Cap 11
- Es solo un vecino, es solo un vecino – se repetía mentalmente un chico de mirada dorada - ¿Cómo va esa frase? ¿Al vecino me le arrimo o al primo? Seguramente es al vecino, porque rima mas – estaba perdido en su análisis cuando escucho su móvil sonar. Se exalto un poco, pero contesto
Se sintió tonto al darse cuenta de que a pesar de haber contestado la llamada, seguía perdido
- Eiri, ¿estás ahí? – pregunto su novio ya preocupado
- Si, dime
- Pues nada, que si vas a pasar por mí para ir a la fiesta de Hiro
- Si, solo arréglate y me avisas
- Espera, me entra otra llamada – se escucho como cambio de llamada y ahora solo escuchaba que estaba en espera.
Había pasado un mes desde el cumpleaños de su novio y desde ese dia había estado muy raro, recibía muchas llamadas. Al día siguiente de que se celebro su cumpleaños, habían ido a la fiesta de Mika y ahí Shuichi recibió la primera llamada (al menos delante de el), se había alejado para hablar, y claramente veía como reía alegre al hablar con aquella persona que estaba del otro lado de la línea, ¿Quién era? No lo sabía. Los días siguientes fue lo mismo, recibía una llamada, se alejaba, reía, cortaba la llamada y regresaba a donde él estaba.
- Perdón por hacerte esperar – escucho a Shuichi nuevamente
- No hay problema – suspiro – ¿ira Maiko?
- Si, ira con nosotros, al final son mas amigos de ella que míos
- Está bien, te veo al rato
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Se había terminado de arreglar y como siempre, fue a apurar a su hermana
- Maiko, date prisa que vendrá Eiri – dijo el chico entrando al cuarto
- ¿Qué zapatos uso? ¿Blancos o negros?
- Los que quieras, apúrate – en ese instante sonó su móvil y se alejo para contestar. Pasados unos minutos regreso a apurar a su hermana
Ella podía ser lo que todos quisieran, menos una tonta y sabia que detrás de las llamadas que recibia su hermano, había algo.
- Me apurare si me dices con quien hablabas
- No hay que ser inteligentes para saber que hablo con mi novio
- Que interesante, ¿y qué te dijo?
- Pues que ya viene – dijo evitando la mirada de su hermana
- Mejor le marco a Eiri para decirle que no te este llamando para apurarte – dijo tomando su móvil y buscando el numero del rubio entre sus contactos
- ¡No, no! – la detuvo – te lo diré
La chica lo miro a los ojos, se acomodo en su asiento porque sabía que esa sería una larga y gran historia. Era la naturaleza de Shuichi meterse en problemas, porque nunca se detenía a pensar. Esa era la más notable diferencia que tenia con Ryuichi, el sí que era serio y responsable en lo que hacía.
- Te escucho – dijo seria
- Bien – suspiro y se sentó en la cama a un lado de su hermana – hace un mes un chico me pidió que sea su novio y le dije que si – su hermana lo miro mal – no es el vecino si eso es lo que crees. Es un tipo de mi escuela, no se porque le dije que sí, creo que para quitármelo de encima, y ahora me llama a cada momento, ya le dije que deje de hacerlo, pero no lo hace
- ¿Y? – dijo ella en tono molesto - ¿Qué con Eiri?
- A Eiri lo amo – suspiro – ya te dije, a el otro chico le dije que si solo porque si
- Díselo
- ¿Qué? – se espanto – no, me matara
- Pues termina con el otro
- Eso hare, dame unos días, pero no le digas nada – suplico
- Trato
Ambos bajaron las escaleras de la casa y esperaron un rato hasta que el rubio hizo su aparición. Estaba tan guapo como siempre.
- Hola Shu – se acerco para besarlo, pero el pelirosa se hizo a un lado (la culpa)
- Hola – le beso la mejilla
- ¿Algo que me quieras decir? – pregunto el rubio preocupado por la actitud de su novio
- Si… - dijo nervioso
- Dime
- Te amo – lo abrazo fuertemente
- Y yo a ti – sonrió y apretó el abrazo – mañana serán 6 meses – suspiro – y te sigo amando como el primer día
- No te quiero perder
- No pasara – se separo – vamos
Todos se divirtieron mucho en la fiesta, para eso Shuichi decidió apagar el móvil
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- No lo puedo creer – decía la voz de un chico al otro lado de la línea – me mentiste, y lo peor de todo es que le mentiste a el que se ve que te quiere
- En mi relación con Eiri no te metas
- Me meto porque tengo derecho – suspiro desesperado – espero que le digas que le fuiste infiel y también espero no volverte a ver
Shuichi ya no pudo decir más pues el chico había cortado la llamada. Todo eso había empezado porque Eiri había escrito en todas sus páginas sociales que oficialmente llevaban 6 meses. Al final todo le había explotado en la cara, y faltaba lo peor. Ya estaba listo, Eiri no tardaría en llegar por él y le diría toda la verdad, que lo había engañado con otro, el otro ni siquiera le gustaba y habían días en los que se preguntaba ¿por qué le había dicho que si?
Paso media hora y llego el apuesto rubio con una gran sonrisa.
- Seis meses – dijo el rubio cuando tuvo al chico entre sus brazos
- Lo sé – apretó el abrazo – antes de que hagamos todo lo que vayamos a hacer – se separo un poco para mirarlo – quiero contarte algo, y sé que te enojara
- Te escucho
- Bien, hace unos minutos me llamo alguien para decirme que ya no quería volver a verme y que lo nuestro se terminaba - noto confusión en los ojos del rubio – se dio cuenta de que estaba con él y contigo también – sintió como el chico dejaba de abrazarlo – estuve con él todo un mes, le dije que si solo porque si, no me gustaba ni nada
- Respóndeme algo – dijo serio - ¿a todos les dirás si porque si? – suspiro – ¿y conmigo fue igual?
- No, yo a ti te amo y no quiero perderte – el chico lloraba
- No llores – suplico el rubio – prométeme que no volverá a pasar
- Te lo prometo – dijo limpiándose las lagrimas
- Entonces no pasa nada - le sonrió
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- Y no pude evitar perdonarlo – le dijo el rubio a su mejor amigo – no sé porque
- Recuerdo que la última persona que te fue infiel aun sigue rogándote para que aunque sea la mires
- No me lo recuerdes, me siento peor – suspiro y se tiro en su cama – creo que a él si lo amo de verdad
- Tal vez, pero no olvides que lo que hacen una vez, lo vuelven a hacer – se acostó junto a su amigo – mas Shuichi que no tiene muy buen historial ni muy buenas formas de hacer las cosas
- No me digas mas que no me ayudas
- Tampoco es que Tohma haya sido la mejor de tus opciones – dijo mirando al rubio – pero estaba más a tu nivel
- El me engaño, no lo metas
- Pero te sigue buscando, ¿no?
- Sí, pero me da igual
Esa platica dejo muy pensativo al rubio, si dormía muy poco, esa noche simplemente no había dormido nada…