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Muerte no violenta por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Siento no haber actualizado antes, pense que las vacaciones me ayudarian, pero me equivoque...-.-.

No es facil escribir cuando una persona te odioa...y-y, me bloquee.

ahhh (suspiro), bueno! en fin! creo que debo animarme para subir este fic!!

Desde ahora la trama cambiara un poco, bastante ligero, pero no podríamos quedarnos sin un enemigo? o si?.

Disculpen la tardanza y espero que disfruten el fic!!

 

Manigoldo caminaba, corrección, corría justo a casa del patriarca, siempre, siempre le había seguido, obedecido, había entrenado duro y se tuvo que hacer a la idea de vivir una eternidad en el santuario en soledad, solo por ser el discípulo del gran maestro. Pero ahora-ahora si me va a escuchar!!-rabiaba molesto, como se atrevía a sellar completamente el cuarto de Thanatos sin su permiso.

Varios discípulos en busca de convertirse en los próximos caballeros miraron al canceriano y a su temible aura pasar entre ellos, no todos con la suficiente fuerza para verle con una sonrisa pintada en la cara-Manigoldo-al escuchar su nombre, algo que no quería tomo control de su persona,  demasiada ira, él, no estaba enamorado de Thanatos, pero…¿por qué lo encerró?-veo que te has enterado-dijo calmado el patriarca, haciendo un ademán con las manos para que sus aprendices se tomaran un descanso en otro sitio.

-Por qué!?-le gritó molesto, con unas tremendas ganas de golpearle. El patriarca, tan inmutable como de costumbre le dio la espalda, comenzando a caminar esperando ser seguido-por qué lo hizo!?-Ahora ni siquiera podía hablarle-solo me fui dos días!!-grito exasperado, solo a revisar un pueblo cercano por un vulgar ladrón, nada más, se despidió de Thanatos como siempre, sin que ninguno se viera físicamente, con su actitud relajada ambos, recordaba como sintió un sonrisa de parte del dios, aunque no la hubiese visto, sabía que estaba ahí.

El patriarca se quito su yelmo para mirarlo duramente, regañando sus palabras insolentes con un silencio que bien recordaba de su niñez-acaso no te has dado cuenta?-con un tono agrio, de decepción tal vez, saco uno de sus pergaminos nuevos, hechos por Sasha para cualquier infortunio-observa-nada más al lanzarlo hacia arriba, este se quemo, con un fuego extrañamente dorado y negro.  Los ojos de Mangoldo se concentraron fijamente en las llamas, ¿otro enemigo poderoso?, si Hades ya no estaba, no entendía el significado.

-no…-su cerebro avanzo a gran velocidad, si encerró a Thanatos-vienen por él?-pregunto esta vez preocupado, no solo por la seguridad del dios de la muerte, si no también porque si en verdad fue utilizado, sería su culpa el atraer a otro enemigo por un descuido tonto.

-Es una advertencia, pero Hakurei me explico bien, parece ser su hermano-comento insensible a las actitudes de Manigoldo, para fortuna de este no comprendía que el malestar que mostraba no solo era preocupación por el santuario.

-Por eso lo ha encerrado?-a riesgo de parecer insistente pregunto por Thanatos, el solo miro una vez a su hermano, cuando eran enemigos en el templo arriba del castillo de Hades, sin embargo, el rubio parecía tener más cabeza que el moreno además de ser más frio, le dejo para ser derrotado, al principio pensó que se confió, pero tuvo que darse cuenta de cuando su hermano estaba en problemas y aun así lo ignoro.

Sage estaba a punto de preguntar algo, pero Sisifo llego para hablar de la protección de Sasha y de que no debieron dejarla salir-Espera-El patriarca quiso detener a su discípulo, pero este ya se había marchado, aprovechando la aparición oportuna del sagitario.

-Algo sucede patriarca, el santuario no se siente seguro-poco a poco, confiados por su relativa paz, dejaron colarse esa presencia tan extraña.

-Lo sé, pero de momento solo es un despliegue bastante pobre de poder, si quieren entrar no tienen la suficiente capacidad-No podía explicarle nada al joven Sisifo, aun si era maduro y valiente, el solía nublarse fácilmente por los sentimientos, incapaz de mantenerse el mismo con seguridad,  al contrario de Manigoldo, que siempre lo intentaba.

