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El usurpador de mi cuarto por prisnad

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Notas del capitulo:

minho descubre el fascinante mundo de key.

 

 

Capitulo tres: Conociendolo



Los ojos se me cerraban en esa tediosa clase. La clase de ingles no eran mi fuerte, casi ninguna lo era. Pero de esta, nada, nada entendía. Podría pedirle a Key que me ayude era muy bueno en ingles, va era bueno en todo (no era que estaba buscando excusas para estar cerca de el)
- esto me hace doler la cabeza – señaló Onew, quien parecía tan desanimado como yo.
-bien chicos esto es todo pueden retirarse – la docente al fin nos liberaba de esa tortura que me estaba trastornando.
- es un martirio, tendré que pedirle a key algo de ayuda – exprese en voz alta sin darme cuenta
- yo tampoco entiendo, vamos a tu casa – molesto Jongh. Por suerte antes de que le diera un patadón en el trasero, mi teléfono sonó.
-¿hola? – Dije riendo aun 
- ¿Cómo estas mi pequeña llama carismática?– detestaba cuando mi mamá me llamaba así. Una era porque no me gustaba ese apodo. La otra razón era que seguro pediría un favor
- ¿Mamá algo deseas no?
-si, cariño, necesito un favor… en verdad dos - suspire largo antes de escuchar su pedido – necesito que recojas el auto de tu hermano del taller y ya que tienes el auto pasa por kibum, Tiene práctica y no me gusta que se venga tarde y solo –
- si otra no queda – dije pensativo – shhh cuenta con ellos –
-gracias hijo eres perfecto – corto antes de que le pudiera contestar “que lo sabía”
-bien chicos tengo que irme. Mi mama desea que le haga de secretario – reí despidiéndome, sin dar explicación de nada, ya que si lo hacia lo más probable es que mínimamente Jonghyun se me uniera.
Recogí el auto del taller, me encantaba conducir, me hacía sentir libre. Estacione frente al prestigioso instituto, ¿practicas de qué? Me pregunte, no lo hacía bueno en ningún deporte.
-¿perdone?- parando frente a un gran escritorio de información, ese parecía más una recepción de Hotel que de colegio – busco a Kim Kibum 
- ¿a key? - Sonrió el joven que estaba sentado tras el escritorio
-aja… – algo en su mirada inquisidora me hizo sentir incomodo.
- está en la sala de prácticas…- volvió a sonreírme
-es que no sé dónde queda – observando esa gran recepción, imaginándome lo complejo del establecimiento.
-claro, te juro te acompañaría pero me matan si me salgo del puesto – su amabilidad me pareció… como decir, desagradable.
-está bien solo dígame como llegar – cuando la explicación acabo, agradecí alejarme de ese chico que miraba raro. Los largos pasillos no me ayudaban, hacia más de diez minutos buscaba la sala, leí nuevamente el papel “salón b/11” y todavía no tenía idea donde estaba- ¿perdona donde está este salón?- pregunte a un joven que salía de un aula
-si sigues derecho chocaras con él, te darás cuenta porque está justo al final de pasillo
- gracias-
- ¿a quién buscas?- dándose cuenta que yo no pertenecía a ese lugar
- Kim Kibum- 
- ¿key? – Observándome con detenimiento
-si a él –
-si, allí esta…- agradecí una vez más, al parecer key era bastante popular, como el chico había dicho al final de pasillo me encontré con el bendito salón “sala de ensayo” se leía en el cartel bajo el “b/11”. Entre dudoso. Las amplias puertas cedieron apenas las empuje. Lo que en primera creí que era un gimnasio, término siendo como una gran sala con grandes espejos como paredes y una fuerte música envolvía el lugar. En medio un grupo de chicos se encontraban bailando una muy buena coreografía que marcaba un instructor. Una sola persona lo hacía de manera sublime, una sola tenia la gracia, la elegancia, el carisma y era él. Me recosté sobre una de las puertas para observarlo, traía un pantalón suelto color claro, una remera gris sin mangas y en su cabeza una bincha negra que sujetaba parte de su flequillo dorado sobre su frente. Danzaba como un ángel. Copiaba a la perfección los pasos del corógrafo, ejecutándolo de forma magistral. No sabía que podía bailar tan bien… en verdad bailaba mucho más que bien, endemoniadamente bien. La coreografía que estaba practicando le quedaba perfecta, cada movimiento delicado, glorioso. Cada paso era exageradamente elegante, sin ningún equivoco la llevaba a cabo. Los demás chicos frustrados intentaban seguirle el paso, jamás lograrían hacerlo y mucho menos llegarían a mover las caderas como lo hacía Kibum, era más estaba seguro de no haber conocido humano capaz de moverlas tan bien.
