Cap15
- A penas el mes pasado le fuiste infiel y ahora estas saliendo con otro en Osaka – dijo su hermana con enfado – no puedo creerlo, ¿Cómo se llama el otro?
- No es el otro, solo salimos juntos – se defendió Shuichi – se llama Suguru
- Vaya – suspiro la chica – asco me das hermanito – se levanto, tomo sus cosas y se acerco a la puerta – me regreso a casa, después que te venga a ver alguien. No puedo creer que no hayas ido a casa este fin de semana solo por salir con aquel tipo – sin decir más salió del lugar
No era infidelidad salir con Suguru, solamente se divertía con él, era un buen chico, se sentía a gusto cuando estaban juntos pero solo eso, le atraía, pero amaba a Eiri. De antemano sabía que si el rubio se llegaba a enterar de su amistad con Suguru no le iba a gustar, no porque Eiri fuera malo, sino por todo lo que habían pasado antes. Ahora su hermana se había enterado y seguramente se lo contaria a su novio.
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Una semana después Shuichi llegaba a Tokio con el alma en un hilo, no quería saber todo lo que le diría su novio cuando hablaran, sería su fin.
Se acerco a la camioneta que ya lo esperaba, como siempre, Eiri esperando por él, entro como siempre
- No sabes cómo te extrañe – dijo el rubio abrazando al menor
- Si me hubieras extrañado me habrías llamado – dijo alejándose
- No puede ser – suspiro – había olvidado que cada viernes vienes dispuesto a pelear
- No es verdad – dijo serio – tú me dices cosas que me hacen enojar
- ¿Cómo que te extrañe? – se encogió de hombros – perdóname, no te vuelvo a extrañar Shu, si tanto te enoja
- No me enoja que me extrañes, me enoja que me mientas – soltó sin mas
- Shuichi, solo te dije que te extrañe – lo miro – y eso de las mentiras no aplica mucho en mi, más bien te queda a ti – dijo sin pensar
- Si tanto te molesta déjame y ya – sin esperar más se bajo del auto y regreso a su casa
Que normal, Eiri no iba con ganas de pelear, en verdad le había hecho falta el menor, pero no sabía si debía llamarlo. Le molestaba no saber cómo actuar con Shuichi, porque al pelirosa nunca le agradaba lo que hacía. Cuando lo llamaba durante la semana se enojaba y si no lo llamaba igual se enojaba. Su relación era un sube y baja sin fin, lo estaba agotando emocionalmente, ni siquiera se veía bien de tan tenso que vivía, todos lo notaban, todos se lo decían. No sabía cuál era el problema.
Asi pasó su fin de semana, el que debían de pasar juntos. No se hablaron, no se buscaron después de esa pelea, le había mandado un mensaje de texto pidiéndole disculpas y el pelirosa solamente le había respondido “olvídalo, ya paso” ¿eso era bueno?
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- Vamos Hiro que es martes y no eh hablado con Shu, iré a verlo, en verdad me quede preocupado por esa discusión, perderé un día de clases, no importa, no estamos en exámenes – dijo caminando hacia su auto mientras hablaba por el móvil
- Eiri, si sigues con Shuichi pronto no sabremos de ti
- No pasara. Nos vemos – corto la llamada pues le esperaba un largo viaje a Osaka
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Shuichi odiaba su horario de clases, entraba temprano a la escuela y salía muy tarde, le absorbía todo el día, con trabajo hacia sus tareas pues llegaba a su departamento cuando estaba oscureciendo, lo único que le animaba en ese lugar es que tenía a su mejor amiga y a Suguru que nunca se alejaba de el.
Sabía que el chico sentía algo más que amistad por él, pues le daba regalos y lo iba a visitar a su departamento en las noches, pero Eiri, no sabía qué hacer…
- Shu – lo interrumpió Suguro - ¿Qué haras saliendo de la escuela?
- Nada, me iré a mi departamento – suspiro – ¿quieres venir?
- Claro, me encantaría.
El día pasó volando, ahora ambos chicos se encontraban caminando a la puerta de la escuela, y al estar ahí Suguru jalo a Shuichi hacia él y lo beso. No sabía porque pero el pelirosa respondió el beso y acerco mas al chico hacia el profundizando el tacto.