Se coló dentro de su propia casa, no quería ver a nadie excepto el dios de la muerte, pero inevitablemente, como si alguien lo hubiera planeado, un cosmos familiar estaba dentro, estorbándole para borrar los sellos de la puerta de Thanatos-A que debo el honor de una preciosidad como tú en mi templo, Albafika de piscis-preguntó hastiado de tener que lidiar con personas que no eran de su interés, el estaba feliz apenas poco antes, solo fueron cuarenta y dos horas, menos a decir verdad.

-No estés jugando Manigoldo, vengo a ver cómo te encuentras-Manigoldo se sorprendió de la manera más honesta, Albafika, el muchacho que solía ignorarlo en todas las misiones, preocupado por él?.

-JAJAJAJA-se detuvo el estomago, era imposible, eso no lo creía-Tú?, jajaja, el santo más atractivo del santuario, vienes preocupado por alguien más que no es Shion? Jaja, si sabía que era irresistible, pero-dijo deteniéndose de burlarse del otro santo-no eres mi tipo cara de muñeca-probablemente se estuviera desquitando, descargando lo que sentía sobre el dorado del último templo.

Cuando Albafika escucho las palabras tan descaradas no pudo evitar sonrojarse y enojarse por el cinismo con que fueron dichas-solo estaba preocupado, monigote arrogante-le hubiera abofeteado, pero noto que no se trataba de una broma de mal gusto-que tienes?-dijo dándole la espalda, sintiendo como se acercaba a su persona-no te dije que no te acerca…ras…-Manigoldo había pasado de largo, metiéndose en uno de sus pasillos, le importaba poco si Albafika estaba presente, si él le delataba no dudaría en ponerlo en apuros con el lemuriano.

Camino lento, esperando a que se fuera su visita, otro día se disculparía, si es que lo hacía-Thanatos…-mustio triste, avanzo hacia el sótano, seguramente Albafika ya se estaría yendo, cada paso que daba, el ambiente se volvía pesado y cansino, la gravedad le pesaba el doble y el aire era espeso, dificultándole respirar. El patriarca sello a capa y espada la pequeña habitación, se preguntaba si habría visto los obsequios que le hizo.

Conforme bajaba las escaleras era cada vez más obscuro, normalmente no había tanta luz, pero esta vez no lograba ver ni su propia mano, la única certeza que tenía del enredado camino era que ya se las sabía de memoria, alzo la mano para rozar el pomo de la puerta, pequeñas chispas salieron, impidiéndole abrir-Tsk-no podía gritarle, no con un compañero arriba, sabía bien que la barrera que le colocaron era para impedir que los otros dorados supieran de su existencia, pero no quiso arriesgarse con un compañero arriba. Le dio un empujón a la puerta pero esta, como esperaba, no cedió, al contrario solo sacaba pequeños rayos de luz-Como se desvanece un sello de atena?-se mordió el labio inferior buscando encontrar la respuesta, cuando pelearon contra él, Thanatos fue quien destruyo los sellos,  y el patriarca era el único que los manejaba, pero Hakurei también…-Hakurei…-tal vez era una tontería pero podía pedirle ayuda a él, aunque era maestro de Shion-Tengo una idea!-salió corriendo de ahí, sin tropezar a pesar de la completa penumbra, directo a la sala de entrenamientos donde estaban los caballeros femeninos-hum?-Albafika ya no estaba allí.

-Todavía te falta Yato!-la rubia de grulla una vez más descoronaba al unicornio en una de sus peleas, pero ante el golpe final una capa le cubre por completo, llevándola a estrellar su ataque contra uno de los pilares-Qué demonios!?-Se quito la capa y arrojo su bufanda contra el atacante-Manigoldo!-este le había detenido con la mano, pero la saludo con una sonrisa-Qué pasa?-dejo de pelear para ir a su encuentro, podía ver a través de su sonrisa, no estaba feliz, aun si lo intentaba demostrar.

-Necesito tu ayuda-Ella, aparte del caballero de Aries eran los únicos que tenían acceso al armamento de Hakurei, y necesitaba con urgencia la espada sagrada de Atena, bien sabía que estaba siendo reparada en los aposentos  del hermano del patriarca-Ven-aun con Yato a cuestas los tres se separaron de la zona de entrenamiento-Necesito la espada de Atena-lo soltó con tanta rapidez y sin preparación alguna que los más jóvenes no pudieron evitar quedarse boquiabiertos por el comentario.

-Qué?, Y para que la quieres!?-El unicornio ya la había utilizado con anterioridad, pero no estaban en peligro en esos momentos y estaba estrictamente prohibido que los caballeros, a excepción del de libra utilizaran cualquier tipo de herramienta a parte de su cuerpo.

