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El usurpador de mi cuarto por prisnad

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Notas del capitulo:

Minho se da cuenta de que tal vez este equivocado con respecto a key y eso lo llena de curiosidad.

Capitulo dos: Curiosidad


-¿qué pasa Minhooo? – Jinki exagero mi nombre mientras junto con Jonghyun se sentaban a mi lado en la hora de descanso
-nada – dije codeándolos a los dos que estaban ladeándome.
- Ho…. Ya se… es por tu importuno usurpador de cuartos- rió Jonghyun
- tan detestable es ese chico… si quieres lo ponemos en su lugar – rió Jinki mientras Jongh asentía y con su mano en forma de puño golpeaba su propia palma.
-no chicos… ese niño casi emite sonido – recordando la última vez que me miro, esa noche donde lo encontré con lagrimas en sus ojos.
-wooo – rió Jinki
-¿Qué? – espete molesto por su tonta sonrisa
-ya no hablas de él con ese tonito de fastidio –
-me sigue fastidiando, te quisiera ver a ti con un desconocido en tu cuarto – pero era verdad ya no me fastidiaba. Ahora quería conocerlo solo que él se mantenía distante, alejado.
-pero lo tienes bien escondidito, ya que desde que el vive en tu casa, no nos invitas – Jonghyun me miro con picardía.
- deja de hablar estupideces cara de dinosaurio deforme– mientras lo tomaba del cuello jugando, el reía dispuesto a enfrentarme, pero algo capto mi atención.
- perdón… busco a Choi Minho – escuche tímidamente esa voz que casi no recordaba, sin embargo estaba presente en mi cabeza. Levante mis ojos y viendo justamente cuando una de las chicas me señalaba entre mis dos compañeros lo vi a él. Traía su fino uniforme puesto, un saco gris con vivos blanco, el pantalón claro al igual que la camisa, todo tan pulcro como él, el cabello rubio lo traía bajo un gorro (una boina gris, con la insignia de ese prestigioso instituto), sonrió amable a la chica que le había indicado, dejándola totalmente embobada. Se dirigió a mí.
- ¿y ese? – Jongh miraba a Kibum que venía hacia nosotros, él ni Jinki se habían dado que cuenta que antes había preguntado por mi
- Kibum- me levante de un salto antes que llegara, mirándolo curioso, a esta altura todos los ojos del salón miraban curiosos a este fino muchacho que al no ser por sus ojos bien rasgados hubiera pasado por un joven ingles por su elegante caminar.
- per… perdona – miro tímido cuando al fin estuvo frente a mí, yo lo miraba asombrado de verlo en mi colegio.
-¿paso algo? – pregunte preocupado, tan raro era que se apareciera aquí.
- yo…Salí temprano del instituto – posando su mirada en el suelo, ¿acaso había venido a visitarme? - es que tu mamá no está, salí antes y no tengo un juego de llaves, ella me llamo y me dijo que tú podrías prestarme el tuyo –levanto sus ojos al fin para ubicarlos sobre los míos, sonrojado, luego paseo su vista por el lugar, luego a los rostros de chicos y chicas que empezaban a rodearnos – tu salón es muy bonito -
-ven…- lo tome del brazo, mis compañeros prácticamente habían hecho un círculo alrededor de nosotros por lo que tuve que empujar algunos, jalándolo suavemente hacia fuera del salón prácticamente a la puerta del colegio.
-perdona si te moleste – sonrió tímido - Es que no me quedo otra opción
- no es eso… mis compañeritos son medios bestias y tal vez te hubieran acosado con preguntas y por cierto bastantes incomodas – reí a carcajadas, imaginando a Kibum pálido ante las preguntas más raras de mis amigos. El me miro confundido y luego pareció entender mis palabras, dejando escapar una risita una que parecía más un burbujeo, era delicada, era suave.
-¿tan terribles son? – Dijo al fin aun sonriendo
-mejor ni te imagines – le tendí el juego de llaves las cuales tomo agradecido.
