CAPITULO TREINTA Y DOS
CALIDEZ
Eran las 3 de la tarde, cuando sasuke termino de bajar todas las cajas y muebles del camión de mudanzas y medio acomodarlas en su nuevo hogar. Una casa que habían encontrado al otro lado del lago.
Era espaciosa y muy luminosa a petición del rubio. Ahora que naruto lo había convertido, por así decirlo, el sol ya no le figuraba ninguna molestia, es más ahora sentía lo brillante y cálido que realmente era, como naruto.
Hablando de él, ¿Dónde se abra metido?
Subió hasta su habitación y lo encontró sentado en el suelo, con un montón de cosas esparramadas en la alfombra. Naruto se había pasado gran parte del tiempo abriendo cajas y curioseando dentro de ellas, cuando se aburría seguía con otra caja. Cabe decir, que las mayoría de las cajas que abría eran de sasuke.
Decidió jugarle una pequeña broma también, se acercó lentamente por detrás, rodeo con sus brazos su pequeña cintura y mordisqueo su oreja.
Al instante el pequeño rubio en sus brazos dio un pequeño brinco, pero sasuke reforzó su abrazo para no dejarlo ir, jamás.
-Sa…sasuke!! – Aunque no podía ver su rostro por completo si sabia que el rubio estaba muy nervioso, se le sentía en la voz y en los pequeños temblores de su cuerpo, cada vez que pasaba su lengua por su oreja y cuello.
Poco a poco fue escuchando sus pequeños gemidos, eso le hizo perder el control, dejo que sus manos levantaran su camisa y recorrieran deseosos toda su piel.
La piel de naruto era increíblemente suave al tacto y calida.
Sus dedos juguetones subieron hasta sus botones rosa, los pellizco y masajeo a su antojo hasta que se volvieron rojos.
-Sa Sasuke, pa para… mi mamá va a venir.
- Dime que no quieres y pararé naruto.
Se dedico a devorar su cuello, lamiendo y succionando toda la piel que encontró a su alcance, el rubio inconscientemente movía su cabeza para darle un mejor acceso a él.
Mientras su mano jugaba con su pezón derecho. la otra lentamente bajaba. Coloco su palma abierta sobre su entrepierna y comenzó a masajearla sobre la tela.
-¿quieres que pare?- le susurro a su oído.
Los movimientos en su entrepierna eran lentos, casi tortuosos, respirar ya se le hacia difícil al rubio, el deseo y el calor que iniciaba en su miembro recorría todo su cuerpo, y ahí en donde sasuke lo tocaba sentía su cuerpo quemar.
-Sa Sasuke pa Ahhh
La mano que tenia sobre su entre pierna se cerro fuerte, lo estaba aprisionando justo cuando su pantalón se estaba poniendo húmedo.
-No te escucho naruto, ¿quieres que continúe?
-Infantil – Alcanzo a decir el rubio antes de que lo gemidos y suspiros escaparan de su boca.
Sasuke sonrió de medio lado, si, si lo era, esta era su venganza por haberlo dejado todo el día con la mudanza el solo.
Volvió con su masaje de forma más brusca arrancándole varios suspiros y gemidos al rubio, que pronto sin querer comenzó a mover sus caderas, de atrás hacia delante haciendo más profundo el contacto.
Y eso fue todo Sasuke no se pudo seguir conteniendo, de un rápido movimiento tomo el rostro del rubio y lo giro, ahora lo que devoraba no era su cuello si no toda su boca.
Poco a poco fue recostándolo sobre la alfombra mientras el se colocaba encima suyo.
El rubio rodeo con sus brazos la espalda del moreno en busca de soporte, las sensaciones que sentía en su cuerpo lo hacían temblar y que todo a su alrededor girara, solo le quedaba aferrarse fuerte a él, dejarse a su completa disposición.
Mientras el pelinegro se deshacía rápidamente de la ropa del menor, al tener una sudadera como pantalón se ahorraba muchísimo el trabajo aunque si tuviera un pantalón de mezquilla tampoco le importaría rasgarlo.