-Es un favor enorme-puso sus manos en posición de suplica, sin la capacidad para revelar tan enorme secreto-Se los deberé de por vida-esperaba una respuesta afirmativa, aun cuando no eran sus amigos más íntimos estaba seguro que le ayudarían, sabía con quien podía contar y con quién no-Por favor Yuzuriha, eres la única que puede conseguirla­-la mujer suspiro y se cruzó de brazos, robar un arma, aunque fuese por una buena causa y por poco tiempo era una traición al santuario y a Atena, además podía ser expulsada.

-El maestro no es ningún idiota, se dará cuenta nada más de un paso en el pedestal-No era ninguna negación, ni excusa para no ayudarle, más bien se trataba de ver de qué lado podría cumplir con ese favor tan grande, pues su maestro por más distante e indiferente que se mostrara con las reglas siempre estaba atento de todo.

Pasaron toda la tarde ideando como podrían sacar la espada de su lugar, cada idea que lanzaban era derrocada por el de a lado, la única manera viable era pedirla, pero Manigoldo se negaba rotundamente a decir sus motivos, por lo que forzosamente sería un robo.

-Sasha!, no escuchaste?, en un unos minutos  tendrán una junta por el poder maligno que presintió Sisifo-Yato de un momento a otro se le ocurrió una idea, bastante buena a decir verdad, todos, no solo Hakurei tendrían que estar presentes en la junta en la cámara de Atena-Pero es ya!, no podemos quedarnos aquí!-dijo resignándose al fracaso de la misión, a pesar de todo le debía a Manigoldo su ayuda en el bosque de las ilusiones.

-No! es perfecto!-grito Manigoldo poniéndose de pie-Ve Yuzuriha!, eres la única que puede usar la teletransportación!-se levanto de golpe corriendo en dirección a su propio templo-Te espero!-antes de irse, regreso por Yato para llevárselo-Tu me ayudaras a vigilar-La mujer bufo y desapareció en medio de una luz en el suelo, los caballeros de las casas anteriores comenzaban a subir para ir en pro de Atena, pero ellos tomaron el camino más alejado, escondiéndose cada que veían a alguien pasar, seguramente los dorados se daban cuenta, pero probablemente solo pensaran que se estaba escabullendo de una aburrida junta.

­Esperaron a que todos pasaran, para por fin entrar a su propio templo-Para que la quieres Manigoldo?-preguntó Yato escondiéndose atrasa de un pilar para vigilar que nadie se acercara-Manigoldo a donde vamos?-dijo siendo arrastrado nuevamente, pero esta vez se encontraba en medio de un aura siniestra, obscura, mientras bajaba las escaleras se tropezaba cada vez más sin ser capaz de ver nada-Manigoldo?-trago saliva en seco, sintiendo un escalofrió al estar dentro del sótano del de cáncer.

-Más te vale hacer algo tu cuando termine con esto-Manigoldo se paro justo en medio de las escaleras que descendían, en vista de que apareciera Yuzuriha y vigilando al interior del sótano, hablándole, no al caballero de bronce que estaba con él, si no al dios que probablemente lo estuviera escuchando sin poder contestarle.

-Manigoldo!-Yato intento hablar al escuchar la voz de la mujer, pero el de cáncer le miro con una sonrisa ladina, durmiéndolo en el acto.

-Aquí!-la mujer bajo inmediatamente con el arma de su maestro en brazos, sintiendo de repente, como la presencia de un enemigo la fuerza de un dios que ella conocía muy bien-No, espera!-como si lo hubiera entendido todo intento detenerse, pero fue demasiado tarde, Manigoldo ya había cogido la espada y a enterraba en la puerta, desasiéndose de cualquier sello que pudiera haber.

-Muchas gracias humano…-la sonrisa brillante del dios se mostro en todo su esplendor, tomando forma delante de él y mirando a los otros acompañantes del dorado, sujeto la espada y dejo que sus manos derramaran su sangre sobre ella-Ya sabré compensártelo-Paso a su lado dejando un aire dulce y calmo-Ah!...y no olvides dejarle mis saludos a Thanatos-

Notas finales:

Si me quieren golpear...me avisan para mudarme con anticipación...y.y.

Lo tuve que reescribir como tres veces y cada vez lo hacia peor, no tenia idea de como dar entrada al malo, y bueno...esto quedo.

Esta vez si espero algun rr, para alguna critica, o apoyo...

Bueno lo clasico, pero no por eso menos importante...

GRACIAS POR LEER!!!


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