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El usurpador de mi cuarto por prisnad

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Notas del capitulo:

un viaje a un lugar hermoso tan hermoso como el niño que lo acompañaba...

Capítulo final: Viaje a lo profundo del sentimiento

 

-¿Dónde vamos? – pregunto por ¿decima vez?

-Ya te dije, es una sorpresa- sonriendo al muchacho que tenia a mi lado. La idea que habia plasmado ese día en mi mente estaba en marcha. Tuve que convencer a mis padres que me prestaran la casa de campo, eso habia sido fácil. Kibum llevaba tres días cabizbajo por la partida de Taemin, les dije que pasaríamos unos días con los chicos ya que nos encontrábamos en época de receso, accedieron de inmediato con tal de ver a kibum de mejor ánimo. Persuadir a mi hermano para que me prestara el auto era otro cantar, prácticamente le prometí el resto de mi vida a su servicio y a regañadientes acepto haciéndome jurar que nada le pase a su amado auto o me mataría… en sus ojos veía que si algo pasaba haría realidad  su promesa. Lo que no me creí real fue que habia que tenido que rogar  a mis amigos (dicen serlo) para que no se aparecieran por casa ni llamaran, ellos eran mi coartada. Los tuve que sobornar, Jinki era fácil, pollo, pollo y más pollo. Ahora el dinosaurio pervertido… ese caso perdido, el muy estúpido pedía cambio una noche con key…ese dinosaurio terminaría extinto como sus hermanos prehistóricos "está bien una tardecita…solo un rato… (Mi mirada asesina)…está bien solo cuéntame los detalles” dino travieso, al final solo sonrió deseándome suerte, rogando que le prometa una vez más que aunque sea le contara los detalles mínimos…tonto jonghyun.

-¿Dónde vamos?- pregunto una vez más, me parecía raro que no volviera a insistir. Kibum no era de las personas que se convencía fácil. Sacudí su cabellera rubia sin quitar la mirada del camino – oye…no- sonrió al fin, mirando el paisaje a través de la ventanilla. La ciudad habia desaparecido  paulatinamente dejando paso a un panorama de verdes lomas y altos follajes, el sol de la mañana temprano les daba un colorido increíble.

-estamos cerca – guiñe un ojo, el observaba maravillado y pronto lo haría más, tome la curva, esta dejo ver un hermoso cuadro, uno único, majestuoso, bello…dejaba ver una colina alta de paredes rocosas, en ella nacía una continua cascada que moría en forma de lago, uno perfecto, uno que no era otra cosa que una piscina divina creada por la naturaleza, bordeada por un sublime  tapiz verde, la hierba corta parecía suave, pintada.

-guau – grito saltando de su asiento como un niñito hechizado – esto es hermoso Minho, mira…mira –señalaba y aplaudía en dirección al lago

-lo sé kibum por eso te traje, pensé que te gustaría, que te haría sentir mejor –

-gracias…- el me miro realmente agradecido

-mira esa es la casa de mis padres –señale una bonita casa de madera clara que descansaba frente al lago – este es mi sitio favorito, mi lugar en el mundo… por eso lo quería compartir contigo-

-mi lugar en el mundo está donde te encuentres tu- me miro encantado besando suave mis labios, respondí con menor suavidad

-mejor bajemos temo no poder hacerlo si sigo- susurre en su boca logrando que sus mejillas adquirieran un color rojo seductor.

La mañana paso volando, era más del medio día, habíamos pasado gran parte de este acomodando el lugar. Key era un maestro de la organización, si hubiera estado solo seguro habría estado tres días abarrotado y sin ningún tipo de avance.

-que rico huele, estoy muerto de hambre – acercándome a la cocina, kibum se encontraba preparando el almuerzo mientras yo seguía “intentando” acomodar. La comida como siempre estuvo deliciosa y más si esta estaba  en manos de él. Habíamos comido algo liviano, el calor eras demasiado.

-uf… hace mucho calor – soltó el plato que estaba lavando para abanicarse con su mano

-tengo una idea, dejemos todo así como esta y vallamos a bañarnos al lago – apoye mis labios en su nuca transpirada, abriendo la boca lentamente para rasparla suave con mis dientes.

-Minho…- se quejo dócil, dejando los platos que estaba enjuagando – ese es un lugar salvaje puede haber bichos y quien sabe que otra cosa-

-yo estaré allí para protegerte – seguía besando su nuca, el movía las espalda con leves sacudidas, de seguro le estaba dando cosquillas.