- Gracias y disculpa por la intromisión – saludo con su mano antes de irse. Yo imite su saludo mientras lo miraba alejarse caminando con esa gracia tan característica en el. era la primera vez que habíamos charlado más de una oración desde que llego a mi casa, era la primera vez que lo oía reír, era la primera vez que me miraba sin ese dolor que tanto lo amedrentaba.
-guauuu… sale a despedir a su novio – Jinki me paso el brazo por los hombros, poniendo su estúpida gran sonrisa.
-ese es el famoso usurpador de cuartos… te digo que si quiere usurpe el mío- ahora el que me abrazaba era jonghyun, no me sorprendió el comentario desubicado de mi amigo ya que si alguien le gustaba, poco le importaba si era hombre o mujer.
- no te atrevas… Jonghyun, te conozco a la perfección – lo mire divertido pero lo rete serio. Que ni se atreviera.
-woo, el celoso Minho marca terreno –Jinki aun reía de manera estúpida
-ese chico es muy bonito Minho… es muy bonito, te entendería a la perfección – Jonghyun me miro pervertidamente en referencia a Kibum.
-para mi es solo la molestia que ocupa mi cuarto… además ese chico es la persona más odiosa que he conocido, se que ahora está pasando por un momento terrible. Pero cuando eso pase, volverá a ser ese ser molesto, esa diva creída llena de aires de superioridad – termine fastidiado, ¿por qué recalcaba solo las malas actitudes de él? cuando solo lo había visto en un par de encuentro de ese modo ¿Qué pasaría si Kibum no era como yo pensaba y si en vedad era un ser tierno y sensible?
Camine hasta mi casa con un solo pensamiento. No conocía nada de él, me había quedado con la impresión de un ser frívolo, coqueto, histérico y superficial. Como pude sacar esa conclusión si no lo conocía.
Toque timbre, otra no me quedaba ya que Kibum se había llevado mis llaves. Cuando la puerta se abrió no supe si reír a carcajadas o solo mirarlo con ternura. Frente mío tenía a Kibum con un delantal de mi madre (rosa con cerditos) un pañuelo estilo bandana en la cabeza y resto de polvillos en sus altivas mejillas. Entre conteniendo la carcajada, no quería ser descortés, pero era condenadamente cómico, jamás me había imaginado que el niñito ingles que hacía solo unas horas había visitado mi colegio, ahora se convertiría en una especie de cenicienta encantada.
- ¿Qué haces? – lo mire divertido mientras el ponía ambos brazos al costado de su cintura, esperando a que entra.
-solo ayudo a tu madre…- el espero a que pasara – ella no está, la pobre hoy lo toco guardia en el hospital, por lo que decidí darle una mano… tu deberías hacerlo debes en cuando – estaba…parecía de mejor humor.
-tienes razón… pero soy bastante vago para las tareas domestica-
-por eso aprovechando que no había nadie, decidí darle una mano, tu pobre madre no tiene ayuda - sonrió
-hoy pareces animado – sonriéndole mientras con una mano le sacaba los restos de polvo de la mejilla, su sonrisa amplia cambio una mueca de asombro la suplanto por mi acto, ya que había posado la palma de mi mano en su rostro – es bueno que estés de mejor ánimo kibum – la sonrisa tímida plasmada en su rostro tuvo un deje de nerviosismo por mi comentario.
-solo deseo agradecer a tu madre lo buena que ha sido con migo – bajo los ojos y yo quite mi mano, enseguida se volteo alejándose hacia la cocina, seguí tras sus pasos, y aunque en un principio no quería cruzármelo ahora parecía que no podía alejarme. Lo observe, se había dedicado a lavar los platos, los cabellos dorados cayendo prolijamente en esa larga nuca, la espalda apenas encorvada por la posición.
Traía el delantal que ceñía su cintura mal atado tras la espalda, me levante de la silla en la cual me había sentado para admirarlo y sin darme cuenta camine hasta el.
