CAPITULO TREINTA Y UNO
CASA
Kyubi avanzaba lentamente hacia itachi, con la mirada fija en él pero sin realmente mirarlo, sus ojos eran vacíos, por más que los gritos de itachi le dijeran que parará, él no escuchaba nada, no sentía nada, era un demonio.
Era el rey demonio que no sentía nada.
Cada gota de su sangre, le reclamaba a gritos por más, tanto poder queriendo salir.
Quería devorar y destruir todo!!!
Todo, todo, todo, todo, todo, todo, todo!!!.... a todos…
Su cuerpo en unos segundos ya estaba al frente del pelinegro, el hombre lo miraba con un temor y tristeza que no supo interpretar.
Con su expresión fría al igual que sus manos, lo levanto del suelo como si no pesara nada, y se preparó para devorarlo.
Mientras, el naruto en su interior, era poco a poco consumido por la….
Obscuridad….
Eso era todo lo que veía en su pequeño rincón, que poco a poco se estaba desboronando.
Las paredes a su alrededor se caían al abismo, incluso el piso también se caía a pedazos.
Todos los trozos de su antigua casa se caían hacia la obscuridad, y por ultimo el pequeño naruto se encontraba acorralado en la ultima esquina en pie.
Sentía dolor, mucho dolor, aunque no recordaba por qué, él no se había caído, pero dolía.
Toco su pecho, y puso su mano sobre su corazón, si, hay dolía.
Era un dolor tan asfixiante, tan agobiante que no lo dejaba respirar.
El solo quería dejar de sentir este dolor.
Kyubi le había dicho que él se encargaría de todo.
Que le quitaría el dolor…
Pero aún lo sentía, vio a su alrededor y noto como cada pedazo que caía al vacío, desaparecía en la oscuridad, como si se evaporara.
Tal vez, si él saltaba… su corazón desaparecería, y ya no le dolería.
Tal vez si saltaba, se convertiría en polvo, y podría ser libre con el viento.
Tal vez, si saltaba… podría encontrarse con las cosas que habían desaparecido.
Volver a ver… lo que perdió.
Realmente quería volver a verlo.
Pero… ¿a quien?
Se puso en pie y miro hacia el vacío, solo faltaban unas cuantas baldosas para que todo desapareciera. Se acero a la orilla, y cerro sus ojos. Saltaría.
-Naruto!!
Una voz…. Esa voz…. ¿Por qué se le hacía tan familiar?
-Naruto detente!!
¿Detenerse?, ¿por qué?, Él no estaba haciendo nada malo.
El solo quería que el dolor parará,
-Mírame… aquí estoy
¨la voz se escuchó desesperada… pero era tan familiar
¿Dónde?, ¿Dónde estaba? él no veía a nadie
Estaba solo
-Soy yo… sasuke
Sasuke?, Sasuke…
¿Por qué sentía tantas ganas de llorar?
-Naruto… vuelve….
Sasuke...
-mira Naru – su madre lo tomo de los hombros y lo colocó al frente del pequeño moreno. – él es sasuke.
-Siempre estaré contigo.
-oye dobe!! Estas haciendo mucho ruido
“invitado de Naruto Uzumaki, asiento número 35”, rezaba el papel.
-yo lo protegeré
-Quédate conmigo para siempre. Aun después de la muerte. Quédate con migo naruto.
-Eres mi vida.
-SASUKE!!!
Grito su nombre con todas sus fuerzas para que él lo escuchara, lo recordaba!!
Recordaba a sasuke
Quería verlo, quería estar con él por siempre.
Sasuke había venido por él.
Los pedazos de la casa volvían a subir, los pisos se fijaban al suelo, las paredes se levantaban, los vidrios de las ventanas se reparaban, los muebles aparecían. Todo, todo volvía a su lugar y en cuestión de segundos su casa ya estaba como nueva, con todos los recuerdos de sus padres, su abuela, deidara, itachi y sasuke colgados en forma de fotos en las paredes de su hogar.
-Naruto… despierta!
Sasuke!!.
Corrió con todas sus fuerzas a través de la casa hasta llegar a la puerta, necesitaba verlo y comprobar con sus propios ojos que sasuke estaba con él.
Cuando la puerta se abrió, una profunda luz blanca lo cegó, pero al abrir los ojos, se encontró con los bonitos ojos negros, que le recordaban el cielo estrellado.
-sasuke…- pronuncio con dificultad y con los ojos llenos de lágrimas de felicidad pero aún con el temor, de seguir en un sueño cruel.
– …estas vivo..- poso su mano sobre su mejilla, necesitaba sentir que era real. Se sorprendió de sentirla cálida y viva.
-naruto!!- El moreno sin previo aviso se arrojó sobre él, lo rodeo con sus brazos y lo llevo hacia su pecho abrazándolo con fuerza. Sasuke estaba feliz.
-auch!- algo en el cuello de naruto le causaba dolor, fue como una punzada que le hizo quejarse cuando sasuke lo toco allí sin querer.
El moreno apenas oyó el quejido de menor, se separó un poco de su cuerpo con cuidado y lo miro con algo de culpa.
