Después de haber recorrido por varias horas las calles de la ciudad tratando de despejar mi mente, regrese a mi casa.
-Ya llegué!!- Decía mientras atravesaba aquella puerta, era un lindo departamento, al entrar se encontraba una pequeña salita a la izquierda, el comedor a la derecha seguido de la cocina la cual se podía ver a través de una barra que servía de división y al fondo un pasillo que dirigía a las habitaciones; esta era mi casa pero podría llamarla "hogar".
-Papi!!- Corría un pequeño niño de 3 años mientras corría a abrazarme para darme la bienvenida. -Que bueno que llegaste te extrañe mucho
-Yo también mi vida
-Duo, al fin, este pequeño torbellino agotó todas mis energías
-Hay tío, eso no es cierto, lo que pasa es que tu ya estas viejito y no aguantas ni un poquito- Haciendo un puchero muy parecido a los de Duo (después de todo es su hijo n_n)
-Jajá jajá- No podía parar de reír hasta que fui interrumpido por Quatre
-Basta Duo, además tú eres más grande que yo
-Solo por un año, pero estoy mejor conservado; por cierto se me había olvidado, no ha hablado Solo?
-Ay!! Papá Solo siempre está trabajando y nunca llama
-Lo sé Yuki, pero los adultos tienen que trabajar
-Tío Quatre trabaja y tiene tiempo para jugar conmigo
Era imposible discutir con él, siempre tenía una respuesta para todo y Quatre tan oportuno que parecía que leía mis pensamientos intervino a tiempo.
-Yuki, por que no me ayudas a preparar la cena?
-Si tío Quatre!!
La cena fue muy divertida gracias a las ocurrencias de Yukio, al terminar me dio un beso y otro a su tío Quatre y se fue a dormir, era un niño muy independiente para sus tres años. Quatre se quedo conmigo en la cocina levantando los trastes que habíamos ocupado y limpiábamos todo mientras platicábamos un poco, siempre me hacía bien hablar con él, pero esta vez sería diferente.
-Como has estado Duo?
-Que pregunta Quatre, que no me ves, estoy mejor que nunca- Puse la mas grande sonrisa que pude en mi rostro tratando que no notara la realidad, pero era demasiado perceptivo.
-Sabes a lo que me refiero, como están las cosas con Solo?
-Igual que siempre, siempre se preocupa por mí, se vuelve loco si no sabe donde estoy y se enoja si no le hablo por teléfono en el día aunque él nunca lo hace, nunca esta, solo llega a dormir. Creo que es mejor así, no se de que hablaría con él si lo tuviera mas tiempo cerca de mi.
-Aún lo quieres?
-Claro, si no porque estaría con él, por algo me case o no? Además está Yuki de por medio, él es su padre y...
Quatre no lo deja terminar, le molestaba que Duo no pudiera ser feliz, aunque demostrara lo contrario, él era su primo, lo conocía de toda la vida y mejor que cualquier otra persona
-No lo tomes como pretexto Duo, esto no es vida y lo sabes, extraño esa sonrisa real que nunca se borraba de tu rostro, extraño esas bromas que siempre hacían enojar a Wufei, donde quedo aquel Duo que amaba la vida, dime por que no has vuelto a hablarle? soy la única persona con la que tienes contacto.
-Si lo que quieres decir es que me consiga a alguien mas con quien hablar para ya no molestarte a ti solo hazlo!!- Recrimine
-DEMONIOS DUO!! Ya deja esa actitud de nadie me quiere- Era raro que se enojara, normalmente tenia una personalidad bastante tranquila, pero cuando se molestaba lo mejor era alejarse
-Olvídalo Quatre así estoy bien, mejor déjame solo
-Si eso es lo que quieres, esta bien me voy, pero piensa las cosas si?
-No tengo nada que pensar //Ya no puedo hacerlo más, lo siento Q-man, pero ya no se que hacer//
Quatre salió en silencio, estaba enojado y no quería seguir peleando, confiaba en que Duo abriera los ojos y se diera cuenta de lo que hacía, no pensaba en terminar con el matrimonio de su primo, pero si en que este hiciera algo por recobrar la alegría que había perdido.
En cuanto cruzó aquella puerta, no me pude contener mas y empecé a llorar, me conocía muy bien, demasiado diría yo, y me enoje con él por ello, estaba harto de esta situación, ni yo mismo sabía cuando empezó todo esto y es que ya habían pasado más de 5 años de estar con Solo.
Así me quedé recargado en la barra pensando en todo lo que había pasado cuando una voz me saco de mis pensamientos, la conocía era Solo.
-Que haces Duo?
-Solo, no te escuche llegar- Dije en un susurro
-No me respondiste
-Que cosa?- La verdad no puse atención a sus palabras, estaba demasiado metido en mi cabeza
-Te pregunte que estabas haciendo
-Nada solo pensaba
-Mmm..... Ya se durmió Yuki?
-Si, tiene rato que se fue a acostar
-Vamos a la cama- Esa no era una pregunta, era mas bien una orden, así era él.
