Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Loneliness por itachiuchihafan

[Reviews - 80]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.

Aquí yo después de mucho. Perdonen por la tardanza, también perdonen si este capítulo esta corto o tiene faltas de ortografía. Espero que les guste.

Naruto ni siquiera miro a la abadía al pasar a su lado, estaba demasiado molesto y apresurado como para detenerse a contemplarla.

Apenas había llegado a los pies de la colina y el sol ya se había ocultado. Debió de haber llevado consigo una linterna. Por suerte estaba el corto sendero que llegaba hasta la casa de Sasuke, aun así cabía la posibilidad de perderse. En la obscuridad, rodeado de arboles, todo parecía igual.

Sintió alivio al ver la lobreguez casa del azabache.  Empero, se sintió intranquilo, sentía que algo malo pasaba.  Su corazón latió más rápido y sus manos les sudaban. El silencio que rodeaba a las colinas y al hogar de Sasuke no ayudaba mucho.

Pero todo parecía normal. La casa lucía exactamente igual que la primera vez que la vio. Perfectamente igual a excepción de la ventana abierta en el segundo piso… ¡La había dejado abierta! ¡Había olvidado cerrarla!

No sabía qué consecuencias podría traer consigo pero Sasuke pudo haber tenido contacto con el sol, se pudo haber lastimado. ¿Su intuición le indicaba eso? ¿Y porque estaba perdiendo el tiempo? Corrió a la puerta y golpeo con fuerza, esperando a que Sasuke fuera a abrirle.

Pasaron unos minutos que le parecieron eternos y el dueño de la casa no aparecía. Volvió a golpear pero sabía que era inútil.  Se quedo pensando en una forma de entrar y fue cuando recordó que él había sido el último en salir sino se equivocaba y había dejado la puerta sin llave. Provo con abrirla esperando tener éxito. Y tal y como lo pensó, la puerta estaba abierta.

Se podría decir que acababa de quitarse un peso de encima pero sería mentira ahora pensaba que quizás alguien hubiera podido entrar a la casa y robarle a Sasuke. Pero adentro todo parecía normal.

—   ¡Sasuke! — grito con fuerza, esperando a que el azabache le respondiera.

No obtuvo respuesta. La casa estaba casi sumida en un silencio sepulcral, casi.  Podía jurar que se escuchaba el sonido del agua correr. Provenía de arriba.

A obscuras corrió escaleras arriba temiendo tropezar. Pero el pasillo de arriba estaba medianamente iluminado,  por la luz de la luna. Giro su cabeza a donde estaba la ventaba.

No había nadie, pero la ventana permanecía abierta. Se acerco para cerrarla y corrió las cortinas. La casa volvió a estar en penumbras tal y como el día anterior.  Tocando la pared para evitar caerse, fue caminando hasta llegar a la puerta de la habitación de Sasuke, esperaba encontrarlo allí.

La habitación también estaba a obscuras pero le fue fácil encontrar el interruptor de la luz. La habitación parecía desordenada pues las mantas de la cama estaban enredadas y amenazaban con caerse al piso.  La cobija que había usado para dormir seguía estando a los pies del sofá.

Del cuarto de baño se escuchaba el sonido de la regadera. Quizás Sasuke estaba bien pero no creía que el azabache fuera tan desordenado como para dejarlo todo así. Se acerco a la puerta del baño y toco suavemente.

Al igual que momentos antes no obtuvo respuesta, así que decidió entrar.

 

Había permanecido varios minutos en su ensañamiento, en donde solamente había pensado en Naruto, comparándolo de todas las formas posibles con el cielo y el sol. Pero al sentir el escozor en su brazo, al sentir que se quemaba reacciono. No podía ver pero sabía que sus brazos estaban llenos de pequeñas ampollas.

 No intento cerrar la ventana pues sabía que no podría. Hizo su mayor esfuerzo por ponerse de pie y girando se dirigió a su habitación. No necesitaba de sus ojos pues conocía perfectamente su hogar y la ubicación de todo lo que había en él como para que pudiera tropezarse.

Cada vez le dolían y quemaban mas,  comenzó a tocar las de su brazo izquierdo, de algunas brotaron un liquido entre amarillo y transparente, mezclado con sangre. La piel se le irritaba mientras tenia mas contacto.

Ya en su habitación medito un momento sobre lo que debía hacer. No tenia medicina ni alguna venda con que atenderse.  En la última visita de Itachi, habían revisado lo que había en el botiquín de primeros auxilios y también las pocas medicinas que había en la casa, la mayoría estaban caducas y  no había ni vendas ni gasas.  Terminaron por tirarlas todas y el hermano mayor prometió mandar a alguien con medicina nueva. Lo olvido por completo, Sasuke lo atribuyo a que estaría ocupado como para pensar en minimiedades con esas. No le importo mucho pues pese a todo no era alguien enfermizo, se podían contar con una mano las veces que había estado en cama reposando para aliviarse de una enfermedad.  Ahora sí que se arrepentía de darle poca importancia

Deseando calamar aunque sea un poco de ese ardor, se dirigió al baño y con todo y ropa se metió a la ducha, abriendo el agua completamente helada.  Sintió un poco de alivio.

