CAPITULO TREINTA
TU ERES MI SOL
Sasuke lo miraba con puro dolor y arrepentimiento….
-perdóname naruto…- su voz ahora en un susurro débil sonaba tan afligida y cansada.
-No… - Las palabras de naruto lo habían lastimado, pero ya era algo que imaginaba. Y si naruto ahora lo odiaba, estaba bien. Se lo merecía.
Si… estaba bien… Aunque su pecho doliera.
Bajo su mirada, mordió su labio inferior con fuerza hasta que sangro, quería concentrarse en el dolor de sus dientes contra sus labios, en el dolor de su brazo destrozado y en el dolor que le causaban las garras de su padre en su cuerpo y aguanto.
No quería tener que ver a naruto, y enfrentarse a su mirada de odio, eso, eso no podría soportarlo.
-No tengo nada que perdonarte sasuke- le escucho decir suavemente… con esa voz tan cálida que siempre le hacia sentir que todo iba a estar bien. Pero no, eso era imposible.
-sasuke, mírame- ahora notaba como su voz tenía ese sentimiento de preocupación –por favor, mírame.- le rogó.
Levanto su mirada, y espero que sus ojos le odiaran, después de todo era lo que se merecía, le había causado tanto daño, tanta soledad.
¿naruto, podrías perdonar algo así? ¿de verdad?
Pero sus ojos azules, se veían tan hermosos, aun con lágrimas. Naruto lloraba por sasuke. Lloraba porque sasuke vivió todos estos años haciéndose daño, culpándose de algo que no causo.
¿Cuánto sufrimiento habrás soportado tu solo?
¿Cuánto habrás llorado por mi?
El menor alzo su mano hacia su rostro, quería tocarlo, quería alcanzarlo y tratar de consolarlo, decirle que le creyera, él no tenía nada que perdonar pero si mucho que agradecer.
El quejido ahogado de sasuke lo alerto. Fugaku lo había lastimado dolorosamente, el agarre que tenia sobre sasuke, ahora era presionado. Vio con horror como sus garras traspasaban su cuerpo, era una tortura lenta y dolorosa.
Fugaku ya no era más un ser racional, la sangre de naruto ya había surtido efecto. Sus ojos ahora sin pupilas eran todos rojos como la sangre, sus uñas ahora garras destrozaban todo lo que tocaban, Su rostro se había deformado de tal manera que ahora solo reflejaba a una bestia iracunda y al borde de la locura.
Era una bestia, que solo quería sangre. Y la de sasuke era la más cercana. Lo iba a matar!!.
Naruto lo miro aterrado, era la primera vez en toda su vida que sintió tanto miedo.
-sasuke….- hasta su voz, solo era reducido a un mero susurro.
El moreno lo miro un momento y le dedico una pequeña sonrisa, la misma que utiliza para decir adiós… luego sus piernas cedieron y sasuke se desplomo. Había perdido mucha sangre.
Fugaku soltó una carcajada que lo helo, levanto su garra izquierda y la dirigió con toda su fuerza hacia el torso de su hijo, quería partirlo por el medio.
Juntó toda su fuerza hasta el punto de quebrar sus huesos y lo empujo varios metros atrás, estrellándolo duramente contra la pared, mientras sujetaba el cuerpo de sasuke entre sus brazos, evitando así que el moreno corriera con el mismo destino de fugaku.
Los dos cayeron al suelo, incapaces de resistir la inestabilidad.
Naruto fue el primero en incorporarse, corrió hacia sasuke y miro su herida, fugaku no lo había tocado, pero la otra, la de su brazo aun no dejaba de sangrar, muy pronto el suelo se mancho de rojo sangre.
Con sus propias manos temblorosas trato de frenar la herida, pero era demasiado, se quitó su saco con desespero y lo presiono contra el brazo, pronto la prenda comenzó a mancharse también.
¿Qué haría? ¿Qué haría?, su mente trabajaba hasta el límite, itachi seguía inconsciente y no podía pedirle ayuda a deidara.
-…naruto- sasuke le susurraba suavemente – déjame ir…
¿que? Lo miro, su rostro tenia un tono tan pálido y helado, que por un momento lo vio azul. Lucia tan cansado.
-no, sasuke, no lo voy hacer- sentía las lágrimas acumularse en sus ojos, estaba desesperado, pero no era momento para llorar, tenía que ser fuerte, por su madre, por itachi, por deidara y por sasuke.