Cuando por fin libero su miembro lo encontró dulcemente palpitante y duro.
-te importa si me uno? – le pregunto el moreno, con la vista fija en la entrepierna del menor.
Antes de que el rubio siquiera entendiera a que se refería, desabrocho su pantalón y libero su miembro.
Volvió a atacar sus labios tan hambriento como estaba, y comenzó con un balanceo intenso en sus caderas.
Los miembros tan cerca como se encontraban se rozaron entre si. Cada sensación se triplicaba de esta manera. Ahora estaban juntos, sintiendo sus pieles, no había ninguna tela que se interpusiera entre los dos.
La habitación se lleno de sonidos húmedos, palabras de deseo y susurros de amor.
-Sa..sasuke, por favor con...continua- Naruto estaba casi en su limite, la fricción deliciosa que sentía lo estaba consumiendo, quería más, mucho más, quería a sasuke adentro.
-te has portado bien dobe – sonrió sasuke de medio lado, el tampoco podía aguantar, si no lo hubiera pedido primero el rubio él lo hubiera hecho.
Levanto las largas y estilizadas piernas del rubio y las dejo a cada lado de sus caderas, no sin antes repartir algunos besos y carisias por esa piel tan deliciosa. Al rubio esto le causo un poco de cosquillas y rio inocentemente.
Luego volvió a devorar su cuello con mordiscos y lametazos mientras entraba cuidadosamente dentro de él. Naruto ahora era lo bastante fuerte y flexible como para no ser necesario prepararlo, así que se apresuro a entrar de una sola vez.
El calor en su interior y la presión sobre él le dio una buena bienvenida. Pronto el vals volvió, y sus cuerpos comenzaron un delicioso movimiento. Arriba, abajo, arriba y abajo, una y otra vez, entrando cada vez más profundo, más lejos, más rápido, más fuerte.
Naruto fuertemente rodeo con sus brazos el cuerpo de sasuke, y se aferró a él. El sonido de los gemidos de sasuke le llegaban en un susurro a su oído. Ambos estaban sudorosos, pero no le importo, solo sentía a sasuke.
Sasuke moviéndose adentro de él.
Sasuke tocando su cuerpo.
Sasuke besándolo.
Sasuke mirándolo.
Sasuke amándolo.
Lo estrecho más en sus brazos, sus piernas flaquearon, el clímax ya estaba llegando. Sintió como sasuke se tensaba y aceleraba el movimiento de sus caderas, llegando más profundo y más rápido. Provocando que su interior se electrizara al sentir, como con cada embestida sasuke tocaba ese punto en su interior que lo hacia vibrar.
El placer, el deseo, el amor… todo lo sentía dentro de él.
La sensación de sentirse completo fue tan grande para el rubio, que susurrando el nombre de sasuke con dificultad, arqueo su espalda una última vez y dejo que su cuerpo se viniera. El movimiento fue tan exquisito para sasuke que al igual que el rubio, rugió su nombre con la voz ronca por el deseo y lleno el interior de la persona que amaba.
Permanecieron abrazados, mientras sus respiraciones se tranquilizaban y sus corazones recobraban su ritmo normal.
Sasuke lo abrazaba tiernamente, mientras pasaba su mano por sus cabellos dorados en una caricia tranquila.
-Eres muy hermoso naruto – le susurro en su oído.
Las mejillas del rubio se tornaron rojas en un instante, no importaba el tiempo, aun no se acostumbraba al sasuke sincero. Escondió su cara el pecho del otro para que este no viera como una palabra suya lo hacía sentir así.
El pelinegro soltó una ligera risa al ver como el rubio se apenaba de esa manera después de lo que habían hecho. Era demasiado adorable. Levanto su rostro y lo obligo a mirarlo a la cara.
-Tienes hambre?- Le pregunto con cariño, y eso fue suficiente para que los colores del rubio volvieran a subir hasta su rostro, incluso sus orejas se colearon.
