Ah!-las piernas de Thanatos temblaron y se sujeto de Manigoldo, le besó, con fuerza, sus dientes se encajaron en la lengua del caballero sin llegar a dañarlo, recorrieron sus labios, peleo por el control de su boca, más Manigoldo no le permitía adueñarse, Cáncer le ahogaba, buscaba aire y él se lo arrebataba, chupaba sus labios e incluso sentía su lengua entrar en su garganta-nhg!-Manigoldo estaba contra la pared, Thanatos busco hacerle lo mismo, tomar su virilidad y obligarlo a cederle, una mano se mantenía segura en su hombro, pero la otra, encontrando su objetivo, no le imito, le amenazaba con instintiva fuerza a obligarlo a correrse antes-ahh…ma…manigoldo…-ese nombre, le encanto escucharse a si mismo decir el nombre de su captor-Ahh!!-Manigoldo jalo a Thanatos al suelo, sentándolo sobre él, sintió los esfuerzos del otro por levantarse, pero no se lo permitiría, no después de haber llegado ya tan lejos
-Quédate quieto…-Thanatos lamia su cuello y buscaba sus labios, pero sus manos se apoyaban en el suelo para levantarse-tranquilo…-noto la desesperación contradictoria de Thanatos, no parecía desear soltarle, pero tampoco permanecer con él.
-Alto!-Thanatos se alejo bruscamente, desaliñado, se detenía en cuatro sobre el suelo-…no…no me tomaras en el suelo!-respiraba con dificultad, se notaba en su cara el deseo por regresar a él, llevaba una lucha interna, sus deseos estaban floreciendo cual animal en celo, pero él no era así, no era un humano corriente que sucumbiera ante la pasión.
-Esto me gusta-Manigoldo le rodeo, casi subiéndole encima, Thanatos rio, “esto”, no era tan idiota como imagino-y no veo que desaparezcas-Thanatos se mordió el labio, no le obligaba con fuerza, si no con palabras, su presencia, su olor, todo de él le llamaba, hacía muchísimo que no se acostaba con alguien, cometió un error al verle ese día, el pasado arremetió contra él con demasiada fuerza, y el aroma de Manigoldo, ese que atraía a la muerte no le hacía más fácil pasar el trago.
Thanatos, utilizando como pudo la poca voluntad que le quedaba, se quito a Manigoldo de encima y se sostuvo de la pared para levantarse-no pienso entregarme en una asquerosa cárcel-le miro jadeante todavía, se acerco a su mesa de ajedrez, deseando que Manigoldo arremetiera contra él y lo liberara de su orgullo-llévame a tu cuarto…no escapare-el caballero se dio cuenta de lo grave de la petición, sonriendo al pensar en las advertencias internas que se le aparecían, aun así levantándose y tomándolo de la mano, junto con la caja sellada, para llevarlo a su cuarto.
Thanatos se acerco, complacido con su acción, fue de cerca, subiendo las escaleras, admitía la sorpresa a su rápida respuesta, no preguntaría por qué lo hacía, muy probablemente lo estuviera necesitando tanto como él-no tienes que hacer mucho ruido, entiendes?-Manigoldo no prendió ninguna vela en su habitación, deposito la cajita en un mueble cercano-pero a cambio, tendrás que decirme que te sucede-El dios de la muerte se sentó por primera vez en años sobre una cama común, quería ese momento, lo ansiaba demasiado.
Sin poder hacer mucho quedo a la merced de un ser humano común y corriente, aun si era un caballero no dejaba de serlo-no…no vuelvas a leer ese libro…-Thanatos cerró los ojos cuando Manigoldo le recostó sobre la pieza besando su cuello, un movimiento demasiado suave para un hombre con su actitud-Manigoldo…-decirle “caballero” no tenía gracia después de haberse adueñado de su nombre, primero esa presencia tan familiar, luego las jugarretas de su hermano y ahora ese estúpido libro-ah…no, no lo leas...-su camisa estaba abierta permitiendo que Manigoldo le acariciara con paciencia.
