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Cuando él regrese… por yukimonik

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Notas del capitulo:

Aquí está el tercer capítulo, espero les guste, ah!! Realmente siento lo corto de los capítulos pero así soy yo… “escritora de capítulos cortos” je je je

Era viernes por la mañana y Shuichi se había asegurado de llamar a la madre de Ryuichi, ya que era su cumpleaños, además de afirmarle su asistencia a la reunión familiar que tendrían por la noche sin embargo, el pelirosa no imaginaba la sorpresa que ahí le esperaba.

 

Una hora después el pelirosa se encontraba ya en la escuela, esperando la llegada de sus pupilos al salón, aunque como cada mañana recibiría primero la visita de su novio.

- ¡Buenos días amor! –saludo un peliverde emocionado-

- ¡Hola! ¿Qué tal van los preparativos para la noche? –Pregunto el menor al tiempo que se levantaba y daba un pequeño beso al mayor, cosa que el otro aprovecho para sentarse y jalar al más pequeño para que ocupara un lugar pero ahora sobre sus piernas, acción a la que no puso objeción la persona en cuestión-

- Estupendos, pero ya sabes la festejada no se deja consentir, ella misma quiere asegurarse de que todo este perfecto

- Ja ja ja si me imagino –el peliverde fijo la vista en el menor, observándolo con una amplia mueca de satisfacción- ¿qué pasa? –pregunto el pelirosa al sentirse observado-

- Me encanta tu risa –declaró sin más el otro- cuando ríes… es como si no importara nada más-

- Que cursi me saliste je je –contestó el chico, intentando molestar al peliverde-

- Pero adoooras mi parte cursi ¿o no?

- No sólo la adoro, es mi favorita

En ese momento se empezaron a escuchar las risotadas de los estudiantes así como sus pasos

- Vamos Ryu ya es hora de que vayas a preparar tus cosas –apresuró el chico al tiempo que se ponía de pie-

- Ok, en la tarde no podre esperarte ya que tengo que ir a recoger el pastel –mencionó triste el mayor-

- No te preocupes, te veré en la cena, además aun tengo que ver que me voy a poner

- Pero para que te preocupas por esas cosas, si absolutamente todo lo que te pones te sienta de maravilla

- Eso lo dices porque me quieres

- Aparte

- Bueno, anda ya vete

- Te amo

- Yo igual

 

El resto del día paso sin contratiempos, Shuichi se dedico a dar su clase, lo mismo que el peliverde quien se divertía como niño junto a su clase. Llego la hora de la salida y una vez hubo terminado de acomodar sus cosas y en vista de que Ryu ya se había marchado se dispuso a regresar a su hogar. A unos metros de llegar pudo divisar al cartero.

- Oh Kaidoh-san que gusto verlo por aquí –saludo alegre el pelirosado-

- Más gusto es para mí Shu-chan –saludo el hombre de aspecto mayor- te ha llego una carta

- ¿Para mí? –Pregunto con sorpresa el menor-

- Si, espero que sean buenas noticias –extendiéndole la misiva al chico quien la tomo dudoso- viene desde –pero el hombre no pudo terminar ya que en eso se escucho el sonido de un claxon lo que hizo que ambos voltearan hacia el origen de dicho sonido, encontrándose con un auto un tanto ya destartalado-

- ¡¡¡SHU-CHANN!!! CARIÑO –grito una mujer de aspecto mayor pero con una gran sonrisa que saludaba con la mano al chico-

- ¡Nori-chan! ¿Pasa algo? ¿Qué hace aquí? –Pregunto el menor al tiempo que se acercaba al auto- Ryuichi me dijo que usted se estaba ocupando de todos los detalles para la noche

- Así es, y este es uno de esos detalles ¡Buena tarde Kaidoh-san! –Externo la mujer al reparar en la presencia del hombre-

- Igualmente Noriko-san, bueno yo me retiro pero antes necesito que me firmes aquí Shu-chan

- ¡Ah! Claro –una vez impresa la firma en la tableta de recibo el hombre se retiro- y gracias por su trabajo –alcanzo a mencionar el pelirosa al ver alejarse al mayor-

- Vamos, vamos que no queda tiempo –continuo la mujer-

-No entiendo –repuso el otro-

- Pues he venido a secuestrarte, -explico de lo más animada la dama- me tienes que acompañar a comprarme algo lindo que ponerme en la noche