- lo llevas mal atado… déjame ver – me agache tomando es cintas sueltas que caían casi desatadas, ate debidamente esos lazos, me pare y volteándolo de los hombros me asegure que el delantal ya no le quedara suelto, por lo que acomode la cintura – OK ahora si… - levante mi vista, el me miraba algo… ¿raro? verdad parecía un marido cariñoso acomodando el delantal de su adorada esposa. Como no iba a mirarme raro
- gracias – apenas articulo
-yo…tengo que irme… dile a mi madre que llegare tarde – tome las llaves que le había prestado y salí de allí, tenerlo cerca me hacia actuar de manera estúpida. Fui a buscar a mis amigos un buen partido de fútbol seria genial para despejar mi mente.
Onew y Jonghyun me sirvieron de entretenimiento, estando con ellos ya no hacía nada estúpido, bueno nada anormalmente estúpido. Pasamos la tarde y mi cerebro descanso de mi propia tortura, Solo me sentía fastidiado cuando él cara de dinosaurio decía si podía venir a casa para cenar. Seguro era para ver a mi usurpador de cuarto.
-hola…estoy en casa – grite al entrar, nadie respondió. Raro, camine hasta la sala y nada, busque en cada habitación y nada. Cuando entre a mi cuarto Kibum leía un libro sobre la cama - ¿Dónde están todos? – Lo mire desconcertado
- tu mama tiene guardia toda la noche… dijo que te dejo varios mensajes, tu hermano está en casa de su novia y tu padre de viaje – hablo sin apartar la vista de su libro
- rayos – mire mi celular, era verdad tenía unas diez llamadas perdidas de mi madre. Lo de mi hermano lo sabía y lo peor lo de mi padre también ya que hacía dos días se había ido- que demonios, si lo hubiera recordado comía algo por allí –
-¿no has comido nada en todo el día? – esta vez aparto los ojos de su libro para verme sorprendido
-solo algo en el colegio, la tarde la pase jugando fútbol por lo que siempre espero llegar a casa para comer – mi estomago gruño sonoro dando crédito a mis palabras. El rió… esta vez rió con un gran grito el cual me asusto.
- tu estomago está hablando – dijo aun en la carcajada, yo me sonreí, era bueno que ya no estuviera en ese estado autista – ven yo tampoco cene, no me da ganas cuando estoy solo, preparare algo – salto de la cama y mientras me pasaba de largo tomo mi mano para arrastrarme tras él. Tenía unas manos cálidas y suaves, la cual solo soltó la mía cuando llegamos a la cocina, indicándome que me sentara.
El empezó a trabajar de manera rápida, rebuscando en la alacena o la heladera mientras también buscaba los elementos adecuados. Lo vi cortar verduras con la prestancia de un chef, cuidaba de una olla mientras iba tras otra preparación en la sartén, lo miraba fascinado. Yo como mucho podía hacer un huevo hervido (de seguro se quemaría)
-te… ayudo – camine hacia él mirándolo de reojo mientras veía trabajar sus diestras manos.
-no… no te preocupes – sonrió sin mirarme y siguió en su tarea, por lo que me senté nuevamente dedicándome solo a admirarlo. La cena fue deliciosa, realmente deliciosa, ese chico era bueno en todo lo que hacía de eso no cabía la menor duda, debía ser por eso que él era tan engreído en el pasado. Porque este, el de hoy solo era encantador.
-esto… esto está realmente bueno – dije masticando un gran trozo y señalaba la comida con el dedo.
-lo sé y deja de hablar con comida en la boca… es asqueroso – sonrió, el comía de manera fina, nada parecido a mi ya que su comida parecía danzar dentro de su boca, la mía era asesinada por mis dientes.
-es que esta muy bueno, cocinas realmente bien, eres bueno en el colegio, en la cocina…
- Almighty-
- ¿Qué? –
- Almighty key… así me llamaba mi padre – trago con dificultad
-hun… ¿todopoderoso?
-aja… él decía que todo lo que me proponía podía lograrlo… todopoderoso key – su voz sonó como un susurro
-¿Por qué key? – sabía que estaba hondando en un recuerdo doloroso, pero la curiosidad podía más.