Permaneció parado bajo el torrente de agua, la ropa se le había pegado al cuerpo al igual que el cabello a la cara.  Le dolía un poco el contacto del agua con sus heridas, como si la punta de varias agujas estuviera tocando su piel, aun así era mejor que sentir que se quemaba. Noto que también tenía varias ampollas en el cuello pero en menor medida, tal vez unas tres o cuatro.

No estuvo seguro de cuánto tiempo paso, pero ya empezaba titiritar de frio y respiraba entrecortadamente. Su cuerpo se estaba entumiendo pero no quería salir. Se recargo en la pared y se fue dejando resbalar hasta quedar sentado en el piso. Le hubiera gustado ver sus brazos pero su visión seguía siendo nula.

Cuando escucho el toquido de su puerta del baño supo que era Naruto, no podía ser nadie más.  No le respondió, no tenía muchas ganas de estar con él pues después de que su mente se tranquilizo y dejo de idealizarlo como algo bello y perfecto comprendió que el rubio tenía toda la culpa de su condición y juraba que si se le presentaba la oportunidad lo tiraría de la misma ventana que había dejado abierta.

Lamentablemente había olvidado poner el pestillo y el rubio había entrado. Era una suerte que no pudiera ver pues no tenía ganas de ver la que le parecía una estúpida sonrisa en el rostro de Naruto.

 

El baño al igual que el resto de la casa estaba completamente obscuro era una suerte que el apagador de la luz estuviera justamente al lado de la puerta. Cuando hubo luz, recorrió con su mirada todo el lugar, deteniéndose en la regadera.

Sasuke estaba sentado en el piso con su espalda apoyada en la pared con las piernas  las tenia extendidas,  estaba completamente empapado debido al torrente de agua que salía de la regadera. Preocupado se aproximo a él pero ni siquiera llevaba la mitad del trayecto cuando escucho un gruñido de parte del Uchiha.

—   ¡Lárgate! —  pese a que fue una exclamación, la voz de Sasuke surgió entrecortada.

No era porque estuviera llorando, pues no lo estaba. La razón es  que estaba completamente helado y se le dificultaba evitar titiritar.

El azabache estaba molesto, Naruto lo sabía perfectamente. Pero no podía acobardarse por una simple palabra y un gruñido.  Retomo su andanza hacia el joven en el suelo y cuando por fin lo había alcanzado cerro la llave de la regadera y se arrodillo a su lado.

Pudo contemplarle mejor,  su piel, irritada y con ampollas, estaba cubierta por sangre diluida. Además de que temblaba por el frio.  El cabello se le pegaba al rostro y cuello, tenía su mirada fija en el suelo.

—   Te he dicho que te largues — esta vez la voz de Sasuke sonó tranquila pero autoritaria provocándole escalofríos a Naruto.

—   Vamos, te atenderé tus heridas.

Ante la protesta de Sasuke y sus intentos por apartarse, Naruto le cargo como si de una novia en su noche de bodas se tratara.

Naruto también se empapo al tener a Sasuke a poyado en su pecho, no le importaba mucho pues el agua no le hacía ningún daño. Salió de la habitación con el azabache en brazos, que amenazaba con romperle la nariz si no le soltaba.

 

Cuando Sasuke sintió que Naruto se le aproximaba no pudo hacer más que encogerse sobre sí mismo,  esperando que le dejara en donde estaba.

Pero al sentirlo a su lado le ordeno que se largara, tratando de mostrar su  seguridad característica y el desprecio que sentía por él. Al parecer a Naruto no le importo. Y aunque le hubiera gustado mirarle desafiante no podía pues aun no recuperaba la vista, su mundo seguía siendo completamente obscuro.

Por ello cuando Naruto le cargo, se sintió un poco agradecido.  Porque si lo pensaba, salir del cuarto de baño con el piso lleno de agua y sin visión alguna, podría ser verdaderamente perjudicial, así que en brazos de Naruto se sintió seguro. Eso no impidió que le amenazara para que le soltara, a sabiendas de que el de ojos azules no lo haría.

Fue cuestión de segundos para que sintiera el mullido colchón debajo de sí y para que el varonil aroma de Naruto se fuera alejando.

—   ¿Dónde tienes un botiquín de primeros auxilios? — pregunto el rubio preocupado.

Sasuke bufo mientas que se dejaba caer en la cama, sintiendo el frio contacto de las sabanas contra su ardiente piel.