- ¿Ahora? –Cuestiono divertido el pelirosa-

- Claro que ahora, apenas si tendremos el tiempo suficiente, así que anda vámonos

- De acuerdo –Shu sabía que la mujer no aceptaba un no por respuesta, y aparte no tenía gran cosa que hacer durante la tarde- Sólo, espera un momento tengo que meter estas cosas –señalando un par de bolsas de súper-

- No tardes ¿sí? –Dijo amorosa la dama-

- El chico rápidamente regreso a la casa, dejando las bolsas en el recibidor así como la carta recién recibida en una mesita

- ¿De quién será? –estaba a punto de tomarla de nuevo para ver el remitente cuando escucho de nueva cuenta el claxon- Bueno ya después veré –dijo sin más al momento que tomaba las llaves y salía presuroso-.

 

Por otra parte Ryuichi ya se encontraba en la pastelería, esperando que le entregaran la gran tarta que su madre había solicitado hace ya un mes, ya que con ella no sólo celebrarían el cumpleaños de su progenitora también el compromiso entre Shu y él. En eso estaba cuando sintió una palmada en su espalda y una voz ligeramente conocida

- ¡Ey! Sakuma Ryuichi –el peliverde no pudo evitar voltearse para saludar a “esa” persona

- Miren a quien tenemos aquí –menciono en todo burlón el ojiazul- nada más y nada menos que al pequeño Tatsuha Uesugi

- El mismo que viste y calza –contesto el pelinegro, al tiempo que daba un fuerte abrazo al mayor. Ambos jóvenes habían afianzado lazos en la época en que los Uesugis todavía vivía en el pueblo, a pesar de la diferencia de edad habían podido convertirse en buenos amigos, cosa que nunca sucedió con en mayor de los hermanos.

- Pero esto sí que es una sorpresa –menciono el peliverde una vez suelto del agarre- ¿Qué te trae por aquí Tat-chan? –mencionado socarronamente esto último-

- Bueno tú sabes que de vez en cuando me gusta darme mis vueltas, pero en esta ocasión mi padre que me ha mandado a revisar el estado de la casa –soltó sin más el ojinegro-

- ¿Y eso? –Pregunto extrañado el mayor- ¿Regresan?

- Para nada, sólo que alguien viene a pasarse una temporada aquí, para alejarse del bullicio de la metrópoli, ya sabes –comento distraídamente-

- ¿Alguien? ¿Quién? –pregunto suspicaz, rezando internamente para que no fuera quien él se estaba imaginando-

- Nada más y nada menos que Yuki Eiri, o Eiri Uesugi como lo conocen aquí –Esta respuesta dejo meditabundo al peliverde, eso sí que no estaba en sus planes ni inmediatos… ni futuros-.

 

Con Noriko y Shuichi

Ya en el centro comercial la mujer se encargo no sólo de buscar algo para ella también para su hijo y es que así lo veía desde el momento preciso en que su hijo, Ryuichi, le había presentando al pelirosa como novio. Ella veía lo feliz que era su primogénito a lado de ese niño y lo mucho que lo adoraba por eso cuando hace un mes su hijo le menciono lo que tenía pensado hacer no dudo ni un segundo en animarlo, haciéndolo prometer que le haría la tan ansiada pregunta el día de su cumpleaños, ósea, hoy.

- ¡Nori-chan! –Objeto por quinta vez el menor- en serio no es necesario que gastemos en esto, además es algo… costoso –susurrando esto último-

- ¡¡Por el amor de dios Shuichi!! Ya te dije que lo compraremos y punto, además esta noche te tienes que ver es-pec-ta-cu-lar –dijo emocionada la mujer-

- La que se tiene que ver así, eres tú Nori-chan, por algo es tu cumpleaños

- Sí, claro pero… tú… eres alguien muy importante en esta celebración

Sabiendo de las excentricidades que de vez en cuando tenía la madre de su novio ya no se atrevió a decir nada más.

- Esta bien

- Así me gusta –sonrió satisfecha la mujer-

- Bueno ¿y ahora que haremos?