-lo que me da más miedo eres…- se volteo para mirarme coqueto –tu – termino con un beso fugas sobre mi boca

-te doy miedo kibum – fingí un enojo mientras lo rodeaba de la cintura. En verdad si debería temerme, estábamos en un lugar desierto, solos,  y en lo único que pensaba  era en entrelazarlo a mi… en llenarlo de mi.

-lo que me da miedo es tu reacción, cuando tu cuerpo perfecto, vestido con solo un short y para colmo de males mojado…mmm temo que te asustes cuando no me quede otra que asaltarte a beso y caricias – ronroneo sobre mi cuello. Lo bese extasiado, dudando verdaderamente si meterlo al cuarto para ya no dejarlo salir o ir  a ese lago tan especial para mí.

-kibum – dije sobre su boca. El se separo pícaro

-me voy a cambiar – escapándose de mis brazos cual gatito travieso, eso era key en todo sentido un gatito Cool. Desapareció tras la puerta del baño para reaparecer media hora después, yo hacía veinte ya estaba listo. Lo vi salir tímido, el perfecto torso parecía de porcelana, un short blanco caía sobre sus agraciadas caderas atractivas como el - tu más que nunca deberías pegarte un chapuzón-

-como siempre tienes toda la razón- mi mirada pervertida era obvia, lo abrase por los hombros tomando un bolso que key habia preparado, nos dirigimos directamente al lago.

La tarde cálida no te dejaba hacer más que quedarte dentro de esa hermosa piscina natural. Jugamos en el agua hasta agotarnos, charlamos, nadamos, reímos. Era perfecto, no era más que eso, era increíble, soñado. Este era mi lugar preferido, los mejores recuerdos de mi vida estaban en ese lago, en esa casa y ahora con key dentro de este glorioso cuadro era una sensación inigualable.

-Minho mira, me estoy asando – miraba sus hombros enrojecidos por el sol, estaba sentado sobre una manta a orillas del lago, tomando un refresco para contrarrestar el calor.

-tengo la solución – grite divertido, sacándole el vaso de la mano lo cargue cual novia corriendo en dirección al lago para zambullirnos dentro.

-no…Minho, me habia secado – sacudió su cabeza, sus cabellos dorados me salpicaron el rostro

-lo sé, por eso es divertido-

-tonto – se colgó en mi cuello, podía admirar su rostro empapado, lindo. Sus cabellos mojados enmarcaban sus extraordinarias facciones, apoye mi frente sobre la suya, rozando su nariz con la mía con movimientos cortos, acariciándola de manera imperceptible,  dibuje con mis roces sus altivas mejillas, su tiernos labios aspirando su cálido aliento, trace la línea de su mandíbula, ahora esbozaba la caída de su níveo cuello, para volver sobre el camino recorrido ahora agregándole al dibujo imaginario cortos besos.

-key la palabra perfecto… es tan pobre a tu lado – lo admire atontado, estaba más hermoso que nunca, con los cabellos claros alborotados, los pómulos enrojecidos por el sol al igual que su bella y pequeña nariz. Los ojitos traviesos cerrados para disfrutar de mis caricias.

-exagerado – abrió los felinos ojos cafés de manera lenta, encantadora

-te juro que no exagero… kibum-

-te quiero – musito despacio, lo atraje hacia mí, una pequeña ola exploto suave entre nuestros cuerpos por el movimiento, dejando escapar de sus labios  esa risita suya, esa que no era más que un burbujeo.

-te quiero key – lo bese, explorando esa boca que tan fascinante me parecía.

-te deseo –susurro en mis labios, de rojo pude ver como miraba de manera descarada, sonreí travieso – te deseo – su voz otra vez se perdía dentro de mi boca, de la misma manera que lo habia metido, ahora lo sacaba fuera del lago entre mis brazos para depositarlo lentamente en el suelo.

-kibum, yo tambien lo hago y no te imaginas de que manera-

-de la misma manera que yo te deseo a ti… Minho- busco mi boca, sin pensarlo lo tome de la mano para no soltarlo hasta llegar a la casa, al cuarto.

La luz del atardecer decoraba el cuarto con bellos colores pasteles, anaranjados, rozas y amarillos, dejaban el lugar extraordinario, la naturaleza le daba el guiño necesario a esta ocasión especial. Lo bese lentamente degustando el sabor dulce de su boca, dejando que mi lengua explorara cada parte de ella, atrapando su lengua, jugando danzando con ella, mi mano recorrió su espalda tersa bajando por ella hasta posar ambas manos en su cola, refregándola contra mí, ahora iba más allá pasando bajo el short algo húmedo todavía, tocando sus nalgas deliciosas, pasando delicadamente hacia delante a su pene que se erigía furioso entre mis manos, lo acaricie, acaricie el extenso de su miembro, dejando escapar de sus apetitosos labios un gemido enloquecedor.