- porque significa llave en ingles o clave que abre y da accesos… mi mamá decía que nada podía detenerme que era una llave que habría todo, corazones, personas, resolvía problemas… esos apodos me los pusieron ellos – la voz se entrecorto, estúpido Choi queriendo averiguar sobre él, lo puse realmente mal – disculpa… me voy a acostar creo que estoy muy cansado – mentía, refregó los ojos fingiendo un bostezo, estaba limpiado las lagrimas que brotaban. No sabía qué hacer ya que mi interés había provocado esto. Pero a decir verdad era solo un bruto que se incomodaba cuando veía a ese lindo chico llorar.
- acuéstate, yo recojo esto – volteándome de manera rápida. Me tome el tiempo del mundo para lavar los platos y acomodar todo, no quería volver a la habitación, no me gustaba verlo llorar, verlo llorar hacía sentirme triste, demasiado triste.
Cuando al fin decidí acostarme habían pasado más de una hora, en la habitación todo era silencio y oscuridad, sin prender la luz y sin hacer ruido me acosté, al otro día podría dormir hasta tarde ya que era sábado, mis ojos se cerraban cansados.
Oí un llanto ahogado, me removí en mi cama, abrí mis ojos lentamente ¿desde cuándo soñaba con un niño llorando? La luz del amanecer entraba tenue por la ventana, por suerte podía seguir durmiendo, cerré mis ojos. Otra vez ese sonido ahogado, un llanto callado. Abrí mis ojos, no estaba soñando. Gire mi vista en dirección a la gran cama blanca y el bulto delicado dentro de ella se convulsionaba. Kibum estaba llorando.
-oye – me acerque sentándome a su lado sobre la manta, era la primera vez que necesitaba consolarlo. El no me contesto, tenia cubierta hasta la cabeza – kibum – sacudí una vez más – no es bueno que llores solo cuando me tienes a mi… permíteme – levante la cobija metiéndome en su cama para volver a taparme y solo destapar su cabeza. Este estaba bañado en lágrimas, lo llame en voz baja él seguía callado, ahora había metido su rostro entre las almohadas, me puse de lado mientras solo le acariciaba la espalda que vibraba por el llanto – Kibum… si necesitas hablar o solo llorar…- el no respondió - Key…key - lo llame sin darme cuenta que lo hacía por su apodo, entonces fue como si esa palabra fuera mágica se giro hacia mí  sentándose un poco, ahí caí en la cuenta que le gustaba ser llamado así.
-Minho – lloro bajando su rostro, me acomode a su lado - me siento tan… solo, tan solo que a veces creo que la vida nos tendría que haber llevado a los tres – 
-no digas tontería key – el me miro detenidamente, mis pulgares limpiaron las lagrimas que caían de manera continua, en un acto impensado recostó su cara sobre mi pecho el cual empapaba de lagrimas, con un brazo lo rodee de la cintura mientras mi otra mano descansaba sobre su nuca pegando su cara a mi torso. Llenando de tristeza mi corazón.
-sabes. Era terrible, nada me importaba, desde chico tuve lo que quería y era bueno en todo… por lo que no me daba cuenta de que engreído me había vuelto. Días antes del accidente había discutido con mi padre – hizo un pausa mientras controlaba su congoja, yo solo acariciaba su espalda sin emitir sonido, tenía la impresión que el necesitaba deshacerse de ese dolor que guardaba hacia meses, hablo nuevamente, apreciaba como su aliento golpeaba mi pecho por el cuello bajo del pijama sintiéndolo directo – yo les había dicho que dejaría el instituto, que me aburría que todo lo que me enseñaban allí yo ya lo sabía. El me miro decepcionado, diciéndome que era tradición que toda la familia Kim había egresado de allí, que no había generación que no lo hiciera. Me reí histérico y caprichoso, le conteste que entonces yo “todo poderoso Key” seria la excepción. El me miro colérico, defraudado, me dijo que ellos no me habían llamado así para que me convirtiera en esto… ellos lo había hecho porque yo les parecía increíble. Me reí en su cara y salí diciendo que era solo informarle lo que iba hacer.
