Capitulo 1
- - Eiri, seguro de lo que estás haciendo? – pregunto un chico alto (1.96), con una apariencia de chico malo, sumamente guapo a su mejor amigo, el cual estaba sentado frente al ordenador
- - Mira Hiro, si no hago esto, reprobaremos , y reprobar es una palabra que ya no entra en mi vocabulario – respondió el otro chico de facciones finas, nariz respingada, cabello rubio y un poco más bajo que el anterior (1.87)
- - Está bien, solo me sentare y veré, pero te recuerdo que yo soy el que lleva dos carreras aquí y soy el que sabe más de esto, puedo hacerle unos arreglos mejores a esa tarea que tu, para eso estudio diseño, tu solo estudias administración, yo estudio Diseño y Administración
- - Deja de repetirlo y cállate o vete a casa
- - Como digas, nos veremos mañana - dijo el chico alto antes de salir de la enorme habitación color azul con decorados blancos de su amigo
Pasada la media noche Eiri por fin pudo terminar los últimos retoques del trabajo en equipo que les habían dejado en la escuela hacia una semana, siempre terminaban haciéndolo todo a última hora y en consecuencia él se tenía que desvelar aproximadamente 3 veces por semana, no era algo que le molestara pues desde hacía dos años había perdido el habito de dormir más de 3 horas, pero aun así, le resultaba un tanto cansado todo ese asunto de la escuela, mas porque no era una carrera que lo hiciera feliz, más bien la había elegido por cumplirle un capricho a su padre.
Al día siguiente despertó 5:00 am, como todos los días. Se ducho con calma y después de verse listo, toco una puerta doble que se encontraba dentro de su habitación la cual se abrió 5 minutos después.
- - Tengo la esperanza de que algún día mi papa me cambie de habitación o quite esta estúpida puerta que conecta nuestras habitaciones – dijo una chica de cabello largo muy hermosa, al igual que el con rasgos finos
- - Si Mika, tienes todo el día y el camino a la escuela para quejarte, así que apúrate – respondió el sin muchas ganas de empezar una discusión con su hermana menor, la cual tenía un carácter muy difícil a pesar de sus 14 años
- - Termino de maquillarme y salgo – dijo antes de cerrar la enorme puerta que conectaba sus habitaciones en las narices del chico
Cansado, agarro sus cosas y salió de la habitación, recorrió el pasillo de el piso superior de su casa preguntándose “porque seis cuartos cuando solo vivimos tres personas aquí sin contar a los del servicio?” hasta que llego a las enormes escaleras blancas, blancas como cada una de las paredes de esa casa. Bajo sin prisa paso por la enorme y elegante sala, el comedor de 8 sillas (porque ocho si solo somos 3 y los del servicio comen en la cocina?), amaba ese lugar pues había una enorme puerta de cristal la cual daba a su patio trasero que era inmenso con unas bardas altas adornadas por enredaderas, simplemente hermoso, su papa había contratado a alguien muy bueno para hacer eso, aparte de la gran alberca con el mini- bar a un lado, una maravilla. Entro a la cocina encontrándose con quien quería ver
- - Sakura - le sonrió y la abrazo muy fuerte – buenos días, quiero desayunar algo
- - Sera mejor que no me abraces tan fuerte - rio la mujer de unos 45 años – después tu hermana se enoja porque dice que eres tan simple que abrazas a la servidumbre
- - Me gusta ser simple entonces – dijo él con esa sonrisa hermosa que tanto lo caracterizaba desde el momento de su vida en el que se había decidido a ser plenamente feliz olvidando su pasado por completo
Desayuno un gran plato de fruta pues tenía que cuidar su cuerpo marcado por el gran ejercicio que había hecho los últimos meses. Subió a su enorme camioneta doble cabina y llevo a su hermana a la escuela para después dirigirse a la suya. Al no encontrar donde estacionarse en esta, se tuvo que buscar un lugar más alejado, total, a el no le importaba caminar un poco.