Su mente seguía trabajando, trataba de juntar todos los recuerdos, algo, algo tenia que servirle ahora. Sasuke cada vez estaba más débil, podía escuchar su respiración ir cada vez más lento. Tenía que encontrar algo que lo salvará…
La sangre!! Mi sangre es una cura!!.
Rápidamente el rubio tomo uno de los kunai que traía consigo y se corto el antebrazo. Su sangre de un rojo brillante no demoro en brotar, la levanto sobre el rostro del moreno y un muy fino hilo carmesí comenzó a caer.
-Sasuke… tu me salvaste la vida – repetía con su voz quebrada, mientras acercaba su muñeca a su boca, la herida que se había causado ya estaba comenzando a cerrarse.
– Por favor, por favor vive por mí. - sus lágrimas abandonaron por fin sus ojos- No me dejes. – le rogaba mientras dejaba que una gota cayera en su boca.
-naruto… gracias - su voz era tan suave… y se estaba apagando
- Me prometiste que nunca me dejarías solo- vio con horror como su sangre ya no salía, tomo de nuevo su kunai y se hizo varias cortadas desesperado, pero su cuerpo seguía cerrándolas al instante. ¿Qué podía hacer? Su cuerpo estaba matando a sasuke.
Sasuke, vive, sigue respirando, por favor, no me dejes.
Sigue respirando
Sintió como la mano que sostenía el kunai, era tomada por sasuke, su tacto era tan suave y.. frio.
–para… no te sigas haciendo daño- el moreno le hablaba, sus palabras salían tan despacio y calmadas que tuvo miedo de no volver a escucharlas más.
Sus lágrimas salieron y de nuevo sasuke llevaba su mano a su rostro y en un tacto suave le secaba dulcemente el rastro de sus lágrimas. Lo miraba con tanto amor aunque sus ojos no brillaran.
Sasuke, sigue conmigo
No me dejes
Puso su mano sobre la suya, quería sentirlo, quería sentir a sasuke con él. Apretó su mano y se inclino sobre su cuerpo. Cerro sus ojos mientras acercaba sus rostros, y besaba sus labios tan devotamente y al mismo tiempo con tanto miedo. Sus lágrimas no dejaban de salir. Sasuke era tan dulce.. ¿Qué haría sin él?
.
- Te amo…tanto
- Eres mi vida.
Le susurró al oído mientras soltaba un último suspiro. Y sus ojos se cerraban.
Aun con lágrimas en los ojos lo tomo entre sus brazos y lo abrazo con tanta fuerza, como si de esta manera se lo arrebatara a la muerte. Como si su abrazo lo obligara a quedarse con él.
- Sasuke, tu eras mi sol
Quédate aquí para siempre, te amo…
Hasta el fondo de los huesos
Sinceramente… sinceramente
Aférrate a mí con fuerza y nunca me dejes ir
Como oxigeno… eres necesario
Te necesito… te necesito
Recuerdo como te conocí, lo difícil que fue
Volví varias veces para verte de nuevo
No te vayas, quédate aquí y nunca me dejes ir
Por favor… respira conmigo…
Quédate aquí para siempre, te amo
Hasta el fondo de mi corazón
Sinceramente… sinceramente
Te atesoro tanto… que no puedo
Expresarlo con palabras,
Yo siempre pienso en ti
Hermoso… hermoso
Recuerdo como te conocí, lo difícil que fue
Volví varias veces para verte de nuevo
No te vayas, quédate aquí y nunca me dejes ir
Por favor… juntos.
Que difícil fue protegerte, estabas tan precioso
De verdad, derrame tantas lagrimas por ti
No lo olvides y recuerda, mantenlo y atesóralo
Por favor.
Respira conmigo
Respira....Respira
Cuando mi tiempo se termine…
No digas nada y por favor toma mi mano
Y apoya tu cuerpo en mí
Y susurra en voz baja pero clara en mi oído izquierdo
Que fuiste el único para mí
Que nos amábamos el uno al otro
Tan profundamente
Que fue tan verdadero
Por favor… siente mi último aliento
La última mirada, la última caricia
Así solo podre despedirme de ti
Y de nadie más
Por favor se él único en cerrar mis ojos
Por última vez
Así podre dejarte mi última lágrima,
Mi última oración
Para que puedas llenarlas de ti
Solo llenarlas de ti
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Cuando itachi reacciono lo primero que escucho fue el llanto de Deidara, luego sus ojos hicieron un esfuerzo y se abrieron, la imagen borrosa del rubio fue tomando forma, hasta encontrarse con el artista, sus ojos estaban rojos y lloraba en silencio.
