—Bien, yo… debo subir.
—Fue genial conocerte, Sasuke, y me alegra que vengas a comer con nosotros-sonrió abiertamente.
¿Qué mierda te pasa, Sasuke? cálmate.
Mierda, estúpido corazón… deja de latir de ese modo.
“Deja de hacerlo”
—Ehn, si. Nos vemos en unas horas-subió los escalones que lo conducían al interior del departamento.
El joven rubio pasó de largo y entró a su hogar. Estaba seguro que ese muchacho y él junto a sus hermanos se harían muy amigos.
Cuando abrió la puerta, sus cuatro hermanos lo esperaban emocionados y le arrebataron prácticamente las cuatro bolsas de las dos manos. Estuvo a poco de tropezar, cerró tras de sí y comenzó a quitarse la abrigada campera de cuero negro.
Todos estaban en la mesa sacando los artículos que habían pedido a su hermano en la lista.
—¡Mis papas!-gritó Yuta, embargado de felicidad por unas simples frituras-¡Te amo, hermano!
Naruto suspiró y comenzó a acercarse, le tocaba preparar la cena y tendría invitados. Haría algo rápido.
—Eso es incesto, Yuta. No le digas eso a Naruto-Akira tenía un paquete de galletas de chocolates en la mano y se debatía internamente entre comerlas ahora o esperar a la cena y usarlas como el postre-Mmm… ¿Cuánto tardaras, Naruto?-miró a su mellizo.
—No lo sé.-se lavó las manos y se dispuso a abrir la heladera para ver que hacer-Mmm, lo tengo-sonrió-Hermanos, pongan la mesa.
Las miradas de centraron en Taiga quien masticaba goma de mascar.
—¿Qué?
—¡Te toca a ti preparar la mesa!-señalaron los tres rubios por primera vez estando de acuerdo en algo.
—Tks… ya veo-rió-Pero yo no prepararé la bebida.
Se miraron entre ellos y la disputa por quien preparaba el jugo de naranja inició. Naruto iba cortando cebolla sin poder evitar que sus ojos lagrimearan.
—Como te odio, verdura-siseó-No puede ser que el único que sepa cocinar de nosotros, sea yo-volvió a suspirar.
Lamentablemente el resto, quemaba todo. Pensaba que si no fuera por él que cocinaba todos los días de la semana, morirían de hambre.
Que hermanos inútiles.
Aunque bueno… cada uno tenía su don.
—La tijera corta el papel-sonrió victorioso-Lo siento mellis, pero yo no lo haré-el dúo chistó molesto y siguieron con el juego.
—Recuerda, Yuta, el perdedor preparara la bebida-dijo, Akira.
—Comprendido.
—Piedra, papel, tijera.
—¡Piedra, papel, tijera!
Naruto tenía el seño fruncido.
—¡Gané!-gritó Akira dando vueltas.
—Mierda…-masculló, Yuta, derrotado.
Naruto observó a Taiga poner los platos, mientras Yuta sacaba una jarra de vidrio de la alacena.
—¿Y ustedes?
—¿Yo? Ah, vamos, hermano. Gané, no me pidas hacer nada, porque no lo haré-le sacó la lengua en forma de burla.
Kei se mantenía ajeno a la situación. Dormía plácidamente sobre uno de los sillones.
—¿Cómo rayos puede dormirse tan rápido?-cuestionó, Naruto molesto.
—Avísame cuando la cena esté servida-se encaminó a su cuarto.
—Akira, vuelve aquí-habló malhumorado Naruto.
—Déjalo, hermano-suspiró, Taiga al tiempo que colocaba los cubiertos-Él y Kei se ocuparan de lavar y guardar todo.
Naruto sonrió.
—Buena idea.
El tiempo pasó volando. La mesa estaba lista y la comida también, solo aguardaban la llegada de sus visitas.
—Sasuke, aahh…
—¡Oye! Deja de suspirar por él, es mío-respondió, Akira.
—¡Lo veremos!-gritó, Kei poniéndose de pie de la mesa.
—Ja, ja. Idiotas mis hermanitos… me olvidan a mi-Yuta que estaba de pie, posó sus brazos sobre los hombros de Kei-Sasuke necesita un hombre de muchas energías. Saldremos a todas partes.
—Akira… Kei y tú, dejen de creerse superiores. Es obvio que Sasuke me elegirá a mi-habló con la mayor de las confianzas.
—Un tipo que casi nunca ríe, si como no Taiga-se cruzó de brazos Yuta-Sasuke necesita a alguien que le saque una sonrisa, seré yo.
—A todo esto…-Naruto por fin se unió a la conversación quien se mantenía sentado en la mesa-¿Por qué suponen que Sasuke es gay?
Un gran silencio gobernó el ambiente por minutos.
—Bueno, yo…-balbuceó, Yuta-yo…
—Enm… estoy en blanco-suspiró, Taiga.
—Tu pregunta nos tomó por sorpresa, Naruto-comentó, Akira-Hermanos, la única forma es conocer más a fondo a Sasuke.
—Mmm… más a fondo.
Naruto frunció el seño. Vio la baba escurrirse de los labios de Kei.
—¡¿Qué estás pensando?!-gritó, rojo Naruto.
—¡Eh! No nada-desvió la mirada.
—¡Oye, idiota! ¡No te atrevas a pensar en eso, pervertido!
—Cállate, Akira. Tú iniciaste con esa frase.
—¡No lo dije en ese sentido!-gritó, sonrojado.