- bien chicos creo que por hoy ha sido suficiente, dos cosas; key si no fuera tan perfecto se notaria menos las fallas de los demás, el resto por favor practiquen – la voz del coreógrafo resonó en el recinto. Todos aplaudieron y luego rodearon, no mejor dicho se abalanzaron sobre Kibum para que les explicaran en que fallaban, mientras este les marcaba los errores… “perfecto todopoderoso key” tus padres tenían razón todo lo haces bien.
-Kibum – camine unos pasos mientras veía a key con el rostro cansado responder las dudas, lo llame nuevamente entre el bullicio, pero solo cuando grite bien alto “Key” se volteo a verme. Miro confundido y luego se le ilumino el rostro cuando al fin sus rasgados ojos me enfocaron
-¿Minho?- grito mi nombre al verme con una gran sonrisa sobre sus labios. Corrió, no, brinco hacia mí feliz, seguro por salvarlo de ese mar de amateurs, tal vez solo feliz de verme... (Me agrada pensar que era solo por verme) cuando estuvo a escasa distancia y para mi sorpresa se arrojo abrazándome de golpe, con tanto ímpetu que tuve que aferrar una de mis piernas para que no cayéramos - ¿Qué haces aquí? –Señalo aun riendo, haciendo que me sonrojara
-solo vine a recogerte, es tarde y mi mamá se preocupa por ti – lo despeine, era una manía que había adquirido, sabía que le molestaba, sin embargo no se quejaba mirándome con un fingido fastidio mientras volvía a acomodar su cabello.
- ¿En serio? perdona, no me gusta molestarte –
-no es ninguna molestia key, adema es una manera de agradecerte las ricas comidas que me preparas cuando no está mi mamá-
- hacer comida para ti es un placer – miro dulcemente, saque esa tierna mirada de mi vista, sino terminara abrazándolo como esa vez en mi cocina, por lo que lo tome de la nuca suavemente para guiarlo fuera del salón – gracias por venir por mi- poniéndose un abrigo, para luego colgarse el bolso, salimos de ese majestuoso lugar
- ya te dije no es nada… todopoderoso – reí cuando estábamos en el auto
-¿he?
- cocinas, limpias, eres un genio en el estudio, cantas, bailas…-
- gracias – respondió orgulloso, si yo fuera él también lo estaría.
- sabes bailas… tan bien que creo que no eres de este planeta - 
-si vieras a Taemin, te caerías de culo – expresó sonriendo
- ¿Taemin? – saque mi vista que tenia fija en la carretera para posarla confusa sobre él.
-si, un viejo amigo, está de viaje, pero el sí que baila de manera envidiable-
- ¿y mueve las caderas tan bien como tú? – pregunte escéptico, a lo que me miro asombrado por mi desfachatez
-no, eso no – otra vez sonrió, con esa risita picara que le quedaba de maravillas, la cual no quito.
-me gusta cuando sonríes por nada – exprese mirando su sonrisa
- no es por nada Minho, estoy contento porque me dieron el papel principal en un musical-
-viendo como bailas, no es para menos-
- lo sé, pero había otros postulantes…
-nadie es competencia para ti key, vi a esos chicos bailar torpemente a tu lado – el otra vez me miraba confundido - ¿quieres festejarlo?
-¿festejarlo?
-si ¿Por qué no? – rápidamente tome mi teléfono y le dije a mi madre que iríamos con Kibum a comer fuera que no nos esperaran, ella pareció tomar la noticia con agrado. Seguro que si hubieran sido Jinki o Jongh mis acompañantes me hubiera regañado. Pero con Key era bien recibido. El lugar era uno de mis preferidos era un ambiente agradable y la música excelente
- gracias por celebrarlo conmigo- agradeció colgándose de mi brazo
- gracias por haberte cruzado en mi vida – señale por lo bajo
- ¿Qué? - acerco su oído para oírme ya que no lo había hecho
-nada
-¿Cómo? – Otra vez estiraba su cabeza a mi lado
-nada- reí a carcajadas tirando de él para acercarnos a una mesa,
- nunca había visto este sitio, es muy bonito – la camarera nos acerco un menú, le sonreímos, a decir verdad de manera poco disimulada clavo la mirada en mi.
-gua… Minho eres tan guapo que las chicas siquiera disimulan su deseo –sus picaros ojos se fijaron en mí, mientras hacia una sonrisita burlona
- debe estar ciega porque a la única persona guapa aquí eres tu – observando largamente como el miraba todo el lugar fascinado, de eso no había la menor duda, key era la persona más bella de este sitio, de este y de cualquier otro. Sacudí la cabeza de mi propio pensamiento. Siempre me pasa lo mismo, tenerlo cerca me convertía en un perfecto idiota.