-En un momento te alcanzo, me falta terminar algunas cosas- Y es que yo ya conocía ese tono, la verdad no me quedaba nada por hacer pero tenía que hacer tiempo, sabía a lo que se refería con ese "vamos a la cama" y lo que pasaría estando en ella, "sexo", no lo disfrutaba, nunca en mi vida lo había hecho, me había convertido en un juguete para descargarse cuando lo deseara y así como me sentía juraría que podría pasar toda una vida sin sexo.
Paso una hora cuando entre en la recamara, para mi suerte ya se había dormido, así que suspire, me cambie la ropa y me metí en la cama.
A la mañana siguiente cuando desperté no había nadie junto a mí, se escuchaba el ruido de la ducha y sabía que era Solo, siempre se levantaba antes de mí, salí de la cama y fui al cuarto de Yuki, se encontraba despierto y jugando, verlo cada mañana era lo que me hacía levantarme de la cama.
-Duo- Se acercó a mí por la espalda abrazándome y besando mi cuello, algunas veces era tan cariñoso y posesivo y otras simplemente se olvidaba que existía.
-Buenos días Solo, voy a bañarme y los alcanzo en la cocina de acuerdo?
-Esta bien, vamos Yukio, a desayunar.
Abrí el grifo y retire las ropas de mi cuerpo, ya bajo la lluvia de la regadera me relaje, me quede ahí cerca de una hora, me gustaba sentir el agua cayendo sobre mi cuerpo, sentía que se llevaba todo lo que me pasaba aunque sea solo por un momento, salí de ahí con una toalla en mi cintura mientras que con otra secaba mi largo cabello, siempre me gusto traerlo largo, sabía que a Solo no le gustaba del todo, siempre lanzaba indirectas para que me lo cortara, pero jamás lo haría, tome mi ropa del armario, unos boxers negros pegados, unos jeans azul claro desgastados y una camisa negra de manga larga, de la cual me gustaba abrochar los botones solo hasta la mitad dejando ver mi inseparable cruz de plata, trencé mi cabello atándolo con mi cinta favorita.
-Feliz cumpleaños, es para ti.
Una gran sonrisa adorno mi rostro mientras tomaba la pequeña cajita y la sacudía junto a mi oído tratando de descubrir que era.
-Gracias, que es?
-Por que no dejas de adivinar y lo abres
Como un niño pequeño rasque el papel con el que estaba envuelto mi regalo.
-Es hermosa!!
-Igual que tú, así podrás traer algo de mí siempre contigo.
-Pero si ya lo hago, siempre estás en mi corazón
-Y ahora también en tu cabeza, por siempre...
Sacudí la cabeza tratando de alejar ese recuerdo, pero me era imposible, todos los días en algún momento pensaba en él y eso me estaba volviendo loco, hacía más de seis años que no sabía nada de él y aquí seguía, conmigo, fue cierto cuando me dijo que siempre estaría en mi cabeza; pensé que este era el motivo por el cual no podía ser completamente felíz así que tome nuevamente la punta de mi trenza y quite la cinta, la metí en lo mas hondo del cajón tratando de que fuera igual que en mi corazón.
Cuando entre a la cocina el desayuno ya se encontraba listo y servido, me di cuenta que había tardado demasiado así que puse la mejor de las sonrisas y me senté junto a mi hijo.
-Hoy voy a llegar tarde, tengo mucho trabajo atrasado y necesito ponerlo al corriente.
-De acuerdo
-Que vas a hacer tu?- Siempre era la misma pregunta...
-No lo se- Y siempre la misma respuesta.
-Si sales me avisas
-Esta bien
Lleve a Yuki a la escuela y regrese a mi casa, vi mi laptop encima de la mesa y como no tenia nada que hacer la encendí, recuerdo que Quatre me había contado de una página donde podías encontrar a quien quisieras, el día de ayer que menciono a Wufei, me sentí mal y me decidí a encontrarlo sin recordar porque me había alejado de mi mejor amigo.
-Oh rayos!! Cual era el nombre de la página.- Dije para mi mismo.
Siempre olvidaba todo, que cabezota tenía, entre a mi correo y me encontré con una invitación de Quatre para dicha página.
-Que suerte!!- Ya estaba acostumbrado a hablar conmigo.
Acepte la invitación y me puse a llenar el registro, una vez terminado para encontrar a quien yo quería solo tenia que escribir su nombre
-"Wufei Chang", "buscar", listo solo falta esperar.
Y ahí estaba, lo había encontrado, le envíe una invitación y regrese a la pagina principal, perdí el tiempo un rato más y de momento de la nada "HEERO YUY", como demonios había llegado a mi computadora cuando yo lo deje en el fondo de un cajón, no entendía nada, me di cuenta que junto a su nombre había un "aceptar", sin darme cuenta de lo que hacía le di "click" y ahí estaba él, me llegó un mensaje.
"-Hola"
Esto era real? Después de tanto tiempo esto estaba pasando? Sin pensarlo, una sonrisa se asomo a mi rostro, una tan natural como hacía años no la había y sentí un gran calor recorrer mi cuerpo sin poder detenerlo.
CONTINUARA...