El imito mi acto diseñando con sus delicados dedos mis omoplatos, el largo de mi columna, rondando la cintura, marcando mi abdomen bajando por ellos… de la manera más deliciosa, para pasar a través de mi short. Se alejo un poco, mirandome de lleno, sus ojos entornados llenos de placer, sonrió de costado ¿tímido? no, lascivo. Bajo mi short en un solo movimiento. Ahora lo debería dejar actuar… Beso mi cuello succionaba en el camino de manera cortés, descendía por mi abdomen lentamente condenadamente lento. Se arrodillo para mirarme nuevamente, ahora sonrojado por su atrevimiento, ensortije un mechón del cabello dorado mirándolo con los ojos casi cerrados. Lo sentí, sentí como mi maldito cuerpo tembló cuando su boca cubrió mi hombría con placer… con gula. Mis fuertes piernas tuvieron que encontrar sostén de donde no habia para mantenerme en pie y no desfallecer del goce. El ruido silencioso de su boca al tragar mi pene me hacían perder el juicio… me hacían perder la razón. Quería que su dulce boca la tragara toda por lo que acelere los movimientos de las caderas, tomando sin sutileza sus cabellos para ayudar a la acción

-Minho – se quejo alejando mis caderas con sus manos, mire hacia abajo, el tenia los ojos brillosos. Bruto, bestia, lo habia ahogado, era tanto el placer que me generaba que no habia pensado en el.

-perdona… es que me tenias enajenado… enloquecido – lo tome de los codos para ponerlo de pie.

-¿te… tenia? – pregunto con picardía

-me tienes - lo lleve a la cama  despojándolo de su bañador, podía admirar el sublime cuerpo de key, la luces tenues del atardecer lo hacían lo que era… un dios… un divo caído a la tierra, caído en mis brazos, tome su pene y él el mío para acariciarnos, para darnos placer, mientras nos fundíamos en nuestras bocas que habían nacido para ser una.

-Minho… deseo, sentirte –

-key…no quiero apresurarte-

-lo deseo… te deseo –

-tengo miedo de lastimarte – susurre en su boca

-no me lastimaras… solo me querrás… solo me llenaras de ti, llenarme de ti es lo que me haría sentir completo – mire su rostro bello, los ojos afiebrados, los labios deseosos, su piel delicada

-te amo… -

-y yo te amo a ti – bese nuevamente su boca, solo me aleje de ella cuando dispuse dos dedos dentro de ella los cuales key lamio lujuriosamente bañándolos de su dulce saliva. Los saque disponiéndolos en su entrada tan lentamente y delicadamente como el pulso me daba, intente penetrarlo. Estas vírgenes paredes se negaban.

-relájate…- murmure mirando su cara traspirada, el sumiso me hizo caso, su espalda se arqueo cuando un dedo realizo su cometido- te amo kibum… te amo – su cuerpo se relajo, otro dedo hurgo despacio, lo besaba manteniendo mis dedos en su interior, diciendo en su odio cuanto lo quería, mordía su oreja la lamia, besaba su cuello, su mandíbula, la boca embriagadora, entonces ya no pude mas, solo no podía contenerme. Moje mi miembro más de lo que estaba, saque mis dedos despacio para que mi pene tomaran su lugar, la entrada dilatada aun se resistía a mi presencia por lo que empuje suave, suave hasta sentir que me daban la bien venida. El aferraba con fuerzas las sabanas cerrando los ojos – aférrate de mí –

-tengo miedo de lastimarte – abrió los ojos, mirandome con amor. El a pesar del dolor que sentía pensaba en mí, como no quererte kibum.

