Capitulo cinco: El idiota más grande del planeta
-Minho hace semanas traes cara de asesino, sabes que puedes confiar en nosotros – Onew ubico su rostro cerca del mío para que por fin lo mirara, hacía rato me estaba hablando pero yo ni siquiera me dignaba a mirarlo
- ¿Qué quieres? – gruñí apenas
-¿Qué tienes, que te preocupa? – saque su cara de mi vista, no deseaba hablar, hacia días mi humor habia desaparecido, al igual que mi apetito, mis ganas de dormir, mis ánimos. Solo deseaba estar solo. Cuando las clases terminaban escapaba, escapaba de sus seguras preguntas…preguntas que seguro terminarían haciéndome llorar como un chiquillo. No podía permitir que ellos me vieran así, destruido, desbastado por el amor no correspondido de otro chico. Solo huía como loco, enajenado a algún lugar lejano, emprendiendo una carrera demoniaca, hasta que los músculos de las piernas me quemaban, hasta que mi respiración se pronunciaba al punto de romperme el pecho, en aquel lugar apartado, lejano a todo y a todos, gritaba tan alto como me permitían los pulmones en ese momento, tan fuerte como me permitiera mi garganta, un grito desgarrado, un grito furioso, un grito de cargada frustración, para luego caer de rodillas dejando escapar toda esa angustia todo ese maldito dolor en forma llanto. Sentado horas y horas en medio de la nada mirando la nada sin entender como me habia podido enamorar de esa manera,sin entender por qué no hacía nada y me conformaba con este dolor… tal vez porque sabía que no podía competir con el chiquillo de mirada tierna, de dulce voz y sonrisa encantadora.
-Jinki, te robo al zombi Minho- la voz de Jonghyun me saco de mis pensamientos, mas cuando en un acto violento me jalo del brazo para arrastrarme hacia el patio trasero del establecimiento.
-¿Qué rayos te traes? – molesto, rabioso, me sacudí para liberarme del agarre
-solo es que ya no puedo verte así, Minho no te das cuenta – el relajo su sonrisa mirandome preocupado.
-¿no me doy cuenta de qué?- aun fastidiado
-de que ese chico te gusta, de que te gusta de que sufres por el – volvió a buscar mi mirada, la retire, la clave en el suelo, la forcé a no derrabar una sola lagrima – Minho
-que demonios quieres Jonghyun
-que lo aceptes…- tomo con ambas manos mi rostro para que lo mirara, cuando al fin lo logro, sonrió – te entiendo amigo ese chico es hermoso, si yo lo vi solo unas cuantas veces y me dejo enloquecido, no me imagino si hubiera vivido con él, si hubiera habitado mi cuarto…
-ya es suficiente – lo empuje con ira, con tanta fuerza que el empujón lo dejo sentado en el suelo –per... perdona- apreté mis puños, estaba comportando como un idiota, Jonghyun ni Jinki, ni nadie tenía la culpa de lo que me pasaba
-ya te dije Minho solo quiero que reacciones – se puso de pie limpiándose el polvo del trasero, regalándome una mirada que me partía el corazón, esa de cachorro perdido, esa que hace que cualquier enojo se disipe, la misma que me hacía sentir pésimo por maltratarlo cuando el solo quería ayudarme, camino hacia mi tomándome de los hombros sin quitar su expresión de cachorro extraviado–amigo te has enamorado y no lo deseas aceptar… -
-yo lo se Jonghyun, lo sé mejor que nadie- apoye mi espalda sobre la pared dejando mi cuerpo deslizarse por ella hasta quedar sentado en el piso, me sentía abatido.
- ¿y entonces Minho? ¿No harás nada? – el se arrodillo apoyando una de sus manos en mi espalda, la cual habia encorvado para liberar al fin la pena que sentía frente a mi amigo.
-no puedo hacer nada, el ya escogió – sobre mis brazos que rodeaban mis rodillas habia dejado descansar mi cabeza, que se me partía, que me torturaba con la imagen de los dos en el bar… en el mismo bar que yo lo habia llevado.
-Minho, el Minho que yo conozco no se deja ganar tan fácil, el Minho que yo conozco no le gusta perder, el amigo que conozco es competitivo y luchador, ¿te estás dejando vencer por un nene que siquiera debe saber sornarse la nariz?
-ese chico, es más parecido a Kibum que yo, él es fino, delicado, de clase, un niñito con estilo… en cambio yo… en cambio yo soy un bestia que masacra su comida en la boca, que solo puedo sudar como cerdo por hacer deporte… él es… más adecuado para Key… el merece tener a su lado alguien como Taemin-
-ya, donde se habían metido, los busque por todo el colegio… ¿Minho que te pasa? – Onew habia llegado a la carrera, su pelo marrón claro revuelto, la cara enrojecida y sudada por la corrída, se arrodillaba a mi lado aun recuperando el aliento.
