Había llegado el día de descanso de Radamanthys no tenía que ver más detalles de la boda, gracias al chico que contrato Saga ya casi todo estaba listo solo faltaba compra el traje de Kanon, caminaba en paso ligero para llegar al pequeño parque donde le esperaba Kanon con su hermano menor.
El peli-azul le vio con una sonrisa mientras cargaba a Regulus, que dormía y lo tenía como pingüino no por nada eran las 7: 30 a.m. y cuando el rubio estaba en frente de él, le dijo— Gracias Radamanthys, por cuidar de Regulus.
— no hay problema Kanon—le respondió para besarle y tomar al menor—tomate tu tiempo y no te presiones, escoge algo que te guste— le hablo para retirase con el menor.
Ambos rubios de diferentes tonalidades, ambos tenia diferentes expresiones a llegar al estacionamiento el menor se subió al auto y ya dentro hablaron.
—dime, Regulus ¿Cómo has estado?
—Bien señor Radamanthys –contesto con sin verle a la cara.
—Nuestra boda, te causa problemas ¿verdad?—volvió a preguntar el ingles.
—Algo, así—hablo con un quebré en la voz y ocultado sus lagrimas.
—Me parece que te sientes solo, te diré un secreto—dijo sin quitar la vista del camino—cuando tenía 6 años, mi padre entro a mi habitación y me dio miedo, sabes que entro para avisarme que mi madre se había ido—y se detuvo un momento para dar un giro con el auto.
— ¿y que hiciste?—pregunto el pequeño a verlo.
—mi padre me pregunto, si quería irme con ella o quedarme con él—retomó la conversación—yo elegir irme con mi madre, a los dos meses supe la verdadera razón que mi madre se había divorciado—guardo un momento en silencio para continuar hablando—mi querida madre tenía una enfermedad en el corazón y falleció sin antes decime que siempre me amaría y me cuidaría desde el cielo.
—Ya veo—dijo el menor—y esto que tiene que ver conmigo.
—quiero que sepas, aun cuando me case con Kanon él seguirá siendo tu hermano y lo podrás ver cuando quieras, siempre cuando tenga tiempo tu hermano—le contesto sonriéndole con confianza.
—gracias señor Radamanthys, y por cierto a donde vamos—pregunto el menor.
—vamos al parque de diversiones o prefieres otro sitio
—No, está bien el parque de diversiones, señor Radamanthys—el mayor volteó—prométame algo por favor—hablo en tono de suplica.
—tú dirás—respondió el rubio a detener el auto y lo miraba a los ojos.
—por favor, cuide de mi hermano Kanon él es alguien muuuuuuy especial y se puede dañar con facilidad—hablo sumamente serio, pero se apeno a escuchar una pequeña risa del mayor.
—te prometo que lo cuidarle y se también lo frágil y fuerte que es—finalizo para salir del vehículo, donde el menor lo imito para darle la mano cuando llego hasta donde estaba.
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—No Kanon, ese traje te hace ver gordo—le decía el menor de los peli-celeste.
—por amor a dios, yo me vuelvo a la casa Afrodita—exclamo frustrado su hermano mayor.
—por favor Albafika, no me dejes solo con un obsesivo de la ropa—suplico el geminiano.
—No soy un loco compulsivo a las ventas de última moda—se trato de defender Afrodita.
—No, dijimos eso—le respondieron ambos jóvenes.
—Kanon, sería mejor que fuéramos a un lugar donde a ti te guste sus ropas, en lugar de ir donde Dita compra—le a consejo el mayor de los piscis.
—si, Albafika—le respondió cuando se quito el traje que escogió el menor.
Los tres caminaban al centro de la ciudad, donde Kanon se adelanto para ver los trajes a través de los vidrios.
—Parece que ya no caminaremos más—dijo Albafika—y Dita, no te metas con su elección a menos que sea necesario, ya que el que se case es Kanon y no tú—finalizo de hablar para entra dejando a su hermano con un puchero gracioso.
A entra el mayor Kanon estaba preguntado ya sobre un traje de color blanco de chaqueta en corte de media luna con cuatro botones en cada manga de oro, con un chaleco del mismo color y una corbata de tonos blancos y oro, con un pantalón liso del mismo color, con gemelos de oros con incrustaciones de diamantes artificiales. Sin mencionar un pañuelo del mismo color que la corbata.
—Vaya, ¿Quién diría que Kanon tiene gustos finos?—hablo Dita detrás de su hermano—dime Albafika, ¿Cómo me veo?—pregunto con una gran sonrisa.
— ¿Qué demonios traes puesto Dita?—pregunto entre shockeado y asombrado el mayor de los dos hermanos.
—No es obvio, Albafika es un vestido de novia, me encanta su corte de seguro me hace lucir supe sexy sin decir, que mi figura es genial viéndome en el espejo—seguía hablando mientras su hermano ya no sabía dónde meterse, ya que media tienda veía a Dita pensado que era mujer—hablando de eso también busque un vestido para ti hermano—hablo para jalarlo dentro de un salón privado.
Kanon había pasado a un salón para probase el traje, que solo tenía que ajustar un poco el largo del pantalón, pero cuando salió fue interceptado por una vendedora que lo llevo a una sala privada y vaya fue su sorpresa a ver tanto a Dita como Albafika vestidos de novias, uno más muerto de la pena y otro con una gran sonrisa.
—que bien te vez Kanon—exclamo el celeste menor—Kanon tomarme una foto—le ordeno al griego mientras le pasaba su celular, cuya foto hizo reaccionar al mayor.
—Afrodita de Piscis, borra esa fotografía—dijo enojado, mientras intentaba quitarle el celular.