-dei?- le susurro suavemente, realmente le dolía verlo así.
-itachi!
Deidara se arrojó a sus brazos, y lo abrazo con fuerza, su llanto se incrementó.
Levanto su brazo y noto lo adolorido que aún se encontraba, le seco las lágrimas con el dorso de la mano.
-estoy bien. – deidara lo miro fijamente y poco a poco su rostro se descompuso, su labio temblaba y sus ojos no paraban de llorar.
-sasuke…- fue lo único que alcanzo a decir, antes de volver a aferrarse a él y esconder su rostro entre el cuerpo del pelinegro.- lo siento…
Las palabras de deidara lo aterraron y a su vez causaron que su mente se despejara y recordara con claridad porque estaba allí.
Rápidamente sus ojos recorrieron el lugar en busca de su hermano y lo que vio le desconcertó.
Sasuke parecía estar en un profundo sueño, un sueño del que no podía despertar.
Acaso su hermano estaba….No… No podía ser.
A su lado naruto permanecía extrañamente inmóvil de pie, su mirada se mantenía fija en sasuke, aunque quizás ya no lo veía, su mente ya había abandonado el lugar.
Itachi lo llamo, grito su nombre, pero el rubio sencillamente ya no estaba allí, cerro sus ojos, y poco a poco su cuerpo comenzó a cambiar.
-Maravilloso!!, maravilloso!!- era lo que repetía una y otra vez Fugaku, extasiado de verlo, extasiado por su sangre, y extasiado, porque por fin vería al kyubi salir.
Cuando el rubio abrió sus ojos, tenía las pupilas rasgadas y ese color azul que hace momentos había dejado de brillar, ahora era naranja. Justo como el cielo cuando el sol se oculta y la oscuridad de la noche llega.
Sus colmillos y uñas se había endurecido y alargado, ahora eran tan filosas que rasgarían y partirían a Fugaku en dos sí Naruto quisiera. Pero la sola idea de esto era algo aborrecible. Porque Naruto, era bueno, él nunca mataría…
Pero el naruto que conocimos,
había desaparecido cuando sasuke cerro sus ojos.
Fugaku nunca vio lo que lo golpeo y azoto contra las paredes, techo y suelo, Naruto ya había controlado su cuerpo.
Cuando sus ojos se volvieron a enfocar, kyubi ya venía a por él, caminaba de una forma lenta y letal, como los leones, cuando tiene su presa adelante, se mueven lentos y calmados, pero eso puede cambiar en un segundo, porque cuando estén más cerca se lanzaran y enterraran sus colmillos y garras, hasta matar.
Y eso era lo que estaba haciendo kyubi.
Fugaku ya no tenía salvación, no contra él. Ya había caído en su poder, ya era presa de esos ojos, que lo controlaban, se puso de pie y espero a que él llegara, pero solo su cuerpo, porque su mente, pedía a gritos ser liberada, sus ojos verían su propia muerte y su cuerpo sentiría cuando kyubi lo despedazase.
No hubo necesidad de sujetarlo, solo enterró su mano, las garras filosas se abrieron paso como si estuvieran pinchando una almohada, ni siquiera sus huesos pusieron resistencia cuando tomo su corazón aun palpitante y lo saco.
Los ojos de fugaku se abrieron grande y esbozo una última y retorcida sonrisa. Murió por su deseo.
Kyubi lo observo, no se le reflejaba ninguna emoción, tanto poder y nada de sentimientos. Él era peligroso e itachi lo sabia.
Pronto el miedo inundo su ser!!, Naruto los iba a matar, no!, kyubi los iba a matar a todos!!!
Llamó a Deidara, quería advertirle, decirle que corriera, que escapara, Naruto ya no era naruto, era el kyubi.
Pero su grito, puso la atención del kyubi sobre él.
-…Naruto- Lo llamo, aún estaba débil, no podía moverse por sí mismo, y kyubi lo sabia, por eso no hizo ningún esfuerzo por controlarlo. Solo avanzo a pasos lentos y con ojos muertos.
Con cada paso que daba, itachi moría un poco más. Cada paso que daba, era un segundo menos que él viviría.
Cuando llego a 0, busco a Deidara con sus ojos, quería que el fuera lo último que viera al morir, él y sasuke…
Pero sasuke ya no estaba.