-Solo por eso me dejas tocarte?-Thanatos sintió como el peso sobre su cuerpo cambiaba drásticamente, ya no era el calor confortable del otro hombre, era el peso de sus acciones recordándole quien era en realidad-Tanto peligro representa para ti que estas dispuesto a complacerme?-Thanatos le miro con rencor, sin desearlo, estaba dando más información de la que se permitía darle a cualquiera, sin embargo la mueca solidaria de Manigoldo alejo por completo cualquier odio que pudiera asestarle.
El caballero se levanto sin dirección alguna, pero en cuanto observo la puerta, el firme agarre de su muñeca lo hizo ver el rostro nervioso del dios-No es por eso-explicó-ya no lo soporto-bajo la cabeza ocultando la humillación de su confesión-mi cuerpo…yo…no he tenido a nadie quien me tocara en demasiados años…-no deseaba decir más, el pudo haberse mantenido, pero desde que vio a Manigoldo la primera vez, cuando este apenas era un niño, lo supo, no sería capaz de resistir más.
-Por eso tu cuerpo es tan frio-contesto Manigoldo acariciando su rostro sin presión para levantarlo-necesitas el calor de otra persona-no creía que aquel dios pasara ese tormento, en un humano eso ni siquiera le pasaba por la cabeza, y conociendo a los dioses, seguramente no reparaban en la abstinencia.
Thanatos gimió quedito al recibir un beso en su hombro, uno que parecía querer descender-ahh…-suspiró al pensar que todo tomaría curso nuevamente, pero el vacio volvió a acompañarlo, el peliazul tomaba el libro del suelo y lo colocaba cerca de la caja que le encerraba-por…por favor no me hagas suplicarte…-cualquier orgullo que tuviese estaba siendo arrojado de un precipicio, Manigoldo le miro sorprendido, ese dios estaba realmente vulnerable, muchos hombres estarían encantados por hacerle mil y una cosas al bello cuerpo del dios, sin embargo, el no era ninguno de esos imbéciles que se aprovechaban de los demás por tener ventaja.
-Tranquilo-beso se mejilla sentándose a su lado-solo por hoy, no le seré fiel a Atena y obedeceré a tus deseos-sus manos bajaron por toda a espalda, enviando un espasmo de electricidad al cuerpo pálido de su acompañante, este lo abrazo con el más sincero de sus sentimientos, le había dicho la verdad, por lo menos, parte de ella-Thanatos…-beso más abajo, descendiendo hasta la parte intima de su acompañante, desato sus pantalones lentamente, deleitándose con su nuevo compañero de cama.
-Manigoldo, hazlo…rápido…-El rostro pálido se ocultaba mirando en otra dirección, su miembro hinchado pedía a gritos ser atendido, sin embargo, las acciones perdieron el curso cuando Manigoldo no había prometido dejar ese libro, se sentía inseguro, como lo era en aquel entonces…-Ah…-Manigoldo dio un beso en la punta, quitó cualquier prenda que le impidiera acceder a la exquisita piel, lo amó, por ese único momento se convertiría en un humano como él, Manigoldo quería darle un orgasmo antes de si quiera pensar en prepararlo pero…-No!-pidió besando mano y levantándose sobre sus codos-solo…solo hazlo…-el dorado quito su sonrisa preguntando ingenuamente el porqué con tan solo la mirada.
Cuando comenzó a chupar sus dedos supo que no habría explicación a su comportamiento, ¿Por qué no lo dejaba tratarlo dulcemente?-si así te gusta-resignado, acaricio la lengua fresca del moreno y cuando sintió que era suficiente le recostó nuevamente, pero, otra vez, Thanatos evadía su cara, evitaba hacerle frente-puedes darte la vuelta si quieres-Manigoldo no se quejo, pero sabía que únicamente esa posición la utilizaba para no verle mientras lo hacían, no se consideraba desagradable, pero quizá el dios no le agradara la idea, aunque tampoco creía que Thanatos le fuera indiferente.