Iba distraído (como era su costumbre) cuando de pronto vio a un chico extremadamente lindo a su parecer (más bajo que el, cabello rosado y ojos violetas) sentado en una banca solo escuchando música con unos auriculares, solo que noto algo en el, por su rostro corrían lagrimas silenciosas y su mirada era triste.
- - No Eiri por favor! No te acerques, son cosas en las que no te debes de meter, no puedes estar ayudando a todo el mundo siempre, al final tu eres el que termina mal - se recriminaba mentalmente mientras su cuerpo actuaba de otra forma y cuando se dio cuenta ya se encontraba parado a un lado del chico.
Lo miro un momento y después se decidió a hablar
- - Hola - sonrió nervioso al ver que el chico lo miraba fijamente - me llamo Eiri , venia caminando y no pude evitar ver que llorabas, se que no es de mi incumbencia, pero aun así, no me gusta ver llorar a la gente - se quedo callado un momento al darse cuenta de que estaba hablando demasiado - perdón, suelo hablar demasiado – se apeno pero no recibió respuesta de parte del otro chico – me escuchas?
- -Si, claro que te escucho - el chico sonrió - me llamo Shuichi
En ese mismo instante lo único que paso por la mente de Eiri fue que nunca en su vida había visto una sonrisa tan linda como la de ese chico.
- - Gracias - dijo Shuichi - me sacaste la primera sonrisa del día, y yo que me sentía tan mal
- - No, no es nada – sonrió - lo único que quería era que pararas de llorar, no te ves bien cuando lo haces, te ves mejor sonriendo
- - De nuevo, gracias – dijo apenado pues no podía creer que alguien tan guapo como Eiri le estuviera hablando de esa forma.
Eiri le iba a decir algo cuando de pronto sonó su teléfono y al ver que en la pantalla aparecía el nombre de su mejor amigo, no pudo hacer otra cosa más que mirar la hora y darse cuenta de que era tarde.
- - Discúlpame, pero me tengo que ir – dijo guardando su móvil de una forma nerviosa - se me hizo tarde para la escuela y tengo que entregar un trabajo
- - No, está bien, gracias de verdad
- - No fue nada – se dio media vuelta para caminar rápidamente a la escuela pues su amigo lo mataría.
Entro corriendo al salón de clases y fue el último en entregar el trabajo que había dejado el maestro después de darle un largo discurso para que lo dejara entrar. Se sentó a un lado de su amigo como todas las mañanas
- - La excusa es la que le diste al maestro – dijo Hiro viendo hacia al frente disimulando que escuchaba al maestro – la razón real de tu tardanza es…?
- - Mi maldita maña de querer ayudar a todo el mundo - respondió imitando a su amigo para que no se dieran cuenta de que estaban hablando.
- - Creo que eso ya te ha traído suficientes problemas – dijo su mejor amiga que se encontraba escuchando sentada al otro lado de el – deberías de pensar mejor antes de actuar – clavo por un instante su intensa mirada oscura en Eiri (mirada que combinaba con su hermoso cabello violeta)
- - Esta vez era un chico, se llama Shuichi, estaba sentado en una banca llorando, no pude resistir y me acerque, debe de tener unos 17 años, no sé bien - dijo ignorando los comentarios de sus amigos - pero tiene una sonrisa hermosa – sonrió para sí mismo al recordar la sonrisa del chico – creo que iluminaria cualquier lugar con esa sonrisa
- - Y yo creo que es uno de tantos, como siempre – dijo su amiga Noriko de mala gana
- - Vamos, no juego con los sentimientos de la gente – dijo el mirando a su amiga e ignorando la clase – dame un ejemplo – dijo al ver la mirada insistente de su amiga
- - Un claro ejemplo soy yo Eiri
- - No jugué contigo Noriko, simplemente las cosas no se dieron entre nosotros, aparte ya tienes novio, no te quejes
- - Se quieren callar los dos? – los interrumpió Hiro – después discuten, estamos en clases
CoContinuara...