CAPITULO VEINTICUATRO
UN DÍA PARE RECORDAR
La mujer de cabellos rojos corría entre los árboles, con los pies descalzos.
A pesar del cansancio y de las heridas, seguía corriendo
Le sujetaba fuertemente la mano y lo jalaba, lo impulsaba a seguir
Era su última oportunidad.
De pronto se detuvo, los pudo escuchar, estaban cerca
No lo lograría
Miro a su hijo, ese pequeño de ojos azules y lágrimas secas en el rostro.
Era lo único que le quedaba.
No!!
No podía terminar así!!.
Rasgo su ropa y limpio al menor, asegurándose de que las manchas de sangre y su olor quedaran impregnadas, en ese trozo de tela.
Las heridas abiertas del menor ya habían sanado.
Y el último rastro de sangre de él, estaba ahora en sus manos, en ese señuelo improvisado.
Miro a su hijo por última vez
Beso su frente, y entre lágrimas y con el corazón galopando le pidió que se fuera.
El pequeño se resistía a perder a su madre.
Pero ella se hizo fuerte, y le obligo a irse
Aléjate!!! corre!!
Sálvate hijo
-Noooo!
Naruto despertó con los recuerdos clavados en su memoria.
La recordaba!, era su madre, fue el día en que escaparon, y el día que la vio por última vez.
-Naruto, estas bien?
Sus ojos lo buscaron, y no tardaron en encontrarlo, estaba sentado al lado de la cama y una de sus manos sostenía la suya. Se veía preocupado, y naruto estaba seguro que llevaba horas sin moverse de su lado. Otra vez ese sentimiento cálido en su pecho se sintió, pero los recuerdos que volvían a su mente lo empañaron.
-sasuke!, mi madre!, mi madre está viva!
¿viva?
El moreno solo lo miraba sin entender nada, después su rostro se descompuso y una expresión de tristeza se reflejo en su rostro.
-naruto…- sus palabras se hicieron un nudo en su garganta, apretó su mano entre las suyas, y se preparó para corregirlo – como lo siento… naruto tus padres… ellos no est
-NO!!!- naruto alejo su mano de las del mayor, y con una mirada de convicción le hablo
- escucha sasuke, kabuto me lo dijo, él dijo que mi mamá estaba viva.- su voz sonaba desesperada y al mismo tiempo valiente.
-naruto…- hablo calmadamente sasuke, trababa que sus palabras hicieran eco en el rubio. Claramente kabuto no era ninguna fuente confiable, él solo trataba de lastimar al menor con falsas esperanzas.
-sasuke, por favor… tengo que ir por ella- ahora sus ojos reflejaban todo lo que deseaba ver de nuevo a kushina, ver de nuevo a su familia.. No pudo soportarlo más, jalo a un vulnerable rubio entre sus brazos y lo sujete con fuerza.
- se que deseas que esto sea verdad, lo se, pero puede ser una trampa, y no dejare que te pongas en peligro.- le hablo en el oído.
-lo se,
-¿lo sabes? - Su respuesta lo dejo desconcertado
El rubio emitió una pequeña risa, al escuchar el tono de sorpresa en sasuke
-Claro que lo se teme!, no soy tan ingenuo.- se separo de él un poco y soltó un pequeño golpe en el pecho del mayor, que dando de esta forma frente a frente.
-Se que puede ser una trampa- le hablo, mirándolo fijamente a los ojos - pero lo necesito, si existe una mínima posibilidad de que mi madre este viva, la tomare.
-naruto…- Ahora podía ver en sus ojos determinación, y el deseo de volver a tener una familia. Como la que él le quito…
-está bien. – Acepto finalmente, sabía que el rubio iría con o sin él.
-sasuke!!- el rubio casi salto de alegría, pero en su lugar esta vez fue él quien se lanzo a abrazar al mayor.
-pero!! si te digo que corras, correrás!, y si te digo que te escondas, te esconderás, y si te digo que no pelees, no pelearas, entendido.
El menor simplemente asintió, pero no se alejo del abrazo del pelinegro, permanecieron de esa forma, en silencio, mientras escuchaban los latidos del otro y sentían su calor.
Todas estas emociones confundían a sasuke, no sabía que hacer, quería devolverle el abrazo, pero justo ahora sus brazos volvían a caer inertes en sus lados, sin saber que hacer, quería besarlo, quería decirle que lo amaba, pero sobre todo… deseaba que naruto lo quisiera igual.
-mmm…teme?- la voz del rubio lo saco de sus pensamientos.
-¿si?- será posible que pensara lo mismo
-esta sonando tu celular.
¿que?