- Ahora nos vamos derechito a la estética, nos tienen que arreglar el cabello

- Pero

- Nada de peros -el menor soltó un último suspiro y se dejo guiar-

 

Ya comenzaba a caer la tarde cuando la mujer dejo al chico nuevamente en casa

- ¡Oh dios! Ya es tan tarde, apúrate a vestirte si Shu, le diré a mi hijo que venga por ti –declaro la mujer-

- No es necesario, además debe estar volviéndose loco acomodando todo, nada más me cambio y llego en un rato, solo son 20 minutos caminando

- Esta bien, pero te vienes con cuidado –solicito la pelimorada-

-Hai

 

Al entrar a su casa, Shuichi pudo ver nuevamente la carta que le hubiese llegado en la tarde, estuvo a punto de tomarla pero desistió al recordar que tenía poco tiempo para cambiarse, se limito sólo a dejar las llaves a lado de esa carta.

Una vez vestido, el menor tomo sus cosas y salió de su hogar, no se dio cuenta que al tomar las llaves por accidente volteo el sobre dejando al descubierto el remitente de la misiva, el cual llevaba por nombre Eiri Uesugi.

 

Cuando Shuichi llego a la fiesta, la cual se llevaba a cabo en el patio de la casa de los Sakuma, ya se respiraba un buen ambiente, todos los presentes eran conocidos así que se limito a saludar a su tan característica manera

- ¡¡¡¡¡LA LI HO!!!!!

-¡¡Hola Shu-chan!! –saludaron algunos-

- ¡¡Hola Shu!

- ¡¡Qué gusto verte Shuichi-kun!! –expresaron otros-

De inmediato el pelirosa se dirigió hacia donde veía estaba su novio y la madre de este.

-¡Muchas felicidades Nori-chan! –Dijo el menor en cuanto la tuvo frente así, al tiempo que le extendía su presente-

-Gracias Shuichi –soltó la mujer complacida, tomando el obsequio pero depositándolo de inmediato sobre la mesa de regalo que tenia detrás para abrazar fuertemente al pelirosa. El menor correspondió de inmediato sin embargo, en medio del abrazo su vista se dirigió al peliverde quien aparentemente estaba tranquilo pero sus ojos mostraban un rastro de preocupación. Una vez la dama soltó al pelirosa, este se paro frente a su novio quien sólo le sonrió-

- ¿Que tienes? –Pregunto el menor al ver la falta de emoción en su pareja-

- Ay no le hagas caso –se adelanto en contestar la mujer- Ah estado así desde hace un rato. Ven Shu-chan, acompáñame a la casa aun no logro decidir una canción –el menor sólo asintió- camina en un momento te alcanzo –Ryuichi sé que estas nervioso pero quita esa cara que pareciera que vas a terminar con Shu en vez de proponerle… ya sabes que –susurrando esto último-

- Si madre –respondió el peliverde al tiempo que soltaba un suspiro- esta noche comienza una nueva vida para mí y para Shuichi y no voy a permitir que nadie la arruine, menos yo

- Así se habla hijo, ahora iré con Shu y tratare de distraerlo de lo que tú vas por “eso”

 

Unos minutos más tarde Shuichi estaba un poco impaciente ya que Noriko lo traía de aquí para allá, no entendía que quería hacer ya todo estaba organizado pero no decía nada, estaba un poco preocupado por Ryuichi creyendo que algo malo le pasaba, es decir, ya estaba acostumbrado a las muestras de cariño que le brindaba el mayor fuera en público o en privado y esta vez no había nada. Esto estaba pensando cuando de repente las luces de todo el lugar se apagaron, e iluminaron solamente dos lugares, donde se encontraban justamente Ryuichi y Shuichi. El mayor se acerco seguro pero lentamente al pelirosa, quien se encontraba nervioso al sentir la mirada de todos sobre si.

-Shuichi Shindou –hablo seriamente el mayor- estos años que he pasado a tu lado han sido los mejores de mi vida, no los cambiaria por absolutamente nada porque nada se te puede comparar, con tu sola presencia me haces el hombre más feliz del planeta y simplemente ya no concibo mi vida alejado de ti por eso el día de hoy, frente a nuestros padres, familiares y amigos te confieso que te amo, que te voy a amar el resto de mis días y por ello te pido me hagas el honor de casarte conmigo –terminado esta frase ya postrado frente al pelirosa y extendiéndole un anillo. Shuichi estaba petrificado, con los ojos abiertos a más no poder y de los que comenzaban a asomar un par de lágrimas- ¿Qué dices Shuichi?