—   No tengo — la simpleza con que lo dijo hizo molestar al Uzumaki — No hay nada de medicinas y vendas — termino por aclarar.

El japonés no podía creer que no tuviera medicamentos en aquella casa. Siempre debía de haber un botiquín con lo indispensable. Aunque pensándolo bien no le serviría de mucho pues él era un verdadero desastre cuando de curar heridas se trataba.

No sabía qué hacer pues no podía dejar a Sasuke así, sabiendo que había sido su culpa, ¿Por qué lo era, verdad?  No tenía la situación del todo clara pero ya después preguntaría.

Llego a la conclusión de que tendría que ir al pequeño poblado por ayuda. Aunque lo mejor sería llevar a Sasuke consigo. No le ilusionaba mucho la idea de recorrer las colinas en plena  oscuridad y mucho menos permitir que alguien más supiera de la existencia de Sasuke pero era mejor que nada. Le pediría ayuda a Sakura aunque hubiera tratado de impedir que viera al azabache.

—   Iremos al pueblo — anuncio Naruto tomando una decisión.

Al Uchiha  se le helo la sangre y pensó que su corazón se detendría. ¿Estaba diciendo que saldría de su hogar? ¿Qué lo llevaría al exterior donde podría encontrar muchas fuentes de luz que le lastimarían?

—    Estás loco, no iré a ningún lado — su mano izquierda ya había comenzando a rascar su brazo derecho.

A Naruto comenzaban a molestarle las negativas del otro, así que sin importarle se volvió a acercar a Sasuke pero esta vez jalándolo, se lo colgó en la espalda. Los  lánguidos y pálidos brazos del Uchiha quedaron colgando sobre los hombros y  el fornido pecho de Naruto mientras que este ultimo sujetaba firmemente las piernas de Sasuke que colgaban al lado de su  cintura.

Sasuke palideció y fue incapaz de decir palabra alguna. Su mente  comenzó a divagar pensando en lo que pasaría y cuando pudo reaccionar se dio cuenta de que ya descendían las escaleras.

—    Naruto, por favor, no quiero salir — comenzaba alterarse — estaré bien, no me va a pasar nada.

La mitad de lo que había dicho era verdad y la otra era mentira. O tal vez la mayoría era mentira. Claro que quería salir, durante años lo había soñado pero no con su visión cegada y con la ropa empapada. También era mentira de que no le pasaría nada pues las heridas no curarían por arte de magia.

Su miedo e inseguridad crecieron al saberse frente a la puerta y más aun cuando Naruto la abrió. Una helada brisa entro a la casa y pronto ambos se hallaron fuera. El sonido de la pesada puerta retumbo en sus oídos.

Naruto permanecía serio y con una mirada decidida.  No le importaron las suplicas del azabache, tampoco le importaba que los delgados dedos de pianista se aferraran a su pecho y hombros, encajándole las uñas.

Siguió avanzando en silencio,  alternando la vista hacia el camino bajo sus pies y después hacia el frente, rogando por no perderse. Sentía leves temblores de parte del otro, pensó que sería debido al miedo.

Sasuke se resigno a dejar de replicar. No tenia caso, solo era gastar energía. Adamas el frio le calaba en los huesos y la ropa húmeda no ayudaba mucho. Tenía escalofríos pero por lo menos el viento helado ayudaba un poco a calamar el ardor en sus brazos, aunque pensaba que se terminarían infectando.

Termino por apoyar su cabeza entre el hombro y cuello de Naruto. Trato de imaginar el paisaje nocturno que le era negado pero ya que en su memoria había pocos imágenes de lo que era el mundo al aire libre decido rendirse.

Cerró sus ojos y tratando de ignorar el frio y dolor que sentía, se quedo dormido.

Cuando había alcanzado la abadía, dejo de sentir la presión de los dedos del azabache en su piel pero a cambio de ello, la lenta respiración  del joven acariciaba su moreno cuello.

Comprobó que se había quedado dormido. ¿Es que acaso no le interesaba ver la abadía? ¿No le interesaba mirar aquel paisaje que se extendía ante él?

No le dio más importancia, tenía que llegar pronto al pueblo.

 

Sakura  mantenía una encantadora sonrisa mientras llevaba un tarro de cerveza clara a uno de los pocos comensales que se encontraban en el negocio.

Su jefe le decía que siempre había que sonreír a los clientes pues les hacía sentir cómodos. Aunque si era sincera, no le apetecía mucho  mostrarse alegre pues no lo era.

Estaba muy preocupada por su nuevo amigo. Cuando la había dejado en la habitación de la posada había tarado demasiado en reaccionar y cuando quiso ir tras él, ya era muy tarde.

Sabía que debía concentrarse en su trabajo pero no podía hacerlo, el simple hecho de pensar que algo malo hubiera ocurrido le aterraba. No ayudaba en nada el hecho de que su corazón se estrujaba como si algo verdaderamente malo pasara.

