Perdonarte ¿Por qué e de hacerlo?– pregunto secamente el rubio sin separarse del abrazo. Agumon iba a separarlos pero Gabumon impidió que lo hiciera y lo obligo a dejar a ambos chicos platicar.
–Entenderé si no lo haces, pero no me iré de aquí asta que me escuches– pronuncio el moreno decidido en su actuar su desplante era seguro no tendría un no por respuesta si era necesario seguirlo a los confines del mundo para que el chico de la azulina mirada lo escuchara lo haría sin titubear.
–Habla todo lo que quieras tú ni siquiera me escuchaste cuando yo quise hablar contigo, así que solo pierdes tu tiempo Tai– las palabras eran duras sabia que aquello podría lastimar al otro se sentía realmente mal al decirlo pero era completamente necesario quería sentirse seguro aquella desconfianza había sido una verdadera daga en su pecho y aquella herida aun se encontraba abierta como el mismo día en que había sido incrustada en su nívea y suave piel.
– ¿Que quieres que haga?, ¿que me arrodille? Porque lo haré– diciendo esto el castaño se arrodillo frente a él aun con las cristalinas lágrimas que nacían de la comisura de sus ojos y que terminaban en el mentón, con sus ojos hinchados y rojizos y sus palabras temblorosas dejo hablar su corazón.
–Tai no lo...– el rubio fue interrumpido por las palabras del chico castaño que se encontraba arrodillado frente a él, el ojiazul solo dejo de hablar y presto la mayor atención posible para escuchar cada palabra que salía de la boca del chico que a pesar de todo amaba.
– Lo siento, lo siento, lo siento y no me cansaré de decirlo, debí confiar en ti, debí al menos escucharte , pero mi corazón se partió en mil pedazos al verte con Izzy, me deje cegar, y mas que todo sentí miedo– dijo el castaño entre sollozos, se le era difícil articular las palabras tanto como su mandíbula su cuerpo temblaba .
– ¿Y como fue que te diste cuenta? ¿Quien te lo dijo?– pregunto el rubio aún sin mirar el castaño por dentro sus sentimientos eran un caos quería tener al moreno a su lado, pero la forma en que desconfió de él aun no lo olvidaba y aun dolía.
– nadie me lo dijo yo solo me di cuenta cuando Joe trato de...– tapo su boca con sus mano las palabras le salieron sin querer y esperaba que el ojiazul no se diera cuenta de lo que casi dijo, pero al parecer el rubio presto mucha atención a cada palabra.
–¡¡¿¿Joe trato de que??!!– pregunto alterado el rubio tomo al castaño de las muñecas lo hizo levantarse de sus rodillas y lo miro fijamente.
– Na...na...nada Matt ol...vidalo no paso na...nada– dijo el castaño tratando de que el rubio no sintiera mas rabia aún.
– ¡Dime la verdad Tai!– dijo el mayor apretando mucho más las muñecas del castaño.
– Por favor Matt me duele– le comenzaron a doler las muñecas producto del fuerte agarre del rubio, trataba de soltarse pero era inútil.
– Si no tienes nada que decir será mejor que te largues y no vuelv....–
– ¡Esta bien!– grito entre sollozos el castaño tener que recordar aquella escena era un verdadero martirio y mucho mas tener que describirla pero no quería perder nuevamente al chico rubio
–Pues te escucho– pronuncio ojiazul mientras soltaba con delicadeza las muñecas del menor.
– Pasó hace unos días, Joe me había llamado por que tenía que conversar algo conmigo – la voz y el cuerpo temblaban solo de recordar aquella horrible escena.
– ¿Y que mas paso?– el rubio temía lo peor, su ira aumentaba en ese momento juró que si Joe osaba poner una mano sobre el castaño lo destruiría el mismo con sus propias manos.
– Él me aprisiono, me beso contra mi voluntad y si no hubiese sido por Mi...Mi...Mimi no...- no pudo seguir contando la historia ya que las lagrimas y el llanto no lo dejaba articular palabra alguna
– ¿Si no hubiese sido por Mimi que? ¿Que Tai? ¡¡Dímelo!!– el rubio tomo los hombros del moreno y comenzó a sacudirlos en busca de respuesta.
–¡¡Si no hubiese sido por Mimi y Gomamon el habría abusado de mi!! ¿Feliz? Eso era – sus rodillas flaquearon y sentó a llorar rendido en el frío suelo, pero su cuerpo pero a los pocos segundos comenzó a sentir una fuente de calor que rodeaba su cuerpo.
– Jamás volveré a abandonarte – dijo el rubio que se había agachado para rodear con sus brazos al castaño que yacía en el piso, nació en él una necesidad de protegerlo y no volver a separarse de el nunca más.
– Matt entenderé si no quieres volver a estar conmigo no merezco tu abrazo y adem...– las palabras del moreno fueron acalladas por un tierno y posesivo beso del rubio, el castaño solo asintió el beso que le daban y empezó a sentir un calor que lo inundaba y volvía sentir "ese algo" que creyó haber perdido.
–Ya te lo dije nunca mas volveré a abandonarte y no permitiré que nadie mas te ponga un dedo encima, y el que se atreva yo mismo me encargare de él- dijo el ojiazul mientras tomaba el mentón del castaño mirando fijo sus ojos enrojecidos por el llanto.
– ¿Entonces eso significa que ya no estas enojado conmigo y me perdonas?– pregunto el moreno mostrando la mas grande de sus sonrisas.
– Pues claro que si después de todo eres mi niño elegido– el rubio volvió a posar sus labios contra los del menor besándolo nuevamente en un pasional beso.
Aún en el piso los chicos seguían dándose un largo beso y se separaban solo para respirar, pero no notaron a los Digimon que los veían totalmente confundidos, aún se preguntaban si era Matt y Tai los que se estaban besando o era una especie de ilusión provocado por tanto cristal, los besos comenzaban a subir de tono y los Digimon solo los observaban con algo de incomodidad, pero los ninguno de los chicos noto la presencia de nadie seguían sumidos en su húmedo y tierno beso, todo hubiese seguido y pasado a mayores pero una explosión cerca de ellos los hizo saltar del susto, en eso el mismo Devimon de la otra vez comenzaba atacar a los Sorcerymon del pueblo de cristal, sin pensarlo dos veces ambos chicos se levantan y se esconden tras una casa y junto a ellos llegan Agumon y Gabumon.
–Agumon estas listo para luchar– pregunto decidido el castaño.
– Siempre lo estoy Tai –
– Entonces es hora de...–dijo el castaño pero fue interrumpido por las palabras del rubio.
– No Tai debemos escapar ¿recuerdas la ultima pelea? si no hubiese sido por Leomon ambos estaríamos muertos en este momento, debemos encontrarnos con los demás y cuando estemos juntos atacaremos a Devimon –
– Pero Matt esos Digimon...–
–Lose Tai yo igual no quiero dejarlos morir a manos de ese maldito, pero no quiero perderte ni a tí, ni a Gabumon ni Agumon–
– Esta bien será mejor que corramos antes que nos encuentre–
–Salgan de donde quieran que estén, puedo sentirlos mis queridos niños– dijo Devimon destruyendo todo a su paso, que ya se había percatado de la presencia de los cuatro.
– ¿ahora que haremos?–
Continuará...