Capitulo 3: la luna de miel con el extraño parte II
Cuando desperté al otro día, la muralla había caído, Sasuke tenía su brazo sobre mi cintura y dormía con su sonrisa arrogante, ¿es que nunca se le quitaba esa expresión? con cuidado me levanté de la cama y fui al baño, la noche anterior había visto una gran bañera y hoy, la tenía que estrenar, la llene con agua y “unas gotitas” de jabón y me metí dentro, era tan relajante, me quedaría toda la vida allí dentro, agarre un montón de espuma entre mis manos y las sople contra una ventana que estaba a mi Izquierda
-¿te diviertes Dobe?- Mm. ¿esa voz tan sensual y sexy? solo puede ser de una persona
-Teme, buenos días- dije dándome la vuelta, el muy cretino llevaba un corto bóxer dejando al aire el resto de su cuerpo, “está como quiere” ¿pero que estoy pensando?, me sumergí en el agua con jabón hasta que no pude respirar mas, al salir me ardían los ojos, y no me extraño en absoluto, si seré
-¡¡si serás tonto!!- concluyo mi pensamiento Sasuke, sentí como se acercaba a mí y me limpiaba los ojos con una toalla, al acabar pude abrir mis grandes y celestes ojos
-gracias- le agradecí
-siempre estoy dispuesto a ayudarte Usuratonkichi-
-TE-ME EMPIEZA A CORRER AHORA, PORQUE NO PIENSO DARTE VENTAJA- le grite
-¿y quien dijo que me hacía falta?- salió corriendo como alma que lleva el diablo, yo salí detrás de él con una sola toalla tapando mi anatomía, llegue a la habitación donde estaba la cama, Sasuke se había parado encima de ella
-¿y después me dices a mi infantil?- hablé, el me miro y sonrío de lado, bajo de la cama tranquilamente y me dio un suave golpe en la frente con dos dedos
-Dobe- susurro antes de meterse al baño y cerrar la puerta
-te he oído Baka-Teme- le grite sonriendo.
Después del baño del “Rey Hades” decidimos ir a dar una vuelta por la playa, aunque no hacía muy buen día, recorrimos toda la playa de punta a punta
-¿cuando llegamos?- le pregunte cansado
-si serás débil Dobe- me contesto, siempre tan “educado”
-Teme- me acerque aun mas y le di un codazo en las costillas, soltó un gemido y lo mire con una sonrisa- ¿a quién le decías débil?
-a ti- me golpeo la frente con sus dos dedos “como siempre” y salió corriendo, salí detrás de él, parecíamos dos niños corriendo por la playa, se acerco a la orilla y entonces vi la oportunidad, me le tire encima, pero la oportunidad se volvió contra mí y comenzamos a rodar por la arena hasta que el quedo encima mío, nos miramos unos segundos que parecieron horas, sus ojos negros como la noche me traspasaban y me leían como a un libro abierto, nadie existía a nuestro alrededor, solo éramos él y yo, nadie más, pero entonces, aparecieron dos chicas, una rubia y otra pelirrosada, que al vernos se pusieron a gritar como locas, nos separamos enseguida y las miramos, mire al Teme y comprobé que él tenía la misma sonrisa falsa que yo
-¿las conoces?- pregunte por lo bajo con los dientes apretados
-por desgracia: si- respondió de igual forma, las dos chicas apuraron el paso y muy contentas se acercaron
-Sasuke-kun- dijeron de lo más contentas
-¿quién es él?- pregunto la pelirrrosa apuntándome con un dedo, Sasuke me agarro de la mano y sonrió
-él es Naruto Uzumaki, mi esposo- las chicas abrieron la boca hasta el suelo y sin más se fueron apenadas, entonces solté una carcajada al aire
-jajaja, así que para eso si soy tu “esposo”- le dije limpiándome las lagrimas de la risa
-Dobe- se limitó a decir
-¿quiénes eran?
-esas eran las posibles nueras, mi madre hacía de celestina con ellas
-¿enserio?, por cierto, la del pelo rosa ¿es teñida?
-yo que sé, Dobe- después de una larga charla, el día dio paso a la noche, unas antorchas se prendieron de camino al hotel, el fuego de las mismas y la luz de la luna nos iluminaban
-¿vamos a dar una vuelta por el hotel?- le pregunte tranquilo
-bueno, no estaría mal- respondió secamente
-hay, eres taaan serio- dije después de suspirar
-y tu taaan pesado-
Caminamos por el hotel hasta que llegamos a un bar, ahí tomamos un par de copas y seguimos hablando de cosas sin sentido, que se volvían mas incoherentes con cada copa, ya no sabía lo que decía ni lo que hacía, y por alguna razón, no controlaba en absoluto mi cuerpo, ya que cuando quise acordar, no estaba en el bar, el Teme me tenía acorralado contra la pared de la suit y me besaba desesperadamente, yo le seguía el ritmo, estábamos borrachos, me tiro contra la cama y beso mi cuello haciendo algunos chupetones por donde la piel era más delgada, pronto besaba mi pecho desnudo y yo gemía de placer, no sé en qué momento se sacó la camiseta, pero ya no la tenía, me miraba insaciable, como si me quisiera comer, y la verdad, yo también lo quería comer a él. Su mano bajo hasta mi entrepierna haciéndome gemir mas fuerte aun, parecía que eso lo incitaba porque uno de sus dedos entro a mi entrada, y entre besos y caricias metió dos más, ya no aguantaba, quería que me hiciera suyo y lo quería ya, entonces, lo sentí, algo muy grande me penetro por completo,
-Ahaaaaa, duele- gemí
-Dobe, eres tan estrecho- dijo con su sexy voz que solo me excitaba más, el dolor dio lugar al placer, entraba y salía de mí una y otra vez, haciéndome gritar mas fuerte todavía, entonces toco un punto muy placentero
-ahí- le pedí- da...otra vez- así lo hizo, hasta que ya no pudimos mas y nos quedamos dormidos.