-lo siento, era la única manera.
Llevo una de sus manos hacia su cuello, y lo noto algo adolorido, pero la verdadera sorpresa llego cuando al mirar sus dedos estos estaban manchados con sangre.
-Sasuke tuvo que morderte - explicaba itachi, que hasta ahora se daba cuenta que estaba de pie a su lado – fue la única forma de que volvieras en sí.
Naruto volvió a mirar a sasuke, tenía sus ropas manchadas y rotas, pero su cuerpo estaba sano, incluso su brazo se había curado por completo. Suspiro aliviado, pero… había algo que no le cuadraba.
Si sasuke había bebido su sangre, que era capaz de volver locos a los vampiros, porque lucia tan tranquilo.
-Sasuke.. por qué no..
-¿Por qué no me volví en un monstro?- termino la frase el moreno, que ya recuperaba su característica sonrisa de medio lado burlona.
-Naruto – llamo de nuevo su atención itachi, a él le encantaba explicar estas cosas – sasuke ha bebido de tu sangre pura dos veces, y las dos por tu propio consentimiento. Es así como convertimos en vampiros a los humanos.
-Entonces… cuando su corazón se paró, era su proceso de conversión?- pregunto naruto con algo de asombro en su voz, mientras su mente de científico iba atando cabos.
-¿que?, te preocupaste por mi dobe?, ¿creíste que había muerto?- le dedico una sonrisa de medio lado mientras mantenía su pose chulesca.
-Eres un ser despreciable!!!, Eres un maldito teme!!
El rubio enojado se zafó del abrazo y comenzó a darle pequeños golpes al moreno en su pecho, el cual se reía al ver a su ojiazul hacer una de esas rabietas que no veía desde que eran unos niños.
-Naruto te amo- le soltó de repente, haciendo que el rubio parará en seco y lo mirara, poco a poco su rostro se fue tornando del mismo color de los tomates.
-no, no creas que con eso te perdone – le dijo sin mirarlo a la cara, este teme, un día de estos le iba a causar un paro.
-lo se, pero tal vez con esto si – le guiño el ojo, y luego lo tomo del cuello de su camisa acercándolo hasta él, y en un movimiento rápido junto sus labios con los de él.
Succionó y saboreó sus esponjosos y cálidos labios, para luego mordisquearlos y al sentir un leve estremecimiento del menor, aprovecho la oportunidad para entrar.
Su lengua recorrió con hambre cada milímetro de su cavidad, y se sorprendió al notar como el rubio encantaba con sus movimientos y juntos batallaban para tomar el control. Pero al final, volvía con sus movimientos suaves y tiernos degustando el beso.
-Eto… No quiero interrumpir, pero… - . la voz de deidara los hizo finalizar el beso, y sasuke no pudo evitar mirarlo mal.
Deidara lucía un poco apenado, mientras itachi se veía bastante burlón en estos momentos, con esa típica mirada de “yo se algo que ustedes no saben” que tanto irritaba al uchiha menor. El novio de itachi aclaro su garganta y continuo… - estaba donde kabuto dijo…
-kya!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Antes de darse cuenta, una ráfaga pelirroja, paso por encima de deidara y se abalanzo hacia los dos muchachos que todavía se encontraban en el suelo, en aquella incómoda posición.
-Eso fue taannnnnnn lindo!!- la voz de aquella mujer hizo que ambos jóvenes la miraran con los ojos bien abiertos. Ella aún se encontraba abrazándolos a ambos.-Yo si sabía que terminarían juntos!!,
Poco a poco la mujer se separó y dejo ver su cara, lucia tal y como la recordaba. Con sus grandes ojos azules, su cabello brillante rojo y la sonrisa tan parecida a la de naruto.
-Ma… mamá?- la voz de naruto salió quebrada signo de su sorpresa. kushina le devolvió el gesto afirmando con la cabeza y sonriéndole con ese infinito amor que solo las madres podían dar.
Naruto la abrazo de nuevo, mientras suaves lágrimas de alegría brotaban de él, kushina le acariciaba la cabeza y le pedía dulcemente que parara de llorar, que parecía un niño pequeño, que ahora todo estaba bien, y jamás se separarían.
Ahora por fin su vida, estaba completa, ya no volvería a estar solo nunca más.
- sasuke- lo llamo kushina aun abrazando a naruto- Gracias por cuidarlo- le mostro una pequeña sonrisa de agradecimiento. Sasuke le devolvió un pequeño movimiento de cabeza como respuesta y siguió admirando como ahora naruto le recordaba al pequeño niño rubio tímido, lindo y tierno que conoció esa noche, ocultándose detrás de kushina.
Una vez terminado el abrazo, kushina cambio su semblante y miro seriamente a los dos jóvenes, en especial a sasuke, una ceja se le levanto, y el pelinegro supo de inmediato lo que era la presión de tener una suegra.
-Hacerle cosas pervertidas a mi pequeño e inocente hijo, no estaba dentro del acuerdo, sasuke chan.
Sasuke quedo de piedra, naruto rojo como un tomate, deidara sorprendido e itachi…. Bueno… itachi muriéndose de la risa.