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Loneliness por itachiuchihafan

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo nuevo capitulo, espero que no me tardara mucho.

Este es el penúltimo capitulo, perdonen si tiene alguna falta de ortografía.

¡Disfrútenlo!

 

 

La madera crujía al ser consumida por el fuego. Pese a que afuera estaba el sol en todo su esplendor, en aquella habitación hubieran estado en completa oscuridad de no ser por la luz que provenía de la chimenea encendida. Naruto y Sasuke se encontraban en el sofá de frente al fuego, sus rostros eran iluminados por la luz. 

Ambos se encontraban nerviosos y no habían dicho palabra alguna desde que se separaron de aquel beso en la Abadía. Pese a ello, ambos estaban abrazados, Naruto tenia su brazo detrás de la espalda de Sasuke y el azabache mantenía su cabeza recostada en el pecho del rubio; ambos con su mirada en el fuego.

Sasuke desconocía el protocolo que seguía después de aquello, ¿su amistad se vería afectada?, ¿se habían convertido en algo más? No, no era más que amigos, pues Naruto se marcharía y no tendrían una relación donde prácticamente no se vieran mas.

Por otra parte, Naruto estaba que se moría, ¿cómo podía separarse de aquel joven? Aquel beso había significado tanto para él; le había hecho comprender que su lugar era al lado de aquel muchacho de ojos carbón.  Pero era heliofóbico y las posibilidades de lograr sacarlo de aquellas paredes eran mínimas y él aun no estaba listo para abandonar ese trabajo que tanto amaba, no aun.

Se armo de valor para hacerle aquella proposición, tenia que hacerlo.

—             Mañana me iré —  respiró profundo —. Mi tren sale a las doce del día.

Sasuke se separo lentamente de él, mas no le miro. Se notaba confundido, pero resignado.

—             ¿Mañana? — susurró.

—             Si, debo de llegar antes para preparar algunas cuantas cosas — se mordió los labios.

Estaba vez, el azabache se puso de pie y se acercó al fuego para atizarlo. Su mente estaba en blanco, no se esperaba aquello.

—             Sasuke, yo… — él también se puso de pie, no se acercó a su amigo —. Quiero pedirte que vengas conmigo.

No esperaba ser tan directo, de hecho pensaba que se iba a acobardar a ultimo momento. Uno de sus planes mentales para no ver la expresión de Sasuke al marcharse, era no decirle que se iría y partir sin que el otro lo supiera. Eso hubiera sido peor, por ello no lo intentó.

—             ¿Ir contigo? — al parecer en ese momento Sasuke solo tenia la capacidad de repetir lo dicho por el rubio.

—             Ven conmigo — repitió —. Sasuke, viajaremos de noche, descansaremos por el día, no te pasara nada.

Esta vez el azabache se giró y encaró a Naruto. Lo que estaba diciendo era una completa estupidez, aquello no era posible. Y aunque por dentro quería gritar y llorar al saber que su amigo se marchaba, y que a la vez se sentía emocionado ante tal oferta, sabía lo que debía decir.

—             No puedes viaja solamente de noche, no puedes trabajar solo en la noche — sentenció —. Seamos realistas, yo no me iré de aquí.

Bien, Naruto admitía que la  crudeza de Sasuke le había dolido, sin embargo, tenia razón. Él no podía trabajar solo de noche; aunque el paisaje nocturno era hermoso, muchos lugares resultaban aun ser más bellos bajo la luz del sol.

—             Entonces me quedaré contigo — esta vez avanzó hasta él y le tomo de la mano —. Sasuke, no quiero estar lejos de ti, necesito estar a tu lado.

Un manotazo fue lo que recibió, acompañado de un bufido. ¿Es que Naruto era tan idiota? Le comenzaba a sacar de quicio.

—             No, tampoco puedes hacer eso —  le empujo para pasar y volver a tomar asiento en el sofá.

Aquella era de las pocas veces que se  le notaba lo enojado en el rostro; la verdad es que estaba utilizando aquel desagradable sentimiento para esconder la tristeza y ganas de llorar que se producían en su interior.