-No.. Yo.. puedo – trato de disculparse torpemente el rubio, era obvio que toda esta situación lo ponía muy nervioso. Qué lindo pensó sasuke.
-Ven aquí dobe! – lo tomo de nuevo del rostro y lo acerco a su cuello para luego rodearlo con sus brazos e impedir que el rubio escapara.
El rubio se quedó quieto un momento tranquilizándose, dejando que los latidos de sasuke lo tranquilizaran. Sus colmillos crecieron de forma afilada y lentamente los enterró en la piel blanca de sasuke.
El moreno solo se movió un poco. Comenzó a lamer y succionar todo ese liquido vital que se deslizaba por su garganta y se esparcía en su interior.
Era dulce y cálido. Como sasuke.
Termino pronto, ya que solo necesitaba muy poco. Lamio la herida y esta cerro y sano de inmediato.
-Gracias sasu…. ¿sasuke?
Ante sus ojos, el sasuke obstinado que conocía, tenía un leve rubor en sus mejillas mientras sus ojos lo esquivaban.
-¿te dio vergüenza?
¿Vergüenza?... no, eso no era precisamente lo que le había dado a sasuke, pero naruto en su inocencia tardaría un poco en descubrirlo.
-Realmente eres un dobe.
Y antes de que pudiera negarlo, el sonido de afuera los alerto a ambos. Podían escucharlos perfectamente itachi, kushina y deidara ya venían desde el otro lado del lago a ayudarlos con la mudanza.
El primero en entrar en pánico fue el rubio, miro a su alrededor y cogió lo primero que encontró para cubrirse de la cintura para abajo.
Mientras que sasuke, sencillamente arreglaba sus ropas y se abotonaba el pantalón.
Algo de celos le entraron al rubio, cada vez que hacían el amor, de alguna u otra manera él quedaba más desarreglado que sasuke.
-Te dije que no hiciéramos esto.
-¿Qué!!? – No lo podía creer!, esto era el colmo!.
- Yo fui el que te dijo que mi madre venia!!
-Yo no lo recuerdo así, dobe.- Sonrío sasuke de medio lado, mientras se dirigía al lavado, tenia asuntos de que ocuparse, pero antes de encerrarse soltó el ultimo comentario mordaz.
- te dije que mi suegra venia, pero tú te me insinuaste.
-Que!!, no puedo creerlo!!... Eres un… eres un teme!!! – Escucho que le gritaba naruto desde el otro lado de la puerta.
Soltó una pequeña risa. Molestar a naruto era su segunda actividad favorita de todo el mundo. No podía permitir que pasara un solo día sin meterse con él, era una costumbre que había adquirido sin ni siquiera notarlo desde la universidad
La universidad….
Cerro los ojos y dejo que los recuerdos volvieran a él, quería recordar con toda clase de detalles la primera vez que conoció a Naruto Uzumaki.
***
Un malhumorado sasuke se paseaba por el campus de la universidad de tokio, ese día había sido de lo peor, primero itachi se había presentado sin su permiso en su apartamento y le había hecho tal escandalo solo porque hoy comenzaba el cuarto semestre de la universidad, realmente no entendía que tenia de especial ese día solo que su hermano había insistido bastante en que hoy llegara temprano que seguro tendría un día de grandes emociones.
Grandes sorpresas?, eso ya no pasaba, nada en este mundo le hacia sentir algo más que furia con su familia, deseo de venganza, culpabilidad y una gran nostalgia.
Realmente odiaba todo esto, y encima de todo el clima de hoy era de un cielo despejado y sol brillante. Nada podía ser peor que un clima así.
Sus ojos comenzaban a picar cada vez que veía el sol, aún faltaba media hora para iniciar clases, pero no le importaba para nada entrar al salón con tal de escaparse de ese sol que lo amenazaba con provocarle migraña.
Gracias al cielo, aún era lo bastante temprano como para encontrarse con los demás, quería por lo menos estar un segundo solo, fuera de tanto ruido y gente, sobre todo de las personas, que no eran más que una molestia.