—¡Cállense todos!-levantó la voz Naruto.
Guardaron silencio ante la repentina furia de Naruto quien se había puesto de pie bruscamente de la silla.
—Mi cabeza-se quejó. Se llevó la mano derecha a la frente.
—Hermano…-Yuta tocó su hombro, pero Naruto lo alejó rápidamente.
—Coman ustedes-se largó en silencio por el pasillo hasta su habitación dejando preocupados al resto.
Cerraron los ojos al escuchar el fuerte portazo desde el fondo. Se miraron.
—Se enojó en serio-susurró, Yuta.
—Tks… siempre hace lo mismo-respondió, Taiga-Es un estúpido.
—¡Oye!-Yuta lo tomó de la camisa bruscamente-¡No le digas así a nuestro hermano! Recuerda que él siempre está para nosotros.
—No peleemos, chicos. Hagamos la paz. Recuerden que vendrá Sasuke-sonrió, Kei mostrando brillo en sus ojos.
—Cierto-soltó a Taiga-Sasuke… es tan… tan hombre.
—Imbécil-cacheteó a Yuta-¡Despabílate!
—¡Akira, maldito…!-se llevó la mano a la mejilla-¡¿Qué mierda te pasa?!
—Cambia esa expresión. La odio-siseó.
—¡Yo pongo la expresión que quiera! ¡Estúpido!-lo jaló de los cabellos.
Akira lo empujó contra el sillón y se tumbó encima de él correspondiendo su acción.
—¡Oigan, ya basta!
Esta vez fue Taiga quien más serio intentó despegar a sus hermanos uno del otro, pero no cedía ninguno.
—¡Kei, ayúdame!
—Deja que se queden calvos-bostezó-tengo sueño-se sentó en la silla y apoyó su rostro en la mesa.
—¡Eres un idiota, Kei! ¡Sepárense!
—¡Te odio!-gritó, Yuta.
—¡Yo más!-respondió, Akira.
—¡Te ultra odio!-contraatacó.
—¡Te aborrezco, Yuta!
—Es lo mismo, tontos-suspiró, Taiga. Se estaban tomando los pelos, pero notó que la fuerza había disminuido, solo se insultaban.
—¡Eres… eres un cretino!
—¡Tu igual!
¿Qué más podían decir?
—¡Rubio teñido!
—En todo caso… eso va para ti también querido hermano-rió, Akira.
—No sabes cómo me pones…
Taiga los miró y puso los ojos en blanco.
—¿Qué dijiste?
Yuta observó a su hermano encima suyo completamente mudo y con las mejillas levemente sonrojadas.
—Yuta… tú…
—¡N-no es lo que piensas, Akira!-gritó avergonzado.
Akira se levantó y dejó libre a su mellizo dándole la espalda.
—Akira…-susurró.
—Dios…-Taiga se pasó la mano por el rostro por cansancio-Ustedes… es mejor que se queden callados. Lo que acabas de decir Yuta fue muy…
Toc-toc-toc.
El ruido de la puerta tocar lo interrumpió abruptamente.
—Llegaron.-Taiga se acercó a la puerta a recibirlos.
—Kei, despierta-Akira comenzó a zarandearlo-Sasuke está aquí.
Automáticamente al oír la palabra “Sasuke” se levantó de golpe asustando a su hermano.
—¡Sasuke! ¡¿Dijiste, Sasuke?!
—Pasen, por favor.
Vio al frente al hermoso azabache acompañado de su hermano mayor ingresar al departamento.
Sasuke vestía un pantalón azul con una campera negra, podía notarse debajo de esta una camisa blanca.
—Gracias por invitarnos-dijo, Itachi-Hemos traído una bebida para acompañar.
—Son muy amables-Taiga la tomó y la puso sobre la mesa.-por favor, siéntanse como en su casa.
Sasuke miraba en donde sentarse.
—Sasuke, siéntate a mi lado-habló, Yuta.
—Yo…
—Ven-lo tomó de la muñeca sin dejarle responder y lo puso a su lado.
Akira se sentó en la punta de la mesa con Itachi en el costado derecho y Taiga procedió a servir en los platos la comida.
—¿Y sus padres?-preguntó curioso el azabache mayor.
—De viaje-respondió, Taiga al momento de servir cuidadosamente en su plato-Disfrute la comida.
—Gracias-sonrió-Ya veo. Deben extrañarlos.
—Si-respondió esta vez, Kei-Pero merecían vacaciones. Les hicimos prometer que nos comportaríamos bien y mantendríamos todo en orden, sin embargo…
—Somos un asco-finalizó, Akira molesto mirando a Yuta observar a Sasuke.
Taiga finalmente pudo sentarse al costado izquierdo de Akira y se dispuso a probar la comida de su hermano.
—Delicioso.
Todos miraron a Sasuke hablar al degustar la primera porción de tarta.
—¿Lo hicieron ustedes?
—Fue Naruto-respondió, Yuta.
Entonces Sasuke lo notó. Miró en la mesa a cuatro rubios.
—¿Dónde está?
Se miraron entre ellos sintiéndose un tanto culpables.
—Durmiendo. Se molestó con nosotros-dijo, Taiga.
—Ya veo-bajó la mirada al plato.
Naruto…
oOo
Se quitó los auriculares y se puso de pie de la cama. Tiró el móvil en ella y se quedó mirando fijamente la puerta.
Sasuke debe haber llegado.
Debo ser educado y saludar.
(Continuará)