—             Claro que puedo — prácticamente corrió al lado del azabache —.  ¿Qué acaso no quieres que este contigo?

El menor terminó por suspirar,  era lo que mas quería. Lo quería aun más que la compañía de su hermano; aunque se escuchara cruel, preferiría mil veces tener a Naruto que a sus padres, pero aquello no podía ser. Se repitió que Naruto no estaba destinado para él.

—             ¿Qué hay de tus fotografías? Quizás solo he visto dos de ellas, pero tienen algo que las hacen verdaderamente especiales — desvió la mirada —. No puedo privarle al mundo tu trabajo, no mientras sepa que esas fotografías pueden transportarte a esos mágicos lugares y que pueden traer sentimientos y  emociones únicas.

—             Ya no son las mismas — admitió —. Trato y trato y ellas ya no reflejan nada, son solo imágenes vacías — ahora él fue quien huyo a la mirada de Sasuke, que buscaba explicación —. Es como si hubiera perdido algo, pero… el otro día, en la Abadía, la foto que saque de ti, se que es única y se que si estas conmigo, serán perfectas.

¿Debía sentirse alagado? No, pues solo estaba complicando las cosas. Su futuro ya estaba decidido y no había forma de cambiarlo.

Con cariño, le tomó de las mejillas para que le mirara.

—             Escucha, Naruto — le miro fijamente —. Te prometo que desde hoy en adelante, todas las fotos que saques, serán perfectas — estaba seguro de ello —. No me necesitas a mi, nunca lo haz hecho, quizás solo haz perdido tu confianza, tal vez, necesitabas que alguien te recordara lo maravillosas que son.

Creyó en lo que Sasuke le decía; el azabache era comprensivo y cariñoso, contrario a lo que pensó la primera vez que le vio. ¿Cómo podía apartarse de un ser tan especial? Y sin embargo, ya le había confirmado que no viajaría a su lado y que tampoco le permitiría quedarse. Lo único que restaba era hacerle la promesa de que volvería, el problema es que no sabía cuando, sus viajes eran pagados por editoriales, agencias y demás. Él no decidía a donde quería ir, a él le mandaban donde fuera necesario.

—             Mañana te iras — afirmó Sasuke, esta vez ya se podía notar la tristeza en su voz —. Por favor, quédate conmigo hoy, hasta que el sol vuelva a salir — su voz suplicante.

Y Naruto no pudo negarse, pues aquello era lo que mas deseaba.

 

 

La tarde paso, trataron de no hablar sobre la partida de Naruto. Ninguno quería pensar en ello, por ello hablaban de otras cosas.

—             ¿Cómo es que decidiste convertirte en fotógrafo? — se atrevió a preguntar Sasuke.

Ambos se encontraban en la cocina, el azabache preparaba té y el rubio sacaba galletas de un empaque. Tenían hambre, pero no ánimos de cocinar.

—             Mis padres viajaban mucho cuando yo era niño — mordió una galleta —. Me traían recuerdos y me hablaban de esos lugares — sonrió aun con la boca llena —. Pero no me hubiera gustado trabajar en lo que ellos, daban cátedras en diferentes universidades y la verdad yo nunca he sido bueno en la escuela — no le avergonzaba decirlo —. Así que, pensé que si quería viajar, podría dedicarme a tomar fotografías de paisajes y venderlas a agencias de viajes, revistas y así.

Sasuke admitía que esperaba una historia más mágica, tal vez alguna revelación. Aun así, se escuchaba a algo que haría Naruto. No es que tuviera una mala percepción de su amigo, pero se notaba que no era la persona mas brillante, tal vez porque era distraído.

—             ¿Cómo son tus padres? — preguntó con cierta curiosidad, quería saber que clases de persona habían criado a una persona como el de ojos azules.

—             Físicamente yo me parezco a mi papá, aunque  todos dicen que él es mas atractivo — habló con cierta indicación —. Es muy amable y muy inteligente,  también es tranquilo y piensa las cosas antes de actuar— bien, acababa de descubrir que le era difícil describirlos.