- tú lo eres, eres guapo, tus grandes ojos marrones miran de manera profunda, tu nariz es pequeña y tu boca esponjosa, tus cabellos castaños cayendo desprolijos sobre tu rostro…además tienes un buen cuerpo – hablaba despacio, sus mejillas adquirieron un leve rojo, mientras que sentía como su descripción hacia mí, creaba un cosquilleo en mi estomago, key era perfecto hasta para hablar - ¿dime has tenido novia alguna vez? – pregunto de golpe.
- no-
-¿nunca? – otra vez miraba asombrado, a veces actuaba como un niño, cuando lo hacía, cuando ponía sobre su bonita carita esas expresiones era hermosamente adorable.
-mmm, nada serio como para llamarlo novia – sonreí avergonzado -¿y tú? – sintiéndome algo celoso de su respuesta.
-no – negando con la cabeza, sonriéndose de su propio pensamiento – nunca he estado con alguien… jamás, ni siquiera un ni tan serio como para llamarlo…como para llamarlo…. Nada-
- ¿Por qué? eres bonito, eso lo sabes ¿por qué te sonríes? –
-nada Minho, solo que es complicado- sonrió otra vez dejándose llevar por su propio pensamiento ¿Qué era lo complicado? ¿Por qué su mirada tuvo un deje de vergüenza? Lo mire tan intensamente, queriendo por una vez estar en su maravillosa mente y saber todo de él.
-¿Qué es lo complicado?- Insistí
-wooo me encanta este tema – no supe si era verdad, o lo hacía para que no le hiciera más preguntas, decidí dejar las cosas así, una por que no quería que él se pusiera incomodo, la otra porque había empezado a tararear el tema que estaba sonando y prefería escuchar la dulce melodía salir de sus labios.
-recuerdo que cantabas muy lindo – dije queriendo parecer casual, pero en verdad desde que Jonghyun había mencionado que canto a dúo, también quería hacerlo con él, solo que lo mío era el rap. Se acerco a mi oído y empezó a cantar el tema, su aliento golpeaba en mi oído generándome un cosquilleo en todo el cuerpo, de reojo miraba como sus labios se sincronizaban con la canción. Su voz era sensual, era agradable. No podía evitar enfocar mi mirada sobre la boca que gesticulaba el tema, observarla con tanta obsesión me desconcertaba. Mis ojos viajaban de sus labios a sus ojos felinos que se orientaban divertidos, de seguro por la cara de idiota que estaba poniendo. La parte del rap vino a mi auxilio sacándome de ese trance que me torturaba, esa parte de la canción me sabía. Así me uní a él y terminamos los dos cantando a viva voz mientras hacíamos sonar nuestras manos y la gente se unía con aplausos. Para las siguientes dos canciones ya nos habíamos parado y la gente nos rodeaba alegre.
-gua… eres increíble, rapeas muy bien tienes una voz hermosa – me dijo sorprendido, mientras nos sentábamos, rehusándonos de manera amable a seguir cantando.
-tu cantas muy bonito- sonreí mientras llevaba la bebida a mi boca
-también se rapear - guiño un ojo con picardía, acercándose a mi oído improvisando un rap con lo que estaba mirando en ese momento, yo desee que la gente no dejar de pasar por delante de su vista y tenerlo recibiendo su cálido aliento cerca de mi cuello. Era un excelente improvisador, reímos y juntos volvimos a rapear, yo contándole lo que me había sucedido en el día, y él en el suyo. Entre risas y charlas nos habíamos bebido todo lo que nos daba el bolsillo y más gracias a nuestro pequeño show, la casa nos había invitados unos tragos y algunos comensales otros. Por lo que nuestra alegría era casi una euforia.
-wwooooooooo… no recuerdo la última vez que me puse así – rió de manera exagerada mientras nos poníamos de pie para regresar
-si, y menos mal que no está mi padre, sino me mata – lo tome apoyando mis manos en sus hombros y lo llevaba a la salida
- el aire esta rico, es lindo – expreso apenas el aire frió golpeo nuestro rostro
-el aire no está rico, esta solo frió key-
-noo, esta hermoso - colgándose de mi brazo, remarcando con gracia la ultima silaba
-solo frió- 
-no, esta lindo, tan lindo como tu – me sonreí al verlo en ese estado, estaba borracho y seductoramente desinhibido. 
-¿Cómo yo? no, como tu eres muy popular en tu instituto, no hay persona que no te conozca -
-idiotas nadie sabe como soy, solo compran la imagen de lo que fui- gruño triste
-yo creo que ellos deben saber que eres muy, pero muy todopoderoso- 