Dos días después partían de viaje… ni me digne a saludarlo… ni siquiera lo salude… ¿entiendes Minho? – otra vez su voz se entrecortaba, otra vez aplastaba el rostro sobre mi pecho- ese día antes de partir mi mamá se acerco diciendo “kibum… mi adorado key… mamá hablara seriamente contigo cuando vuelva” con dulce voz. Solo le dije que había tomado mi decisión, no había nada que hablar, la mire seriamente y sin sonreírle me fui a mi cuarto… si lo hubiera sabido … la hubiera abrazado, le hubiera dicho que si, que haría lo que ellos querían…que sería su orgullo- su voz cada vez sonaba mas sufrida la había elevado al punto que gritaba y ahora con ambas manos estrujaba mi remera – me llamaron urgente en mitad de la noche… el auto, el auto había caído y ellos… ellos estaban graves… con mi madre no pude… no pude despedirme…el ultimo recuerdo que se llevo mi madre de mí fue esa fría mirada con una postura caprichosa. Soy un maldito estúpido…Minho- ahogo mi nombre sobre mi clavícula, yo no podía hacer otra cosa que llorar con el - Mi padre estuvo dos días consiente… le pedí perdón… le dije que iba a cambiar… que no me abandonara como ya lo había hecho mamá “lo harás bien, se que lo harás hijo mío, porque al fin de cuentas eres almighty key… se que lo harás” el a pesar de en lo mal hijo que me había convertido me seguía mirando lleno de orgullo – postró su semblante en mi cuello, podía sentir como este se humedecía por sus lagrimas. Su garganta emitía un grito desesperado, uno que sofocaba sobre mi piel, yo lo aferraba con tanta fuerza que parecía grabarlo contra mi - los echo de menos Minho, no tengo nada… es lo que me merezco por tanta estupidez, por ser vanidoso, por creer que el mundo giraba a mis pies. Por ser así, la vida me quito a mis padres. Por ser así me quede solo… no es justo… no es justo…-
-no estás solo - tome su rostro su entre mis manos, para mirarlo de lleno, veía esos rasgados ojos hinchados por el dolor. Tanto dolor me hería. Ese chico se sentía culpable por la muerte de sus padres, el llevaba una cruz que no le correspondía, apoye mi frente sobre las suyas mientras con los pulgares de mis manos limpiaba ese bello rostro sin soltarlo –yo estoy aquí…yo cuidare de ti… no estás solo, no lo estas, yo estaré a tu lado – mi nariz reposaba sobre la suya, lo miraba fijamente a escasa distancia a solo un leve movimiento de su boca, podía sentir de pleno su aliento que olía dulce, limpie nuevamente esas lagrimas que de todas maneras caían, bese sus mejillas mis labios probaron sus lagrimas tristes – yo cuidare de ti key - me estrecho hacia él, rodeo sus frágiles brazos en mi cintura, lograba notar su corazón latiendo pegado a mí. 
Me estremecí porque este sentimiento era maravilloso, el era más grande que yo, pero en todo aspecto parecía más chico. El necesitaba que lo cuidaran y yo lo haría. Es chico me hacía sentir un inmenso cariño, uno muy diferente al que sentía por mis amigos ¿Qué era esta rara sensación? Así llorando nos recostamos, no lo solté ni un segundo sintiendo todo su calor, se durmió en mis brazos, recostado sobre mi pecho, rodeándolo de la cintura, acariciando su cabello, como si fuera mi pequeño hermano, como si fuera un tesoro preciado por el cual debía velar. La luz del amanecer avanzado dejaban ver con claridad un rostro que ahora dormía, a veces se exaltaba preso de la congoja del llanto que había tenido, cada vez que se exaltaba lo mecía entre mis brazos para calmarlo cuidando de él, llenándome de calidez, ¿Quién había dicho que no era sensible?, me sonreí mientras me esforzaba para no dormir, embelesando por ese lindo rostro, mis parpados me pesaban, volvía abrirlos tercamente para seguir mirándolo, al final el sueño fue el vencedor.