—             ¿Y tu madre?

—             Mamá es hermosa, tiene un precioso cabello rojo  — sonrió —. Me hubiera gustado heredarlo — rió —. Es amable, aunque es fácil hacerla enfadar, admito que mi padre y yo le tenemos algo de miedo — volvió a reír.

Sasuke también rió, sonaba con una familia encantadora. Un cierto golpe de celos le llegó. Le hubiera gustado tener la vida del rubio.

Terminó por servir el té y decidieron subir a comer en la habitación del azabache.

Siguieron hablando durante horas. Naruto descubrió con asombro, que pese a que Sasuke prácticamente en su vida no había abandonado aquellas paredes, sabía de todo. Podías preguntarle de física y química y te respondería al instante. Sabía de literatura y filosofía, de geografía e historia. Naruto comprendió que si Sasuke se animara a tener una vida fuera de aquella casa, podría llegar lejos y podría conseguir un trabajo en donde él quisiera.

 

 

Cuando el sueño les gano, decidieron dormir. Naruto pensó que terminaría en el sofá o en la habitación donde durmió la primera noche. No fue así, Sasuke lo invitó a dormir a su lado; simplemente se quedaron abrazados, arrullándose con la respiración contraria y tratando de disfrutar de aquel momento.

Conforme sus ojos se cerraban, cada uno se hundía en los oscuros pensamientos de lo que sucedería al amanecer.

Lastima que al dormir el tiempo se sintiera como si pasara más rápido. Sasuke fue el primero en despertar, notando una leve franja de luz que se colaba entre las cortinas.

El brazo del rubio estaba sobre él, abrazándolo contra su pecho. Su respiración era tranquila y deseó con todas sus fuerzas poder permanecer así.

Se permitió observar a Naruto por unos minutos. Quería poder recordarlo a la perfección, aunque quizás lo mejor seria olvidarlo. No tenia caso pensar en alguien que quizás no volvería a ver.

—             De verdad que te voy a extrañar — susurró.

Respiró profundo para aguantar el llanto y cuando estuvo seguro de que no sucedería, se atrevió a despertarle, moviéndolo lentamente y diciendo su nombre.

Al final Naruto terminó por despertarse, no sin antes dar largos bostezos  y decir que le dejara dormir cinco minutos más.

No podían detener el tiempo, Naruto aun tenia que regresar a la posada a acomodar sus cosas. Al final ambos terminaron por levantarse. Y el momento de despedirse había llegado.

—             Volveré, te lo prometo — aunque aun no sabía cuando.

—             No te preocupes por ello, solamente… — ¿qué podía decir, cuando las lágrimas ya amenazaban por salir? —, cuídate.

Bajo la cabeza, y cerro sus ojos para controlar sus sentimientos. Se sorprendió cuando Naruto le tomo de la barbilla y le robó un beso.

No fue apasionado como el de la Abadía, pero eso no le quitaba la cantidad de emoción y palabras que trataba de transmitir. No, aquel beso decía aun mucho mas.

Le hablaba de lo mucho que le extrañaría, de lo mucho que le necesitaba. Y también le decía que jamas encontraría una persona como él, que no habría remplazo y que siempre, siempre le amaría.

—             Vendré a devolverte este beso — le juro.

Sasuke asintió, sin palabras y con la respiración entrecortada.

—             Sera mejor que te marches — fue lo único que consiguió decir.

Y con ello, Naruto salió de su vida; ambos con las lágrimas cayendo por sus mejillas.  

Notas finales:

Bien, y ese fue el capitulo.

¿Les gustó?

El próximo es el final y el epilogo, según mis planes, lo estaré subiendo el viernes o el sábado.

Muchas gracias por leer y también a los que comentan.

Por cierto, díganme que opinan, acepto sugerencias, opiniones, criticas, lo que quieran.

¿Creen que el final sea feliz o triste? ¿O algo intermedio? Quiero saber en que creen que va a terminar.

¡Nos vemos pronto!


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