 – Aférrate, no importa si dejas marcas- Bese su boca, el tímidamente posiciono sus manos en mi espalda. Volvía delicadamente a fundirme en el, sabia cuanto le dolía, sus uñas clavadas en la espalda me lo decían, las marcas que dejaría serian el testigo de su dolor. Sin embargo no podía parar el placer era demasiado, sentía sus paredes apretando parte de mi hombría porque todavía no me atrevía a penetrarlo por completo, un gemido de placer se escapo de su boca, ese gemido que mis oídos confundieron con el de un ángel, me llevaron a embestirlo por completo. Su frágil cuerpo se contorsiono, un grito de dolor embargo el lugar, su tierno ser intento escaparse bajo mi cuerpo - lo siento key… lo siento- intente torpemente salir de el

-Minho…no lo hagas… solo…muévete despacio – hablo entrecortado, mirandome fervoroso, así lo hice, esperando por él, que habia empezado a moverse pausado, sus gestos eran una mescla de dolor y placer, entonces me moví a su par, danzando de manera sincronizada, de manera placentera, luego de un tiempo nuestro cuerpos encontraron el ritmo, uno frenético, animal. Gemía sin parar lo escuchaba decir mi nombre, suspirar, gritar, jadear. Tomo su miembro en sus manos, moviéndola a la misma velocidad que las embestidas – Minho… Minhooo… - grito sin voz, sintiendo como su cuerpo se desgarraba por dentro, sintiendo como lo único que concebía  toda su humanidad era placer, pasión, amor…uno que dejo derramar sobre su estomago, inundando el mío, vibrando, estremeciendo su existencia exhalando un prolongado clamor de satisfacción. Entonces sentí la cosa más maravillosa que puede sentir él ser humano, sentí como uno a uno mis músculos se tensionaban, como un ardor quemo cada sentido, cada partícula de mi cuerpo, cada célula de mi cerebro, sentí perder la conciencia, sentí morir, nacer, sentí emociones indescriptibles, colores jamás vistos, facetas incomprensibles y un solo rostro, un solo amor…key.

-key… - lo grite tan fuerte que mi voz se quebró a medio camino, toda mi fogosidad se esparcía en su interior, arquee mi espalda intentando empujar tanto como podía en su perfecto cuerpo. Mis manos cedieron, mis piernas no respondieron, entonces me tendí sobre su cuerpo esperando que parara de convulsionarse,   aun respiraba con fuerza, lo rodee en mis brazos.

-te amo…- bese tierno su frente, me separe de él temía aplastarlo, salí de su cálido interior echándome cansado a su lado sin dejar de envolverlo hacia mí. La tarde dejo paso a la noche. La luz blanca de la luna iluminaba nuestros cuerpos perlados. Esa noche dormimos abrazados, exhaustos, solo se escucharon frases de amor y susurros deseosos, besos tiernos y miradas cómplices.

El resto de nuestra estadía en esa casa fue igual de maravillosa que ese primer día. Besos, abrazos, caricias, promesas y amor. Un amor que se plasmaba en nuestros cuerpos fundidos. Planeábamos ir a vivir juntos cuando termináramos nuestros estudios. Key tenía la casa de sus padres a la cual jamás penso en poder regresar, decía que conmigo a su lado, conformando una nueva familia podría volver allí, que con migo a su lado seria excelente vivir allí. Yo por mi parte feliz que este nuevo integrante se haya unido a mi familia… pero en algo no me equivocaba, cuando conocí a key… el día que mi padre me dijo que viviría con nosotros, el día que furiosos me encerré en mi cuarto sabia que esta diva venia a adueñarse de todo, así lo hiso usurpo todo, mi cuarto, mi mente, mi corazón, mi cuerpo, mi alma…todo.

Con él a mi lado miraba la vida diferente, no sabía que nos depararía la vida en el futuro, temía perderlo… me sentía mal por haberlo odiado en el pasado… entonces un sorprendente pensamiento vino a mi… el futuro es impredecible…no sabía que pasaría… el pasado fue tiempo atrás, no podía sentirme mal por haberlo odiado ya que no lo conocía… sin embargo el presente… el presente era extraordinario por que el presente me habia regalado a este ser maravilloso, único, increíble, el presente me daba a key… a quien amaba con cada fibra de mi ser y cada vez que lo besaba que lo tomaba sabia que el tambien me amaba con la misma intensidad que lo hacía yo. Porque habíamos dejado de ser Minho Y key… habíamos pasado a ser uno… ya no éramos dos, solo éramos amor, puro, impoluto, ese que se sabe de por vida.

 Mi vida era el… su aroma, su piel, sus besos, los increíbles ojos felinos, sus sonrisa, sus llantos…todo, cada parte de él era yo, cada parte de yo era el… éramos solo un sentimiento… uno que no se puede describir con palabras uno que es demasiado sublime para etiquetarlo… los comunes, los mortales… lo llaman amor eterno. Yo que tengo un dios a mi lado… lo llamo solo key.

 

 

 

Notas finales:

BIEN, ESPERO QUE LE HAYA GUSTADO... GRACIAS A TODAS LA QUE LEYERON Y COMENTARON. BESOS.


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