- Y… yo –balbuceaba el menor-

- Sólo di que si –completo el mayor con un deje de ruego en sus palabras-

- S… sí, claro que si Ryuichi –expresó el menor lleno de emoción y lanzándose a los brazos de su ahora prometido, quien casi pierde el equilibrio pero logro sostenerse y levantarse con el menor en brazos- yo también te amo Ryuichi, te amo más de lo que te imaginas –reveló el pelirosa-

- ¿En serio? –Pregunto esperanzado el peliverde-

- Lo juro, te amo tanto pero tanto que no te lo puedes imaginar p… -no lo dejo terminar pues sus labios sellaron esa promesa de amor, olvidándose por un minuto de las decenas de personas que los rodeaban se dejaron envolver por una burbuja en la que no cabía absolutamente nadie más que ellos.

Los presentes sólo veían la escena emocionados y felices por la pareja, algunos ya habían sido informados de la petición que se realizaría esa noche y aun así estaban al borde de las lágrimas ante las declaraciones del par de enamorados. Una vez que la pareja se separo Ryuichi tomo la mano del menor y procedió a ponerle el anillo, muestra tangible de su compromiso. De inmediato la gente se arremolino sobre la pareja siendo los primeros los respectivos padres de ambos.

- De verdad que no pudieron darme mejor regalo que este –comento la madre del peliverde- aunque para serte sincera Shuichi yo misma le pedí a Ryuichi que se te declarara hoy –confeso la mujer-

- Gracias por todo Nori-chan –dijo casi con lágrimas el más pequeño-

- No pequeño, no me llores, el día de hoy no deben haber lágrimas, desde que te conocí he deseado que tú fueras mi hijo y ahora por fin se me va a cumplir mi suplica

- Ya madre, no ves que con esas palabras sólo vas a hacer que Shuichi se ponga aún más sensible –reclamó el mayor-

- Ay perdóname Shu, es que de verdad estoy tan feliz

- Nosotros también hijo –intervino la madre de Shuichi- tu padre y yo estamos seguros que serás muy feliz a lado de un hombre tan bueno como Ryuichi

- Gracias señores Shindou –manifestó conmovido el peliverde-

- Nada de señores Shindou, dejamos esas formalidades entre nosotros desde hace años y de ahora en adelante somos tus padres- declaro la mujer satisfecha-

-Gracias –finalizo el mayor-

-Muy bien –continuo Noriko- me parece que es momento de que dejemos a los tortolos solos –al tiempo que guiñaba el ojo a sus consuegros- y empecemos a planear una boda

 

Unos momentos después la pareja se encontraba tomada de la mano, aunque Shuichi no podía dejar de ver la hermosa sortija que ahora poseía.

- ¿Te gusto? –Pregunto de forma temblorosa el mayor, temía que la sencillez de la misma le pareciera poca cosa al menor-

-¿Bromeas? –Dijo en una sutil risa el otro- me encanta

- Me alegro tanto, gracias por aceptar Shuichi –al tiempo que envolvía al chico en un fuerte abrazo- en serio gracias, no sé qué haría si no estuvieras a mi lado, si algún día me dejaras

- ¿Por qué piensas en esas cosas Ryuichi? -y sin darle tiempo de contestar continuo- tu y yo nos amamos, nuestras familias se adoran ¿Por qué te dejaría?

- Ni siquiera… ¿por Eiri Uesugi? –Se atrevió a preguntar el peliverde aun abrazando a su prometido y sintiendo el respingo que tuvo el menor al escuchar el nombre-

-No entiendo, dijo zafándose del agarre que el otro mantenía- ¿A qué viene esa pregunta? – menciono dubitativo-

- Respóndeme por favor –instó el mayor en un tono que al pelirosa le sonó de suplica-

- Es que eso no viene al caso Ryuichi –al ver que su prometido no cambiaba su expresión, agrego un tanto nervioso- Tu sabes que hace mucho que no sé nada de E… el –el pelirosa estuvo a punto de mencionar el nombre de su exnovio pero algo dentro suyo no se lo permitió- Así que no… te entiendo

- Perdóname, la verdad no sé lo que digo –comento el mayor cambiando su semblante a uno más alegre- Lo único que sé es que yo te amo y tú me amas ¿verdad?