Kanon tenía una gotita en la frente mientras veía a ambos hermanos pelearse por el celular, pero también bien los vestidos con entretenimiento e incluso ambos ya tenían arreglado el cabello. Dita que usaba un vestido sin mangas de corsé de olas en el busto una decoración de pequeñas rosas blancas, mientras las olas se extendían hasta la cadera en corte diagonal y donde terminaba se componía de oran no tan vistoso en caída diagonal formando así una especie de cola en el vestido, su peinado era una coleta alta donde se le coloco el velo que era sujetado por una rosa blanca en cada lado de su coleta, sin decir que su hermano llevaba un vestido de estilo medieval según le informo la vendedora, que era compuesto de un corcel blanco bordado con pequeñas rosas de hilo de seda blanco que tenía una caída en oranés blancos en diferentes niveles con oranés con bordados del mismo tipo que el corsé, llevaba sujeto el cabello en un chongo grande que llevaba rosas blancas y beige por todo el peinado de la parte del chongo, pero al igual que el hermano de Afrodita fue sacado de sus pensamientos por un tono de mensaje.
—Dita, para que me mandaste un mensaje si estoy junto a ti—pregunto el griego a no quererse meter en la pelea de ello dos.
— ¿Qué?—le respondió ya que su hermano y él terminaron en el suelo, causando el desmayo de la vendedora y a ellos dos una pérdida de color y presión arterial.
—esto hay descuentos en la compra de dos vestidos y un traje de bodas—preguntaron nerviosos los tres, cuando la vendedora despertó.
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Radamanthys regresaba con un ya dormido Regulus, cuando sonó su celular y vio el numero para sonreír—bueno Kanon—contesto mientras veía a la calle.
—Radamanthys—respondió el griego nerviosamente sin mencionar con miedo.
—que pasa Kanon—hablo el rubio mientras fruncía el ceño, no le gustaba ese tono de voz del griego.
—Salvarnos—respondió con un tono de voz al borde de las lagrimas—estamos en la boutique de bodas Artemisa—finalizo para que en el fondo se escucharla una voz de mujer.
—idiotas como se atreven a ensuciar un vestido de Eduardo Nieves y un clásico medieval… y seguían los insultos.
—Radamanthys no tardes por favor—y se corto la llamada.
El rubio volvió a cambiar el rumbo, para llegar a dicha tienda que estaba por cerrar bajo con el niño a la espalda, para preguntar—disculpe vengo por mi prometido.
— ¿Cuál de los tres?—respondió una rubia de exuberante busto de traje, con una expresión bastante enfardada.
—en realidad vengo por mi prometido y sus amigos—y a decir eso la joven lo guio a una habitación privada, donde veía a los peli celeste en una sesión de fotografía.
—Ellos dos arruinaron vestidos costosos—decía la mujer que lo recibió—y esto es solo parte del pago—finalizo con enfado.
El rubio vio a Kanon, que estaba en otra parte también en media sesión de fotos y eso realmente no le agrado mucho simplemente hablo en tono sereno y serio— ¿y cuando le debo?—preguntó.
—con el trabajo que llevan les falta paga $12,500.00-le informo.
—error mío, a no ser tan especifico ¿Cuál es el precio total de la deuda de ambos vestidos y él traje?
La mujer volteo a verlo y con una sonrisa respondió—$100,000.00
Radamanthys saco su billetera para sacar una de sus tarjetas de crédito y se la dio—cargue todo a la tarjeta, pero quiero cada una de las fotos y si veo que alguna foto donde ellos tres salgan modelando algún vestido me encargare de arruinada—aviso para que la joven se llevara la tarjeta y regresara con la nota y los vestidos como el traje.
Ya a fuera, cada quien llevaba una bolsa y veían el suelo como niños a punto de ser regañados cuando fueron alcanzaros por la vendedora que se había desmayado, para entregarles una caja de rollos de cámaras y una tarjeta de memoria que se quedo el rubio.
Cuando los cinco subieron al auto, escucharon al rubio.
—y bien ¿Qué pasó?
Los tres sudando la gota mientras se veían entre sí, fue cuando hablo Afrodita.
—fue mi culpa Radamanthys, yo cause el accidente é involucre a Kanon y mi hermano—hablo arrepentido el peli-celeste ondulado—te pagare todo lo que gastamos, pero no te enojes con ellos dos, conmigo es el único que te debes de enojar.
El rubio dio un pesado suspiro para ver atreves de retrovisor la cara de Dita—Kanon, espero que tus amigos no me hagan perder tanto la paciencia y Afrodita no te preocupes por él dinero, ya que no lo cobrare pero ustedes tendrá que usados cuando se casen o les cobrare 100 veces lo que pague por ellos—los amenazo.
—gracias Radamanthys-sama—hablo el peli celeste que abrazaba el vestido que había usado, mientras su hermano lloraba desde su alma.
Había dejado ya a los hermanos Piscis a su casa, cuando llegaron a la casa de Kanon los tres pasaron y dejaron a Regulus a su habitación.
—Perdona Radamanthys, siempre te causo problemas—se disculpo el Geminiano.
—no te disculpes Kanon, son cosas que luego pasan pero como terminaron así—dijo el rubio mientras veía las fotos de la memoria.
—cosas de Afrodita, siempre ha sido así desde niño y Albafika siempre es arrastrado, diría que Afrodita es como una tormenta arrastra a todos a su arrédrelo y nos deslumbra con su carácter—hablo el griego—solo Death lo aguanta.
—Kanon me tengo que ir nos veremos dentro una semana tengo un viaje de negocios, pero regresarle antes del ensayo—le dijo mientras era acompañarlo a la puerta.
—Sí, yo te espero con mi hermano—le respondió para verle subir a su auto e irse.
Continuara…