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Tree of Heaven por ah kya

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Notas del capitulo:

*Lo que está en cursiva lo hablaron en coreano.

 



Corrió hacia la entrada del aeropuerto, aquel día nevaba con más fuerza de lo usual pero aquello no impidió que Sungmin llegar a tiempo para recibir a su madre, vio la hora en el reloj que se encontraba en su muñeca izquierda y luego se acerco a uno de los ventanales del pequeño aeropuerto de su ciudad para ver como unos pocos aviones arribaban y salían de la pista, observada todo mientras en su mente aparecían las frases que había estado practicando.

-Sungmin!! – Se giro al escuchar aquella voz familiar y no pudo evitar que una gran sonrisa se instalara en su rostro mientras corría hacia la persona dueña de aquella voz.

-Mamá! – Sonrió mientras la abrazaba, en aquellas dos semanas que no se habían visto no había cambiado en nada, se alejo un poco y vio al hombre que se encontraba junto a ella y le hizo una reverencia, con un poco de inseguridad comenzó a hablar - ¿Cómo estas, Appa?

Oh, hablas coreano bastante bien – Sungmin lo miro, sin comprender totalmente lo que decía el mayor, rio nerviosamente y comenzó a buscar con su vista a quien sería su hermano, Kyuhyun – ¿Buscas a Kyuhyun? Creo que se aburrió de estar sentado tanto tiempo en el avión, debe estar afuera...Ahora lo voy a buscar

El castaño lo miro con aún más confusión, no entendía del todo lo que el mayor le había dicho, pero asintió cuando su cerebro entrelazo las palabras ‘Kyuhyun… Afuera... Yo…Buscar’

-Sungmin ira – Dijo mientras con su mano derecha se señalaba a sí mismo, como gesto de que él buscaría a Kyuhyun – Sungmin ira.

Dejo a los mayores mientras se encamino a la salida del aeropuerto, miro a los costados no pudiendo divisar más que la blanca nieve que seguía cayendo con fuerza, hasta que a lo lejos distinguió una figura humana y un extraño impulso hizo que se dirigiera hacia él.

Al llegar a su lado se dio cuenta que su cabello y ropas ya estaban cubiertos por la nieve, era un poco más alto que el, cabello lacio y oscuro… sonrió para sí mismo antes de rodearlo caminando, situándose justo detrás de su espalda.

-Hyung… KyuHyun Hyung – Lo llamo con una sonrisa esperando a que se volteara.

Bastaron unos pocos segundos para que el moreno reaccionara y comenzara a girarse… a medida que Sungmin posaba su vista en el rostro del más alto su sonrisa iba desapareciendo poco a poco, una tristeza inexplicable inundo su corazón, una desesperación gigantesca lleno su mente y todo sucedía mientras se perdía en los oscuros ojos del mayor, unos ojos negros que no poseían brillo propio. En aquel lapso de tiempo en el cual se miraron Sungmin sintió algo extraño, aquel chico era especial…De cierta forma era especial.

Sungmin al salir de aquel pequeño transe volvió a sonreír, tomo el libro que lo estaba acompañando para todos lados y busco entre sus páginas, había estado investigando como hacerle sentir al mayor que ahora eran una familia y que podía contar con él. Al encontrar lo que buscaba volvió a sonreír antes de hablar.

-Es..toy muy fe..feliz de con..conocerte… Soy Sungmin –Dijo para luego señalo al chico que se encontraba al frente de él – Hyung… te quiero.

Sonrió nerviosamente mientras observaba como el mayor no mostraba ninguna reacción frente a lo que había dicho, percatándose que el moreno en ningún momento había dejado de mirarlo a los ojos y llego a sentirse un poco incomodo, sabía que Kyuhyun no hablaba, no por qué no pudiera, sino porque no quería, era algo que su madre ya le había advertido con anterioridad. Algo decepcionado por no recibir respuesta de ningún tipo por parte del otro agacho su mirada, situándola en sus propios pies para luego avanzar hasta los pies del otro….una expresión de horror se instalo en el rostro de Sungmin al darse cuenta que Kyuhyun estaba descalzo, sosteniendo sus zapatos con su mano derecha, algo sorprendido volvió a subir su mirada, viendo a los ojos del moreno y sin saber por qué, sonriéndole una vez más.

-Kyuhyun!!- Sintieron un grito a lo lejos, pero Sungmin ni si inmuto al ver como una lagrima caía por el rostro de aquel que era ahora su hermano mayor, el moreno comenzó a caminar dejando atrás a Sungmin, como si jamás hubiese escuchado lo que éste le había dicho.

Algo extrañado, el más bajo miro como Kyuhyun se dirigía hacia donde estaba su familia, miraba como sus pies descalzos tocaban la nieve directamente, sin nada que los protegieran… pensaba en la mirada del mayor, en la tristeza que lo inundo al sentirla pero que aún así Sungmin no había borrado su sonrisa… por qué, por alguna extraña razón Kyuhyun le había recordado a su padre, y sintió un miedo invadirlo, no quería que igual que a su padre la nieve se llevara a su hermano mayor.