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Ahora no sabía qué hacer, acababa de ver a su novio besándose con un chico que no conocía. Rayos, todo era su culpa, por confiar en él, por no estar ahí. Daba gracias a que el menor en el momento que el llego estaba muy entretenido y no lo había visto porque así le había dado tiempo de irse con la poca dignidad que le quedaba. Estaba solo sentado en el parque por el que siempre pasaba Shuichi para llegar a su departamento, ahí lo vería, tal vez con el chico aquel, tal vez sin él, pero en ese momento le daba igual. Mil preguntas pasaban por su mente y lo peor de todo es que ninguna de ellas tenía respuesta. Quería llorar, gritar, pegarle a algo, pero se estaba conteniendo las ganas.
Volteo un poco y vio como Shuichi se acercaba con el chico, estaban alegremente abrazados, que asquerosa vida tenía. Antes pensaba que en su otra vida había hecho algo muy bueno como para que pusieran a Shuichi en su camino, pero ahora todo era distinto, debió de haber hecho algo muy malo para tener que estar pagando de esa forma.
Miro la sorpresa en los ojos de Shuichi al verlo sentado en la banca en la que se encontraba. Vio duda y miedo, pero aun así, se acerco.
- Eiri, ¿Qué haces aquí? – pregunto preocupado
- Venía a pedirte perdón y a arreglar las cosas – dijo con mucho trabajo
- Te dije que todo estaba bien – Shuichi volteo hacia atrás para mirar al chico que los observaba de lejos – todo está bien, nos amamos
- Sí, pero aun así quería pedirte perdón – dijo mirando los ojos de Shuichi – como siempre
- ¿a qué te refieres con “como siempre” – pregunto pero cuando el rubio le iba a contestar ese chico se acerco a ellos
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- Shu, ¿pasa algo? – pregunto mirándolos
- No, no pasa nada – Eiri se adelanto a responder – mucho gusto
- Hola – sonrió el chico – soy suguru. Shuichi nunca me había hablado de ti
- ¿De verdad? – miro a Shuichi y este desvió la mirada – soy Eiri, su amigo – Shuichi lo miro sorprendido
- Casi no habla de sus amigos – miro a Shuichi y sonrió – de hecho no había escuchado que mencione tu nombre
- Me imagino – suspiro – así es Shuichi, a veces se olvida de lo que tiene – miro al pelirosa con una sonrisa falsa - ¿Verdad Shu?
- Si, ya sabes cómo soy – rio nervioso – bueno Suguru, iré con Eiri, si vino a verme desde Tokio debe de ser por algo importante, tu y yo ya nos veremos mañana
En silencio caminaron hasta el departamento de Shuichi, era un silencio pesado e incomodo. Al estar en el departamento Eiri se sentó en una silla de la mesa, normalmente iban hasta la habitación del menor.
- Muy bien – dijo el pelirosa – mi amor, ¿no vamos a ir a la habitación?
- No – dijo serio – fui a verte a la escuela y lo vi todo
Shuichi sintió como si le hubiera caído agua helada encima
- Se acabo – dijo el rubio – quería arreglar las cosas, para que ya no peleáramos cada viernes, pero se acabo. Me estoy desgastando emocionalmente con solo pensar en ti. Te amo como nunca eh amando a nadie, lo sabes perfectamente, pero tengo mi limite Shuichi. Lo primero que pensé cuando los vi fue en seguir con nuestra relación y hacer como si nada hubiera pasado, pero con solo pensarlo me sentí como un completo tonto. No quiero saber nada de el, no quiero saber nada de verdad – sonaba cansado y desesperado – yo nunca te voy a dejar de amar, pero ya fue mucho daño.
- Eiri – lloro – compartimos amigos, nuestras vidas son muy unidas
- No estoy diciendo que dejare de hablarte, solo ya no quiero sentirme tan tonto. Ya puedes hacer lo que quieras – hablo bajo – te dejo. Él ni siquiera sabía de mi existencia ¿cierto?
- No – dijo Shuichi y después vio como el rubio se levantaba y salía del departamento sin decir más.
Al estar en su auto, todo eso que había sentido por fin salió, lloro, lloro como nunca lo había hecho, se sentía como un niño sin consuelo. Sentía que nadie podría darle la felicidad que Shuichi le daba, sentía que había tirado a la basura la mitad de su vida, la mitad de su alma… la mitad de su corazón. Se sentía vacio, incompleto… pero era necesario ¿no?