Al despertarme, gire a los lados, la cama blanca estaba vacía, me quede un rato mas, había abrazado su almohada, mi olfato enseguida descubrió que olía a él, la abrase sonriendo ¿Qué me estaba pasando?, salte de la cama, estirando los brazos y pegando un gran bostezo. Tome una muda de ropa y me metí directamente a la ducha, nada mejor que un baño para sacar todo el sueño que aun tenia. Me sorprendí al ojear el reloj era pasado el medio día… había dormido demás. Desde la cocina se podía escuchar el sonido de la comida al cocinarse y un excelente aroma. Dándome cuenta del hambre que tenía.

-¿y desde hace mucho? – oí la voz de Kibum al parecer charlaba con mi madre
-desde el jardín de infantes - esa voz no era de mi mamá… eso era obvio, conocía a la perfección esa voz.
-yo también tengo un buen amigo, solo que esta lejos se llama Taemin es un poco más chico que yo - 
-¿aquí no tienes amigos? – Lo escuche provocador
- yo… aquí…Minho – cuando entre a la cocina el sonreía al pronunciar mi nombre.
- Jonghyun… - salude seco a mi amigo quien estaba sentado comiendo “mi” almuerzo como si nada, camine directo a key quien se encontraba frente a la gran cocina terminando su tarea, me pare a su lado dedicándole una gran sonrisa- ¿Cómo te sientes? –pase un brazo por su hombro despeinando los cabellos dorados con mi otra mano.
-mucho mejor – sonrió tímido arreglando el cabello que había acabado de desacomodar – gracias  Minho, gracias de verdad – hablo en un susurro para que solo yo lo escuchara, ese susurro, esas suaves palabras alegraron mi corazón, lo mire atontado.
-ejemm….ejemm – mi dinosaurio amigo había enfocado los ojos de manera divertida 
-¿Qué haces aquí? – lo mire incomodo
- Minho te vengo esperando buen parte del día, hasta que decides iluminarnos con tu presencia – rió socarronamente ante mi cara de disgusto, le gustaba provocarme, sabía cuánto lo entretenía.
- ¿esperando? ¿Hace cuanto? ¿Por qué? – trate de entender desde hacia cuanto Jonghyun había estado con Kibum… me imaginaba que el pobre muchacho se debe haber sentido contrariado y más si Jonghyun lo miraba de esa manera que tiene de cachorro perdido que pone cuando alguien le gusta.
-¿tantas preguntas policía Choi? – Rió sin sacar la cara de dinosaurio idiota – creo que hace una hora… tal vez dos.
-¿Por qué no me despertaste?
-por que Kibum me dijo que te dejara dormir un rato mas, además me invito a comer, debo decir que comer esto es mejor que ver tú horrible cara cuando despiertas – 
-yo le pedí que te dejara dormir un rato, ya que por mi culpa te desvelaste – otra vez hablo bajo, solo que no tanto, ya que Jonghyun me hizo una mueca y en sus malditas facciones podía leer claramente “¿te desvelaste por él?” otra vez sonreía malévolamente. Hastiado le lance una servilleta la cual esquivo con facilidad. Kibum miraba entre maravillado y horrorizado este par de brutos que ahora se había dedicado a darse golpes con la palma de la mano en la parte posterior de la cabeza.
-ya deja de comer mi comida – le saque el plato
-toma Minho aquí tienes – sonrió devolviéndole el plato a Jonghyun y me daba el mío
- ¿key donde esta mi mamá? – degustando esa deliciosa comida, una que me daba ganas que mi madre ya no cocinara
-¿key? ¿Pensé que eras Kibum? –Sorprendido acoto Jonghyun
- es que...- el aludido bajo su cabeza tímidamente, sabía que no quería tocar el tema
- así le decimos, los que somos íntimos - bromee para sacarlo de esa incómoda situación
- ¿entonces te puedo llamar así? – Jonghyun lo observo sugerente, lo codee de lleno en el estomago
-Key ¿mi mamá? – ignorando, la mirada asesina de Jonghyun
- esta recostada, llego cansada por lo que le prepare el desayuno, le dije que se acostara ya que yo podía encargarme de tu almuerzo – sonrió de manera linda, de manera tierna, entonces como hechizado me levante caminando hacia él, en un acto sin meditación, lo abrase dejando a mi tonto amigo con cara de asombro y a mi abrazado compañero de cuarto absorto. 
- que bueno tenerte entre nosotros todopoderoso key – acaricie su cabeza dándole un corto beso sobre los cabellos que olían de maravilla, lo pude sentir vibrar entre mis brazos sonriendo perturbado.
-jem… jem, jem, creo que me atragante -pude ver a jonghyun por el rabillo del ojo con sonrisa picara, mientras inventaba un ahogo. Sonreí sabiendo que podía vengarme por su descaro, solté a key, yendo hacia Jongh dándole una fuerte…pero muy fuerte palmada en la espalda.
-¿estas mejor o deseas otra para que te baje la comida? ¿Que tal una patada en el pecho? 
-tu tonta rana… - enderezaba la espalda que había doblado por mi golpe
-vamos idiota – lo levante del brazo – gracias key por todo
-si gracias key, volveré maña...-Arrastre a mi estúpido amigo fuera de casa. Tenía que alejarlo de allí, así me costara alejarme de Kibum.