-esta enamorado – Jonghyun se puso a mi lado pasándome un brazo por los hombros
-¿enamorado? –Pregunto asombrado- ¿de quién?-
- ya no tiene sentido Jinki – levante mi rostro para limpiarlo de lagrimas, resoplándome el pelo que caía sobre mí frente, estaba actuando como una niña a la cual sus amigas la consolaban por un amor no correspondido, por haberse enamorado de un chico bonito que tenia a otra persona a quien querer.
-¿Cómo que no tiene sentido? ¿Dime quien es? - Onew miraba ansioso
-es nuestro querido usurpador de cuartos – al fin Jonghyun tuvo compasión de nuestro amigo
-¿de Kibum? – agrando sus ojos y delante de mi rostro vi algo que no creía, sus labios formaban esa estúpida gran sonrisa que suele poner cuando algo le divierte mucho (extendía la totalidad de su boca, dejando ver toda su dentadura) ¿Cómo podía mi pena causarle gracias, acaso quería morir joven?
- ¿Qué te causa gracia…Jinki? – Jonghyun quien era siempre el desubicado, se sentía incomodo y sobre todo por la mirada aniquiladora con la que observaba al estúpido “sonrisa feliz”
-¿pero por que no se lo dices? – volvió a decir con su inamovible sonrisita
- ¿decirle a quien? – espete brusco
-Qué te gusta, lo que sientes –
-¿eres estúpido o los alienígenas te extirparon el cerebro? – Jongh miraba incrédulo
-¿Qué? ¿Por qué?- Jinki vivía en una nube, pero esto era el colmo
-¿como porque? Kibum y el chiquito rubio, bueno pues – Jongh me miraba perturbado intentando que Onew comprendiera.
-¿Qué? ¿Qué? -
-que Kibum esta con ese Niño, con Taemin. Que sentido tiene que se lo diga- lo aferre de la camisa arrugándolo en mi agarre, Jongh habia saltado depositando sus manos sobre las mías. Respire hondo Jinki tampoco tenía la culpa de lo que me pasaba, sin embargo algo hizo que todo mi cuerpo vibrara con una furia que podría haberle partido la cara… Jinki sonreía nuevamente, no, reía, reía casi a carcajadas
-tu amigo eres el estúpido más grande del planeta – termino la frase para mirarme con cariño – un idiota que se enamora y no se da cuenta de lo que siente. Imagínate menos se va a dar cuenta de cuando lo hacen de ti – tomo mis manos las cuales aun tenia arrugando el cuello de su camisa – tonto… el te quiere a ti
-¿de que hablas Jinki? – Jongh pregunto dudoso, dudoso de que dos palabras más sin sentido le rompiera el rostro de un trompazo y me olvidara que él no tenía la culpa de nada.
-de lo que escuche ese día… -
-yo tambien lo escuche – le grite molesto – escuche cuando uno le decía que lo quería y el otro le correspondía – cerré mis ojos con fuerza, intentando borrar esa maldita imagen
-de lo que escuche cuando tú te fuiste de golpe y Jonghyun salió tras de ti… discúlpame amigo pero yo tenía que esperar mi pollo-
-termina de una vez – canturreo nervioso el más bajo, rogando que no lo matara en media charla.
- cuando estaba esperando lamentablemente seguí escuchando… escuche claramente cuando el rubiecito le decía a tu amigo lo feliz que lo hacía verlo por primera vez enamorado, kibum intentaba callarlo, pero el otro seguía feliz diciendo que ese tal Choi Minho debería ser una persona muy especial para haber capturado el corazón de Kibum-
-¿he? – Mis ojos se abrieron de par en par – ¿tú dices que solo escuche una parte de la conversación?-
-Déjalo que termine – corto Jongh
- tambien escuche a Kibum decir que se habia enamorado de ti, el día que intentaste hablarle por primera vez y solo tartamudeaste – paro para verme de manera divertida, como me sonrojaba, recordando la noche en las que mis padres me habían obligado a hablar con él y mi maldito cerebro no funciono – que le gustaba tanto tu compañía que callaría lo que sentía por ti, para no perderte… entiendes el sacrificaría su amor y tu estúpida rana no te das cuenta de nada- me levante de golpe, como si de pronto mi cuerpo hubiera sido pinchado ¿entonces él me amaba?, en unas de las piletas del patio lave mi rostro mojando el pelo.
-yo… yo tengo que arreglar esto –
- ve tonto. El idiota más grande del mundo, tonta rana colgada de una nube y después dicen que soy yo el que nunca se da cuenta de nada- las últimas palabras de Jinki las escuche a lo lejos ya me habia puesto en camino (corriendo claro) hacia mi casa.
continuara...