-Ngh!-El primer dedo entro sin problemas, tan cubierto por su saliva que apenas pudo recibir el calor de la piel de Manigoldo-Ahh…ah!, nn…-el segundo le hizo compañía, sin pensarlo, meramente por instinto elevo sus caderas para enterrarlos más dentro de su cuerpo-AH, ah! Manigoldo…-el tercero estaba con su trabajo, ensanchando con los otros dos para lo que vendría a continuación, cuando sintió como la erección del caballero rozaba sus nalgas colapso sobre la almohada, empinando su trasero hacia la cadera del otro hombre.
-Intentare que no duela…-le dio un beso en el hombro indicándole que comenzaría, lo abrazo por la espalda atrayéndolo suavemente, bajo una mano hasta su miembro palpitante, aun si Thanatos no quería que lo tratara tan amablemente, necesitaría mitigar el dolor que le causaría-Sabes que quieres lastimarlo, HAZLO!…-Manigoldo se asustó, ¿qué demonios había sido eso?.
-Ngh!, Ma-Manigoldo…-el frio por fin se había marchado, pero Manigoldo lo hacía esperar demasiado-Ah, ah…nng-la mano de su compañero le masturba sin dejar tiempo para palabras, al sentir como la punta del pene presionaba sobre su ya preparada entrada apretó la almohada a su lado, preparándose para lo que venía-AH!...ah…Ah!-e rastro de saliva decencia de sus labios, lentamente la erección fue introducida completa entre sus glúteos-nn…nng…-no tardo en acostumbrarse-ah?-Manigoldo le había acariciado su cintura, aferrando una mano firmemente pero sin lastimarlo, y la otra amorosamente la había entrelazado con la propia.
-No te voy a lastimar…-el suave vaivén comenzó, sea lo que fuese lo pensaría después, no le haría daño, no eran más enemigos-NN!-golpeo velozmente su interior, Thanatos aun intentaba controlarse, mordía la sabana debajo suyo, así que decidió intentar con más fuerza, arremetía una y otra vez, hasta que su miembro goteaba sobre las cobijas revueltas.
-Ah!Ah! Ah!...Nh!!-era tan delicioso, cuando Manigolo se pego contra él ya no pudo resistirlo más, eyaculo contra su palma manchándolo a él y a su lecho-AHHH!!-sin dar tregua el miembro de Manigoldo dejo que toda su esencia bañara su interior en la última estocada.
-NNGH!!-cuando se contrajo solo para él fue delicioso, no salió, primero deseaba recuperarse totalmente, estaba aplastándolo prácticamente-quieres que salga?-bromeo mirando el cuerpo perlado por el sudor de su pasivo compañero.
-No-La respuesta sorprendió a Manigoldo, pero por más que quisiera continuar, no tenía ganas de hacerlo y no por culpa del dios, el realmente había logrado complacerlo, a diferencia de Kardia, Shion y Aspros el jamás se metió con alguien con quien no pensara tener una relación de más de dos semanas por lo menos.
-Lo siento, pero te ves cansado…-beso su cabello y salió para dejar de aplastarle, lo abrazo un poco y el moreno se dejaba, pero no lo obligo a nada más, la vocecilla en su cabeza lo perturbo demasiado, pocos podían comunicarse mentalmente, pero…esa voz, le había pedido lastimar a Thanatos y pesando mejor las cosas, estuvo a punto de obedecer-te quedaras?-Thanatos se acomodo para abrazarlo, se veía sumamente lindo y relajado, cuando recargo su rostro en el pecho del caballero incluso aspiro su aroma, deseando que le perteneciera por siempre.
-Sí-el cansancio era demasiado grande y pudo percibir la voz que tanto le agobiaba desde lejos- ...no sabes cuánto espere para tenerte-hablo de más, pero no le importo, por lo menos esa noche, se quedaría a compartir un poco de lo que los dioses tanto le presumían, se mentía si pensaba que “solo sería esa vez”, aunque la culpa y el castigo llegaran después, ese día no lo pensaría solo se dejaría llevar.