A lo largo del camino a casa Sungmin se limito a practicar su coreano junto a su nueva familia, frases como ‘Appa, gracias’, ‘Omma, lo siento’ fueron las que inundaron el camino…. Pero de vez en cuando Sungmin cruzaba miradas con el mayor, aquella mirada triste que de cierta forma llegaba a intimidar al castaño. Kyuhyun jamás bajaba la mirada y eso en cierta medida colocaba nervioso a Sungmin, quien al no poder sostenerla la desviaba hacia la ventana. Sungmin permaneció sonriendo y hablando coreano a lo largo del viaje, mientras en su interior intentaba asumir que desde aquel momento tendría un nuevo padre y un nuevo hermano mayor, con los cuales desde ahora formarían una nueva familia.

Al llegar a su hogar los cuatro no tardaron en instalarse en el comedor, donde la tía de Sungmin les esperaba con una diversidad de platos coreanos junto a su hijo.

-Discúlpame, estoy aquí en lugar de tu hermano y aun así me atiendes bien –Interrumpió el mayor de todos – Se que eres la tía de Sungmin, créeme que puedes contar con nuestro apoyo siempre.

-No tienes de que disculparte – Dijo la señora mientras se instalaba en la mesa tras colocar el ultimo plato – Yo soy quien debe estar agradecida con ustedes, después de que mi hermano falleció me dejan vivir en esta casa, yo y mi hijo les estamos sumamente agradecidos.

-Cuñada, no tienes de que preocuparte, tu y Heechul siempre contaran con nuestro apoyo –

La tía sonrió, para luego hacerle un gesto a su hijo, incitándolo para que saludara formalmente.

-Encantado de conocerlos, me llamo Kim Heechul y tengo 18 años – Dijo el chico pelinegro en japonés, quien no había pronunciado palabra desde que todos habían llegado.

La familia seguía hablando cosas triviales, las cuales Sungmin no podía entender en su mayoría ya que prácticamente toda la conversación la llevaban en coreano, exceptuando a su madre y su primo, pero aquello no le importaba al castaño, ya que no podía dejar de fijarse en Kyuhyun… su hermano parecía perdido en su propio mundo, mirando la nada, siguiendo con los pies descalzos. Por una extraña razón Sungmin no podía quitar su vista de él.

-¿Cuántos años tiene su hijo?

-Ohh, tiene 20 años

-Es muy guapo
– Rio la mujer, para luego dirigirse al moreno - ¿Cómo te llamas?

Un silencio incomodo invadió el lugar, Kyuhyun en ningún momento se inmuto y al parecer no tenía intenciones de responder. Sungmin lo miro preocupado, preguntándose si es que en algún momento seria capaz de escuchar su voz.

- Kyuhyun hyung – susurro Sungmin, sin dejar de mirarlo.

Aquella incomoda atmosfera se disolvió en el momento en que la madre del castaño hablo.

-Cuñada, aquí tienes… - Dijo la madre de Sungmin mientras le entregaba los sellos de las escrituras del balneario – He escuchado que en Hokonae abrirán unas nuevas aguas termales, con mi esposo hemos decidido ir a visitarlas y quizás expandir el negocio… Estaremos fuera de casa por unos 3 a 4 meses, espero que te puedas hacer cargo del balneario por ese lapso de tiempo.

-¿Yo? – Dijo la madre de Heechul – No puedo creerlo, tienes tanta confianza en mí... no sé si podre con todo el trabajo – Dijo riendo – Daré lo mejor de mí, te lo prometo.

Sungmin, quien sabia de lo que estaban hablando en aquel momento los mayores, ciertamente le daba algo de pena que sus padres se fueran, sabía que todo era por algo mejor, miro nuevamente a Kyuhyun, viendo como sus pies esta vez tiritaban un poco debido al frio.

Aquella noche Sungmin al dirigirse a su habitación recordó lo vivido en las últimas horas, sonrió en su interior mientras se instalaba en aquel pequeño escritorio ubicado en su cuarto, tomo el cuaderno que tenia encima buscando una foto que no tarde en encontrar, aquella donde salía él junto a Siwon, rio nervioso mientras su dedo índice recorría la cara de aquel chico, Siwon siempre había sido aquel en quien podía apoyarse, quien le daba fuerzas y hasta podría asegurar que era algo así como su primer amor. Con cierto rubor en sus mejillas dejo la foto encima antes de acostarse… había sido un largo día y sabía que los próximos serian más agotadores, pero eso no le quitaba el entusiasmo que le caracterizaba.

--

Los pocos días hasta que los padres de Sungmin y Kyuhyun se fueran pasaron normalmente, como era costumbre Sungmin y Heechul se encargaban de la limpieza de las habitaciones, mientras que los mayores se encargaban de los asuntos administrativos del balneario. Tan solo había una cosa que desconcertaba a Sungmin, y era que cada vez que se encontraba con Kyuhyun y le sonreía, éste lo miraba con enfado y se alejaba, el castaño no sabía qué era lo que producía el malestar de su “hyung” pero daría lo mejor de si para poder entablar una mejor relación con él.



El día de la partida de sus padres fue justo antes de la vuelta a la escuela, Sungmin despidió a los mayores mientras que Kyuhyun miraba la nieve con indiferencia.

-Creo que lo harás bien – Dijo su padre mientras le palmeaba el hombro izquierdo al pelinegro, para luego subirse al auto en el cual viajarían.

Kyuhyun no dejo de mirar la nieve mientras el auto se alejaba por la carretera, el castaño fjio su mirada en el más alto con preocupación, se preguntaba que era lo que evitaba que Kyuhyun reaccionara y estuviese con él, que era lo que impedía que el pelinegro fuese alguien normal.




Continuara~


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