Ya no podía esperar más, tenía que ir a buscar a Naruto aunque no sabía adónde. Se dirigió a donde estaba una de sus compañeras, le diría que tenía que salir urgentemente y que la cubriera pero antes de que llegara a donde su compañera estaba, la puerta se abrió y las ventanas retumbaron.

—   ¡Sakura!

Esa voz fuerte y preocupada a conocía. ¡Era Naruto! Se giro al instante hacia la puerta en donde se encontraba el japonés.

Pero algo andaba mal pues llevaba a alguien en la espalda. ¿Por qué? ¿Quién era?

—   Sakura, necesito tu ayuda — Naruto estaba verdaderamente preocupado — Por favor.

Las pocas personas que estaban allí  miraron a la persona que recién había llegado, murmurando entre ellos.

La joven de cabello rosado corrió hacia su nuevo amigo, dedicándole una mirada iracunda a todos aquellos que se atrevían a murmurar y mirar con extrañeza a su amigo haciendo que se arrepintieran y guardaran silencio.

—   ¿Qué sucede? — pregunto en voz queda una vez cerca de Naruto esperando a que no la escucharan.

—   Es que, él está con algunas heridas. Ayúdame a curarle.

Sakura asintió y sin esperar más salió del pub en compañía de Naruto.

 

Estaban en el cuarto de la posada en que se hospedaba Naruto. Sasuke estaba recostado en la cama, cubierto con todas las mantas y sabanas que allí se encontraban.

Sakura le había reprochado furiosa el que le hubiera podido sacar de la casa con la ropa completamente húmeda. El pobre chico azabache  estaba helado pero por lo menos ya llevaba ropa seca y no había tenido fiebre.

La única mujer en la habitación había limpiado las ampollas  para que no se infectaran, también había extendido una espesa crema por toda la irritada piel. Cuando el azabache despertara le haría tomar varias pastillas para el dolor y para prevenir un terrible resfriado.

Naruto permanecía en uno de los extremos de la habitación prácticamente se había comido sus uñas por el nerviosismo. No se atrevía a decir palara alguna pues se sentía culpable. No había pensado lo suficiente.

—   ¿Está bien? — pregunto con miedo al acercarse.

—   No ha sido nada grave, aunque aun no entiendo cómo es que se hizo esas ampollas.

Sakura había encarado a Naruto, alejándose del otro joven.

—   Vamos a fuera de la habitación, me debes una explicación — la voz molesta de Sakura le atemorizaba.

Sabía que tendría que explicarle a la  joven, no podía aparecer sin ninguna explicación con un joven en su espalda pidiendo ayuda y  esperar a que fuera algo completamente normal.

—   Sé que te debo la explicación pero… no sé si Sasuke quiera decírtelo — admitió.

La verdad no estaba seguro de que a Sasuke le gustara estar divulgando a todo el mundo que tenía una fobia que le impedía salir del sol y que fuera producto de una extraña enfermedad en la piel. También estaba la posibilidad de que no le importara pero sería mejor no arriesgar.

—   Te juro que te daremos una explicación, solo hay que esperar a que despierte — le miro con ojos suplicantes — Por favor.

La de cabello rosado no parecía muy convencida y pensaba en replicar pero no se pudo negar a la mirada de su amigo.

—   Volveré al trabajo, cuando termine regresare, mientras tanto deberías de descansar.

Sakura le sonrió a su amigo y moviendo su mano en señal de despedida, salió de la habitación.

Los dos hombres se quedaron solos. El corazón de Naruto comenzaba a tranquilizarse después de haber estado completamente preocupado. Los pasos de Sakura se escuchaban lejos de la habitación.

Él miro al azabache, dormía apaciblemente. Era increíble que un chico que conocía apenas hace prácticamente tres días le provocara tanta preocupación y por ende el deseo de cuidarle.

Se acerco a la cama, recostándose a un lado del joven que descansaba. Le rodio de la cintura con uno de sus brazos, el negruzco cabello le acariciaba su mejillas y podía oler el dulce aroma que desprendía el cuerpo de Sasuke. Lentamente se fue quedando dormido.

Notas finales:

¿Les gusto? En lo particular a mi no mucho, sin embargo ciento que era algo como que necesario.

Bueno muchísimas gracias por leer y también muchísimas gracias a los que comentan.

Hablando de comentar, acepto de todo: comentarios, críticas de todo tipo, ideas, sugerencias, saludos, amenazas y muchas cosas más.

¿Qué les gustaría que pasara? O ¿Qué creen que va a pasar?

Sin más me despido, no sin antes preguntarles ¿Me dejan un review?

Ahora sí, adiós y muchísimas gracias por leer. Nos vemos en el próximo capítulo que espero sea pronto.

Sayo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).