- así que es lindo, es inteligente y cocina bien – sonrió con malicia Jinki, ante el detallado comentario de Jonghyun
-además canta como los dioses – siguió Jongh. Por lo que lo mire poniendo en grande mis ojos (si mas grandes)- claro no tan bien como yo, pero tiene un hermoso timbre-
-¿Cómo es que lo escuchases cantar? –
-cuando empezó a cocinar tarareaba una canción una que se me torno conocida por lo que yo empecé a cantarla, para después el unírseme, sabes hacemos buena dupla – me codeo
-no te atrevas a pasarte de listo Jonghyun, te lo digo, no, te lo advierto – lo enfrente seriamente, pero mi amigo no sacaba su sonrisa, era sabido nada del divertía más que hacerme enojar
-Minho cuida a su compañerito de cuarto, no quiere que un pervertido como tu se le acerque – Onew nos miraba cambiando su mirada de un rostro a otro como si estuviera mirando un partido de tenis.
-solo que el sufrió mucho… déjalo tranquilo –
-¿pensé que no te agradaba? – Onew me miro confundido
-no lo conocía… - me excuse
-¿y ahora lo conoces? ¿Es verdad que te desvelaste por él?– la pregunta de Jonghyun no era inocente
-¿a ti que te importa?
- bueno esto parece una charla de chicas… mejor hagamos algo entretenido. Porque ya veo que también yo termino enamorado de el – Onew se levanto de un salto pateando nuestros traseros para que también lo hagamos
-no estamos enamorados – dije tomándolo del cuello para jugar
-habla por ti – mientras Jonghyun me asaltaba a cosquillas
Las cosas cambiaron entre Kibum o key como solía llamarlo últimamente. El ya no estaba tan distante y conversábamos más seguido. Pero como siempre el dormía cuando llegaba al cuarto y no estaba cuando me levantaba, sin embargo podía disfrutar de las charlas en la cena, o cuando me hacia algún horario entre los entrenamientos. Dándome cuenta de cuánto me agradaba estar con él. Dándome cuenta que mis pensamientos se perdían más de una vez al día por el ¿acaso estaré volviéndome estúpido? ¿Cuándo habia pasado de detestarlo a apreciarlo tanto?




CONTINUARA...

 



 

Notas finales:

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS, ESPERO QUE LES AGRADE ESTE CAPITULO


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