- Por supuesto -confeso seguro de sus palabras el más chico-

 

De nuevo en la fiesta, las felicitaciones eran abundantes si no eran para la festejada eran para la feliz pareja de prometidos, todos estaban rebosantes de alegría menos uno que miraba de lejos el jaleo.

- ¡Ay aniki! Espero que no vengas a arruinarle la vida a Shuichi… nuevamente –menciono quedamente el pelinegro mientras se retiraba por la puerta trasera-.

 

Una vez finalizada la celebración Ryuichi se aseguro de llevar a, su ahora prometido, a casa. Ya en el umbral de la misma ambos amantes daban muestra del amor que compartían, besándose en repetidas ocasiones.

- ¡Ah! menos mal –dijo quedamente el más pequeño-

- ¿Por qué lo dices? –pregunto intrigado el peliverde?

- mmm… es que hace un rato, cuando llegue a la fiesta no me saludaste como siempre además de que te note preocupado –dijo el pelirosa haciendo un adorable puchero- pensé que estabas enojado o algo -ante esta respuesta el mayor se sobresalto un poco, recordando el motivo de esa preocupación, no es que quisiera ocultarle las cosas a Shuichi, pero simplemente no sabía cómo debía abordar el tema, y pensándolo bien… ¿Qué más daba? Si, Eiri Uesugi regresaba después de 7 años y ¿eso qué?- Así que menos mal que sólo estabas nervioso por la proposición –concluyo el menor con una sonrisa de oreja a oreja-

- Claro ¿Qué más podría ser? –Expreso el peliverde- Ahora será mejor que entres, ya empieza a hacer frio y no quiero que te enfermes –menciono como una forma de zanjar el tema- Nuestros padres quieren que mañana mismo fijemos fecha para la boda

- Me encanta la idea –menciono el ojivioleta-

-Te amo Shu, te amo más que a mi propia vida

- Lo sé y eres completamente correspondido –manifiesto el menor al tiempo que depositaba un beso más en los labios del mayor- Entonces te veo mañana

- Vengo a recogerte a medio día

- Ok, ve con cuidado

 

Ryuichi espero a que el menor entrara y oyera el cerrojo de la puerta para comenzar a caminar en dirección a su casa, no podía quitarse de la cabeza que estaba ocultándole información valiosa a Shuichi. Él, sabía por diversas fuentes, lo que Eiri había significado en la vida del pelirosa, sabía que el abandono del Uesugi mayor había sido un parteaguas en la vida de Shuichi.

- ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía que volver justo ahora? –Expreso con un deje de rencor- Los preparativos para la boda se llevaran su tiempo y si en ese lapso ese idiota intenta algo… no puedo permitirlo. Tengo que averiguar cuando llegara y después idear una forma en la que ellos… un momento… ¿Qué me pasa? Estoy pensando como un perfecto crio, Shuichi acaba de decir que me ama y yo sé que en verdad siente eso por mí, entonces ¿Por qué diantres me preocupo? El hecho de que se vean no significa que Shu regresara con él… es verdad tengo que confiar en él y en nuestro amor, no me puedo dejar amargar por la sombra de ese tipo, eso es, ahora lo mejor es no pensar mucho en ello, lo que tenga que pasar pasara, Shuichi y yo nos casaremos y punto.

 

Dentro de la casa del pelirosa

- Esto no… puede estar… sucediendo –dijo quedamente el menor a la nada- Él dijo que… entonces ¿por qué? ¿Por qué? ¿Qué significa esto? –menciono al tiempo que dejaba caer una hoja al frio piso, esa hoja contenía una caligrafía impecable y sólo unas cuantas líneas, las cuales decían:

 

¡Hola Shuichi! Mi Shuichi

Te alegrara saber que ahora soy un hombre exitoso, tengo todo lo que he deseado… sólo me faltas tú. Pero muy pronto estaremos juntos de nuevo. Llegare el domingo por la mañana.

Te amo.

Eiri Uesugi

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

Háganme saber si les gusto o no vale!!!???


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