Un pelinegro algo decepcionado y enojado con el que fuera que estuviera interrumpiendo su momento, se alejo del rubio y miro su celular. Era una llamada perdida de itachi.
-itachi?- pregunto naruto mientras miraba a su alrededor con un leve seño fruncido.
-si, más tarde lo llamo.
-teme ¿donde estoy? - miraba a su alrededor, dándose cuenta por fin de que aquel lugar con una cama amplia con sabanas de satín negras, muebles sencillos pero modernos y cortinas pesadas. No era exactamente su apartamento, ni tampoco la casa de itachi y deidara.
-ya era hora que lo notaras dobe, estas en mi casa!- pronuncio sasuke con ese tono de prepotencia que en el fondo extrañaba naruto.
-¿tu casa?- naruto seguía mirando desconcertado a su alrededor, como si no pudiera creer que tuviera una casa.- ¿siempre tuviste una?
-algo así ¿te gusta?- sin proponérselo su voz salió con interés mal disimulado para naruto.
-muy extravagante para mi gusto, teme.- El rubio contesto después de inspeccionar todo de nuevo, y con una medio sonrisa al estilo del uchiha.
Sasuke sonrío de nuevo, era increíble como solo naruto podía hacerlo sonreír tan fácilmente
- tks, ya quisieras vivir aquí, dobe.
El rubio soltó una risa ligera, como si nunca hubiera pasado nada. Aunque su ropa maltratada y sucia era prueba de la palea de anoche. Gracias al cielo naruto no había resultado herido, pero aun no dejaba de preocuparse por él.
-¿estás bien?, ¿te hiciste daño anoche?
-estoy bien- naruto noto su preocupación, y sonrío para calmarlo. - quizás solo necesito un baño.
-claro – sasuke se levanto de su lado y con la mirada señalo una puerta de color blanco - el baño queda allí, adentro encontraras todo lo puedas necesitar
-gracias.
-estaré en la sala, si necesitas algo. - y diciendo esto último salió de la habitación con la intención de llamar al inoportuno de su hermano.
-sasu-chan!!, ¿donde estan?- la voz de itachi sonaba preocupada al otro lado de la línea.
-en mi apar
-¿Cómo esta naruto?- de nuevo el mayor de los hermanos interrumpía, sasuke estaba perdiendo la paciencia.
-bien pero
-no sabes el susto que me lleve, entre y vi el apartamento de naruto destruido y luego ese rastro de sangre negra y
-itachi!, cierra la boca y escucha. – sasuke perdió la paciencia.
-….
-Anoche nos atacaron unas creaturas que nunca antes vimos. Naruto dijo que era el resultado de experimentar con kyubi en humanos… – sasuke termino por contarle en pocas palabras lo sucedido anoche, incluido el encuentro con kabuto y su decisión de ir tras kushina.
-descuida sasuke, deidara y yo haremos todo lo posible por naruto, si es cierto que kushina está viva, la traeremos devuelta.
-itachi… gracias.- aunque sus palabras sonaron frías, fueron suficientes para conmover al mayor de los uchiha.
-no hay de que…y… así que naruto, te recuerda- de nuevo escuchaba ese tono de burla en itachi, algo estaba ocultando.
- eso parece, y tu lo sabias no?
-lo sospechaba. Y…ya te le declaraste?
-¿que?!!
-no me digas. Ahora que naruto ha recuperado parte de su memoria, no sabes lo que siente por ti. Y como nunca llegaron a algo… concreto hace tres años. Las cosas pudieron haber cambiado.- Sasuke detestaba cuando su hermano utilizaba su habilidad de intuición con él. Era como si le leyera la mente.
Y que era eso de ¿“Algo concreto”?
Por supuest que ellos habían tenido algo concreto, ellos se habían besado antes!!!,… bueno dos veces para ser exacto.
- pero la primera no cuenta, fue una trampa de Naru-chan, para que bebieras su sangre. – De nuevo itachi volvía a entrar en su mente y lo peor de todo, es que tenia razón.
-Deja de hacer eso!
-lo siento sasu-chan, no puedo evitarlo.
Bueno, solo le quedaba la segunda vez…la de ayer.
-y esa tampoco cuenta, tu lo besaste de sorpresa.
-pero no se movio.
-claro, naruto no se movió, ni tampoco dijo nada después, quizás porque no le molesto o quizás porque dos bestias amorfas le seguían los pasos de cerca.
-tks..
Oh mierda, itachi había acertado también. Y si naruto no lo alejo simplemente por no ser grosero. El rubio siempre era amable con él. A pesar de todo.