-no se preocupan en conocerme verdaderamente- había bajado la ventanilla del auto para que el viento siguiera bañándole el rostro.
-tal vez se sientan intimidados – sonreí, tirando de él para que metiera el cuerpo, lo había sacado casi por la mitad a través de la ventanilla.
-tu intentaste, por lo menos intentaste conocerme, tu lo intentaste – relajo el cuerpo cerrando los ojos. No me atreví a decirle que a mí tampoco me agradaba en un principio y que lo detestaba sin conocerlo. Que yo como el resto de los chicos de su escuela, me había quedado con esa impresión de chico caprichoso, de diva sin alma. Pero no atreví, el estaba de excelente humor y así lo prefería.
Llegamos a casa, intentado hacer el menor ruido posible, escapándose de igual manera una risita nerviosa llegamos a mi cuarto, el se recostó vestido, yo fui al baño creo que estaba en mejor estado que él, una vez cambiado volví- key, mejor cámbiate – al ver que se había quedado así, desplomado sobre su cama.
- es que todo me da vueltas si me muevo…-
-ven te ayudo- lo voltee despacio para no marearlo, el sonrió con los ojos cerrados, mientras desabrochaba su abrigo sacándoselo con delicadeza, luego lo senté recostando su cabeza sobre mi hombro, despojándolo de su camisa, dejando ver su precioso torso, delgado delicado, volví a recostarlo con cuidado, liberándolo de sus pantalones, el parecía tiritar por el frió, y yo por que era condenadamente bello. Lo acobije entre las sabanas
-gracias Choi –sus dientes chocaban por el repentino frió
-te dije que hacia frió, te dije que no vinieras con el vidrio bajo, solo espero que no te enfermes- reproche mientras me sentaba a su lado tapándolo con la colcha
-es que el aire estaba lindo… tan lindo como tu – podía ver su rostro bonito, hablaba con los ojos cerrados, la sonrisa traviesa dejaba ver como sus dientes chocaban por el frio que sentía.
- ya te lo dije no tanto como tu, la cuestión es que estas congelado – toque su rostro con el dorso de la mano, estaba helado - ¿tal vez un poco de calor humano te vendría bien? – reí de mis palabras, sin embargo ya me encontraba cobijado bajo la colcha tomándolo entre mis brazos.
-tu estas calentito - Se acurruco hacia mí. No sé si estaba calentito, tal vez la palabra justa seria “caliente”
- te pasa el frió ¿vuelve el calor? -
- claro contigo eso es inevitable – susurro, dejándome atónito, esas palabras me sacaban todo inocente pensamiento -mejor no –sentándose de golpe, tomándose la frente por seguro un repentino mareo a causa del brusco movimiento.
-¿Por qué?, soy un buen amigo, dije que de ahora en mas yo estaría para cuidarte, eso incluye no dejarte morir de frió- tomándolo de los hombros para volver a acostarlo ya que seguro terminaría devolviendo.
-no, Minho – intento suavemente rehusarse
-¿Por qué? –susurre acomodándolo hacia mi
- hoy me preguntaste algo y yo dije que era complicado –
-si lo recuerdo ¿que es lo complicado Key? – hable sobre su cabeza que olía dulce.
-a mi… bueno, yo – abrió sus ojos depositándolo sobre los míos fervorosamente – prométeme que no te alejaras de mi. Ni dejaras de ser mi amigo –
-nada me alejaría de ti – murmure amable 
- a mí… a mí me gustan los hombres… por eso jamás he tenido novia…creo que es bueno que lo sepas – hablo despacio, tímido, avergonzado. Mi corazón dio un vuelco, ¿porque eso me alegraba? ¿Por qué lo quería egoístamente para mí? ¿Porque no tenía ganas de compartirlo con una chica?
-no me sorprende Key… eres único en todo aspecto- me reí mientras acariciaba su cabeza, hundiendo mi nariz en su cabello, conteniendo un impulso que no entendía.
-sabes que soy gay y aun así no te molesta dormir a mi lado - 
-no me importa- era verdad, nada me importaba mas que tenerlo cerca de mí, el tenia un poder, el poder de alegrarme el alma y nada me hacía más feliz que rodearlo con mis brazos –lo único que me importa es abrigarte, quitarte el frió, no quiero que te enfermes… ya duérmete quieres – respondí mientras mis ojos se cerraban. Sabía que era peligroso lo que me estaba pasando, porque era algo nuevo, porque era prohibido. Pero a su lado me sentía seguro, a su lado sentía calma. El era un excelente chico y este sentimiento de protegerlo, de cuidarlo, me llenaba de satisfacción.

 

 

      continuara

Notas finales:

key es hermoso y minho lo complementa de manera perfecta por eso amo esta pareja, gracias por los comentarios. besos


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