Los humanos eran seres muy molesto, interesados y egoístas.
Bueno…. no todos lo eran... Había conocido a un niño que no era así.
Demonios!! . Se sintió furioso consigo mismo. Si tan solo pudiera recordarlo, si tan solo pudiera volverlo a ver una vez más…
Sintió una punzada en su pecho, otra vez esa angustia de haber perdido algo importante para él lo atormentaba. No descansaría hasta encontrarlo de nuevo, aunque no pudiera reconocerlo, no pararía.
Cuando sus pensamientos terminaron se encontró a si mismo al frente del aula 32- A, Ahora que lo recordaba ese era el salón de su próxima clase, no le vio mayor problema esperar adentro la media hora que hacía falta. Es más deseaba quedarse solo con sus pensamientos, este día en especial le hacia sentir nostalgia por el pasado.
Pero su deseo no se cumplió, ya que al abrir la puerta descubrió que no era el único que estaba allí.
Al lado de la ventana -que por cierto estaba abierta- un chico se encontraba durmiendo sobre el escritorio, o eso parecía por su respiración lenta y el rostro escondido entre su cabello y sus brazos que utilizo como almohada.
Por el sol y el viento que se colaba por la ventana realmente parecía que su cabello fuera la continuación de los rayos del sol.
Oh! Sus ojos ya no le estaban picando.
Decidió no seguirle prestando atención y mejor ubicarse en su puesto, avanzo hasta la mitad del salón y dejo caer su mochila en el suelo antes de sentarse. Debió haber causado algo de ruido porque en seguía noto como el chico levantaba su cabeza y aún medio adormilado buscaba con la mirada la fuente del ruido. No fue que mirar hacia atrás un poco cuando lo vio.
Azul… fue lo primero que pensó sasuke cuando vio su rostro. Sus ojos eran del mismo color del cielo.
Fue un poco extraño para sasuke porque no le pareció que el tiempo corriera cuando noto que al igual que él, el chico de cabello rubio y ojos azules le sostenía la mirada, parecía que lo veía con curiosidad.
Pero había algo dentro de sasuke que lo impulsaba a seguir mirándolo y esa sensación de haberlo conocido antes le estaba picando los recuerdos.
-¿nos hemos visto antes?- ante su sorpresa el ojiazul parecía que le había leído la mente.
-Sasuke-kun!!!, buenos días!!- La niña mimada que lo perseguía a cada momento había aparecido bruscamente justo ahora para interrumpirlo. Estaba molesto.
La fulmino con la mirada, realmente le molestaba que lo hubiera interrumpido así, pero la chica o era muy valiente o era muy idiota para no entender su desprecio.
Y pareció lo segundo porque justo ahora dejaba su bolso a un lado del suyo y se sentaba a su lado mientras sonreía coquetamente.
Su comportamiento lo asteo, decidió ignorarla por completo y volver a mirar al rubio.
Este ya se había colocado un par de gafas que ocultaban el color de sus ojos, muy adentro lo considero una pena, de verdad le habían gustado sus ojos, pero también por eso estaba seguro de no haberlo visto antes.
-creo que no – le contesto. El joven volvió a mirarlo lucia sorprendido, tal vez no espero que él le contestara, y por lo general él era así, siempre ignoraba a los que le hablaban, pero este chico lo hacía querer hablar con él.
-Que raro… tu cara se me hace familiar… bueno quizás te vi por ahí.- luego le sonrió un poco y le tendió su mano – Mi nombre es Naruto Uzumaki.
Vio su mano y dudo realmente en estrellarla, él no era del tipo social, pero luego miro a naruto y se resigno - Sasuke Uchiha. - tomo su mano
-Estas muy frio sasuke!!!- El rubio era bastante escandaloso, pero lejos de soltar su mano la apretó más, era muy cálida. Pensó el pelinegro.
Fin
Dedicado a la memoria de kasumi y eris.
Gracias por ayudarme a soportar todo esto.