Y es que precisamente no lo había tratado bien desde que se reencontraron ese día lluvioso en la biblioteca. Hasta lo había amenazado!, Dios mio!!....
Lo asusto con sus colmillos, Lo atormento, lo ignoro, lo obligo a vivir con él, incluso lo trato de tratar como un esclavo.
Que idiota!!
-sasuke! - la voz de deidara, ahora era la que escuchaba por el auricular. ¿Cuándo itachi le había dado el teléfono?, aunque lo más probable era que al escuchar los comentarios “tan simpáticos” de itachi fuera el mismo deidara quien cogiera el teléfono y noqueara a itachi de paso.
-eh?
- no imagines cosas raras sasuke, si tienes alguna duda, sobre lo que siente naruto, díselo de forma clara, ya verás como todo saldrá bien. Mañana en la noche estaremos en tu casa, por ahora ten un buen día con Naru-chan.
-Oh si!, casi lo olvido, gracias deidara, así lo hare.
Y finalmente deidara colgó, tenía razón, ya era hora de tener una conversación sincera con naruto, tenía que decirle que lo amaba. Pero sobre todo, tenia que saber como lo miraba naruto. Y con esto en mente se dirigió con un firme propósito a su cuarto.
Cuando entro en su cuarto, se encontró con la grata sorpresa que el rubio ya había salido del baño y se encontraba sentado en el borde de la cama, ya con su ropa puesta. Se veía realmente hermoso con una simple camisa negra y un pantalón oscuro prestado.
-¿como me queda?- pregunto el rubio, apenas sintió la mirada fija del pelinegro en él. Tiraba uno de los bordes de la camisa, comprobando así lo grande que aun le quedaba.
-te ves bien- sasuke respondió con sinceridad, sorprendiendo y sonrojando al ojiazul, que rápidamente voltio su rostro.
-Sabes sasuke - su voz de nuevo le llamo la atención - te has vuelto más amable de lo que recordaba.- comento naruto divertido, tal vez aun no se acostumbraba a los ataques de sinceridad amable que en ocasiones soltaba sasuke.
-¿y como me recordabas?- siguió con el mismo tono divertido en su voz, mientras se acercaba y tomaba asiento cerca del rubio.
-como un niño malgeniado.- sonrio naruto.
¿Cómo un niño?, naruto lo recordaba desde que se conocieron. Hasta donde exactamente recordaba naruto, y desde cuando. Justo ahora recordaba la conversación el en balcón, antes que las bestias atacaran, naruto menciono ser el kyubi. En qué momento comenzó a recordar.
-Naruto, ¿Qué recuerdas y cuándo comenzaste a recordar?
El rubio lo miro un momento, y después fue como si su mente viajara lejos de allí, aunque el rubio lo estaba mirando, sasuke supo que no era así, naruto estaba viajando en sus recuerdos.
-recuerdas esa noche, en la que nos encontramos en el parque y que aparecieron por primera vez esos vampiros.
-si - claro que lo recordaba bien, esa noche había decidido quedarse a vivir con naruto, al principio no sabia porque. Pero ahora que lo piensa, tal vez, en esa época, su corazón sí reconoció a naruto antes que su mente y por eso se quedo.
-desde que apareciste esa noche, comencé a tener pesadillas, luego comprendí más tarde que esos sueños eran recuerdos, de los días antes que… bueno que mi oba-chan me encontrara. – naruto sonrio sin pensar, al recordar a su abuela.
Sasuke lo recordaba, hace tiempo itachi le había pasado información sobre naruto, decía que antes de estar en el orfanato, vivió una corta temporada con la señora stunade, ella cuido de él, hasta que no pudo más y murió. Pero ella no era su abuela biológica, al parecer ella debió ser la persona que lo encontró después de que naruto escapara de los laboratorios.
Naruto había sufrido tanto… y todo era por su culpa.
- pero el momento en que recordé de verdad, fue aquella vez que durante un ataque, uno de ellos me llamo kitsune.
Kitsune, ese era el nombre que se le daba a naruto, en aquella prisión. Y también fue el día en que él también descubrió que naruto era el portador del kyubi.
-después de ese día pude recordar – ahora naruto volvía en sí, y lo miraba de verdad – recordé las pruebas, la celda blanca, a mis padres, y … - de pronto naruto no dijo nada más y se limito a mirarlo.
-¿y?- sasuke lo animo a continuar, quería seguir escuchándolo.
- te recuerde a ti. – pronuncio con una pequeña sonrisa que paralizo al pelinegro.
-tu siempre estuviste allí, ayudándome y ahora se que estuviste buscándome todo este tiempo.
-gracias sasuke, por seguir buscándome y encontrarme.